Capítulo 23:
"Lunada y Confesiones"… Reload!
Regresando a la madriguera, Fred y Mia regresaban con los rostros enrojecidos y las mejillas frías, sonriendo a todo lo que daban, pero George tenía cara de pocos amigos cruzado de brazos sentado en un viejo sillón frente a la chimenea, Hermy platicaba con Molly en la cocina, Bill y Anthony hablaban sobre su época en Hogwarts y Harry con Ron se miraban unos a otros.
- ¿Dónde andaban? – preguntó Bill.
- ¡Lleve a esta muñequita a dar una vuelta en las escobas, vuela muy bien!
- ¿Y por que tardaron?
- Por que Mia está bien loca, me divertí mucho – dijo sonriente, pero al toparse con los ojos de su gemelo, tuvo un frío recibimiento.
- ¿Te pasa algo George?
- ¡Iré a ayudar a la señora Weasley con la cena! – dijo Mia pero de pronto George la tomo del brazo y la jalo hacia fuera, dejando a todos petrificados.
- ¿Qué crees que haces George? – pregunto Fred y trató de salir, pero Bill lo impidió.
- No le va a hacer nada Fred, deja que ellos se arreglen.
- ¿No me digan que George esta celoso? – preguntó sonriente.
- No, que va – dijo Harry – solo esta pasando por un lapso…
- ¿Un lapsus brutus idiota? – terminó de decir Fred y todos sonrieron con ganas.
- Menos mal que según él no le gusta - dijo Ron - ¿que tal que le gustara?
George saco a Mia al jardín y ella ya estaba pensando en darle un puntapié o una patada en donde ya saben.
- ¡George! – Gimió - ¡me estas lastimando!
El chico la soltó y ella se sobo la muñeca muy adolorida y lo miró por primera vez con algo de reproche.
- ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas enojado?
- ¡Mia es que yo no entiendo que haces aquí! – exclamó.
Ups…
Mia lo vio sorprendida, por un momento pensó que tenia una pesadilla, pero no podia ser lo que estaba oyendo ¡ella estaba ahí por él, maldita sea!
- ¿Quieres que me vaya? – Pregunto aguantándose las ganas de llorar - ¡Si quieres que me vaya en este momento me largo de aquí!
Entonces George, le miro unos segundos ¿Qué diablos le pasaba, como una tonta niñita le hacia ver su suerte y lo ponía de mal humor? ¿Poner de mal humor al rey de la comedia que eran los gemelos Weasley?
- No… no – dijo el chico y opto por sentarse en una vieja y desvencijada cerca de piedras – lo siento Mia… no debí ser tan grosero.
- Es en serio George, si quieres que me vaya en este instante me voy…
No Mia – dijo hundiendo su rostro en sus manos, sintiéndose muy estúpido. Entonces Mia se acerco a él…
Le levanto el rostro, le quito el pelo de la cara y… sin decir más, le dio un besito en los labios, lento y pausado (sin lengua… por el momento) mientras que en la ventana, todos los chismositos, los veían y se los comían.
- ¡Que vergüenza! – Decía Fred muy divertido - ¡que ella lo bese en vez de que sea al revés! ¡Tendré que hablar muy seriamente con George!
- Por lo menos parece que con eso se le bajo el humor porque ya me estaba recordando a alguien – dijo Ron y le echo un ojo a Harry.
- ¡JA, JA! – Chilló Harry – bueno, parece que todo se arreglo por fin…
- ¡Pero si George no la quiere yo me apunto! – dijo Fred y Bill le dio un coscorrón - ¡era broma!
- ¡Oigan, ya dejen de verlos! – Espeto Anthony - ¿No creen que es odioso espiar a alguien mientras se fajan?
- ¡Hey quieto, que solo es un beso… sus manos están visibles!
- Pero tiene razón ¡todos fuera de la ventana! – ordenó Bill.
Afuera, el besito seguía, Mia estaba muy a gusto, aunque solo sostenía el rostro de el gemelo y no había más nada que labio con labio. Hasta que se separaron y ella se sentó a su lado.
Me gustas mucho George – dijo ella y el enrojeció un poco (Como saben, esta de moda que una se le declare al niño en cuestión… si te manda a la goma es otra cosa)
- Mia tu… tu también me gustas pero… yo soy mayor de edad…
- ¡Pero dentro de poco tendré 17 años!
- Es que tu… yo…
Y ella volvió a tomarle el rostro y comenzó a besarlo de nueva cuenta, tiernamente, sin manoseo, ahora con un poco de lengua… y será mejor que se queden así, si no la que les arma la señora Weasley si los ve…
- ¿Tienes miedo de quererme George? – preguntó Mia abrazándolo por el cuello.
- Un poco… sí…
- ¡Tan grandote, tan buenote y tan miedoso! – chilló la chica, haciéndolo reír – tu hermano me contó de sus aventuras, de sus travesuras ¿Dónde esta ese George? ¿Donde esta ese chico vagabundo, aventurero, tan caprichoso y loco como el sol?
- Creo que esta un poco idiota el día de hoy.
- ¡Yo quiero conocer al George travieso… para que hagamos unas travesurillas… locas… perdidos en algún rincón….! (ya se había tardado pa hacerles proposiciones indecorosas.
- Creo que te estas lanzando muy duro Mia…
- Qui ero todo con tigo George… todo… (ups…)
Pero aquel momento fue interrumpido porque Molly los llamó a cenar, más noche, en la recamara de Ginny, Mia daba vueltas en la cama, no por incomoda, sino porque de solo pensar que George estaba a unos pasos, la volvía loca.
- ¿Qué te pasa Mia? – preguntó Hermy - ¿No puedes dormir?
- ¡Es que ya tengo insomnio!
- ¿Quieres un vaso de agua?
- ¡Yo bajo por él! – dijo Mia y salió de la habitación - ¡Lo que necesito es una ducha fría! – pensaba mientras tomaba un poco de agua en la cocina. Había terminado el vaso, cuando de repente, como gato en la oscuridad, George salió, la atrapó en sus brazos y le besó con cierto salvajismo y pasión.
Tanto que ambos fueron a dar al sillón, el cual crujió bajo el peso, y luego las pijamas estaban delgadas, así que se podían sentir… todo, de todo… y ya pa ese entonces, las manitas del chico ya comenzaban a tocar otras cositas de Mia… no me imagino si bajara Molly…
- ¡No, aquí no! – dijo George muy sofocado, cuando sintió que la cosa se ponía dura… o sea, la situación… ¿okay? Por lo que se aparto con mucha dificultad.
- ¡Tienes razón! – dijo Mia, deseando que no acabara.
- Ve a dormir – dijo el chico respirando profundo… y ella obedeció, se fue a dormir, pero con más tranquilidad.
A la mañana siguiente sin embargo, los chicos se levantaron con una noticia - ¿Mia se fue?
- Sí chicos, vinieron por ella y se la llevaron, no se pudo despedir, dice que los vera a todos en la escuela.
- ¡Que pena!
- ¿Quién vino por ella?
- Unos chicos de su colegio, creo que están organizando algo y la necesitan…
- ¡Apuesto a que es otra fiesta de azotea! – dijo Ron.
- ¡Pero mañana es lunes!
- ¿Y que? A ellos no les importa el día… de todos modos como volveremos en la tarde, después de la comida, ya nos enteraremos…
