Un ángel de alas rotas cap.2 (sub. "Terrible verdad de hace 10 años")

By Lilium Lucysan Leonhart

Fuera de la habitación esperaban, impacientes, el grupo A. Como no habían oído ningún silbido, estaban aliviados, por que "supuestamente" todo iba bien…

Zell: Jopé… no llaman… la bruja si que debe ser debilucha ¿no?

Squall: Parece ser que sí

Zell: Pero… ¿y si les han lanzado una magia Mutis y no pueden hablar?

Quistis: Yo sí me muero por lanzarte una magia Mutis… ¡a ver si te callas de una vez!

Zell: ¿QUÉ? ¡Cómo te atreves…!

Squall: ¡Basta ya! ¡Los dos! Si no han silbado ni avisado es que va todo bien

Dentro de la habitación Rinoa despertó de un sueño, un largo sueño que se la había hecho eterno… Mientrastanto iba recordando, ¿qué había pasado?

(…): Ju ju ju ya has despertado, hermanita.

"¡Claro! Yo estaba luchando con esa bruja… y me dijo que era mi hermana… y a causa de eso me desmayé" pensó Rinoa.

Rinoa acabó de abrir los ojos y contempló el espectáculo. Selphie y Irvine seguían en el suelo desmayados, y ella se encontraba totalmente encadenada de pies a brazos y atada a lo alto de un poste.

Rinoa: ¡Basta! ¡Bájame!

Aonir: De ninguna manera hermana… ja ja ja no volverás a escapar de la jaula de la cual tú escapaste… yo… te haré recordar-lo todo…

Rinoa: ¿La… jaula?

Fuera el grupo se impacientaba, no era normal estar tanto tiempo incomunicados… Squall, harto, se decidió a abir la puerta, pero alguien gritó "¡NO LO HAGAS!" y apareció el profesor Odine corriendo, y se distinguía una mueca de susto en su cara.

Zell: ¡Profe Odine!

Quistis: ¿Ha ocurrido algo?

Odine: Arf arf… puech chi que ha pachado algo muy malo mis queridos SeeDs… pero primero de todo os recomiendo no entrar por echa puerta.

Squall: ¿QUÉ? ¿Cómo están Rinoa, Irvine y Selphie?

Odine: Puech por las grabadoras de sonido, hemoch dechcubierto que tanto Irvine como Selphie se encuentran inconscientes, mientrach que Rinoa…

Squall: ¡QUÉ! ¿QUÉ LE HA PASADO A RINOA?

Odine: Pareche cher que le pacha algo, chólo concheguimos oír unos gritos de dolor y anguchtia. No hay duda de que a Rinoa le echtá pachando algo.

Squall: ¡¡MALDITA SEAS AONIR! (Squall se dirige hacia la puerta mientras piensa): Lo sabía… no era bueno dejar a Rinoa sola… quiero salvar-te… a ti y a Eleone…

"¡Eleone! … diablos… ¿por qué me viene ese nombre a la cabeza?" pensaba Rinoa. Su supuesta "hermana" se encontraba a sus pies, apuntándola con las manos y realizando una especie de magia que iba afectando a Rinoa por momentos: dejaba su mente en blanco y únicamente se llenaba recuerdos que no parecían suyos: miles de personas muertas a su alrededor, otras pidiendole piedad… ¿realmente esos recuerdos eran suyos?

"Por favor… que alguien me ayude…"

(…): ¡¡¡¡¡RINOAAAAAAAAAAA!

La puerta de la habitación se abrió de un portazo y apareció Squall empuñando su sable pistola, Quistis amenazando peligrosamente con su látigo y a Zell que cerraba fuertemente sus puños.

Rinoa: ¡Squ…all!

Squall: ¡¡¡RINOA!

Aonir: Tsk, más SeeDs, que lata.

Squall: ¡¡AONIR! ¡Deja a Rinoa!

Aonir: De ninguna manera… tú eres… Squall, ¿no? ¿No has notado un cierto parecido entre Rinoa y yo?

Squall: Rinoa… ¿y tú?... ¡Qué quieres decir con eso!

La bruja Aonir desplegó sus negras alas y alzó el vuelo hasta llegar a la altura de Rinoa. Fijó su vista a la cara de una atemorizada Rinoa y en voz baja susurró:

Aonir: Recuerda… mi otra mitad… lo que pasó… hace 1.000 años…

Rinoa: ¿Hace 1.000 años?

Aonir: Ven… te lo mostraré todo…

Rinoa se quedó totalmente hipnotizada con esos ojos que le mostraba Aonir, y simplemente emitió un débil "de acuerdo" antes de que todas las cadenas se rompieran al instante y unas majestuosas alas blancas aparecieran en la espalda de Rinoa.

Squall: ¡Rinoa! ¿Qué te pasa?

"No sé… no sé que me pasa… mi cuerpo se mueve solo… Squall… tengo miedo…" esas palabras resonaron en el interior de Rinoa. Aonir aprovechó ese momento para posar una mano encima de la cabeza de Rinoa, y, de repente, aparecieron más recuerdos intangibles en la mente de Rinoa: una silueta que se asemejaba a Artemisa… más personas pidiendo clemencia… el paisaje totalmente destruido… ese paisaje… se asemejaba mucho a Balamb… y.. ¿ese espejo? Rinoa vió el reflejo y quedó atónita al ver que se estaba contemplando a ella misma, con el mismo traje que llevaba Aonir, pero sus alas en su espalda, por suerte, seguían blancas.

Aonir: Empiezas a recordarlo todo, ¿verdad hermana? ¿Qué tal si volvemos a nuestras antiguos recuerdos, en que fuimos los dos ángeles caídos más famosos de la historia únicamente causando masacres y pánico a todo el mundo? … sí… mi hermana Rinoa… tú eras un ángel caído…

"Un ángel caído…" pensó Rinoa. "Un… ángel… caído... ¿qué es eso? Acaso… puede ser qué…?

Quistis: ¡Oye tú! Deja esas tonterias a parte de esa história de los ángeles caídos. ¡Únicamente hemos venido para que abandones Esthar y hagas volver a todos sus habitantes a la normalidad!

Aonir: Mmm… tú eres Trepe… ja ja ja que dulce recuerdo tus padres… esa cara desencajada, incapaces de pedir-me clemencia…

Quistis: ¡¡¿¿CÓMO!

Aonir: He, lo que oyes, Trepe, y no pienso marcharme de Esthar… esta gran ciudad me viene de perlas para nuestro regreso…

Zell: ¿"Nuestro"?

Aonir: Mi hermana Rinoa y yo, Aonir… los ángeles caídos de hace 1.000 años…

Squall iba acumulando más y más rabia. No, no podia ser cierto. Todo eso era mentira. Rinoa no era un ángel caído: era una persona, igual que él mismo o Quistis, o Zell, o Irvine… Finalmente esa rabia estalló y se precipitó hacia Aonir. La bruja repeló el ataque de Squall con una magia escudo.

Squall: Maldita… deja a MI Rinoa…

Aonir: ¿Tu Rinoa? Ja ja ja no me hagas reír estúpido, Rinoa te ha estado engañando des de que te conoció, iluso… te ocultó que es un ser legendario de más de 1.000 años, la madre de Ultimecia… o más bien dicho Artemisa…

Zell: ¿¿QUÉ? ¡¡¿¿RINOA LA MADRE DE ARTEMISA!

Squall: Me da igual que eso no sea mentira… me da igual que Rinoa sea un ángel caído… ¡Lo único que te digo es que yo quiero a Rinoa tal como es, sea un ángel o una persona!

"¡Squall!" pensó Rinoa.

Aonir: Jajaja, Leonhart, Leonhart… También recuerdo la cara de tus queridos padres. Bueno, reconozco que yo no acabé con ellos, fue mi estimada hermana Rinoa la que… acabó con sus vidas…

Squall: ¿Qu…?

Rinoa: ¡¡¡NOOO! ¡¡ESO ES MENTIRA! ¡¡NO ES CIERTO!

Aonir: ¿No lo crees querido Leonhart? ¿No sabías que tu adorada Rinoa fue la asesina de tus padres, y los de Tilmitt… los padres de Zell… o los Kinneas? ¡Pero mira tú por donde! Rinoa ha matado a los padres de sus mejores amigos y su novio… qué enternecedor…

Squall: Ri…no…a…

Rinoa: (llorando) No, Squall…

En ese momento, en la mente de Squall apareció un recuerdo… Un hombre y una mujer tendidos en el suelo, muertos… delante de ellos dos figuras que estallaban en carcajadas… y un niño, que abrazaba un estuche… un estuche similar al de su sable pistola, llorando en un rincón…

Aonir: Permitid-me que os lo muestre…

Zell: ¿¿¿Qué?

Aonir: ¡¡¡JAJAJA!

Toda la sala desapareció, dando lugar a un paisaje blanco, infinito… Las mentes perturbadas de Squall, Quistis, Zell… y Selphie e Irvine, que al final habian recuperado el sentido, sólo pensaban en alguien… Rinoa… aquellas majestuosas alas… aquellas sonrisas que habían compartido juntos… ¿era real todo aquello?

Mientrastanto, Rinoa, había aterrizado al suelo, junto a su hermana Aonir. Aún entre sollozos, seguía pensando "No… todo esto es mentira… todo esto es un sueño, una pesadilla…"

Finalmente, el paisaje teñido de blanco desapareció, y en su lugar apareció una escenario realmente lamentable: miles de casas destruidas, cadáveres por todos lados…

Aonir: Ju ju… seguidme.

El grupo le siguió, obediente. Squall mantenía una distancia prudente con Rinoa, ya que, aunque no creía nada de lo que Aonir contaba… no sabía por que… pero Rinoa le empezaba a inspirar… ¿temor?

Un grito desgarró el profundo silencio que reinaba. A escasos metros de allí, se veían dos figuras que reían malévolamente. A sus pies se encontraban los cuerpos de un hombre y una mujer…

Aonir: Juju, contemplad el espectáculo…

Squall:

En ese instante, una de las dos brujas habló…

Rinoa: Juju, ríndete ya, Leonhart…

Padre de Squall: Jamás… debo proteger a mi mujer… y a mi hijo…

Aonir: ¡Qué enternecedor! Jajaja, mira… dejaremos vivir al niño, de eso no lo dudes… quiero que recuerde durante toda su vida la angustia de la muerte de sus padres grabado en su mente… para siempre…

Padre de Squall: Malditas… ¿por qué a nosotros?... Que os han hecho los Trepe, o los Tilmitt… o los Kinneas, los Almansy… o nosotros mismos…

Aonir: Jujuju… lo sabrán ellos en el futuro… sus hijos… serán pequeños y se reencontrarán, serán adultos y se volveran a encontrar… para saber la verdad de nuestros actos… ju ju…

Madre de Squall: No si son capaçes de mataros antes de contarlo.

Rinoa: Bah, ilusa… ¡Desapareced de este mundo!

Una enorme explosión y un último grito de dolor aparecieron en escena. El grupo, empezando por Rinoa, se quedó sin habla: ¿De veras Rinoa… había echo eso?...

Aonir: Ja ja ja… ya quedó claro… volvamos al presente…

El silencio se hizo aún más profundo. Quién parecía estar a punto de perder el control era Squall… Aacaba de contemplar la muerte de sus padres… Recordó que unos días más tarde Mamá Ede lo salvó de las ruinas… y volvió con sus compañeros…

Todos se teletransportaron otra vez a la sala de Aonir, pero no empezaron a luchar, no, sinó que Squall se dio la vuelta y dijo…

Squall: Vámonos…

Quistis: ¿Qué, QUÉ? ¿¿Estás loco?

Squall se giró mirándola, y Quistis notó que la rabia se distinguía en su cara.

Squall: ¡HE DICHO QUE NOS VAMOS Y ES QUE NOS VAMOS!

Todos se voltearon y fueron hacia la salida. Rinoa, algo tímida, también se dirigió hacia ellos, pero entonces, Squall se giró y, con lágrimas salpicándole por su cara, le gritó:

Squall: ¡VETE, ALÉJATE DE MÍ! ¡NO ENTIENDO COMO ME HAS PODIDO ENGAÑAR TODO ESTE TIEMPO, RINOA! Tú… tú fuiste la responsable de que me quedara sin el cariño de mis padres…

Rinoa también empezó a llorar, pero, cerró sus puños y se enfrentó cara a cara con Squall.

Rinoa: ¡Por favor, creéme! ¡Yo no recuerdo nada, absolutamente nada de aquello! Solamente… recuerdo a mamá, a mi padre… y a todos mis amigos de los Búhos del Bosque… pero por favor, creéme…

Squall quería darle la razón a Rinoa, confiaba tanto en ella… pero es que esas imágenes… le tenían totalmente paralizado, eran tan reales…. Y aquellas eran Rinoa y su hermana, de eso no había duda.

Squall: … cortemos.

Rinoa: ¿QUÉ?

Squall: Me has estado engañando, has matado a mis padres y no te lo perdonaré… tú… me has traicionado, Rinoa.

Rinoa: Pu… ¡¡Puedo jurarte que jamás te he traicionado! ¡Pero ni se te ocurra cortar conmigo!

Squall ya no podía más. Le dolía tanto el corazón de todo eso que había pasado… la desaparición de Ele, el comportamiento tan extraño de Rinoa durante el viaje y ahora eso…

Squall: No qui… ver… más…

Rinoa: ¿CÓMO?

Squall: No quiero volver a verte… nunca más.

Dicho eso, Squall se giró dando la espalda a Rinoa, y salió por la puerta corriendo. Todos se quedaron mirando a Rinoa, dudaron un segundo, pero también salieron corriendo detrás de Squall. Rinoa se quedó unos instantes totalmente paralizada, anonada, pero enseguida recuperó el sentido, salió de la habitación de Aonir, que des de su trono se reía con grandes carcajadas. Rinoa encontró una habitación vacía, se estiró en el suelo, y recordó esas últimas palabras de Squall: "No quiero volver a verte nunca más"

Rinoa: Squall… me odia.

Tras pronunciar esas palabras, Rinoa fue hacia la cama del habitaculo, se estiró en ella, y rompió a llorar.

Continuará…