Mi locura, es por culpa de Tu Reflejo
YuGiOh – Joey x Seto x ?
By Kaede Sakuragi
Capitulo 04
Viajaron por unos minutos, llegando hasta el puerto. No muy lejos de la playa. Las motos entraron a una especie de cueva, para salir de aquel túnel, donde los barcos aparcaban y descargaban. Giraron en una de las intersecciones, llegando hasta una bodega, las puertas se abrieron apenas, dejándolos pasar. Cerrándose automáticamente.
Al final de este, se detuvieron. Varios hombres salieron de entre una cajas, para poder atender a los recién llegados. Seto bajo de la Harley, mientras Katsuya lo hacia despacio, desconfiando.
Demonios, Ash! Has agujereado la carrocería... – uno de los hombres, protesto, mientras se inclinaba para observar la Suzuki. Le pasaba la mano cerca de las ruedas. Se notaba dos disparos.
No tuve la culpa... – el muchacho que había llevado al rubio, retiró su casco nuevamente. Su cabello era de color negro, largo hasta los hombros, bastante alto, como de 1.70, y de ojos marrones -... Cóbrales a los tipos que nos dispararon.
Si... claro... como si pudiera hacer tal cosa – se levanto con disgusto, resignado – Por lo menos la moto de tu hermano, esta intacta.
Porque soy más responsable... – el otro muchacho habla, cuando se sacaba un casco más pequeño, típico para los que usaban ese tipo de moto -... Por lo menos, los autos de esos hombres no funcionaran por un largo rato...
Ja, ja, ja ... Muy gracioso, Shirou – el muchacho era una copia exacta. Katsuya abrió sus ojos de sorpresa. Eran gemelos. Sintió la mirada de alguien, cuando se giro, Seto Kaiba lo observaba casi con tristeza. Quiso decir algo, pero fue interrumpido.
Hey, Clon ... – Ash lo había llamado su atención, tirandole una pequeña caja de primeros auxilios - ... Cúrate esa herida, y de paso descansaremos hasta poder salir de nuevo ... – no confiaba, quería sacar su arma, y empezar a disparar, para salir de aquel lugar. Pero, los gemelos se dieron la vuelta, dándole la espalda. Miro al CEO, quien le hizo una especie de aceptación con la cabeza y también se giro.
Miro a su alrededor, se encontraba en aquella bodega, rodeado por cajas, y algunos hombre que revisaban las motos, sin darle importancia a su presencia. Los tres muchachos habían salido por una puerta a un costado. Se sentía algo de música, risas. Todo eso, era extraño, muy extraño. Tomo la caja, la miro detenidamente, y sintió el agudo dolor en su costado. Ese muchacho sabia que estaba herido, pero no quería darle tanta importancia.
Busco entre sus ropas, el móvil, pero al sacarlo, lo encontró roto. Una de las tantas balas, irónicamente, lo había traspasado. Suspiro fastidiado. Volvió a mirar a su alrededor, si ese lugar era seguro, por que Seto Kaiba era amigo de esos sujetos?.
Se encamino despacio, muy alerta. No confiaba en nadie.
Demonios! Eso duele! – la vos del CEO se escucho al cruzar la puerta. El lugar era una especie de comedor improvisado, para la gente que trabajaba allí. A un costado, estaban los gemelos, el ojiazul, y otras personas.
Tu quédate quieto! Como quieres que te vende, maldito ricachón! – Ash, trataba de curar el tobillo luxado.
No me llames así ... quieres ... – Kaiba, dijo despacio, con tristeza. Todos allí, se quedaron en silencio, por un momento.
Ya te curaste? – La voz de Shirou, hizo que todos miraran la puerta, donde estaba parado el rubio.
No ... – dijo fríamente. El mismo que le había hablado, le hizo seña que se sentara. Aun desconfiando, hizo caso. Lentamente se fue sacando aquella gabardina, pero no dejo el arma. La tomo con la mano contraria, y la dejo a la vista, como diciendo que si alguien se acercaba, dispararía.
Shirou, hizo señas a los hombres que había allí, para que salieran. La puerta se cerro, dejándolos a los cuatros solos en aquel lugar.
Mejor? – otra vez aquel muchacho hablaba, seriamente, mientras que su hermano seguía vendando a Kaiba. No dijo nada, solo empezó a curarse solo, sin dejar de vigilarlos.
Bueno ... ya esta ... – Ash terminaba con el tobillo del ojiazul – No intentes otro acto heroico, si no será peor.
No te preocupes, mientras sea para patearte el trasero, será con gusto.
Chistosito! ... – guardo las cosas - ... Lo sentimos ... – dijo despacio.
Que? – el CEO lo miro interrogante.
Sentimos no haber estado aquel día ... – murmuro dolido, mientras se levantaba, y guardaba lo que había sobrado de la curación - ... Si hubiéramos estado aquí, en Japón, de seguro hubiéramos echo algo ...
No ... te ... – se callo abruptamente, recordarlo dolía.
Recuerdas como nos conocimos? – de repente la voz de Ash fue divertida, una sonrisa triste surcaba su rostro.
Como olvidarlo, si les pateamos el trasero ... – Seto Kaiba sonreía. Katsuya, por un momento se le quedo mirándolo.
Porque hicieron trampa ... – le dijo mientras le apuntaba con el dedo.
Flash BackEra un día soleado, en vacaciones. Todo el grupo había ido a la playa. Seto Kaiba estaba sentado en una toalla sobre la arena. Su rostro parecía disgustado, su pequeño hermano lo había arrastrado hasta aquel lugar, chantajeándolo.
Estaba vestido con un pantalón claro, y una remera blanca. Sobre ella, una camisa a cuadros azul. La sombrilla de gran tamaño hacia sombra, cubriéndolo, lejos del sol.
Los demás, estaban en el agua, jugando con una pelota de playa, intentando sacárselas al grupo de los pequeños. Entre ellos su hermano, Tea, Serenity y Yugi. El equipo contrario, de varones, los salpicaba con energía, para que no pudiera hacer nada contra ellos.
Duke y Tristan estaban a un lado, intentando voltear a las chicas. Seto bufo, típica estrategia, para poder "accidentalmente" tocarlas. Por otro lado, Joey y Yami, intentaban prácticamente ahogar a Bakura que se les había unido.
El CEO los observaba de lejos, era extraño, siendo el hombre mas rico de Japón, el mas inteligente, y todo, haber sido chantajeado por su propio hermano. Se llevo la mano a su sien, una futura jaqueca estaba por venir. Maldijo el día que le había enseñado a hakear ciertas cosas.
Oye, ricachón! – la vos de un perro conocido, hizo que su mirada fuera fría.
Que quieres, Wheeler? No estoy de humor! – se coloco una gafas negras, para que no pudiera verlos a los ojos.
Que muevas tu odioso trasero, y empieces a divertirte ... – el CEO levanto su ceja en forma de disgusto - ... Y no me mires con esa carita, "sigue-hablando-que-morirás" ... – mentalmente sonrió, su cachorro lo conocía mas de lo que creía
Que quieres? – dijo secamente. Joey sonrió.
Ven conmigo a comprar unas cosas para todos, así también no solo harás feliz a las pirañas de mis amigos, si no que también, le sacaras una gran sonrisa a Mokuba. Y podrá divertirse al máximo ... – Kaiba lo miro detenidamente, estaba jugando sucio, no solo para aprovechar su dinero, si no también el lado de humanidad con su hermano. Bufo, cerrando sus ojos.
Vamos ... – le dijo mientras se levantaba, dirigiéndose hacia los puestos de comida.
Ahora regresamos! – Escucho gritar detrás de él, el cachorro podía ser tan escandaloso.
Camino despacio, sintiendo como su acompañante corría para alcanzarlo. Sintió que se le colgaban de su espalda. Sintió la pequeña risa del rubio, y hasta sintió como se descolgaba y lo jalaba del brazo.
Vamos al puesto de la parrilla, Seto. De seguro que las salchichas y las demás cosas serán deliciosas – dijo sin darse cuenta o por la emoción. Lo soltó, para luego ir prácticamente corriendo para poder obtener un buen puesto en la fila.
Kaiba sonrió sinceramente, su nombre sonaba algo especial en aquellos labios.
El puesto estaba en un punto estratégico de la zona. Era rustico, algo pequeño, pero lo bastante bueno, para que la gente se aglomerara. Encontró aquella cabellera rubia alborotada, mirando los menús del día.
Mira, el numero seis, es un combo de grupo, si compráramos tres de esos, seria suficiente uno solo para Duke y Tristan, y el resto nos alcanzaría – Joey señalaba mientras sentía que el ojiazul estaba detrás de él.
Y con que piensas pagar eso, perro? – sonrió maliciosamente.
Tú lo harás, ricachón... – se giro con la mejor sonrisa al estilo Wheeler -... Mokuba me dio su tarjeta... – le dijo mientas mostraba aquel plástico, que servia para comercio de ese tipo.
... Lo matare... lo juro que lo matare... – dijo en vos baja.
Siguiente ...! – escucho el grito de una de las chicas detrás del mostrador.
Yo ... – el rubio se adelanto, e hizo el pedido.
Bien, por el costado del puesto, a su derecha, en la ventanilla le entregaran sus cosas, que tenga buen día.
Cuando fueron a buscar la comida, en el lugar indicado, había un grupo de motociclistas. Algunos eran de aspecto rudo, otros eran los típicos niños de papá. Detrás de las gafas negras, Kaiba pudo percatarse de la mirada maliciosa que le dirigían. Uno de ellos se acerco a la ventanilla, y les impidió el paso.
Oye ... esperamos nuestra comida ... – Joey hablo molesto, mientras sentía que los demás se reían.
Niño bonito ... se nota que no eres de por aquí … - levanto su mano para intentar acariciar sus cabellos pero, el rubio la retiro de un golpe – Uhhh… la mascota muerde … - todos reían burlonamente.
Vamos ... Wheeler ... Tomemos las cosas y larguémonos de aquí ... – el CEO lo sujeto del brazo, mientras con su otra mano, corría, o prácticamente empujándolo al sujeto.
Has caso a tu novio, princesa ... JAJAJAJA – todos empezaron a reírse fuertemente. El rubio no aguanto, y le propino un golpe, partiéndole el labio. Los demás iban a unirse a la pelea, pero alguien los había interrumpido.
Que sucede aquí? ... – Un muchacho, vestido con un uniforme de carrera de motos. Un muchacho alto, de cabello negro recogido por una coleta, sus ojos marrones, los estudiaba intensamente.
