Capítulo 19:

Eres Mío Anthony

A las dos horas en pleno apogeo de la fiesta, Hermione despertaba con un dolor de cabeza, todo le daba vueltas y el cabello sumamente enmarañado... al aclarar su mente, vio que estaba en una habitación distinta a la suya.

Como pudo, se levanto y a tientas llego al baño en donde primero se lavo la cara pero... sintió que algo había raro en ella y cuando se percato, y se toco, pues no tenía el sostén abrochado, así que se desabotono la blusa y entonces se percato que... tenía marcas desde el cuello hasta el abdomen, sin mencionar algunos chupetes y como especie de ¿mordidas?

Hermy pegó un brinco al verse ¿que diablos le había pasado? La chica se acomodó como pudo y salió muy nerviosa del baño, pero a esas alturas, J.Lo ya le había dicho a Mia quien había salido de esa recamara y la chica la andaba cazando.

- ¡Prefecta! ¡Picaronaaaa! - dijo Mia a una muy angustiada Hermione.

- ¿Que?

- ¡Hay prefecta, usted no se mide, con razón no quería hacer caso a mis consejos!...

- ¿De que hablas Mia?

- ¡Ay, que onda contigo prefecta! ¿Odias o no odias a Malfoy? porque si lo odiara, no me metería con él a una habitación a hacer no sé que cosas...

- ¿QUIEN... YO?

- ¡No se haga prefecta, pero luego no se queje cuando el chico diga que es mala, mala en la camita!

- ¡Mentiras!

- Pues yo no sé, pero Malfoy se acaba de perder con Dana, seguramente para hacer... comparaciones.

Hermione sintió un balde de agua helada en el rostro, porque ya no recordaba nada (ya ven que no es bueno andar de borrachas... ¡Hip!... perdón) y ella tenia todo el pecho marcado.

- ¿Lo viste salir? - exigió la chica saber.

- Claro y como que no iba contento... a lo mejor lo hace contigo a la fuerza prefecta, porque cuando andas con unas copitas de mas, eres medio impertinente.

- ¿QUE?

- ¡No te sulfures, es la verdad, bueno! ¿Vienes ala fiesta? está lo mero bueno...

- Pero Hermy no respondió y salió de ahí, rumbo a su habitación muy consternada.

- ¡Que mala eres Mia! - salio J.Lo de su escondite.

- ¿Viste su cara? Ya te dije que ella terminara haciendo lo que yo quiero que haga...

- Además, Malfoy bien que le gusta tocarla... el podrá decirle lo que quiera, pero las ganas son ganas...

- ¿Regresamos al baile?

- ¡Sí, porque tengo que proteger a George de la Logia!

- ¡Perfecto!

Aunque la fiesta estaba a tope y todos bailaban música lenta y dique romantica, ya las chicas andaban Happy (ebrias) y veían a los chicos de Hogwarts como si fuese la sección de carne en el supermercado, porque algunas ya cuchicheaban y otras mas les hacían ojitos románticos poniéndolos en serios aprietos.

- Como que deberíamos irnos - dijo Harry al sentir que era desnudado con la mirada.

- Opino lo mismo - sugirió Ron.

- ¿A la cuenta de tres, huimos? - sonrio George.

- ¡George! - llegó Mia a su lado - ¡Ven, no has bailado conmigo niño lindo! - y sin decir agua va, lo jalo hacia la pista abrazándolo.

- ¡Vámonos! - dijo Ernie, y pese a que este chico era algo corpulento, una niña de séptimo bien jalada, pues lo pesco de un brazo.

- ¡Hey, prefecto, ven bailemos lento y pegado!

- ¿Qué? - alcanzo a decir pero la chicuela lo llevaba al centro en donde ya no lo dejaron salir.

(De los cinco que tenía, de los cinco que tenia ya solo me quedan tres, tres, tres...)

Ron también intento hacer su huida graciosa, pero una chica le tapo el paso, curiosamente, aunque ya no tenia el labio lastimado, era la chica de la Logia que lo había atacado anteriormente, claro que él no lo sabía.

- ¡Oye Pelirrojo... concédeme una pieza!

- Yo... ya... me iba...

¡Que aguafiestas niñote, ven a bailar una pieza y te vas! - le puso las manos en la cintura y lo jalo fuertemente, aunque Ron era un ropero, la chica tenía fuerzas. A lo lejos, al otro lado de la fiesta, Nirvana lo veía con mucho recelo, pues desde que el le besara descaradamente, ya no podía dejar de pensar en ese momento y secretamente deseaba repetir la experiencia, aunque su conciencia le dijera que no.

Harry vio a Ron perderse entre los chicos medio horrorizado y estaba a punto de huir con Anthony cuando dos chicas más le salieron al paso y Golsdtein se escabulló.

- ¡Harry Potter!

- ¡Oh, no! - y eran dos.

- ¡Pero que guapo y bueno estás! - decía una.

- ¡Bailemos lento y pegado corazón, muestra tus encantos!

- ¡Yo no bailo! - chilló.

- ¿Acaso tu religión te lo prohibe? - reían descaradamente.

- ¡Bá! ¿El famosisimo Harry Potter tiene miedo de dos indefensas criaturas? - y una ya le pasaba las manos por el trasero.

- ¡Hey, se piden! - dijo sin pensar.

- ¿Entonces me las prestas? - pregunto la otra.

- ¡Chicas yo...! - quiso protestar, pero llego una tercera que lo jalo a la pista.

- ¡A bailar muñecote precioso! - y el pobre sentía que le cortaba la respiración cuando ella lo abrazo fuertemente, y a lo lejos vio a J.Lo que reía al ver la escena.

- ¡Te dije que eran unas zorras! - reía la chica, claro que entre risa y risa, le carcomía el coraje de no ser ella quien lo tuviera entre sus brazos.

Anthony se creía a salvo (mejor se hubiera quedado en la fiesta), porque cuando caminaba por los pasillos comenzó a sentir, cierta inseguridad, estaba solo y escuchaba el eco de sus pasos, las estatuas rechinaban sus cabezas de un lado a otro y aunque estaba bien iluminado, el pasillo era interminable.

- ¡Tranquilo chico! - se dijo así mismo, mientras tomaba con fuerza su varita y miraba a todas partes. Nada...

Subió las escaleras hacia su recamara, y al voltear vio que ya estaba en penumbras, lentamente se comenzaban a extinguir las antorchas.

- ¡No pasa nada, todos están en la fiesta! - se dijo para agarrar valor y seguir caminando, escuchando hasta sus propios latidos.

Vio el pasillo que lo conducía a su cuarto, y respiro profundo, solo unos metros más y nadie a la vista... PERO...

De repente el suelo se terminó... sí, de pronto el piso se abrió y Anthony cayó pesadamente en una trampilla que había (como no las iba haber si es casa peligrosa) dejando su varita arriba y vio con desesperación que la trampa se cerraba.

El chico estaba como en una especie de pasadizo secreto, completamente a oscuras, no veía ni sus manos, y aparte estaba adolorido por la caída. A tientas busco pared, y la encontró, lisa y fría, trato de seguirla rezando porque no encontrara bichos... u otras alimañas (ya saben)

Pero conforme avanzaba, vio una débil luz al fondo y la siguió, para su desgracia cuando llegó a ella, frente a él habían tres chicas con caperuzas en color rosa y un antifaz brillante en forma de mariposa que casi les cubría la cara como si fuese una mascara.

- Hola mi vida preciosa - dijo una de ellas fingiendo la voz y el quiso retroceder, pero atrás tenía a otra.

- ¡Tony! - dijo la chica - ¡Mi bello Tony! ¡Que bueno que te animaste a venir a nuestra fiesta!

- ¡Tu eres el invitado principal!

- ¡Y no somos carnívoras pero... tú eres el banquete!

- ¡De... Déjenme ir! - protestó - ¡Soy un prefecto!

- Podrás ser el rey del mundo, pero eres hombre... un guapo, atlético y simpático chico - le decían casi a sus oídos.

- ¡Me largo! - quiso escapar, pero las chicas lo sostuvieron fuertemente.

- ¡Vamos niñas, llévenlo a donde ya saben... esta noche, cena pancho!

Aunque Anthony forcejeaba, las chicas no lo soltaban y lo llevaron a una puerta de madera y al abrir ¡Dios Mio! había una cama ¿qué le van a hacer?

Las niñas lo aventaron a la cama, y como el luchaba (por su virtud) lo medio amarraron a la cama (MMM) mientras otra se le trepaba encima.

- ¡Ay Tony, esta noche serás muy feliz y nos harás feliz a todas! (¡¡que alguien lo ayude, pobre chico, ser abusado por cuatro niñas!)

- ¡No, suéltame, así no se dan las cosas!

- ¿Acaso no eres hombre Tony? Que yo sepa a los chicos de tu edad entre más relaciones tengan mejor...

- ¡Pero así no!

- ¡Me da pena contigo! - y de un tirón, le rompió la camisa que llevaba, dejando al descubierto sus lánguidos pectorales - ¡Oh, Tony, conmigo bajaras al infierno y después te llevaré a la gloria!

- ¡No, déjame! - forcejeaba el chico cuando ella le acariciaba el pecho y comenzaba a intentar besarlo, porque el chico no quería - ¡si por lo menos dieras la cara! - gemía tratando de desamarrarse.

- JA JA JA - reía la perversa niña - ¡chicas, esperen su turno, me voy a divertir un rato!

- ¡No te tardes! - dijeron las demás y salieron.

¡NOOOOO, ANTHONY NOOOOO!

A la fuerza ni los zapatos entran, así le pasaba a Tony, mj... a Anthony cuando la chica le besaba desde el cuello hasta el ombligo, no sentía nada y seguía tratando de desamarrarse, aunque cuando ella le desabrocho los pantalones con los dientes (mendiga calenturienta nada más que me entere quien eres vas a ver lo que escribiré para tí)

El chico se escamó más ¿que le iba a hacer a su virtud? y decididamente se jaló las amarras, lastimándose las manos y la empujó como pudo y descalzo con la camisa echa jirones y los pantalones abiertos saltó de la cama y luchando por su vida paso encima de las niñas que esperaban turno afuera.

- ¡SE ESCAPA, TONY SE ESCAPA, SIGANLO! – gritó la chica dejando de fingir la voz, pero el chico no tenia memoria en ese momento.

- ¡SE ESCAPA EL BUENOTE, SE ESCAPA, HAY QUE DETENERLOOO!

- ¡DESMAIUS! – gritó una apuntándole.

- ¡IMPEDIMENTA! - dijo otra, pero no le atinaron.

En ese momento desesperado, Anthony comenzó a correr casi a ciegas, tocando las paredes ¡alguna puerta habría de haber! (mínimo una cámara secreta)

Y para su fortuna, al golpear la pared, esta se abrió y el fue a dar de bruces hacia un pasillo en donde había habitaciones... pero la Logia lo seguía.

- ¡QUE NO SE ESCAPE!

- ¡AHI VA CHICAS, ATRAPENLO!

- ¡HECHIZENLO QUE SE ESCAPA!

- ¡Maldición! - chilló Anthony al verlas muy, muy cerca...

Desesperado comenzó a buscar una recamara o puerta abierta sin resultado, pero hasta el fondo, logro abrir una y se metió, echándole los cerrojos (como si sirviera de algo) y pego el oído para escuchar.

- ¡SE METIO EN UNO DE LOS CUARTOS!

- ¡PUES ABRANLOS Y BUSQUENLOS!

- ¡ALOHOMORA! – oyó que comenzaban a catear los cuartos uno a uno.

- ¡No me abandones Merlin! - rezaba el chico desesperado, pues no tenia ni su varita ni nada.

- Es más, ni cuenta se dio que tras él, alguien salía del baño y al verlo se le acercó de inmediato.

- ¡Anthony! - le dijo y el pobre chico saltó - ¡Ay Anthony viniste a verme! - si... era Sakura, la cual ya se iba a dormir, con una batita azul muy cortita, muy transparente que relucía todo lo que llevaba debajo... y eran las puras bragas.

- Pero la sonrisa de Sakura se borró al verlo con la camisa echa jirones, el pantalón desabrochado y descalzo.

- ¿Estas borracho? - preguntó, pero el chico estaba espantado de que ella estuviera ahí.

- No.. yo... yo...

- ¡ALOHOMORA! - escuchó un grito afuera.

- ¡La Logia! - dijo ella y tomo su varita - ¿Te atacó la logia Anthony?

El asintió desesperado.

- ¡Pobre bebé!

- ¡Necesito ir a mi cuarto! - gimió el chico y Sakura abrió la puerta y se asomó rapidamente, volvió a cerrar.

- ¡Son cuatro! escucha Anthony, no traes varita, yo podría con una o dos, pero no con cuatro chicas expertas y armadas.

- ¡Pero no puedo quedarme aquí! - dijo muy molesto y furioso.

- ¡Ah, pero que listo eres, si no quieres estar aquí entonces vete! - chilló Sakura, pues ya tenia suficiente con los desplantes del chico y abrió la puerta para decirle a la Logia ¡Yuhuuu aqui esta Tony!

- ¡NO! - gimió el chico comprendiendo su error y al intentar jalar a sakura con todo y puerta, lo hizo pero en vez de jalarla por la cintura accidentalmente le puso las manotas en los senos y la jalo. - ¡Discúlpame Sakura no lo hagas, ayúdame!

Sakura tenia las mejillas rojas al ver como las manos de Anthony se las sujetaba fuertemente... sí, creo que se iba a morir de emoción, porque ya saben que eso quería la muy... lista.

Hasta que el chico después de un segundo, se percató que lo que tocaba no era la cintura (sí, como que sus manos andaban muy desubicadas) y que estaban sobre unas superficies montañosas, blanditas, redonditas y con los faros prendidos.

- ¡Ay! - gimió y las quito de inmediato, dejándole a Sakura las marcas de las manotas en las bubis, porque estaban medias ensangrentadas - ¡Lo siento!

Sí de eso pedía su limosna la chica.

Una vez recuperada la cordura, Sakura hechizo la puerta - ¡Fermaportus! - para sellarla bien, y pego el odio a la puerta, aun sonrojada, aunque el chico, por un momento, le echo un ojo, pues como había dicho, la chica ya se iba a dormir y la bata que traía puesto no dejaba nada a la imaginación, y la recorrió de pe a pa, y definitivamente lo que escondían sus túnicas, estaba muy bien.

- ¡Hey! - dijo la chica al sorprenderlo mirándola - ¡Se vale tocar antes de mirar! - le dijo y él pensó que ya había tocado suficiente.

- Lo siento - volvió a decir nervioso.

- ¡Ya estan aquí! - dijo - será mejor que me oigan, así no se atreverán a romper el hechizo.

- ¡ESTE ES EL ULTIMO CUARTO QUE QUEDA, AQUI DEBE ESTAR! – oyó que decían las chicas.

- ¿Y como?

- ¡NO NIÑO, SERÁ MEJOR QUE SALGAS MÁS AL RATO! - gritó Sakura para que le oyeran y tuvo su efecto, porque las chicas de la Logia, cuchichearon algo y se alejaron, solo se alejaron.

- ¡Ya no se oye! - dijo el chico entusiasmado - ¡Podre irme!

- Ellas no se irán - dijo Sakura - estarán esperando hasta que salgas... tendrás que quedarte aquí a dormir, de día atacan poco..

- ¡Pero yo no puedo quedarme contigo!

- ¡Yo no te haré nada! – protestó la chica - Mira has lo que quieras, te presto mi varita, salte a la hora que quieras, me da lo mismo - y pensó - ¡Si otra te disfruta antes que yo! ¡Maldito seas!

- Está bien me quedo - dijo vencido, finalmente, preferible se quedaba con ella, a con cuatro locas desesperadas por desvirtuarlo.

- ¡Muy bien! - aplaudió la chica y fue a buscarle una bata de baño - ¡Me temo que tendrás que ducharte y quitarte las malas vibras de las chicas!

- Sí, lo necesito - respondió cansado, tomo la bata y en el baño, se quito las garras, y se ducho, al salir, con la bata de baño puesta, la chica ya tenia listo un sillón, una sabana y una almohada y ella ya se había cambiado la bata por una más decente (más larga y menos transparente)

El chico se recosto en el sillón, y ella en la cama, las llamas de la chimenea, lentamente se extinguieron. Pero al cabo de unos segundos, el chico no estaba a gusto ¿porque? Porque sentía la mirada penetrante de Sakura sobre él, como un gato.
(Bueno, digo, no cualquier chica tendría cerca a la tentación, pobrecita sakura)

- ¿Sakura?

- ¿Que? - respondio quedito.

- ¿Me estás viendo?

- ¡Sí! - suspiro.

- ¡Oh! - suspiró el chico que daba vueltas en el incomodo sillón, aparte que no le ayudaba a los mallugones que el tenia en la espalda.

- ¿Sakura?

- Dime...

- No puedo dormir aquí...

- Lo siento...

- ¿Me das espacio en tu cama?

Sakura creyó que se moría de la emoción...

- ¡No es lo que piensas! - aclaro cuando alcanzo a escuchar un chillido de emoción - ¡Es que me duele la espalda!

- No pienso nada - dijo ella muy colorada. A decir verdad, la cama era muy amplia - pásate, hay mucho espacio - pero ella pensaba que no dormiría.

El chico tomó su sabana, la almohada y se recostó tímidamente en un extremo de la cama, a 50 cm. de la chica, quien estaba emocionada, el chico se acomodo, definitivamente, el colchón era mas suave y reconfortante.

Sin embargo a los pocos minutos, Sakura contemplaba a Anthony con ojos de ensoñación.

- ¿Anthony?

- MMM... dime...

- ¿Puedo abrazarte?

- ¿Que?

- ¡Solo abrazarte! ¡Te prometo que nada más!

El chico lo pensó dos segundos, esa chica era casi su salvadora.

- Bueno - dijo tragando saliva.

Pero era verdad, ella solo lo abrazó, descansando su rostro en su cuello y así se durmió, aunque ahora era el quien no conciliaba el sueño, pero al poco rato.

- ¡Clic! - se oyó que la puerta se abría.

El chico quedo quieto... eran las chicas de la Logia, cansadas de esperar a que saliera. El sueño de Sakura era profundo, el entrecerraba los ojos e instintivamente se abrazaba más a ella.

- ¡No lo puedo creer! - chillaron bajito.

- ¡Esta Sakura ya se lo echó! - murmuraron.

- ¡Que mala suerte, se acostó con él!

- ¡Si eso quería la muy mustia, que Goldstein aflojara y ahora mírenla, más que satisfecha!

- ¿Los despertamos?

- No... por esta vez lo dejaremos, pero a la próxima ella no estará para protegerlo...

- ¡Maldita Sakura!

Y la Logia salió cerrando quedamente la puerta, y Anthony respiro tranquilo, abrazando más a la chica, sentía que del susto saltaría su corazón. y así, le gano el sueño.

Más tarde, cuando despertó, tenía parte de su ropa sobre el buro, y se cambio, Sakura cantaban en el baño y al salir estaba contenta.

- ¡Traje tu ropa, encontraron tus zapatos y tu varita, lo demas esta inservible!

- Sí gracias... creo que debo irme...

- Lo sé - suspiró resignada, pero cuando el se iba, de súbito ella le tomo el rostro y le dio un beso - ¡Fue una noche fantástica! - le dijo con las puertas abiertas justo cuando un grupo de chicos y chicas pasaban y se comenzaron a codear.

Anthony se puso rojo y salió ante la mirada de los demás y el rostro más que feliz de la dulce Sakura... aunque al verlo salir de ahí, era para levantar el chismerio.