XX

¿Era eso cierto¿Por qué este decía tener la esfera? N. 17 les había dicho que el tenía la esfera ¿acaso mintió? En eso pensaba el rey de Kakarotto, pero el rey de Vegeta ya comenzaba a enfurecerse, estaba seguro que uno de los dos le tendía una trampa y quien fuera saldría perjudicado. Nadie engaña al rey de Vegeta

-Kakarotto revisa el radar- y Gokú tomó el radar que habían olvidado que si quiera existía confiando ciegamente en N. 17 y la gente de Beagle, en el encontró un punto verde que representaba la esfera parpadeando sin cesar en el mismo cuadrante donde se encontraban

-No miente Vegeta…eso quiere decir que los de Beagle nos engañaron – el extraño ser sacó de uno de los bolsillos de la túnica la esfera de dos estrellas en sus metálicas manos, con sus ojos color plata veía a los guerreros fuera de si, asimilando el engaño en el que habían caído

-Nosotros conformamos un droid- dijo el ser- uno de los ultimo, pronto nos extinguiremos todos, pero los de Beagle no lo saben

-¿y que quieres a cambio de esa esfera?- pregunto Vegeta desconfiando, era normal en el rey, el nunca consideraba que alguien quisiera hacer un favor por el simple hecho de hacerlo

-No queremos nada- respondió el droid

-¿No quieres que destruyamos a los de Beagle?- preguntó Vegeta atónito, aquella respuesta era algo nuevo para él

-Eso hubieras querido tú Vegeta, pero nosotros en realidad no queremos nada- y le dio la esfera a Gokú quien la tomo por sorpresa examinándola por todos los ángulos para saber si era verdadera- los de Beaglelianos no merecen su exterminio, son más que nosotros y sobre todo son los dueños de este planeta. Ellos nos crearon pero no pudieron manejarnos, afortunadamente para ellos y desafortunadamente para nosotros, somos los que vamos a desaparecer

-¿y te lo tomas así tan a la ligera?- vociferó Vegeta, quien aun no entendía el proceder del Droid

-Nosotros los droids en especial tenemos mucha pena por lo que esta pasando y sobre todo por lo del caso 17, no pudimos controlarlo y en consecuencia se salio de nuestras manos.

-Espera-interrumpió el rey de Kakarotto- ¿a qué se refiere con el caso 17¿Habla del N. 17 de Beagle?

-Me temo que si- respondió el Droid seriamente- 17 era un proyecto especial. Después de lo que pasó con el día Pribnow, miramos a los Beaglelianos y arrepentimos, aun no era tarde, intentamos de muchas maneras acercarnos a ellos, pero no funcionaba era muy natural que nos temieran después que aniquilamos a casi toda su raza entonces resolvimos que lo mejor sería crear un ser semejante a ellos y procedimos a construirlo, un individuo idéntico a un Begleliano que buscara establecer una reconciliación entre nosotros y ellos. Tuvimos un total de 16 experimentos y el 17, el N. 17 fue la culminación de todos, era básicamente perfecto, su cuerpo era único, no como nosotros que formamos un cuerpo a partir de muchas unidades, el de N. 17 era un cuerpo anatómicamente y fisiológicamente perfecto, con una inteligencia que iba un poco más allá de la que nosotros tenemos, lo criamos desde pequeño, porque inclusive nos permitimos imitar con éxito el proceso de crecimiento y desarrollo que sucede en los seres naturales, le enseñamos la historia del universo, le hicimos aprenderse el Libro de Sardis (el de la historia de la creación del universo) y hasta lo que pasaba en la actualidad en nuestro universo magistral, el tiene un dispositivo en su cerebro que le permite comunicarse hacia un satélite artificial que se encuentra a 5 años de luz de aquí, es de ahí de donde se entera de lo que acontece a nuestro alrededor, eso fue diseñado para nuestro beneficio, pero nos resultó contraproducente. Sabemos que les han dicho o él les ha dicho que un principio los Beaglelianos nos combatían con los nanovirus que logramos controlar, de alguna manera N. 17 los liberó reformateados, me refiero a que le cambio ciertas partes de su estructura, para matarnos y así deshacerse de nosotros sin correr el peligro de que nosotros lo eliminemos

-¿ustedes pueden eliminarlo?- preguntó el rey de Kakarotto- ¿Por qué no lo han hecho?

-En efecto nosotros podemos aniquilarlo porque lo construimos y sabemos sus puntos débiles; pero él sabe eso y no se acerca, además nosotros tenemos el control remoto que propiciaría su destrucción, fue por eso que después de liberar a los nanovirus, escapó al desierto donde posteriormente lo encontraron, según sabemos explicó que sus padres habían muerto en manos de los droids y el logró escapar debido para crecer en el desierto y le creyeron. Debo reconocer que 17 cumplió con el su acometido original de acercarse a los de Beagle, los convenció de que estábamos en contra suya e hizo que se levantaran en armas, fue por eso que levantamos el fuerte

-¿Cómo explica esos soldados que andan por todo Beagle?- preguntó Gokú

-Esos soldados- respondió el Droid- no buscan matar Beaglelianos, buscan a 17, todos ellos tienen una replica del control remoto de destrucción para ese androide, pero el los convenció de que nosotros los atacamos. Llevaba y parece que lo hace hasta ahora a un escuadrón y los mata para después regresar como único sobreviviente de una lucha encarnizada con los soldados…Tomen su esfera y márchense es lo mejor que pueden hacer, no podemos pensar que se vean más involucrados en esto, que es enteramente nuestra culpa como Droid, moriremos pronto, muy pronto. 17 se ha adueñado de Beagle, tal como lo hicimos una vez con nuestros creadores

-De cualquier manera acabare con 17- contestó Vegeta- lo pidas o no lo pidas. Ahora entiendo muchas cosas, el porque sabia de Kakarotto y de mí, un pueblo que carece de comunicación¡maldito!

-Nosotros no haríamos eso- replicó el Droid levantándose y avanzando hacia la ventana que dejaba ver el paisaje desértico lleno de huesos y metal cubiertos por la arena, momificándose unos, oxidándose otros- 17 es un guerrero muy hábil, fue entrenado con muchas técnicas de combate uno a uno, podría matarlos

-Eso ya lo veremos

-Le suplicamos majestad, llevarse este control- y el Droid tomo un control que se encontraba en uno de los cajones del transparente escritorio

-Solo los cobardes usarían un control- contestó el rey Vegeta dando la media vuelta y retirándose de ahí.

Mandato

Broly, conocido como Maximus Den Fader, se encontraba en una habitación blanca como las nubes, sentado sobre un tronco de sauce, detrás de él, una ventana de la cual solo se apreciaba un fondo azul claro. Su mirada lucia perdida, sus manos entrelazadas, era claro que esperaba algo, tras unos minutos el guardián no se movía, permanecía estático como una estatua de cera, sin mover un músculo con los ojos fijos en una pared resplandeciente casi cegante, pero no para él.

De nuevo la ventana y delante de ella un nameku erguido, serio, también esperaba algo

-Te has tardado Picoro

-Lo siento señor Fader- y luego un largo silencio

-Es lo que me agrada de ti, no distraes con excusas idiotas y sin el más mínimo sentido – ninguna respuesta, el nameku miraba al guardián- bien- el guardián se levantó y miro al sujeto quien era prácticamente su mano derecha, el nameku Picoro Dai Maku, aquel que se levantó desde los infiernos- necesito un favor

-Dígame señor Fader

-Raleight no les dio las semillas del ermitaño, llévaselas a Gokú y a Trunks, dale más prioridad al segundo, él y todos los que están con él les falta energía y Goten esta muy malherido, te doy 12- y le dio una bolsa raída- 2 para cada uno de ellos

-Me iré enseguida

-Espera…cuando termines ve con el Décimo primer apóstol y dile que ya es tiempo de que aliste su escenario, pronto estarán ahí Gokú, Vegeta y Ten Shin Han

-El décimo primero es muy problemático

-Es lo que pasa cuando se hacen las cosas sin consultar al principal implicado

-¿y si se rehúsa?

-No lo hará y si lo hace pobre de él, más le valdría no haber nacido

-Iré señor

-Pues vete