Capítulo 13
Ya era de noche, faltaban pocos minutos para la cena. Los pasillos estaban ya casi desiertos, las Salas Comunes de cada casa estaban quedando vacías por todos los jóvenes que se iban al Gran Comedor y en pocos segundos las mesas ya estaban llenas de exquisitas comidas y manjares. El Gran Comedor de pronto se vio repleto de jóvenes hambrientos de todas las casas. En ellas se encontraban las chicas quienes, divertidas, se reían en medio de la mesa de Gryffindor donde Brenda fue a acompañar a sus amigas.
- No puedo creer que Teddy esté enamorado de ti, Lily – Dijo Brenda sin poder ocultar su sonrisa. Parecía que ya estaba mejor.
- Ni yo, después de todo es tan pequeño.
- ¡Nunca le digas eso! Si no se enfurece – Dijo Brenda divertida, tratando de ponerse seria cuando menos podía.
- Ya le dijo – Indicó Nhy comiendo su ensalada – ¡Pero él ni se inmutó! Es lo mismo que pasa cuando le digo Teddy; se enoja – Brenda y Lily no pudieron evitar soltar una carcajada – Pero cuando Lily se lo dice; ya le anda tratando de besar – Exclamó Nhy un tanto molesta.
- Vamos, Nhy, no puedes estar celosa, ¿O sí? – Preguntó Brenda divertida, riéndose al ver la expresión de su amiga.
- ¡Claro que no, Bren! Qué cosas dices... – Dijo la chica divertida, cogiendo una pata de pollo que se encontraba cerca. Terminaron de reírse cuando de pronto se hizo un silencio en medio. Lily miró a Brenda con una sonrisa, un tanto preocupada.
- Veo que estás mejor, Bren – Le dijo comiéndose un pedazo de carne asada. Brenda le miró sonriendo aunque se le veía triste.
- Mas o menos... Pensé que... no debo atormentarme por eso. Digo, por lo menos me avisó. Lo peor hubiera sido que no me hubiera dicho y tal vez, hasta engañado – Lily y Nhy le sonrieron – Además me he portado como una idiota. Traté muy mal a Dan – Dijo agachando la mirada, enfocándose en su plato como si fuera la cosa más interesante del mundo.
- ¿Qué ocurrió? – Preguntó Nhy curiosa.
- Me había preguntado cómo estaba y yo le grité... y no lo vi más, ahora no está en su mesa – Dijo buscando entre los de su casa, Huffelpuff.
- Después hablarás con él – Le dijo Nhy. Lily recordó esas palabras y se acordó de James. Debía hablarle. Comenzó a levantar la cabeza por entre medio de la gente tratando de ver si es que se encontraba sentado en la mesa pero no tuvo ningún rastro de él.
- ¿Qué buscas, Lily? – Preguntó Nhy con una pícara sonrisa. Lily se sonrojó al ser descubierta por su amiga y continuó cenando como si nada hubiera pasado.
- Quisiera llevarle un poco de cena a Remus – Dijo Nhy observando los grandes platos repletos de deliciosas comidas.
- Yo te ayudo – Le dijo Lily.
- Yo me tengo que ir. Marya me anda buscando. Nos vemos mañana, chicas – Se despidió la joven caminando rumbo a la salida del Gran Comedor donde Marya se encontraba.
- ¿Le gustan las cerezas? – Le preguntó Lily a Nhy. Ésta comenzó a pensar sobre si le gustaban o no a Remus y se dio cuenta de que no lo sabía, había muchas cosas de él que ella no sabía. Aunque no quiso demostrarlo en frente de Lily, le asintió con una sonrisa mientras que seguía cogiendo unos cuántos alimentos más y los dejaba en unas servilletas para luego llevárselas a Remus. La comida de la Enfermería no era nada buena.
- Bien, esto será suficiente – Le dijo a la pelirroja quien había terminado de llenar un montón de servilletas con exquisitos chocolates – Vamos.
Se fueron camino hacia la enfermería, felices como siempre pensando en cosas inocentes pero, en todo lo bueno está lo malo, de pronto apareció por allí una sombra que asustó a las dos chicas. Era Rufus.
- ¿Qué haces por aquí? – Preguntó Nhy asustada, respirando entrecortadamente por el susto que le había dado.
- Venía de la Biblioteca – Dijo sonriéndole a las chicas - ¿Y ustedes?
- Le llevamos comida a Remus – Dijo Lily sonriente, aunque un tanto nerviosa ya que la presencia del joven le incomodaba.
- Oh, bueno, les dejo seguir su camino – Dijo dándoles el paso. Nhy siguió caminando cuando de pronto Lily pasó por al lado del joven y éste le cogió del brazo suavemente, susurrándole al oído – Necesito hablar contigo.
Lily se sonrojó débilmente pero ella también necesitaba arreglar cuentas con él. Le avisó a Nhy que en poco tiempo estaría en la enfermería, le entregó su parte de la comida y se dirigió con Rufus a un lugar más íntimo para poder hablar.
- Mira – Comenzó Rufus algo nervioso – Quería preguntarte si... te gustaría ir conmigo a la salida de Hogsmead – Lily intentaba no mirarle, estaba muy nerviosa, la verdad que no quería nada con Rufus, sólo lo encontraba como un amigo, nada más... y eso le ponía muy incómoda.
- Lo siento... pero
- No, no, déjame decirte que... Me gustas, Lily. El año pasado te veía caminar y pensaba "Esa chica debe ser para mí" – Lily le miraba cada vez con una expresión de horror - Veía tus labios, tu cuerpo, todo de ti me encantaba... y me sigue gustando.
- ¡Detente, detente! – Le interrumpió la chica quien estaba más indignada que nunca - ¿Es que acaso sólo te gusta mi físico? No has dicho nada más que sólo de mi físico... ¿Crees que yo soy así? ¿Tan superficial?
- No, no...
- No me digas nada, Rufus, tienes suerte de que no deje de ser tu amiga ya que esto de verdad que me ha indignado – Dijo la pelirroja seriamente. Bien, bien, le había puesto más color pero ¿Y qué? Necesitaba una forma de deshacerse de Rufus pero estaba equivocada. Rufus no la dejaría tan fácilmente.
Cuando le estaba regañando a Rufus por hablarle así, no supo cómo ni cuándo, pero de pronto Rufus la tenía entre sus brazos y ¡LA ESTABA BESANDO! Estuvo unos momentos paralizada cuando sin saber por qué le correspondió el beso. "Besa muy bien". Pero al final de todo era Rufus, ¿No que a ella le interesaba James? "Estúpida, Lily, toda una estúpida" pensó mientras que despertaba del asombro dándose cuenta de que todavía se estaban besando. Es que no podía permitirlo. Intentó zafarse de los brazos del joven pero él no le permitía, cuando algo le hizo a Rufus separarse. Una voz...
- ¡¿QUÉ! – Era James y a su lado se encontraba un asombrado Sirius. "Oh, no, lo que me faltaba" Pensó Lily ruborizándose completamente – Vaya...
- ¿Qué pasa Potter? ¿Es que acaso nunca habías visto una escena así? – Le dijo Rufus arrogantemente. "¡Pero qué le pasa a éste!". Sirius hizo un ademán de saltar sobre él pero James lo detuvo.
- Entonces les dejo para que sigan con sus... cosas – Dijo James más enojado que nunca. Lily podía ver la rabia en sus ojos, cómo apretaba los puños y miraba asesinamente a Rufus.
- Sí, sí, vete mejor – Lily intentaba hablar pero las palabras no salían de su boca. Estaba demasiado asombrada. James y Sirius comenzaron a caminar por donde estaban los otros para seguir su camino, pasando por el lado de Rufus – Idiota – Le dijo éste por lo bajo, pero James le escuchó perfectamente y, sin aguantar toda su rabia, le pegó en toda la cara. Lily estaba más nerviosa y preocupada que antes.
- ¡JAMES! – Exclamó mientras se acercaba hacia Rufus quien estaba en el suelo con una mano en una mejilla, con un hilito de sangre que salía de su boca. James respiraba entrecortadamente y ver a Lily junto a Rufus le hizo enojarse aún más – ¡Serás Idiota! – "¿Qué? Lily, lo estás empeorando"
- Ah, con que así es... Ahora todos me creen idiota, pues ¡BIEN! Sigue besándote y haciendo no se qué cochinadas junto con... éste, pero no me vuelvas a hablar porque ¡Para qué hablar con un idiota! – Sirius le tocó el hombro indicándole que se calmara y, mirando por última vez a Rufus y a Lily, se fueron por su camino.
- ¿Ves lo que hace? ¡Es idiota! – Exclamó Rufus limpiándose la boca, todavía en el piso. Lily le miró más enojada que nunca ¿Por qué lo había defendido? ¿Por qué le había dicho a James idiota? ¡Ahora todo estaba embarrado! – No puedo creer que sea así, está mal de la cabeza o es que es un inepto – Seguía diciendo Rufus hasta el punto en que Lily se enojó demasiado por todo, quería sólo desquitarse y más enojada estaba con Rufus.
- ¡Te lo merecías! – Explotó de pronto – ¡El único idiota en este lugar eres tú! – Y sin esperar más le pegó una cachetada en todo su rostro, haciéndole gemir y sangrar un poco más. La pelirroja se levantó furiosa, yéndose por el lado contrario a donde James y Sirius se habían ido, dejándo a Rufus en el piso.
- ¡No te irás de mi, Lily, tú eres MÍA! – Gritaba Rufus mientras que la pelirroja se perdía de vista rezongando unas cuántas palabras, molesta.
oOoOo
- ¡Amigo, tranquilízate! – Le exclamaba el chico moreno a su amigo quien había entrado a la habitación como fiera, rompiendo unas cuantas cosas que se le cruzaban por el camino.
- ¡Es que no puedo evitarlo! ¡Se estaban besando, Sirius, BESANDO! Hasta tú los viste – Sirius bufó restándole importancia mientras que James comenzaba a golpear una almohada.
- Amigo, no creo que ese sea un problema, tú sabes que todas las muchachas caen a tus pies...
- ¡Sí, pero Lily nunca lo hará y a la única persona que yo quiero es a Lily! – Sirius le miraba con compasión mientras que James ahora saltaba sobre la almohada ya echa trizas – ¡¡No se si le podré volver a hablar!
- Espera, espera, espera... – Sirius se acercó al chico cuando éste le miró atento, dejándo los restos de la almohada de lado - ¿Cómo es eso de que no le hablarás? ¡Eres James Potter, amigo! Estas cosas no te deberían importar demasiado
- Cuando la involucrada es Lily pues claro que me importa...
- lo que te digo es que eres su amigo, deberías seguir hablándole, como si nada pasara... – Le dijo sabiamente – Y pues claro no se te puede olvidar el "plan Sirius" – James le miró sarcásticamente – Darle celos – Dijeron los dos al mismo tiempo – ¡Creo que lo estás entendiendo! – Exclamó el moreno mientras que le colocaba su brazo sobre el hombro de James.
- No lo creo, Sirius, ella me dijo que no le gustaba, no creo que le daré celos...
- Bueno, amigo, yo ya te aconsejé. Toma los "Sirius consejos" o déjalos – le dijo seriamente mientras que salía de la habitación. James se enojó aún más. Golpeó uno de los palos que sostenían las cortinas de la cama para luego soltar un pequeño gemido de dolor.
Ya no sabía qué hacer, la verdad era que no se podía enojar, Lily no era suya, no eran nada de nada de NADA, hasta ella le dijo que no quería arruinar su amistad pero tenía las esperanzas de que en verdad algo en ella había cambiado y que tal vez si podrían haber hecho que funcionara. Ahora sabía lo mal que estaba, además había escuchado hablar a Rufus sobre Lily y él no había hecho nada para tratar de ahuyentarlo siquiera. Se sentía fatal, esa chica pelirroja era lo que más quería y, aunque no era alguien de relaciones duraderas, sentía que con esta chica podría ser felíz y hacerla feliz a ella. Pero ahora, ahora sabía la verdad, sabía que a Lily le gustaba Rufus y que no podría hacer nada al respecto.
¿Se tendría que olvidar de ella? ¿Tendría que dejarla ser feliz? Pues, si ella era feliz, él también, aunque no estuvieran los dos juntos...
- Nooo – Se dijo – No puedo vivir sabiendo que Lily está con otro... y menos con RUFUS.
Tendría que actuar como si nada hubiera pasado. Si Lily le preguntaba algo de por qué había golpeado a Rufus tendría que decirle que sólo porque no le caía para nada bien (Algo sumamente verdadero) y por que Rufus había comenzado. Bien, eso haría...
Decidió bajar a la Sala Común, con la esperanza de encontrar algo con lo que distraerse. Pero al bajar pudo notar que no había nadie. Ni hasta Sirius estaba, como siempre, coqueteándole a una chica.
Se sintió realmente mal. Lo único que quería era poder estar junto a Lily y ahora ella se había estado besando con Rufus. El mundo se le vino abajo cuando los vio y lo peor era que no podía hacer nada... Debería dejarlo todo pasar, conseguir a otra persona y olvidar a esa chica de rojos cabellos que siempre le hacía suspirar, que se robaba sus sueños cada noche, su mente por las mañanas, tardes ¡Días enteros, esa chica que lo único que podía ser es su amiga, sólo su amiga.
Se recostó en el sillón de la sala común, frente a la chimenea que de a poco comenzó a apagarse. Primera vez que se encontraba tan aburrido, y odiaba esa sensación en el estómago, esa sensación de que algo no te gusta, de que te sientes mal por algo... Trataría de olvidarse de Lily, costara lo que costara.
Pero James Potter no sabía algo. Que a medida que pasaban los segundos, los minutos, las horas, en las que ya se había quedado profundamente dormido, el sentimiento hacia esa chica pelirroja, con la cual soñaba en esos momentos, crecía... cada vez más.
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¡Espero que les haya gustado:) no se olviden de dejar reviews.
Tal vez en esta semana (aunque no es tan probable) o en unas dos semanas esté el otro capítulo ¡¡Porque el martes me iré a Iquique! Y no creo que pueda continuarlo pero al regreso ¡¡haré lo que pueda!
Muchas gracias
Cuídense ¡Muchos deseos y saludos!
¡LEAN MIS OTROS FICS!
Maitee.
