»»Frío y Cálido««
Serie: Beyblade
Categoría: Yaoi, Lemmon, e intento de Rape.
Pareja: Bryan x Kai
Disclaimers: (Odio esto) Beyblade no es mío y no lo será jamás, aclarado el punto...
Summary: ¿Que pasaría si la persona que amas, es la misma a la que crees odiar?
DEDICATORIA: A mi amiga y hermosa Twin NekoT, la cual me ayudo muchísimo en esta historia, sin ella la historia no sería la misma...y el titulo tampoco XD GRACIAS DE VERDAD POR TU AYUDA!!
FORMATO:
––Diálogos–
"pensamientos"
.recuerdos.
Ø ø ø ø ø ø ø ø ø ø ø ø Ø
...Te odio...
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Cerró sus ojos, apretándolos fuertemente para no sentir el dolor que le causaba aquella herida, así que siguió ignorando aquella molestia, durando minutos más en aquel lugar, cuando intentó cerrar la llave del agua, sintió girar todo a su alrededor para después caer inconsciente...
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–––––––––––––––––––––––
Bryan había entrado en su habitación y se dispuso a descansar, cuando se aventó a la cama, se estiró y cerró sus ojos, mientras llevaba una mano hasta sus labios y los acariciaba con la yema de sus dedos. Al darse cuenta de lo que hacía se asustó, casi de un salto se sentó, observó admirado y confundido sus manos, parecían tener vida propia, algo le comenzaba a llenar de una extraña sensación. Diferente a todo lo que ha conocido hasta ahora.
–– Vaya, vaya. No pensé que me fuera a obsesionar tanto con él, la verdad es que me fascina su cuerpo– murmuraba para sí mismo mientras cerraba nuevamente sus ojos y se tiraba hacía atrás, llevó una de sus manos a su pecho, adentrándola por debajo de su camiseta, recorrió lentamente su torso, desde su ombligo hasta uno de sus pezones, el cual comenzó a tocar con uno de sus dedos, formando imaginarios y pequeños círculos sobre este. Su mente mientras tanto formaba la imagen de Kai, la misma que había tenido en aquel pequeño sueño donde el chico se sentaba en la orilla de su cama, para después comenzar a besarlo, sabía perfectamente que solo había sido un sueño, pero deseaba que fuera verdad, deseaba que Kai fuera el que llegara de pronto y lo besara, ese maldito peli azul se había convertido en una obsesión para él, se había convertido en un reto para él. Solo eso.
Su mente divagó de nuevo, haciéndolo imaginar la figura de Kai entrar a su habitación, este último caminaba lentamente hasta su cama, subiendo por esta mientras gateaba por sobre su cuerpo, ascendiendo hasta llegar a su rostro, donde se acercó provocativamente, dejando aquellos rojizos y húmedos labios bastante cerca de los suyos, sintió aquella respiración chocar contra su rostro, manteniendo sus ojos cerrados ante la cercanía del chico sobre él.
Pronto las manos de Kai comenzaron a explorar el torso de Bryan por debajo de la camisa como él lo había hecho con anterioridad, daba fugaces besos en los labios del pelilavanda, para después comenzar un camino descendente, haciendo un recorrido hasta llegar al cuello del chico bajo él, mordiéndolo efusivamente, haciéndolo sentir aquel delicioso placer, que le proporcionaban las manos y los labios de Kai, quien de pronto se dejó caer, sentándose sobre la entrepierna de Bryan, comenzando a hacer círculos sobre la cadera de este.
Su mente le traía la viva imagen de Kai, haciéndolo por un momento pensar e imaginar que era cierto, hasta que un fuerte sonido de algo rompiéndose lo trajo de nuevo a la realidad, la cruda realidad donde Kai no aparecía en su habitación.
–– Maldición. – pensó Bryan al notar como sus manos habían vagado por su cuerpo, una se encontraba sobre su pantalón, en la parte de la entrepierna, y la otra estaba debajo de su camisa. – ese maldito, pero va a ser mío, ya caerá. – murmuró con vanidad. – Yo lo haré caer...– pensaba sin tomar en cuenta el ruido que lo había traído nuevamente a la realidad, luego de unos minutos su mente se dio cuenta de lo que estaba ignorando – ¿Que habrá sido aquel ruido? – pensó Bryan sentándose en su cama mientras dejaba de tocarse.
Ignoró por un momento aquel ruido, pensando que lo mas seguro había sido su imaginación, pero entonces se puso a pensar en el hecho de que a lo mejor Kai estaba molesto debido a lo sucedido, además llevaba bastante rato escuchando el sonido del agua cayendo¿Acaso Kai seguía duchándose? Pensando también en que quizás pudo caer mientras se bañaba, decidió ir a echar un pequeño vistazo a la habitación contigua a la suya. La de Kai.
Se levantó y se dirigió hasta esta, donde tocó levemente, pues ya era bastante tarde y no había ruido alguno en toda la abadía, lo cual facilitaba escuchar el insistente sonido del agua en aquella habitación. No obtuvo respuesta como esperaba y entró, observando todo a su alrededor, todo se encontraba tirado y por demás en completo desorden, parecía como si un huracán hubiese pasado por ahí, lo cual aumentó el miedo dentro de él pues conociendo a Kai, sabía lo impulsivo que este podía llegar a ser. Así que se dirigió rápidamente al baño, donde observo la figura del chico tirada en el piso dentro de la ducha. Corrió hacia él asustado completamente, lo tomó entre sus manos y lo llevo hasta su cama, donde trató de hacerlo reaccionar llamándolo. Observó el brazo teñirse a prisa de rojo, parecía fluir mucha sangre de la herida.
–– Kai, Kai, Kai... ¡¡Reacciona por favor!! – pedía Bryan con insistencia y por demás preocupado. Asustado sería un término más correcto para describir el estado en que se hallaba, aún así Kai no reaccionaba, era inútil, sin saber que más hacer lo envolvió en una toalla y lo tomó entre sus brazos con firmeza, pasando una mano por la espalda del chico y otra por debajo de sus rodillas, iba caminando presurosamente hasta la enfermería que se encontraba fuera de aquel lugar, para su suerte no había nadie por los pasillos que pudiera ver tal escena, así que a paso seguro se dirigió al único lugar donde lo podrían ayudar, una vez ahí, entró con rapidez y colocó a Kai en una camilla para llamar aprisa a una de las doctoras que había en ese lugar, la cual llegó rápidamente.
–– Chto proishodit? (¿Qué pasó?)– preguntó sorprendida aquella mujer, mientras buscaba algunas vendas y algodones.
–– Ne znayu (no lo sé) – contestó simplemente Bryan mientras observaba atento a la mujer, la cual buscaba en varios cajones a prisa. – Kak Dela? (¿Cómo está?) – preguntó pasado varios minutos en los cuales la mujer lo atendía, y aunque intentó que su preocupación no fuera tan obvia, fue en vano.
–– Mmm ploho...(mal)– dijo la doctora mientras mojaba un algodón y después lo colocaba en la cortada que tenía en su brazo izquierdo, se dio cuenta que tenía un trozo de vidrio incrustado aún en el brazo, cerca de la muñeca, por lo que había derramado demasiada sangre. La doctora limpió y sacó el trozo de vidrio, después vendó el brazo del chico apretándolo levemente para detener la hemorragia.
–– Pochemu? (¿Por que?) – preguntó aún más preocupado el pelilavanda mientras se acercaba a la camilla y miraba el rostro pálido de Kai.
–– Bryan... parece que llevaba demasiado tiempo así y necesita atención, ahora le voy a hacer una transfusión de sangre para que se recupere lo más pronto... – dijo calmadamente aquella mujer mientras llamaba a una enfermera la cual le estaba ayudando a colocar una bolsa de sangre que había sacado de un refrigerador. Afortunadamente aquel lugar estaba bastante bien preparado para distintos casos, ya que frecuentemente los chicos de ahí solían tener 'accidentes' que los hacían llegar repetidas ocasiones hasta ahí.
Pasaron varias horas, la enfermera y la doctora se habían ido al terminar de colocar la sangre, la cual tardaría en adentrarse en el cuerpo de Kai, quien seguía inconsciente. Bryan se encontraba sentado en una silla que había acomodado junto a la cama en la que ahora se hallaba el bicolor, se encontraba simplemente mirándolo, observando de cerca aquel rostro pálido y apacible que poseía el chico. Después se colocó en la orilla de la cama mientras lo miraba y tomaba la mano derecha del menor entre la suya, acercándose lentamente al rostro de Kai para besarlo con ternura y rapidez en los labios y después dirigirse a la frente de este y plantarle un beso otra vez, dándose cuenta que estaba demasiado caliente, no se había dado cuenta que también sudaba del cuello.
Apretó un botón rojo que había junto a la cama y rápidamente la doctora se encontraba en aquella pequeña habitación.
–– ¿Qué pasa? – preguntó la mujer a Bryan.
–– Esta mal, parece que tiene fiebre. – habló mientras se hacía aun lado para que aquella pudiera hacer correctamente su trabajo.
–– Si, efectivamente tiene fiebre – aseguró luego de tocarlo, para después ir por un medicamento para el chico. – Mira, este se administra cada ocho horas mientras la fiebre no baje, por lo general a la primera o segunda pastilla se acaba la temperatura alta, pero si sigue se le aplican mas dosis...– explicó la mujer sonriendo amigablemente. Conocía perfecto al chico lavanda, era tan problemático desde pequeño que siempre se metía en algún problema, y terminaba ahí. – te lo explico para que te prepares, pues haremos cambio de turno, ya viene el doctor, así que mientras llega te lo digo– comentó aquella doctora.
–– ¡¿Que¿El doctor? Noo... 'estoy seguro que ese doctor hablara con Boris sobre esto y vaya que le iría muy mal a Kai si se llega a enterar' oye mira no, tú sabes bien que si Boris se entera...– comenzaba a hablar con su doctora, la cual infinidad de ocasiones lo había curado, pero esta lo interrumpió.
–– Por eso te lo explico, si gustas llevártelo a su habitación, pero tu deberás cuidarlo solo, yo solo te doy la medicina y los horarios, tú lo cuidas, entonces la enfermera y yo no diremos nada acerca de él.– comentó simplemente esperando la respuesta de Bryan, quien tragó saliva y asintió levemente. – Bien, entonces toma y apresúrate a llevártelo pues no tarda en llegar el doctor. –habló para luego entregarle la medicina que con anterioridad le había explicado como utilizar. Después tomó a Kai entre los brazos y se dirigió de nuevo a su habitación.
Caminó y entró en la habitación de Kai, dejándolo sobre su cama mientras acomodaba un poco el desastre que había en aquel lugar, pues tenía que esperar a que la pastilla que le habían dado hiciera efecto, así que se puso en acción levantando todo lo que estaba tirado, y juntando aquellos pedazos de espejo del piso, además de limpiar la sangre que había derramada por todo el baño. Cuando terminó de limpiar aquel lugar, era demasiado tarde, ya eran alrededor de las dos de la mañana, entonces se acercó a la cama de Kai, mirándolo ahí, tan indefenso y frágil, tan inocente, tan hermoso, pensaba sentándose a su lado, acariciando aquel lindo rostro, tan suave, mientras sentía como disminuía lentamente la fiebre. El sueño comenzaba a hacerse presente en él, pues su cuerpo pedía urgentemente descanso, se recostó al lado de Kai aún observándolo silenciosamente, hasta que el sueño se apoderó de él sin darse cuenta.
A la mañana siguiente, Kai abrió los ojos, sintiendo un calor bastante cerca de él, fue cuando se dio cuenta que había un brazo rodeando su cintura. Asustado, volteó rápidamente topándose con un pálido rostro y un cabello lavanda, esparcido por toda la almohada misma que él ocupaba. Bryan estaba abrazándolo y dormido junto a él, estaba a punto de gritarle y empujarlo, cuando sintió el dolor en su brazo, y un extraño mareo, por lo que no dijo nada.
Unos minutos más, y Bryan pudo sentir el movimiento tenue de aquella persona, así que decidió abrir los ojos.
Aun tenía mucho sueño pues había estado casi toda la noche cuidando a Kai, el cual tenía mucha fiebre – ¿Qué pasó? – Cuestionó preocupado.– ¿Te sientes bien? – interrogó al instante, mientras observaba a Kai, el cual tenía la mirada fija en el techo de la habitación, sin voltear siquiera a ver a Bryan – Oye ¿Qué te sucede, aún te sientes mal? – el chico parecía perdido, ni siquiera presentaba síntomas de escucharlo cosa que preocupó más a Bryan. – ¿Necesitas algo? – preguntaba insistentemente pero el bicolor no le contestaba, seguía como perdido. – Kai¿Te sucede algo? – aquella pregunta salió de una manera más ruda, ya que las anteriores su voz presentaba solo preocupación.
–– Me siento... mareado. – dijo casi en un murmullo que Bryan alcanzó a escuchar debido a la cercanía, la cual ni había notado hasta ese momento.
–– Debe ser normal, estas muy débil – comentó mirándolo preocupado recibiendo una fiera mirada por parte de Kai – ¿Que? Solo digo la verdad. – Excusó Bryan al notar el enojo de su amigo. – ¿Quieres algo? – ofreció con gentileza.
–– Agua...– respondió aprovechando aquella aparente amabilidad de parte del otro chico, entonces solo miro como aquel asintió con la cabeza y salió aprisa de la habitación, entre tanto él se sentaba en la cama, acomodándose un poco, para después dirigir su mirada a su brazo izquierdo sintiendo un calor extraño en él, las vendas se tenían de un rojo intenso al mismo tiempo. Ignoró aquello sin darle importancia como era debido y esperó, un par de minutos y el otro ya estaba de vuelta con el agua que le pidió.
–– Aquí tienes. – Dijo entregándole el vaso con agua, mientras dejaba una jarra llena del mismo líquido vital sobre el pequeño mueble junto a la cama – ¿Aún te sientes muy mal? – cuestionó angustiado.
–– ¿Qué sucedió? – preguntó ignorando la otra pregunta hecha por Bryan.
–– Eso quería preguntarte yo a ti. Cuando llegue, estaba toda la habitación vuelta un desastre, todo tirado por doquier y además el espejo del baño estaba roto. – Dijo a manera de reclamo mientras veía a Kai levantar levemente su brazo para observarlo.
–– ¿Así que con eso me hice esto? – volvió a preguntarse más para él mismo que nada. Unos segundos pasaron en completo silencio, el chico aún apreciando aquella herida un tanto confundido por no recordar a la perfección.
–– Si, así parece, lo que no sé, es si fue a propósito o como lo hiciste, vamos dime Kai¿Lo hiciste por lo que te hice? – interrogó nuevamente el pelilavanda.
–– ¿Tu limpiaste todo esto? – Cuestionó mientras recibía por parte del otro un asentimiento – ¿Y? – titubeó unos segundos observando con curiosidad aquellos vendajes en su brazo. – ¿Tú me curaste? – al fin soltó la pregunta que vagaba por su mente con tanta insistencia desde que se había dado cuenta de dicha curación.
–– Te lleve a la enfermería pero no te preocupes, nadie se va enterar de esto, por eso no vas a ir al entrenamiento, para que te recuperes pronto, pero no evadas mi pregunta, Kai¿Lo hiciste por lo que yo te hice? – volvió a soltar aquella pregunta, mirando como Kai giraba su vista hacía la puerta del baño, ignorándolo una vez más, cosa que le comenzaba a molestar – Kai solo contéstame – habló Bryan mientras se sentaba en la orilla de la cama, quedando de frente al chico, tomó aquel rostro entre sus manos para que no evitara su mirada. – voy a preguntarte una vez más... ¿Fue por lo que yo te hice? – cuestionó viendo como Kai cerraba sus ojos con lentitud.
–– No. Fue por... Olvídalo¡¿Por qué estabas aquí en mi cama?! Y abrazándome hace unos momentos. – reclamó intentando de algún modo zafarse de contestar la pregunta, y que mejor forma si no es comenzando una discusión. – ¿Quién te dio permiso de tocarme? Además ¿Quién me vistió? Si no mal recuerdo estaba bañándome ó ¿Me equivoco? Acaso tú...– las preguntas salían de su boca por inercia más que por haberlas pensado, estaba por demás sorprendido ante las suposiciones que tenía y que seguramente eran ciertas. Un extraño miedo le invadió al observar una extraña mirada de coraje y suma molestia en los ojos del chico frente a él.
–– Kai si tanto miedo te da contestarme la maldita pregunta. – hizo una breve pausa en la que entrecerró los ojos, afilando su mirada. – Está bien. No lo hagas, y sí, fui yo quien te vistió, y no necesito permiso para tocar lo que ya me pertenece...– dijo mientras se levantaba furioso y abría la puerta dispuesto a salir – por cierto, no quiero que salgas, voy al entrenamiento, aquí espera pues si te ven y dicen algo estaremos muertos tú y yo cuando Boris regrese. – terminó mientras salía de aquella habitación no sin azotar la puerta claro está.
Kai pasó toda la tarde sentado en su cama, después se levanto y se dirigió al sillón pensando aún por que había hecho aquel acto tan grotesco y estúpido, volteó y observó su brazo vendado, el cual ya había llenado de sangre aquellas vendas, miraba insistentemente el lugar donde se encontraba la herida, preguntándose por que había hecho tal acto. ¿Acaso era debido a que no podía evitar sentir gusto por aquellos besos de Bryan? Y que había querido decir Bryan con eso de "no necesito permiso para tocar lo que ya me pertenece..." pero que imbécil era al pensar que él le pertenecía. Pensaba hasta que un sonido lo sacó de sus cavilaciones.
–– Toma. – Habló Bryan mientras colocaba una charola con comida para Kai – come todo ya que necesitas fuerzas para recuperarte pronto.– pidió casi ordenó decidido.
–– Bryan... ¿Por qué dijiste eso antes de irte? – cuestionó sin poder evitar que la curiosidad se apoderara de él.
–– No sé de que hablas, come y ya. – habló mientras se sentaba en la orilla de la cama de Kai, volteando su rostro hacia otro lugar, menos el sillón donde estaba el bicolor. Este se levantó haciendo a un lado la charola y se sentó junto a Bryan mientras lo miraba de frente.
–– Lo hice, por tus besos. – Comenzó a hablar Kai pero al darse cuenta de lo que decía trato de componer todo – los odio, no sabes cuanto...– terminó de decir, aunque sabía perfectamente que era una gran mentira.
Bryan observo a Kai, quien al terminar de decir aquello, giró su vista hacia otro lado. – Kai, mírame a los ojos y dímelo. – exigió pero no hubo contestación alguna, así que el pelilavanda decidió no molestarlo más y se levanto mientras tomaba unas vendas entre sus manos. – Déjame curarte – pidió tomando el brazo de Kai, quitándole las viejas vendas. Se levantó una vez más y tomó un poco de algodón y alcohol para limpiar, una ruda forma de hacerlo pero efectiva para que no se fuera a infectar, Kai apretó un par de veces los ojos pero no dijo nada, tampoco se quejó, su orgullo estaba en juego, luego de terminar colocó unas vendas limpias y nuevas sobre la herida. Pasaron unos minutos más y Kai no había querido comer, así que salió de la habitación para regresar la charola y volver con el oji–rojo, los demás chicos ya estaban por terminar sus actividades del día, era tarde ya, el cielo estaba oscuro, la luna ya había hecho su aparición al igual que cientos de estrellas.
–– Kai. ¿Ya no te sientes mal? – preguntó recibiendo una negativa por parte del aludido quien solo se limitó a negar con la cabeza. – ¿No quieres algo? – Volvió a cuestionar, recibiendo la misma respuesta por parte del bicolor – Kai¿Por que no hablas? – una pequeña pausa donde el otro siguió callado así que volvió a interrogar. – ¿Acaso te cortaron la lengua o que? – comenzaba a desesperarse ya que Kai negó una vez mas con su cabeza sin emitir sonido alguno. – Basta Kai, si estas enojado solo dime. – dijo furioso viendo a Kai negar nuevamente con la cabeza – ¿Entonces que rayos tienes? – interrogó, esta vez Kai habló.
–– No tengo nada, solo, déjame solo– dijo rápidamente mientras cerraba sus ojos cruzándose de brazos, para dirigirse hasta el sillón y sentarse ahí, donde miró por la ventana, entonces sintió a Bryan sentarse cerca de él.
–– Esta bien, me voy, pero si necesitas algo me llamas. – dijo gentilmente mientras se acercaba y le daba un pequeño beso a Kai en la comisura de sus labios, quedándose unos momentos mas ahí. Deseaba besarlo, volver a poseer aquellos rojos y deliciosos labios, volver a disfrutarlos, pero no quería que Kai volviera a hacer alguna tontería y menos por su culpa, así que decidido comenzó a separarse, lentamente del rostro de Kai, mientras observaba aquellos rojos ojos fijarse sobre los suyos, pero de una extraña forma, no era con enojo o reproche como antes, y sin evitarlo tomó entre sus manos el rostro de Kai y comenzó a asaltar los labios de este, besarlo lentamente, rítmicamente, era delicioso sentir aquellos labios jugar con los suyos. Un momento...
Kai estaba devolviendo aquel beso. Había tomado la nuca de Bryan con su mano, para profundizar aquel dulce beso, en el cual ambos cooperaban, haciéndolo deliciosamente rico, era una extraña pero linda sensación la que ambos sentían en esos momentos, Kai jugando con los labios de Bryan, y viceversa, para después profundizar aquella acción y comenzar a jugar con sus lenguas. Hasta que Kai comenzó a sentir su corazón apunto de salirse de su pecho, fue entonces que empujó levemente el cuerpo de Bryan.
–– Bue... Buenas noches. – dijo Kai evitando la mirada del otro chico, este respondió con otro saludo de buenas noches y salió de aquella habitación sin preguntar nada más. Ningún reproche por parte del peli azul, no tenía nada que reclamar, si él había correspondido con tanta emoción como su cuerpo lo deseó.
–– 'Estúpido, pero en que diablos estabas pensando. Kai no es nada para ti, nada, él solo puede ser un objeto para tu placer y nada más, solo eso. Es eso, un objeto que da placer' – se repetía mentalmente el pelilavanda queriéndose convencer a sí mismo mientras caminaba hacía su habitación.
Al siguiente día, Kai se levantó y se baño, para después salir de aquel encierro y dirigirse junto a los demás a su respectivo entrenamiento, al llegar, Bryan lo observó extrañado de que estuviera ahí y rápidamente se dirigió hacia él.
–– ¿Que rayos haces aquí? Estas mal, ve a tu habitación – habló bajito mientras todos los chicos comenzaban con sus ejercicios y clases respectivamente.
–– Estoy bien, y no necesito niñeras. – dijo algo enojado por el comentario de Bryan.
–– Es por tu bien Kai, solo hazlo. – volvió a exigir, recibiendo la misma respuesta por parte de Kai – Esta bien, quédate pero no te esfuerces demasiado ¿Entendido? – preguntó Bryan recibiendo un gruñido por parte de Kai.
El día se fue rápido, Kai evitaba toparse con Bryan y este intentaba hablar con Kai de lo sucedido el día anterior, pero simplemente era evitado por el chico bicolor, al final del día habían terminado de hacer todo, habían comido, habían entrenado, había revisado todos los papeles que debía, el día estaba terminado, así que decidió ir a la habitación de Kai, donde este ya se encontraba, cuando iba a entrar escuchó algo que le molestó.
Kai llevaba rato en su habitación, y ya se había limpiado y curado su herida, entonces se sentó en el sillón de su habitación y comenzó a ver a través de la ventana, en ese instante dejo salir un largo suspiro.
–– 'Por que me gustan los besos de ese maldito estúpido de Bryan... idiota' – pensaba Kai mientras una idea pasaba por su mente. – Yuriy. Si tan solo estuvieras aquí conmigo, todo sería diferente. – dijo mientras veía la luna.
Bryan al escuchar aquello ni siquiera esperó a que Kai terminara y se fue rápido de ahí, sintiendo el enojo apoderarse de todo su ser.
–– Si tan solo estuvieras aquí, me ayudarías a descubrir lo que siento por ese inútil – dijo volviendo a dejar escapar un largo suspiro. – Bryan – dejo salir su nombre para después levantarse y acomodarse en su cama, dispuesto a dormir. Solo faltaba un día para que Yuriy regresara, un día mas y listo.
Al día siguiente, Kai salió nuevamente de su habitación, decidido a entrenar, pero no vio por ningún lado a Bryan, lo cual le pareció extraño, así que se dirigió a donde podría estar, a su habitación, en donde tampoco estaba, lo cual hizo que la duda se apoderara de él comenzando a buscarlo por los pasillos, hasta que llegó cerca de la entrada principal, y comenzó a escuchar una voces antes de salir de donde estaba. Era Bryan y ¿Yuriy? Desde que hora había llegado Yuriy y no le habían dicho nada a él, pensaba hasta que la conversación entre aquellos chicos lo saco de sus pensamientos.
–– Privet Bryan!! – saludó un chico de rojos cabellos a su ahora recibidor.
–– ¿Que rayos te traes con Hiwatari? – preguntó Bryan ignorando el saludo de Yuriy.
–– Pues verás, me fue bien y todo salió perfectamente – dijo mientras colocaba un dedo en su barbilla como pensativamente. – Gracias por preguntarme. – soltó con sarcasmo.
–– No te hagas el ingenuo Yuriy, y limítate a responder lo que se te preguntó. – exigió nuevamente con furia.
–– Vaya un nuevo Boris en potencia. – soltó con ironía. – ¿Acaso noto algo de celos aquí o es mi imaginación? – se cuestionó Yuriy en voz alta para que el otro pudiera escuchar.
–– Ivanov no estés molestando, yo solo juego con Kai, bien sabes que me gusta molestarlo y no quiero que te entrometas defendiéndolo es por eso que te pregunto. – habló intentando defenderse y evadir de alguna manera las insinuaciones que el pelirrojo hacía en su contra.
–– Vas a terminar enamorándote de él Bryan. Ten cuidado con eso. – dijo el pelirrojo tratando de hacer razonar a su amigo pelilavanda.
–– No, claro que no Yuriy, mira, yo simplemente lo veo como un juguete, es como un lindo juguete sexual, sería delicioso poseerlo hasta que grite de dolor, ver su rostro sufrir y sus ojos pidiéndome que lo deje. ¿No lo crees así? – preguntó sonriendo cínicamente, mientras Yuriy negaba con la cabeza, reprobando la actitud de su amigo.
–– Después no digas que no te lo advertí, además Kai no es ningún juguete Bryan y lo sabes perfectamente no sé porque te empeñas en engañarte. – terminó mientras dejaba solo al pelilavanda.
Al terminar de escuchar aquella conversación se escondió viendo como Yuriy entraba a la abadía siendo seguido de Bryan el cual iba maldiciendo en todos los idiomas que se supiera.
–– Maldito Yuriy, es un idiota. – dijo simplemente siguiendo al susodicho.
Momentos después Kai salió de su estado de shock y entró a la abadía, pues si no llegaría tarde a su entrenamiento. Kai al llegar se acercó a Yuriy, en unos instantes comenzaría el entrenamiento y como Yuriy acababa de llegar de su viaje, quería platicar un rato con él.
–– Yuriy¿Que tal te fue en tu viaje a Japón?– pregunto el bicolor fingiendo que no lo había visto anteriormente.
–– Me fue muy bien, por cierto, vi a tus amigos y Rei me dijo que te saludara de su parte, también me dijo que te extrañan mucho. – acotó mientras sonreía con amabilidad.
–– Ohhh vaya. – dijo Kai pensando en lo que Yuriy le acababa de decir. A decir verdad también extrañaba un poco a los chiquillos, aunque eran por demás molestos pero al menos Rei se convirtió en un excelente amigo para él. Extraño suceso ya que era difícil conseguir su amistad pero el chico chino se la había ganado con su actitud tan dulce y amigable.
–– ¿Y a ti como te fue con Bryan al mando? – preguntó el pelirrojo recordando lo último que habían hablado antes de irse.
–– Ja! Ni me recuerdes a ese imbécil – bufó enojado.
–– Kai¿Qué te pasó en el brazo? – preguntó Yuriy viendo algo asustado el brazo que el otro tenía vendado, el cual no había notado hasta ese momento.
–– No es nada. Solo un pequeño accidente– dijo restándole importancia a lo sucedido
–– Vaya, ah mira, ahí viene Bryan –dijo Yuriy pues Kai le daba la espalda al lugar por donde el pelilavanda se acercaba.
–– Yuriy perdón – dijo Kai ante la confundida mirada del pelirrojo quien iba a preguntar ¿Por qué? pero antes de que pudiera decir cualquier palabra los labios de Kai estaban sellados contra los suyos besándolo frenéticamente, pero pronto fueron separados por alguien que jalo fuertemente a Kai.
–– ¡¿Que rayos crees que haces?! – preguntó Bryan intentando no exaltarse ante lo que había visto, mientras detenía a Kai del hombro donde lo había jalado segundos antes. Una llama de coraje se reflejaba en sus ojos claramente.
–– Nada que te importe, imbécil entrometido, y ciego para completar un hermoso cuadro.– soltó con sarcasmo debido a la pregunta hecha por el otro. De manera poco amable y con molestia se soltó del agarre del otro, comenzando a caminar lejos de ambos chicos.
–– Y a que hora comienza el entrenamiento. – dijo para sacar al pelilavanda de sus pensamientos.
–– ¿Que pasó aquí Yuriy? – preguntó aun muy enojado el pelilavanda, mientras miraba al pelirrojo directamente a los ojos, bastante molesto por lo que anteriormente había observado.
–– Es obvio que nada, gracias a ti…– contesto mientras se dirigía hacia Kai para comenzar el entrenamiento de ese día.
Bryan sintió como la sangre le hervía, así que antes de enojarse más se dirigió hacia todos los chicos para ponerlos en sus respectivos aparatos de ejercicios. Pero Kai se las pagaría, lo iba a pagar, por haber besado a Yuriy la iba a pasar muy mal y para eso se las arreglaría solo.
Los chicos ya habían terminado su entrenamiento y se habían dirigido a sus respectivas habitaciones después de comer, mientras Yuriy también pues estaba cansado del viaje, pero a Kai no se le había permitido, lo habían puesto a trabajar y entrenar otra vez, agotándolo notablemente, ya que llevaba horas entrenando con aparatos los cuales debían usarse una vez por día debido al gran esfuerzo que se necesitaba para utilizarlos.
–– Es un estúpido, pero me las pagará, me las pagará…– repetía Kai mientras bastante cansado y sin fuerza, se dirigía a su habitación, notando como las vendas de su brazo estaban ligeramente teñidas de sangre, al llegar a su habitación las cambiaría, pero antes de llegar a esta, se paró y observó la puerta de la habitación contigua a la suya, era la de ese idiota, pensó unos momentos en reclamarle, al fin de cuentas no sucedería nada malo o ¿Si?
Sin pensar más se adentró en la habitación cerrando fuertemente la puerta tras él, mientras veía como Bryan iba saliendo, al parecer de darse un baño, solo llevaba puesto un bóxer negro, y su pecho aun escurría levemente. Sin poder evitarlo se perdió en aquella vista que se le había regalado, pero al despertar de su ensoñación, recordó a qué iba.
–– Estúpido¿Por que rayos me pusiste un entrenamiento mas cansado a mí? – preguntó furioso olvidando todo lo demás. – ¿Es acaso que no té cansas de molestarme o que? – volvió a replicar mas enojado que antes, si era posible aun.
–– ¿Por que besaste a Yuriy? – preguntó intentando disimular su GRAN enojo al recordar aquello. Cosa por demás obvia.
–– Eso no te importa, es algo entre nosotros. – dijo fríamente mientras comenzaba a sonreír. – vaya¿No me digas que estas celoso? – interrogó con cinismo.
–– Claro que no. – dijo nuevamente – y si no quieres que de nuevo te ponga un entrenamiento como el de hoy será mejor que no me hables así, recuerda que yo estoy al mando aún.– habló seriamente conociendo a Kai a la perfección, sabía que eso lo haría enojar al máximo.
–– Eres un maldito engendro, no sabes cuanto TE ODIO – habló arrastrando la última palabra para que quedara claramente entendida mientras intentaba girarse para salir de ahí, pero Bryan fue más rápido atrapándolo fuertemente contra él, rodeando su cintura con fuerza mientras hablaba.
–– Tú no sabes realmente cuanto podrías llegar a odiarme – dijo mientras aventaba el cuerpo de Kai a la cama. – Pero en este momento te voy a mostrar que tanto podrías hacerlo – aseguró con firmeza en la voz.
Continuara...
¤Žhёиα HîK¤
"...El hombre parece tener más carácter cuando sigue su temperamento que cuando sigue sus principios..."
FEDERICONIETZSCHE
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Creo que me tardé un poquito, en fin, espero este capítulo también haya sido de su agrado. Dejen un Review para saber si lo fue o no... Gracias de antemano.
Gracias a...
Shalimar
NekoT
Alexa Hiwatari
Dani Hiwatari
Kokoro Yana
Belle Hiwatari
Nadryl
Kat Ivanov
Mayari Hiwatari Ivanov
Kira H. I. K. O. H. de F.
Lilith S. Valkov
GabZ
Aika
AlexiaLKLR
Tsugume– Tari
Amali Hiwatari
Clow Reed1
Ann Saotomo
Ppbkai
Spark Clutches
Isis Tsurumi
Ayanai
Gracias a todos por sus reviews... y me despido...
«Versión re-editada -- Julio 2007»
¡¡Do Svidaniya!!
