Antes de empezar quiero dejar patente mis respetos hacia la fuente de la incipiente fortuna que cada día aumenta más la cuenta corriente de la Señorita Rowling. Traduciendo, que todos los personajes y paisajes que hayáis leído en los libros de Harry Potter y estén en mi creativa obra de arte no es coincidencia, sino que la pedí permiso..o...¡quise hacerlo!. Trama narrativa: Made in me! Gracias si estáis aquí...;) va,va, no me enrollo más!
Con interés cruzó la puerta hacia el jardín de atrás, siguiendo a Ron. Cuando Ron se apartó y Harry reaccionó, un aroma a rosas y jazmín le invadió por completo, era un aroma...que le recordaba a ella...a aquella mujer que le tría loco. Miró con la boca abierta a aquel precioso paisaje que se encontraba ante sus ojos.
Un césped brillante y corto cubría donde hacia un par de años se encontraba todo lleno de tierra. Hacía sol y las nubes que Harry había visto hacia cinco minutos por la ventana de su cuarto se habían disipado, la temperatura había aumentado misteriosamente, parecía un pleno día normal de verano. Un riachuelo cruzaba el jardín de lado a lado y unos frondosos sauces dejaban caer sus ramas hasta el cristalino río. Harry notó como el transparente agua dejaba entrever unos pececillos de colores, cada uno con un color diferente. Varios trozos del jardín estaban decorados por flores de los mismos colores que los peces, y algunas hadas cuidaban de ellas, trayendo gotitas del río.
-Bien¿que te parece?- le preguntó Ron con una sonrisa de satisfacción.
-Es...precioso...pero ...la temperatura, el río...- Harry seguía sin dar credito a tanta belleza, ese paisaje no tenía nada que ver con lo que había antes, bicicletas rotas, escobas roidas por las Banshees y latas vacías tendidas en un hueco lleno de hierbajos donde parecía que corría un riachuelo, por aquel entonces seco. Y ahí estaba, ante sus ojos, lo más bonito del mundo.
-Pues- comenzó Ron cogiendo aire –todo vino a raiz de que supieramos lo de la boda de Bill. Ginny y yo nos hemos encargado...ya sabes, no nos dejaban ocuparnos de nada importante, asi que sólo pudimos hacer esto para entretenernos.- se agachó y rozó la hierva con la punta de los dedos, y para sorpresa de harry el agua que parecía de rocío desaparecío al tacto.- La temperatura- prosiguió poniéndose en pie- es un encantamiento, como el del gran comedor del colegio, pero es justo adverso al tiempo real. Este jardín- dijo señalandolo parcialmente- está cubierto, para protegernos, por seguridad. El Profesor Flitwik se encargó de ello y entre toda la orden hicieron conjuros de seguridad. Aquí dentro nadie puede utilizar la mágia, porque cada hechizo efectuado se vuelve contra él. Así que hicieron los efectos del rocío y de cubrirlo todo mágicamente...- tomó aire de nuevo y orgulloso de si mismo concluyó- y lo demás lo han hecho estas manos...
levantó las palmas de sus manos ante la cara de harry, quien las miró curioso y sonrió.
-¿Por eso tienen ampollas?- preguntó en broma. Ron se puso colorado.
-Si, si...
Harry se acercó al río sonriendo, estaba en el lugar mas precioso del mundo y estaban protegidos, más que en cualquier parte de la casa. Tocó el agua, fría al tacto, pero se agradecía teniendo en cuenta como pegaba el sol. Se oían las alas de las hadas, como la de las cigarras del jardín de sus tíos.
-Ah, si, lo olvidaba- le dijo Ron distraído mientras se sentaba bajo la sombra de un sauce.- allí,- dijo señalando unos metros más lejos donde Harry pudo ver unos aros sobresaliendo entre unos pinos- hay un campillo de quidditch, en este jardín me pasó casi todo el tiempo, y eso es lo más entretenido que se me ocurrió construir.
Harry miró los aros y sintió una necesidad apremiante de jugar de nuevo.
De pronto se sintió mal, como si hubiera tenido un mal sentimiento hacia alguien. Él, quién se suponía debía terminar con Voldemort, con sus horcruxes, estaba ahí perdiendo el tiempo en querer jugar al quidditch, en intentar ser feliz, engañándose a si mismo sin pensar en la cantidad de gente que estaba muriendo ahí fuera. Se sintió sucio, traidor.
-Bueno, Harry...¿te apetece echar un partido?- le dijo Ron poniéndose de pie.
Le miró y negó con la cabeza.
-Venga, tío¡no estarás pensando en que esto es una tontería!- le dijo Ron sarcásticamente- mira, no podemos hacer nada, al menos aún. Cuando sepamos si abren Hogwarts podemos prepararnos mejor y hacer algo de provecho, pero ahora solo estorbamos.
-¿Qué dices de Hogwarts? Si Lupin me ha contado que no va a abrir...que la estan utilizando como albergue para transeúntes y esas cosas. Ellos nos darán clase...- dijo Harry confundido.
-¿Ellos¿Quiénes?- preguntó Ron aun mas perdido.
-Los de la órden...¿no lo sabías?- Ron negó con la cabeza y le miró fijamente.
-Eso me han dicho esta mañana...y la verdad es que no es mala idea...lo más probable es que aquí hagamos las practicas¿no?- dijo señalando el jardín.
-Claro...ahora que lo dices...bueno, voy a por un par de escobas y a ver quién más quiere jugar...y hazme un favor- le dijo a Harry antes de volver a entrar en casa- no te sientas mal, nosotros aún no podemos hacer nada...
Harry asintió agradecido, y el peso de su estómago se liberó un poco. Pero de pronto, al tocar su varita inconscientemente recordó lo que pasó el dia anterior con su primo. Parecía que había pasado un año por lo menos, pero pensó que habría sido de él, dónde estaría...debería averiguarlo...pero ciertamente le apetecía mucho más jugar al quidditch.
Se puso de pie de un salto y con un suspiro ruidoso se quitó el jersey y se quedó en camisa. Se la remangó y Ron volvío al jardín cargado con su escoba y la saeta de Harry, se la lanzó. Hermione venía detrás de Ron con el pelo recogido y unos pantalones cortos. Harry la sonrió y cuando se dirigía hacia el campo una voz le hizo pararse.
-vaya, hoy si que hace calor!- Ginny rió con sutileza. A Harry le dio un vuelco el corazón y un nudo se le formó en la garganta. La miró de frente cuando ella se puso a su altura, cargando una escoba sobre el hombro. Llevaba dos moños en la cabeza y una cinta en la frente, tipo "Rambo"(1) , una falda corta de tenis(2) y una sonrisa sincera en los labios.
-Hola Harry, cuanto tiempo¿eh?- le dijo con sarcasmo guiñándole un ojo.
El asintió y sonriendo forzosamente siguió a Ron hacia el campo.
-Vaya paliza que os vamos a dar- dijo Hermione riendo.
El partido fue divertido, pero Harry no se atrevió nunca a arrebatarle la pelota a Ginny, no quería entrar en contacto con ella. Así que obviamente los chicos perdieron.
-buu¡que malos sois!- dijo Ginny cuando tomaron tierra- Harry, que no te iba a morder!
Le dijo dándole un codazo. Ojala lo hicieras! Penso harry de pronto. Se sobresaltó¿qué había sido eso?.
Hermione cogió a Ginny de la mano y entró en casa.
-Ron, he notado que ni os habeis mirado!- le dijo Harry como por casualidad.
-Muy observador...- le contestó el pelirrojo tristemente.
Se sentaron a la mesa a comer, y al ir a coger la sal harry rozó su mano con la de Ginny, ambos se sonrojaron, pero inmediatamente desviaron la mirada.
Por la tarde cuando Harry y Ron jugaban al ajedrez en el jardín, Tonks apareció y se sentó junto a ellos. Junto a Ginny y Hermione que estaban charlando animadamente.
-chicas...-comenzo ella, que hoy llevaba el pelo de color rojo oscuro y corto por las orejas.-traigo noticias.
Ron y Harry levantaron la cara del tablero y miraron atentos.
Tonks tomo aire y resueltamente dijo sonriendo.
-Podeis usar magia fuera del colegio!Ron, tu padre salió pronto esta mañana a una citación con el ministro y consiguió autorización para dejaros usar la mágia!.
Ginny soltó un gritito y se abrazó a Hermione. Harry abrió los ojos y Ron sonrió.
