NF se encontraba en su trono, esperando noticias de algún tipo, aunque dentro de él ya sabía la respuesta a lo que estaba esperando, en ese momento entró Kayzo a la sala.

- General, seguro trae noticias.

- Así es… - Este bajó la mirada. – Aaron cayó en el mar.

- Ya veo… era lo que esperaba. – Este soltó un suspiro. – Entonces nuestra última línea de defensa será…

- Me encargaré para evitar que lleguen a la capital mi rey. – Se arrodilló.

- No es necesario que te arrodilles. – Este le sonrió, colocando su mano en el hombro del general. – Eres mi amigo, así que no importa si caes, nunca voy a culparte porque te has esforzado lo suficiente.

- Mi rey… Nathan, voy a pelear hasta la muerte por usted, por Yintos. – En ese momento se fue, NF solo vio al frente.

- He hecho esto por mi propio egoísmo, pero a pesar de todo… es la gente que necesito proteger y requiero de fuerza para hacerlo, ya solo puedo confiar en Kayzo.


El grupo avanzaban ahora por tierra, como se encontraban en Yintos, tenían que caminar con mucho cuidado debido a que el enemigo podría saltar en cualquier momento.

- ¿Hay un estimado de cuanta distancia hay para llegar? – Preguntó Kanno, Run iba por el cielo para observar por algún enemigo que buscara acercarse, este descendió.

- Parece ser que aún nos queda una distancia de unos cuarenta kilómetros.

- Ya veo, por el momento no hay necesidad de apurarse, mientras logremos llegar, será todo lo que necesitemos. – En ese momento vieron al frente, de repente un grupo se empezó a levantar, eran cadáveres.

- Parece que el enemigo llegó cuando menos lo pensábamos. – Señaló Akame. Justamente esos cuerpos empezaron a atacar a los soldados y solo había un responsable quien lo estaba haciendo en aquel momento.

Por detrás de todo, encima de una colina se encontraba Kayzo, el general estaba cruzado de brazos mientras buscaba retener al enemigo, un soldado llegó hacia él.

- Mi general, las fuerzas están comenzando a retener a los invasores.

- Entendido, ustedes sigan atrás, yo me seguiré encargando. – El soldado saludó para irse. Confiaba en que con solo su teigu podría retener al imperio lo suficiente. Por su lado, el grupo del imperio estaba comenzando a tener problemas con estos.

- No dejan de aparecer, esto ya se vuelve más agotador con el tiempo. – Exclamó Cosmina.

- El responsable no debe estar muy lejos, si lo encontramos, esto podría parar.

- Esdeath y yo nos encargaremos. – Señaló Ronnie, Kanno miró a su mejor amigo.

- ¿Estás seguro de esto? Van a avanzar solos al frente, al menos que los acompañe alguien más.

- Kanno, somos más que suficientes, además no tienen por qué perder el tiempo aquí y mejor siguen avanzando mientras nos encargamos de esto.

- General Esdeath, al menos deberíamos quedarnos con ustedes, un grupo así es excesivo incluso para ambos. – Señaló Wave, la peliazul negó con la cabeza.

- Los jaegers igual serán necesarios en las líneas frontales y no tienen por qué gastar sus energías en este sitio… mi querido y yo somos más que suficientes para acabar con quien posea el teigu que haga esto o acaso están dudando de mi fuerza. – Un aura peligrosa comenzó a rodearla, ya entendieron que quizás la preocupación estaba de más.

- Muy bien general, seguiremos sus órdenes. – El resto de Jaegers agachó la cabeza, ella sonrió.

- No podía esperar más de mis soldados.

- Kanno, sigan adelante, una vez terminemos con esto, los vamos a alcanzar.

- Muy bien… no te mueras Ronnie.

- Lo mismo digo. – Señaló Sagiri. – Me pondré muy triste si mi mejor amigo acaba abandonando este mundo antes que yo. – El castaño soltó una pequeña risa.

- No será así, después de todo tengo una verdadera razón para poder regresar a casa. – Miró a Esdeath la cual sonrió suavemente, en ese momento el resto entendió.

- Acaso ustedes dos… - Akame estaba asombrada.

- Felicidades, parece que finalmente luego de años ¿no? – Preguntó Kanno, el castaño asintió.

- Pero es peligroso para ella el pelear. – Comentó Sagiri, la peliazul no se veía preocupada al respecto.

- Es mejor que se vayan de una vez, porque voy a desatar todo mi poder aquí y ahora. – Avisó Esdeath, esa fue señal para que ellos se fueran rápidamente.

- Entonces nos vamos… nos veremos luego Ronnie.

- Igualmente. – El emperador dio la señal para que todos se muevan antes de que empezara todo problema en aquel sitio, ya una vez los dos observaron que el grupo estaba bien lejos, se observaron al rostro.

- ya no están en el alcance ¿estás lista para sacar todo el poder de Demon's Extract?

- Sí… hace tiempo que no lo hacía, pero es necesario para poder detener esto de una vez más, por nuestro futuro hijo…

- Claro… - Ya los cuerpos iban cada vez más cerca, los dos se pusieron serios. – Ahora.

- Muy bien. – elevó su espada y entonces apuntó al frente. Desde su posición Kayzo seguía observando lo que ocurría.

- A este punto ya deberían haber perdido una gran parte de sus fuerzas, entonces… - En ese momento todo el lugar quedó congelado, causando que se sorprendiera, de repente el bosque se convirtió en un paisaje helado y con ello, todos los cadáveres que invocó terminaran cayendo, los soldados potenciados no podían moverse más. – Eso…

Un pilar de hielo se alzó en todo el sitio, justo en la cima se observaban a dos figuras ahí las cuales reconoció, causando que él frunciera el ceño, no tuvo de otra que saltar de ahí para acercarse hasta el pilar, en ese momento él sacó una fuerza grande la cual con un golpe derribó esta, despedazándose, los pedazos impactaban con fuerza al suelo, generando cráteres, Kayzo esperó ahí mientras vio a los dos caer.

- Así que ya apareciste. – Expresó Ronnie con seriedad al aterrizar en el suelo, Esdeath sonrió de forma sádica.

- ¿Disfrutaste el regalo que le di a tus soldados? Ahora todos ellos son paletas heladas.

- No realmente… - Respondió Kayzo. – Como encargado, yo respeto demasiado a mis hombres, estoy seguro de que todos ellos han muerto defendiendo a su país y no podría estar más orgullosos, ustedes como generales deberían entender el mismo sentimiento.

- Así es. – Respondió el castaño. – Pero todo esto lo causaron ustedes debido a que atacaron primero, esto pudo haberse evitado.

- No estoy dudando de que sea así, pero nosotros tenemos nuestros motivos, después de todo, buscamos lo mejor para nuestra propia tierra.

- Es igual en nuestro lado, Kanno ha sido un gran emperador desde que liberamos la tierra de la dictadura que llevaba.

- Y Nathan ha trabajado realmente duro para llevar adelante Yintos a pesar de los problemas que hemos pasado, ambos tenemos grandes razones para pelear por nuestras patrias.

- Pero todo eso se resolverá aquí y ahora… - Se equipó con la armadura de BMTH al igual que Esdeath fue rodeada de un aire gélido. – Vamos a derrotarte en este sitio.

- Eso quiero ver… yo no soy tan débil y no necesito de Spiritbox para encargarme de ustedes. – En ese momento Kayzo planteó su pie con fuerza, se pudo observar cómo sus musculos empezaron a crecer una vez se retiró su chaqueta la cual, al arrojar al suelo, formó un cráter debido al peso que llevaba. – Siempre llevaba algo para darme un poco de desventaja pero ahora debo de darlo todo contra ustedes dos.

- Muy bien, entonces yo empezaré. – Esdeath generó dos témpanos de hielo en su mano listos para lanzar. – Muere.

Ella los lanzó en aquel momento ante un Kayzo que no se movía, parecía que iba a morir sin hacer nada, en ese momento él hizo algo inesperado, con sus manos desnudas, golpeó a los proyectiles, destruyéndolos como si nada, los dos quedaron un poco asombrados.

- Algo así no me matará… pasé treinta años entrenando para proteger a mi país… los sueños de Nathan y algo así no va a mermar mis convicciones.

- … Esdeath, esto no será fácil. – Comentó Ronnie por debajo, ella asintió.

- Puede que lo haya subestimado un poco, pero eso hace que valga la pena… pelear con todas mis fuerzas.

- Eso haremos. – Kayzo no sería nadie fácil para derrotar, a pesar de usar su pura fuerza, no iba a moverse y los dos tendrían que usar todo su poder para derrotarlo, la batalla entre los generales no hacía más que empezar.


Kanno y el resto seguían adelante luego de que Ronnie y Esdeath les dijeran que se encargarían de todo, al haber notado como casi todo el bosque quedó congelado, sabían que comenzaron.

- Espero estén bien… - Comentó Akame, su esposo la calmó con una sonrisa.

- Así será… por ahora ya estamos muy cerca de la capital… será el momento para acabar con esto de una vez.

- Veo algo al frente. – Run avisó, causando que se prepararan en aquel momento, justamente por la entrada se observaba un gran ejército que estaba bloqueando su paso, como si casi toda la fuerza de Yintos se hubiera reunido en ese sitio, quien estaba comandando era Sushi.

- Sin el general Kayzo puede parecer que estamos indefensos pero no es así, vamos a proteger al rey a toda costa. – Todos los soldados enemigos rugieron con fuerza.

- Nos están dando una cálida bienvenida, hay que responder de la misma forma. – Señaló Wave.

- Así es. – Kanno se puso al frente. – Hemos llegado demasiado lejos, así que vamos a acabar con esto de una vez… demostrar que no se deben de meter con el imperio, si nos atacan, nosotros reaccionamos de vuelta, ahora, muestren nuestra fuerza. – Los soldados del imperio igualmente agarraron fuerzas, Kanno señaló al frente. – Ataquen.

Ambos ejércitos comenzaron a correr, empezando una gran guerra en la frontera de la capital, las armas comenzaron a chocar, sangre y tripas salían volando, cada hombre estaba dando su vida para defender su tierra, del mismo modo Night Raid y Jaegers saltaron a la batalla.

- Kanno, nosotros tenemos otro objetivo ahora mismo. – Señaló Akame, este asintió.

- Hay que entrar a la ciudad, pero nosotros solos será un poco problemático.

- Nosotros los acompañaremos. – Se ofreció Wave junto a Kurome, los otros dos sonrieron.

- Muy bien, entonces nosotros cuatro entraremos a la ciudad para llegar al palacio, que el resto se encargue de la batalla aquí.

- Descuida, no dejaremos que nadie pase de aquí. – Respondió Lubbock, los demás asintieron.

- Muy bien, nos vamos, que nadie muera. – Señaló Akame. Los cuatro entonces comenzaron su infiltración a la ciudad mientras el resto seguiría peleando ahí contra el ejército, el emperador y los otros tres iban saltando de árbol en árbol.

- ¿Qué tan protegido deberá estar el palacio? – Preguntó Kurome.

- Seguramente hasta los dientes, lo cual no hará sencillo entrar sin hacer algo de ruido. – Respondió Wave.

- Esa es nuestra intención después de todo, hay que llamar su atención para que no tenga donde esconderse, una vez él sea derrotado, habremos ganado. – Respondió Kanno.

- Esperemos que sea así, pero igual seguro tendrá algo, aún posee su teigu. – Respondió Akame.

- Eso estamos por verlo. – Siguieron adelante, atacarían directamente al corazón de Yintos para acabar con esa guerra, ya el clímax de esta se encontraba muy cerca.


NF seguía esperando desde su trono, tenía confianza en Kayzo, su general y buen amigo no le fallaría, así que seguro llegaría a verlo, en ese momento entró un soldado.

- Mi rey, las fuerzas del imperio ya se encuentran en la frontera de la capital, el señor Sushi está peleando contra ellos.

- Ya veo, gracias por avisar. – Este hizo una reverencia antes de irse, en ese momento el rey se levantó.

- Ya que están aquí, estoy seguro de que dejarán a la mayoría y unos cuantos buscarán entrar… será el momento de sacar eso.

Se movió hacia un sitio en específico, tal parecía que posee un arma secreta la cual iría a revelar, ya con todo cada vez más cerca de su conclusión, las batallas finales estaban por empezar.


Ninja Britten 11: El sacrificio de Bulat no será olvidado, ya que fue clave en la derrota de Aaron y el resto lo llevará siempre en sus corazones, siendo un miembro realmente importante.

Este cap fue más la antesala a las batallas que están por venir y realmente se vienen enfrentamientos duros, ya digo que con esto estamos en los últimos caps, no queda mucho para terminar esta historia de una vez, ya a ver lo que ocurrirá con el desarrollo de las cosas de ahora en adelante, hasta el próximo cap. Saludos.