Capítulo 33:
"¿La Prometida?" ¡Ay, caray ¿y eso!
George se quedó en casa de Mia esa noche, pero no pasó absolutamente nada (Gracias a Dios un hombre que no solo piensa en sexo)
Hasta Harry pudo dormir, porque la chica insistió en que J.Lo se que dará con ella para que velara su sueño, así que Harry no pudo dormir calientito esa noche...
Y estuvo perfecto, aunque le faltaba saber quien era la jefa, sabía que al día siguiente obtendría la respuesta. Al día siguiente todos regresaron al colegio, Mia con cara de felicidad, y George más con vencido de que era lo mejor, no perdía nada con tener una relación sentimental con ella.
Pero Ron le tenía una sorpresa a su hermano, pues le había llegado una carta de su padre.
- ¿Qué? ¿Papa escribió? ¿Por qué?
- No lo sé, no la quise abrir, no sea que tenga un hechizo en caso de que alguien que no sea tú lo lea...
- Es que me parece raro...
- Por cierto ¿qué paso entre Mia y tú? ¿Arreglaron sus problemas, ya andan?
- Pues sí... aun que no sé si funcione, porque nos queda poco tiempo aquí y yo me voy a Hogsmeade para la apertura de la nueva tienda de bromas.
George desenrollo el pergamino y leyó ávidamente el mensaje:
"George, hijo:
Recibí la visita del señor Marcus Hilton, fue una
sorpresa para mi, porque por lo que sabemos, el siempre ha estado
lejos del Ministerio y en la época oscura, a pesar de ser
sangre limpia y tener cierta relación con magos oscuros, se
mantuvo exiliado en el extranjero con su familia porque no quería
tener que ver con quien ya sabes.
El caso es que me visito,
asegurando que tu y su hija tienen una relación amorosa, yo lo
tomo solo por un simple romance juvenil, pero el me aseguro que es
algo mas serio, y me dijo que esta de acuerdo en el noviazgo.
Yo no alcancé a conocer a la jovencita el día que fue a la casa, pero supongo que esta a la altura de un Weasley. Me encantaría conocerla el fin de semana ¿podrías llevarla a la madriguera?
Atte. Arthur Weasley."
(Este caso… se complica… ¡Ay que papa mas exagerado! Solo me pregunto… ¿Qué dirá Ereka Hilton de este asunto?)
- ¡Vaya! ¿Como pudo ser? – George se quedó helado.
- ¿No crees que sea muy exagerado?
- ¡Por supuesto, ya te dije que ni siquiera se si funcione!
- ¿Y ahora que harás?
- Pues… llevar a Mia a la madriguera ¡que otra nos queda!
- ¿Ya oyeron niños? – gritaron de pronto unos de sexto - ¡Habra fiesta en casa del entrenador este fin de semana?
- ¿QUEEEE, ESTAN LOCOS QUE LES PASA?
- Pues entrenador – sonrieron los chicos – este fin era la fiesta en casa de Mia y a donde vaya ella, se hace la fiesta.
- ¡No se preocupe, nosotros ponemos todo!
(OH OH... COMO 30 chicos en el patio de la madriguera... ¿que dira Molly? ¡se va a armar la revanvaramba! o sea el vil demadre!)
- ¿Oíste George? ¡No pueden ir, mama nos matara! – chilló Ron.
- ¡Tengo que hablar con Mia! – gimió el chico - ¡No puedo creer todo esto!
Pero cuando iban en busca de la chica, los anuncios estaban por doquier : "Se les comunica a los chicos que reciban la invitación para la fiesta del fin de semana, que será en Ottery Saint Cachpoddle, y será "de traje" así que lleguen a las siete el día sábado con todo lo que puedan"
- ¡Estos son rápidos! – protesto George. Divisando a Mia en el pasillo rodeado de algunos de sexto y séptimo. Ella al verlo bien serio, no pudo evitar sentirse abochornada.
- Ya viste los anuncios – dijo con una sonrisa tímida.
- ¡Mia eso no puede ser! – exclamo George - ¡papa si quiere conocerte pero de ahí a que lleguen tus amigos!
- ¿Tu padre quiere conocerme? – chilló - ¿Cómo es eso? ¡Yo pensé que a estos simplemente se les había pegado la gana hacer la fiesta en el patio de tu casa!
- ¡Lee esto! – le entrego el pergamino y la chica primero se sonrojo, después se ilumino y por último tenía una mirada feliz.
- ¿Mi papa hablo con el tuyo? ¡No lo puedo creer! Pero... pues tienes razón, no pueden hacer la fiesta en tu casa y... – y cuando volteó a ver a los organizadores, todos tenían caras largas, ojos redondos y con cara de ¿qué?
- ¡No nos puedes hacer esto Mia! – gruñó Marian - ¡contamos contigo!
- ¡Mia, no seas gacha!
- ¡Haremos una protesta!
- SI, SI, Si...
- ¡Ay, pues! – miro a George que estaba pálido y sudoroso, Ron también estaba mal, porque si Molly se enfurecía...
- ¿Qué pasa Mia? – exigió George - ¡Esto se tiene que suspender!
es que yo soy la lider... y a donde yo vaya, todos me siguen como corderitos...
- ¿Y el dia que no estés?
- ¡Pues dejare a una que ocupe mi lugar!
- ¡Mia, este es un gravísimo problema!
Eh... ¡ya se! ¡tengo una idea! – brinco y se alejo corriendo rumbo a la dirección. Para la tarde, las invitaciones estaban repartidas, solo asistirían 30 chicos y chicas, incluyendo a la banda y quedando fuera como la mitad de chicas de la logia.
George no encontraba a Mia porque se había jalado las clases junto con Letizia así que ya sudaba de solo pensar que su madre le cortaría la cabeza. La chica apareció un ratísimo después muy contenta.
- ¡Mia!
- ¡Todo resuelto George!
- ¿A que te refieres?
- ¡Hable con tu madre!
- ¿QUÉ?
- ¡Hable con ella y por supuesto que nos presta el patio, es más, ya pedí una carpa, anti-ruido, para que mas noche tus padres puedan dormir sin escuchar el escándalo!
- ¡Pero... pero...!
- ¡Así los invitados estarán aparte y solo los deleitare unos momentos con mi agradable presencia y así conoceré muy bien a tu padre!
- ¡No Mia!
- ¡Ay George! – se paró en puntas y tuvo que bajarle la cabeza para darle un besito – no te aflijas, que los invitados fueron bien seleccionados... todos son cool y ninguno es de los que juzgan... ¡Porque saben que les volare el cuello si lo hacen!
- ¿Mi madre dijo que sí?
- Claro – sonrió nuevamente - ¡Así tus amigos también podrán ir!
- ¡Eres una loca! ¿Lo sabes?
- SIIIIII – chillo con los ojos brillantes.
- ¡Hey Mia! – se acercó de repente Amanda - ¿Es cierto que andas con él?
- Sí Amanda, George es mi novio ¿Ok?
- Prohibido tocar – sonrió Amanda y se marcho, George le miro con recelo, pues ya sabia que ella era de la Logia.
- ¿Ella ira a la fiesta?
- Claro... ¿quieres ir conmigo a jugar billar mágico? ¿O prefieres perderte en el campo de quiddicht conmigo?
- Eh... vamos a jugar billar, solo deja que le diga a los chicos del fin de semana en la casa de mama.
- Al poco rato, el resto de los prefectos ya sabían de la fiesta, Padma se lo decía a Hermy - ¿Iras Granger?
- Claro que sí, los Weasley me quieren mucho...
- Entonces nos iremos juntas a la fiesta ¿o te piensas ir mas temprano?
- Me iré con Ron...
- Bueno, ahí te veremos...
Y hablando de Ron, el pobre chico estaba sobre una mesa, probando un beso mojado, si, el que se había asqueado de Harry cuando le dijo en cierta ocasión que el beso de Cho, había sido así... ahora probaba uno...
¿Y porque? Porque Nirvana no había recibido invitación a la fiesta y creo que de puro coraje se lo andaba besuqueando sabroso... trepada sobre él, no lo dejaba moverse mientras sus lagrimas caían.
- ¡Nirvana ya contrólate! – gemía Ron con su rostro mojado
- ¡Tendrás que dormir esta noche conmigo para compensar el fin de semana!
- ¿No estas exagerando?
- ¡No pequitas! ¡Como es un número limitadísimo de chicos y chicas, nos excluyeron a muchos!
- Lo siento Nirvana...
- ¡Ay pecas y yo que me imaginaba entre tus brazos bailando toda la noche y escabullirnos entre el jardín para pecar a la luz de la luna!
Y Ron se imaginaba a Molly descubriéndolo en plena acción en el jardín... era capaz de matarlo, desenterrarlo y volverlo a matar y a ella ponerle un cinturón de castidad o algo parecido... por impúdica.
- ¡AAAAAH, pero una cosa si te digo pequitas! – y le tomo del cuello de la túnica y lo zarandeo un poco - ¡Pobre, pobrecito de ti si me llego a enterar que anduviste abrazado con otra por ahí!
Ron se pregunto si Molly lo dejaría quedarse a toda la fiesta y si tendría oportunidad de abrazar a otra chica... lo mas seguro es que a las doce, se metiera a dormir.
- ¡Como crees!
- ¡Mas te vale Ronald Weasley que tus pantalones no se alboroten con otra por ahí, porque soy capaz de castrarte por infiel, porque júralo que me voy a enterar!
- ¡Estas exagerando Nirvana! – protestó al sentir que ya lo andaba ahorcando.
- ¡Oh mi adorable pequitas! – aflojó un poco el cuello y continuo besándolo de manera sensual que a Ron ya se le andaba despertando el "asunto", cuando los chicos de tercero que antes habían descubierto a Malfoy y Hermy entraron al salón.
- ¡Diablos! – gimieron - ¡Otros mas que andan dando show gratis!
- ¿No es Nirvana Tyler? ¡Esta buenísima!
- ¡Oigan, váyanse a una celda!
- ¡Ya estuvo bueno de tanta inmoralidad! – decía uno.
- ¡Sí, ya estuvo bueno de que nos den tantos malos ejemplos, apenas estoy cambiando la voz como para ver pornografía en un salón de clases! – respondió otro.
- ¡Ya chole con sus destrampes sexuales... inches prefectos!
- ¡Exigimos autoridad y decencia en los salones!
- ¡Par de sucios!
- ¡Miren escuincles! – se levanto Nirvana toda desarreglada - ¡Cuando sean carne fresca para la Logia, y se los echen, van a saber lo que es bueno!
- ¡Ay si, ay si! – gruñeron.
- ¡LARGO O LES PIDO QUE LES HAGAN UNA VISITA Y LOS HUMILLEN PORQUE "ESO" AUN NO SE LES PARA LO SUFICIENTE! – grito la chica.
Los niños la vieron boquiabiertos y con la misma salieron corriendo tapando sus partecitas, Nirvana soltó la carcajada, mientras que Ron también se incorporaba.
- Oye Nirvana... ¿tu fuiste de la Logia?
- ¿Yo? ¡Para nada!... yo siempre consigo lo que quiero... solita – y lo abrazo – te espero en mi celda a las nueve... ¡Haremos una revolución en mi alcoba!
- ¿Hasta la nueve? – gimió medio desesperado.
- MMM – Nirvana hizo una observación en los bajos del chico - ¡Lo siento pequitas, pero creo que tendrás que darte un baño... una mano o... respirar lento y profundo para que el coloso se aplaque!
- ¡Oh Dios! – suspiro Ron, viendo como la chica salía muy divertida del salón y lo dejaba solo, con sus penas y con sus ánimos encendidos - ¡Un baño con agua fría es lo que necesito! ¡Que desgraciada, primero me enciende y ahora no me apaga!
Otra que se divertía como nunca era Hermione, pues era obvio que Malfoy y Pansy no irían a ningún lugar.
- ¿Qué, iras con los Weasley? – preguntaba ansioso en un lugar apartado, donde no fueran vistos... por sus propios compañeros, porque por parte del colegio, eran una vieja noticia.
- Claro – respondía la chica muy seria.
- ¡No vayas Granger, quédate! – exigió el chico.
- Lo siento Malfoy, pero estoy invitada...
- ¡No Granger... yo te necesito aquí, conmigo, no me dejes!
- ¡Ay Malfoy, no seas empalagoso, iré con ellos por que
son mis amigos!
¿Y yo que soy? – protesto.
- Primero penso en "Amigovios" pero no eran ni novios ni mucho menos amigos...
- ¿Un ligue ocasional? – dijo Hermy divertida de su expresión.
- ¿QUÉ? – gimió Draco ofendidísimo - ¿Ligue ocasional? ¿Estás loca? ¡Eres MIA! ¡Eres MI vieja!
- Estás muy equivocado Malfoy... no eres el único que puede gozar de este cuerpecito – y señalo sus encantos.
- ¡No quiero que vayas a esa fiesta!
- ¡LOOO SIENTO...No eres mi dueño, así que hazte a la idea que me iré con los chicos!
- ¡Hermy, por favor, no vayas, quédate conmigo! ¡Tú y yo la pasamos tan bien juntos!
- ¡Tú solo piensas en sexo! – gruñó la chica (no se habrá mordido la lengua?) - ¡Y en estar sobre mi todo el tiempo, necesito respirar, estar sola!
- ¡Hermy! – chilló, ya estaba muy rojo del coraje.
- Lo siento mucho Draquito precioso, pero en esta ocasión tú y tu fiel compañero estarán a dieta – les dijo, bueno le dijo con singular picardía.
- ¡No juegues! ¿Y si a mi "amigo" se le antoja otra del colegio?
- Me enterare – sonrió dulcemente, ocultando algo de celos – y me aseguraré de que tu vida sexual se vuelva aburrida...
- ¿Y como?
- ¡Te lo cortare, lo guisare y haré que tu te comas la maldita mitad y la otra se lo enviaré a tu madre! – murmuró coquetamente y se alejo de ahí, caminando con la frente en alto, pero al dar la vuelta, soltó la carcajada, pero de pronto, J.Lo le impidió el paso.
- ¡Vaya, vaya! ¡Hermione Granger haciendo sufrir a un hombre de manera sexual! ¡Quien te viera prefecta, tan seriecita... bien que dicen, que las calladas llevan la música por dentro... o bueno, otra frase seria que... las calladas no rompen un plato, si no toda la vajilla!
- ¿Lo dices por experiencia? – preguntó la chica mordazmente.
- ¡Bravo, bravo! – aplaudió J.Lo - ¡Por fin sacas a la mujer dormida prefecta... ya era hora de que tú tomes el control de los acostones y no él!
- ¡No molestes J.Lo!
- Oye... ¿y podrás estar sin él, el fin de semana?
- ¡Claro que sí, si no nacimos jun tos!
- ¡Pero la carne es débil... y las ganas muchas!
- ¿Insinúas que yo todo el tiempo pienso en estar haciendo "eso"? ¡Creo que tengo otras cosas más importantes en que pensar! (Ahora resulta) ¡Ni que fuera tú!
- Bueno - sonrió J.Lo ante la verdad verdadera -... este... ya sabes cual es la celda vacía ¿verdad? Solo tienes que decir mientras sostienes la varita en la cerradura "quiero hacer una sexy travesura" y se abrirá...
- ¿Por qué me dices eso?
- Por si quieres ir a pensar ahí, sobre esas cosas... importantes – sonrió y se alejo de ella.
- ¡No Hermy... ya chole con esos encuentros cercanos con ese idiota! – pensaba la chica mientras buscaba a Ron - ¡Ya Hermy no pienses en estar haciendo eso con Malfoy, tú eres una chica decente (¿Perdón?)... estudiosa (Excuse me?), inteligente (eso sí) que no puede estar pensando en sexo en estos momentos! (ajá)
La última en recibir una invitación (muy a tiempo porque estaba a punto de suicidarse) era Sakura, la cual respiró lento y profundo cuando la tuvo en sus manos y sus ojos brillaban. Hugo, su compañero también había recibido la suya.
- Oye Sakura, ¿por qué no te comportas? Esa cara de felicidad que tienes me desespera.
- ¡Es que pensé que en la selección no saldría!
- ¿Te digo un secreto?
- ¿Cuál Hugo?
- El prefecto Goldstein – dijo – vemos que se te hace mucho del rogar... pero la verdad es que te espía mucho...
- ¿Qué?
- Chris y yo le hemos visto... y pensamos dos cosas... o piensa que eres de la Logia o en verdad le gustas...
- ¿Yo de la Logia? Si fuese así, ya me lo hubiera botaneado...
- Yo te conozco bien Sakura y sé que entre tú y él, no paso nada aquella ocasión pero... creo que pierdes tu tiempo con alguien que se hace mucho del rogar...
- ¡Lo sé!
- Te propongo un plan...
- ¿Cuál?
- Ahora en la fiesta... haremos una pantomima... fingirás que andas con mi hermano Franz... ¿qué te parece?
- ¿En serio? Oye yo me llevo bien con él pero...
Ven, vamos a hablar con él... si todo resulta, el prefecto terminara dando su bracito a torcer ¿estamos?
- No tengo más nada que perder...
El fin de semana, Mia se puso más bella que nunca, y usando un traslador, se fue con George, Ron, Harry y Hermy (Nirvana estaba a punto de sufrir un colapso nervioso porque el pecas iba a estar con todos menos con ella) y el resto de los prefectos y los chicos de la fiesta se irían después.
Cuando los chicos llegaron a la casa de los Weasley, el señor Weasley fue el primero en recibir a Mia.
- ¡Que bonita niña! – le dio un abrazo - ¡Así que tu eres la casi prometida de mi George!
- ¡Ay, que lindo! – sonrió Mia, pero los chicos estaban boquiabiertos ¿qué había dicho el señor Weasley? ¿Prometida?
- ¡Es preciosa George! - sonreia Arthur a un pálido George.
- ¿Verdad que si Arthur? ¡es una monada! Media flacucha y un poco despistada, pero es por la edad...- acompletó Molly.
- ¡Ay señora Weasley, que lindo cumplido!
- Mira Mia, te presento a mi hija Ginny...
- ¡Hola cuñis!- saludo Mia efusivamente.
- ¿Qué tal? – saludo Ginny enviando una mirada turbia a los chicos – me da gusto conocerte...
- ¡Espero que nos llevemos bien! ¡Eres guapísima, como tus hermanos por supuesto!
- Claro – sonrió entre dientes.
- Y cuando Mia entro a la casa con sus suegros, Ginny detuvó a George - ¿tenias que encontrar a una replica de Fleur Delocour, mejorada, aumentada, pero con cero coeficiente intelectual?
- Ginny... créeme... podrá parecer boba, tonta y todo lo que quieras, pero si es astuta en algunas cosas... y es buena para el quiddicht.
- ¡Tiene mi edad!
- Un año más que tu hermanita...
- Oye... pero se nota que tiene oro de sobra.
- Pues a ella no le importa que no sea rico, me quiere porque soy único, alto, guapo, inteligente, sexy, bromista y...
- ¿Unico? ¡Ay George, te recuerdo que tienes a alguien idéntico a ti... Fred!
- Mia ama George... solamente a George... No a la replica barata de Fred...
- ¡Que cosas! – sonrió Ginny entrando a la casa -¡Mis hermanos son unos tarados!
Pero Mia le encanto a Arthur, se le hacia simpatiquísima, y divertida, así que la tarde fue agradable, para las seis llegaron algunos chicos que levantarían la tarima y la carpa para la fiesta cerca del cobertizo, entre ellos, Thierry, el cual apenas vio a Ginny se le fueron los ojos.
- ¡U LA LA! – dijo seductoramente - ¡en mi vida había visto una pelirroja tan guapa y sexy, mira que largo cabello tan brillante, sedoso, que rostro tan más angelical!
- Ya, quieto Thierry – dijo Lee – que esas no son chicas a las que estas acostumbrado... solo mira lo que te paso con Padma Patil.
- Padma es otra cosa, no es tan interesante como esa bella pelirroja – y dejo a Lee yendo a donde Ginny arreaba unas gallinas.
- Hola... en verdad digo, ¡bendito el árbol con el cual hicieron la cuna en donde te mecieron!
- Ginny alzo la vista y vio al tremendo bombón sonriéndole, y por un momento se sonrojo – Eh... Hola...
- Me llamo Thierry ¿y tú?
- Ginny...
- ¿Sabes que eres preciosa?
- Sí claro... ya me lo han dicho...
- Nunca había conocido una niña pelirroja como tú...
- ¡Thierry! – chilló Mia desde la ventana - ¡aléjate de mi cuñada que no es del tipo que acostumbras!
- No le hagas caso, es una histérica... si acudes a la fiesta, quiero que bailes conmigo...
- ¿Por qué no? – sonrió la pelirroja... ella estaba acostumbrada a tratar con ese tipo de chicos.
- Él le guiñó un ojo y se regresó a donde levantaban la carpa ayudado por un entusiasmado señor Weasley.
- ¡Señora Weasley! – llegaba de pronto Lee - ¡Se rompió mi túnica!
- ¡Quítatela un momento, te la remiendo!
- ¡Señora Weasley – llegaba otro – me pinché un dedo!
- ¡Enseguida te pongo un ungüento!
- ¡Señora Weasley creo que me cayo pesado el desayuno!
- Te dare un purgante jovencito...
- Señora Weasley ¿podría hacerme piojito?
- ¡Señora Weasley! ¿No quiere ser mi madre por un dia?
- ¿Qué se creen esos? – protestó Ron - ¡es mi madre, no la de ellos!
- Déjalos Ron, tu madre ya esta acostumbrada a tener hijos
adoptivos – sonrió Harry.
- Eso sí pero...
- ¡No seas celoso!
