Mi locura, es por culpa de Tu Reflejo

YuGiOh – Joey x Seto x ?

By Kaede Sakuragi

Capitulo 01

Cada uno llego a su respectivo hogar, destrozados, sin ganas de nada. Y sobre todo, con muchas dudas.

La mansión se encontraba fría. Solitaria, y silenciosa. Camino despacio, subiendo las escaleras por inercia, seguido por su hermano preocupado. Ninguno de los dos había dicho algo, desde que salieron del cementerio. Apenas procesaban el descubrimiento de que Joey Wheeler, poseía un hermano gemelo. Golpe bajo para la poca racionalidad del CEO.

Llego hasta su recamara, y entro como zombi. Mokuba le dijo algo, pero su mente estaba cerrada a todos y a todo. Cerro la puerta, sin miramientos, recostándose sobre ella, cayendo al suelo lentamente. De sus ojos volvieron a salir lagrimas desesperadas. No aguanto mas, y los sollozos empezaron a convulsionar su maltratada alma.

Joey ... – empezó a llamarlo - ... Joey porque me dejaste? – ya no podía contener mas su dolor angustiante.

Quedo tendido en el suelo, llorando como nunca en su vida lo había hecho. El cachorro rubio había sido el único que las mereciera.

Flash Back

En la preparatoria de la cuidad, se sentía los pasos apresurados de alguien, que llegaba tarde a clases. La puerta se abrió abruptamente, para luego mostrar al peleonero numero uno de la escuela.

Señor Wheeler ... llega tarde - la profesora de matemáticas, lo retaba mientras el muchacho mostraba su sonrisa alegre.

Lo siento ... es que ... me quede dormido ... jeje – con un gesto infantil, coloco sus manos detrás de la cabeza, haciendo que la mayoría de la clase se riera.

Típico ... los perros no saben poner el despertador ... – el comentario había sido despacio, pero lo suficiente para que Joey lo escuchara.

Oye...! Amargado! No te metas conmigo ricachón! - se acerco hasta su asiento, malhumorado, pero al tenerlo cerca, en ves de golpearlo o algo, Sonrió. Dejando a mas de uno desconcertado – ... Hoy estoy de mi mejor humor, Kaiba, así que ni tus comentarios sarcásticos me lo cambiaran – le guiño el ojo, para luego sentarse dos bancos a la derecha de él. Todos allí lo miraron interrogantes. Yugi, suspiro aliviado. Hoy no estaría castigado por pelear en clase.

Sigamos ... La hipotenusa ... – la profesora continuo con su clase. Llevando así una mañana tranquila.

Ya, en la hora del almuerzo, la pandilla de Yugi se encontraba en la terraza.

Oye, hermano ... en serio te quedaste dormido? – Tristan le preguntaba, mientras tomaba un zumo de naranja.

Si ... es que estuve hasta tarde haciendo unas cosas, y cuando me desperté, llegaba tarde a la caseta de periódicos – el rubio hacia muecas divertidas mientras los demás reían.

Joey ... no es malo que trabajes tanto? – Yugi lo miro preocupado, hacia días que no descansaba bien, ni se alimentaba.

Si ... Amigo ... Además, dentro de poco podré dejar uno de los trabajos, así que no te preocupes – sonrió contento.

Tienes dos trabajos? – Tea preguntaba con sorpresa.

Ajap ... El del periódico, y el otro es en una panadería ... – dijo sonriente, mientras mordía su emparedado

Ahora entiendo de donde sacas tanta comida ... – Tristan le decía mientras le sacaba parte de su comida, y salía corriendo.

Vuelve acá ...! – las risas no se hicieron esperar, Joey Wheeler, era la alegría del grupo.

Sus ojos le observaban a una distancia prudencial, hasta imperceptible, si no se movía. Una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Todos eran unos idiotas, en especial, aquel pequeño cachorro, que lo traía loco en sus pensamientos. Cerro sus ojos, bufando, el maldito había captado su atención. Quería ser una persona normal, como él lo era.

Se quedo así, por un momento, hasta que ya ni sintió las risas. Seguro que ya se habían ido, pero al moverse, se dio cuenta de lo contrario. Lo estaban observando. Por instinto, su mirada fue fría, y su humor tranquilo cambio por el defensivo.

Que tanto me miran? – dijo rudamente.

Oye ... El lugar es libre, así que podemos ver lo que queramos, maldito ricachón! – el rubio había hablado. Yugi y Tea, rodaron sus ojos, en resignación. No podía contenerse en contestarle. Y Tristan, a pesar de todo, sonreía de costado, en forma altanera.

Que quieres? – bufo el CEO

Y que te piensas que quiero algo, amargado. Porque te miremos no te pediremos nada.

Entonces, déjame de mirarme – el ojiazul, se levanto molesto, y salió de su semi escondite, de la terraza. Miro con desprecio a cada uno de ellos, y se giro hacia las escaleras.

Como si fueras la gran cosa para apreciarte ... Maldito engreído – Joey mascullo despacio, pero lo suficiente para que el otro lo escuchara. Se dio vuelta, para contestarle, pero el timbre del inició de clases, lo interrumpió. No valía la pena molestarse por algo así. Se dio la media vuelta y se alejo de allí - ... Maldito ... – el rubio murmuro, pero este ya no lo escucho.

Fin Flash Back

Le dolía recordar. Dolía pensar en aquellos ojos mieles, que tanto amaba. Toco sus labios, para luego una gran punzada en su pecho, le avisara que ya no probaría mas sus besos. Otra vez, empezó a llorar. Pero ya casi no quedaban lagrimas. Ya no quedaba alma.

Se dispuso levantarse de aquel frió suelo, pero algo llamo su atención. Desde donde estaba, podía observar debajo de la cama, como algo sobresalía del suelo. Recordó vagamente, cuando lo descubrió queriendo ocultar algo, pero sin poder saber que había sido.

Se arrastro hasta llegar aquella madera suelta, que sobresalía, y sin mucho esfuerzo, la quito. Movió la cama, que habían compartido todas las noches, para encontrarse con un pequeño compartimiento debajo de las maderas. Uno revestido por laminas de metal, y muy buen cuidado, para evitar humedad o rajadura.

Seco sus lagrimas, para observar bien. Desde cuando tenia eso, en su habitación y debajo de la cama?. Pudo observar, la iniciales grabadas de su cachorro en ellas. Sonrió melancólico, de seguro, lo había hecho hacer, a escondidas de él.

Saco una caja de madera negra. Poseía unos grabados chinos. Dragones blancos y tigres rojos, con detalles esmaltados, y pincelados a mano. Una pieza esquicita a cualquier coleccionista. La miro detenidamente, era bastante grande, perfecta para aquel escondite, recorrió cada uno de los dibujos, hasta llegar a la base. Donde solo unas letras figuraba. " De: K.J. Para: J.W.". La observo por un momento, hasta que se decidió abrirla.

Dentro, había recortes de periódicos, donde él aparecía. En sus negocios en el exterior. Algunas fotos, cartas de duelo, dibujos. Pero le llamo la atención, pequeños sobres, con kanjis chinos, pequeñas cartas de papel amarillento, y otros sobres con dirección a una casilla de correo. En otra cuidad. El CEO frunció el ceño, no sabia que recibía cartas, de alguien, y en otro lado.

Tomo uno de ellos. Pudo observar que los sobres iban dirigidos al rubio, y además el remitente, era la misma casilla de correo. Pero con las iniciales " K.J.". Otra vez esas letras. Se dispuso abrirlo, para saber mas de ellas.

Se encontró, una pequeña carta, escrita en un perfecto japonés, y de perfecta caligrafía. Leyó en vos alta.

" Querido Joey:

Tanto tiempo sin saber de ti, sé que al fin saliste de aquel lugar donde vivías. Por fin te deshiciste de aquel hombre, que sé hacia llamar padre. Sé que fruncirás tu ceño, y que mentalmente me reprenderás. Pero, no me dijiste que siempre fuera sincero?. Se que igual forma, me dirás " es mi padre". Pero, no quiero desperdiciar estas línea, hablando de algo que me desagrada.

Cómo has estado? Cómo te va en la nueva escuela? Hiciste amigos? Ya te enamoraste? O sigues peleándote con todos?

No te preocupes, por lo menos sé que la pasas mejor que yo. Y antes que tu rostro se vuelva triste, no quiero tu compasión. Así fue el destino, y espero que disfrutes lo que a ti te dio.

De mi parte, como siempre, no puedo hablar mucho, y no salgo al exterior. Pero por lo menos, ahora, hemos podido contactarnos de nuevo. Me dijeron, que si termino todo el entrenamiento satisfactoriamente, podré salir, y te iré a visitar.

No te pongas mal, ni triste ni nada. Sonríe. Es lo único que me mantiene aun vivo, y con la frente en alto. Si todo sale bien, podré llevarte de vacaciones. Mi amo me lo dijo.

Te contare un secreto. Él vio una foto tuya, de las que me mandaste la ultima vez. Dijo que si hubiera sido de otra forma, de seguro que nos habría adoptado a los dos.

Bueno, me despido, espero poder recibir noticias tuyas. Cuídate mucho, y nunca dejes de sonreír. Siempre ha sido tu mejor forma de ser.

Te quiere, Katsuya."

Seto Kaiba, miro aquel papel, desconcertado. Miro la fecha que poseía a un costado, había sido escrita, hacia cinco años atrás. Casi el mismo tiempo, al que llego a la preparatoria. Miro hacia el frente. Acaso el cachorro, sabia de su hermano gemelo y nunca había dicho nada?.

Siguió buscando en la caja, hasta poder encontrar una pequeña libreta. Era el diario de Joey.