Bueno, luego de casi un mes sin nada de noticias acerca de mi, vuelvo a la carga con un nuevo capitulo de este fic... Sé que tengo muy abandonados a los otros, pero... mi computadora finalmente murió luego de casi diez años conmigo... por eso el retraso... y la que escribo ahora, no es mía, si no de mi mamá y casi nunca me la presta.

Resumen: (me lo recomendó mi amiga Clarice por el mucho tiempo que me demore en actualizar) en el capitulo anterior, Sango y Miroku tienen un plan para unir a Inuyasha y Kagome. Inuyasha por su parte recordó la muerte de su padre. Kagome recordó que "alguien" le había dado el medallón. Inuyasha se fue a disculpar y le dio un beso a Kagome, quien estaba "dormida". Finalmente Naraku envió a Hakudoushi a investigar si había algo raro en la Rue Liz.

Bueno, basta de excusas y aquí está el nuevo capitulo.

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Estos lugares no me agradan en lo más mínimo –susurró Hakudoushi, viendo seriamente la larga calle que se llamaba Rue Liz. –y ese bar... Liz... –aún recordaba que antes de que Kagome desapareciera tuvo que juntarse un par de veces con ella ahí. Era respecto al caso de un político corrupto que no quería retirarse de su puesto, y hubo que sacarlo del camino para que otra persona tomara su lugar. Luego de ese día no la volvió a ver, a pesar de que la buscó en el templo y en los lugares que comúnmente frecuentaba.. –definitivamente no sé que es lo que habrá sucedido, pero espero que esté bien. –una pequeña sonrisa iluminó su rostro, la conocía bastante bien, desde pequeña cuando la iba a ver a su casa en el templo Higurashi, se habían hecho amigos. Y en el fondo la quería como una hermana. Siempre había logrado sacarle una sonrisa, a pesar de que los dos eran conocidos por ser demasiado serios en su trabajo. Y de igual modo estaba seguro que ella estaba bien, aún recordaba cuando tuvo que salir en su primer trabajo junto a Kikio.

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Era tarde ya, alrededor de las tres de la madrugada, pero aún no recibía la llamada de Kagome contándole como le había ido en esa, su primera expedición. Hasta que de pronto sonó el timbre de su departamento.

. Kagome –susurró con temor al verla a penas sujetándose al marco de la puerta. - ¿qué te sucedió? – con rapidez la alcanzó a tomar en brazos antes de que cayera al suelo.

. Por favor trae un poco de alcohol y vendas –susurró Kagome mientras Hakudoushi la dejaba en el sillón. Cuando volvió junto a ella vio con asombro como se había sacado la chaqueta y parte de la blusa que estaban completamente ensangrentadas.

. Dime ¿Qué ocurrió? –preguntó preocupado Hakudoushi mientras limpiaba un poco la herida, que era solamente superficial.

. Pues digamos que Kikio me dio su bienvenida. –suspiró cansadamente –cuando habíamos terminado con el tipo, llegó uno de sus guardaespaldas y empezó a dispararnos. Kikio me empujo "accidentalmente" y quedé expuesta a las balas. Alcancé a tirarme al piso pero una bala me rozó.

. Que maldita víbora. –susurró con ira Hakudoushi.

. Lo peor fue que me dejo sola. Apenas y pude llegar aquí. Ya sé que tu estudiaste un poco de medicina, así que sabía que me ayudarías.

. Pues sí, me alegro que vinieras, en realidad estaba preocupado. Como aún no me habías llamado...

. Sí, gracias de verdad. Tú sabes que yo no puedo ir a ningún lugar sin levantar sospechas.

. Sí, muy conveniente eso de que Kaede nunca te halla registrado como persona.

. Pero de todas formas no son agradables las circunstancias. Que sea por que te dejaron botada en un templo, y te recogió otra mujer... no es tan agradable.

. Al menos Kaede era una buena persona.

. Pues sí, aún la extraño... –luego miró con fuerza a Hakudoushi.- ¿me puedo quedar a pasar la noche aquí? No quiero llegar al templo y quedarme sola.

. Por supuesto. –susurró, acercándola a él y protegiéndola entre sus brazos.

. Gracias, gracias por todo. –murmuró cerrando sus ojos.

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. Buenos días Urasue. –susurró con una mirada fría Hakudoushi. - ¿Cómo has estado?

. Pues... hasta ahí no más... no ha andado muy bien el negocio. ¿Quieres algo de beber?

. Un whisky doble. –luego de evitar la mirada extrañada de Urasue, la miró –dime ¿Has visto algo raro últimamente¿Algo que pudiera ser de interés?

. Mmm... en realidad no. Todo ha estado bastante tranquilo. A lo más que vino a darse una vuelta por aquí, tú sabes quien... – Hakudoushi arrugó el ceño.

. ¿Quién?

. Pues... este... Inuyasha. – al decir eso Hakudoushi casi escupió el trago que había tomado.

. ¿Qué¿Qué hacía ÉL aquí?... este tipo no me gusta, y menos tiene que andar dando vueltas por aquí... me daría terror encontrármelo por aquí. –masculló finalmente.

. Pues agradéceme, por que el otro día cuando viniste con Kagome, yo lo distraje para que no los viera. Supongo que él no sabe de su existencia, ni conviene que lo sepa aún... de ese modo podrán trabajar bien por un buen tiempo. Lo noté algo distraído... pero de todas formas asustador como siempre.

. Sí... supongo... –luego la mirada de Hakudoushi cambió imperceptiblemente. –sabes... estoy preocupado... desde ese día que vine y me encontré con Kagome aquí, no la he visto en lo mas mínimo.

. ¿Y en su casa? No la has visto ahí. –preguntó extrañada Urasue.

. Pues no, fui allá ayer, pero no la encontré. También visité otros lugares, incluso pregunté por ella en las oficinas, y así y todo no supe nada de ella. De verdad que me estoy preocupando, siempre estamos en contacto, y hace casi tres días que ya no la veo.

. ¿No has pensado que le pudo suceder algo? –la mirada de Hakudoushi se oscureció.

. Sí, lo he pensado, y estoy casi seguro de que algo tuvo que ver Naraku. Lo he notado bastante raro, en especial por que fue él quien me envió aquí a averiguar si había algo raro. –un extraño silencio se apoderó de la sala.

. Así que crees que estoy raro –susurró una voz temible a sus espaldas. El terror pudo ser fácilmente percibido por Urasue. –Jajaja, veo que te asustaste –se rió Kagura, sujetándolo por la espalda.

. No sabes el susto que me diste –gruñó enojado Hakudoushi.

. Bueno nunca debes hablar mal del jefe, ya sabes que sale de donde menos lo esperas.

. Oh, Hakudoushi, ojalá hubieras visto tu cara, fue de puro terror. Y veo que tu habilidad para imitar voces está mejor que nunca –le dijo Urasue a Kagura.

. Pues sí. –rió. –sobre todo ahora que al fin me cambiaron de sección y ya no estoy ni cerca del maldito de tu jefe –le dijo a Hakudoushi. –pero bueno, no estoy aquí por eso, si no por que Kagome no hizo ayer lo que le correspondía, debió ir a visitar al contrabandista que nos había pedido unas cajitas y no las pagó, pero no apareció a buscar sus cosas, ni tampoco recibimos ninguna información de que lo haya matado por si sola. –ahora si que el temor se reflejo en los ojos de Hakudoushi.

. ¿Cómo es eso de que no apareció? Ella siempre es muy puntual, y cuando lo va a hacer ella sola avisa antes... ya sabía yo que aquí hay algo raro.

. ¿Qué, le sucedió algo? –preguntó Kagura.

. Pues desapareció, y no hay forma de que sea algo fortuito. Hace varios días que no hablo con ella, no está en su casa ni nadie sabe algo de ella.

. Relájate, yo enviaré a alguien a investigar, por otro lado puedo hablar con el Señor, he de informarle que puede que se presenten problemas. Ahora que me ascendieron me he relacionado un poco más con él, pero. –he hizo una mueca –me da tantos escalofríos el solo acercarme a él. Pero bueno Kagome es mi amiga, ya veré que puedo hacer. –colocándole la mano en el hombro como apoyo se despidió de Hakudoushi y de Urasue.

. Dulce chica... –susurró Urasue, al verla marcharse por la puerta de entrada. Ser cantinera por tanto tiempo le enseñó a reconocer lo más profundo de las almas de las personas. Hakudoushi hizo una mueca de asombro.

. Se nota que no la conoces, si tan solo la vieras trabajar por un día, estoy segura que pensarías que es cualquier cosa menos dulce. Bueno, yo también me voy, ya te conté todo, espero que si sabes algo me avises de inmediato. Adiós.

. Adiós. –una última sonrisa asomó por sus labios. –dulces chicos, definitivamente ambos muy dulces.

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Sabes, me preocupa que cuando Kagome salga del hospital le pueda pasar algo. Estoy seguro que no fue una simple violación. ¿dónde se podrá quedar?

Arrgg maldito Miroku, siempre lograba atormentarlo con las cosas. En esos casos era peor que Sango. Con lentitud estacionó el auto en el estacionamiento de la gran casa en la que vivió mucho tiempo junto a su padre.

. ¿Y si trajera a vivir aquí a Kagome? –una suave sonrisa iluminó su rostro. El imaginársela en su mesa al tomar el desayuno, el llegar a conocerla mejor... – así voy a poder ayudarla a recordar las cosas y vengarme por ella. Decidido.

. Oh, Señor Inuyasha, tanto tiempo que no venía por aquí. –dijo alegre Myoga al ver a Inuyasha entrar por la puerta trasera.

. Hola Myoga. Es cierto, es que últimamente tuve algunos asuntos que atender. –dijo mientras se sentaba en la mesa de la cocina.

. ¿Algo como qué? –preguntó suspicaz.

. Es sólo que encontré a una mujer herida en la Rue Liz y estuve con ella en el último tiempo – una pequeña sonrisa cubrió el rostro arrugado de Myoga, quizá al fin mi señor se está enamorando pensó con alegría.

. ¿Y cómo está ella?

. Pues perdió la memoria... herida de bala y violación. –el rostro de Myoga empalideció. –a propósito, me gustaría que en tres días más esté preparada una de las habitaciones de invitados.

. ¿Y por qué? – preguntó intrigado Myoga. –No me diga que va a traer aquí a la mujer –dijo riéndose.

. Pues eso no es de tu incumbencia –gruñó algo sonrojado Inuyasha mientras salía de la cocina con rumbo a su habitación.

. Jajaja –rió Myoga alegre, al ver que quizá una de las últimas voluntades de su Amo se haría realidad. Su hijo Inuyasha al fin feliz.

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. Ese Myoga… tan entrometido como siempre. –susurró con una sonrisa al llegar al final de las escaleras, hasta el segundo piso. (N.A: quiero hacer una aclaración, digamos que Inuyasha es muy, muy rico, y por lo tanto su casa más bien es como una mansión… de tres pisos y su pieza está en el segundo piso). –pero se nota que se preocupa por mí.

De pronto sus pasos se detuvieron al ver la gran puerta de madera oscura. Con cuidado coloco su mano encima y la acarició, como si la sintiera viva.

. Papá… aún no estoy listo para entrar… -y con lentitud se dio la vuelta dirigiéndose al final del pasillo que llevaba a su dormitorio.

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La pesada puerta se abrió lentamente, dejando ver su gran cama al centro de la habitación.

. Ahh… que cómodo es volver a mi pieza tranquilo. –murmuraba mientras se acostaba quedándose dormido de inmediato… estaba en su casa, no tenía de que preocuparse, aquí estaba a salvo por completo.

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. ¿Y? Sango, cuéntanos todo. –dijo emocionada Minna, mientras se sentaban cada uno en una silla, Sango Miroku y ella.

. Bueno, pues tengo una idea de que pasó en esa pieza… por que… Inuyasha salió completamente sonrojado! –gritó con alegría. – y cuando entré, pues Kagome estaba en las misma condiciones… aunque lo más obvio es que lo van a dejar en secreto, por que Kagome me dijo que ella estaba durmiendo cuando entró él, y que no se había dado cuenta. Y por otro lado… ella se puso celosa de mí, creyó que yo era algo de Inuyasha… aunque cuando se lo aclaré sonrío bastante. –luego ambas mujeres miraron a Miroku.

. Dinos, que fue lo que tú sacaste de Inuyasha.

. Bueno… pues… Sango, tú me conoces, y usé el método más antiguo… la culpabilidad. –luego de ver el rostro extrañado de ambas aclaró. –pues le dije que no tenía por que enojarse, si sólo le estaba poniendo el medallón, o si había algo más. De ese modo se le convence de que nosotros creímos que esa imagen era de lo más normal.

. Ahh, vaya, que buena idea. –dijo Sango.

. ¿Y qué hicieron respecto a lo que va a pasar cuando ella se tenga que ir del hospital? –preguntó Minna.

. Pues, yo le comenté a Inuyasha, y le dejé en claro lo que pensaba, ahora sólo queda esperar a que él empiece a convencerse de que tengo razón y ya van a ver cómo le va a decir que se vaya con él. –una sonrisa algo lujuriosa cubrió su rostro. Y de inmediato la voz de Sango se hizo presente.

. DEJA DE HACER ESO!

. Ejjmm… hey! Aún sigo aquí –la voz irritada de Minna los detuvo de su pelea. –bueno, yo ahora tengo un plan… malévolo, para hacer que puedan hablar… -con ojos brillosos miró a Miroku. -¿Tú crees que para mañana Kagome ya camine?

. En realidad, yo creo en el transcurso de la noche ya va a estar mejor, y mañana va a poder caminar perfectamente.

. ¿Sango, tú crees que Inuyasha venga mañana?

. Pues, sí, está preocupado por Kagome, lo más seguro es que sí…

. Entonces –y los ojos negros de Minna brillaron en la oscuridad de la sala –esto es lo que vamos a hacer. – y los susurros llenaron la habitación, hasta que una risa malévola de los tres lo interrumpió.

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Aún estaba preocupada por lo que Hakudoushi le había dicho. Había alcanzado a conocer un poco a Kagome, aunque no sabía bien para que la usaba Naraku, esperaba que no le haya sucedido nada, por dos razones… es muy buena trabajando como saldadora (de cuentas) y por que Hakudoushi de verdad estaba preocupado por ella. Aunque un leve rayo de enojo la cruzó al ver la preocupación de él, luego se tranquilizó.

Estaba en la zona a un par de cuadras del Támesis, cerca de la calle Clerkenwell, y cerca de la corte de criminales. Realmente se asombraba de lo audaz del fundador de la mafia, al estar cerca de la corte, y de una zona céntrica, se aseguraba de que alguien sospechoso sería atrapado rápidamente por la policía, de ese modo, ellos sin saberlo protegían a una de las mafias más peligrosas del país.

Con cuidado entró a la casa de tres pisos de estructura antigua, y un pequeño escalofrío la recorrió por completo. Al final del pasillo del segundo piso estaba en el más absoluto silencio, sentada en una silla junto a la puerta que llevaba al tercer piso, una joven vestida de blanco, por completo. Su cabello rubio, casi blanco la observaba expectante con sus grandes ojos negros sin expresión.

. Buenas noches Kanna. –murmuró Kagura, lentamente, tratando de no romper el silencio.

. Buenas noches Kagura. – dijo de igual modo la joven. –¿no crees que es tarde para venir… por aquí?

. Necesito ver al Señor –agregó sin decir nada más, si algo había aprendido bien con Naraku era nunca dar explicaciones a nadie.

. Sí tú quieres pasar… -agregó con tono neutro que le puso la piel de gallina a Kagura.

. Sí, por eso estoy aquí. –en ese momento comenzaron a sonar, algo lejanas, las campanadas que indicaban la una de la noche, según el reloj de la catedral de Saint Paul, que se encontraba cerca. Con temor abrió la puerta y subió lentamente hasta llegar a la última. Con un poco de temblor golpeó una vez la puerta, esperando en ansioso silencio hasta que llegó la orden desde adentro.

. Entre!. –esa voz tan dura, y suave a la vez, al mismo tiempo intimidante.

. Buenas noches Señor… -pero no alcanzó a concluir, al ser interrumpida.

. ¿Qué es lo que quieres? –preguntó con dureza.

. Yo… -un trago duro de pasar el temor que sentía por él –necesitaba decirle que uno de los nuestros ha desaparecido.

. ¿Y? –preguntó con indiferencia. -¿Quién es… es útil al menos?

. Ella, ella era una de las mejores saldadoras que he utilizado. Una persona de otra sección me ha comentado que… -pero se quedó en silencio, sabiendo que si culpaba a Naraku, Hakudoushi sería a quien se le echaría la culpa, y lo más seguro sería que lo terminaran por matar.

. No te quedes en silencio –susurró con ira.

. Me comentó que ella hace tres días que no da señales de vida.

. Un largo tiempo… - una mueca vacía adornó su rostro, mientras se acercaba a la única ventana que había en la habitación.

. Señor, me gustaría poder saber si cuento con su permiso para averiguar algo sobre ella. Prometo que no interferiré con el resto de los negocios, Señor.-le dijo lentamente, tratando de no mostrase muy ansiosa.

. Está bien. Ya que aseguras que es tan buena te lo permito, pero no quiero que se descuide ningún otro asunto. –susurró destilando una suave amenaza, mientras se giraba hacia la ventana, para mirar en silencio la luna.

. Gracias, Señor… -pero nuevamente fue interrumpida.

. Vete… -sus fríos ojos dorados destellaron con furia. Antes de decir algo más Kagura ya se había esfumado de su habitación.

&&&&&& continuará&&&&&&&

Ahhhh! Vaya, al fin pude terminar este capitulo, aunque salió bastante cortito, está bien, me deja contenta… bueno, primero que todo…. De todos los rws que me llegan en ninguno me han planteado la posibilidad que vayan descubriendo el secreto de este fic…

Por eso que si re leen este fic, quizás lleguen a darse cuenta de lo que me refiero…y si no… pues denme todas sus hipótesis, que me gustaría que me dijeran si se van dando cuenta de algo…. Escondido… que hay por aquí.

Bueno, ahora paso a responderlos rws:

Kikio-90210: gracias por tu rw, y aunque me demoré, pues aquí al fin está la conti. Besos!

InA-SaN: querida onee-chan… bueno, si se parece un poco a Kill Bill, aunque nunca quise eso… ¬¬ pero bueno . Ahora si! Ese beso de estos dos estuvo genial, pero ya van a venir más… incluido ese ansiado lemon jejeje .… (cara de pervertidoku) bueno aquí está la conti… ajajajja se nota que leiste mal… la prima no era de Sango era de Miroku, y pues si, nuestro querido Inuyasha que defiende a Sango. Jejejej y respecto a Kikio, pues ya vendran mas cosas tontas por su parte, no te preocupes, que aún les queda una visita al hospital… ejjejeje… bueno besos!

Clarece: que bueno que te halla gustado el capitulo… ahora respecto a lo del beso… pues digamos que si fue así… fue solo por esa sensación de que la conoce desde antes, y que fue un amor a primera vista! Bueno, como te das cuenta… pues si que él planea llevarsela a su casa… y respecto al lemon.. yo creo que en un par de capitulos más, aunque se vine un lime que va a estar bastante bueno…. Ahora con lo de Kikio, jajaja si, definitivamente me cae pesimo, y pues era obvio que no la iba dejar ser buena, pero jejeje al igual que a mi hermana, te digo que esperes un poco, que luego vas a ver como la dejo en ridículo jejeje (risa malévola) bueno, espero verte pronto por el msn, y aprovecha el tiempo con tus padres… a propósito, te quería pedir que entres a mi profile y leas mi fic la promesa final, no la has leído por que está en otro categoría, te lo agradecería un montón. Bueno besos!

aKai iNaZuMa: bueno, no sé si tu deseo que Naraku y Kikio no encuentren nunca a Kag y Inu no se podrá hacer realidad. Pero no te preocupes que aún falta un poco. Espero que todos tus problemas se mejoren, y pues nos veremos! Besos!

dmrapr-cma-Anti-muerta: holas! Bueno eso del lemon fue un error… jejeje pero vendrá, luego vendrá… jajaja bueno creo que Naraku ya se lo dejo claro que no la había matado, pero ya veremos que va a pasar al final… jejeje. Espero que todos tus problemas con el sexo opuesto se solucionen… por que aunque son un mal… son un mal necesario… lamentablemente…. Bueno, lo mejor que puedes hacer es animarte salir un poco, y quién sabe, en una de esas te encuentras con alguien que no te haga sufrir… bueno, mil besos y arriba el animo, que todo pasa por algo, en una de esas hasta conoces a alguien mejor… bueno, besos y montón de abrazos!

Bueno, eso fue todo por hoy, espero que ahora que les dije que hay un secreto escondido, empiezen a fijarse más, haber si en una de esas llegan a descubrir cual es…

Bueno, besos a todas (si, ya me convencí de que no hay hombres que lean mi fic T-T y yo que quería conocer a alguno…)

Atte. Piri-Chan.Anti-Kikio (muerte al cadáver andante!)

PD: todos los datos de la calle, la corte y la catedral, son gracias a la magia de internet y un mapa que encontré, así que todo eso es real... de verdad existe.