Capítulo 21:
¿Una Nuera Conveniente en la Madriguera?
Y mientras Lee se besuqueaba con Hannah todos los días, la Logia seguía secretamente a Ernie, y Nirvana quería tener encima a Ron… Mj… bueno, pues los hermanos Weasley recibían noticias de su madre.
- ¡Oye Ron, mama dice que celebrara el cumpleaños de papa este sábado!
- ¿En serio?
- ¡Tenemos que ir! ¡Le diré a los chicos a ver quienes quieren ir! (excepto a Pansy y Malfoy)
- Y los únicos que quisieron ir, fueron Harry, Hermione y Anthony, Ernie y Hannah tenían cosas que hacer y Padma los ayudaría. Pero esto llego a oídos de quien menos debería.
- ¡Hey Mia! – dijo la española.
- ¿Qué hay?
- ¿Ya te enteraste que George ira a ver a su madre el fin de semana? Creo que harán un festejo…
- ¿En serio?
- ¡Deberías pedirle que te invite!
- ¡Sí, que guay!
- ¿Crees que quiera llevarla a su casa? – pregunto Mistic que venia con los Slytherin.
- ¿Qué pasa? – preguntó Pansy.
- Nada, solo le decía que los Weasley harán fiesta y le decía a Mia porque no se apunta – dijo Letizia.
- ¿Ir a casa de los Weasley? – chilló Malfoy y sonrió cruelmente.
- ¿Qué pasa?
- ¡Mia! ¡Tú no puedes meterte a una pocilga!
- ¿Una qué?
- Señorita Milton – dijo Pansy – ¡La casa de los Weasley es un basurero, una chica de tu clase, de tu estirpe, no puede meterse ahí, seria un crimen!
- Los Weasley son unos muertos de hambre, pobretones – seguían diciendo los Slytherin, ante la mirada retadora de Letizia, y la risita de Mistic. Mia solo los escuchaba con atención.
- ¡Definitivamente no puedes ir, se te podrían pegar las pulgas o los piojos!
- ¡Que exageración! – protestó Letizia.
- ¡No puedes dejar que tu amiga vaya a ese lugar! – dijo Pansy ofendida - ¡porque cuando veas donde viven, te darán ganas de regresarte!
- ¡Pues nadie la esta invitando! – dijo Ron a sus espaldas muy rojo, acompañado de Harry, quien también estaba ofendido
- ¡Llegó la caballería! –dijo Pansy y los miro con desprecio.
- ¡Una niña tan fina y delicada como Mia, no puede ir a tu mugrosa casa Weasley!
- Ya te dije Malfoy que no estamos invitando a nadie, así que puedes estar tranquilo, la señorita Hilton no irá – gruñó Ron furioso.
- ¡Pero…! – quiso protestar la chica, pero Ron y Harry se alejaron rápidamente, antes de que se agarraran a golpes con Malfoy.
- ¡Es lo mejor! – dijo Pansy y se alejo con Malfoy y Mistic.
- ¡Que se han creído ese trío de estúpidos imbéciles!– espeto Mia - ¡A Mia Hilton nadie le dice que no y mucho menos lo que tiene que hacer!
- Pero Ronald dijo…
- ¡Es que con todas las cosas que decían esos como querías que me invitaran!
- ¿Qué? ¿A poco crees que te invitarían?
- ¿Por qué no? Por lo menos yo creo que George….
- ¡Mia, no seas tarada!
- ¡Letizia!
- ¡Tu y George no tienen nada que ver, son solo "entrenador y maldita lunática jugadora" punto! Te soporta y ya… ustedes no tienen ningún rollo sentimental.
- ¡Pero George me gusta!
- ¡Te lleva como tres o cuatro años, eres una escuincla babosa para él!
- ¡Cállate Letizia, si no me vas a ayudar, no friegues!
- Lo siento Mia ¿Qué quieres hacer?
- Pon mucha atención ¿eh?
- Bueno – dijo con fastidio…
Cuando George se entero de lo que Malfoy y Pansy habían dicho tuvieron que sujetarlo para que no lo fuera a golpear, pues no valía mucho la pena, así que evitaron verlo hasta que llego el fin de semana. De hecho, no les extraño siquiera no ver a Mia y sus secuaces. Así que cerca del medio día, los chicos se marcharon a Ottery Saint Catchpole, que era donde estaba la madriguera.
Los chicos ya querían saborear los guisos que seguramente ya había preparado la señora Weasley, y utilizando los polvos Flu, método odiado por Harry, llegaron uno a uno a la madriguera.
Cuando llego el último que era George, los esperaban Fred y Bill, Charlie no había podido ir. Anthony, Hermy, Harry y Ron se quitaban apenas las cenizas, sin percatarse que su Fred y Bill miraban de modo extraño a George.
- ¿Qué? – dijo el Gemelo y sus hermanos escondieron risitas burlescas.
- ¿Qué les pasa? – pregunto Ron, pero Fred no podia aguantarse la risa y Bill estaba abochornado.
- ¡Ya babosos! ¿Qué pasa?
- ¡Creo que con una sola versión de Fleur Delcour bastaba en la familia! – chilló Fred y Bill le lanzo una mirada retadora. Pero el gemelo trataba de controlar su risa.
- No les entiendo – dijo George.
- Tu novia llego muy temprano – aclaro Bill – muy bonita, pero ¿no crees que esta muy niña?
- ¿Mi novia? ¿Cuál novia?
- ¡Pero a mamá le ha gustado! – dijo Fred
- ¡Más que Fleur! – Exclamo Bill resignado – Ha estado pegada a ella como lapa, le ha ayudado a hacer cosas… y ha echado a perder otras, porque se nota que en su vida ha cocinado o algo por el estilo…
- ¡Pero mama insiste en tenerla en la cocina, enseñándole a preparar lo que te gusta!
- ¿De que están hablando?
- ¡De tu novia so bruto! ¿De quien más? De la niña del Elite Wey que te ha robado el corazón… ¿Ya se dieron cuenta que los Weasley siempre consiguen a las mejores prospectos? ¿Ahora tendré que llamarte Mr. George Weasley… hermanito? – se burló Fred.
- Y George no fue el único que palideció.
Porque le lanzo una mirada a los chicos, que estaban sin habla y luego se dirigió a Bill, ya que Fred no controlaba la risa.
- Está en la cocina con mama – dijo Bill.
- ¿Mia… Hilton? – pregunto casi deseando que dijera que no, que era perenganita, pero su hermano asintió.
- ¿Y llego temprano?
- Casi a las nueve, dijo que quería darte una sorpresa…
- ¿Cómo llego?
- ¡Yo que sé, cuando la vimos estaba en la puerta muy mona y sonriente?
- ¿Dijo… dijo que era mi novia?
- No – sonrió Bill – dijo que quería conocer a la madre del chico que le robo el corazón y saberlo todo…
- ¿Y mama la dejo entrar?
- ¿No estas oyendo que tienen horas platicando en la cocina? La chica es un encanto, conquisto a mama con solo decir "Hola"…
- ¡Oh, no!
- ¡Tranquilo George, alabamos tu buen gusto!
- ¡Chicos, ¿ya llegaron? – grito Molly desde la cocina…
- George se asomo con mucho temor a la cocina, y la vio… Mia Hilton, traía puesto un mandil, una redecilla en su pelo recogido que le descubría su cara bonita, la cual la traía enharinada, ya que estaban haciendo empanadas de pollo y jamón.
Y Molly por supuesto, que la miraba con calidez, como se mira a una nuera.
Y pacientemente le explicaba los hechizos a utilizar para los quehaceres de un hogar, Mia parecía estar contenta.
- Mama – dijo George en la puerta y tras él, muertos de curiosidad, Harry, Ron, Hermy y Anthony.
- ¡George, chicos, que gusto que hayan llegado! ¡Siéntense, les daré jugo y bocadillos! – dijo Molly sonriente. Mia los saludo desde la estufa, donde se freían las empanadas.
- ¡Hola Mia! – dijo Hermione -¿llegaste temprano?
- ¡Esta linda y acomedida criatura llego temprano, quería darte la sorpresa George! – sonrió Molly.
- Y el chico reía nerviosamente ¿en donde había quedado el travieso George?
- ¿Podemos hablar Mia? – pregunto el gemelo carraspeando.
- ¡Al rato! – interrumpió Molly - ¡que esta vigilando tus empanadas! (no les vaya a echar veneno)
Mia le guiño un ojo a George, quien se puso rojo y procuro calmarse, mientras estuvieran en su casa y con Molly cerca, no podría reclamarle nada a Mia. Su madre estaba feliz, pues solo tenía una hija, pero Ginny estaba en Rumania con Charles y no estaría presente en el festín.
- ¡Hey Mia! ¡Que recibimiento mas frio para tu novio! – entró Fred.
- ¡Ay Fred, George no es mi novio! – dijo Mia con cierto bochorno.
- ¡Que contrariedad! – dijo Fred y George le envió una mirada al estilo ¡pronto dejare de ser gemelo!
- ¿Y no temes confundirte con los hermanos? – pregunto Bill atrás de ellos.
- No – dijo Mia con su sonrisa mas encantadora - ¡los dos son guapos, pero a George no lo confundiría nunca y además su voz es distinta a la de su hermano!
- ¿Ya lo ves George? ¡Que bien te conoce!
- ¡Ay señora Weasley! ¡Usted tiene hijos bien guapotes! ¡Puro estuche para dama!
- ¡Oh, Mia, que linda eres!
Ron pensó que vomitaría ¡a su madre en verdad parecía agradarle esa tonta muñeca superficial! Y de pronto George parecía estar mudo, porque solo Fred se la pasaba hablando con Mia y Bill los solapaba, con tal de medio fastidiar a George.
- ¡En serio, todos sus hijos son un encanto, hasta Ron tiene a varias niñas de mi cole, tras él!
- ¡Así son mis niños, yo consideraba que el más guapo es Bill, pero todos tienen su encanto!
- ¡Ya están listas las empanadas!
- ¡Gracias cariño, hay que servirlas!
- Si señora Weasley (¡si mamita suegra!)
- ¡Chicos, con la pena que haré el banquete mañana, no hoy! – dijo Molly de pronto – su padre tuvo que ir de emergencia al ministerio, así que llega mañana… tendrán que dormir hoy aquí…
- ¡Si quieren puedo dormir en la habitación de Percy con Bill! – dijo Fred como quien no quiere la cosa… mirando a George como diciendo ¡tu puedes dormir con Mia en nuestra habitación!
- ¡Bueno chicos! – Dijo Molly – Hermy y Mia se quedaran en la habitación de Ginny…
- ¿Te quedaras Mia? – chilló Ron, porque George estaba helado.
- ¡No puedo dejar que la niña se vaya sin que conozca a Arthur! ¡Es un encanto! Bueno y Harry con Ron, Bill en la habitación de Percy… Fred y George en su habitación, listo…
Dos horas después de haber comido las empanadas, en que los chicos excepto Fred y Bill, estaban mas tensos que nada, ya que se morían por saber cuales eran las verdaderas intenciones de Mia al aparecerse, siendo todo lo que Pansy y Malfoy les habían dicho sobre la casa.
Harry bajo primero después de asearse, antes que los demás, y busco a Mia, pero Molly estaba en la cocina sola.
- ¿Y Mia, señora Weasley?
- Desnogmizanto, querido – respondió con ternura – insistió en hacerlo sola ¿podrías ir a decirle? Seguro no tiene ni idea.
- Y en efecto, Mia sostenía un gnomo del jardín, con sus uñas, ni siquiera con los dedos y este, luchaba por soltarse y la chica lo veía muy divertida. Mientras los otros gnomos corrían a su lado, al parecer medio divertidos.
- ¡Mia! – le llamó el chico.
- ¡Hola Harry! – saludo Mia con su gran sonrisa agitando al Gnomo.
- ¿Te diviertes?
- ¡En los jardines de mi casa o el colegio no hay de estos!
- Bien… Mia… ¿Por qué viniste?
- Quería conocer a la familia de George…
- Pensé que con lo que Malfoy te había dicho…
- ¡Precisamente por lo que el me dijo es que ustedes no quisieron invitarme! – dijo Mia dejando mudo a Harry. En realidad jamás habrían pensado en llevarla.
- ¿En serio?
- No importa, estoy aquí…
- ¿Y que te parece? – quiso saber.
- ¡Me parece que… por fin se como es tener una familia! – dijo al momento de tirar el gnomo al otro lado con mucha delicadeza y este de inmediato volvió. Harry sintió lastima por ella… era cierto, ella vivía prácticamente sola en su enorme mansión.
- ¡Así no se tiran Mia! – dijo Harry.
- ¿Entonces como?
- ¡Yo le enseñare a mi cuñadita como! – salió Fred.
- ¡Ay, gracias! – dijo esta coqueta como siempre
