Capítulo 4:
Sorpresas Detrás de las PuertasHermione y Ron fracasaban rotundamente para tratar de enseñar a sus concursantes como controlar a los alumnos, pues estos descarados, en cuanto se daban la vuelta, les enviaban hechizos o hacían pedorretas detrás de ellos, muriéndose de la risa.
Marius hacia todo lo que Hermy le decía, pero el control no era posible con el grupo Beta.
- ¡Oigan protectores! – se dirigió la voz mandante del grupo de niños y niñas -¡Falta un alumno de este grupo y en 10 minutos empieza la clase!
- ¿Quién es? – pregunto Marius con voz autoritaria.
- Scott Adams…
- ¿Lo conoces? – preguntó Hermy a Nirvana, la cual estaba sumamente aburrida.
- Sí claro…
- Entonces iremos a buscarlo tú y yo… ¡Ron, quédate con Marius!
- ¿Siempre es tan mandona? – preguntó Marius y Ron asintió, mirando con desesperación la falta de disciplina que había, y sentía que en esos momentos era como entrar a una jaula con excregutos de cola explosiva.
En le camino, Hermy se topó a Padma, que también buscaba algo con Jude Bean.
- ¿Qué buscan? – pregunto Nirvana a Jude.
- Se nos perdió Donald Votey…
- A nosotros Scott, creo que los dos son amigos, puede que anden juntos… ¡Vamos a buscarlos!
Hermy y Padma, hartas de su primer día, siguieron a las concursantes hacia los pisos de arriba, buscando en los salones, a los chiquillos.
- ¿Qué tal te va? – preguntaba Hermy a Padma
- ¡Horrible, no sabes! ¡No tienen disciplina, uno de los niños se metió debajo de mi túnica para ver si usaba mas que ropa interior!
- ¡Te juro que de haber sabido, hubiese renunciado!
- ¡Anthony esta a punto de tirar la toalla, y mas porque ya tiene como doce propuestas indecorosas de niñitas de trece y catorce años!
- ¡Que horror! ¿Y donde buscamos?
- ¡En este pasillo – dijo Jude – hay muchas puertas, podemos buscar si están escondidos!
- Bueno, mitad y mitad – dijo Hermione y comenzaron a buscar puerta por puerta.
- ¿Qué me dices de los Prefectos Gryffindor? – pregunto Jude a Nirvana.
- Patéticos – dijo bajito – me tenia que tocar a los que tanto detesta mi ídolo, Lucius… ¿Por qué no me toco con Draco?
- Mala suerte Nirvana.
- ¡Sigamos buscando!
Hermione buscaba desesperada al par de chiquillos de segundo año junto con Padma, atrás le seguían Jude y Nirvana, las cuales cruzaban miradas, sintiendo que las chicas no mostraban su verdadera autoridad, ¡así como aspiraban ellos a ser Protectores!
- ¿Dónde se metieron Donald y Scott?
- ¿Cómo es posible que no hayan entrado a clases?
- ¡El colegio es muy grande! ¡Y no tiene fantasmas que nos puedan informar!
- ¡Busquemos en todas partes!
- Para cuando aparezcan – dijo Nirvana – será de noche…
De repente, Padma abrió una puerta, donde guardaban material de limpieza pero… dos largas cabelleras rubias, cuyos rostros no se veían, pero se daban un beso apasionado por los sonidos que hacían, entre la oscuridad. Hermione y Padma quedaron boquiabiertas al ver el espectáculo.
- ¡Oh, por Merlín, dos chicas besándose! – chilló Padma.
Jude y Nirvana se vieron un instante y soltaron la carcajada.
- ¿Qué es tan gracioso? – chilló Hermy - ¡Esto es antinatural!
Pero Jude y Nirvana seguían atacadas de risa y de pronto, la personas que se besaban voltearon haciendo a un lado sus cabelleras, para ver cual era el escándalo… y no, no eran dos chicas, solo era una chica… el otro, era un chicuelo.
El chico era alto, guapísimo, con ojos color miel y porte impecable, lucia de maravilla con el uniforme, y tenía rostro de ensueño, ella también era guapa, de ojos castaños.
- ¿Perdón? – Pregunto el chico con voz ronca, sensual, que hizo que a Padma le temblaran las rodillas - ¿Qué fue lo que dijeron?
- JAJAJA – seguían riendo Jude y Nirvana, sin poder responder. Hermione estaba avergonzada.
- ¡Cállense! – Chilló la rubia - ¿Acaso dijeron que éramos dos chicas?
- ¿Eso dijeron? – espetó el chico.
- ¡Si, Thierry! – Decía Jane ahogada de risa -¡Dos chicas, que gracioso… JAJAJA!
- Lo sentimos – dijo Hermy muy tensa, Thierry se ato el cabello con una liga, la verdad era que lo tenia un poco más largo que el de la chica.
- ¡Que poco descortés! – gruñó Amanda, retocándose los labios - ¡nunca me he sentido mas insultada!
- ¡En verdad lo sentimos! – seguía disculpándose Hermione.
- Es que estamos buscando a dos chicos – dijo Nirvana.
- ¡Pues no seremos nosotros, tenemos hora libre antes de ir a Pociones!
- Claro que no Thierry.
- ¿Ustedes dos ya andan? – pregunto Jude indiscreta.
Thierry y Amanda se vieron un instante, se analizaron, se compenetraron, se evaluaron y luego dijeron al unísono… - ¡NO!
- ¿A no? ¡Pues que buen faje!
- No porque como que no hubo química – y salieron del cuartito, Padma estaba en la baba total viendo al chico que en verdad estaba cuerísimo, parecía un sueño, y su largo cabello rubio, le daban un airecito muy sexy…
- Cierto – dijo Amanda con desdén – creo que tendré que buscarme otro chico.
- Coleccionar novios es un deporte para ti ¿verdad Amanda? – pregunto Nirvana con cierta diversión, pero ella solo le lanzo una gélida sonrisa y se marchó.
- ¿Quiénes se perdieron? – pregunto Thierry quitándose labial de la boca, Padma seguía en la baba, y Hermione aun avergonzada, aunque la guapura del chico las desconcentraba… por lo menos a ellas.
- Tal vez los conozcas, Donald Votey y Scott Adams – dijo Jude.
- ¡Ah, ellos! – Sonrió – ese par de precoces niños, deben estar espiando a las niñas de tercero en su hora de deportes en el gimnasio.
- ¿Gimnasio? – pregunto Hermy saliendo de su estupor.
- Si, tenemos un gimnasio Muggle en el cuarto piso.
- ¿Por qué?
- Según el profesor de vuelo, estamos en mal estado físico, y ya que los muggles inventaron todo eso para fortalecernos, nos obligan a cada grupo a una hora diaria de ejercicios, chicos y chicas por separado…
- ¿Qué? – Pregunto Nirvana - ¿acaso hay algún lugar secreto donde espían a las niñas?
- ¡Es la única hora en donde usamos ropa de deporte muggle y no usamos las túnicas, así que prácticamente andamos con poca ropa encima!
- ¡Pues si! – respondió Thierry sonriendo irónicamente, Hermy le lanzo una dura mirada a Jude que reía sin parar.
- ¡Chicos traviesos! ¡a la hora del ejercicio, las niñas se cambian de ropa o se ponen ahí mismo su ropa de deporte!
- No sean duras – dijo Thierry tomando sus libros – yo también lo he hecho – les guiñó un ojo y salió rumbo a su clase de pociones.
- ¡Vaya! ¿Nos ha visto con poca ropa? – pregunto Jude maliciosamente.
- Thierry nunca te hará caso – aclaró Nirvana - ¡Vamos a buscar a esos niños!
- Hermione jaló a una embobada Padma, que solo veía la figura de Thierry caminando con soltura hacia su salón de clases.
- ¡Alto, guapo, con porte, parece un semidiós! – suspiraba Padma.
Las chicas subieron al cuarto piso, buscando alrededor del gimnasio algún salón por donde espiaran a las niñas, que efectivamente, hacían ejercicio, con leotardos y otro tipo de ropa muggle de licra, especial para deporte.
Al fin dieron con el salón, los chicos estaban sobre unos escritorios, en una esquina, la cual daba a Gym, y como estaba camuflajeado, podían juzgar sin ser vistos.
- ¡Hey, ustedes dos! – protestó Jude y los bajo de un jalón por sus túnicas. Nirvana le dio una pequeña bofetada a ambos.
- ¡Tendremos que castigarlos por no acudir a clases! – chilló Nirvana.
- ¡No ir a clases es gravísima falta!
Pero Hermione les lanzo una mirada explosiva y les hizo una seña, directo al gimnasio.
- ¡Ah… si! – Dijo Jude - ¡Y otro castigo mas por andar espiando a las niñas!
- ¡Es que las de tercero están buenas porque ya tienen pech…!
- ¡Silencio! – ordenó Padma, al despertar de sus fantasías con Thierry
- ¡Bá!... ¡bueno, por lo menos tuvimos nuestros días de fisgones y NO PUEDEN QUITARNOS ESE GUSTASO!
- Ya veremos lo que dice Titi cuando se entere…
- ¿Titi? ¡Mejor se los llevamos a J.Lo para decirle que ya le vieron los calzones! ¡Para que aplique el castigo!
- ¡No… con Umbrigde NO!
- LOOOO SIENTO – intervino Hermy – pero son ustedes quienes deberán aplicar el castigo, para ello están concursando para protectores.
- Bien. Yo lo aplicaré – dijo Nirvana, un poco decepcionada, pero pensando en pedir consejo a J.Lo.
