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-Trunks- le llamó Majin Boo, mientras le invitaba a sentarse, el príncipe lo miro con desconfianza- siéntate, no pasara nada- y el príncipe así lo hizo y por un largo rato los invadió el silencio, aquel que a Trunks incomodaba y que a Majin Boo no interesaba, seguía comiendo chocolates como si nada. A cada minuto Trunks se exasperaba más, saco su radar y vio que la esfera estaba cerca de su posición y el ahí perdiendo el tiempo con este que le decían el tercero, pasaron 15 minutos y aquel seguía comiendo, Trunks ya comenzaba a cansarse

-Su ilu…

-Disculpa que no haya hablado antes hijo, aquí se acostumbra a no hablar hasta tener una idea de lo que se va a decir

-Entiendo

-Primero que nada, quiero decirte que soy Majin Boo, soy el tercero, el tercer apóstol

-Disculpe- interrumpió el príncipe desconcertado- ¿a que se refiere con eso? ¿Apóstol? ¿De quien?

-Del Creador, Él, tiene 12 apóstoles, designados a diferentes funciones y de todos ellos soy el tercero…pero yo no te he hablado por eso…como apóstol se me pidió que hablara contigo de algo muy importante…

-¿De que?- interrogo de nuevo el ansioso príncipe- ¿Acaso se trata de mi hermana?

-Específicamente de ella, no, pero es sobre tu familia…Trunks…tienes que estar listo, tú serás rey- y aquel dibujo una sonrisa en su rostro, claro que sería rey

-Soy el príncipe de Vegeta

-Si; aun no me comprendes…tu serás rey pronto, muy pronto

-¿Mi padre? ¿Morirá pronto?- pregunto aterrado con un nudo en la garganta, sintiendo como si miles de agujas se clavaran en su corazón, como si el universo entero se detuviera en seco

-Picoro te habrá dicho que tu abuelo, el rey Vegeta, buscaba la sobrevivencia no solo suya si no del universo

-Señor Majin Boo- le interrumpió Trunks con un hilo de voz- no me ha respondido

-No, tu padre no morirá, aun no, pero como te dije antes, me encomendaron prepararte para lo que viene

-¿y que es lo que viene?- inquiero de nuevo el príncipe algo más aliviado

-Para ti…algo terrible y a tu madre le atravesara el alma- de nuevo Trunks sintió esa opresión en el pecho, sintió como si el cuerpo se le helara por completo, la boca seca y su mente pidiendo a gritos que todo se aclarara

-¿Por qué…por qué dice eso?

-Hijo- le respondió el tercero mientras se levantaba- la traición que viene es prácticamente inevitable

-¿La traición de quién?

-Tu ya sabes de quien- Trunks recorrió sus pensamientos, todo lo que había pasado desde la desaparición de su pequeña hermana, y recordó que hacia menos de una hora, Goten le comentara sobre las palabras finales del Whitky " Él los traiciona y le dará las esferas al otro" y sus sospechas de Cell, debía ser él, era el único del grupo que había protestado desde el principio, el que denigraba a sus compañeros, un guerrero que no le inspiraba ni un mínimo de confianza, debía ser Cell- ¿Ya sabes quien es?

-Si- respondió con seguridad el príncipe- mi padre- y se callo de inmediato ¿Qué demonios había dicho? ¿Su padre? No, él no, él buscaba a su hija, ¿para qué traicionarlos? Su padre amaba a su pequeña y movería el universo entero de ser necesario para encontrarla, no podía tratarse de su padre –No quise decir eso

-Pero Trunks, si estas en lo cierto, se trata de tu padre, el rey Vegeta

-Señor Majin Boo- le contestó consternado- no siga con estos juegos, usted sabe que no hay tiempo, el universo entero esta en peligro y para mi hay algo más, mi hermana, no quiero verla convertida en una muñeca sin alma para toda su vida.

-Su traición es prácticamente inevitable

-¡Ya basta!- grito el príncipe furioso, se había exasperado, tiempo esencial perdiéndose en las calumnias que este apóstol o lo que fuera le lanzaba a su padre- si va a seguir con estas mentiras no quiero seguir escuchando

-Si aun no he dicho nada

-Ni necesito escucharlo

-¿Acaso tienes miedo?

-No me da miedo, me molesta solo eso

-Te molesta porque no puedes aceptarlo, sientes miedo y frustración, por eso te enfadas…igual que tu padre

-No, yo no soy igual a mi padre

-Te le pareces en más de lo que piensas

-¡Basta!- Majin Boo se tragó un chocolate y prosiguió

-Tienes lo necesario para convertirte en un guerrero tan sanguinario e inmisericorde como él lo fue alguna vez, te ha detenido el amor de tu madre, una infancia feliz, una familia unida, cosas que él no conoció hasta que fue mayor, puesto que su madre murió a los pocos días de que él naciera, su infancia se acabo cuando a los 4 años piso un campo de batalla, conoció lo que era una familia siendo ya mayor. Desde pequeño vivió en un ambiente de odio, el que se detuvo cuando conoció a tu madre…pero solo fue eso hijo, se detuvo, no fue desplazado, no le cambio, se quedo ahí, con el odio medio dormido, aun latiendo apenas, pero sigue.

-No hay nada de lo que usted me diga que no haya pensado antes o que yo no sepa- le replicó Trunks desconcertado, pero con la voz más serena, estaba decidido a hacerle ver al tercero, de la manera más educada, que esta charla improductiva lo estaba enloqueciendo- se que he sido privilegiado si me comparo con mi padre y tenido muchas cosas que él solo conoció hasta muy tarde en su vida; pero no solo en eso radican nuestras diferencias, hay muchas cosas más que nos hacen ser distintos, yo jamás asesinaría a un inocente como él alguna vez llego a hacer, el hecho de que piense de que puedo serlo me molesta bastante.

-No pidas a tu corazón creer lo que tu cerebro te dice, porque cuando el momento llegue y desmientas tus palabras…te dolerá el doble

-Entonces- contestó Trunks- debo buscar la manera de detenerlo, evitar su traición

-No hijo, no puedes hacer nada, llegara en el momento que menos te lo esperas y después es posible que un gran odio se apodere de ti, odiaras tanto a tu padre…que llegaras a parecértele

-yo- dijo atónito- yo…no soy mi padre, señor Majin Boo

-Tal vez no sepas que cuando tu padre te vio por primera vez, tuvo una idea sobre tu futuro, el heredero de Vegeta debía continuar con lo que él pronto abandonaría, su obra podría decirse, viviría a través de ti, no pudo evitarlo, todo padre imagina a un hijo de cierta forma, con cierto carácter y planean su futuro y tu no fuiste la excepción- Trunks se llevo una mano a la frente, se tapo los ojos, las palabras ya le daban miedo, el temor corría por sus venas, el aire se le hacia pesado y sentía como si las lagrimas se agolparan estrepitosamente en sus ojos- el rey Vegeta- prosiguió Majin Boo- vio crecer a su príncipe Trunks, como un niño feliz, inquieto, curioso en todo sentido y lo que mas le dolía con un gran sentido de la misericordia y de la justicia, con un gran corazón y sobre todo con el gran y desarrollado sentido del valor de la vida y le asusto, tu tenías lo que él siempre odio en un guerrero, por eso mismo, tu padre te odia

-¿Cómo…puede odiarme?- preguntó el príncipe con la voz entrecortada

-El odio y el amor conviven en el corazón todo el tiempo; pero nuestra mente solo puede soportar uno, de lo contrario, si no estas preparado y descubres que odias a alguien que amas, tu mente entraría en una crisis tan grande que podrías perder la razón, quedar enajenado del mundo. Nadie esta listo para entender que los dos sentimientos viven en el corazón, pero solo uno soportamos- el príncipe apoyo sus brazos sobre las rodillas y se llevó las manos a la cara

-No puede ser- dijo para si- esto es imposible

-Un día, tú cambiaras del amor al odio y tu padre dará cambios también, no solo por ti sino también cambiara lo que siente por tu hermana y tu madre y cuando ese día llegue, tú, príncipe Trunks, corres el riesgo de lo que tu padre llama alguien digno de su estirpe

-¡jamás!- gritó el príncipe, levantándose repentinamente- ¡Mi padre no nos traicionara! ¡¡Ni tampoco odiaría a su familia!

-Calma- la voz como la de un niño- Vive estos momentos y le ofreció un chocolate- eres un chico listo, come este chocolate- Trunks lo miró con recelo, la voz como la de un niño, pero le había lanzado palabras muy dolorosas

-Un chocolate no me hará sentir mejor

-Te he dado el conocimiento, uno de muchos que para la gente pasa inadvertido, cuando tú seas rey…

-¿Cuándo yo sea rey?

-Si durante ese periodo de tiempo puedes pensar en lo que te he dicho y encontrar el balance entre el amor y el odio, porque el odio será mucho

-pero…mi padre

-Es tu padre, nunca olvides lo que eso se significa

……………………

Conector Reservista

Gokú miraba una gran mancha negra pasando a gran velocidad, toda su vida vivió en medio de grandes aventuras, ahora comenzaba a hacerse mayor para esas cosas. Hasta el se extrañaba cuando pensaba que ya quería que todo se terminara, volver a casa a lado de su esposa y comer como nunca lo había hecho, hacerse cargo del reinado de Kakarotto el resto que le quedaba de vida, o talvez cederle el trono a Gohan y así, el simplemente disfrutaría de su familia, con su nieta Pan.

De repente llegaron a un lugar lleno de ruido, música por doquier, anuncios luminosos, los cuales Gokú no entendía, el auto comenzó a detenerse por completo.

Gokú miraba un establecimiento hecho de madera, iluminado por focos de varios colores en la entrada, vio a varios hombres de sombrero vaquero, camisas de cuadros, mujeres con pantalones de mezclilla y minifaldas.

Mientras el rey de Kakarotto pensaba que si se habían detenido era por la muy probable razón de que habían llegado a la cueva, comenzó a pensar que las cuevas de la tierra era muy extrañas.

Entraron, más gente y 2 mesas de billar al centro, a su alrededor estaba llena de personas bebiendo y fumando, una pareja bailaba al tranquilo compás de una balada. Gokú miraba asombrado todo el lugar, desde la luz amarillenta hasta el piso manchado. Rayerknight tuvo que jalarlo mientras avanzaban hacia una puerta.

-En la tierra, las cuevas son muy raras- el terrícola le miro de reojo, la inocencia de Gokú era legendaria, pero aquello era demasiado ¿Era inocente o simplemente tonto?

--Esta no es una cueva- dijo seriamente Ray- es un bar que se llama la cueva

-¿De verdad?- Gokú se sintio avergonzado, poso su mano detrás de la cabeza mientras que reía estrepitosamente. Llegaron a la puerta, custodiada por un hombre alto, blanco de traje y lentes negros, sin nada de cabello en la cabeza, era aun más alto y corpulento que Rayerknight

-¿qué es lo que quieres?- pregunto de manera violenta el celador

-Entrar- Contestó el apóstol, Gokú miraba con recelo, dispuesto a atacar si era necesario

-Dame la contraseña

-No la se, nadie me dijo nada

-En ese caso, no puedo dejarte pasar

-Tengo que entrar-Si sigues aquí te sacare a patadas- Rayerknight mascaba su chicle desesperadamente, casi de manera compulsiva como si en él encontrara algún alivio, puesto que aquella situación lo estaba dejando nervioso, comenzó a sudar profusamente y con un movimiento lento vio al celador, miraba su reflejo en los lentes negros del guardia y le dijo un poco más tranquilo

-Abre la puerta, ya Puar- y el guardián miró al apóstol, que aun seguía nervioso, se desajusto la corbata y luego se la quito, guardándola en su saco, no importara cuanto la desajustara sentía que le ahogaba, era como si todo comenzara a ahorcarle. Repentinamente la puerta se abrió, dejando ver un pasillo oscuro en su totalidad

-discúlpame Ray, no te reconocí sin la barba que siempre traías- el apóstol no contesto, solo paso por el pasillo y el rey de Kakarotto se disponía a hacer lo mismo; pero el guardia se lo impidió, ahí solo Rayerknight podía tener acceso.

Llego Rayerknight a una habitación pintada de azul con alfombra verde oscuro, una mesa en su centro y por encima de ella una lámpara alumbrándola directamente y detrás de la mesa se hallaba sentado un cerdito, con pantalones azul claro, tirantes rojos y una camiseta blanca, leía una revista pornográfica, y prácticamente babeaba al ver las fotografías y concentrado, imaginando todas las cosas que podría hacer con las chicas de la revista, a tal grado que no se dio cuenta que Rayerknight llegó y se sentó en una silla frente a él. El apóstol al ver que aquel no se había percatado de su presencia aporreo su mano derecha violentamente sobre la mesa, sobresaltando al cerdo

-¡Tú! ¡¿Qué crees que haces!- aquel estaba enfurecido, al ser interrumpido en su lectura, tiró la revista hacia el centro de la mesa

-Chicas del paraíso- leyó Rayerknight el titulo de la revista al tomarla entre sus manos- ¿Qué diría tu madre?

-¿A que has venido apóstol?

-Vine por la esfera, bien sabes que tú no me agradas y jamás vendría a verte por otra cosa

-Tú a mi mucho menos, creo que eres uno de los peores apóstoles que ha existido, no mereces el anillo que llevas en el dedo…si quieres tu esfera, tienes que decirme toda la oración completa : Su excelencia, Conector Reservista, te pido, por tu infinita sabiduría, apelando hacia tu eterna bondad me entregues la esfera de 7 estrellas

-Escucha Conector Reservista, si sigues con estas estupideces y no me das la esfera voy a romper a las chicas del paraíso- y agitó la revista en su mano ante la mirada atenta del conector- así que es tu decisión Oolong ¿Qué es lo que quieres?- Oolong aventó la esfera a la mesa y esperaba que Rayerknight hiciera lo propio con la revista; pero eso no pasaba, el apóstol tomo la esfera, la guardo en su saco y mientras se levantaba rompió la portada de la apreciada revista de Oolong, produciendo su ira

-Y yo que te iba a decir algo importante infeliz

-Cállate cerdo

-Entonces morirás- el apóstol volteó repentinamente y le dijo

-Mucho cuidado Conector Reservista, no interfieras contra los planes maestros, serás castigado

-Si es por perjudicarte Rayerknight, no me importa en lo más mínimo

-Ya tengo lo que quería de ti- el apóstol se fue sin pronunciar palabra alguna y Oolong volvió a su lectura satisfecho pensando en el final del apóstol, un trágico final.