Capítulo 14:

El Espejo Espía y la Logia

Anthony caminaba ese día lunes, solo por un largo pasillo, buscando a Padma, que andaba con Jude y Merlina. A el se le había echo tarde. Los alumnos en clases y casualmente todo en silencio, pero al pasar por una estatua oyó una risita tonta.

- ¡Ji ji ji ji!

El chico se regreso, miro a todas partes, pero en las paredes no había cuadros parlantes, solo finos tapices y la estatua era de oro macizo, y pensó que era su imaginación, cuando se dio la vuelta y camino unos pasos, de la estatua, salto una sombra que paso corriendo tras él.

Anthony paro en seco, su corazón palpitaba muy fuerte, volteo nerviosamente y nada…

- ¡ji ji ji ji! – se escuchó. Y el chico tomo su varita fuertemente, mirando para todos lados, y de repente, al fondo del pasillo, había alguien parado, con una caperuza en rosa, él se detuvo.

- ¿Por qué no estas en clase? – gritó paralizado, pero la persona no se movía. Un minuto más tarde, Antonhy sintió que había alguien a sus espaldas y tomando mucho aplomo, se volvió con varita en mano…

- Era Sakura, que miraba fijamente a la persona de la caperuza y esta desapareció.

- Nunca vuelvas a andar solo – dijo la chica – voy camino a mi salón de clases, te llevo con Padma – y le tomo el brazo, acariciando su varita, mirando hacia atrás en donde entre las sombras, alguien más vigilaba.

¡Que miedo!

- ¿Qué esta pasando? – preguntó Antonhy una vez que salieron del largo pasillo - ¿me andaban siguiendo?

- Mira chico – dijo Sakura – es mejor que aprendas a ser rápido con las varitas y no te confíes de nadie… ya te lo dije una vez, ni siquiera de mi…

- ¿Eres de la dichosa Logia?

- No… yo no necesito su ayuda para conseguir lo que quiero – y le acarició el rostro, haciendo que el chico ni con ella se sintiera seguro.

Ron, a quien no le mataban penas, estaba tranquilamente en los laboratorios, Nirvana se había ido con Hermione y Marius por unas cosas, cuando de repente, al fondo del aquel lugar, se escucharon murmullos… vocecitas, risas… Ron levanto la vista, extrañado, las antorchas que habían en el lugar, comenzaron a parpadear y a disminuir su flama…

El chico volteo a todos lados, ahí no había fantasmas, ninguno… entonces…

¡CRASH!

¿Quién anda ahí? – grito Ron, nervioso y sacó su varita, las flamas disminuyeron dejando el lugar casi en penumbras.

¡RAC… RAC…! – comenzó a sentir unos pasos lentos.

¡LUMUS! – dijo, justo cuando las llamas disminuyeron en un pabilo… volteando a todos lados, el lugar a oscuras era muy macabro… y él estaba solo…

Pero seguía escuchando murmullos… muchos… y valientemente, comenzó a acercarse al fondo, en donde habían muchos estantes afilados, llenos de botellas, líquidos e instrumentos de laboratorio.

- ¡Lumus máxima! – murmuró para iluminar mas el lugar, pero al fondo no veía nada, hasta que distinguió tres sombras que se movían en su mismo lugar, Ron comenzó a sentir frío (no, no eran dementores) y su mano temblaba, porque en realidad no tenia idea.

- ¿Quién es? – preguntó temeroso - ¿Quién esta ahí?

- ¡Ronnie! – se escuchó una vocecita chillona - ¡Ven con nosotras Ronnie!

(Ay nanita)

- ¿Quién día…? – Pero al dar otro paso, algo hizo que se tropezara y la varita saliera volando por los aires - ¡No, maldición! – gruñó, ahora estaba a oscuras y no veía nada, absolutamente nada. Solo podía escuchar su propia respiración los murmullos.

- ¡RIC… RAC! – comenzó a escuchar algunos pasos, el trato de incorporarse, pero aun así estaba ciego, pues la oscuridad era odiosa… lo tenía atrapado, hasta su sentido de dirección andaba desubicado.

Buscaba su varita a tientas, pero nada, y no quería moverse.

- ¡Ronnie! – escuchó suavemente a sus espaldas y sintió como unos dedos rozaron su cabello provocándole calofríos….

Pues sintió una respiración en su cuello, y sintió más escalofríos, estaba paralizado del terror, tanto que ni el puño podía levantar, una mano comenzó a recorrer con un dedo su espalda. Ron tragó saliva y su corazón comenzaba a palpitar fuertemente, y sintió de pronto, que lo estaban rodeando…

Tenía a alguien atrás, una a cada lado y otra persona enfrente, pero no distinguía nada, solo risitas tontas.

- ¡ji ji ji ji!

- ¿Qui….quienes son? – masculló entre dientes. Ron podría ser alto y fornido, pero no saber frente a quienes están es otra cosa.

- ¡Ronnie! – dijeron suavemente a sus oídos, Ron estaba… petrificado.

- ¡De… déjenme en paz! – tartamudeó.

Y cuando sintió… la persona que estaba frente a él, le tomo el rostro y le propino un beso introduciéndole la lengua sin más ni más, esto hizo que Ron reaccionara ya que era un tanto inexperto en besos atrevidos, es mas, nunca el había besado así a una chica y por ello, la reacción.

Pero la persona a sus espaldas le sujetó los hombros y las otras los brazos con fuerza, y Ron sintió sus uñas enterrándose en su cuerpecito, la otra persona volvió a atacarlo (sí, claro) y le tomo su cuello con ganas, pero Ron… nuestro querido Ron, procuraba no abrir la boca.

- Mmmmm – murmuraba, sintiendo los labios femeninos sobre los suyos…

- ¡Abre la boquita Ronnie! – murmuró aquella vocecita.

Pero lo que hizo el colmo y que se sintiera profanado, fue cuando la rodilla de la personita esa, comenzó a querer meterse entre la entrepierna… y Ron abrió la boca para protestar, pero fue victimado… perdón, besado nuevamente con lengua adentro (lengua adentro, lengua adentro)

Hasta que a Ron se le ocurrió morderla y entonces si se separo de él.

- ¡Así me gustan de ariscos! – Dijo una falsa voz aniñada - ¡me encantan los potros salvajes!

- ¿Nos lo llevamos? – preguntó otra falsa voz irreconocible.

- ¡Llevémoslo!

- ¡NO, SUELTENME! – comenzó Ron a gritar (vaya, ya era hora)

- ¡Sujétenlo bien, son como 70 kilos bien repartidos niñitas coquetas!

- ¡NO… SUELTENME… AUXILIOOOO! – (ay Ron, tu te has enfrentado a Mortifagos ¿Cómo puede ser eso posible? ¡Rómpeles su ma… ndarina en gajos, no le aunque sean viejas!)

- ¿Ron, estas ahí? – gritó Hermione de repente.

¡HERMIONE, AUXILIOOO! – gritó Ron a todo pulmón

- ¿Ron, que pasa? – entro Hermione al oscuro lugar, y en ese instante, las secuestradoras de chicos, tiernos, dulces e inocentes, desaparecieron, no sin antes decirle al oído.

- ¡Nos vemos mi potro salvaje!

Y las antorchas de nuevo se encendieron iluminando el lugar, y Hermy encontró a Ron entre los estantes, tirado, despeinado, besuqueado, y con su varita tirada muy lejos de él.

- ¿Ron, qué te pasa? – pregunto Hermione mirando alrededor.

- Unas… unas chicas… me atacaron… me…. Me querían… hacer cosas… - dijo con dificultad - ¡Nunca vuelvas a dejarme solo Hermione!

- ¿Quiénes eran?

- No las vi – respiraba profundamente.

- ¿Qué sucedió? – llego Marius cargando unas cajas.

- Alguien lo ataco – dijo Hermione.

- Seguramente la Logia – dijo el chico – creo que ya se las tiene jurada ¿no es así?

- ¿Quiénes son de la maldita logia?

- No lo sé – dijo Marius – solo una chica te lo puede decir…

- ¿Y Nirvana?

- Se desapareció hace unos minutos –dijo el chico - ¡ah, creo que ya viene!

Nirvana Tyler, preciosa chica de largos cabellos dorados y penetrantes ojos verdes, llegaba sumamente agitada, cargando otra caja y con el labio inferior hinchado.

- ¡Hasta que llegas! – Gruñó Marius - ¿Qué diablos te paso en el labio?

- ¿Tú que crees?

- ¿Alguien te mordió o qué? – preguntó Marius indiscreto, pero la chica le miró como diciendo que era un idiota, pero Ron se puso pálido… el había mordido a la personita que lo había besado a la fuerza.

- No Marius, cuando levantaba las cajas me cayó un rompe muelas en el labio, ya se me hincho… ahora tendré que ir a la enfermería…

- Pues es tuvo fuerte el golpe – respondió el chico inspeccionando el labio.

- Será mejor que vaya ahora, antes de que se hinche más – dijo la chica y salió de la habitación.

- Marius se llevo la caja al fondo y Ron, pálidamente hablo con Hermione.

- ¡Hermy… yo… yo le mordí los labios a la chica que me andaba besuqueando!

- ¡Ah! – gimió Hermione - ¡Y Nirvana anda así!

- ¡Es ella, estoy seguro, pero como estaba muy oscuro!

- Pero no podemos acusarla sin pruebas, porque ya se fue a quitarse la herida.

- ¡Maldición!

- ¡Pero la mantendremos bien vigilada!

Mas tarde, Sakura era llevada por Maria hacia la torre norte, en donde es taba el espejo espía, al llegar, J.Lo es taba bien entre tenida, mirando a través de un espejo, el cual parecía un retrovisor de auto y es taba puesto sobre el alfezeír de la ventana, bien sujeto. Mia también se encontraba hablando con la española.

- ¿Qué hay? – llego haciéndola a un lado y a través de él vio a Potter bañándose - ¡HUY!

- ¡No lo veas Sakura, ese hombre es mío! – la empujó de nuevo.

- Ajá...

- ¡Bueno – chilló – con otras pero mío! ¡Así que ninguna lo vera desnudo más que yo!

- ¡Que egoísta!

- ¿Cómo es que diste con el espejo Mary Mercy?

- Subí por que la otra ocasión escondí algunas cosas para una nueva travesura... para las chicas de la Logia, ya saben quienes... y ayer que anduve registrando di con el, me pare ció interesante... y sobre todo enseñárselos a ustedes, porque ni en sus fantasías sexuales los verán como aquí.

- ¡Padrísimo! Pero que no se enteren las de la Logia...
será nuestro secreto... solo Sakura, J.Lo, la española y yo.

- ¡Ay papito lindo, más bueno no podrías estar! – decía J.Lo descaradamente- ¡papi chulo!

- ¡Óyela, solita se esta con sumiendo! – sonrió la española.

- Sí, me temo que esta noche no podrá dormir... lo que no entiendo es quien puso ese espejo espía, porque los venden en el callejón Knockturn...

- ¿Abran sido las de la Logia?

- No lo creo, porque si no este lugar estuviera vigilado y nadie pudiera entrar...

- Pues no hay que dejarlo aquí – dijo Mia – porque si alguien mas lo descubre, no me gustaría que alguien mas viera a George.

- ¡Ay Potter quien fuera el jabón pa resbalarme en tu piel! – seguía diciendo J.Lo. Babeando mientras veía como Harry se pasaba el jabón por todo su lindo cuerpecito - ¡Mejor aun, quien fuera agua, para recorrer todos tus rincones prohibidos, que pectorales, que músculos, que deltoides, que abductores!

- ¡Ya no antojes Umbridge! – Chilló Letizia – se te van a salir los ojos.

- ¡Lo siento!

- No será peligroso que movamos el espejo – dijo Sakura.

- No, recuerda que en los espejos espías mientras no se mueva el segundo, el de la mira, el otro se puede mover...

- Tenemos que dejarlo en alguna de nuestras celdas – y se miraron unas a otras.

- ¡Podríamos hacer un sorteo... o bueno, que se quede con Maria, ella lo encontró y ahí lo prestas cuando se estén bañando!

- ¡Ya salió Potter! – Dijo J.Lo decepcionada - ¡Pero que buen taco de ojo me di! – y salió con cara de satisfacción.

- ¿Se ira a bañar alguien ahora?

- ¡Que sea George! – suspiró Mia.

- ¿Movemos el espejo?

- Bueno – dijo la española, pero antes de moverlo, se fijo en el y sonrió - ¡Sakura, tu amor entro a la regadera! – le llamo con voz cantada.

- ¡Quítate no lo mires! – le dio un empujón, bueno, ella era la más alta de todas.

- ¡Que zorra!

A Sakura se le fue la respiración y sus mejillas enrojecieron al verlo en cueros bajo la regadera y la baba se le caía, mientras se mordía los labios, de puro antojo (viejas libidinosas)

- ¡Ay mi chaparrito lindo! – suspiraba (bueno, eso de chaparrito... ¡solo porque le lleva dos centímetros!) - ¡Si no fue ras tan rejego conmigo!

- Deberías hacer lo de la Logia y echártelo a la fuerza.

- A la fuerza no – dijo sin dejar de ver – es mejor que solito se entregue...

- ¿Y tu Mia? Como que ya no le haces caso a George.

- Lo dejo respirar mi chava, pero apenas y alguien le ponga un solo dedo en él, se la va a acabar, comenzando con la jefa, ella ya sabe que yo soy más peligrosa que una hiena...

- ¡UY! – sonrieron - ¡que fuerte!

- ¡Voy a romperle el cuello si alguna de sus gatas lo toca! – gruñó. Distorsionando su dulce rostro.

- MMM... se baño muy rápido – dijo decepcionada - ¡Pues tiene lo suyito! ¡Y quiero que sea mío!

- Si ya terminaron de calentarse, hay que llevar nos el espejo de inmediato. Después averiguaremos quien lo puso ahí y porque...