Capitulo 7: Encuentro

Se sentía estúpido.

Un verdadero idiota.

¿Cómo se le podría haber pasado por la cabeza semejante tontería?...

Aunque sabía que el Do'aho podría pedirle el dichoso dinero, por una milésima de segundo se le había ocurrido que, tal vez y sólo tal vez, ese idiota lo tratase con familiaridad.

Un "¡hola kitsune! quizá. Pero no. Nada de eso.

Había actuado fríamente, como si no se conociesen de nada, ni amigos ni conocidos.

Nada.

¿Desde cuándo necesitaba que ese individuo lo tratase como a un conocido?...

-"Por lo menos tampoco me ha pedido el dinero… por ahora" – pensó Rukawa con una pequeña sonrisa irónica que sólo se formó en su mente ya que su rostro era inmutable.

Sabía del cierto que ese dinero de su alquiler sería demandado por el pelirrojo en cualquier momento. Seguramente esa sería la última vez que hablaría con él ya que después de eso ya no tendrían ninguna excusa para volver a buscarse mutuamente.

Respiró profundamente antes de decidirse por volver a su trabajo. No podía quedarse allá eternamente si no quería que ese do'aho le continuase pagando todas sus deudas por quedarse sin trabajo.

-¡Kitsune! –

Rukawa alzó su cabeza al escuchar esa voz. Nadie le llamaba kitsune a excepción del idiota… Y… ¿qué hacía allí el idiota? ¿Cuándo había entrado? No había escuchado la puerta…

Kaede se le quedó mirando fijamente. Hanamichi estaba parado justo delante de esa puerta de madera observándolo con una mirada que no sabía descifrar…

-Do'aho… no puedes entrar aquí – dijo secamente.

-Hola Kitsune – saludó el pelirrojo con una sonrisa iluminando su rostro.

El moreno sintió que sus mejillas adoptaban algo de color al presenciar dicha sonrisa así que tuvo que desviar levemente su mirada para que el otro no lo viese.

-¿Qué quieres? – preguntó todavía sin mirarlo a la cara, pero Sakuragi no contestó. –Ah espera… ya sé qué quieres…- murmuró más para sí que para su acompañante y a continuación cogió del bolsillo de su pantalón el pequeño montoncito de billetes que había guardado minutos antes.

-Toma – dijo después de haber caminado hasta llegar al do'aho y colocar todo ese dinero sobre sus manos. –Ya no te debo nada. –

Hanamichi, sorprendido, miró hacia sus manos y vio todo ese montón de billetes algo arrugados y frunció el entrecejo.

-¿Qué es esto? – preguntó confundido.

-Lo que te debo. – respondió sin más el oji-azul.

Sakuragi continuó mirándolo sin acabar de entender las palabras de Rukawa hasta que reaccionó.

-¡No pagué tu alquiler para que después me lo devolvieses! – dijo subiendo un poco su tono de voz y mostrándose nervioso.

-Ya claro… - respondió son sorna. – No deberías haberlo hecho. –

-Hago lo que quiero, kitsune. – respondió malhumorado el pelirrojo después de devolver el dinero a las manos níveas del moreno. – Y te estoy diciendo que no quiero que me lo devuelvas. -

-Y yo te digo que te lo quedes… No quiero deberte nada. – contrapuso.

-¡Que no me debes nada, joder! – exclamó el más alto cansado de esa palabrería. – ¡Deja de ser tan arisco y de creer que todo lo que hago va con segundas intenciones! – añadió.

El pelinegro lo miró intensamente tras escuchar las palabras.

-No me conoces, imbécil… no sabes cómo soy – dijo algo más tranquilo.

-Exacto. – reconoció Sakuragi. – Lo que sí sé es que ayer no tenías dinero para pagar y hoy tienes todo eso… - susurró señalando el dinero que tenía Rukawa en sus manos. - ¿Qué pasa, Kitsune? ¿Atracaste el banco? – preguntó irónico con una pequeña sonrisa.

-Do'aho… No te importa cómo lo conseguí – respondió. –Cógetelo y lárgate. – habló imperativo sin posibilidad de que hubiese dudas en sus palabras.

-No quiero que me lo devuelvas. –

-Joder… no seas ridículo do'aho. – Rukawa tomó aire para continuar hablando. - ¿De verdad creías que iba a creerme que hiciste esa "buena acción" porqué sí?... ¿A cambio de nada?... No me hagas reír que ya hace demasiado que no lo hago. –

Hanamichi no contestó a esas palabras con lo que el moreno se sorprendió.

¿No pensaba negarlo?...

-Bueno… Tal vez sí que quiero algo a cambio. – respondió el chico de cabellos rubíes acercándose a Rukawa ya que éste, poco antes, se había alejado bastante de él.

-¿Ves? Ya lo sabía yo… - suspiró Kaede a media voz con un cierto tono sarcástico. Todo aquello ya se lo veía venir.

-Pero no es el dinero. – aclaró.

-¿Eh? – el oji-azul lo miró sorprendido. Tal vez eran imaginaciones suyas pero… ¿Podía ser que todo aquello fuese una proposición indecente?... Rió para sus adentros ante semejante tontería -¿A qué te refieres, do'aho? – preguntó una vez que tuvo justo delante al pelirrojo.

-¿De verdad que no te lo… imaginas? – preguntó seductoramente el pelirrojo con una cierta voz cálida acercándose al oído del más bajo haciendo que esas palabras se hubiesen producido como un leve susurro.

-¿Qué pretendes, do'aho? – preguntó a su vez el moreno no dejándose intimidar por ese chico y mirándolo de una forma que congelaría el rincón más seco del planeta. Si algo no estaba dispuesto a permitir es que se burlasen de él. Y estaba convencido de que ese idiota lo estaba haciendo.

Pero Hanamichi no le contestó. Tan sólo continuó observándole directamente a los ojos durante unos pocos segundos que para ambos fueron interminables.

Y todavía todo se volvió más lento cuando sintió como los labios del pelirrojo se posicionaban sobre los suyos. Dicha acción lo tomó desprevenido pero no dejó que esta sensación lo embriagase.

Simplemente reaccionó con frialdad e indiferencia. No se apartó pero tampoco respondió a ese beso.

Sakuragi tampoco parecía darse cuenta de la falta de respuesta del oji-azul. Tan sólo continuaba lamiéndole los labios a la vez que mordía suavemente su labio inferior, saboreando todo aquello que lograba tocar con su lengua.

Cuando el pelirrojo se sintió derrotado, separó sus labios y volvió a mirar fijamente a Rukawa el cual seguía exactamente igual que antes del beso. Su rostro parecía inmutable ante lo que acababa de hacer. El único cambio que percibía era que sus labios se encontraban algo más rojos e hinchados.

-¿Qué pretendes, do'aho?... – volvió a formular la misma pregunta Kaede, sólo que esta vez a media voz. -¿Quieres que sea tu puta? – dijo de forma gélida al ver la que parecía ser la intención del pelirrojo.

-No digas idioteces – contestó. -… y quiero demostrarte que no soy un do'aho, kitusne. – susurró Sakuragi a modo de respuesta para la primera pregunta sin poder evitar una pequeña y ladeada sonrisa.

-Eso es imposible. – reconoció el más bajo de los dos para después acorralar los labios del pelirrojo sin previo aviso.

El pelirrojo abrió sus ojos ante la sorpresa que le produjo semejante acción. Ahora era Rukawa quien lo besaba sin control alguno y por supuesto que él le devolvía la caricia a la vez que colocaba sus manos en la cintura del oji-azul.

Cuando se les acabó el aire, se separaron pesadamente pero sus rostros permanecieron unidos mediante sus frentes.

-Eres un completo do'aho. – dijo el chico de pelo azabache sin dejar de mirar los labios que se mostraban justo delante de él, labios que se curvaron formando una provocadora sonrisa y que a continuación volvieron a unirse a los suyos, con pasión y con fuerza, creando un beso desesperado y algo brusco pero que satisfacía las necesidades de ambos.

Mientras seguían besándose, los dos retrocedieron unos pasos hasta que Kaede chocó contra la mesa de madera, donde se sentó sin separarse de esos labios que cada vez lo atraían más y a su vez, Hanamichi se situó entre las piernas del moreno para así acercarse más a su cuerpo.

Cuando se separaron, el pelirrojo se dirigió directo al lóbulo del oído de Rukawa para lamerlo e introducirse en ese lugar produciendo que el moreno sintiese la necesidad de liberarse de ese pequeño placer con un leve gemido que salió de entre sus labios, sonido que encantó al chico que estaba de pie.

Seguidamente bajó lamiendo una de sus níveas mejillas hasta llegar a su largo cuello, que no tardó en besar por toda su longitud creando algunas cosquillas en el más joven.

Rukawa, mientras tanto, pasó sus brazos por los hombros del pelirrojo y comenzó a acariciar sus cabellos rubíes. Hanamichi, al ver la acción de su acompañante, supo que lo que le estaba haciendo le gustaba y que le daba permiso para continuar ya que estaba presionándolo cada vez más contra su cuerpo para sentir más su calor.

Pero de pronto, el pelirrojo dejó de besar al moreno y luego cogió sus brazos provocando que ese abrazo se rompiese.

-¿Qu-…- quiso preguntar el chico de ojos zafiro al sentir como el pelirrojo lo empujaba para que quedase tumbado sobre la mesa. Después, Hanamichi se colocó encima. –Do'aho…- murmuró, pero éste lo calló con un pequeño beso en los labios.

-¿Acaso sólo sabes esa palabra… zorrito? –

-No. – negó rotundamente. – También sé llamarte imbécil –

Sakuragi rió ante esa respuesta pero rápidamente siguieron besándose con frenesí, como si aquel fuese el primer y último beso que se iban a dar en sus vidas. Mientras duraba ese contacto, Sakuragi comenzó a bajar sus hábiles manos por los costados del moreno, acariciándolo hasta llegar a lo que le interesaba.

Colocó sus manos justo en la entrepierna del menor y comenzó a masajearla. Al momento sintió como Kaede gimió por el contacto.

-Te gusta, ¿eh? – preguntó descarado el pelirrojo con una pequeña sonrisa pícara en su rostro después de haber separado sus labios de los del moreno.

-Do'aho… - suspiró para después alzar su rostro para buscar de nuevo esa agradable sensación que le proporcionaba tener la boca del do'aho junto a la suya.

Sakuragi aceptó gustoso ese beso pero no abandonó su tarea, al contrario, tuvo el atrevimiento de llevar una de sus manos al vientre del oji-azul para levantarle un poco la camiseta para así poder acariciar su piel, pero no se detuvo ahí sino que continuó bajando hasta introducir su mano dentro del pantalón y llegar así a poder acariciar directamente ese duro y excitado miembro.

Rukawa, ante tal intromisión quiso gemir pero los labios de Hanamichi se lo impidieron y acabó por morderle fuertemente el labio inferior.

-¡Auch! – se quejó el pelirrojo separándose de la boca del otro y se llevó la mano que no tenía ocupada a su labio herido. – Qué bestia eres, kitsune… -

-Do'aho… - susurro él. – Eres tú quien hace cosas que no debería…-

-¿Me estás diciendo que no debería hacer esto? – preguntó irónicamente mientras agarraba más fuertemente el pene de Rukawa.

-Ah… s-sí, exacto… - llegó a responder él.

-Pues no parece que te disguste mucho… - dijo divertido para después robarle un pequeño beso al moreno.

-Cállate, do'aho… - pronunció. Empezaba a darle de nuevo la sensación de que ese idiota estaba jugando con él… ¿Pero acaso no era también él quien quería jugar con ese pelirrojo?...

-Está bien, ya me callo – y lo besó con fiereza, pero Rukawa no contestó al beso, sino que con sus brazos en los hombros del pelirrojo, hizo fuerza para que se apartase. -¿Qué ocurre…?-

-Viene alguien – anunció él al oír los pasos de una persona acercarse hasta la puerta de la despensa.

-Tenéis el baño justo delante… alguien querrá ir a mear- respondió él con simpleza pero el moreno no pareció estar muy convencido. – Además, cerré la puerta cuando entré. –

-¿Con el cerrojo? – y ante la afirmación de Hanamichi continuó. – Así que ya tenías todo esto previsto… - dedujo frunciendo el entrecejo.

-No… ¿Cómo querías que supiese que te encontraría aquí solo y que me dejarías hacer esto?... – y ante la mirada del moreno continuó. – No, no pretendía violarte, kitsune. -

Rukawa lo miró dubitativo durante unos segundos para después escuchar la puerta del lavabo abrirse y cerrarse.

El do'aho había acertado… Tan sólo fue un cliente que iba al lavabo.

-¿Lo ves? – Sakuragi lo miró con una sonrisa ante los sonidos que se habían producido en la habitación de delante. –Soy un tensai – anunció y comenzó a reír de forma estridente.

-Do'aho… - contestó él pero poco tiempo tuvo más para hablar ya que Hanamichi reemprendió con sus hazañas besando de nuevo al pelinegro. Se sentía insaciable, no se veía capaz de dejar de beber de esos labios níveos.

El contacto se hizo duradero e intenso sin que las manos de ambos chicos dejasen de recorrer el cuerpo del contrario… Se excitaban sólo con besos y pocas caricias… Parecían un par de adolescentes con las hormonas alteradas

-… Aquí no. – contestó él secamente cuando, por falta de aire, tuvieron que separarse y ante la cara de desconcierto del otro, continuó. – Estoy trabajando… - Esta vez Hanamichi sí que comprendió esas palabras y sacó su mano del pantalón del más joven. Seguramente el Kitsune se había dado cuenta gracias a esos sonidos a lo que todos esos besos los estaban llevando…

Podrían haber acabado teniendo sexo encima de esa vieja mesa de madera y en la despensa de una cafetería llena de gente, a tan sólo a una pared de distancia… cosa que excitaba bastante al pelirrojo.

Pero Rukawa no estaba dispuesto a hacerlo por primera vez en una mesa… y encima en el trabajo. Cierto era que él ya había perdido su virginidad días atrás pero… al no acordarse de nada no podía considerarlo como su "primera vez". No esperaba que ésta fuese romántica y llena de palabras dulces… Sabía que los cuentos de hadas no existían, pero por lo menos sí deseaba poder acordarse de ella.

-… - Sakuragi miró su reloj de pulsera. - ¿A qué hora acabas? – esa pregunta sorprendió al pelinegro quien permanecía en silencio sumergido en sus pensamientos.

-A las doce – y tras su respuesta, Hanamichi bajó de la mesa y con un saludo de su mano salió del almacén.

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Ayako, tras limpiar una de las mesas del local cuando unos clientes se marcharon, vio como ese alto pelirrojo salía del almacén con una pequeña y casi imperceptible sonrisa, cosa que le hizo suponer que las cosas con Kaede le habían ido bien.

Segundos después, fue el moreno quien salía del lugar y se acercaba lentamente a ella.

-Tienes suerte que el jefe no haya venido hoy… - dijo la chica con una pequeña sonrisa y Rukawa asintió con la cabeza. Después, caminó hacia la cocina y Ayako lo siguió. – ¿Te pidió el dinero? –

-… "¿El dinero?"… - pensó el pelinegro ya casi no acordándose de ese tema. Su mente, inevitablemente, estaba en otro lugar. –Ah… no… - respondió sacando del bolsillo de su pantalón aquellos billetes y se los devolvió a Ayako.

-¿Eh?... ¿Por qué me lo devuelves? –

-Tómalo – dijo simplemente Rukawa. Por ahora, Sakuragi no iba a pedirle esa cantidad… y para cuando lo hiciese él seguramente ya la habría reunido. –Y gracias -

Ayako, al ver la convicción del chico, cogió los billetes y los guardó.

-Pero… ¿no me vas a contar qué pasó ahí? – preguntó curiosa la chica.

-¿C-cómo…? – llegó a articular el moreno. ¿Ayako había visto al Do'aho entrar en la despensa? Al parecer sí…

-Está bien, no me lo cuentes… - escuchó como la chica le hablaba con un dejo de alegría y vio como intentaba evitar echarse a reír en cualquier momento. – Es evidente… - dijo seguidamente.

Kaede frunció el entrecejo al no entender las palabras que le estaba dirigiendo Ayako así que decidió mirar hacia el lugar al que ella estaba mirando…

Si no le hubiese sido tan fácil ocultar sus sentimientos en todo momento, en ese preciso instante se hubiese sonrojado hasta más no poder, pero se había ganado el título de Rey de Hielo por algo, así que su rostro no se inmutó al ver que Ayako se había dado de la terrible erección que tenía entre sus piernas…

-Anda… ves al lavabo y mójate la cara con agua helada… - le aconsejó la castaña ya entre risas, pero el oji-azul no contestó pero sí que hizo caso del consejo yéndose a paso rápido al lavabo.

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-¡Joder Hanamichi! ¡Ya pensábamos que se te había tragado la taza del wáter! – exclamó Yohei al ver al pelirrojo por fin acercarse a la mesa para después sentarse.

-Lo siento… Tuve un… problemilla – contestó intentando evitar sus enormes ganas de reír… Estaba contento… y sabía porqué.

-A saber qué problema era… - dijo Yohei sonriendo. –Siempre pensando en… la novia – dijo Mito riéndose para sus adentros. Su teoría era que su amigo se había retardado tanto en el lavabo por un pequeño gran problema… Suponía que todo era por ver a ese camarero tan cerca.

Hanamichi rió disimuladamente ante ese comentario y cogió los cubiertos para continuar con su cena, pero antes dirigió una mirada hacia Miyagi quien no se movía ni un solo milímetro ya que estaba ensimismado mirando fijamente a esa camarera que se le acercaba tanto al Kitsune. Incluso podía ver una baba deslizándose por la comisura de sus labios mientras susurraba para sí mismo una y otra vez "mi ángel…"

-¿Qué le pasa a éste? – preguntó a media voz Yohei para que sólo lo escuchase el pelirrojo mientras señalaba con su tenedor a Ryota.

-Déjalo… está idiotizado. –

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El reloj del local marcaba aproximadamente la una de la mañana y Rukawa Kaede aun permanecía en su lugar de trabajo junto a tres camareros más, limpiando todo el establecimiento para tenerlo listo para el día de mañana.

Estaba cansado de tanto trabajar… ese día había vuelto a ser bastante agotador ya que los clientes nunca parecían estar dispuestos a marcharse de allí… ni aun cuando era la hora de cerrar.

No le había quedado más remedio que aplazar una más su hora de salir.

Finalmente, cuando acabó de limpiar todo lo que le tocaba, fue a coger su abrigo y su mochila y a continuación se despidió de Ayako con un breve movimiento de cabeza.

-¡Adiós Kaede! – respondió energética la chica. –Y gracias por quedarte- añadió.

Rukawa, tras atravesar la puerta de salida de los empleados que daba a un callejón, miró a ambos lados de esa estrecha calle.

Ni rastro del do'aho.

-"Normal" – pensó comenzando a encaminarse hasta la parada de su tren que lo llevaría a casa. Por suerte, su trabajo quedaba más cerca que la Universidad y no debía hacer trasbordos.

Esa noche hacía muchísimo frío en la calle y se estaba congelando literalmente…

-"Es un do'aho…" – dicha oración pasaba una y otra vez por la cabeza del pelinegro. Había estado convencido de que el pelirrojo, al preguntarle a qué hora plegaba de trabajar, era para esperarlo…

Pero no.

Había visto como él y sus amigos Salían del local… pero siguió creyendo que lo esperaría.

Pero no.

-"Seguramente se habrá cansado de esperar…" – y es que él finalmente había salido del trabajo una hora más tarde de lo acordado con el pelirrojo.

Normal que se hubiese cansado de esperarlo… Si es que lo había esperado por algún segundo.

Llegó rápidamente a la estación y allí se dio cuenta de que su billete se había gastado.

-Mierda…- masculló dirigiéndose a una de esas máquinas dispensadoras e introdujo unas cuantas monedas y marcó hacia dónde quería viajar. Después recogió su cambio y su billete y pudo ir al fin al andén a esperar a su medio de transporte.

A esas horas quedaba poca gente por los andenes… cosa que en cierta manera era un alivio ya que eso significaba que los vagones estarían relativamente vacíos y podría sentarse un rato.

Decidió sentarse en uno de los bancos del andén para esperar y a continuación sacó de su mochila su ya inseparable walkman.

#Lesson 11: Repeat please… ¿What do you prefer for lunch?

Rukawa comenzó a repetir todo lo que escuchaba de ese cinta en pequeños susurros.

# I want to go to the restaurant#

-¿Ah sí? Puesta es muy tarde, kitsune… -

Rukawa se sobresaltó ante esa respuesta y vio al do'aho sentado en el banco junto a él.

-¿De qué me hablas, idiota? – preguntó intentando que su sorpresa disminuyera.

-No sé… eras tú quien decía que quería ir a un restaurante… - dijo gracioso.

-Do'aho… -

-¿Aprendes inglés? – preguntó con curiosidad mientras intentaba coger su walkman para escuchar él, pero el moreno se lo apartó de las manos.

-Sí –

-¿Para qué? –

-No te importa – contestó a la vez que lo miraba de forma gélida y al pelirrojo no le quedó más que no seguir preguntando así que se mantuvieron unos segundos en silencio. -¿Qué haces aquí? – preguntó finalmente.

-Esperarte- dijo con simpleza. –Como tardabas tanto en salir decidí esperarte aquí ya que seguro que cogerías tu tren para irte a casa… -

-¿Y si hubiese ido caminando? –

-Pues todavía me estaría congelando de frío aquí, kitsune… Pero sabía que lo cogerías… Tu casa está lejos. –

Rukawa no contestó y simplemente se quedó mirando hacia delante. Sakuragi, tras hablar y hablar durante largísimos minutos, calló al notar que el otro no se hacía ni el más mínimo caso.

Cuando ya se divisaba a lo lejos el tren, Rukawa se levantó del asiento para acercarse a la vía.

-¡Espera Kitsune! – y ante el llamado del pelirrojo, Kaede lo miró de soslayo. - ¿Te vienes a mi casa? –

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NdR:

Weeenoh, pos tampoco me tardé tanto, ¿verdad? XD Aixxx...creo que no tengo nada que comentar en este capitulo...como siempre espero que os guste y paso a contestar vuestros reviews ò.o

Rei00: wuooolas! Wah gracias por leer mi fic n.n y lo leíste todo en un dia! Uaaau oo eso me halaga - gracias! Y bueno…ya se sabrá porque ru vive en esas situaciones de"pobreza"… XD Muchísimas gracias por tu review! Me alegra que digas que logré hacer bien los personajes…es algo que me cuesta bastante U Nos vemos en el siguiente! 3

Elena: jajaja wuolaa! Shiii Ryota babea con ayako..XD creo que es muy típico de el n.n Y bueno, respecto a ru y hana…no se si se aclararon mucho estando los dos cerrados ahí…pero bueno! XD muchisimas gracias por tu review! Y espero que te guste este capitulo!

Faye-BurningDeep: Wuoolas! Aixx creo que esta vez tampoco tardé tanto en actualizar no? XD de verdad que creía que iba a tardar más…XD Y bueno…tu decías en tu review que eras mal pensada…pues quizá, como habrás leído, no ibas tan desencaminada…xDD Es quee… hanita esta muy descontrolado ¬¬ XD bueno muuuchas gracias por tu review! Espero que te continue gustando la historia! Besoos! 3

Astrea-nike: Wuoolas! Para que veas que no me tardé tanto nyahahahha (H) que tensai que soy…y de los exámenes nada más he hecho uno…pero es que me vino la inspiración y en ves de estudiar…pos ale a leer XD pero wenoh el examen que hice m fue genial (q modesta q soy XDD) pero ahora si que ya no sé cuando actualizaré porque me los examenes me ahogan TT Y shi, yo tambien creo que hana es más AU que ru… no sé me cuesta hacer la personalidad de hana…soy un desastre de escritora, lo reconozco TT pero tambien, en esta historia, hana debe ser "algo" diferente para que esto vaya bien..asi que…xD nose, intentaré mejorar TT Wenoh…muchisimas gracias por leer ninia . y espero que esto te continue gustando! Besosss 3

Kaehana9: jajaja holaa! Pues ya tienes aquí la continuación n0n ojala que te guste! No me tardé mucho en actualizar, verdad? -U jajajaj gracias por tu review ninia!