XXII
La tarde anterior cuando el sol con sus rayos naranjas cubría los cuerpos de los extintos whitkys, Goten esperaba que los aldeanos y sus compañeros despertaran cuando se dio cuenta que la herida que la bestia le había hecho en el costado seguía sangrando más y más. El joven príncipe se abrió el suéter y rompió un pedazo de su camisa, la doblo y la fijó contra la abertura de su piel logrando contenerla por un par de minutos, los suficientes para que sus compañeros despertaran y los aldeanos lo hicieran unos instantes después, ya había oscurecido, montaron un campamento con tiendas térmicas para protegerse del crudo frió. Trataron la herida de Goten, en el proceso preguntaron si fue un rasguño o una mordida, considerándolo irrelevante, el príncipe de Kakarotto les dijo que se trataba de un rasguño, gran parte de su respuesta fue debido a que le avergonzaba el hecho de que una bestia le hubiera chupado la sangre de esa forma tan grotesca, se arrepentiría de su mentira tras 28 horas después (el equivalente a un día en Snowball)
Después de 28 horas, Goten comenzó a sangrar cada vez más, sin que nada ni nadie pudiera detenerlo su herida se había abierto un poco.
A las 24 horas del exterminio de los Whitkys, Goten abrasaba a su prometida mientras estaban en el balcón, al alzar la cara la reina vio a su príncipe pálido, tiritando, aferrándose al cuerpo de ella, en el suelo vio un charco de sangre y se separó de él, le preguntó que le pasaba pero el nada respondía, finalmente solo atinó a decir que todo estaría bien que no se preocupara y tras una pausa cayo desmayado ante el terror de la reina por perderlo para siempre.
Postrado en una cama, Goten recibía transfusiones de la sangre de ese hermano que tan preocupado estaba pues lo veía yacer ahí, al hermanito al cual le prometió a su madre cuidar durante las prolongadas ausencias de su padre, guiarlo, educarlo y convertirlo en un buen príncipe, si por alguna razón llegara a morir, Goten heredada el reino como un digo rey del planeta Kakarotto, su hermanito que se estaba muriendo.
La reina estaba con el, sentada cerca de la cabecera de la cama, mirando sus labios sin color, sus ojos cerrados y su piel completamente pálida, con su respiración fuerte aun luchando por vivir. El final de Goten se acercaba a cada minuto ante su amigo, su prometida y su hermano mayor que no podían hacer nada más que ser testigos.
Ya no reaccionaba a la voz de nadie, un charco de sangre empapaba las sabanas. Gohan recordaba las palabras de los médicos, que si Goten no hubiera mentido acerca de su herida le hubieran salvado la vida dándole el antídoto contra la saliva del Whitky la cual tenía la propiedad de no permitir la coagulación de la sangre, la clave del éxito de su supervivencia, ya que podían beberla. Al decir que se trataba tan solo de una herida, solo contuvieron el desenlace por unas horas.
Lo rodeaban 5 médicos, ninguno le era útil, solo estudiaban el caso, era único, un hombre que moriría por verter toda su sangre, los 5 estaban callados, solo observando, sabían que un comentario fuera de lugar produciría la ira de la reina y que los sacara de la habitación del gran acontecimiento, mejor era quedarse con la boca cerrada.
En sus pensamientos la atribulada reina, le pedí al Creador que no se lo llevara, había encontrado a un hombre que le hacia reír, que le hacía soñar, que le hacia amar como nunca lo había hecho. Su frágil corazón se desgarraba más por la expresión de su prometido le recordaba mucho la muerte de su padre quien también muriera desangrado y luego arrastrado por un whitky para devorarlo seguramente.
Nadie sospechaba que su salvación venía en una bolsita café raída, que un Nameku cargaba en su mano caminando en un palacio vació, todos estaban pendientes de la inevitable muerte del príncipe extranjero en aquella habitación.
Picoro Dai Maku subió unas escaleras hechas de cristal que formaban una espiral con barandales parecidos a la nieve.
El nameku caminaba sin ninguna prisa y lentamente, como si el tiempo sobrara y en efecto así era. Llegó a una habitación iluminada, se abrió paso entre los guardias que no advirtieron su llegada y que no hicieron nada por detenerle y luego entre los médicos que solo veían su paso hacia la cama del paciente.
Gohan lo miraba a los ojos que estaban a punto de derramar sendas lágrimas
-Se muere mi hermano, señor Picoro- Picoro se paró al pie de la cama y miró al príncipe, de la bolsa saco una semilla y se la dio a tragar a Goten sin importarle las protestas de los médicos por darle cosas extrañas al paciente, luego le dijo- ya despiertate mocoso, tienes a todos inquietos- en la habitación miraban al nameku estupefactos ¿Por qué no se tomaba en serio la situación? Goten en realidad se estaba muriendo…entonces hubo un cambio repentino en el estado del príncipe, recuperó su color, su respiración se restablecía, su herida se desvaneció como si jamás hubiera existido, poco a poco abrió los ojos
-Amor…estas…estas bien- la reina lo abrazó, el sentía sus lagrimas cayendo en su piel
-No llores estoy bien
-Gohan- dijo el nameku en voz alta-toma- y le lanzó una bolsa raída- ahí están las semillas del ermitaño es lo que le ha salvado la vida a tu hermano, hay 2 para cada uno, excepto para Goten, ya le he dado una, no hay más que decir así que me marchó…cuídate mocoso
-Yo no soy un mocoso- replicó Goten molesto- pero gracias señor Picoro
-Ahora que ya tienen la esfera márchense lo más pronto posible al próximo punto
-Que bueno que ya estés bien amigo- dijo Trunks acercándose al príncipe- de verdad que estoy muy feliz- los médicos se marcharon, Gohan veía a su hermano acariciar el rostro de la reina quiso hablarle a Picoro, pero era tarde se había marchado.
-Te amo- escucho Gohan de la voz de su pequeño hermano y por su tono se le escuchaba demasiado en serio.
-Es bueno que el niñito este a salvo- dijo Cell fuera del palacio mientras sentía el renovado ki del príncipe Goten.
Debía irse pero Goten no quería hacerlo, tenía razones de sobra para quedarse, al menos no quería marcharse sin anunciar formalmente algo importante, la decisión más trascendental de toda su vida. Ante 200 invitados en el palacio la reina y Goten anunciaron su compromiso, 200 invitados, innumerables guardias, 2 jóvenes que juraban juntar su futuro por delante y un hermano mayor visiblemente molesto.
Era ya tarde, Goten se quito la camisa, dejando ver su ejercitado torso sin ninguna herida en él, mientras desabrochaba su camiseta y con el botón azul de los pantalones desabrochado sintió ganas de estirarse y así lo hizo, se asusto repentinamente al escuchar el crujido de la puerta, aquel ki lo reconocía
-Tengo que hablar contigo de algo muy importante
-Claro Gohan puedes pasar, me da gusto que vengas- respondió aquel sarcásticamente
- ¿Qué es todo esto de tu boda con la reina de Snowball?
-pues estoy bien, gracias por preguntar ¿y tú como estas?
-Déjate de tus tonterías Goten… ¿Qué es esto de la boda?
-Es eso, una boda, me voy a casar con ella
-Ya lo se, pero no es así de simple
-Tu boda con Videl no tuvo nada fuera de lo común
-Porque ella es nativa de Kakarotto, tú quieres casarte con una reina, tendríamos que formar una alianza y para eso tendría que hacerse un tratado. ¿Sabes? No es sencillo casarse entre 2 reinos de planetas diferentes, debiste considerar muchas cosas
-¿Y que quieres?- preguntó Goten de manera altanera casi tan colérico como su hermano- no voy a dejarla, me comprometí y no voy a echarme para atrás
-Debiste pensar mejor las cosas Goten, debiste apegarte a las reglas, para anunciar un matrimonio de tal índole hay que saber si la alianza es viable o no
-La amo y es lo único que debería de importar
-Ese no es el punto tu no te apegaste al protocolo del reinado de Kakarotto
-El protocolo de Kakarotto- repitió el príncipe menor en tono burlón- ese jamás lo he seguido y no pienso comenzar a hacerlo ahora
-¡Ve calmándote!...Creador…no puedo pensar en la reacción de nuestra madre…estará deshecha cuando se entere de esto
-¡Por favor! ¡no me salgas con eso si!- la pelea verbal entre los dos se alzaba cada vez más, para Gohan era bastante incomodo para Goten era algo normal, desde que era adolescente comenzó a debatir todo a todos, el porque seguir reglas y protocolos que a él no le gustaban era un ejemplo, era una forma de descargar todas sus frustraciones y todas aquellos momentos con sabor a desdicha que había tenido en su infancia- a mi madre no le caería mal tener algo para atormentarme y recordarme que no soy como su hijito perfecto
-¡Cállate!
-Solo falta que quieras hacerme sentir remordimiento con nuestro padre…bien sabes que a él no le importa lo que suceda, jamás le he interesado
-¡Eso es una mentira!
-¿y por que no estuvo cuando yo nací? ¿Y por que no estuvo durante mi infancia? ¿Dónde rayos estaba cuando más lo necesite? ¿Por qué me entrenó solo por 2 años cuando era adolescente? ¡¿DIME EL POR QUÉ GOHAN!- pero aquel nada respondió, estaba enfurecido escuchando todo lo que Goten descargaba, lo que se guardaba por respeto y por estar bien con su familia, sin ningún problema y porque eran cosas que al escucharlas le dolían muy adentro en el alma
-¡Cálmate ya!...Solo sabes reprochar, nuestros padres te aman, aunque tu digas lo contrario, solo buscaban tu bienestar…no sabes todo lo que tenemos que hacer para reparar tus idioteces, parece que no piensas, tus actos tu cerebro no los registra, solo haces las cosas por hacer y esta boda es la prueba
-Sigue con eso y puedo hacer algo de lo que me arrepienta
-No me debes de golpear soy tu hermano mayor- Goten lo empujo con fuerza, Gohan lo miraba con furia que controlaba apenas
-El orden de nacimiento no te asegura el respeto y tampoco te da el derecho de querer controlar mi vida…no soportas que yo puedo hacer lo que tu no harás ni en mil años…quieres que me vuelva un santurrón como lo eres tú…Te duele ¿Verdad?- Gohan no pudo contenerse y cometió un acto impredecible, por lo mismo que criticaba a Goten, había golpeado a su hermano, aquel tenia un hilo de sangre en el labio inferior, Gohan solo le miraba sin expresión alguna
-Debería de responderte…pero no estoy de humor
- Discúlpame…lo lamento mucho
-Largate Gohan- respondió Goten limpiándose la sangre- quiero estar solo
…………………………………………………………………………………..
Desde que tengo uso de razón he escuchado cosas que no deberían de estar y he visto seres que nadie vería ni en una eternidad. Luego murió ella y al poco tiempo yo ya estaba loco, o eso decía mi padre cuando me encerró en un hospital psiquiátrico, ahí pase la tierna época de la infancia, aun escuchando cosas que no estaban y viendo cosas que nadie vería. Luego me hicieron apóstol…el décimo primer apóstol
…………………………………………………………………………………….
Eran cerca de las 2 de la mañana en la tierra en el aeropuerto principal de la capital del Oeste. Aquel hombre miró su reloj, eran ya las 2 de la mañana en puntó, apagó su cigarro, su descanso había terminado. Subía el ascensor para regresar a la torre de control, había cerca de 16 vuelos atrasados, era diciembre, la época de los ires y venires de interminable numero de gente, se arregló el cuello de la camisa y entró al elevador. Al cerrarse la puerta cerró los ojos, pensaba en el desperdicio de haber tirado un cigarro a medio fumar, bien sabía que cada cigarro era como un clavo más en su tumba, pero no le importaba, no quería vivir mucho, aunque estuviera destinado par hacerlo.
En su cabeza repasaba coordenadas, direcciones, ciudades, escalas, números de vuelo
-Tienes una inteligencia brillante y estas aquí metido en tu trabajo rutinario- desde niño había visto cosas que nadie vería ni en una eternidad- los matemáticos como tú tienen el poder del universo en sus manos y mira donde estas.
-¿Qué quieres Picoro?- preguntó el hombre en tono cortante aun con los ojos cerrados
-He venido a recordarte tus deberes como apóstol y que no llevas el anillo de Eben en la mano solo por ornamento
-Bien sabes que si fuera por mi me desharía de él; pero no puedo quitármelo de mi dedo…dime pronto ha que has venido…tengo mucho trabajo que hacer
-He venido a anunciarte que el guardián de Bersek quiere que prepares el escenario, te los enviaran pronto- ninguno de los dos pronuncio palabra, el apóstol abrió los ojos y miraba si ya había llegado a su piso, no se había inmutado por aquella noticia, Picoro pensaba en que este apóstol problemático se negaría como siempre lo había hecho y que habría que amenazarlo con el castigo eterno, el dolor y la desesperación
-Será pronto…pediré mis vacaciones para poder atenderlos como debe de ser… ¿En que lugar aparecerán?
-Tu debería de saberlo…tienes ese don tuyo- el apóstol no pronunció palabra alguna y luego al mirar de nuevo Picoro ya no estaba ahí.
…………………………………….
¿Para que negarlo? he sido un apóstol desde el día de mi concepción
……………………………………………………
