Disclaimer: Nada de lo que reconozcáis es mió y …bueno el royo de siempre.

Nota de la autora: ¡Aloha a todos! Sé que he tardado una barbaridad en escribir este capítulo y estaba pensando una buena excusa, pero he pensado: -Nada, nada, ¡la verdad por delante!

¡Soy una vaga! Jaja, yo escribo este ff en una libreta y a veces me da pereza pasarlo al ordenador…¡No me mateis!¡Soy humana!

Solo eso, ¡aquí va el capítulo! ¡Que os guste mucho!

A mi mejor amiga Sole, por estar ahí y apoyarme por siempre jamás. ¡Te quiero!

Capítulo 4: Una nota, una sonrisa y una lágrima

Una suave brisa, entraba por la ventana de la sala común de Gryffindor. Comenzó a acariciar suavemente el rostro de la bella chica, del reluciente cabello rojo. Un sonido hizo que perezosamente se frotara los radiantes ojos verdes. Antes de darse cuenta, el pequeño cuento de hadas del sueño, ya había desaparecido del todo.

- Lily, Lily despierta- le susurró la agradable voz al oído.

- Mmmm...-la pelirroja comenzó a abrir con calma los ojos. Consiguió articular un monosílabo a pesar del "gran" dolor de cabeza que la amenazaba. Consiguió ver que un chico la miraba. Rápidamente se levantó, presionando su camiseta que estaba levemente levantada. Al ver al chico que la acechaba puso, sin apenas disimular, mala cara. Era Dan, un chico de sexto, tenía los ojos verdes esmeralda, de un tono distinto a los de ella. Un moreno penetrante. Siempre intentaba quedar bien con ella, pero en palabras de los merodeadores sería directamente llevársela "a probarla un rato" Lily estaba convencidísima que si salía con él, no sería la relación de su vida. Y tampoco deseaba caer en las redes de aquel "Indiana Jones", o mejor dicho, "Capullo Jones"

- Ah, Dan- comenzó ella sonriendo falsamente-. Buenos días...

-¡Buenos días Lily!-siguió él mirándole la parte inferior de arriba abajo, pero de nuevo, se detuvo en sus piernas.

Lily lo miró y rápidamente, bajó la mirada hacia sus piernas. Su túnica se le había subido, entonces mostraba el comienzo de su falda, que era bastante corta y mostraba sus atractivas piernas.

Inmediatamente, los colores llegaron a su cara. Lily se incorporó, tapándose con el primer cojín que logró ver.

-¡Eh! No pienses nada raro, que no he visto nada-dijo Dan defendiéndose, mientras usaba toda su potencia para ligar.

Lily hizo una mueca y se levantó.

-Si ya y yo nací ayer, ¿no?-Dan se encogió de hombros-. Vale, no digas nada, ¿qué hora es?

-Creo que la hora de desayunar y luego visitar a nuestro abuelito Dumbledore-contestó una voz desde la escalera.

Lily sonrió, Eli bajaba de la escalera mientras apretaba una trenza. Llegó a donde se situaban Dan y Lily. Primero miró a Dan, de arriba abajo, exactamente dos veces y luego miró hacia Lily negando con la cabeza. Lily le golpeó suavemente en el hombro.

-¿Qué tal Dan?-preguntó Eli sonriendo falsamente, pero solo lo notó Lily.

-Bien-respondió Dan-. ¿Y tu?

-Estoy cansada-se frotó la cara y bostezó.

Dan se acercó a Eli y la cogió por la cintura mientras sonreía.

-¿Y eso, ¿Qué te pasa preciosa mía?

-Pues-se soltó de Dan-. Entre que ayer no dormí demasiado, por razones de adolescentes-miró de reojo a Lily-. Y que los de la habitación de abajo, no paraban de hacer de gritar unas cosas. Pero, después de todo, bien.

Lily se tapó los ojos con la mano, mientras intentaba no reírse.

-Bueno…-se dirigió a Lily-. ¿Vamos a desayunar?-no esperó respuesta y la cogió del brazo-. Adiós Dan.

Salieron del retrato de la Señora Gorda apresuradamente.

-¿Nos dará tiempo de desayunar?-preguntó Lily mirando cara abajo.

-Si, tenemos tiempo de sobra.

El silencio se apoderó de la escena. Lily comenzó a sentirse culpable de lo que había dicho la noche anterior.

¿De verdad Potter se merecía aquello? No estaba segura…Sintió una gran angustia en su interior. Necesitaba volver en el tiempo, pero era imposible borrar lo que había hecho.

-¡Vale! ¡Lo reconozco, ayer me pasé tres mil pueblos! ¡Pero deja de pensar y di algo!-gritó Lily hacia Eli que se asustó.

-Bueno…En realidad estaba pensando que, que habría para desayunar, pero me alegro que lo reconozcas-Eli sonrió amistosamente-. Pero antes de pensar en desayunar, debemos ir a la enfermería.

Lily alzó una ceja, ¿el primer día del curso y ya había alguien en la enfermería? Podía ser Ferrer, pero…¿el primer día?¡No podía ser tan patoso!

-¿Quién está en la enfermería? No me digas que Ferrer, ¿ya el primer día?

Eli rió y la miró con "cara maligna" y sonrió.

Lily abrió los ojos.

-Idiota-Lily le había leído el pensamiento a su amiga, quería llevársela a la enfermería, ¡a ella! Solo porque había reconocido que se había pasado…-. ¡Siempre igual! ¡¿Nunca puedo rectificar!

Eli pensó un momento. La miró.

-No.

Lily se echó a reír y Eli la siguió a los escasos segundos. Ambas entraron en el gran Comedor, que ya tenía a bastantes alumnos, que desayunaban lentamente.

-La verdad-siguió Lily-. Es que he estado pensando que si yo fuera James, me sentiría muy mal, creo yo.

-Muy bien Lily-contestó la morena indiferente-. Si piensas y todo.

Lily le dio en la cabeza mientras sonreía.

Se sentaron a desayunar, las deliciosas tostadas, pastelillos, etc. De nuevo estaban en casa… (N/A: Y me pregunto yo…¿No había Cola-cao? ¡¡Si es imprescindible! Jajajaja )

-Rach-Lily llamaba bastantes veces a Eli, por su segundo nombre; Rachel-. ¿Dónde están los demás?

La chica se encogió de hombros.

-Ni idea, no los he visto, ¿Por qué preguntas? ¿Acaso quieres encontrarte con James para pedirle perdón? ¿Acaso me equivoco?

Lily suspiró.

- No, no, no te equivocas ¿Qué? ¿Contenta?

Eli sonrió calidamente.

-Al cien por cien.

Oyeron un murmullo a lo lejos, varios alumnos de Slytherin comenzaron a entrar por la puerta, ciertos Gryffindors los seguían desde muy cerca.

Eva, Elsa, Shar, Peter, Sirius y Remus entraban lanzándoles miradas a "la mesa enemiga"

Lily le hizo una señal a Eli y se levantó. Fue caminando hacia Sirius, que coqueteaba con una inocente chica de cuarto.

-Black-lo llamó ella.

-Evans, ¿no ves que estoy ocupado?-le contestó este, de manera descortés.

Lily puso una mano en su cintura.

-Claro, el señor siempre está ocupado. Con la chica de Ravenclaw, con aquella morena de Slytherin, aquella tan…estúpida de Hufflepuff, la pelirroja de…¿era de Ravenclaw? ¡Ah! Y no olvidemos aquella chica tan mona, que venía de intercambio de Beauxbatons, pero yo creo que me olvido a alguien.

La chica que estaba con Sirius puso mala cara y dándole un pequeño golpe, en el estomago, se fue.

-¡Clarisse!-gritó Sirius, se giró hacia Lily-. Tu Evans, ¿nunca mantendrás tu bocaza cerrada?

-No voy a contestar porque si no…¿Dónde está Potter?-la chica frunció el ceño.

-Campo de quidditch-respondió al instante-. No tenía ganas de desayunar y se fue para allí.

Lily asintió pero Sirius la detuvo. La examinó abiertamente. Finalmente la cogió por el mentón y bruscamente la obligó a mirarle a los ojos.

-No sé que vio en ti, le gustas demasiado.

Lily le aguantó la mirada, pero vio a Eva que se reía con Elsa, mientras Remus les contaba algo.

-¿Y tu que viste en ella?

Sirius giró la cabeza y vio a Elsa, que sonreía. Ni siquiera se fijó en Eva, solo en Elsa. ¿Lily sabía lo de Elsa? ¿Sus sentimientos? ¿O era a Eva a quien se dirigía?

Comenzó a observar a Elsa, las manos comenzaron a sudarle y lentamente un deseo de acercarse a la chica, le era cada vez más profundo.

¿Por qué?

¿Por qué él?

Pero la verdadera pregunta, era: ¿Por qué ella?

Peter y Elsa habían comenzado a salir desde el curso anterior.

Sirius cerró los ojos imaginando aquella escena, que le destrozó por fuera…y por dentro.

Flash Back

Sirius estaba sentado en la grada de los campos de quidditch. Ese día se encontraba realmente extraño.

Notaba que su mundo, ya no era su mundo y que sus amigos, eran seres extraños que se habían colado en su vida, sin su permiso.

Oyó un leve ruido a su alrededor, decidió saber que era. Siempre había sido una persona muy curiosa.

-Ehm Peter…¿A dónde me llevas?-preguntaba una dulce voz que le resultaba familiar.

Esa voz…¿Era ella?

Comenzó a avanzar cada vez más rápido por la grada, deseando que no fuese él, ni, sobre todo, ella.

Pero sus temores, habían acertado.

Peter cogía de la mano a Elsa y le sonreía como nunca.

Peter Pettigrew, siempre había sido el que tenía menos éxito de los merodeadores, pero, muchas chicas lograban sentirse atraídas por aquel "casi rubio", bajito, tímido pero romántico de Peter.

-Eh…Elsa, escúchame, desde…eh…-Peter no sabía como declararse.

Sirius sintió una punzada de ira, ¡su amigo, ¡era su amigo! No podía creer que le estuviera haciendo aquello.

Ante de sus ojos Peter, se declaró a la única mujer, que había conseguido querer, amar, de verdad.

Y ante sus ojos…desaparecía de su alcance…

Fin Flash Back

Sirius se dio rápidamente la vuelta, para preguntarle a cierta pelirroja, a quien se refería exactamente.

Pero ya no estaba.

Así que no tuvo, más remedio que sentarse, y observar a una rubia…que extrañamente lo enloquecía.

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Lily comenzaba a ver la puerta del campo de quidditch.

En su cabeza, flotaban miles de ideas que no lograba comprender aunque, pusiera todo su empeño.

-¿¡Que le digo!-pensaba ella-. "Hola James, perdona por lo que hice ayer, pero es que no lo puedo evitar, porque eres más imbécil que Black y Pettigrew juntos" Ehm…Mejor no. Eh…¿¡Y si me pongo a llorar y le digo que me había dado un golpe en la cabeza! Dios….Parezco una idiota…

Entró en el campo de quidditch, pero no logró verlo. Buscó en los vestuarios, pero tampoco estaba.

Lo vio al salir del campo de quidditch, estaba tumbado debajo de un árbol. Lily pensó mientras se acercaba.

-¿Y Ahora que hago? Me estoy muriendo de miedo-tan solo unos pasos y estaba a su lado-. ¡Bueno ya está! ¡A la mierda ¡¡Me dejo llevar y que pase lo que tenga que pasar!

Se acercó hasta estar rozando el árbol con el brazo.

-Potter…-lo llamó.

-¿Eh?-abrió los ojos-Ah, eres tú.

Lily comenzaba a estar incomoda.

-Eh…Yo venía a decirte-dijo entrecortadamente.

-¿Lo que? ¿Qué soy un estúpido arrogante? Tranquila, ya me lo has dicho-contestó él sin mirarla a la cara.

Lily se mordió el labio.

-No…Solo venía a pedirte perdón, estuvo mal lo que te dije-siguió-. Pero Malfoy me puso verdaderamente de los nervios…Bueno, pues solo era. Lo siento mucho de verdad. No…No soy tan mala, como parece.

James la miró. Se incorporó rápidamente.

-¿Qué pasaría si no te perdonara Evans?-Lily sintió que tenía un nudo en la garganta, ¡le había llamado Evans!-. Siempre me ridiculizas, nunca me valoras. ¿Qué pretendes conseguir? ¿Qué te deje en paz? Muy bien…lo has conseguido.

Lily notaba su respiración entrecortada, ¡no quería llorar!

-Nunca pensé decir esto…-dijo James con seriedad-. Pero…yo abandono.

Lily asintió con la cabeza baja, no quiso ver más.

Se dio, rápidamente la vuelta, no quería que la viera llorar.

Si llorar, ¡Y además por ese imbécil que no vale la pena! Lo odiaba, odiaba a James Potter, ¿por qué le hacía aquello?

-No…-pensaba ella-. No le odio, ese es el problema. ¡Joder! ¡Me he enamorado de ese idiota! –se pasó la mano por los ojos.

Comenzó a caminar hacia el castillo, veía como el reloj daba las diez, no podía mirar atrás. Allí se encontraba él, no podía verla así…

Notó un roce en el brazo, vio como el moreno, la adelantaba. Ya no le importaba, ya no la deseaba, simplemente, ya no la quería.

Pero de repente, un pequeño papel cayó de su bolsillo cuando este ya se había internado en el castillo.

Lily lo cogió delicadamente. Parecía una carta, pero estaba demasiado gastada para serlo.

La pelirroja continuó caminando mientras observaba el pequeño papel "misterioso"

No era una cotilla, ni le interesaba lo más mínimo lo que ponía; pero debía confesar que ardía en deseos de leerla.

Miró cara los lados, para ver si nadie la observaba.

Con las manos sudando, lo abrió y comenzó a leer.

"Hogwarts

23 de Enero de 1972

Lily:

No llores, porque si lloras me muero.

No sé que hago escribiéndote, preferiría decírtelo en persona, pero creo que, tal vez, ya sabría tu respuesta.

Por eso aunque, nunca he sido bueno escribiendo, por lo menos lo intento por ti.

Últimamente he visto, que lo pasas mal por mi culpa.

Nunca he sido lo suficientemente bueno contigo.

Lo sé.

Cuando te declaraste, no sabía como responderte. ¡En serio pensé que estabas de broma! Como tantas otras veces…

No supe ver, que tu, la chica de mi vida. Te me estabas declarando debajo del viejo roble.

Que estúpido fui.

Solamente que, te quiero.

Te deseo.

Te amo.

Ya lo he dicho, por eso, necesito que te olvides de mi.

No puedo estar viendo, como la persona más importante que he conocido, sufre por mi culpa.

Por eso, te pido que me olvides.

No he sido capaz de hacerte feliz…

Tu te mereces a alguien mejor, se que Richard Collough te consoló cuando yo no pude. Sé que te quiere, no puedo impedirlo.

Le doy las gracias por algo, que no he sido capaz de hacer.

No merezco ninguna oportunidad más.

No quiero que estés triste por mi.

Lily…

No llores, porque si lloras me muero.

Olvídame, por favor.

Aunque yo no pueda.

Te querré siempre.

James Potter"

Lily cerró la carta y tragó saliva. La leyó dos veces más.

Las lágrimas brotaban de sus ojos y no era capaz de detenerlas.

¿Potter había guardado aquella carta, todo aquel tiempo?

No lo podía creer…

La carta era…preciosa.

Se apoyó en la pared y cerró los ojos.

-¡Buenos días señorita Evans!-dijo una amable voz detrás de ella, que hizo que abriera los ojos, de repente.

-Pro…¡Profesor Dumbledore!-articuló Lily atónita-.¿Pero usted no, nos citó a las diez de la mañana?¿Qué hace aquí, si son las diez y media?

-Es que me entretuve en el desayuno-respondió él-. Voy a prohibir unos bollos tan ricos, cuando pruebas uno te enganchas. Pero no pasa nada, porque lleguemos tarde, todos somos humanos.

Lily sonrió, el profesor Dumbledore siempre le había recordado a su propio abuelo. Calmado, distraído y muy tranquilo y sabio.

Al estar a su lado se sentía más tranquila, relajada, como si, tan solo, con su presencia fuera necesaria para tranquilizar a una persona.

-¿Y qué tal usted, señorita Evans?-preguntó él, aunque parecía estar en cualquier lugar de la tierra, menos en aquel.

-Bien, bien-mintió Lily-. Bueno, no. Un poco preocupada y a la vez un poco confundida, ¿nunca se siente así?

Dumbledore la miró unos segundos.

-No me diga más, señorita Evans. Sé lo que se siente. ¡Ah mire! Estamos llegando-continuó Dumbledore con alegría-. Aunque, si permite a este viejo darle un consejo. Se lo daría encantado.

Lily asintió con la cabeza, estaba intrigada por lo que le diría.

-La falta de valor es el miedo, Lily. No te engañes a ti misma, no lo hagas, porque sería el mayor error que cometas en tu vida. No te mientas, Lily.

Lily lo miró con la boca abierta, ¿Se refería a…?...¿Acaso había...?

-¿Qué quiere…-preguntó ella, pero inmediatamente fue interrumpida por Narcisa Black. Una rubia despampanante que conseguía todo lo que quería, con chasquear los dedos. Y al parecer, aquel curso, su objetivo era Malfoy, "El pistolero andante" como lo llamaba Elsa, cuando lo veía.-. decir…?

-¡Profesor Dumbledore!-exclamó la chica-. ¡Por fin, ha llegado! ¡Nos empezábamos a preocupar!

Dumbledore carraspeó antes de hablar. Narcisa Black, nunca le había caído demasiado bien.

-Si, perdone señorita Black y perdonad los demás. Es que este viejo no tiene la memoria como antes-se excusó Dumbledore.

Los demás le sonrieron, el director se puso enfrente de la estatua y pronunció, abriendo sus manos:

-Restaurante chino.

La estatua comenzó a girar dando paso a una escalera, Shar, Elsa y Eli no pudieron contener una carcajada al oír la "extraña contraseña"

Dumbledore se limitó a sonreír, hizo una pequeña reverencia, para que los alumnos subieran a su despacho.

Comenzaron a subir, primero (N/A: Como no…¬¬) Narcisa, que miraba a Dumbledore como si hubiera salido de una película de la edad media. James y Lily tropezaron al subir, Lily se puso un poco roja, más de lo normal, y James miraba hacia el techo…

-Menuda parejita-murmuró Dumbledore.

Shar antes de subir, se paró y alzó una ceja.

-¿Restaurante Chino?

-Minerva me lo recomendó. Me encanta, está muy rica. Me gusta mucho comer con palillos-respondió jugueteando con sus dedos.

Ella le correspondió con una sonrisa y ambos subieron.

El despacho de Dumbledore era un lugar acogedor y tranquilo, pero incomodaba a los alumnos, porque…¿Quién quiere estar en el despacho del director para que te de trabajo?

Dumbledore, ajeno a todo aquello, dejó unos sobres, encima de la mesa, para que lo recogieron. Él se sumergió en su mundo, mientras acariciaba a su preciado fénix, Fawkes.

Todos cogieron el suyo y al cabo de unos segundos, suspiros y sonrisas flotaron en el aire.

Dumbledore los vio y finalizó mientras cogía un viejo libro.

-Ahora que ya saben sus tareas, ya pueden retirarse. Comenzaran esta tarde…Todo el material que necesiten, no duden en pedirlo. Gracias a todos.

Se oyó un ruido sordo, que hizo que todas las cabezas se giraran. Lily Evans le había dado un golpe a una estantería, haciendo caer diversos libros al suelo.

-¡Joder!-había dicho antes de tirar el papel al suelo y desaparecer por la escalera.

-Que buen carácter tiene esa chica…-comentó Dumbledore sonriendo.

Elsa se acercó al papel que su amiga había tirado, leyó lentamente la letra dorada que decía: "James Potter-Diseño del lugar"

Se encogió de hombros hacia Eva, Shar y Eli. A todas ellas, sorprendentemente, les había tocado la tarea del espectáculo.

…………

Más tarde, en la hora de la comida, todos los alumnos comentaban, emocionados, lo que tendrían que hacer o en lo que podrían ayudar. Ejem…¿Todos? En realidad no…Lily no había aparecido en toda la mañana. La idea de trabajar de sol a sol, con James Potter…la ponía de los nervios.

-¿Y Lils?-preguntó Shar probando unos deliciosos trozos de chocolate.

Todas se encogieron de hombros.

-Estará torturando un conejo, yo que sé-respondió Elsa sonriendo.

Todas ahogaron una carcajada. Después de todo, a Lily no le haría ni pizca de gracia, que hablaran así de ella.

Los merodeadores raramente estaban en silencio y escuchaban todo lo que decían las chicas. Esperaban que por una vez, se dejaran de chorradas y dijeran algo realmente interesante.

-¿Qué lees Rach?-preguntó Shar viendo como su amiga estaba sumergida en un libro bastante gordo.

Eva alzó una ceja. Eli dejó el libro y sonrió.

-¿Rach?-preguntó Eva extrañada.

-Es mi segundo nombre: Elisabeth Rachel Mathews. Y por abreviar me llaman Rach o Eli.

-Vale, vale-rió Shar-. ¿Pero que lees?

Eli rió y les enseñó la carátula.

-Pablo Neruda. "20 poemas de amor y una canción desesperada" Empecé a leerlo este verano y…-la chica suspiró. Los merodeadores agudizaron el oído-. Es increíble. Realmente increíble. Me encantaría tener un hombre así, él era romántico, pasional. Simplemente excitante…

Elsa le cogió el libro y comenzó a leer la contraportada.

-Así que poemas…-dijo Elsa-. ¿Tu favorito?

Eli pensó detenidamente.

-Sería un gran debate entre la canción desesperada y el poema número quince. Pero al final elegiría el poema número quince.

Elsa abrió el libro y lo busco.

-¿Este de "Me gustas cuando callas"?-preguntó Elsa. Shar se acercó para leerlo.

Eli asintió y cerró los ojos. Ante la sorpresa de todos, comenzó a recitar.

-"Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca."

"Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía."

"Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo."

"Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo."

"Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto."

(N/A: Tenía que ponerlo de esta manera, ya que si no, quedaría demasiado largo. ¡Ah! Y por cierto: ¡Viva Neruda! ¡El mejor poeta del mundo!)

Eli abrió los ojos y observó como Elsa y Shar se habían levantado para aplaudirla. Los colores rápidamente llegaron a su cara y no tuve más remedio que sonreír mientras se intentaba esconder detrás de la servilleta.

-¡Ya vale!-rió Eli risueña-. Tendríamos ya que empezar a preparar los bailes y todos eso-A Eli, Elsa, Shar y Eva, les había tocado: "Tarea del espectáculo"

Todas asintieron rápidamente, con la cabeza.

-A mi me encanta la idea de bailar y cantar-comentaba Eva sonriente-. ¿Qué tipos de bailes podemos hacer?

-¡De todo tipo! Yo estaba pensando en uno que animara a la gente a bailar, cuando ya estén un poco borrachos de más-siguió Shar sonriendo.

Elsa la miró como si fuera una total desconocida.

-¡Ah claro! Que buena idea, pero yo creo que lo mejor será hacer una conga hasta Hogsmeade. Y cuando lleguemos cantamos a todo pulmón "Arre Borriquito"-finalizó sarcásticamente Elsa.

Shar le dio un golpe en el hombro.

-Era una broma. B-R-O-M-A. ¡Amargada! Que eres una amargada-Shar le apuntaba con el dedo.

Elsa le echó la lengua, lo que hizo que ambas no pudieran contener la risa.

-Pues yo tengo unos CDs, ya sabéis, lo que contiene canciones que escuchan los muggles. Y le he pedido a Dumbledore que si podía hechizarlo y me ha dejado. Así, que si funcionan. Tengo en ellos unos temas muy buenos, ¿Queréis escucharlos?

-Si, si-dijeron todas al unísono.

- Y además veo que la gente ya se va, así que, tenemos el Gran Comedor para ensayar-comentó Eva viendo a todos lados.

Todas asintieron de nuevo.

-Entonces yo voy a por los CDs, ¡Vuelvo ahora!

Eli comenzó a correr y en pocos minutos llegó a la sala común. Estaba acostumbrada a llegar siempre tarde a clase y eso la hacía correr cada día.

Subió, rápidamente, a su cuarto. Le extrañó ver la puerta entreabierta, ya que normalmente solía estar cerrada.

Entró, despacio y vio que una chica estaba dentro.

Era morena y en opinión de cualquier chico que tenga menos de tres neuronas, estaba muy buena. Tenía una gran melena que le llegaba a los hombros. Se estaba acomodando su túnica, mientras se miraba al espejo y se peinaba. Vio a Eli en el reflejo del espejo.

-¡Hola!-Sus ojos marrones resaltaron a la luz, cuando la chica se dio la vuelta.

-¡¡Hola!-Eli correspondió, inmediatamente, al saludo-. Perdona, pero no te conozco. ¿Quién eres? Nunca te había visto por aquí.

La morena sonrió dulcemente.

-Me llamo Bridget Roggers, Bri, Bridge para los amigos. Soy nueva.

-¡Ah! Encantada Bridget-se acercó para darle dos besos-. Yo soy Elisabeth Mathews, me llaman Eli, Rach o Rachel por mi segundo nombre. (N/A: Jeje, quiero aclarar una cosilla, Rach se pronuncia como "/Reich/" Perdonad los que ya lo sabéis, es que el otro día me dijeron "/Rach/" como suena, jaja, y me empecé a reír de una manera. )

-Perdona si te he asustado, he llegado un poco tarde. Pensé que no habría nadie, por aquí.

Eli negó con la cabeza, en señal de que no se preocupara.

-No, tranquila. Bueno yo venía a por unos CDs para un espectáculo que estamos organizando-declaró la chica.

Eli se agachó y comenzó a buscar en su baúl, donde pondría los malditos CDs. Solo encontraba ropa, ropa y ropa.

Tras 20 de minutos de buscar, hasta debajo del colchón, los encontró.

-¡Por fin! Bueno Bridge, ¿te vienes?

La morena negó rápidamente con la cabeza.

-No, no. Tengo que colocar, aún, dos maletas más. Y luego debo ir a hablar con Dumbledore y todo ese royo…

-Entiendo. Bueno, si tienes tiempo, pásate, ¿vale?-finalizó sonriendo-. ¡Hasta luego!

-De acuerdo, ¡Bye!

Eli salió corriendo de la sala común, asustando a la Señora Gorda, sin perder tiempo, vio la hora que era.

-¡Dios mío!-pensó ella-. Entre tanto hablar, ¡ya ha pasado media hora! ¡Seguro que ya han empezado!

Bajó corriendo por la escaleras y ni siquiera se dio cuenta del escalón falso. El zapato quedó atrapado y Eli cayó por las escaleras precipitándose contra una columna. Pero antes de que se hiciera daño, alguien la cogió, en cuestión de segundos, en brazos.

La chica, que mantenía los ojos cerrados, se aferraba a la persona que la había salvado de un buen golpe.

Los abrió lentamente , observando que era un joven rubio de ojos plateados, que la miraba con preocupación por si le pasara algo.

-¿Eli estás bien?-preguntó el chico.

-¡Tom!-lo abrazó con más fuerza. Tom Seinfield era de séptimo, un curso por encima de el de la chica. Ravenclaw. Siempre habían sido amigos, desde que ella había entrado en Hogwarts. Era alto y jugaba en el equipo de quidditch de su casa, de cazador-. Gracias…

Eli se tocó la cabeza, justo donde se había dado el golpe. Un hilo de sangre, cayó por el delicado rostro de la joven.

-Tranquila, solo es una pequeña herida-le dijo mientras le ponía un pañuelo en la frente, para detener la sangre.

-Oh, Tom, gracias la verdad-pronunció la chica-. Me duele un poco la cabeza.

Tom asintió y presionó menos el pañuelo.

-Es normal, te has dado un golpe muy fuerte. Has caído rodando desde casi el piso de arriba-comentó Tom aún preocupado por ella-. Será mejor que te lleve a la enfermería.

-¿Podrás conmigo?-articuló Eli intentando sonreír.

-Pesas menos que una pluma, aún así, déjalo en manos de Hulk-contestó juntando los puños.

Eli comenzó a reír. Tom se alegró de ello.

-Debo recoger esos CDs-comenzó a agacharse para recogerlos-. Tengo que bailar otra vez, ¿sabías?

-Si, me lo dijeron Bob y Gylderoy-ella sonrió-. Pero déjame recogerlos a mi.

Ambos se pusieron a recoger los CDs, cuando sus manos se rozaron, ambos levantaron la mirada viendo el rostro del otro, a pocos centímetros del suyo.

Tom se ruborizó y se inclinó hacia atrás.

A Tom, Eli siempre le había gustado demasiado. Ella desde primero, siempre se había portado muy bien con él, ayudándole en todo.

Y en quinto por fin, estuvo apunto de conseguir declarase. Pero el pequeño Gary Prewet, de la misma edad que Eli, la conquistó antes.

Cuando empieza uno Hogwarts, de nuevo, debes hacer una lista de logros, que quieres conseguir.

Ella estaba en esa lista.

Y aquel año, lo volvería a intentar, estaba decidido.

Y lo mejor era que, aquella parecía la ocasión perfecta.

-Eli…comenzó temerario.

-Dime-respondió ella mirándole.

-Yo…Yo…Yo te…

O0o0o0o0o0o0o0o0o0oo0o0o0o

Ejem…Este capítulo ha sido un poquillo triste, en algunas partes. Pero bueno en los próximos capítulos, ¡ya viene el cachondeo!

Y como ahora no se puede contestar a los rr de esta forma, pongo esto:

A:

-Xaica (Gracias mi niña, tk!)

-Gerulita Evans (Bienvenida preciosa!tk!)

-Flor Black (Gracias Ash! tk!)

-Lily-Kaligaris ( Gracias Lils!TKK!)

-IrEpElIyElOwInXueVaNs (Bienvenida cariño! Soy de Pontevedra tk!)

-Desiré (Te quiero nena! Gracias!)

-Lady´s fantasy (tkk sweety! Me encantaría conocerte )

-Ticapotter (Cariño! Gracias por pasarte!tk!)

-Key-Kay (Tk! Gracias por todo!)

-Sandra Malfoy ( gracias! Te quieroo!)

-May Tonks (Gracias por el rr! Tk!)

-Ignasi (Muchas gracias!Tk!)

-Sarah-Weasley-Granger (Te adoro!Thanks!Tk!)

-Effie-kaligaris( Gracias Eff! te quiero!)

-Bridge-Moony (Gracias baby! Te quiero mucho!)

-Yami (Gracias nena! Eres la mejor! TK!)

-Emperatriz-draconiana (Tibby! Gracias! Tk!)

-Mariah-Ginny (Te quiero cielo! Thanks!)

-Rock and roll (Yeah! Rock and roll! Gracias!)

-Rakel, la baby ( Muchas gracias!)

-Sharon! (Oh! Que te guste tu escena )

-¡Sole! (Thank you my best friend! Te adoroo! Te quierooo!)

En realidad, esto parece un sueño: Woooooooooooow! o! 22 rr! TT!

¡Feliz Navidad atrasada! Y hasta el próximo capítulo (que prometo que será pronto)

¡Muchos besos!

Eli Rachel

P.D. Próximo capítulo: Romeo & Juliet