Mi
locura, es por culpa de Tu Reflejo
YuGiOh – Joey x Seto x ?
By
Kaede Sakuragi
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Nota Principal – CAMPAÑA: No permitamos que el PLAGIO se lleve nuestro trabajo, así que si conoces una historia Robada, por favor denúnciala a sus respectivos dueños. No es justo que nuestras horas de dedicación se vayan a la basura y se vean inmiscuidas en una total falta de respeto para el Autor y los lectores. Entre más luchemos, más saldremos adelante. Kaede Sakuragi adherida a esta propuesta. Gracias, Katrinna Le Fay, por prestar tus palabras, y que seamos varios en gritarlas.
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Capitulo 12La noche ya había caído y estaba oscura por lo cual no era bueno salir, pero él no era cualquier, era un ser de la noche y sabia que aunque se le habían prohibido... saldría.
Extrañamente hacia frió pero las ropas que llevaba no le importaba. Suspiro desganado, había estado recordando algunas cosas, las palabras de Lucio resonaron en sus oídos.
Flash Back- No sé lo que realmente quieres, pero no estoy de acuerdo...- le había tomado sorpresivamente en uno de los salones de entrenamiento del clan. Katsuya lo miro con media sonrisa y de repente lo abrazo, el castaño quedo desconcertado pero lo correspondió aquel gesto – Amigo, tengo miedo ... – esas palabras terminaron de confundirlo.
- Todo saldrá bien, te lo prometo, no falta mucho para que todo esto termine ... – el rubio lo abrazo aun más, pero llevándoselo a una parte oscura de aquel lugar.
- Que demonios? ... – Lucio se sorprendió cuando sintió ser jalado y luego besado hambrientamente.
Su compañero tapo sus ojos mientras lo besaba, recorría su cuerpo con manos ardientes, Lucio se dejo llevar por el momento, no sabia que pasaba pero se veía que lo necesitaba. Katsuya tocaba su piel por debajo de las ropas, sacando algunos gemidos por parte del castaño, el beso era rudo, y apasionado al mismo tiempo, quería tocarlo también, quería abrazarlo, pero había algo distinto ...
Lucio se separo lentamente, alejándolo con las manos en su pecho, su respiración era agitada y sus ojos demostraban la pasión desbordada.
- No ... no esta bien ... – dijo entrecortado – Katsuya ... yo ... – no pudo seguir porque fue besado nuevamente pero esta ves dulcemente.
- Cuídate ... – fueron las únicas palabras que salieron de su boca antes de separarse y salir en dirección contraria, haciendo caso omiso al llamado de su amigo.
Fin Flash BackSuspiro desganado, había caminado demasiado desde que salió de la casa de seguridad, estaba algo molesto porque su jefe no lo había elegido para ir a las bodegas del sur, donde las pistas de los aviones privados estaban. Debían mandar un cargamento que el consejo " de ansíanos " había mandado a reclamar, para desaparecer. Lucio y otros subordinados eran los encargados, y él ... había sido detenido en la casa grande.
Algunos rumores de los guardias decían que eran drogas incautadas en los muelles, que habían caído ahí por error, y como no querían tener problemas con " La familia" debían deshacerse de todo eso. Tenían un incinerador de basura en el oeste, de China, y para sacar todo eso, deberían ir hasta el aeropuerto privado, trasladar todo el cargamento y llevarlo hasta allí, cosa simple ... pero el problema era de quien era el territorio.
La noche lo camuflaba lo suficiente, pero también era un arma de doble filo, no se percato que era seguido por una sombra, como resultado, dio vuelta en al próxima esquina y fue emboscado por un auto. Katsuya no era ni débil ni estúpido, por consiguiente fue lo suficientemente rápido para lograr escapar de aquellos hombres, quiso desenfundar sus armas, pero se percato que las había dejado en la casa grande, por orden de su Amo. Dos hombres de negro se abalanzaron contra él con la intención de sostenerlo, pero hizo un movimiento con sus piernas, golpeándolos a ambos en el rostro dejándolos en el suelo. Corrió por un callejón, que terminaba en un baldío con reja, pero no era difícil saltarla, con su agilidad pudo cruzar prácticamente todo aquel terreno llegando hasta la avenida principal, miro hacia delante encontrándose el mismo auto, para girar y cruzar a toda prisa la calle, sin importar si venia algún otro vehículo. No sabia si lo seguían de cerca pero sabia que no estaría seguro hasta poder perderse muy lejos posible donde estaba.
Lo que no previno fue aquel golpe que recibió en el cabeza al dar la vuelta en la esquina de una de las tantas cuadras que había corrido, aquel momento solo vio un gran madero acercarse abruptamente, y luego ... oscuridad ...
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Había un mal presentimiento, algo le decía que no todo estaba bien. Sentado en una limosina, no era lo que esperaba, pero así se lo habían ordenado. La gran bodega se veía oscura, apenas con unos faroles de la pista y unas luces de su interior, pero debían ser discreto y no levantar sospechas. Había un traidor y ellos lo descubrirían. Su " Jefe" le había indicado que escoltara el cargamento, y que eliminara a todo aquel que se interpusiera. Suspiro revolviendo sus cabellos castaños, todo eso le daba una mala espina.
- ...Dragón ... – la vos del la radio llamo su atención - ... Todo tranquilo por este lado...
- ... Por aquí también ... – la vos del otro gemelo también se comunico, seguido del otro. Eran los encargados de revisar alrededor. Mientras que los del otro clan, se encargaban de desempacar y embarcar aquel cargamento " prohibido".
- ... Hay algo que me molesta ... – dijo seriamente, despacio, pero lo suficiente para que los otros pudieran escucharlo.
- No eres el único ... – la vos de Shirou sonó fría.
- Quizás por que sea ese clan quien se encarga de todo esto?? – Ash hablaba casi desinteresado, pero interiormente los tres sabían que así era la cosa.
Dejaron libre el radio, y siguieron vigilando, realmente el aire decía que algo iba a suceder ...
... Otra limosina llego hasta el lugar, la dejaron pasar por ser una de las familias que esperaban algunas cosas para poder hacer el traslado tranquilamente. El vehículo paso normalmente, integrándose a la bodega más grande, donde las puertas se cerraron.
Un muchacho vestido de negro, con anteojos y un pañuelo cubriendo sus cabellos se acerco despacio, justo donde Lucio se encontraba. Este lo reconoció rápidamente, siendo el bastardo que lo había golpeado, miro al hora, ya casi era la media noche, de seguro vendría a reclamarle la cita, pero ... ¿ cómo demonios había pasado por la seguridad?.
- Alto ahí ... – uno de los guardias que estaban junto a su Jefe, reacciono, pero el hombre mayor levanto su mano para tranquilizarlo.
- Oh, pero si es el guardián del Clan Rukawa ... – hizo una leve inclinación - ... No se preocupe, como vera, estamos trabajando todo a tiempo, y sin más inconvenientes, dentro de dos horas ya estará todo listo rumbo a destino ... – pero aquel muchacho no le prestaba atención, si no que observaba el vehículo que había llegado - ... Son del clan del Medio Oriente , uno de los pocos que han podido llegar hasta aquí, teniendo influencia en el consejo ... – el jefe del Clan de Tigre de China, hablo como leyendo sus pensamientos. El muchacho ni hizo ningún comentario, pero tampoco dejo de observar la puerta cerrada de aquel lugar donde habían entrado. Algo estaba mal, muy mal.
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Sintió que alguien lo acariciaba, su pecho estaba descubierto, y allí, sentía algo frió sobre su piel. Quiso moverse, pero se encontró que estaba atado, lentamente abrió sus ojos, mostrando aquellas pupilas avellanas, algo nubladas, su cabeza dolía, y aun no entendía en donde se encontraba. Gimió algo doloroso, al sentir la punzada sobre su pecho, algo cálido empezó a recorrer su piel.
- Buenas noches ... Katsuya ... – una vos ronca, fue presente casi al oído - .. Por fin te tengo en mis manos ... – el rubio sintió aquel que le hablaba, mordía un poco su lóbulo derecho, pero él movió su cabeza en forma de rechazo - ... Aun no te das cuenta que no estas para rechazarme? – el rubio parpadeo varias veces, tratando de enfocar la vista, encontrándose en una habitación, con luces muy fuertes. Ladeo su cabeza, un hombre gordo, de aspecto desagradable, tres sujetos con aspecto de guardaespaldas y un joven rubio, que lo miraba entre con asco y con rencor.
- Dónde ... estoy? – dijo sintiendo su lengua algo adormecida, y seca – Quien es usted? – trato de mover su cuerpo, pero lo sentía tan pesado.
- No importan los nombres ... – el que parecía el jefe, paso su mano por el pecho de Kat, hasta llegar al borde de los pantalones, y de allí meter su mano tocando la piel, los vellos y su hombría
- No ... suélteme ... no me toque .. – su mente estaba enojada, molesta, con ganas de asesinar aquel que lo estaba tocando, pero su cuerpo no respondía – Que demonios ...
- Una droga muy efectiva ... – el jefe sonrió, mostrando sus dientes desagradable, lamiéndose los labios lujuriosamente - ... por suerte estos estúpidos del gran consejo la transportaran por mí ... jejejeje – se acerco al cuello del rubio para empezar a besarlo, morderlo, dejándole una marca
- Aléjese de mí! – grito - ... Lo matare ...! Mi Amo lo matara! Los ancianos lo harán! – sus ojos mostraban furia.
- No pequeño ... – paso uno de sus dedos por la mejilla, pero el rubio solo atino a escupir su cara. Uno de los guardaespaldas se acerco rápidamente y golpeo con su puño su rostro, haciéndolo sangrar.
- Valla, aun tienes las energías de un gato salvaje ... bien bien ... excelente ... – el gordo tomo un pañuelo y se seco la cara – Pero aun tenemos un poco de tiempo para divertirnos, así que ... los aprovechare ... – Hizo señas a otro hombre, quien de un maletín saco varias jeringas, y unos frasquitos, preparando una dosis y acercándose hasta donde él estaba - ... Esto te llevara muy alto, mi hermosa criatura, y te aseguro que lo disfrutaras mucho ... – le indico al sujeto que tomara su brazo y lo inyectara.
- No..! Suélteme!... Lo matare! – empezó a forcejear, pero volvieron a golpearlo, aprovechando el momento, y poder introducir la droga a su sistema. Solo tardo segundos en hacer efecto.
Katsuya parpadeo varias veces, sentía que su cerebro estallaría, y que sus ojos solo veían colores. El cuerpo era liviano, y muy sensible. Alguien lo jalo, levantándolo de donde había estado, arrastrándolo hasta un lugar más llano y cómodo, quizás un sofá, no importaba, sentía las caricias en su piel, los suaves besos, y algo de dolor, trato de enfocar su mirada, y solo veía el resplandor plateado de algo sobre su piel, su abdomen, sus piernas desnudas. Acaso un cuchillo?. La punzada se sintió nuevamente, pero gimió, cuando algo húmedo se devoraba su hombría. Sus manos algo pesadas, buscaron apoyo, encontrándose con una cabellera algo grasosa, parpadeo nuevamente, se sentía tan bien ...
Su mente vago no muy lejos, quizás un sueño, quizás un recuerdo ... Podría jurar que él estaba ahí, con sus ojos duros y fríos sobre su cuerpo, dejándose acariciar por sus manos grandes y fuertes, mientras su sonrisa lo deslumbraba, cuanto añoraba eso? Cuándo lo extrañaba la ultima ves que disfruto ese momento?
... Un gran gemido salió de su boca, aquella lengua lo estaba estimulando hasta el punto de acabar en un instante. Las sensaciones de su cuerpo, se mezclado con la adrenalina y la droga haciendo que el mismo diera espasmos de placer, encendiéndose nuevamente.
El sujeto gordo, lamió la esencia, bebió cada gota, disfrutando aquel liquido, sus ojos malignos llenos de lujuria acariciaba los testículos del rubio, buscando la entrada, penetrándola con un dedo, disfrutaría ese cuerpo, lo haría gritar y gemir, hasta reventarlo. Paso su mano por la ingle, por los vellos castaños claros, pero se detuvo en una zona, extrañado, la recorrió despacio, sintiendo aspereza debajo de aquella piel. Sus dedos recorrieron hasta llegar a un punto que parecía ser el principio de un parche; lo corrió despacio, despegando aquel adhesivo lentamente, encontrándose asombrado por la pieza que había debajo de ella. Un material muy fino, casi como si fuera otra piel, cubriendo algo ...
Los ojos del hombre vieron aquel cuerpo sudoroso, respirando agitadamente, y deseoso de ser tomado, y sonrió ...había descubierto su secreto ...
- Has sido un niño muy malo ... – lamió sus labios, introduciendo su lengua y de allí explorarla, casi no encontró resistencia. Paso sus manos por todo el pecho, mezclando la sangre de los cortes pellizcando sus tetillas, haciéndolo gemir aun mas.
Se separo despacio, volviendo al cuello, mordiéndolo, besándolo, mientras el mismo se iba desnudando. Su saco y camisa quedaron sobre una mesa, mientras iba desprendiéndose los pantalones. No le importaban si tenia publico, el solo quería disfrutar aquel cuerpo que tanto había soñado y deseado desde que lo había sabido de su existencia. Se rió internamente, el premio de saber quien era, aumentaba mas su lujuria.
- ... Pueden disfrutar del espectáculo, con la perra ... – dijo de repente, al mismo tiempo que se acostaba sobre Katsuya, y empezaba a refregar sus caderas con las del rubio.
Los tres hombres sonrieron, girándose hacia Kiara, quien casi retrocedió con temor, trato de escapar, pero fue sujetado, y de allí sentir también un pinchazo en su brazo. abrió sus ojos desesperados, para luego sentirlos pesados ... los brazos que lo rodeaban, empezaron a desnudarlo.
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El teléfono de una de las limosinas sonó, Lucio se encargo de atenderla, ya que su amo estaba dando los últimos toques para el traslado, ya todo estaba listo. Una vos suave, algo sensual, dijo varias palabras dejándolo asombrado, ni siquiera pudo responder ni decir nada, la línea se encontraba muerta, una gran interferencia se propago por todo el lugar, seguido por un corte de luz general. Segundos después, los grupo de apoyo eléctrico se encendieron, mostrando luces parpadeantes en la pista, iluminado apenas las bodegas. Cada miembro de los clanes presentes, se pusieron alertas.
No muy lejos de donde estaban, se podía decir casi en la entrada al terreno, los disparos se empezaron a escuchar con eco. Todos empezaron a movilizarse rápidamente, indicando cada puesto y tratando que los pilotos se apresuran para despegar. La gran sorpresa fue que los del Clan de Medio Oriente, levantaron sus armas contra sus camaradas, apareciendo de la nada, mas hombres de los que habían estipulado ser.
- Que demonios sucede! – el Jefe del Clan Tigre de China, grito molesto, mientras era cubierto por dos de sus guarda espaldas
- Cambio de planes ... – dijo un sujeto, mientras preparaba su arma para disparar - ... El cargamento nos lo llevaremos ...
- Están locos ... – otro guardia de otro clan hablo, mientras trataba de sacar su arma, pero fue derivado por un disparo, en la cabeza, dándole muerte. Las sirenas de emergencia de los hangares sonaron, avisando que había un incendio en la pista, pero no se veía nada, ni humo ni rastros de algo.
- Digan al jefe que se apure, debemos partir inmediatamente ...
El hangar que se había cerrado, luego de que la ultima limosina entrara, se abrieron las puertas, dejando ver al hombre gordo molesto.
- Que esperan ...! Apresúrense ...! – grito mientras hacia señas a otros que corrían para terminar de cargar el avión. Se acerco hasta donde el guardián del Clan Rukawa, estaba mirándolo detrás de unas gafas oscuras sin inmutarse - ... Bien, tendré el placer de matar a la famosa sombra de los Yakusa Rukawa ... – apunto su arma ... y gatillo.
Una gran explosión se escucho no muy lejos, uno de los aviones había explotado, logrando la sombra Rukawa esquivar el tiro, golpear el brazo de aquel hombre con su pierna y desarmarlo.
Inmediatamente la lluvia de balas empezaron a caer por todos lados ...
El Jefe del Clan del Tigre había sido herido por uno de los hombres del hombre gordo, en sus piernas y en uno de los brazos. Inexplicablemente algunos autos empezaron a explotar, uno de los hangares no tenia luz, y solo se veía la ráfaga de las armas.
Ash y Shirou, aparecieron disparando sus dos automáticas, tratando de bajar algunos enemigos, pero se habían resguardado en la bodega mas grande.
Dentro de esta, Katsuya estaba desmayado, la perdida de sangre era notoria, ya que su cuerpo estaba lacerado, y el desgarro de su ano era notorio por la mancha en sus pantalones. Kiara no estaba en mejor estado, había sido golpeado hasta el desmayo, pero aun así violado reiteradas veces. El jefe del Clan del Medio Oriente, hizo señas para cargar al Kat en la avioneta que los esperaba para escapar, mientras que al otro, lo subían al auto, ya no lo necesitaría, había conseguido lo que quería, acaricio los cabellos del rubio cachorro, para luego besar sus labios.
- De prisa ...! – le dijo al piloto, mientras se acomodaban.
La puerta del hangar se abrió, pero no previo que tres muchachos entraran disparando, y en uno de los tiros mataran al piloto.
Lucio se acerco rápidamente, con la intención de llegar a capturar al desgraciado que había herido a su Jefe, pero fue la sorpresa que al subir encontrarse con el cuerpo de su amigo rubio. Un gran golpe en el rostro lo hizo trastabillar y caer hacia atrás, un hombre grande, de muchos músculos y mirada fría apareció por la escotilla, Ash lo apuntaba con su arma pero no parecía mutarse por tal cosa. Tomo el cabello castaño del ojos verdes y lo levanto para golpear su estomago con su rodilla, seguido por varios golpes de puño. Cuando este pudo reaccionar se sujeto de aquel fuerte brazo y levanto sus piernas, rodeando el cuello del hombre y girando todo su cuerpo, logrando tirarlo al suelo, para luego empezar a asfixiarlo, pero aquel sujeto tomo una de las piernas y lo mordió. Lucio grito, soltándose, no sin antes golpear su rostro con una patada, agitado, y sangrando de su boca, se levanto y se abalanzo, pero el castaño pudo esquivarlo darle otra patada, pero en su entrepierna, y de allí un golpe certero en su nuca, logrando noquearlo.
Ash le hizo una seña con el dedo pulgar levantado, para luego entrar a la avioneta, y de allí sacar el cuerpo del rubio.
- Kat ... Kat ... – Lucio lo tomo en brazos recostándolo en el suelo, mientras que trataba de despertarlo golpeando sus mejillas despacio.
- Lu ... – dijo apenas, cerrando sus ojos.
- Malditos! – la vos del hombre gordo, se sintió al mismo tiempo que disparaba.
El castaño cubrió el cuerpo de su amigo, mientras que Ash empezaba a disparar descubriendo que se había quedado sin balas, en el mismo momento que estaba recargando un cuerpo mas grande se interpuso, gimiendo de dolor mientras se sostenía el brazo. Lucio abrió enorme sus ojos en forma de sorpresa, ante ellos estaba el guarda espalda del clan Rukawa. Estaba por decirle algo, cuando otro hombre apareció y lo golpeo en el rostro, desarmándolo, logrando que el pañuelo y los lentes se le salieran, mostrando por primera ves sus ojos ... azules como el mar profundo.
- Kaiba ... – el hombre del clan del Medio Oriente murmuro asombrado, retrocediendo de a poco - ... MATENLOS! – grito desesperado, mientras salía corriendo de allí, cerrando las puertas del hangar detrás.
La bodega estaba semi oscura, habían caído en la trampa. Kaiba, estaba a un costado sosteniéndose el brazo herido, mientras Katsuya estaba mas inconsciente que despierto, por culpa de las heridas que le habían propinado. Ash estaba haciendo de escudo, tratando de ver si las municiones que tenia le alcanzaban para bajar a la mayoría, ya que luego tendría que pelear mano a mano. Lucio estaba luchando un poco mas lejos de donde estaban ellos, estaba herido pero aun así trataba de no morir. Se escuchaba que fuera de aquel lugar, estaban dando pelea, pero ellos en ese momento ... estaban en desventaja, y rogaban por un milagro ...
Las ventanas superiores de aquel galpón se rompieron ... Unas sombras aparecían entre los malos y buenos, mientras se cubrían para no ser dañados por los cristales rotos que caían.
Los hombres de aquel sujeto gordo miraron confundidos, eran tres sujetos vestidos con ropas todas negras, con gabardinas largas, sus ojos eran amarillos, con las pupilas como demonios, rectas y frías. Uno poseía el cabello corto despeinado, otro largo hasta la cintura, y la del medio era una mujer, de cabellos largos con mechones blancos, dándole un toque atigrado. No dijeron nada, ni un grito ni murmullo, solo se abalanzaron contra los hombres y empezaron a matarlos.
Poseían garras en ves de armas, uno mostraba un pequeño cuchillo, destajando a quien se interpusiera. Los sujetos disparaban contra estos demonios pero parecía que no les hacia nada, esquivaban cada impacto como si fuera una danza llegando hasta ellos y degollándolos. Uno a uno fueron cayendo, otros huían pero no llegaban a la puerta; los que estaban postados en los pisos superiores, salieron apresuradamente, hasta llegar a los autos, manejando a toda prisa por aquella carretera larga desierta, pero apenas una estela de luz pudieron ver, cuando el auto exploto ... el proyectil de una bazuca había sido la culpable.
Aquel sujeto despreciable, con miedo corrió hasta la limosina, gritando al chofer que debían salir de allí, con miedo miro el cuerpo moribundo de su mascota rubia, quizás si lo arrojaba del auto seria mas ligero el vehículo y así poder escapar. Tomo a Kiara y abrió la puerta, estaba por empujarlo cuando sintió que algo caía sobre la limosina. El chofer grito, he hizo una maniobra brusca, logrando que la puerta que había sido abierta se cerrara tirando hacia atrás al sujeto y al rubio.
Con el auto aun en movimiento, la mujer que llego hasta el, estiro su brazo y apunto con una pequeña arma hacia el rostro del que manejaba ... los impactos de clavos le dieron una muerte rápida ...
El gangster con miedo salió corriendo dejando atrás todo, asustado, aterrado por aquellas bestias ... demonios ... no eran humanos ... Tropezó, pero ya no pudo levantarse, el corazón bombeaba a toda velocidad y quizás sufriría un paro cardiaco. Las tres figura se acercaron lentamente, rodeándolos. Kaiba y compañía salieron de la bodega, observando la escena.
El sujeto estaba boca arriba, su pecho se agitaba rápidamente dándole un movimiento exagerado a su abdomen gordo. La mujer se sentó sobre su pecho y lo miro analizándolo, para luego, levantar una mano con dos dedos estirados incrustándolos en uno de sus ojos. El grito fue estrepitoso y aterrorizante, mientras que los dedos se movían tratando de cortar la carne y piel de los párpados, el sujeto se convulsionaba a medida que mas fuerte gritaba, pero fue casi seco cuando la mujer retiro sus dedos de un tirón sacando el ojo izquierdo ... aun así el hombre seguía gritando.
Lo dejo a un lado e hizo exactamente lo mismo con el otro ojo, impactando a los demás observadores perplejos ante tal carnicería, Kaiba no podía creer que hubiera gente sin escrúpulos o conciencia. Lucio miraba horrorizado tal cosa, pero su atención fue llevada a un sujeto, vestido exactamente igual que los otros, pero con cabellos largos rubios, entrando en la limosina para luego salir con el cuerpo moribundo de Kiara, el castaño corrió enfundando su arma, no dejaría que aquellos monstruos se llevaran aquel chico.
Los disparos a los pies lo hizo detenerse abruptamente, para girar su rostro y encontrarse con un muchacho apuntándole con un arma. Se acerco lentamente, hasta que uno de los faroles pudo mostrar su rostro, dejando asombrado Lucio.
- No ... – dijo lastimosamente - ... no tu ...
- Si ... – aquel sujeto, de cabellos marrones oscuros y ojos verdes esmeraldas, lo miraba seriamente - .. Soy yo ... Hermano ... – la vos suave no parecía ser la de un asesino, pero Kaiba pudo detectar que sus ojos ... no poseían alma.
Estaban por decir algo cuando vieron que uno de los muchachos de negro, clavo una navaja en el pecho de hombre gordo, habiéndoselo para luego arrancar su corazón, lamió sus dedos con sangre para pasárselos al otro, quien hizo lo mismo. La chica tomo los dos ojos, y el corazón para dirigirse donde estaba Lucio, y con una inclinación, deposito los órganos cerca de este, haciéndole una reverencia, el castaño retrocedió, asustado, ya que no entendía nada, pero alguien lo tomo de la cintura y susurro al oído.
- No ... no debes rechazar los regalos ... – dijo despacio, sorprendiéndole, y girando su rostro, encontrándose con alguien mas joven, de cabellos negros, con tres plumas de cuervo, y unos ojos azules potentes.
- Que demo...
- Shhh ... no los hagas enfadar ... – volvió a usar este tono de vos tranquilo, mientras le señalaba que aquella mujer lo miraba sin expresión alguna, como si esperaba algo de él.
- Hermano ... – aquel castaño que había aparecido, llamo la atención de todos - ... Son ofrendas divinas, por intentar salvar algo muy importantes para ellos ... – señalando a los otros dos muchachos que estaban situados cerca del cuerpo - ... Te consideran parte de un pacto de honor y lealtad – se acerco despacio, mirándolo a los ojos, ignorando al otro sujeto que lo sostenía, para que no se cayera o huyera – Lucio, hermano ... no temas, no te harán nada ni a tus amigos ... – tomo su mano, para inclinarse y besarla - ... Un demonio aprecia los pequeños actos que los humanos hacen por conciencia estúpida – se alejo despacio, haciendo señas a los demás, partiendo hasta dos camionetas 4x4 negras, donde subieron y partieron rápidamente, llevándose a Kiara con ellos.
- Farel ... – pronuncio despacio, casi dejándose llevar por aquellos brazos.
Lucio, Kaiba, Katsuya y los gemelos no entendían nada de lo que había sucedido, pero el ojiazul se giro entre molesto y asustado hacia aquel sujeto que sostenía al ojos verdes.
- Antul ... explícate por amor a RA ... – dijo agitado mientras señalaba las ofrendas – Esos ... eran ... RA ...!
- Miembros del Clan de las Tierras Muertas ... – el pelinegro se separo con media sonrisa, mientras hacia señas a algunos hombres que aparecieron de la nada. Quienes rápidamente atendían a los heridos, Katsuya estaba desmayado en los brazos del ojiazul, cosa que mucho no le agrado que lo atendieran gente extraña, mientras que los gemelos, aun con las armas en mano, dejaban que desinfectaran pequeños rasguños de la cara y brazos, Lucio, aun en shock se sentó en el suelo mientras era atendido - ... El clan mas temido y despreciado por todo el mundo. Compuesto por ... amantes de la sangre y carniceros – señalando seriamente el cuerpo mutilado del sujeto gordo - ... Pactos con el diablo son lo mas comunes entre ellos, pero aun así son respetados. El amo de todos, posee una compañía bastante sólida, multimillonaria y legal en los negocios de la Bolsa y Bienes Raíces ...
- Que hacían acá ...? – la vos fría del CEO lo interrumpió – Porque intervinieron en una disputa entre clanes ...
- El muchacho rubio ... – Antul dijo despacio, mirando a Lucio - ... aquel muchacho, aunque no lo crean es el hermano mayor de todos ellos, el primer heredero de todo el imperio de las Tierras Muertas ... – todos lo miraron con desconcierto, el pelinegro suspiro – Hace mas de diez años que desapareció en una de las tantas misiones extrañas que poseían, cuando eran un clan requerido por las mafias, hubo un accidente y el muchacho desapareció. Sus hermanos lo buscaron por todos lados, y se volvieron aun mas fríos y desquiciados, hasta que ... un informante había sacado fotos de una reunión, y de casualidad él aparecía en un plano secundario. Fue solo mover algunos contactos, para poder ubicarlo y sacarlo de donde había caído con amnesia ...
- Igual .. todo esto es desquiciante ... QUE DEMONIOS HACIAN AQUÍ? ... – Kaiba grito aun mas desesperado, no entendía nada, ni siquiera le veía relación, pero luego miro a los ojos a Antul – Que demonios haces TU aquí? No es tu territorio ... no deberías estar aquí ...! – dijo molesto.
- Aquí ... no Kaiba ... – suspiro desganado - ... Llevaremos a los heridos a la mansión Tomoeda, allí estarán a salvo en un sitio neutral, y todas las dudas podrán ser aclaradas ...
Se giro, haciendo señas a unos autos para que se acercaran, miro detenidamente aquel castaño que aun estaba sentado en el suelo, y solo atino a rodearlo con los brazos y alzarlo, depositándolo en uno de los asientos traseros.
