Capítulo 27:
"Mi Primera Vez"… ¿De Quién? ¿Eh?
J.Lo reaccionó como a los 20 minutos, Mia y Letizia había regresado muy maltratadas pero satisfechas por haberle puesto la cara a las chicas de la logia y ellas hablaban con Lee en el piso de abajo, junto con Mary.
- ¡Ay, me duele mi cuerpecito! – gimoteó.
- ¿Estás bien?
- Un poquito – chilló.
- Bueno, pues tu propia obra te atacó – dijo Harry medio serio.
- Solo porque eras tú me atreví a intervenir – le reprochó entre dientes - ¿cómo crees que estarías a estas alturas? ¡Manoseado por nueve mujeres!
- Bueno pues...
- Porque no andabas muy a gusto...
- Pues no...
- Pero lucias tan sexy con las esposas...
- ¡Masoquista! - gruño el chico.
- Oye Harry...
- ¿Qué? – preguntó de mala gana.
- ¡Acércate y mira esto! – señalo su hombro.
- ¿Qué es?
Y de súbito, la chica lo jaló hacia su cuerpo, atrapándolo entre sus piernas y pegando su rostro al suyo.
- ¡Epa! – gimió Harry.
- ¿Sabes? Las chicas de lo logia son muy hábiles, gimnastas... todo eso se los enseñe, y creo que las alumnas superaron a la maestra.
- ¿A si? – respondió sofocado.
De inmediato lo rodeo con sus brazos y le beso los labios sensualmente y Harry no sabia que hacer, porque ella lo sujetaba fuertemente y él agitaba los brazos.
- ¡J.Lo! – gemía Harry bajo sus labios.
- ¡Antes de que seas de la logia te tomo yo primero!
- ¡No otra vez! – protesto y la chica casi le arranca la camisa, y dando otro movimiento logro voltear a Harry, quedando ella sobre él.
¡Ay por Merlín!
- ¡Oh Harry, te deseo tanto! – y el estaba petrificado, tanto que la chica le besaba la boca con frenesí - ¡haría todo por ti Potter! ¡Yo mataría por ti!... ¡pídeme que mate!
- ¡Solo quiero que te detengas! – exclamó, mientras ella atacaba su cuello, y al morder sus orejas, Harry sintió un ligero cosquilleo que subía y bajaba, un no se que y un no se cuando - ¡ay mi Dios! – gimió cuando sintió un ligero temblor en su cuerpo.
- ¡Solo déjate llevar Harry!
- No quiero – dijo débilmente, pero poco a poco se iba hundiendo en una oleada de placer.
- ¡Sí quieres! – murmuraba J.Lo mientras le acariciaba el pecho y le besuqueaba el cuello, buscándole la yugular y de paso la manzana de Adán...
- ¡Sí... sí quiero! – afirmo al fin, cerrando los ojos, aquello le estaba gustando mucho y los caídos se andaban levantando, así que lo único que le quedo por hacer, fue meterle las manos entre su blusa y tocar lo que pudiera tocar, aunque no era tan necesario buscar, porque ella le ayudaba.
- ¡Aquí Harry pon tus manos aquí!
- ¡Jane Loret Umbridge Cannavaggio! – grito de pronto Lee al subir - ¿qué diablos crees que estas haciendo?
- ¡Lee! – brinco la chica de la cama y se compuso la blusa.
- ¡Si te vas a "echar" al entrenador, no será en mi cama! ¡Que asco!
- ¡Maldición! – gimió Harry medio frustrado y trato de incorporarse.
- ¡Dame cinco minutos Lee! – lloriqueo J.Lo
¡Gacho!
Lo siento, vamos, entre todos llevaremos al entrenador a su habitación, la Logia tampoco entra en el área de los profesores.
- ¡Oh!
- Oiga entrenador, no aprende usted, casi cae con nueve pero esta es la peor de todas – le dijo al oído - ¡Anda queriéndoselo echar desde el primer día!
El chico se sonrojo...
- ¿Usa de estos o solo hechizos? – le dio una cajita de... condones (Aun no decido si Trojan o Sico)
- ¿Qué? – y sus mejillas enrojecieron.
- ¡Oh, bueno, de todos modos se los regalo, esto los conseguimos en una framacia muggle!
- Es Far... farmacia...
- ¡Pues eso! ¡Francamente yo no se como se pueden poner eso los muggles! ¿usted se los ha puesto entrenador? ¿es cierto que no se siente igual? ¡Dicen que no hay sensibilidad!
Harry que no tenia ni idea de cómo se podría sentir ese hulito "Allí" y muchísimo menos usarlo, trago un poco de saliva ¿qué le contestaría a alguien que se conocía, ya sabia de esos menesteres en el aspecto sexual?
- ¡Bueno, las chicas estas consiguieron información y que la mejor manera de ponerlos era practicando con pepinos y...!
- ¡Yo no los uso! – dijo Harry abochornado.
- ¡AAAAH, usted al natural, entrenador! – exclamo Lee entusiasmado, mientras bajaban la caja se cayo de la bolsa del pantalón de Harry en donde Lee se los había puesto y J.Lo lo recogió y lo vio, sus ojos brillaron.
- ¿Ya te estás preparando? – le preguntó seductoramente.
- ¡No son míos, yo nunca me los he pu esto y...!
¡No te preocupes! – le dijo al oído poniéndose en pun titas - ¡yo te lo puedo poner, he practicado ;) !
Esto hizo que Harry la viera horrorizado y sumamente rojo, ella le volvió a poner la caja en los pantalones y le pellizco el trasero.
Cuando Harry llegó a su habitación, los chicos ya lo esperaban impacientes.
- ¿Qué te pasó? ¿Dónde andabas? ¿Te agarró la logia?
- Sí, pero fui rescatado – en realidad ya no tenía ganas de hablar – mañana les cuento – fue a su cama donde se tiró, saco la cajita, y la vio detenidamente – ¡Está loca si piensa que yo me pondré uno de estos! (lo que quiere decir es... que lo andaba pensando... no, si la cachondez no anda en burro)
Pero en la mañana, cuando Harry despertó, Ron ya estaba cambiado y estaba viendo detenidamente un condoncito, el cual había inflado (Guac!)
- Oye Harry se te cayeron unas cosas – le mostró un par de condones sueltos, que no decían nada en la envoltura metálica - ¿Por qué cargas globos tan raros?
- ¡Ron esos no son globos... bueno si lo son, pero no son de fiesta... bueno si es toda una fiesta cuando los usas pero...!
- ¡Decídete Harry!
- ¡Mira Ron, esos se usan para tener relaciones in timas!
- ¿? – Ron quedo mudo por un momento - ¿Para tener... se xo?
- Sí Ron, eso te lo pones "ahí" antes de...
- ¡Que cosa tan horrible! – tiró Ron el globito escupiendo y limpiándose la lengua - ¿Cómo pueden inventar esas cosas tan horribles los muggles?
- Son espanta cigüeñas...
- ¡Que cosa tan espantosa, es mejor utilizar un hechizo... Bill una vez le dijo uno a Fred y me lo aprendí!
- ¿Ya lo has usado?
- Este... – se sonrojo - ¡pues una vez yo...! – quiso mentir, pero Harry le lanzo una mirada retadora – no... nunca...
- Ah... y por pura curiosidad ¿cuál es?
- ¿Para que lo quieres saber?
- ¡Seguramente para nunca usarlo, so, bruto!
- ¡Bueno, bueno... te lo anoto!
Más tarde, todos andaban en sus actividades, sin embargo Hermy de nuevo traía dolor de cabeza y Marius amablemente se ofreció llevarla a la enfermería para que tomara algo, dejando a Nirvana sola con Ron.
Hermione no había podido cambiar de concursantes, así que le había advertido al chico que dejara en paz a Nirvana.
Ella le miraba de reojo, Ron se hacia tonto leyendo un libro de quiddicht, aunque de ves en cuando le echaba un ojito, pero ella tenia otros planes, más atrevidos, más audaces, porque después de dos fajes...quería el tercero... quería ver que tan salvaje y tan prosaico era Ron.
Así que al ver que nadie los molestaría, se acerco a él a sus espaldas, súbitamente lo abrazo y le dijo al oído - ¡Ven a mi celda!
- ¿Qué dices? – gimió espantado.
- ¡Ven a mi celda! – y se pegó más a él – es la número doce...
La chica lo soltó y se marcho de inmediato, no sin antes darle el último vistazo desde la puerta y desapareció. Ron quedo petrificado y con la mente en blanco ¿qué diablos pretendía Nirvana al invitarlo a su celda? El no era ningún idiota, y ella podía ser de la logia. Pero la curiosidad hizo que el chico saliera a bus carla, hasta el área de celdas y la doce estaba abierta de par en par.
Ron sacó su va rita, y entró, el primer piso como siempre, parecía una verdadera celda, fría y húmeda, así que subió por la escalerita y arriba en la recámara, había media luz, la chimenea ardía lentamente.
- ¿Nirvana? – preguntó Ron.
- Acércate Weasley – respondió la chica y él se acerco a la cama, ella estaba ahí, metida entre las sábanas.
- ¿Qué haces ahí?
- Weasley... no tengo mucha ropa encima – dijo seductoramente y Ron tragó saliva -¿no quieres verme?
- ¿Verte? – se acercó un poco más y la vio, cubierta por una sábana, con el pelo recogido - ¿Por qué haces esto?
- ¡Anda! - alzo un pie y se lo puso en el abdomen – ¿No quieres ver de cerca?
- Creo que... creo que...
- ¡Anda! – la chica lo jalo de la túnica hacia ella y lo enredo en sus brazos – las de la logia te llaman Potro salvaje... así que quiero que me des todo el salvajismo que llevas en las venas.
- ¡No me hagas esto! – chilló Ron, pero fue lo último que alcanzó a decir, porque Nirvana comenzó a atacarlo a besos, y el pobre de Ron luchaba desesperadamente por su vida, y el pobre tenia mucha razón, siendo atacado por esa loca, ultrajándolo y victimándolo de esa manera.
Aunque cuando Ron pudo respirar un poco y levantó la vista, Lucius Malfoy le miraba detenidamente… en póster claro y el chico se puso tenso y quiso incorporarse, indignado, arreglándose la túnica mal trecha.
(¡¡pos este!)
- ¡No pienso seguir con esto… hasta que… quites eso! – señalo el póster.
- ¡Oh! ¡Esta bien lo quito! ¿Pero seguimos?
- A mi… a mi ya se me quitaron las ganas – le dijo, tomando su varita y dejándola con la boca abierta.
- ¡AAAAAAH! – chilló Nirvana cuando Ron bajó, haciendo una rabieta - ¡No lo puedo creer! ¿Qué se cree ese pelirrojo? ¿Que el puede manosearme cuando se le pegue su gana?
Y se volvió a ver a Lucius - ¡Y todo por tu maldita culpa! ¡Ya no eres mi ídolo! – saco su varita y de un hechizo quemo el póster del espejo -¡pero me las vas a pagar Ron, te voy a hacer mío tantas veces que desearas estar muerto!
Mientras Ron salía de las celdas, pero a su paso, algunas chicas ya estaban en las suyas y a través de los barrotes le vieron con mucho descaro.
- ¡FI FIUUU! – Le chiflaban - ¡adiós guapo!
- ¡Grandotes aunque me hagan llorar!
- ¡Hey Papi! ¿No quieres entrar a mi celda?
- ¡Ese mi pelirrojo! ¿No tienes quien te haga feliz?
- ¡Muñeco, ven aquí, entra y conocerás el paraíso!
- ¡Adiós primor!
- Y muchas se pegaban a los barrotes, gritándole insinuaciones y alguna mas atrevida se atravesó en su camino.
- ¡Anda grandote… quiero saber que se siente hacerlo con un pelirrojo!
- Me temo que no – dijo Ron y quiso seguir caminando pero la chica ya lo andaba tentoneando - ¡oye!
- Si tú andas por aquí, es porque buscas acción guapo…
- ¡Claro que no!
- ¡Aquí la diversión es gratis prefecto… anda, hay muchas celdas para escoger… la mia esta a tu lado! – y de pronto le pellizco su trasero
- ¡Hey! – brinco, pero ya algunas chicas entre las que eran de la logia y otras que no, comenzaban a cercarlo.
- ¡Pues de aquí no sales prefecto! ¡Escoge una celda primor!
Y Ron al ver esas caritas dulces y ansiosas por pasarlo por sus armas… opto por el gracioso regreso a la celda de Nirvana, mas vale malo conocido.
- ¡No se vale! – gritaron las chicas y se arremolinaron enfrente de la celda. Ron subió a la recámara desesperado y sin decir más nada, se escondió bajo las sabanas de la cama ante la mirada atónita de la chica, quien frustada, aun se seguía quejando de su mala suerte.
- ¿Qué? – sorbio el llanto.
- ¡Tienes que ayudarme! ¡Hay como 15 locas afuera… haciéndome proposiciones!
- ¿Y porque habría de ayudarte?
- ¿Acaso no quieres hacerme tu yo antes que cualquier otra? ¡Prefiero mil veces hacerlo contigo que con esas maniáticas que quieren entrar por mí!
Nirvana son rió, se puso de pie, y así como andaba, en ropa interior bajo de la celda.
- ¡OI GAN US TEDES OFRE CIDAS, ES TE HOMBRE ACA BA DE PA SAR POR MI COL CHON ASI QUE YA NO TI ENE NADA DE GA NAS!
- ¡Eres una zorra! – chilló una de ellas - ¡Todo lo acá paran tú y tus amiguitas!
- ¡Lo siento!
- ¡Que mala onda! – gruñeron y poco a poco, se comenzaron a alejar, Nirvana subió y Ron aun seguía bajo las sábanas.
- ¿Ya se fue ron?
- ¿Ya te quitaste la ropa?
- ¿Qué?
- ¡Querido, este favor se paga con "Cuerpo mático Visa Internacional!
- ¿Quieres… quieres que me des vista?
- MMM… pensándolo bien ¡Mejor yo te quito la ropa… A MORDIDAS! – y se le fue en cima, metiéndose de bajo de las sábanas con él.
- ¡No, Nirvana, espérate… Nirvana que lo vas a romper!
- GRRRR – gruñía Nirvana divertida.
- ¡Nirvana, así no… Me haces cos quillas… Nirvana… no me toques ahí Nirvana!
- ¡MIAUUUU!
- ¡Nirvana perate tantito! ¡Nirvana! ¿Qué crees que me haces, suéltame ahí?
- GRRRRR…..
- ¡Nirvana que eso no es correcto! ¡No, esperate… No…. Ahí no…. Oye…. Nirvana por Dios!
De pronto Ron saltó de la cama medio espantado de lo que la chica le estaba haciendo, completamente en cueros, o sea, sin nada de ropita encima (¡Pero que manos tan hábiles!) y se cubría sus partecitas con sus manitas.
- ¡Ven aquí Weasley se te resfriará el trasero!
- ¡Es que eso que me quieres hacer… es indignante!
- ¡Vamos Potro salvaje… cabalguemos juntos, tú solo… afloja un poquito!
- ¿Cómo pudiste quitarme la ropa tan pronto?
- ¡WEASLEY VEN AQUÍ INMEDIATAMENTE O TE ECHARE EN PELOTAS AFUERA Y MIRA QUE NO FALTARA QUIEN SE TE ECHE ENCIMA!
- ¡Oh, bueno… pero no seas tan salvaje!
- ¡Seré una niña buena!
Para ese entonces, Hermione había regresado con Marius y ya buscaban a Ron y Nirvana, aunque Marius le restaba importancia.
- ¿Dónde andarán?
- ¡No se preocupe prefecta, tal vez fueron a hacer ejercicio!
- ¿Ejercicio?
- Bueno, si usted piensa que Nirvana va a lastimar a Ron, no lo creo… más bien yo diría que los dos tienen en mente otras actividades…
- ¡Marius!
- Iré a buscarlos prefecta, tranquilícese…
Marius salió, y la chica se quedo pensativa, aunque afuera del salón escucho una voz conocida y taladrante.
- ¡Ay Draquito! – Dana Clifford - ¡Me esperas en este salón y en seguida regreso!
- ¡Está bien! – respondió Malfoy y entró al salón, Hermy ya se había escondido tras la puerta.
- ¡Maldito Buscón! – espetó la chica.
Malfoy entró muy quitado de la pena, cuando de pronto, la puerta se cerró y ella lo empujo contra la pared.
- ¡Hola Muñequito! – gruñó Hermione (Ay no, ya habla como las de la Logia)
- ¡Granger!
- ¿Cómo están Malfoy?
- ¿Cómo estan, quienes?
- Tú y el amiguito que esconden tus pantalones…
- ¡No seas vulgar Granger!
- ¡Como quieras! – y se le pego mas todavía, haciendo que al chico se le fuera el aire… pero ahora, Hermy no estaba ebria….
- ¿Me puedes soltar?
- Me temo que… NOP – respondió pegándose todavía más y Malfoy ya podía sentir todas las curvaturas del cuerpo de la chica - ¿Qué te pasa Malfoy? ¿Ya te doy miedo? ¡Anda, vamos a hacerlo aquí y ahora!
- ¡Estas completamente loca Granger!
- ¡Loca por pasarte por las armas Malfoy! – y lo sujetaba mas de la túnica.
- ¡Draquito! – entro de repente Dana, pero al ver la escena quedo espantada, sobre todo porque Hermione saco su varita y le apunto.
- ¡Has el favor de cerrar por fuera niña, que el señor Malfoy y yo, estamos tratando un asunto muy serio!
- ¡Oye no! – protesto Dana.
- ¡SAL DE AQUÍ MOCOSA O TENDRE QUE DARTE UN MALDITO ESCARMIENTO! (ay, que boca de camionero, esa no es Hermy definitivo, nos la cambiaron)
- ¡QUE VULGAR! – protesto Dana.
- ¡Moco murciélagos! – gritó Hermione y el hechizo apenas y le paso rozando los pelos rubios.
- ¡Ay!
- Malfoy intento moverse, pero Hermy lo sujeto del cuello con la mano libre, haciendo presión con su cuerpo.
- ¡QUIETO DRAGON! – luego se dirigió a Dana - ¡mejor vete antes que te deje una cicatriz en la cara… señorita Clifford (¡Eso!)
- ¡NO, UNA CICATRIZ NO! –Chillo Dana - ¡No quiero tener mi rostro desfigurado! – y salio corriendo, cerrando fuertemente, pero Malfoy hacia todo lo posible por no sentir lo que sentía con el cuerpo de Granger pegadísimo al suyo.
- ¡Granger, yo pienso qué!
- ¿Pensar? ¿PEN SAR TÚ? ¡Eso no es uno de tus talentos pequeño bombón! ¡Ya que ese es mi talento!... tu solo dedícate a ser lindo, bello… como un muñeco Ken, siempre perfecto para su Barbie.
- ¡Por Dios Granger! ¿Acaso no tienes cordura o dignidad?
- ¡No tengo por que es Imaginario! ¡Como tu cerebro!
- ¡Deja de insultarme Hermione!
Y la chica se le trepó de súbito, besándolo fuertemente y terminando como siempre, mordiéndole el labio inferior.
- ¡Ay!
Y al soltarlo le dio una bofetada - ¡PLAF!
- ¡Te odio! – le dijo y salió a toda prisa, dejando a Malfoy medio idiota.
- ¡Esta Granger esta loca, primero me besa, me pega y dice que me odia, esta jaladísima! – decía mientras sobaba su mejilla.
