Capítulo 12
- Chicos, chicos, no corran por los pasillos – exclamó una joven, que James dedujo como la asistente de la enfermera. Se encontraban fuera de a enfermería y habían estado de lo más preocupados por su amigo.
- Disculpe, pero ¿Podríamos entrar a ver a un amigo? Remus Lupin
- Disculpen, pero está durmiendo – Les indicó la enfermera.
- Sólo queremos ver si se encuentra bien – Le indicó Sirius preocupado.
- Claro, pueden pasar pero no lo despierten – La señorita les abrió la puerta y les indicó que guardaran silencio. Un joven, recostado en una cama con unos cuantos vendajes, dormía plácidamente – Iré a ver al director, volveré enseguida – Y sin más decir, se fue de la sala cerrando la puerta tras de sí.
- Amigo, qué te ha pasado – murmuró James a Remus, mientras que le colocaba su mano sobre el hombro.
- ¿Qué crees que haya sido? – preguntó Sirius con el mismo semblante preocupado que su amigo. James se encogió de hombros, cuando una sola palabra se le vino a la mente.
- Malfoy – Dijo casi escupiendo. Sirius cerró sus puños en señal de enojo y observó a su amigo. Se veía débil. Tenía el rostro de un color blanco, más de lo normal. Su cabello se veía más opaco y tenía un corte sobre la ceja derecha - Se nota que ha peleado con alguien, ése corte sólo se hace con varita, amigo.
- ¿Cómo sabes? Tal vez sólo se ha caído – Dijo Sirius extrañado.
- He estado ya en bastantes duelos, Sirius, no hay duda de que ha peleado con alguien... y de seguro fue con la asquerosa serpiente de Malfoy.
- Deberíamos irnos, volveremos más rato para ver si ha despertado.
- Bien... – suspiró resignado su amigo, viendo a Remus con un semblante de preocupación. Le observó por última vez para luego desaparecer tras la gran puerta. Cuando ya no había nadie en la sala, Remus abrió los ojos de golpe.
- ¿Se han ido? – Preguntó una vos a lo lejos. Era Nhy quien estaba escondida tras una de las cortinas que separaban una cama de otra. Remus le asintió y pudo salir del escondite, gimiendo por su espalda – Qué mal lugar para esconderse.
- ¿Crees que le hagan algo a Malfoy?
- Espero... – Le dijo Remus con un tono serio. Nhy se acercó a él y le acarició el cabello.
- ¿Estás bien? – Le preguntó preocupada – Todavía no puedo creer por qué Malfoy actuó así, si tú nunca le haces nada, son solo Potter y Black.
- No importa, Nhy, no te preocupes, estaré bien. De lo que más me preocupo es de ti – Remus le quedó mirando seriamente mientras que Nhy comenzó a tensarse.
- ¿De-de qué hablas? – Inquirió la chica, dejando de acariciarle el cabello. Remus le miró como si fuera obvio.
- Me preocupo de que te haga algo, Nhy.
- No me hará nada, se cuidarme.
- Creo que tendré que estar cuidándote a cada momento – Dijo Remus pícaramente – No puedo estar tranquilo sabiendo que algo te puede pasar – Le dijo cogiéndola de la mano y atrayéndola hacia él para darle un beso en la mejilla. Nhy rió divertida, tratando de alejarse de él.
- Pues bien, señor preocupación, me gusta su idea – Remus le sonrió, feliz, le encantaba verla reír, la verdad que le encantaba todo de ella.
- ¿Qué? – Preguntó divertida al notar que Remus le miraba de forma extraña - ¡Qué!
- Te ves hermosa cuando ríes – Le dijo mirándola intensamente a los ojos. Nhy se ruborizó levemente y despegó su mirada de esos claros ojos color miel – ¡Hasta te ves hermosa cuando te ruborizas! – Le exclamó el chico divertido. Nhy rió pegándole suavemente en el pecho, cuando Remus alcanzó a cogerle del brazo y atraerla más cerca suyo. Nhy se sorprendió por el inesperado movimiento, pero estaban tan cerca. Remus no pudo evitar besarla, sentir otra vez esos labios que lo volvían loco. Nhy disfrutaba también del beso cuando de pronto un ruido, el de la puerta, les interrumpió.
La señorita de delantal blanco estaba inmóvil, con un semblante serio. Nhy no pudo evitar sonrojarse considerablemente mientras que Remus maldecía a la enfermera por haber interrumpido aquél momento.
- Dis-dis-culpe... – Fue lo único que Nhy pudo articular para luego salir caminando apresuradamente de la enfermería.
La señorita tardó unos cuantos minutos para asimilar lo que había visto y no pudo evitar sonreír para si misma al recordar sus tiempos de noviazgo. Se acercó a la cama de Remus y, cogiendo un frasco que se encontraba sobre la mesita al lado de la cama, se lo entregó al muchacho.
- Tome esto. Se irá mañana por la mañana, no se preocupe – Remus recibió el frasco y la enfermera se dirigió hacia su despacho, cerrando tras de sí la puerta, sin evitar soltar un suspiro.
OoOoO
- Nhy, ¿Dónde estabas? – Le preguntó una Lily preocupada a la chica todavía sonrojada que deambulaba por los pasillos.
- Fue a visitar a Remus a la Enfermería.
- ¿Se encuentra bien?
- Sí, sí, nada grave...
- ¿Te ocurre algo? – Le preguntó la pelirroja – Estás extraña.
- Creo... creo que estoy enamorada de Remus. Pero demasiado. No me imagino en éste colegio sin él – Dijo Nhy en tono soñador. Lily le sonrió, encantada de que su amiga por fin estuviera junto a Remus.
- Pero ¿Todavía no tienen nada en concreto? – Le preguntó curiosa.
- No – Contestó Nhy pensando por primera ves en ese tema – No me ha pedido... nada formal.
- Creo que ya lo hará, Nhy, tarde o temprano serán una pareja oficial – Le dijo Lily rodeándole los hombros con su brazo – No te preocupes.
- Ahora de lo único que me preocupa es que Remus esté bien y que salga de la enfermería.
- ¿Qué le ocurrió, después de todo?
- Pues, tuvimos un encuentro... con Malfoy – La pelirroja ni se sorprendió. Ya debía tener la idea de que Malfoy estaba involucrado.
- Habrá que tener cuidado con esa serpiente, no va a ser que te vaya a hacer algo a ti, Nhy – Le dijo Lily preocupada.
- No lo creo – Nhy le restó importancia - ¿Has visto a Brenda?
- Hablé con ella en la mañana pero después no la vi más. La he estado buscando y no la encuentro por ninguna parte, ni en el comedor ha aparecido – Agregó la pelirroja. Juntas decidieron ir a buscarla.
Se dirigieron al Gran comedor sin conseguir huellas de su amiga. Buscaron por cada pasillo, preguntaron a muchos alumnos de Hufelpuff, buscaron delante de su sala Común, en los jardines... cuando la vieron. Estaba sentada cerca del lago, abrazada a sus piernas. Tenía los ojos hinchados, había estado llorando.
- Bren... – Lily colocó su mano sobre el hombro de la chica, quien al mismo tiempo sollozó levemente.
- Me ha mandado una carta – Dijo con la voz débil – Me ha dicho que ya no podría funcionar... lo nuestro – Terminó con un sollozó. Nhy le abrazó, Brenda colocó la cabeza en su hombro y no pudo evitar suspirar.
- ¿Por qué? – Le preguntó Lily, quien le acariciaba la mejilla.
- Sólo dijo... que no podía explicar lo que sentía en esos momentos. Que lo lamentaba mucho. No puedo creerlo – Brenda comenzó a llorar en el hombro de Nhy quien, junto a Lily, no podían evitar sentirse tristes por su amiga. Todo había parecido estar bien entre Brenda y Derek, y de un momento para otro ya habían terminado.
- Brenda, deberías ir a descansar – Le sugirió Lily más en forma de orden. Brenda negó con la cabeza, quería gritar, quería llorar todo lo que pudiera, no quería volver a saber de Derek pero la noticia le había roto el corazón... ella lo amaba.
- Necesito estar sola en éstos momentos, chicas – Dijo apenada – Lo siento.
Rápidamente se levantó y comenzó a correr hacia el castillo. Nhy y Lily se miraron preocupadas. No pudieron evitar enojarse por la situación.
- Es un imbécil – Dijo Nhy escupiendo casa palabra – Un estúpido imbécil que no tiene corazón.
- Es un poco extraño, ¿No? Primero todo iba bien, después de un momento para otro Derek no le respondía las cartas ni le enviaba alguna y ahora terminaba con Brenda... No pensé que Derek fuera así. Brenda hablaba de lo bueno que era.
- Lily, todos los hombres son iguales – Indicó Nhy, mientras que se sonrojaba levemente – Menos Remus, claro – Sonrió.
- Ni James – Dijo Lily que al darse cuenta de lo que había dicho, se sonrojó.
- ¿James? Vaya, sí que te gusta – Dijo Nhy divertida. Lily negó con la cabeza, como siempre – Lily, no puedes engañarte...
- ¡Por qué todos me dicen lo mismo! – Exclamó la pelirroja nerviosa.
- ¿Por qué es la verdad? Lily, dile de una ves por todas lo que sientes por él y que estén juntos – Le aconsejó Nhy – Tenme a mí por ejemplo, si no le hubiera dicho nada a Remus, lo hubiera perdido...
- Pero si tú no le dijiste nada, fue él
- Y ¿Ya ves? ¡Estamos ahora juntos! – Nhy sonrió recordando la tarde pasada junto con Remus.
- Pero es que Nhy, no sé si de verdad me gusta... Sigue comportándose a veces como un idiota. Aunque ha dejado de salir con las chicas, sigue tan metido en las bromas como siempre.
- Lily, las bromas son parte de él, eso no puedes negarlo ni menos arrebatárselo. Es como si él no quisiera que leyeras más libros, ¿Dejarías de leer libros? – Lily se sonrojó, negando con la cabeza – Pues entonces déjalo que siga con sus bromas, no puedes hacer que cambie tanto de aspecto. Por lo menos lo está intentando, ¿No?
- De ese punto de vista... tienes razón...
- Creo que le estás pidiendo demasiado.
- Bien, bien, no te pases – Le aclaró la joven ya entendiendo el punto – Creo que tendré que hablar con él.
- Ya lo creo – Dijo Nhy suspirando – Por fin te has dado cuenta, amiga.
- Ni que fuera un milagro – Ironizó la chica.
- Pues, de alguna manera lo es... Tanto tiempo juzgando a Potter y eras tú el problema de que ya era suficiente.
- ¿Yo el problema? Él siempre estaba ahí para molestarme – Dijo con sorna
- Sí, claro, él se acercaba unos metros a pedirte la hora ¡Y tú le gritabas antes de que pudiera hablar!
- Bueno, bueno, lo entendí – Lily agachó la cabeza observando el lago, viendo su reflejo – De todas formas tengo miedo de acabar con nuestra amistad.
- No puedes seguir teniendo miedo de eso, Lily, si algo malo ocurriera no creo que dejaran de ser amigos – La pelirroja le miró con una sonrisa – Además encuentro que hacen muy linda pareja. Ya necesitas en tu vida a un hombre como él.
- ¿Cómo yo? – Les habló por detrás. Era el hermano de Brenda.
- Hola, Teddy – Le saludó Nhy. El joven le miró asesinamente mientras que se ubicaba al lado de Lily.
- ¿Un hombre como yo, Lily? – Preguntó curioso. Lily río divertida.
- No, tontito... eres todavía muy pequeño – El joven bufó molesto – Aunque eres muy lindo, Teddy – Trató de arreglar la joven. Ahora le chico le sonreía abiertamente mientras que Nhy resoplaba molesta.
- De todas formas voy en cuarto año – Dijo el chico orgulloso, levantando el pecho.
- Muy pequeño, Teddy – Le dijo Nhy burlonamente. Lily le golpeó con el pie la pierna a su amiga y le miró molesta indicándole que no lo molestara - ¿Por qué no vas a jugar con tus amiguitos? – Le dijo Nhy ahora en una forma más amable, aunque muy falsa.
- ¡Como si tuviera cinco años! – Bufó el chico, sonriéndole a Lily i sin siquiera mirar a Nhy.
- Qué tierno – Dijo la pelirroja mientras que Nhy ponía sus ojos en blanco, pensando que su amiga era demasiado ingenua.
- ¿Hablarás con James sí o no?
- Creo... que sí.
- ¿Cuándo? – Le interrogó la chica.
- Ehm... ¿más tarde?
- No, Lily ahora.
- Debe de estar en el campo de Quidditch, practicando para el primer partido del año – Dijo la chica mirando hacia las grandes montañas que tapaban una parte del campo de Quidditch. Se podían ver a varios jóvenes montados en escobas, jugando con granes pelotas.
- Bien, más tarde será. Vayamos a visitar a Remus – Dijo Nhy con una mirada soñadora mientras que Lily le miraba divertida.
- Pero si lo acabas de visitar – Exclamó.
- Pero quiero ir de nuevo – Dijo como si fuera obvio.
- ¿No tienes tarea que hacer? – Le preguntó la pelirroja. Nhy comenzó a pensar cuando se acordó de un informe para Adivinación de un metro y medio para el día siguiente y, resoplando enojada, se dirigió hacia la Biblioteca para hacerlo. Como Lily siempre hacía los trabajos al salir de clases, ya lo había terminado y no le quedaba nada por hacer. La idea de esperar a James no se le hacía muy favorable en esos momentos por lo que decidió visitar a Remus.
Al llegar a la Enfermería, vio dos hileras de camas con dorsales de madera y cortinas blancas, todas vacías menos una que estaba cerca de la ventana. Ahí se encontraba Remus quien comía deliciosas ranas de chocolate.
- Hola, Remus – Saludó la chica acercándose a su amigo. Éste le miró sonriendo.
- ¿Quieres? – Le entregó una rana de chocolate a lo que Lily, con una sonrisa, la aceptó – Me las ha traído Elizabeth – La pelirroja no pudo ocultar su mueca de disgusto.
- ¿Estás mejor? – Le preguntó preocupada.
- Claro, no fue nada, sólo me tropecé con una silla, algo leve – Mintió, sin saber que Lily sabía lo que en verdad había ocurrido.
- ¿Seguro? – Le preguntó mirándolo inquisidoramente a los ojos. Remus le asintió, nervioso, hasta que pudo notar que ella ya lo sabía.
- Hablaste con Nhy ¿No?
- Me contó que se cruzaron con Malfoy – Dijo saboreando su rana de chocolate – Hay que tener cuidado, Remus, Malfoy no es de buenas pulgas – Remus rió por el comentario de su amiga.
- Claro que no, pero lo que me preocupa es que algo le pase a Nhy.
- ¿Por qué habría de pasarle algo a ella? – Preguntó la pelirroja confundida.
- Malfoy la amenazó, le dijo que tendría que tener cuidado estando sola por los pasillos – Dijo preocupado – Pero acordamos, con Nhy, de que estaría siempre a su lado – Lily el sonrió pícaramente.
- ¿Y... no piensas acaso pedirle que sea tu novia? – Le preguntó Lily acercándose más a la cama donde su amigo estaba y sentándose a un costado. Remus se sonrojó, la verdad que no era muy bueno en ese tipo de cosas - ¡Vamos! No me digas que tienes miedo, si ya sólo les falta ser oficialmente pareja.
- Pero es extraño, no quiero ir demasiado rápido – Dijo el chico comenzando a comer otra rana de chocolate - ¿Y si se asusta?
- Es mi amiga, Remus, la conozco y te digo que por nada del mundo se asustaría de ti – Dijo la pelirroja sabiamente terminando de comerse su rana – Creo profundamente que ya están más que listos para ser novios, ¿No? No dejes que tus miedos te dominen.
- Claro que no.
- Bueno, quería saber si estabas bien. Creo que me iré.
- Espero, espera, yo ya te he contado todo esto, ahora tú cuéntame ¿Cómo van las cosas entre tú y James? – Preguntó curioso. Lily no pudo evitar sonrojarse.
- Bien... nada nuevo.
- ¿No son algo más que amigos?
- ¡Claro que no! – Negó la pelirroja sin poder evitar ponerse más roja de lo que ya estaba, si es que eso era posible – Sólo amigos.
- ¿Y sentimientos por ahí que prueben lo contrario? – Lily volvió a negar, con la cabeza gacha - ¿Nada de nada?
- No, Remus... Bueno... algo – Dijo por fin sin mirarle.
- ¿Te gusta? Por que sabes que tú le gustas a él... Cada día que estoy con él, lo único que hace es hablar de ti, de cómo son ahora buenos amigos y cómo ha ido avanzando su relación y... – La pelirroja, con cada comentario que Remus le hacía, se sonrojaba cada vez más y le venían las ganas de poder ser lo suficientemente valiente como para decirle a James lo que sentía. Pero tenía miedo – Y de lo linda que eres, bla, bla, bla – Terminó el chico con una sonrisa.
- Creo... creo que debo irme – Lily se bajó de la cama y se dirigió hasta la puerta donde, con una seña de mano, se despidió de Remus y se fue.
- Espero que terminen juntos – Dijo Remus con sorna – Ya sería hora...
oOoOo
Brenda había llegado a su Sala Común, la cual se encontraba vacía. Estaba recostada en un gran sillón tratando de no volver a llorar, cuando de pronto un joven, Dan, baja por las escaleras y la ve ahí.
- ¿Brenda? – Dan pudo observar que había estado llorando - ¿Qué te ocurre?
- Nada.
- Puedes decirme, confía en mí.
- ¡No me ocurre nada, ahora déjame tranquila! – Le exclamó enojada subiendo por las escaleras hacia su habitación cerrando la puerta de un portazo.
Dan se quedó inmóvil, muy sorprendido por al reacción de la chica cuando apareció por el retrato de la Sala Común, Rufus.
- Oí un grito, ¿Estás bien?
- Sí, sí, es Brenda...
- ¿Sirvió tu plan? – preguntó curioso.
- Sí, y no... No pensé que iría a reaccionar de esa forma.
- Pues imagínate si acababan de terminar con ella, y peor cuando todo es una mentira – Dan le hizo señas de que guardara silencio.
- No puede saber lo que hice.
- ¿Y qué vas a hacer ahora?
- Está muy mal... tendré que esperar un tiempo – Pero Dan seguía confundido.
- ¿Y qué esperabas? ¿Qué saltara a tus brazos y decirte "Oh, Dan, te amo"? – Le dijo su amigo con voz burlona – Claro que no, Dan... ¿Y qué harás con Derek? Si es que le manda una carta a Brenda tendrás problemas.
- No, ya le he mandado una carta como de parte de Brenda diciéndole que debían terminar – Dijo Dan rascándose la frente – Aunque no sé cómo será su reacción.
- ¿Qué harás en las vacaciones cuando puede que se vean? – Le preguntó Rufus preocupado. Comenzaba a inquietarse.
- No es hora de pensar en las vacaciones – Dijo Dan molesto – Ahora sólo debo hacer que Brenda se enamore de mí...
- Te deseo suerte amigo.
- ¿Y tú con Lily? ¿Qué ha pasado? – Rufus se sentó en el sillón frente a una chimenea y Dan le siguió.
- No he tenido el tiempo para hablarle y pedirle una cita, sólo espero que ése Potter no se involucre – Dijo cerrando fuertemente los puños.
- Deberías hacer algo contra él para que no arruine las cosas, ¿Pero qué harás para hablar con Lily?
- Se viene una salida a Hogsmead, le tengo que preguntar antes – Dijo preocupado, notando que le quedaba poco tiempo – Pero de algo sé que James Potter no tendrá nada que ver.
- Me asustas amigo – Dan le miró extrañado, con una nerviosa sonrisa – Sabes que el partido de Gryffindor contra Huffelpuff será en unos dos meses.
- Sí, deberíamos estar practicando pero Hough, el capitán todavía no elige a los nuevos cazadores.
- Lástima, debemos intentar ganarles, como sea.
- ¿Por qué no eres tú? Así conseguiríamos a sólo otra persona.
- Pero no soy tan bueno en Quidditch – Se excusó el chico.
- Vamos, amigo, te he visto jugar y no lo haces mal – Dan negó con la cabeza, nervioso - ¡Por favor, por favor!
- Hablaré más rato con Hough pero no creo que sea una buena idea – Rufus comenzó a abrazar a su amigo de la emoción, así juntos, podrían acabar contra Gryffindor sin ningún problema, y "tal vez – pensó Rufus - podría ganarme a Lily... sería perfecto"
