GUÍA DE CHICAS
CLUB DEL ENTRETENIMIENTO:
-Akaza Akari: Nuestra querida protagonista. Tercer año.
-Yoshikawa Chinatsu: Nuestra linda yandere. Tercer año.
-Segawa Hikari: Cabello marrón ondulado hasta los hombros. Ojos marrón claro. Primer año.
-Aoyama Kokoro: Pelo negro liso hasta un poco más abajo de los hombros. Ojos azules con un tono parecido al del pelo de Himawari. Primer año.
-Nakamura Hitomi: Exmiembro del Club de Música, igual que Hibiki. Se unió al Club del Entretenimiento solo para fastidiar a Nanami. Cabello marrón, un poco más oscuro que Hikari, liso, casi hasta la cintura. Ojos púrpura, similar a Akari. Segundo año.
CONSEJO ESTUDIANTIL:
-Hideki Nanami: Presidenta del consejo. Cabello azul claro, liso, hasta la cintura. Ojos verde claros. Segundo año.
-Umeki Tsubasa: Vicepresidenta del consejo. Una chica que va a la misma clase que Nanami. Cabello de color como una mezcla entre morado y rosa. Ojos marrón claro. Su tono de piel algo más claro que la media, aunque sin llegar a parecer pálida. Segundo año.
-Hiroki Hotaru: Es muy amiga de Himawari, pero aun así, votó a favor de su destitución. Desde entonces, Himawari la odia. Cabello marrón claro, liso, hasta un palmo más abajo de los hombros. Primer año.
-Miyamoto Yukiko: Amiga de Hotaru, que va a su misma clase. Pelo castaño muy oscuro, casi negro, listo, hasta la mitad de su espalda. Ojos morados. Lleva gafas con los cristales rectangulares y bordes negros. Primer año.
-Sorato Hibiki: Llenó la plaza que quedó libre al destituir a Himawari. Tiene un corte de pelo igual que el de Yui, pero el color de este y el de sus ojos es igual que el de Kyouko. Segundo año.
OTRAS:
-Furutani Himawari: Expresidenta del consejo. Fue destituida por Nanami con la aprobación unánime del resto del consejo. Odia a Hotaru desde que esta votó a favor de su destitución. Tercer año.
-Ohmuro Sakurako: Al destituir a Himawari, ella debió convertirse en presidenta, pero rechazó el cargo. Tercer año.
-Toshinou Kyouko: Fundadora del Club del Entretenimiento y exmiembro de este. Primer año de preparatoria.
-Funami Yui: Exmiembro del Club del Entretenimiento. Primer año de preparatoria.
-Sugiura Ayano: Expresidenta del consejo estudiantil, la anterior a Himawari. Primer año de preparatoria.
-Ikeda Chitose: Exmiembro del consejo estudiantil. Primer año de preparatoria.
En la sala del Club del Entretenimiento, Kokoro se estaba comiendo un helado de ron con pasas mientras Hikari se la miraba flipando y Akari estaba mirando su reloj, con una sonrisa en su rostro.
–¿Por qué miras tanto el reloj, senpai? – Preguntó Hitomi.
–Es que hoy tienen que venir Yui-chan y Kyouko-chan, las chicas que fundaron este club.
–¿Eh? ¿En serio? – Se sorprendió, al igual que Hikari y Kokoro, que dejó de comer el helado para mirar a Akari. Esta asintió.
–Falta poco. Deberían llegar en cualquier momento.
–Las senpais de nuestras senpais… – Dijo Hikari. – Eso significa que son senpais-senpais, ¿no?
–Eso no existe. – Dijo Kokoro, que dudó después de decirlo. – No existe, ¿verdad? – Preguntó.
Chinatsu respondió.
–No, no existe. Con un solo senpai es suficiente.
En ese momento la puerta se abrió.
–¡Ya-hoo! ¡Aquí llega Kyouko-senpai!
–Bienvenida, Kyouko-chan. – Dijo Akari con una sonrisa. – Te estábamos esperando.
Hikari estaba algo nerviosa.
–E-Es un placer conocerte, senpai. Y-Yo soy…
–¡No! ¡No me lo digas! – La cortó Kyouko, sorprendiéndola un poco. Tras mirar por unos segundos a las tres chicas nuevas, las señaló a cada una. – ¡Tú eres Hikari, tú Kokoro y tú Hitomi! – Dijo, acertando con las tres, dejándolas sorprendidas.
–¡I-Increíble! – Exclamó Hikari.
–¿C-Cómo lo has sabido? – Preguntó Hitomi incrédula.
–Je je je… Tengo muy buena intuición.
–No, es porque te dijimos cómo era cada una. – Dijo Chinatsu, avergonzando un poco a Kyouko.
–¡Jo, Chinatsu-chan, no tenías que decirlo!
Las demás chicas sonrieron al entender cómo lo supo. Yui entró después de Kyouko.
–Hola a todas, yo soy Yui. Es un placer conoceros.
–Lo mismo digo. – Respondieron las tres.
–Con permiso. – Dijo Chitose mientras entraba, junto con Ayano.
Akari las presentó.
–Ellas son Sugiura-senpai e Ikeda-senpai. Estaban en el anterior consejo estudiantil. – Dijo, sorprendiendo a Hikari y Kokoro, pero no a Hitomi.
–Ah, es verdad. Tú eras la presidenta.
–Así es. – Dijo Ayano.
Kokoro habló.
–Entonces… ¿Tú dejaste a Akari-senpai y las demás usar esta sala?
–B-Bueno… Yo…
Kyouko habló.
–Al final sí, pero al principio Ayano también quería cerrarnos el club.
Ayano se puso nerviosa.
–¡E-Eso no… B-Bueno, sí pero… E-Es decir…
–Eso no es verdad. – Dijo Chitose sonriendo. – En realidad Ayano-chan nunca tuvo intención de cerraros el club.
Eso alteró aún más a Ayano y extrañó a las demás.
–¡Chi-Chitose!
–¿Eso es cierto? – Preguntó Kyouko. – ¿Entonces por qué decías que querías cerrarlo?
Ayano no sabía qué decir.
–E-Esto… Y-Yo…
–Bueno, no importa. – Dijo Hitomi. – Aunque lo quisieras cerrar, después recapacitaste, no como Hideki-san.
Eso llamó la atención de Ayano.
–Por cierto, ahora que la mencionas, hace un rato me ha dicho algo que me ha extrañado.
–¿Has hablado con ella? – Preguntó Hitomi.
Ayano asintió.
–Sí, quería intentar convencerla de que no es necesario cerrar el club. No lo he conseguido, pero me ha dicho algo que me ha llamado la atención.
–¿El qué, senpai? – Preguntó Chinatsu.
–Me ha dicho que una de sus kouhais estaba llorando desconsoladamente por culpa de Furutani-san.
Eso llamó la atención de las demás.
–¿Una de sus kouhais estaba llorando desconsoladamente por culpa de Furutani-senpai? – Repitió Hitomi.
Ayano asintió. Chinatsu miró a Akari.
–Akari-chan, ¿crees que se refería a Hotaru-chan?
–Es posible. – Respondió Akari.
Kyouko preguntó.
–Hotaru es esa chica que nos habéis dicho que os conocisteis el año pasado porque su familia se mudó al lado de donde vive Hima-chan y sus madres son amigas, ¿verdad?
Akari asintió.
–Sí. Ella también votó a favor de destituir a Himawari-chan, y desde entonces la odia. Le dijimos que hablara con ella, pero puede que Himawari-chan no quiera perdonarla. Y Hotaru-chan es muy sensible, pero de ahí a que estuviera llorando desconsoladamente…
–Pues eso es lo que me ha dicho. – Dijo Ayano.
Chinatsu miró a Akari.
–Akari-chan, ¿crees que deberíamos hablar con ella?
Esta asintió.
–Creo que es lo mejor.
Kyouko se fijó entonces en que Kokoro estaba comiendo helado de ron con pasas. La rubia sonrió.
–¿Te gusta el helado de ron con pasas?
–No. – Respondió Kokoro, extrañando a Kyouko.
–¿Eh? ¿No?
–No.
–Pero si te lo estás comiendo.
–Lo como porque tiene un sabor raro. Eso no significa que me guste.
Kyouko y las demás no entendían nada. Hikari habló.
–No intentéis entenderla.
–¡Oye! ¡No hables así de mí! – Replicó Kokoro.
–¿De verdad quieres que nos creamos que no te gusta cuando no paras de comerlo?
–¡Ya te lo he dicho! ¡Lo como porque tiene un sabor raro! ¡No me gusta!
–Pero si has llenado la nevera del club de helados de ron con pasas.
–¡Porque quiero probar ese sabor raro!
Las cuatro chicas de preparatoria parpadearon un par de veces.
–¿Todos vuestros días son así? – Preguntó Yui.
Akari y Chinatsu mostraron una sonrisa algo forzada, con una gota de sudor. Después, la segunda habló.
–Bueno, ahora tenemos también a Hitomi-chan, que es exmiembro del Club de Música. Ayer nos cantó algo. Así que ahora podemos entretenernos más.
–¡Uou! – Exclamó Kyouko. – ¿Cantas? – Hitomi asintió. – ¡Cántanos algo!
–Me lo temía… – Dijo Hitomi sonriendo pero con una gota de sudor en la sien.
Kokoro rápidamente fue hacia el armario, sacó la escoba y se la dio a Hitomi.
–Hitomi-senpai, usa la escoba como su fuera un micrófono.
–Bueno…
Hitomi usó la escoba como si fuera un pie de micrófono, obviamente con la parte para barrer en el suelo y el palo mirando hacia arriba.
Yuru Yuri: La nueva generación
Yuru Yuri original: De nuevo en acción - Parte 2
Hotaru estaba saliendo del edificio de la escuela, aunque aún estaba dentro del recinto. Antes de llegar a la calle, escuchó que la llamaron.
–Hotaru-chan.
La chica se asustó un poco al reconocer la voz de Sakurako. Se giró y vio a Sakurako seria avanzar hacia ella.
–S-Sa…Sa-Sa… Sa-Saku… S-Sakura… Sa… Sa-Sa…
–Cálmate un poco. – Dijo, poniéndole una mano en la cabeza. – Estás muy tensa.
Hotaru, algo sorprendida, se calmó un poco.
–¿No… ¿No estás enfadada?
–Enfadada no, aunque sigo decepcionada contigo. – Hotaru bajó la cabeza. – Aunque sigo sin apoyar que votaras a favor de destituir a Himawari, también creo que ella no ha debido hablarte así. Creo que se ha pasado.
–¿De… ¿De verdad? – Preguntó la pequeña alzando un poco la cabeza.
Sakurako asintió.
–Pero Hotaru-chan, ¿se puede saber por qué votaste a favor de destituir a Himawari?
Hotaru volvió a bajar la cabeza.
–Es que… Himawari-chan no quería permitirnos votar sobre si deberíamos cerrar el Club del Entretenimiento… ¡Yo no hubiera votado a favor! ¡Es más, salí de la sala cuando se votó! Pero… Aun así… El deber de cualquier presidenta es permitir una votación aunque no le guste lo que va a salir. Aunque Himawari-chan supiera que iba a ganar cerrar el Club del Entretenimiento, debería habernos dejado votar. No debería haber actuado así, así que por eso… Voté a favor de destituirla…
Hotaru dijo eso con algo de miedo de que Sakurako le gritara o se enfadara de nuevo con ella. Sin embargo, esta, intentando comprender lo que le decía su kouhai, se cruzó de brazos.
–No, si explicado así hasta tiene lógica…
–E-Entonces… – Preguntó tímidamente Hotaru. – ¿P-Podemos volver a ser amigas? – Preguntó en referencia a Sakurako.
Sakurako suspiró.
–Está bien, te perdono.
–¿De verdad? – Preguntó ilusionada.
Sakurako asintió.
–Sí, después de lo que me has explicando creo que entiendo por qué lo hiciste. Además, ya has sufrido suficiente.
–¿Eh? – Eso extrañó un poco a Hotaru.
–Antes ha venido Hideki-san y nos ha dicho que te ha encontrado llorando desconsoladamente en el baño.
Hotaru se sorprendió ante eso, y recordó lo que le había dicho Nanami.
Flashback
–Hotaru. Si alguna vez necesitas algo, quiero que sepas que estoy aquí para ayudarte. Y lo mismo va para el resto. Soy la presidenta del consejo, es responsabilidad mía cuidar de vosotras, así que quiero que sepáis que podéis contar conmigo si necesitáis algo.
Fin del flashback
–Así que por eso ha dicho eso… Me ha visto…
–Debe de haberte afectado mucho. – Dijo Sakurako algo triste.
Hotaru, también triste, asintió.
–Entonces es cierto. – Dijo Chinatsu, que acababa de llegar allí junto con Akari y habían oído la última parte de la conversación. – Hace un momento ha venido Sugiura-senpai, y nos ha dicho que se ha encontrado con Hideki-san y le ha dicho eso mismo.
–¿Himawari-chan no quiere hacer las paces contigo? – Preguntó Akari.
Hotaru negó con la cabeza. Akari, aunque estaba algo triste, le mostró una pequeña sonrisa a Hotaru.
–Mañana hablaré con ella. – Dijo, haciendo que Hotaru la mirara. – Intentaré convencerla para que te perdone.
Hotaru sonrió y abrazó a Akari.
–Gracias, Akari-chan.
Akari también la abrazó y le acarició suavemente el cabello, causando que Chinatsu y Sakurako sonrieran al ver esa escena pues les parecía muy tierna.
–No. – Dijo Himawari seria.
–¿Eh? ¿N-No? – Se sorprendió Akari.
–No pienso hacer las paces con ella.
Eso dejó sin saber qué decir a Akari, que no se esperaba una respuesta negativa tan rápida y contundente. Akari había decidido hablar de eso con Himawari en el descanso para comer. Chinatsu y Sakurako habían decidido que era mejor dejar hablar solo a Akari, ya que creían que al ser Akari tan amable y bondadosa le sería más difícil decirle que no a ella, por lo que salieron del aula antes de que Akari sacara el tema. Esta intentó convencerla de nuevo.
–Pero Himawari-chan, Hotaru-chan lo está pasando muy mal.
–Pues habérselo pensado antes de destituirme como presidenta.
Akari, algo triste, no sabía qué decir.
–Himawari-chan, ¿de verdad vas a destruir tu amistad con ella solo por eso?
–¿Cómo que "solo por eso"? ¿Acaso te parece poco?
–No digo eso, pero sois amigas desde hace más de un año. ¿De verdad piensas romper toda relación con ella?
–No es que piense hacerlo, es que ya lo he hecho.
Akari estaba triste de escuchar eso.
–Eso no está bien, Himawari-chan.
Eso molestó a Himawari.
–No, lo que no está bien es que vote a favor de mi destitución y pretendas que podamos ser amigas como si nada.
–No digo "como si nada", pero no puedes echar a perder una amistad como Hotaru-chan por eso. Habla con ella, Himawari-chan. Tal vez puedas entender por qué lo hizo.
–No hace falta. Sé perfectamente por qué lo hizo. Porque no quise permitir una votación para decidir si se debía cerrar el Club del Entretenimiento.
–¿Y no crees que a lo mejor tiene razón?
Eso sorprendió mucho a Himawari, que miró a Akari claramente sorprendida.
–¿Perdona? ¿Estás diciendo que hizo bien en destituirme?
–No, no he dicho eso, Himawari-chan.
–Entonces qué estás diciendo, ¿eh, Akaza-san? – Himawari estaba empezando a alzar la voz, lo que estaba haciendo que algunas chicas empezaran a mirarlas. – ¿Que debí haber dejado que votaran cerrar el Club del Entretenimiento?
–No, no estoy diciendo eso.
–Entonces qué estás diciendo, ¿eh?
–Estoy diciendo que debes comprender a Hotaru-chan.
–¿Comprender que me echara por hacerte un favor al no querer que cerraran tu club?
–No, Himawari-chan, estás mezclando cosas.
–Si hubiera permitido esa votación ahora el Club del Entretenimiento ya no existiría. Deberías estarme agradecida en vez de reprocharme que lo hiciera.
–¡Himawari-chan, no te estoy reprochando! – Akari no sabía qué más decir. – Por favor, habla con ella.
–No pienso hacerlo.
Akari estaba cada vez más triste.
–¿Lo dices en serio?
–Totalmente.
Akari bajó la mirada, entristecida.
–Si cambias de opinión, Hotaru-chan estará hoy en el Club del Entretenimiento.
–No voy a hacerlo.
Akari no dijo nada más. Ya había hecho todo lo que podía. Ahora la pelota estaba en el tejado de Himawari.
Más tarde, en el Club del Entretenimiento
Hotaru estaba sentada en la sala del Club del Entretenimiento, junto con las demás.
–Himawari-chan… No va a venir, ¿verdad?
Akari y Chinatsu se miraron.
–Puede que sí. – Dijo Chinatsu con una sonrisa triste.
–Pero también puede que no, ¿verdad?
Chinatsu no sabía qué decir, así que simplemente acarició la cabeza de Hotaru.
–Vamos, no pienses en eso. Hay que ser positiva. Positiva, positiva. – Dijo exagerando una sonrisa con tal de hacer sonreír a Hotaru, pero la expresión de esta no cambió, haciendo que Chinatsu borrara esa sonrisa. La verdad es que no estaba segura de que Himawari fuera a venir.
En ese momento llamaron a la puerta, que se abrió justo después, revelando a dos chicas.
–Hola, buenas tardes. – Dijo una de ellas. – Esto es el Club del Entretenimiento, ¿verdad?
–Sí. – Respondió Akari.
La chica sonrió.
–Bien. Queremos unirnos.
Eso las sorprendió a todas.
–¡¿Más miembros?! – Exclamó Kokoro.
–Increíble… – Dijo Hikari. – Solo han pasado dos días desde que Hitomi-senpai se unió y ya tenemos nuevas solicitantes.
–Eso es excelente, ¿no, senpais? – Dijo Hitomi alegre.
Akari y Chinatsu, aún sorprendidas, asintieron.
–Entonces, ¿podemos unirnos? – Preguntó alegre la misma chica.
Akari respondió con una sonrisa.
–Claro. Cualquier chica que quiera unirse es bienvenida.
–¡Genial! – Exclamó feliz, la chica. – Soy Mizuno Shinobu, encantada.
Shinobu tenía el cabello rubio, pero sin llegar a ser tan amarillo como el de Kyouko, teniendo un tono un poco más anaranjado, aunque seguía predominando el amarillo. Sus ojos eran de ese mismo color. Por la parte de atrás, su pelo estaba atado en una cola de caballo, similar a la de Ayano, aunque más corta, llegándole solo a la mitad de su espalda. La chica, de primer año, era bastante baja para su edad, siendo de la misma altura que Chinatsu.
Después de presentarse las demás, Shinobu se hizo a un lado, para que la otra chica se presentara, aunque estaba con la mirada algo bajada y con una expresión como su estuviera un poco avergonzada.
–Vamos, Sora-chan, preséntate. – Dijo Shinobu.
La chica levantó su mirada y dijo tímidamente:
–Minami Sora. Encantada.
La chica, de segundo año, tenía el cabello azul, un poco más claro que el de Himawari, pero más oscuro que el de Nanami. Su peinado era muy similar al de Mikan, de To LOVE Ru, pero llevándolo completamente suelto, a diferencia de Mikan, que lo tenía atado en una parte, formando una pequeña coleta.
–Es un poco tímida. – Dijo Shinobu.
–N-No soy tímida. – Dijo Sora, aunque el tono en lo que lo dijo no lo hizo muy creíble. – Es solo que hablo poco.
–Sí, es cierto. – Dijo Shinobu. – Habla lo mínimo que puede. No esperéis entablar grandes conversaciones con ella. Sin embargo, eso no significa que no escuche. Podéis hablar con ella de lo que queráis, que os escuchará, aunque lo más probable es que conteste con monosílabos o incluso solo asintiendo con la cabeza. ¿Verdad?
Sora asintió, haciendo que a las demás les saliera una gota de sudor en la cabeza.
–B-Bueno, no importa, – Dijo Chinatsu. – las dos sois bienvenidas aquí.
–Gracias. – Dijo Shinobu sonriendo con los ojos cerrados.
Por su parte, Sora asintió. Akari decidió preguntar.
–¿Y qué os ha hecho querer uniros al Club del Entretenimiento?
–Ah, esto… Es que estamos en contra de Hideki-senpai, je je…
Antes de que ninguna pudiera decir nada, Hitomi sonrió.
–¡Yo igual! – Exclamó feliz.
–¡¿En serio?! – Exclamó Shinobu de igual forma.
–¡Sí!
–¡Yey, que bien!
Las dos chicas chocaron ambas manos.
–¡Abajo Hideki-san!
–¡Abajo!
Eso les hizo salir una gota de sudor en la cabeza a todas.
–N-No creo que eso sea un motivo por el que estar orgullosa… – Dijo Akari.
Consejo legítimo
Himawari y Sakurako estaban en su aula, trabajando como miembros del consejo legítimo. Aunque Sakurako no podía concentrarse.
–Himawari-chan, ¿no quieres ir al baño.?
–¿Eh? – Soltó extrañada la peliazul.
–Puedes ir, si quieres. Ya me encargo yo del consejo legítimo. Por algo soy la presidenta suplente.
–Ya, pero no hace falta, no tengo ganas de ir.
–Vamos, no te contengas. Ve tranquilamente. Y tómate todo el tiempo que quieras. Y si quieres puedes aprovechar para ir a otro sitio también.
Himawari al principio no entendió, pero rápidamente ató cabos.
–Quieres que vaya al Club del Entretenimiento a hablar con Hotaru-chan, ¿verdad?
–¡Ugh! – Sakurako hizo una pose exagerada al verse descubierta su estrategia.
–Olvídalo, no voy a ir.
Sakurako se puso seria.
–Vamos, Himawari, por lo menos habla con ella.
–¡Que no quiero hablar con ella! ¿Tan difícil es de entender?
–¿Y ya está? ¿Rompes relaciones con ella para siempre?
–Así es.
–¿Y desearías no haberla conocido nunca? – Himawari no contestó. – ¿Vas a borrar también tus recuerdos de ella?
–No seas boba. No puedo hacer eso.
–¿Y cómo son esos recuerdos? ¿Son desagradables y tristes? ¿O son felices y alegres? – Himawari no dijo nada. – Cuando piensas en los momentos que has pasado junto con Hotaru-chan, ¿cómo te sientes? ¿Te sientes molesta y enfadada? ¿O te sientes feliz?
–Simplemente ya no pienso en ella. – Dijo Himawari.
–Porque sabes que tengo razón, Himawari. No puedes pretender que todos esos buenos momentos que has pasado con Hotaru-chan desaparezcan o no hayan existido. ¿Me vas a decir que preferirías no tener esos recuerdos? ¿Qué preferirías no haberla conocido?
Himawari intentó salirse por la tangente.
–Deja de decir estupideces, Sakurako. Los recuerdos no pueden cambiarse. No vamos a discutir sobre una estupidez así.
–No intentes evitar el tema, Himawari. Piensa en todos los buenos momentos que has pasado con Hotaru-chan. ¿De verdad vas a renunciar a todo esto?
Himawari apretó los dientes.
–¡Cállate! ¡Me da igual lo que haya ocurrido en el pasado! ¡No pienso volver a ser su amiga y punto! ¡Así que deja de insistir en ello de una vez! ¡Eres una cabezota!
Sakurako y Himawari se miraron seriamente durante unos segundos.
–Me decepcionas, Himawari.
Eso molestó a la peliazul.
–¡¿Ahora soy yo la que te decepciono?!
–Sí, así es. – Dijo Sakurako levantándose y dirigiéndose a la puerta.
–¿A dónde vas? – Preguntó molesta Himawari.
–A ver a Hotaru-chan. Voy a decirle que no te espere. No tiene sentido que pierda el tiempo allí si no vas a ir a verla. Por lo menos tendrías que disculparte.
–¡¿Disculparme?! ¡¿Yo?!
–Sí. – Dijo Sakurako girándose para mirar a Himawari. – Lo que le dijiste ayer fue muy desagradable. Puede que estés enfadada con ella, pero fuiste muy cruel con ella. No deberías haberle hablado de esa forma.
Dicho eso, Sakurako salió del aula.
Club del Entretenimiento
Hotaru les explicó su situación a Shinobu y Sora, que la compadecieron.
–Vamos, – Dijo la primera. – no estés triste. Alguien tan linda como tú debería sonreír. Seguro que eres muy guapa cuando sonríes. – Intentó animarla Shinobu, aunque sin éxito.
En ese momento, se abrió la puerta, revelando a Sakurako. Hotaru la miró, nerviosa por lo que tuviera que decirle. La expresión de Sakurako, algo triste, ya no era una buena señal.
–Hotaru-chan… – Sakurako no sabía cómo decir aquello de la forma más suave posible. – Lo siento. Lo he intentado, pero Himawari no tiene ninguna intención de reconciliarse contigo.
Eso las entristeció a todas. Hotaru mostró una sonrisa triste.
–Claro… No sé ni por qué pensé que podría cambiar de opinión…
Akari: Hotaru-chan…
Hotaru empezó a sollozar.
–Himawari-chan me odia…
Hotaru no pudo reprimirse más y empezó a llorar, abrazada a Akari, que también la abrazó. A todas allí se les rompió el corazón al ver a Hotaru llorando de esa forma.
Consejo legítimo
Himawari aún estaba molesta por lo que le dijo Sakurako, pero desde ese momento no había podido dejar de pensar en lo que le dijo. Himawari recordaba todos los momentos felices que había pasado con Hotaru, su tierna sonrisa y cómo ella misma también sonreía al verla, cómo era de divertido estar con ella, todo lo que hicieron juntas… Todo eran recuerdos felices, y por eso le dolía tanto que una chica con la que lo había pasado tan bien votara a favor de su destitución. Himawari apretó los dientes.
–¡Jooooo!
La chica finalmente cedió. Se levantó y a regañadientes fue a la sala del Club del Entretenimiento.
Consejo estudiantil
En la sala del consejo estaban solo Nanami y Tsubasa, pues Yukiko y Hibiki estaban haciendo otras labores fuera de la sala, y Hotaru estaba en el Club del Entretenimiento. Tsubasa, que tenía contactos y estaba informada, informó a Nanami de que más de un tercio de las alumnas ya habían reconocido abiertamente el consejo legítimo de Himawari.
–¡¿Más de un tercio?! – Exclamó Nanami sorprendida.
–Sí… Y eso son solo las que lo han reconocido abiertamente. Seguro que hay más que también lo han hecho pero no lo dicen.
Nanami no daba crédito.
–¡¿Pero cómo es posible?! ¡¿No hicimos esos carteles expresamente para cerrar el Club del Entretenimiento, anunciando que nosotras somos el auténtico consejo legítimo?! – Dijo en referencia a lo que hicieron ayer, que fue hacer unos carteles que colgaron en las puertas de las salas de cada club.
–Ya… Pues por lo visto ha provocado un efecto Streisand.
–¿Qué es eso? – Preguntó Nanami.
–Básicamente y resumiendo, que intentando censurar el consejo legítimo solo hemos conseguido que más gente lo reconozca. O sea, que hemos conseguido el efecto contrario del que queríamos.
Nanami apretó los dientes.
–Maldita sea… Solo la reconocen como legítima porque es la chica más guapa de la escuela. – Dijo en referencia a Himawari.
–Y… Eso no es todo. – Siguió Tsubasa, llamando la atención de Nanami. – Hay dos chicas más que se han unido al Club del Entretenimiento.
–¡¿Qué?! – Exclamó incrédula.
–Sí… Efecto Streisand…
Nanami cerró los puños con fuerza por la rabia.
–Malditas… Me cago en… – De pronto, Nanami se detuvo y su expresión cambió de rabia a curiosidad. – Un momento, ¿has dicho que se han unido dos chicas?
Tsubasa se extrañó por el cambio de actitud de Nanami, pero contestó.
–Sí.
–Y antes eran 5, ¿no?
–Sí.
–Eso significa que ahora son 7…
–Eh… Sí.
Nanami se puso a pensar. Tsubasa, extrañada de que no dijera nada, la llamó.
–Esto… ¿Nanami?
–Estoy pensando. – Respondió simplemente esta.
Se notaba que la chica estaba pensando bastante, cambiando de pose cada ciertos segundos, como si intentara buscar en qué posición podía pensar mejor. Tras cambiar de postura varias veces, finalmente adoptó la "pose Gendo". Así se quedó un buen rato, mientras su expresión iba cambiando frecuentemente, como si estuviera enfadada o molesta y después otra vez solo seria. Era como si estuviera teniendo una batalla en su interior. Finalmente, tras algo más de un minuto, Nanami suspiró. La chica se levantó y se dirigió a la salida, desconcertando a Tsubasa.
–¿A dónde vas?
–Al Club del Entretenimiento.
–¿Al Club del Entretenimiento? – Se sorprendió Tsubasa.
–Sí. Quiero hacerles una oferta.
Eso descolocó a Tsubasa.
–¿Una oferta?
–Sí. – Respondió Nanami sin detenerse.
Tsubasa, algo descolocada por lo que dijo Nanami, no reaccionó hasta que esta ya había salido de la sala del consejo y estaba a punto de cerrar la puerta.
–¿Puedo venir? – Preguntó, curiosa por lo que Nanami tenía que decirles.
–Si quieres… – Si limitó a decir esta, dejando la puerta abierta para que Tsubasa saliera, lo cual hizo, y siguió a Nanami mientras se dirigía al club.
Club del Entretenimiento
Himawari abrió la puerta de la sala del club, sorprendiéndose al ver a Hotaru llorando de esa forma abrazada a Akari. Todas las chicas la miraron, también Hotaru, pudiendo ver Himawari su cara llena de lágrimas, lo cual la entristeció.
–Himawari-chan… – Hotaru, aún llorando, se lanzó hacia Himawari, abrazándola. – Himawari-chan… Por favor, no me odies… No quiero que me odies, por favor…
Lo que decía Hotaru apenas se podía entender porque casi no podía vocalizar por estar llorando. Ver a Hotaru en ese estado afectó a Himawari. Sabía que lo que le había dicho la había afectado, y por lo que le dijo Nanami, también que la había hecho llorar, pero no se imaginaba que fuera de ese modo. Verla llorando de esa forma hizo que Himawari se arrepintiera de cómo la había tratado.
–Himawari-chan… Por favor… Lo siento…
De repente Himawari la abrazó con fuerza, arrimándola más hacia ella, tomando por sorpresa a Hotaru.
–No llores más. No soporto verte así. – Dijo conteniéndose para no llorar. – Siento haberte tratado de esa forma. Y te perdono.
Superada la sorpresa inicial, Hotaru volvió a llorar, abrazándose con fuerza a Himawari. A esta también se le escapó una lágrima que cayó por su mejilla. Las demás sonrieron tiernamente al ver esa escena. Se alegraban de que por fin Himawari y Hotaru se hubieran reconciliado. Himawari le ofreció un pañuelo a Hotaru, para que se limpiara las lágrimas y se mocara, lo cual hizo. En ese momento entró Nanami, llamando la atención de todas, y haciendo que las chicas del club se mostraran serias.
–Buenas tardes. – Dijo seriamente Nanami.
Hitomi fue quien habló.
–¿Qué? ¿Has venido a intentarnos echar otra vez?
–No. – Dijo Nanami. – De hecho he venido a proponeros un trato.
Eso las sorprendió a todas, también a Tsubasa, que no sabía qué era lo que pretendía Nanami.
–¿Un trato? – Preguntó algo confusa Chinatsu.
Nanami asintió.
–Ahora que sois 7, ya sois suficientes miembros para reabrir el Club del Té, así que os puedo permitir utilizar esta sala. – Eso las sorprendió aún más. Iban a celebrarlo, pero antes de que pudieran hacerlo, Nanami siguió. – Con dos condiciones. Primero, que dejéis de llamarlo Club del Entretenimiento. Esto es el Club de la Ceremonia del Té, por lo que así es como debe llamarse. Tenéis que dejar de llamarlo Club del Entretenimiento. Y segundo, como Club de la Ceremonia del Té que es, eso es lo que debéis hacer, practicar cómo hacer una ceremonia del té adecuadamente. Obviamente entiendo que podéis tomar un descanso cada cierto tiempo y hacer otras actividades, pero solo para descansar. El resto del tiempo tenéis que practicar la ceremonia del té. Si queréis holgazanear o hacer otras cosas que no sean practicar la ceremonia del té, id a vuestra casa. Si cumplís estas condiciones os dejaré utilizar esta sala. ¿Qué me decís? ¿Aceptáis el trato?
Todas las chicas estaban sorprendidas. No se esperaban para nada esto.
–¿Y bien?
Las chicas del club se miraron entre ellas. Kokoro habló.
–¿Qué hacemos? ¿Aceptamos?
Akari siguió.
–A mí me parece bien.
Nanami volvió a hablar.
–Bien, ¿quién es la presidenta aquí?
Eso las sorprendió un poco.
–¿Presidenta? No tenemos.
Eso extrañó a Nanami.
–¿No tenéis? ¿Entonces con quién se supone que debo acordar esto?
Tras unos segundos, Chinatsu habló.
–Akari-chan, creo que tú deberías ser la presidenta.
–¿Eh? ¿Yo? – Exclamó sorprendida.
Chinatsu asintió.
–Sí, de todas nosotras eres la que lleva más tiempo formando parte de este Club.
–Pero tú te uniste el mismo día que yo.
–Sí, pero yo quería unirme al Club del Té, no al del entretenimiento. Además, aunque yo también conozco a Yui-senpai y Kyouko-senpai, tú las conoces desde hace más tiempo que yo, por lo que eres como un nexo que nos une a ellas.
Shinobu susurró a Kokoro.
–¿Quiénes son esas?
–Son las antiguas miembros del club. – Le respondió también susurrando.
–Además, eres la mayor de nosotras, así que creo que deberías ser tú.
–¿De… ¿De verdad?
Akari miró a las demás.
–A mí me parece bien. – Dijo Hitomi. Después Hikari siguió.
–¡Yo voto por ti, Akari-senpai! – Exclamó alegre.
Las demás asintieron. Akari sonrió feliz.
–¡Uwa! ¡Qué bien, soy la presidenta!
–Entonces, ¿aceptas? – Preguntó Nanami alargándole la mano a Akari.
Esta asintió. Akari y Nanami estaban a punto de darse la mano, pero entonces…
–No lo hagas.
Todas las chicas se sorprendieron y miraron a quien dijo esas palabras: Himawari. Aún sorprendida, Akari preguntó:
–¿Eh? ¿Por qué no?
–Hideki-san me destituyó como presidenta porque no quería cerrar este club. – Dijo mirándola. – Si ahora vas a permitir que siga existiendo, mi destitución pierde todo sentido, así que debería volver a ser la presidenta.
Superada la sorpresa inicial, Nanami, seria, habló.
–No, no te destituí por eso. Te destituí porque no quisiste permitir una votación. Y no fui solo yo, fueron todas las miembros del consejo. Además, el Club del Entretenimiento ya no existirá, será el Club del Té, así que en cierta forma sí que lo he cerrado.
–Eso son solo detalles sin importancia. Seguirán usando la misma sala, aunque cambie de nombre, así que la votación por la que me echaste pierde todo sentido. Así que renuncia a la presidencia del consejo y vuélveme a admitir como presidenta.
–El reglamento no permite eso, y aunque lo permitiera no lo haría. Como he dicho, no te destituí por no querer cerrar el Club del Entretenimiento, te destituí por no permitir una votación.
–Pero tu objetivo con esa votación era cerrar el Club del Entretenimiento.
–Sí, lo era. Pero habría aceptado el resultado si la mayoría hubiera votado que no. Tú no querías permitir la votación porque sabías que saldría que sí, por eso te destituí, y me reafirmo en la decisión. – Nanami volvió a mirar a Akari y a alargarle la mano. – Akaza-senpai, ¿aceptas?
–No lo hagas. – Dijo Himawari mirándola.
–Tú no te metas. – Le dijo Nanami. – ¿Akaza-senpai?
Akari no sabía qué hacer.
–No lo hagas. – Dijo esta vez Hikari, haciendo que todas la miraran.
–¿Hikari-chan? – Preguntó Akari. – ¿Por qué no?
–¿No recuerdas lo mal que te trató la primera vez que vino aquí? ¿Todas las cosas tan feas que te dijo sobre tu presencia?
De pronto Akari recordó eso. Hitomi, Shinobu y Sora no entendieron eso.
–¿A qué se refiere? – Preguntó la primera.
Hikari contestó seria.
–Hideki-senpai se burló de Akari-senpai por algo de que en el curso anterior tenía poca presencia o algo así, llegando a decir que la ignoraban tanto que la mayoría de chicas ni siquiera sabían que existía.
Sakurako se molestó mucho ante eso.
–¡¿Le dijiste eso a Akari-chan?!
–No dije nada que no fuera verdad.
Tsubasa y Hotaru veían que la cosa empezaba a ponerse demasiado tensa. Por su parte, esa revelación de Nanami por parte de Hikari molestó también a Hitomi, Shinobu y Sora. La primera habló.
–Así que no es solo conmigo y Furutani-senpai, eres igual de maleducada con todas las que no piensan como tú.
–Ya he dicho que no dijera nada que no fuera verdad.
Shinobu habló.
–Pienso como Furutani-senpai y Hikari-chan. No aceptes. – Nanami empezaba a molestarse viendo que cada vez más miembros del club pedían a Akari que no aceptara. – Nosotras no nos unimos aquí por ser el Club del Té. Nos unimos aquí por ser el Club del Entretenimiento. Si aceptas eso, Nanami se habrá salido con la suya, y no podemos permitir eso.
–¡¿Salirme con la mía?! – Exclamó Nanami. – ¡¿Que no podéis permitir eso?! ¿Pero tú te oyes? ¿De verdad quieres seguir con la confrontación en vez de pactar un acuerdo?
–Esto no es ningún acuerdo, es la disolución del Club del Entretenimiento.
Sora, seria, asintió mirando a Akari. Esta miró a Sakurako.
–No aceptes. – Dijo esta también.
Akari miró a Nanami, que estaba bastante seria, casi pareciendo enfadada.
–La decisión es tuya, Akaza-senpai.
Luego miró a Chinatsu, que asintió igual de seria que las demás. Con eso, todas las chicas que no eran del consejo estudiantil se habían pronunciado. Viendo que todas habían decidido lo mismo, Akari aceptó lo que pedían, y seria, miró a Nanami.
–No lo acepto, Hideki-san. No vamos a renunciar al Club del Entretenimiento.
Nanami tenía en frente suyo a 10 chicas, Chinatsu, Akari, Hitomi, Sora, Shinobu, Kokoro, Hikari, Hotaru, Himawari y Sakurako, con todas ellas mirándola seriamente, excepto Hotaru, que junto con Tsubasa, miraban aquello con preocupación, temiendo lo que pudiera pasar. Tras unos segundos, Nanami habló.
–Ya veo. Así que eso es lo que habéis decidido. – La chica bajó la cabeza, con la sombra de su pelo impidiendo ver sus ojos. – He intentado ser razonable. He intentado ser amable. Incluso he preferido llegar a un acuerdo antes que seguir con la confrontación. Pero veo que habéis preferido esto. Muy bien. Pues entonces esto es la guerra. – Dijo con un tono algo sombrío. – No me voy a estar de nada. Voy a cerrar este club sea como sea. Si el director no hace nada voy a llevar el cierre del club a la Asociación Estudiantil de Takaoka. Si no lo aceptan lo recurriré ante la de Toyama. Y si tampoco, ante la nacional. – Nanami poco a poco empezó a levantar su voz. – Y si hace falta llegaré a los tribunales. Si es necesario voy a reclamar el cierre del club al Tribunal Sumario. Si no lo aceptan iré al Tribunal de Distrito de Toyama. Si tampoco, al Tribunal Superior de Nagoya. ¡Y si hace falta al Tribunal Supremo! – En ese punto, Nanami ya estaba gritando, asustando un poco a las demás. – ¡Pero os juro que voy a cerrar vuestro estúpido club, aunque sea lo último que haga! – La chica levantó la mirada, pudiendo ver que estaba llena de odio. – ¡Aunque tenga que llegar al Tribunal Internacional de La Haya!
Dicho esto, salió corriendo.
–¡N-Nanami! – Exclamó Tsubasa, que también salió corriendo de allí para seguirla, dejando a las demás chicas impresionadas por la forma en la que Nanami dijo eso.
Nanami, claramente enfadada, corría por el camino que unía la casita del Club del Té con el resto de la escuela, pero antes de llegar no pudo aguantar más y empezó a descargar su ira dando puñetazos a un árbol. Tsubasa, cuando la alcanzó, se quedó perpleja, viendo como Nanami pegaba con su puño derecho el tronco de un árbol. Tras unos segundos, Tsubasa se acercó a Nanami y le puso una mano en el hombro.
–Nanami…
Esta, llevada por la ira, rápidamente se giró para darle un puñetazo, haciendo que Tsubasa retrocediera e instintivamente pusiera sus manos delante para evitarlo. Sin embargo, la propia Nanami se detuvo antes de golpearla.
–Ah… Eres tú…
Tsubasa, con algo de miedo, habló.
–Nanami… ¿Qué te pasa?
–Pasa que estoy harta. He decidido comerme mi orgullo y pactar un acuerdo con esas chicas como muestra de buena voluntad y estas va y lo rechazan. Pues se acabó. Ahora sí que voy a ir hasta donde haga falta para echarlas.
Nanami se notaba realmente enfadada. Más de lo que debería ser habitual en ese caso.
–Nanami… Si te pasa algo sabes que puedes contármelo, ¿verdad? Somos amigas.
–¿Amigas? Por favor, no me hagas reír.
–¿Eh? – Soltó Tsubasa sorprendida.
–Tú y yo no somos amigas. – Eso impactó a Tsubasa. – Tú y yo solo somos compañeras de clase y las dos máximas autoridades del consejo estudiantil. Esa es la única relación que tenemos. No somos amigas.
Tsubasa creía que podría llorar por oír eso, pero Nanami se giró y dijo en voz baja:
–Yo no tengo amigas.
–¿Eh? – Se extrañó la chica.
–Tampoco las necesito… – Dijo con voz aún más baja, pero Tsubasa la oyó.
Dicho esto, Nanami se fue de allí, dejando a Tsubasa desconcertada.
–Nanami… ¿Qué te pasa?
