Capítulo 25:
De Pasión y Corazón Salvaje
Hermione empujaba a Malfoy hacia la primera puerta que encontró, y era un laboratorio, pero no le entrego la varita. Malfoy no sabía ni que hacer, tenía cierta curiosidad por saber que le diría.
- ¡Bien! – dijo Hermy terminando su vaso de alcohol y tirándolo.
- ¿Qué quieres Granger?
- ¿Qué quiero? – rió estridentemente - ¡Lo que quisiera es que me devolvieras mi primera vez!
- ¿Cuál? ¡Si creo que ya ni eras! (AAAAGGGG)
- ¡Tú abusaste de mí! ¿Y luego dices que no te gustó?
- ¡Pues sí! – dijo el chico recordando la ligera manoseada que le diera. (menos mal que fue ligera)
- ¡Entonces señor Malfoy! – dijo Hermione medio jarra (otro sinónimo vulgar de ebria) descubriéndose el torso y dejando ver las bubis que el ya las conocía demasiado bien - ¡Quiero sentir en carne propia lo que sabes hacer!
- ¿Qué? – gimió Draco.
- ¡Anda! ¿Qué esperas? ¡TOCA!
- ¡Estas loca Granger!
Pero Hermione le agarro las manos y haciendo acopio de fuerza de voluntad y quitándose el asco... aunque yo más bien diría que era por la borrachera... pues puso las manos de Malfoy en sus bubis desnudas.
- ¡Granger!
- ¡Anda, atáscate! – Le dijo Hermione - ¡Ahora si quiero sentir como mueves las manos huroncito!
- ¡No! – chilló Malfoy, pero no pudo quitar sus manos porque Hermy no lo dejo, se las sujeto con ganas, aunque eso infringiera el que se los aplastara un poco.
- ¿Qué te pasa huroncito? ¡Podrás decirme sangre sucia y todo lo que quieras, pero antes que nada soy una mujer!
- ¿Y eso qué? – jaloneaba sus manos, pero sin lograrlo.
- ¿Acaso no las sientes Malfoy, acaso no me las tocaste las veces que me utilizaste?
Y eso no lo podía negar el chico, porque sí que las conocía. Así que poco a poco comenzó a ceder a la resistencia, sintiendo la piel aterciopelada de las bubis. Y sus ojos grises brillaron al recordarlo.
- ¡Anda Malfoy, aprovecha la oferta! – y de pronto soltó las manos de Malfoy y jaló su cabeza colocándolo en medio de su pechonalidad. Así que el chico abrió los ojos lo más que pudo al verlos de nuevo tan cerca.
- ¡Ay Granger! – exclamó al sentir su rostro entre el orgullo femenino.
- ¡Anda pues, aprovéchate, atáscate ahora que hay lodo!
(Lo que hacen las borracheras...)
- ¡No, espera Granger! – trato de alejarse, pero Hermy lo empujo de modo que ella quedo encima de el y como si fuera una chica de la Logia, le abrió la camisa - ¡oye!
- ¡Vamos a hacerlo aquí y ahora Malfoy, ya no tengo nada que perder! (Ups... eso es lo que ella cree)
- ¡Granger! – pero Granger hizo algo que jamás hubiera echo de no ser porque pensaba que ya no era pura, santa, casi una virgen... Besarlo... cerrando fuertemente los ojos, le tomo el rostro y le besó los labios, pegando sus bubis al pecho del chico... pa que entraran en calor.
Aunque el alcanzo a empujarla, ella tomó la varita y... - ¡Amarra! – chilló la chica y de la nada, dos lazos que salieron del piso, amarraron las manos de Malfoy. Dejándolo indefenso ante una mujer que parecía ser capaz de todo.
- ¡No, Granger!
Y la astuta chica, comenzó a besarle el cuello, provocando que la pálida piel de Malfoy se volviera rojiza y que su respiración se volviera más agitada, sobre todo cuando los labios de Hermione bajaron por el pecho del chico haciéndole piruetas.
Las de la Logia ya la hubieran echo miembro honorario a la chicuela... JAJA.
Pero con eso de que a Hermione ya nada le importaba, andaba besuqueando a Malfoy por donde quería y se le pegaba la gana, el pobrecito por más que trataba de no pensar en eso, pues no podía y sudaba copiosamente.
- ¡No Hermione! (ya hasta por su nombre)
- ¡Haremos el amor Ahorita mismo! – decía la chica bastante alterada - ¡Y luego seré yo la que decida si me gustó o no!
- ¡Pe...! – ya no alcanzó a protestar pues ella le volvió a cerrar la boca con un beso, metiéndole la lengua hasta las anginas (no hagan eso) y mordiéndole dolorosamente el labio inferior hasta que una gota de sangre se asomó.
Y como si no fuera suficiente, ella le desabrocho los pantalones y se los quitó, dejándolo en calzoncillos, pocos sexy (menos mal que traía porque algunos no usan)
- ¡Ahora sí Malfoy! – decía Hermy ya más nerviosa sobre él - ¡Vamos a hacerlo aquí!
- ¡No! – gimió muy débilmente. Y el pobre temía que ella le fuera a meter mano a la caldera del diablo y este saliera...
- ¡Yo se que quieres, te siento, ardes de pasión y deseo por el cuerpo de esta sangre sucia! – y le mordisqueaba el cuello y las orejas, haciendo que el chico sintiera hervir su sangre y que se le parara... el corazón... ay, pero que mal pensada...
- ¡Ya para!
¡Cuando me harte de ti! – le decía y se daba vuelo, dejándole marcas de dientes, chupetones y le enterraba las uñas cual gata en celo... ahora sí... ojo por ojo y diente por diente... moretón por moretón y chupete por hartos chupetes.
Y como si no fuera suficiente, en la calentura pasional, ella le besó mas suavemente los labios sin importarle que tuvieran un poco de sangre (Ay, guácala)... mendiga vampira que resultó Hermione... pero él ya no podía poner más resistencia, porque el deseo se apoderaba de él.
(¿No que no... de eso pedia su limosna)
Así al puro estilo de ¡Jálame el pelo, muérdeme los labios, ámame hasta con los dientes y hasta que revientes! Porque el pobre ya solo ponía los ojitos en blanco, borrándose el color gris... a la serpiente se lo andaba devorando, no un águila como el escudo de mi país, sino una leona bastante... ebria... aunque ya ni se que tanto...
- ¡Her...mi...one... no, para... gran... Granger... por... favor!
- ¿Quién está adentro? – gritaron de pronto afuera - ¡Abran la puerta!
- ¡Maldición! – le tapó Hermione la boca a Malfoy.
- MMMGGG– se quejó Malfoy que traducido querría decir ¡Auxilio una loca con sangre muggle me quiere violar!
- ¡Silencio Draquito!¡recuerda que soy una buena bruja!– dijo con tono mordaz e irónico - ¡y si te atreves a gritar, tu vida reproductiva y sexual será muy aburrida! – y la descarada le puso la varita directamente en los... que ya saben... y al pobre se le acabaron las ganas con la tierna amenaza.
¡Oye, avisa a Maureen que hay alguien aquí encerrado! – decían afuera y hubo un silencio.
Hermione se levanto de inmediato, se acomodo la blusa le aventó su varita a Malfoy y revertió el hechizo de las amarras.
- ¡Hoy no se pudo, pero un día de estos voy a hacerte mío Malfoy, y como te dije, después seré yo la que te diga si eres bueno o no en la cama!
- ¿A la fuerza? – chilló el chico.
- Por las buenas o por las malas, el día, la hora el momento que a mi me de la gana... así que más te vale que comiences a cooperar, aun no sabes de lo que es capaz una sangre sucia... – y salió rápidamente de ese lugar dejando a Malfoy tirado en el suelo y se tapaba la cara, en el fondo deseaba que ella no se hubiera detenido y que los besos fueran interminables.
- Lo único que falto fue el látigo...
Y las que habían hablado eran Letizia y Mary Mercy al ver que ella lo había metido a la fuerza en ese lugar y habían decidido darles una hora de plazo antes de que algo más pasara porque ellas si sabían que Hermy seguía siendo pura... casi santa (¡Que alguien le prenda una veladora por el amor de Dios!)
Pero por lo menos, ahora si, Malfoy había sido acosado y no por la logia, si no por una chica que exigía venganza ¡y de que modo!
