Mi locura, es por culpa de Tu Reflejo
YuGiOh – Joey x Seto x ?
By Kaede Sakuragi
Capitulo 05
- Jefe ... este niño nos estaba molestando – el sujeto que los molestaba, se levanto, señalándolos.
- Oye ...! Ustedes empezaron a fastidiar ...! – Joey se defendió. Aquel sujeto se le había acercado, mientas no le quitaba la vista de encima. Pero el CEO se le interpuso, para mirarlo a los ojos.
- No vinimos a buscar pelea ... – dijo despacio – Toma las cosas ... Joey ... – le ordeno al rubio, sin girar a mirarlo, el cual se sorprendió escuchar su nombre, pero debía reconocer que el castaño tenia razón, cuanto mas rápido se iban, menos problemas.
Empezaron a caminar hacia la calle, sin darles la espalda. Al verse librado de aquellos sujetos, pudieron suspirar aliviados.
- Cuándo aprenderás a mantener tu boca cerrada ... perro! – el CEO hablo molesto, mientras prácticamente arrastraba al rubio por el brazo.
- Oye! – se soltó bruscamente de aquel agarre – Primero no soy un perro, además ellos empezaron ... acaso estabas ciego y sordo ... ricachon!
Estaba por reclamarle su histeria, cuando algo lo empujo, tirando todas las cosas al suelo. Al girarse Joey, se encontró no solo con el tipo que le había partido la boca, si no que había muchos hombres mas detrás de él.
- Seremos justos ... – una vos se escucho desde el fondo de la banda, mientras se había y dejaba ver al sujeto de la coleta, y cabello negro – Los retamos a ambos a un duelo, yo contra ustedes ... y les doy a elegir el desafió ...
- Duelo de Monstruos ... – la vos del CEO nunca sonó tan fría, al levantarse del suelo.
La gente los rodeo, al darse cuenta que había pelea. Los amigos de Joey se acercaron, y cuando vieron que estaban en problemas, Yami se coló al lado del rubio.
- Yo quiero seré uno de tus oponentes ... – dijo con su aire de faraón.
- No ... solo ellos dos ... – el líder de aquellos motociclistas, señalo al dragón y al cachorro. Joey rió, desconcertando a este.
- Entonces ... – dijo con burla - ... Que se presente tu clon ... Tu no eres con el que nos enfrentamos anteriormente ... – los ojos del muchacho se mostraron sorprendidos, provocando también un murmullo entre sus compañeros.
- De acuerdo ... – le dijo mientras se abría paso entre la gente, en dirección a la playa.
- De que demonios hablas, perro? – Kaiba le dijo mientras lo seguían, pero la respuesta se la dio, al ver que ese sujeto se juntaba a otro, exactamente igual. Ahora entendía. Eran gemelos.
Se dijeron unas palabras en alemán, sin que los demás entendieran, para luego ver sonreír a uno de ellos, y tomar un disco de duelo que le habían acercado.
Los tres se pusieron en posición, para luego gritar al mismo tiempo.
- Hora del duelo ...!
Fin Flash BackAsh miro disgustado al CEO, aun recordaba esa parte, cuando fue prácticamente abatido en solo cinco rondas.
- Eran dos contra uno ... NO FUE UN DUELO JUSTO! – dijo molesto cuando se levanto de donde estaba acercándose a la heladera y sirviéndose algo fresco.
- Entonces culpa a Shirou por proponer el duelo de esa forma ... – Kaiba señalo a su hermano, que estaba mas interesado en una revista que en el relato.
- Bueno ... pero no fue justo, no sabíamos que ustedes eran precisamente el segundo y tercer mejor duelista de cuidad Batallas ... Ándale ... apenas habíamos regresado de nuestro viajecito por América – Ash se había sentado, mientras miraba a Katsuya, y le terminaba de contar esa anécdota, como si fueran amigos que hacia mucho que no se veían.
El rubio se les quedo mirando detenidamente, mientras los veía hablar, sonreír y bromear. Sabia por algunos comentarios de su hermano, que había conocido algunos locos, y que algún día iba a presentárselos. Continuo su curación, sin perder cada detalle de sus rostros, pero llamo la atención del de ojos azules. Su perfil tosco y maduro, el color celeste de sus pupilas le daban un toque especial, dependiendo de la luz que los resaltaba. Era lo suficientemente alto, y su cabello castaño era algo largo para su gusto.
Reparo en los rostros de los hermanos, simplemente eran perfectos, sin rastro de alguna cicatriz, golpe o algo, diciéndole de algún accidente quizás practicando en aquellas motos. Sus cabellos hasta por los hombros caían limpiamente, y se movían con cada gesto que hacían con la cabeza.
Por un momento se sintió extraño, sonreían sin preocupaciones, seguro que su compañero se sentiría muy a gusto con ellos.
- Demonios! – dijo entre dientes, llamando la atención de los otros tres. Su compañero debía estar buscándolo, o por lo menos cubriéndolo. Si su jefe se enteraba que no estaba con él, lo mataría y luego lo buscaría a él, para terminar igual.
- Te encuentras bien? Quieres un medico? Te hirieron en alguna otra parte? – Ash fue el primero en acercarse, preocupado, mientras posaba su mano en el hombro.
- No me toques! – casi grito, retirando la mano bruscamente, mientras con la otra tomaba el arma, y los apuntaba. Debía irse urgentemente.
- Tranquilo ... – la vos de Kaiba, ahora era seria
- Quiero salir de aquí! – fue una orden, mientras sacaba el seguro del arma, amenazándolos.
- Y lo harás ... – Shirou fue el que hablo en ese momento, mientras del bolsillo de su pantalón, sacaba un móvil – Quiero las motos ahora ... – le hablo al sujeto del otro lado de la línea y colgó sin esperar respuesta - ... Te llevare a donde quieras ... – sentencio, mientras lo miraba fijamente.
Katsuya volvió a colocar su abrigo negro, sin dejar de apuntarlos. Le hizo señas para que empezara a caminar, abriendo la puerta que los comunicaba con la bodega.
Pensó que iban a atacarlo, al verlo armado, pero los hombres del lugar solo dejaron de hacer lo que estaban haciendo, se separaron y levantaron sus manos. Sin ningún problema, monto la harley ahora en buen estado, y salió con aquel sujeto. Desapareciendo por el puerto y así por la carretera.
- Este tipo crispa los nervios ...! – Ash comento cuando vio partir a su hermano – Yo no podría tener la paciencia de Shrirou.
- ... – Kaiba se quedo en silencio, pensando en lo que había visto por un momento.
- Seto? – el pelinegro lo miro interrogante.
- Conozco aquel tatuaje ... pero no recuerdo en donde ... – murmuro despacio.
- Valla ... y creí que era mi imaginación ... al verle algo en el brazo ...– el otro bufo.
- Crees que tu familia se enoje si investigas sobre eso? – el ojiazul le decía mientras montaba la suzuki, seguido por el otro.
- Claro ... si es pan comido ... – su tono fue en sarcasmo - ... Si nuestra hermosa hermanita no se entera que anduvimos tiroteándonos ...
- Entonces te lo encargo ... – ambos se pusieron los cascos y salieron despidiéndose de los hombres de la bodega.
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No muy lejos de allí, ajeno a lo que sucedía por el puerto. Alguien atendió su móvil.
- Ya se que fallaron ... no debes darme detalles que leí en el periódico – espero que el otro terminara de disculparse, para luego empezar a gritar furioso – PERO ERES IDIOTA O QUE? COMO MIERDA SE TE OCURRE QUERER HACERLO DESAPARECER ... SIENDO EL HOMBRE MAS RICO DE JAPÓN! ... espero que la próxima vez no falles o te juro que yo mismo te meteré una bala entre los ojos – colgó fastidiado – Estoy rodeado de inútiles ...
- Quiere que me encargue? - una vos dulce, se escucho mientras unas manos tocaba sus hombros tratando de hacerle masajes – estas muy tenso – susurro al oído mientas mordía su oreja.
- Estos estúpidos ... – dijo mas calmado, aquel hombre, cuando sujeto las manos e hizo que aquel muchacho cayera en su regazo, para luego capturar sus labios salvajemente – Pues ... búscame una solución para eso ... – el muchachito sonrió, descendiendo hasta arrodillarse frente a él, abriendo seductoramente la bragueta del pantalón y allí empezar a "relajar" a su patrón. Aquel hombre sujeto los cabellos rubios de su pequeña mascota.
La habitación solo se lleno de gemidos de un animal desagradable.
