Capítulo 29:
"Ernie decide Sacrificarse"… ¡No manchen!
Sakura llevaba todo el día persiguiendo a Anthony, casi suplicándole que un día de estos se le concediera visitarla en su celda, pero el chico, bien que se hacía del rogar porque ya había visto a la chica semidesnuda y de paso ya le había tocado sus cositas. Pero recordaba las palabras de Ron y se asustaba de solo pensar que no pudiera cumplirle.
Así que por más que ella le hacia fiesta, se le insinuaba, a Anthony le asustaba el hecho de pasar por las celdas de las chicas, con el riesgo de que alguna lo secuestrara y sobre todo, que le hiciera cochinadas…
Por otro lado, el pobre de Harry tenía que soportar (Ajá) que J.Lo en cualquier oportunidad lo arrinconara, lo besuqueara a su antojo (y él ni las manos metía) y le dijera un montón de cosas picantes al oído.
Ya saben, lo típico, eso de "que bueno estás, quiero todo contigo, Papi enséñame tus encantos, quiero verte como Dios te trajo al mundo mi pollote, a ver cuando cortamos una flor de tu jardín, a ver si aflojas y de último, si eres virgen hay que quitarte ese defecto"
Y aquí entre nos, Harry debía ser más virgen que Hermy, porque en el mundo muggle así como andaba con la ropa vieja de Dudley, las chicas de su localidad no creo que lo pelaran mucho y en el colegio, con tanta mala fama, y medio inocente en esas cosas (es que es bien tierno) pues la lagartona de Cho no pudo echárselo.
Ni hablar de Ron, quien parecía muerto en vida, y se erizaba cada vez que Nirvana le miraba fijamente y le hacía alguna seña que le recordara lo que habían vivido de pasión, ya sea una relamida de labios o un pequeño gruñido.
Y no es que el chico fuera poco pasional o no le gustara el sexo… ¿a que chico de 17 años no le gusta?
Lo que pasa es que lo espantaba que ella quisiera repetir y el pobrecito siempre necesitaba por lo menos una hora para recuperarse…
Otro que solo escuchaba a sus compañeros y su vida amorosa, desde la barrera, era Ernie y se preguntaba por que él no había tenido esa suerte, pero no la comentaba con nadie por que posiblemente todos le saltarían en cima.
¡Pero estaba resuelto a no irse del Elite Way sin antes haber probado las mieles del placer!
Así que urdió un plan, solito, arriesgado e intrépido… ¡ay, que tierno Hufflepuff! Tan leal y valiente…méndigo calenturiento… pero todo iba junto con pegado, porque las de la Logia si lo tenían en la mira, solo que se veían obligadas a hacer todo con más discreción por los rotundos fracasos con Anthony, Harry y Ron.
Mientras tanto, algo se suscitaba en la celda de Mia y una visita inesperada (para su desgracia no era George)
- ¡Eleanor! – exclamó al verla pasar - ¿Y ese milagro?
- ¡Ya me entere que fuiste a casa de los Weasley! '
- Ese es un chisme viejo Eleanor, andas atrasada…
- ¿Y como te fue en su elegante mansión?
- Me fue bastante bien chica, su familia es muy agradable…
- JA – sonrió Eleanor de modo despectivo - ¿Cómo pudiste quedarte en semejante mugrero? ¿Tu madre ya se enteró?
- ¡Mira Eleonor! No te metas conmigo porque saldrás perdiendo, George Weasley me interesa así como es, yo no me fije en sus bienes materiales…
- ¿Y él?
- ¡El es el mejor niño del mundo, no es interesado!
- ¿Y te quiere?
- Me dijo que le gusto…
- Pero eso no significa que te quiera… a el le pueden gustar un montón…
- ¿A que viene todo eso Eleanor?
- Solo vengo a decirte la verdad Mia… abre los ojos, queridita…
-
¿Qué dices chica, que no te entiendo?
- Lo que todo mundo sabe Mia, solo haces el ridículo con Weasley… ¡mira con quien!
- ¡Eso no es cierto, no es verdad!
- Dime una cosa Mia, ¿George Weasley te ha dicho que te quiere, que lo vuelves loco y que quisiera andar contigo?
- P… Pues no… pero…
- ¡Ese chico solo te tiene lástima!
- ¿Qué?
- ¡Claro! Porque solo eres una pobrecita niña rica, media boba y tarada para unas cosas, lista en dizque otras y que finge ser la niña mala en el quiddicht.
- ¡Mentira!
- ¡Admítelo Mia! ¡Seguramente ya sabe que en todo el año solo ves a tus padres dos o tres veces y convives el resto del tiempo con la servidumbre y te tendrá lastima! Mírate, haciendo el ridículo con un pobretón, sin clase… pelirrojo… y que aparte solo se burla de ti!
- ¡George me quiere!
- JAJA… como me río, el es mayor de edad y tu para el solo eres una escuincla babosa ¿Crees que el pese a lo que es, andaría con una niñita insufrible como tu? ¡Para nada!
- ¡No conseguirás herirme Eleonor!
- Mia, no quiero herirte… solo pregúntale ¿quieres? Tú siempre has sido directa, así que solo pregúntale si te quiere y si va a andar contigo… obtén tu respuesta y cállame la boca… así de simple.
(Andale Mia, por haberle quitado su virtud indirectamente a Hermy mira lo que te pasa ¡hay justicia!)
- La chica salió de la celda, dejando a Mia muy pensativa, así que cuando salio J.Lo del baño, pues había escuchado todo.
- No le hagas mucho caso a esa, ya la conoces…
- Pero… tiene razón…
- ¿En serio lo crees?
- Cuando estuve en su casa, me pareció verle muy molesto conmigo y luego yo lo bese a él… ¡él jamás me beso a mí!… y ese día solo me dijo que le gustaba… pero tú y yo sabemos que de gustar, a querer, a amar y a desear, hay mucha brecha…
- ¡Pues entonces pregúntale!
- ¡Jane! ¿Tú podrías…?
- ¡Olvídalo! ¿Cómo crees que le voy a preguntar? ¡Ese es tu deber Mia!
- ¡Anda J.Lo! ¿Le puedes preguntar tú? ¡Es que no soportaría una respuesta que no quiero escuchar!
- ¡Por fa, por fa… soy una chica tímida! ¿Me ayudaras?
- Si tú eres tímida yo soy un ángel…
- ¡Anda J.Lo! ¡Por fis! ¿Le preguntarás?
Y J.Lo pese a que se peleara, le dijera que ella padecía el síndrome de Shakira por aquello de torpe, ciega, sordo muda, loca, flaca y testaruda… pues le tenía mucho afecto, y aunque no debía hacerlo acepto.
- ¡Ay, esta bien… pero será como tragar hongos venenosos! ¡Maldita cobarde!
- ¡Gracias, gracias!
Eran las ocho de la noche, cuando Ernie salio de su habitación sin que lo vieran, iba bien cambiado, olía rico y fingía ir a devolver un libro en la biblioteca, pero él sabía que la biblioteca cerraba a las siete y media.
Así que cuando subió, ya estaba cerrada, no había alumnos en el pasillo, pues la cena se servía a esa hora…
Pero podía sentir que era vigilado y su corazón se agitaba terriblemente.
Entre la oscuridad, por lo menos tres niñas lo observaban, con sus caperuzas rosa y sus antifaces brillantes.
El chico las vislumbró y dio varias vueltas, acariciando su varita, pues tampoco se daría así nada más, tenía que luchar, dar una pequeña batalla antes de darse por vencido.
Los largos pasillos solariegos, con el montón de estatuas a las orillas provocaban en la noche un escenario poco agradable, pues aparte que estas rechinaban cuando se movían, se podía sentir que escondidas tras ellas, acechaban.
Continúo caminando, cuando de pronto, todas las antorchas se apagaron, quedando en plena oscuridad y ya Ernie comenzó a sentir algo de miedo… no sabía lo que pasaría, ni lo que le harían, saco su varita fuertemente.
- ¡Lumus! – dijo y la punta de la varita se iluminó. Pero la oscuridad era terrible, solo veía sus manos sosteniendo la varita. Escucho un ruido, y cuando alzo la varita, casi se muere del susto, al ver frente a él, a una persona envuelta en una caperuza rosa y con un brillante antifaz.
- Hola Pollote – le dijeron con su voz fingida - ¿Por qué tan solito?
- ¡La Logia! – gruñó
- ¡Miren que rico pollote nos vamos a echar niñas!
- ¡Sí, sí, sí! – murmuraron a sus espaldas, en menos de los que cantaba un pollo, digo, un gallo, Ernie ya estaba rodeado POR TODA la logia, las doce chicas.
¡Yo pido mano primero! – dijo una de ellas abrazándolo a sus espaldas por la cintura y el chico quiso safarse, pero ella lo apretó más.
Pero no falto una más perrona que le tocó el paquetín y el saltó indignado.
- ¡Hey! – Y alzó su varita -¡Lumus Máxima! – y la luz iluminó los brillantes antifaces y vio las sonrisas coquetas.
- ¡Vamos pollote, déjate llevar… te vamos a gozar tal cual!
- ¿Están locas? ¡Déjenme tranquilo! ¡Debo regresar a mi recamara!
- ¿Creías que tú estabas a salvo? ¡Para nada pollote!
- ¡Yo pido los muslos del pollote!
- ¡A mi denme la pechuga!
- ¡Yo pido rabadilla!
- ¡Alitas! - pedía una
- ¡Pescuezo! - chillaba otra
- ¡Buche! - decía una más atrás y Ernie ya se sentía descuartizado
- ¡Pico! - pidió la más dulce... si es que había una más dulce
- Quietas niñas, que este pollote alcanza para todas…
- ¿Qué me van a hacer degeneradas?
- ¡Te vamos a hacer gritar… pollote!
- ¡Vamos a tener un festín contigo!
- ¡Te vamos a dar… pa tus tunas! (o sea te vamos a echar)
- ¡Malditas lujuriosas! – protestó Ernie, tratando de safarse, como que el valor se le estaba terminando, pero al querer salirse, algunos pares de manos lo jaloneaban y en ese momento no se le ocurría ningún hechizo pa salvarse.
- Mira niñote, ven con nosotras, te conviene, por las buenas…
¡No! – gimió Ernie, tratando de safarse, pero una le arrebató la varita, y sintió como era arrastrado por una corriente de chicas felices y jariosas, que lo llevaban a no sé donde, cuando quiso patalear, simplemente le levantaron los pies, y una más le tapo la boca. Ernie fue llevado a una habitación oscura, rodeada de velas que apenas e iluminaban, las chicas lo arrojaron en la cama y cuando el trato de incorporarse, algunas de ellas lo ataron de pies y manos… ahora sí, estaba a su merced. Pero él se lo había buscado.
Una más se encargo de tratar de quitarle sus trapitos, así que en menos de un minuto, el chico andaba en calzones, con su orgullo bien pisoteado. Las niñas salieron un momento, y después de un rato, entro la primera, que se abalanzó sobre él y comenzó a besarlo vorazmente, Ernie comenzó a relajarse, a ponerse flojito y dejarse llevar… es como dicen, si de todos modos va a pasar, pa que ofreces resistencia, mejor que te echen a gusto.
Y eso pareció que el estaba dispuesto a hacer, porque dejaba que la chica lo recorriera a su antojo y que lo manoseara hasta donde se le pegara su regaladísima gana, pues pa eso se había preparado y se había hasta perfumado, así que por lo menos, la primera, lo ensalivo a gusto.
Por lo menos al chico le daban chanza de que respirara quince minutos por cada chica que pasaba… por ahí de la sexta, Ernie ya estaba medio desatado, había comido y bebido algo, ya se había dado hasta un baño cuando la séptima lo sacó de la regadera y se lo llevó a la cama.
Ahora ¿Cuál es la estrategia de Ernie? Portarse muy bien, para que al momento de ¡dale duro papito, quiero más, sigue, sigue, dame más! Dejaran de fingir las voces y el "supuestamente" las reconociera…
(Yo solo me pregunto ¿No hay niñas vírgenes y decentes en ese colegio? ¡Ah si! Las de primero a cuarto… creo)
Pues bueno, Ernie le estaba dando vuelo a la hilacha, dándole un gustazo al cuerpo, y pese a la oscuridad, ya había identificado unas voces y las había de todo, desde las más voraces hasta las más tranquilas que solo se conformaban con manosearlo ¡AAAH ya decía yo que no todas tenían porque hacer de todo!
¿Cuál fue el resultado? Que Ernie se portó tan bien, que hasta hubo quien repitió… Ah sí, porque se valió repetir, así que por ahí de las cinco o seis de la mañana, Ernie MacMillan, el chico del sacrificio, regresó a su habitación, con una maldita sonrisa de satisfacción.
Cansado, ojeroso, adolorido, pero satisfecho de haberle cumplido a las doce damitas en cuestión ¡Ese es un hombre!
