XXXI

Oob había conducido a los visitantes de nuevo a la estatua de su padre, después de un rápido recorrido a la ciudad de Sophias, ahí les menciono que su padre era el tercer apóstol, uno de los 12 del Creador, les dijo también que en realidad Majin Boo era su padre espiritual, pues le había adoptado como suyo, moldeándolo según las buenas costumbres de Sophias par ser un hombre de bien, su padre biológico, era Boo hermano mayor de Majin Boo, el cual era considerado la peor pesadilla del universo local, pero que para su fortuna se encontraba en un estado de docilidad, que le permitía convivir con su hermano y con su hijo, del que ni siquiera tenía conciencia alguna. Cell aburrido de aquella platica, decidió alejarse, comenzó a caminar por el bosque, ciertamente comenzaba a fastidiarse del viaje, de las estúpidas esferas del dragón y sobre todo de esos chiquillos, esos príncipes idiotas, que se creían eran mejores que él, que más le hubiera gustado que acabar con ellos, pero su honor de guerrero estaba en juego, debía terminar la misión si no quería ser visto por el pueblo de Ingolstad como un cobarde.

-Cell- el bioandroide volteo a su derecha de donde esa voz parecía provenir; pero no había nada ¿acaso ya estaba alucinando?-Cell- escucho de nuevo y esta vez era más fuerte, era verdad, esa voz era tan real como él

-¿Quién eres? ¡Da la cara cobarde!

-Aquí estoy- Cell se fue hacia atrás al ver al hombre que estaba frente a él, apareció inesperadamente, era un hombre de unos 30 años, de cabello negro y de ojos azules, junto a él se hallaba un ser del tamaño de un niño de 10 años, era totalmente rosado, de ojos rojos y le recordaba mucho a Majin Boo, se le veía calmado; pero en ese pequeño ser podía sentir un gran poder, casi inconcebible

-¿Cuál es tu nombre?- le preguntó el androide a aquel hombre, quien no dejaba de sonreír maliciosamente

-Mi nombre es Ko Ku Ken No Ryu- Cell ni siquiera se inmuto a escuchar el nombre de su supuesto enemigo, aquel contra el que, en teoría, tenía que acabar al verlo y arrebatarle las esferas para impedir un desastre universal; pero no fue lo que él quería hacer; deseaba hablar con este adversario, presentía que el estaba ahí por algo interesante, algo que talvez le agradara- el dragón maligno, aquel contra el que peleas

-Si, lo se

-¿Por qué no me atacas Cell? Soy yo, tu rival, si me dejas ir, es posible que acabe con todo el universo

-También lo se- Ryu de nuevo sonrió, Cell era lo que había estado buscando

-Déjame decirte, Cell, que estas soñando, estas dormido

-Entonces eres un sueño

-No, me comunico contigo a través de tu sueño, por ahora es la única manera en la que puedo lograrlo, este que esta a mi lado es Boo, el hermano de Majin Boo y como has sentido su poder es impresionante

-Dime pronto ¿Qué quieres de mí?

-Yo se que esta misión no te agrada, se lo que piensas de los príncipes que son tus compañeros en este viaje, se otras muchas cosas, te agrada la idea de estar a mi lado, lo se…yo te ofrezco un trato imposible de remplazar

-¿De que hablas?

-Te daré el poder para destruir todo lo que quieras, para que puedas comprobar tu fuerza y tu destreza que es lo que realmente quieres…o acaso olvidas ese planeta que destruiste por "error"

-¿Acaso piensas que lo hice a propósito?

-No solo lo pienso, yo se que lo hiciste a propósito

-Ahí se escondía un enemigo de Ingolstad

-¿y no podías sentir su Ki?- Cell se cruzó de brazos, si podía, claro que lo sentía, pero esa vez, en él nació la imperiosa necesidad de acabar con ese planeta, solo por querer saber si era capaz de hacerlo.

-Dime- contesto el bioandroide con seriedad- ¿Qué es lo que quieres?

-A ti y es muy obvio porque…te estoy dando la oportunidad de probar tus habilidades sin ningún reproche, de ser parte de la fuerza que gobernara al universo entero y lo único que tienes que hacer es ayudarme

-Ah, suena tentador; pero, quisiera saber como piensas convertirte en la fuerza que gobernara al universo

-No es muy simple; pero tengo fe de que funcionara, hasta ahora mi plan marcha bien. No puedo informarte mucho por ahora, con el tiempo tu mismo sabrás como se sucedieron las cosas; pero te diré que al final, me ganare a Vegeta y con él, el universo será nuestro- ¿Vegeta?

-¿Acaso dijiste Vegeta? ¿Te escuche bien?

-Así es Cell

-Ese esta buscando a su hija y es una búsqueda ferviente y no creo que la abandone porque tu le ofrezcas el universo

-Pero yo no solo voy a ofrecerle el universo, también le ofreceré algo muy valioso…su libertad

-¿libertad? No te entiendo

-Me imagino, pero eso por ahora mi estimado Cell, es lo de menos

-¿Qué tienes pensado hacer?- le interrogo el bioandroide desconfiado de su enemigo

-Destruir al universo, le daré el poder a Vegeta, le daré todo lo que el desea, mi poder como dragón me lo permite, quiero y puedo hacerlo y una vez que lo tenga dominado por completo, destruiré a este universo, aun me tome un millón de años, el tiempo es relativo, la destrucción es perpetua

-Ya me esta gustando tratar contigo, Ryu

-Je, je, me parece bien, mi estimado Cell, pero dime, porque tu respuesta me impacienta ¿Qué es lo que tú quieres hacer? ¿Decides estar conmigo?

-Sí- y Ryu le extendió la mano al bioandroide que fue estrechada un poco tiempo después por este sellando un fatídico trato, que era ya inevitable, era esta una de las acciones del pérfido dragón que harían estremecer el destino del universo entero, más no era la principal, aquella, cuya leyenda resonaría por generaciones.

-Ahora déjame explicarte la situación- y el bioandroide se puso atento-en este momento Trunks esta volando hacia acá, también los príncipes de Kakarotto y el hijo de Boo

-¿Por qué?

-Porque han sentido los kis de una gran batalla- sonrió Ryu maliciosamente mientras que al mismo tiempo acariciaba la cabeza de un sumiso Boo, quien se hallaba a su derecha

-¿Una gran batalla?

-Si, la tuya y la de Boo, porque al caminar lo encontraste, traía la esfera consigo y tú evidentemente se la quisiste quitar, claro que él tuvo que defenderse, fue así como comenzó esta pelea de dimensiones increíbles, adornarla como quieras, al fin y al cabo tú tienes más experiencia en batallas que yo

-¿y la esfera?

-En tu mano- en efecto, Cell sintió una pesadez en su mano derecha, con la que había estrechado la mano del dragón, abrió bien los ojos al ver lo en ella había, la esfera de una estrella

-… ¿Por qué me la das? A ti te conviene reunirlas ¿no es así?

-Pero la manera de probar que mis planes saldrán como yo quiero es que ustedes las tengan. Por ahora Cell, finge que todo sigue igual, termina la misión de reunir las esferas del dragón fue para eso que te mandaron, cuando Vegeta este de mi lado entonces tu podrás revelar nuestro trato y el mismo rey de Vegeta te llamara a servirle

-mmm…yo no le sirvo a nadie

-Por supuesto que no, y eso él lo sabrá de eso me encargo, ahora Cell, es tiempo de despertar.

El apóstol salio de ahí molesto; al menos ya no era como antes cuando apenas comenzaba su misión, momentos en que los insultos y los desprecios le dolían profundamente en el alma, proferíos hechos por personalidades que eran menores a él.

-¿Te lo dijo?- preguntó el gigante Celador

-No se de que hablas- respondió Rayerknight con indiferencia

-Veo que no lo hizo…en ese caso lo haré yo- y aquel gigante celador se envolvió en una nube de humo que dejo tras de si un pequeño gato azul que flotaba por los aires

-Puar…no te entiendo- y Gokú mucho menos, los miraba intentando, en vano, entenderlos pero no se imaginaba de quien o quienes hablaban

-Nos informaron que los saibamanes fueron sembrados, en la tierra, de hecho están cerca de aquí, pero mi fuente no me informo en que lugar exactamente- aquella noticia, aterrorizó al apóstol, se llevo una mano a la frente, aquello no era para menos, un saibaman era un guerrero diseñado para destruir, era seguro que los destruiría, eran los guerreros enviados por los guardianes en momentos de desesperación y al parecer este era el caso, sin duda la noticia era temible, no solo para ellos si no para la tierra entera

-¿Qué es un saibaman?- interrogo el rey de Kakarotto sacando a Rayerknight de sus pensamientos fatídicos, había olvidado por completo a Gokú, le miro a los ojos con un rayo de esperanza

-Saiyajin- pronuncio sin pensar el humano

-¿Él?- pregunto Puar mientras que al mismo tiempo lo señalaba con su cola-¿un saiyajin?

-Si lo es

-muy bien- interrumpió Gokú molesto- ustedes me confunden más, no se que es eso del saiba no se que ni del saya quien sabe que

-El saibaman- respondió Rayerknight- es un guerrero pequeño, tiene la cabeza enorme, es delgado y muy rápido. Esta diseñado para eliminar a todo aquello que se le ponga en frente. Seguramente viene de parte de Freezer y los demás guardianes rebeldes, deben de estar desesperados porque se acercan a las esferas más rápido que ellos

-Interesante- esto era justamente lo que Gokú necesitaba, un reto, una batalla que animara este viaje que ciertamente comenzaba a hacerse montoso y aburrido

-y el saiyajin- dijo Puar- Es un guerrero legendario increíble. Se dice que provendrá del norte de Bersek y que aparecerá en momentos de desesperación, salvándonos de todos lo peligros.

-Pero no entiendo- interrumpió el rey de Gokú-¿solo porque nací al norte de Bersek soy ese saiyajin que dicen?

-No solo por eso- respondió Rayerknight- Al nacer al norte de Bersek tienes más probabilidades de tener una hormona llamada zenkai, la cual te proporciona una fuerza inimaginable, además tu tienes mucha habilidad para combatir, si me guió por las leyendas, eres el guerrero más diestro que ha existido en siglos

-A decir verdad, no me interesa si lo soy o no en lo más mínimo

-Debería- dijo Rayerknight y después de un largo silencio solo atino a decir- vámonos

-Adiós Rey Gokú, le deseo mucha suerte

-Adiós Puar y gracias- contesto aquel rey con sonrisa alegre, al fin, a fin, una pelea

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Tanathos

-Ryu, me traicionara, lo se

-Si usted lo quiere, señor, puedo hacer guardia, vigilarle

-No, terminaría matándote y de nada me sirves muerto

-Pero señor Freezer…este dragón es muy peligroso, necesita saber que estamos pendientes de sus pasos, para dejar de actuar a sus anchas.

-Nappa, a veces eres el más grande idiota del universo, si haces eso lo volverás cauteloso y es lo que menos quiero…es mejor que lo vea ahora ¿sigue con esa princesa?

-Así es señor

Freezer camino el corto trecho desde sus habitaciones hasta las habitaciones de Ryu quien se encontraba con la princesa Bra, aun sumergida en un profundo sueño, no se daba cuenta de lo que pasaba, no sabía de un dragón hecho hombre, en contra de su voluntad, quien le gritaba, que lloraba en su vientre reclamando el estado humano en el lo que lo dejaba al negarse a unirse a él, no sentía los tremendos golpes que Ryu le propinaba cuando se enfurecía, aquellos que habían dejado una huella morada en su rostro que no desaparecían por la fuerza y la saña con la que habían sido gravados.

Se encontraba el dragón sentado al lado de la cama de la princesa, fumaba su habano vespertino, como le era costumbre desde su liberación, analizaba los avances de su plan, sin duda Cell fue uno de las mejores adquisiciones, pero faltaba uno, él más importante. Freezer entro súbitamente, ocultando perfectamente sus dudas y su ira contra este "aliado".

-Veo que ya sospecha- dijo Ryu, aspirando el humo de su habano, Freezer sintió como el nerviosismo lo invadió repentinamente; pero lo ocultó, no era prudente demostrar sus sentimientos a los enemigos y menos a este.

-¿De quien hablas?- preguntó Freezer, preguntándose también, si ya había hecho evidente que sospechaba que Ryu lo quería traicionar y que ya planeaba adelantarse…matarlo

-De su padre- y Ryu exhalo el humo

-Si, hace tiempo que sospecha de ti, tiene la creencia de que nos traicionaras tarde o temprano- Era una evidente trampa, palabras en doble sentido, cuya interpretación sería dada por la culpabilidad, fueron hechas para atraparlo en su juego pero él era demasiado astuto para eso.

-En efecto lo traicionare y se que él a mi también

-Es posible, no es tan tonto como crees

-Tonto no lo creo, confiado si y también creo que te puede traicionar, a considerado seguir los pasos de Broly

-Deja tus mentiras, estúpido ¿Cómo podría creer eso? Ha querido vengarse de Broly desde hace mucho tiempo y no cambiaría de opinión tan drásticamente

-¿Drástico? No, lo ha pensado por muchos años, como 10 aproximadamente, nos va a entregar, a ti y a mí

-¿Cómo diablos sabes?

-Olvidas que soy una creación conectada al mundo, he perdido muchas habilidades por estar separado; pero puedo ver las cosas que pasan a través de las mentes débiles, como la de tu padre- Quería preguntarle si también podía leer la suya, lo tenía en la punta de su negra lengua, las palabras se agolpaban en su garganta

-¡Me engañas!

-no importa si no me crees, verifícalo ahí en Edencia, cuando te encierren en un planeta capital, te sometan a juicio y te castiguen, talvez deshaciendo hasta el ultimo átomo de tu cuerpo- y eso era algo que Freezer no estaba dispuesto a averiguar- yo lo hubiera matado; pero de matar una pulga al matar al perro, hay mucha diferencia- Debía acabar con Ryu y con su padre, no había ninguna razón para correr riesgos.