Disclaimer: los personajes de Twilight son propiedad de Stephenie Meyer. La autora de esta historia es bornonhalloween, yo solo traduzco con su permiso.
Disclaimer: The following story is not mine, it belongs to bornonhalloween. I'm only translating with her permission.
Capítulo 18
De: Bella Swan
Enviado: Martes, 15 de noviembre, 2016 1:18 PM
Para: Renée Swan; Charlie Swan
Asunto: Me Pongo en Contacto
¡Hola! ¿Me recuerdan? Pensé en ponerme en contacto y actualizarlos en cómo estoy.
La Sra. Cope y yo nos estamos llevando bien. Es un vecindario tranquilo, lo cual funciona para mí después de una larga noche de trabajo. ¿Pueden creer que ella me ha convertido en una verdadera cocinera?
Oh, tengo un nuevo trabajo ahora, siendo barwoman en Hooters. Amo a mis compañeros y mi encargado, y no te preocupes, papá, la multitud usualmente se comporta. Las propinas son geniales, y gracias a la Sra. Cope, he sido capaz de guardar gran parte de mi paga para ahorros.
Mis dos clases son complicadas, pero estoy trabajando duro. ¡Tengo un promedio de B en ambas después de los exámenes parciales!
Además, he conocido a alguien especial. Sé que les agradará. Él es un completo caballero y un fotógrafo talentoso, y me trata como una reina.
Espero que ambos estén bien. ¿Supongo que los veré para cenar la próxima semana? ¿A qué hora llegarán todos?
XO
~OS~
¡Lo hice! ¡Le envié un correo a mis padres!
Eso es genial. Estoy feliz por ti.
¿No quieres saber lo que dije de ti?
Mmm, ¿quiero?
¡Ja! ¿Preocupado?
¿Debería estarlo?
Nah. Les dije que tienes habilidades increíbles.
Oh, cielos. ¿Debería trabar mis puertas?
Jejeje.
Hazme saber si tienes una respuesta de ellos, ¿de acuerdo?
Claro.
¿Te diriges a trabajar ahora?
Sí, en autobús.
¡Espero que lleves tu paraguas!
Completamente preparada gracias a ti. ¿Tienes una cliente a las 3 hoy?
Sí. Te mensajearé cuando termine. No quiero que viajes en autobús a casa esta noche.
Aww, mi héroe. XOXOXO
Adiós, hermosa. Hablamos pronto. XX
~OS~
Estoy justo guardando mi cartera en cajón de la sala de personal cuando mi teléfono se ilumina y comienza a vibrar. Mamá llamando...
Oh, mierda. Presiono el botón «Ignorar», sintiéndome un poco cruel al respecto. ¿Acaso Apple no pudo inventar una mejor expresión, como, "Hablemos en un momento más conveniente"?
Mi teléfono vibra de nuevo con la notificación de buzón de voz. Supongo que ella dejó algo como: "Qué bueno saber de ti. ¡Buenas noticias! ¡Felicitaciones por tu nuevo trabajo y por tus calificaciones! No puedo esperar a verte la próxima semana para que nos cuentes más sobre tu nuevo novio. Te amamos. Te extrañamos."
Sí, algo como eso.
Mi teléfono suena de nuevo antes de abandonar el cuarto. Mmm, y allí se va esa teoría. Algo me dice que mamá no estaría tan determinada si todo estuviera bien.
El gran reloj de Hooters en la pared muestra las dos con diez, y estoy en hora de trabajo ya. Tengo que llevar mi trasero naranja allí afuera. Lo que sea que mamá y yo no nos hemos dicho en dos meses seguramente puede esperar a mi descanso. O ella puede escribirlo en un correo, como una persona normal del siglo veintiuno. De todos modos, ella puede esperar.
—Hola, Jane. ¿Cómo está el negocio hoy?
—Oh, bien, estás aquí. Un poco lento —dice—, pero he estado esperando para tener mi descanso. ¿Te molesta?
—Lo siento. Nop, adelante.
Mientras pasa por mi lado, me susurra al oído.
—El asiento cinco está a punto de terminar su cuarta cerveza. ¿Solo préstale atención?
—Gracias. —Maravilloso. Es demasiado temprano para esta mierda.
No está lo suficientemente ocupado como para fingir que no puedo ver su señal de otro trago. Me cruzo de brazos sobre la barra frente a él y me inclino.
—¿Planea conducir pronto, señor?
—Síp. ¡Esta va para el camino! —Se ríe de su chiste terrible, pero yo no.
—¿Quizás podamos llamarle un Uber? Va por la casa.
—Oye, si me consigue otra cerveza, puedes llamarme lo que quieras, nena.
—Seguro. ¿Última, campeón?
—¡Grrr! ¡Me gusta cómo piensas!
Hago todo lo posible para no poner los ojos en blanco mientras me alejo del cliente. Mientras coloco una jarra bajo el grifo, él dice:
—¿Sabes? Eres mucho más amigable que esa otra chica... comosellame... ¿Jade?
—Jane —le dice Jane, empujando su cadera contra la mía para apartarme del camino—. Bella, tu teléfono está volviéndose loco allí. Quizás deberías ir a ver si alguien te necesita.
—Es solo mi mamá. Está bien.
—¿Estás segura? Puedo encargarme de las cosas aquí.
Tiene razón. Este lugar está muerto.
—De acuerdo, quizás debería. Le dije al campeón de aquí que le llamaría un Uber después de esta.
—Entendido. ¡Ve!
No puedo imaginar que salga nada bueno de esta llamada, pero estas cosas no tienden a mejorar con los años. Contengo el aliento, abro el cajón, y reviso mi teléfono. Síp, cinco llamadas perdidas. Mamá. Mamá. Mamá. Mamá. Mamá.
Puede que pierda el valor si escucho los correos de voz. Aquí vamos. Llamando a mamá...
—¡Bella! Oh, gracias a Dios estás bien.
—¿Por qué no lo estaría?
—¡No contestabas el teléfono!
—Estoy en el trabajo. No puedo tener mi teléfono siempre. ¿Estás tú y papá bien?
—Sí, sí, estamos bien.
—De acuerdo, bien. ¿Entonces no es urgente? Estoy trabajando...
—Qué bueno saber de ti. No hemos hablado contigo en seis semanas. Ya sabes, a tu papá y a mí nos gusta darte tu espacio.
—Sí, gracias. Lo aprecio.
—Y bien, ¿de qué va este trabajo? ¿Es el Hooters, donde las chicas usan esos uniformes reveladores y los clientes se le quedan mirando los pechos?
Aquí vamos. Por favor, pónganse los cinturones y sujétense fuerte hasta que el viaje se detenga por completo.
—Sí, ese mismo.
—Oh, Bella. Desearía que no hubieras escuchado a tu padre. Sabes cómo esto le sentará mal.
—Mmm, ¿solo papá entonces?
—No tuerzas mis palabras. Esto no es sobre mí.
Nop, nunca lo es.
—Es un buen trabajo, mamá. Tuve suerte de conseguirlo. Como dije, realmente me agradan mis compañeros, y...
—Déjame adivinar; las propinas son buenas.
—De hecho, sí.
—Bueno, por supuesto que lo son. El sexo vende.
Estoy en una pesadilla: Alguien me está aporreando, y hay ayuda del otro lado de la puerta, pero cuando abro la boca para gritar, no sale nada. Nada más que las respuestas ingeniosas pasivo-agresivas que siempre me meten en el peor tipo de problemas.
—Va explícitamente en contra de las políticas de la compañía el tener sexo con los clientes. —Sí, justo como esa.
—Qué graciosa. Esos uniformes no dejan nada a la imaginación. No sé cómo puedes exhibirte medio desnuda frente a una sala llena de pervertidos borrachos toda la noche.
—La mayoría de ellos son realmente buenos chicos que disfrutan de mirar un buen cuerpo mientras cenan o disfrutan un trago.
—¿Así es cómo conociste a este fotógrafo tuyo? ¿Supongo que a él le gusta mirar tu buen cuerpo?
Esto no está para nada bien. ¡¿Cómo se atreve?!
—Mamá, no...
—Por favor, dime que no le has permitido tomarte fotos. Ya sabes, una pequeña fotografía se publica en internet y no hay vuelta atrás. ¿Escuchaste lo que le pasó a esa chica Denali que estaba en la clase de Garrett? Se relacionó con las personas equivocadas, drogas por lo que escuché, y fue horrible, ¡simplemente horrible! Lo próximo que sabes, su cuerpo desnudo está exhibido por todas las noticias de la noche. ¡Su pobre madre no pudo mostrar su rostro en Whole Foods por un año!
No me había dado cuenta de lo fuerte que sostenía mi cabello hasta que eché mi cabeza hacia atrás y casi me arranco un puñado.
—Eso debió haber sido realmente horrible para su madre.
—¡Sí! Y para Tanya también, por supuesto.
—Por supuesto. Los pepinos convencionales no se encuentran ni cerca de ser tan sabrosos.
—Oh, Bella, sabes a lo que me refiero. Estos hombres saben como aprovecharse de una chica.
—Mamá, no sabes nada sobre Edward. Él no es "estos hombres", y no se está aprovechando de mí.
—Oh, Bella —dice, su voz derrochando decepción por mi poco juicio—. Los hombres son hombres. Nadie va a comprar la vaca...
—Cuando entregas la leche gratis. Comprendido, gracias.
—No tienes que ser impertinente, Bella. —Finge estar dolida, pero tengo problemas al buscar compasión.
—Claro que sí. ¿Quién va a compar una vaca que da leche agria?
Mamá suelta un largo y sufrido suspiro así que sé exactamente qué tan complicada ha sido esta llamada para ella. Quizás ella pueda comparar notas más tarde con la Sra. Denali para ver qué hija la cagó más.
—Simplemente llamé para decir que estamos orgullosos de ti, y has distorsionado todo para dejarme como la villana.
Soy una pava a punto de hervir. La tapa se levanta, silbando a los costados. Las burbujas se elevan a la superficie y explotan. ¡Pop! ¡Pop! ¡Pop! El líquido se eleva cada vez más alto.
—¿En serio, mamá? ¿De qué estás orgullosa exactamente? No de mi trabajo. No de mi novio. No del hecho que he estado manteniendo mis calificaciones en las clases ridículamente difíciles mientras trabajo cuarenta horas a la semana. Oh, espera, ¿esta es la parte donde me dices que un B no es suficientemente bueno?
—Claro que lo es, si es lo mejor que puedes lograr.
Siento que uno de esos ataques de risas dementes está avecinándose. Debe ser el mecanismo de defensa de mi cuerpo ante un ataque a gran escala. Inhalo profundo y lo suelto lentamente.
—Mantente firme allí, Bella. Es como siempre lo hemos dicho, tus clases son tu billete de salida, Bella.
—¿Una salida de esta horrible vida que llevo?
—Bueno... no, no exactamente. Tu billete a una mejor vida, la vida que deseas.
Ahora mismo, la única vida que quiero es una sin esta conversación. Mi cabeza está martilleando; mi corazón se siente como si acabara de montar en bicicleta por la calle Filbert, y ya que estamos haciendo un inventario aquí, el taco al plato que almorcé amenaza con volver a subir.
—De acuerdo, buena charla, mamá... Tengo que regresar con los pervertidos borrachos ahora.
—Oh, Bella.
Necesito de todo mi autocontrol para forzar un civil «Adiós», antes de cortar.
Lanzo el teléfono a un costado y uno mis manos temblorosas entre mis rodillas. Respira. Respira.
Y es por esta razón que no hablamos.
Sabía que esto sería un desastre. ¿Por qué pensé que algo había cambiado? Ellos nunca me verán como algo más que el fracaso. La oveja negra.
Al diablo, tengo que trabajar. Levanto mi teléfono, lista para meterlo en mi cartera y no volver a mirarlo, cuando recuerdo que Edward me pidió hacerle saber si tengo respuesta.
Mamá llamó. No fue bien.
¿Necesitas una cita para la cena de Acción de Gracias en Shady Acres?
Su respuesta es inmediata. Lo siento mucho. No debería haberte alentado a ponerte en contacto.
No es tu culpa. Es lo que es. Lidiaré con ello.
¿Quieres hablar? ¿Estás bien?
Su amabilidad abre el grifo, y las lágrimas se asoman. Está esperando mi respuesta, preocupándose por mí. No puedo fingirlo, pero también sé que no puedo hablar con él ahora mismo sin perder la cabeza.
Estaré bien. Hablamos luego.
Es tentador sentarse aquí y dejar que Edward me tranquilice mediante mensajes, pero tiene que prepararse para una sesión de fotos, y yo me encuentro trabajando. Hora de ser adulta. Busco mi teléfono, presiono el botón, y deslizo mi dedo por la pantalla antes de que algo más llegue. No quiero escuchar sobre mi teléfono vibrando en el cajón de la siguiente persona que llegue a su turno.
El cliente de Jane está siendo escoltado de su taburete por Emmett cuando regreso.
—¿Está todo bien? —me pregunta Jane—. Luces un poco mal.
—Nada que un turno de doce horas no cure.
Ella sonríe.
—No sé qué tan bueno será. La lluvia está remontando. Será un zoológico aquí dentro pronto.
Las personas buscan compañía adentro cuando hay una tormenta. Cuando llueve, servimos, solía decir mi anterior jefe.
—Está bien. No tendré tiempo de pensar.
El autopiloto es mi amigo. Pronto, los asientos de la barra se llenan, y hay un buen zumbido en el aire. Me estoy sintiendo en control de nuevo, disfrutándolo. Las voces de duda no tienen poder sobre mí mientras cuido bien de mis clientes y mantengo a las camareras felices. ¡Me encantaría ver a mi madre encargarse de esto!
—¡Bella!
¿Eh? Eso sonó mucho como un agitado...
—¿Edward?
Whole Foods: cadena de supermercados estadounidense.
