Capítulo 12:
¿Esa fue una broma Por no?... ¡Por no prestar atención!
De nuevo, Maria Mercy andaba en busca de su víctima, en esta ocasión la pobre e inocente Hannah, la cual rondaba los pasillos, vigilando, sus concursantes hacían sus tareas y Ernie no quería salir.
- Cuando se encontraron.
- ¡Hola prefecta!
- Hola...¿como es que te llamas?
- Maria Mercedes Antonio...
- ¿De donde eres?
- ¡Colombia!
- ¡Ah, que bien!
- ¿Y te gusta nuestra es cuela? – preguntó y Hannah es tuvo a punto de decirle la verdad, pero se contuvo.
- ¡Chicas, chicas! – llegó Lee de repente.
- ¿Qué sucede Masafumi?
- ¿Han visto a Augustus Millyllae!
- No lo he visto – respondió Maria y Hannah también dijo que no – ¿Qué sucede?
- ¡Le llegó carta de su madre y es urgente! – le mostró el pergamino enrollado atado a una cinta que decía Urgente – ¡Yo tengo que terminar de inmediato una tarea porque el profesor dijo que pasaría hoy domingo por ella!
- ¿El profesor Timoshenko pasara por las tareas hoy?
- Hola... que pasa – preguntó la española muy tranquila.
- ¡Sabías que Timoshenko pasara por las tareas hoy?
- ¡No! ¡No la he terminado!
- ¿Has visto a Augustus?
- Sí claro, esta en el tercer piso, en el área de lavandería...
- ¿Le puedes entregar su carta?
- ¿Estás loco? No he terminado mi tarea ¡iré de una vez!
- ¡La terminamos juntas! – dijo Maria y se fue tras ella... Lee ponía una cara de desesperación... y Hannah cayó.
- ¡Yo se la entrego! ¿ Dices que es tercer piso, lavandería?
- ¿Me harías ese favor?
- ¡Por supuesto! – Lee le entrego el sobre y desapareció. La chica de inmediato subió por las escaleras, observada por el monstruo de tres cabezas.
- ¡Listo niñas, por los pasadizos, vamos!
Y los tres llegaron mucho antes que Hannah, hacia el lugar indicado, pero en la puerta, había otro letrero.
- ¡Modifícate! – dijo Lee apuntando con su varita y el letrero comenzó a modificar -¡Lavandería! – terminó de decir. Y la española vio su reloj.
- ¡Esta es hora buena, todos ya terminaron y deben estar lavando...se!
- JAJAJAJA
- ¡Ahí viene, desaparezcamos!
Hannah llegaba al tercer piso con el correo en manos, buscado la lavandería y por supuesto al aprendiz de cantante, alto, guapo, pero medio baboso (no se puede tener todo en la vida). La chica entusiasmadísima, se acerco al cuarto de Lavandería... según... entro y sintió un delicado aroma a jabón de burbujas.
Pensó que era lo que utilizaban para las ropitas... pero había dos escaleras que daban a un piso abajo, y como ella no sabia ni que onda y casualmente, una de las escaleras estaba siendo obstruida, bajo por el otro lado. Al hacerlo, las escaleras rotaron, dejando a Hannah atrapada, pero ella no presto atención en ese detalle.
Así que se metió a los baños de varones, pero como iba medio enlelada, no sabia lo que había a sus espaldas.
- ¿Y esto? ¡son baños o qué! – dijo mirando enfrente donde había una pared de vidrio y se veían mingitorios al fondo. Y tomo otra puerta equivocada, al bajar los escalones entraba en un largo pasillo, sin voltear...
Atrás habían doce cubículos con puertas transparentes y ocupadas por chicos que en ese momento habían terminado sus ejercicios en el Gym y se bañaban.
- ¡Hey tú! – gritó el primero al ver a la chica
de espaldas (y todavía le grita)
¡Oye que haces!
-chilló otro y cuando Hannah volteo y vio los cubículos
con todos como dios los trajo al mundo...
- ¡AAAAAAAYYYY! – gritó la pobre Hannah
- ¡Una chica, una chica en los baños cúbranse! - gritaron los chicos... y todos eran de séptimo así que ya estaban bien desarrolladitos.
- ¡ay Merlín, ay Merlín! – decía Hannah que en ves de ir pa tras iba pa lante, porque se receto, o sea, se vio a uno por uno de los chicos desnudos en el baño, sin poder siquiera taparse sus ojitos, unos se tapaban y otros se mostraban orgullosos...
Y uno mas salió en pelotas sin pena ni gloria del vapor cuando la vio.
- ¿QUÉ DIABLOS? – dijo el chico y se dio la vuelta... digo, no le mostró lo de adelante pero sí el trasero y Hannah estaba avergonzadísima.
- ¡OYE CHICA, EL SHOW NO ES GRATIS!
- ¡SALTE QUE NO VES QUE SON LOS BAÑOS DE HOMBRES?
- ¡DEJENLA, QUIERE VER LA MERCANCÍA!
Y hablando de mercancía, otros cinco chicos bien desarrolladitos con toalla en la cintura y tórax bien constituido entro para ver si se habían desocupado las regaderas.
- ¿UNA CHICA?
- ¡HEY TOMMY, LA CHICA ANDA VIENDO LA MERCANCÍA, QUE ATREVIDA!
- ¡YUHUUU!
- ¡QUE SE VAYA, QUE SE SALGA! – gritaba uno de los chicos.
- ¡NO SEAS TONTO JAY, MUESTRA TUS ENCANTOS CON ORGULLO!
- ¡Ay Merlín! ¿por donde salgo? – chillaba Hannah, rodeada de repente por muchos chicos altos, unos guapos otros no tanto, unos con toalla, otros sin ella...
Y la chicuela en vez de salir, se metió a los vestidores con los de cuarto, los cuales al verla, se albo rotaron.
- ¡FIU, FIUUUU! – chiflaron.
- ¡QUE ATRE VIDAS SON LAS DE HOGWARTS, QUE VIENEN A CHE CARNOS EN CUE ROS!
- ¡VAYA CON LA PREFECTA!
- ¡HOLA MAMITA!
- ¿CÓMO EN TRASTE? – Comenzaron a rodearla y Hannah ya no sabia que hacer pa donde mirar, porque a donde quiera que volteaba solo veía hombres, hombres y más hombres.
Y al escabullirse, se metió a otros vestidores (en vez de salir, más se adentraba), pero ese no lo era, era el baño sauna, donde unos chicuelos de quinto estaban riendo hasta que la vieron llegar.
- ¡OYE!
- ¡LOS BAÑOS DE CHICAS ES AL OTRO LADO!
- ¡ESTAMOS DES NUDOS, SALTE!
- ¿QUIERES VER DE CERCA MI REYNA? -dijo uno atrevido -SE VALE TOCAR ¿EH?
Hannah volvió a in tentar salir, y ahora dio con otro ves tidor, pensó que estaba vació y lo cerro bien, sentía que el corazón le saltaba.
- ¡No es gran cosa, no es gran cosa! -chillaba.
Pero en ese momento, al voltear, Augustus salía de una regadera individual, desnudo, con el cabello mojado, esa barbita sin rasurar, realmente sexy... Hannah quedo impactada...
- ¡Hey, que haces aquí! – gimió el chico y como
pudo se puso sus boxer
¡yo... yo... yo...Yo..! – Hannah le
aventó la carta y salió de ahí, volviendo a
pasar por los mismos lugares, con los ojos medio tapados y ante la
rechifla de los chicos.
Augustus levantó el pergamino y leyó:
Querido Augustus, si después de esto la chica no despierta, no sé que más se pueda hacer. Atte. El trío Siniestro
¡Maldito Lee! – sonrió el chico.
