Capítulo 20:
Los Besos que nos quedan
Después de regresar al colegio, a la mañana siguiente, todos miraban a Anthony con sorpresa y curiosidad, pues muy temprano les habían dejado la gaceta de chismes en el comedor y que solo alumnos podían leer y que decía en primera plana:
"SAKURA Y ANTHONY PASARON UNA NOCHE APASIONADA DESPUÉS DE LA FIESTA... para más información pase a la pagina 2"
Y para más datos, les habían tomado una foto justo cuando ella le daba un beso en la puerta y ella andaba en bata, porque la ropa de Anthony se la había enviado la española cuando ella le pidió el favor muy temprano.
Hermione buscó si había alguna noticia de ella, para su suerte no hubo nada, pero sí había fotos de George con Mia, Harry rodeado de tres niñas, Ernie tratando de safarse de otra y Ron resignado.
- ¡Ustedes sí se divirtieron! – dijo Hannah.
- ¿Cómo pudiste hacer esto Anthony? – espetó Padma.
- ¡Yo no hice nada! – gimió.
- ¡No mientas pillín! – dijo George dándole un codazo - ¡Confiesa lo bien que la pasaste con la muñeca oriental!
- ¡Ya les conté lo que paso! – dijo muy exasperado - ¡Si pase la noche en su recamara pero no hicimos nada!
- ¿En serio no paso nada?
- ¡Espero que te hayas cuidado Anthony! – dijo Ernie.
- ¡Con ustedes no se puede hablar! – casi gritó y salió de la habitación, claro que en todo el camino, las miradas eran para él, mientras Padma corría tras el. Y sobre todo cuando llegaron con Jude y Merlina, quienes sonreían todo el tiempo y cuchicheaban a sus espaldas.
Sakura parecía no muy afectada, estaba feliz como una lombriz porque aunque no había pasado nada, el chico había estado con ella, en su cama y muchas le preguntaban que onda con el chico, si le había gustado o que, pero ella guardaba silencio, sin molestarse en negar la versión, solo ponía una cara de emoción que ahogaba en una gran sonrisota.
- ¡Quita esa cara Cheng! – decía Lee - ¡Que yo si te creo que nada paso contigo y con Goldstein!
- ¡Es que era un sueño, tenerlo en mi cama, abrazarlo!
- ¡No me hables de tus cochinadas Sakura! ¡Mejor vete, que ya vienen los prefectos por ti!
El chico se quedo sentado, cuando Augustus se acerco junto con Thierry - ¡Ese Lee!
- ¿Qué hay?
- ¿Qué pasa contigo? ¿Ya perdiste el toque o que?
- ¡Explíquense!
- ¡Te pido un favor, un inocente favor... que Hannah afloje las manos, pero tu plan no resulto, me vio en cueros y se espantó, en la fiesta no me peló!
- ¿No te diste cuenta que estaba borracha junto con las demás?
- ¡No es suficiente! ¡Lee, tienes que hacer algo más!
- ¿Y porque no lo haces tú?
- Lee... tú eres el de las ideas así que más te vale que me ayudes o comenzaré a desprestigiar tus bromas... (la neta es que cantara bien, pero es medio decerebrado)
- ¡Como fastidias Millyllae!
- ¡Ya sabes, te doy esta semana para que la prefectita sea mía!
- ¡Que fastidioso eres! – gruñó - ¿Y a ti no se te ofrece algo, Thierry?
- Por el momento no...
Al irse los chicos, la española y la colombiana se acercaron - ¿Qué hay Lee, que querían los bombones?
- Augustus quiere que haga lo posible porque Hannah, la prefecta, caiga en sus redes...
- ¿Y eso no puede hacerlo él?
- Le debo un par de favores... ¡maldición! ¡yo hago bromas, no conquistas!
- MMM... se me ocurrió algo – sonrió Mary Mercy – podrías hacer dos cosas...
- ¡Canta Colombia!
- La primera seria que tomaras una poción multijugos y tomaras la apariencia de Augustus y la conquistaras... después se la dejas...
- ¿Poción multijugos? No, es mucho tiempo para prepararla y los ingredientes los tienen en el más estricto resguardo... claro que los conseguiría en el mercado negro pero...
- Bien, la segunda idea es más elaborada...
- ¿Qué podría ser más elaborado que una poción multijugos? – espetó Lee.
- Mira niño, podrías tomar una poción cambiante de voz... con la voz de Augustus y jalarla a lugares oscuros, para que no te vea la cara... y así le dices todo lo que la pueda enamorar.
- ¡Es perfecto! – chillo Letizia.
- ¡Soy una mente brillante! ¿Qué dices Lee?
- ¿Qué lleva la poción?
- Bueno... cuerdas vocales disecadas de hada... polvo de sesos de dragón... hojas amargas de ciénaga y lo mas feo... un escupitajo de Augustus...
- ¿Están locas? ¡Que asco!¡No tomare nada que lleve la baba de Millyllae.
- Es tu única opción...
- Si no hay remedio – dijo asqueado.
- Bueno, no la tienes que tomar directamente, se pone en un frasco de spray y cada vez que lo utilices, con solo una rociada tienes, dura dos horas el efecto. ¡Comenzare a hacerla en este momento!
- ¡Súper, te ayudo! – dijo la española.
- ¡Es lo último! – suspiro Lee, sin pensar en las consecuencias.
Por otro lado, Ron y Hermy, estaban con Nirvana y Marius, la chica solo miraba de reojo a Ron, y le molestaba todo de él, su pelo rojo un poco largo, su gran nariz pecosa, su boca grande, los ojos adormilados, su mustiedad... el echo de que la haya besado hasta saciarse, de que la hubiera aprisionado entre sus fuertes brazos, el hecho de sentir todo su cuerpo sobre ella y... MOMENTO, MOMENTO ¿qué acaso no le declaro su odio?
Nirvana se sonrojo levemente ante lo que pensaba y se mordió los labios un poco molesta.
- ¿Qué te pasa Tyler?
- Nada...
- ¿Nada? – sonrió Marius - ¿nada? Perdóname pero tú andas rara desde hace unos días y... ya no te le acercas a Weasley.
- No tengo porque...
- Estamos concursando para ser protectores.
- Si tú eres el elegido no me importa...
- ¡Huy, que genio! ¿No será que te gusta el pelirrojo?
- ¡Me das asco si piensas así!
- JA... yo pienso que estas pensando seriamente... en quitar a Lucius de tu espejo...
- ¡Que imbécil eres en ocasiones Marius!
- ¡Dime lo que quieras... yo se que es verdad! ¡Quieres quitar a Lucius de tu espejo - se burlaba medio cantando - y poner la del pelirrojo!
- Ron – dijo Hermy – alcance a oír cuando hablabas con los chicos y les decías que algo le habías echo a Nirvana... será mejor que te disculpes con ella...
- ¡No hice nada! – replicó.
- Bueno Ron, me llevo a Marius y más te vale que arregles este lío.
- ¡Pero!
- ¡Sin protestas! - exigió Hermione.
Pero la chica se llevo a Marius con un pretexto, dejándolos solos, con ella a un metro, pero Ron no pediría disculpas, porque como siempre, pensaba que el tenía la razón (como siempre). Sin embargo, quiso mortificar a Nirvana... como siempre.
- ¡Tu Logia Loca, ataco a Goldstein ayer!
- Nirvana, le envió una mirada asesina y apretó los dientes.
- ¿No dices nada? ¿Tú eres parte de ella no?
- ¡Mira imbécil! – chilló Nirvana - ¡No me hables!
- ¿No te gusta hablar de tus cómplices y de cómo atacaron a uno de mis compañeros?
- ¡PLAF! – Nirvana le soltó una bofetada, estaba muy ofendida y roja.
- ¡Parece que no aprendiste nada! – gruñó Ron y ella retuvo el aire cuando el intempestivamente, la levanto y la sentó en una mesa medio violento (Mi potro salvaje), abrazándola y besándola frenéticamente (¡Ay si, yo también quiero que Ron me castigue así!)
- Obvio que ella no metió las manos... todo lo contrario, quería que fuera el quien le metiera mano a ella... mj... que cosas ¿no?
- Te odio – murmuro ella bajo su boca mientras Ron se la mordía suavemente... (¿Por qué todas dicen lo mismo? ¡Ay si te odio! Cuando en realidad lo que quieren decir es "me echaras" JAJAJA)
Pero Ron... que según George se estaba convirtiendo en hombre, y uno muy calenturiento. Pues cuando medio reacciono, la chica ya no estaba sentada en la mesa, ya la tenía acostada sobre la mesa y con él medio encimado... o encimado entero como quieran. El caso es que ambos estaban entrando en calor... ¡si Nirvana, ódialo mas!
Y fue que Marius entro de pronto al salón y al verlos a ambos, sobre la mesa, con Ron bien acomodado sobre ella, besándola con mucha pasión y con las piernas de ella alrededor del chico.
- ¡Ups! – dijo el chico y tanto como Ron como Nirvana voltearon a verlo. Y cuando Hermy entro fue el acabose.
- ¡Ronald Weasley, quítate de encima! – y lo jaló de la túnica.
El chico se quedo sin habla y Nirvana evito mirar a Marius que le hacia una seña bastante graciosa, como si se estuviera metiendo el dedo para vomitar.
- ¡Te dije que te disculparas! ¿Ese es el modo o que?
- Hermy yo...
- ¡Tu y yo debemos hablar seriamente, lo mejor que podemos hacer será cambiar de concursantes, tal vez con Padma y Anthony!
- ¡No exageres!
- ¿Qué no exagere? ¡estabas sobre la chica!¿Que van a decir de los prefectos de Hogwarts? (Ay Hermy ¿y que me dices de la Logia y sus instintos salvajes?)
- ¡Prefecta, usted tiene razón! ¡Mire que cosa tan asquerosa le estaba haciendo el prefecto Weasley a Nirvana, la andaba besuqueando y tentoneando! ¡cuanta inmoralidad!
Hermione le envió una mirada retadora a Marius que se limito a mostrar sus dientes perfectos - ¿Estas bien? – pregunto a Nirvana.
- Sí – alcanzó a decir. (requetebien diria yo, si de eso pedía su limosnita)
- ¡Vamos Ron que te voy a decir unas cuantas!
- Cuando ellos salieron, Marius comenzó a reírse de la chica.
- ¿No que mucho odio? – y en seguida comenzó a hacer como que besaba a alguien imaginario - ¡MUA, MUA... oh, mi amor, no te odio, te deseo... MUA, MUA!
- ¡ya cállate Marius!
- Acéptalo Nirvana, te gusta el pecas... te vi muy a gusto en sus brazos. ¡Es una lastima que cambiemos de Prefectos!
Nirvana se quedo callada, si cambiaban de prefectos, ella ya no seria atacada por las manos ansiosas de un Weasley (¡Chinnn!). Marius al verla media tonta, la dejo sola, riéndose afuera, y tratando de quitarse la imagen de la mente.
Mientras Hermy ponía como santo cristo a Ron. Mary Mercy había conseguido el escupitajo de Augustus para la poción.
- ¡Listo! ¡Esta tarde, comenzarás a actuar Lee! Ya tengo el lugar perfecto.
- ¡Que asco!
- Ni modos chico...
Así que para la tarde, Hannah iba de regreso a su habitación sin Ernie, Lee la había visto escondido en un lugar medio oscuro, haciendo gestos lanzo un disparo de spray a su boca.
- ¡Hey Hannah! – dijo desde la oscuridad.
- ¿Augustus? – pregunto Hannah al oír la voz conocida.
- ¡Ven, tengo algo que decirte! (No Hannah, dile no a esa persona, nunca a lo oscurito)
- ¿Qué cosa? – se acerco y el la jalo de inmediato, para evitar que lo reconociera – ¿Qué haces?
- ¡Solo decirte que me traes loco! – dijo Lee con voz de Augustus y la tomo por la cintura y le robo un beso, largo, delicado y tierno... cosa que hizo que a Hannah se le aflojaran los calz... bueno, eso.
El pobre de Lee tenía que sacrificarse con la rubia, así que poniendo su mejor esfuerzo la beso hasta el cansancio, mientras le decía muchas palabritas de amor, que salían de su ronco pecho… aunque al cabo de media hora le parecía que no era tan desagradable besarla (peligro… peligro… peligro…)
Al cabo de una hora y antes que se pasara el efecto del cambiador de voz, Hannah pudo respirar tranquilamente.
- ¡Augustus! – dijo la chica con la voz entre cortada.
- ¡Dime amor! – decía Lee procurando que la chica no se emocionara con el pelo, porque el cantante lo tenia crespo y el de el era lacio y corto.
- ¡Siento mucho lo que paso la vez pasada en los baños!
- ¿Cuándo me viste desnudo?
- Sí – dijo la chica sonrojándose en la oscuridad.
- ¡No tienes porque!
- ¡Aquí esta muy oscuro!
- Escucha Hannah… mantengamos este amor en secreto unos días, tengo que preparar a mis fans, no quiero que te odien… quiero disfrutarte en silencio y en medio de la oscuridad, antes de gritarle al mundo que te quiero.
- ¡Oh, Augustus! – gimió Hannah, emocionada, porque el chico solo se dedicaba a besarla y nada más, con mucho respeto.
- Él la despidió minutos antes de que la voz volviera a ser suya y al verla doblar la esquina salió del escondite.
- ¡Ay por Merlín, que montón de cursilerías le tengo que decir!
- ¡Te vi Masafumi! – Grito Augustus -¡Eres todo un galán!
- ¿Por qué tengo que andar besuqueando la mercancía Augustus?
- ¡Calma Lee, la chica es mona! ¡Yo solo la quiero bien flojita… me choca andar con esas cosas de te beso pero no te toco!
- ¡Y lo tengo que hacer yo!
- El favor que me debes lo vale… ¿Qué? A poco besa tan mal…
- Más o menos…
- ¿Ves galán? Yo la quiero lista…
- Eres asqueroso Millyllae, tú deberías ser el que le besara primero…
- ¡Soy compartido chico, mira, cuando me digas que la chica ya quiso más contigo, me la dejas y listo!
- ¡Eres un sinvergüenza!
- ¡Somos iguales Lee! – sonrió Augustus dejándolo solo.
- ¡Que desgraciado dejarme hacer el trabajo sucio! – protesto Lee y fue en busca de sus cómplices. Las cuales estaban vigilando a Ernie MacMillan.
- Hola chicas…
- ¿Qué hay Lee? ¿Cómo te fue?
- Bien… ¿Qué hacen ustedes?
- Estamos vigilando a Ernie, pues algunas chicas de la Logia lo andan vigilando.
- ¿Y a ustedes que? ¿Acaso les gusta ese ropero?
- Lo que pasa es que de todos, ha sido el menos tocado… cierto que el chico no es la octava maravilla del mundo pero nos intriga porque lo han respetado…
- Cierto, por más, alguna querría botanearselo.
- Oye Lee, no te veo contento, después de una broma siempre estas feliz ¿acaso no te diviertes con Hannah?
- Hannah no es divertida – dijo el chico – es diferente… ella se esta tomando todo en serio y yo sé que cuando Augustus se divierta, la botará…
- ¡Pobre! – dijeron las chicas sin sentir pena en realidad. Les valía.
- En tanto, Hermione se topaba con Mia y J.Lo quienes volvía a atacarla con tal que cobrara una venganza inexistente en contra de Malfoy.
- ¡Prefecta! – chillaba Mia.
- ¡Oh, no, aquí viene esta loca! – pensó Hermy.
- ¡Que gusto que este bien después de todo lo que andan diciendo de usted!
- ¿Qué? – brincó.
- ¡Ay Prefecta! ¿Cómo puede permitir que Malfoy diga que usted volvió a acosarlo en la fiesta y se lo llevo a la fuerza a la cama?
- ¿Cómo?
- ¡Que terrible! – gimió J.Lo.
- ¡Pues sí Prefecta, Malfoy dice que tuvo que quitarse el mal sabor de boca con Dana!
Hermione sintió que se hundía en un pozo oscuro, y se lleno de rabia.
- ¡Siga mi consejo prefecta! – sonreía Mia - ¡Busque venganza en contra de Malfoy, demuéstrele que es demasiada mujer para él!
- ¡Déjenme en paz! – chilló Hermy y se fue rápidamente.
- ¡Ay, esta es mas difícil de lo que creí!
- ¡Calma, toda paciencia tiene su recompensa!
