REEDITADO:los capis 1 y 2 eran muy cursis, los he reeditado.
ATENCION he publicado además un resumen del fic para que si se hacen lios o no recuerdan lo que pasó en capítulos anteriores, no tengan que leerse de nuevo todo el fic, sino que sólo lean el resumen. ¿Qué les parece la idea? Eso sí, les advierto que si no leyeron el fic, el recordatorio no les servirá de mucho, pues es un recordatorio, sireve para recordar, y si no leyeron… ¿Qué van a recordar? En resumen, que no se enterarán de nada. xDD
Eeeeste Fic va dedicado a la Sally por su cumple... que es la mejor! mi niña que te quiero mucho, no me cansaré de decirlo nunca!
Capítulo 1: Por siempre tuyo, por siempre tuya... ¿por siempre?
Ron estaba acariciando la hermosa cabellera de Hermione, al tiempo que pensaba. Le dolía tanto hacerla esto… pero ella tenía que entender, tendría que entender para poder seguir con su vida normal. Ella estaba tan feliz de poder estar con él... tras cinco cursos de sentimientos ocultos, al fin en su sexto año éstos habían salido a la luz y estaban juntos. Ella le quería muchísimo; incluso había dejado las reglas un poco más de lado (en el amor no hay reglas). A quienquiera que fuese que les había unido, ella le estaría eternamente agradecida…
----------------------------------FLASH BACK------------------------------
Hermione estaba tumbada sobre su cama, en la habitación, sola. Las clases acababan de comenzar, y misteriosamente ningún profesor les había encomendado tareas, por lo que no tenía nada que hacer. Acababa de recibir una lechuza, a la cual había quitado el sobre que llevaba. En el sobre había una carta, que ahora tenía en sus manos y se disponía a leer. Y sus ojos se fueron abriendo más y más a medida que leía lo que ponía:
Amada Hermione de mi vida
Tus ojos, agua cristalina
Cautivaron todo mi ser
Desde el segundo en que te pude ver
Cuando yo miro tus labios
Me pregunto, sin perecer
Cuándo podré besarlos
Sin preguntas ni porqués
Reúnete conmigo
En el lago a las once y diez
¿Desde cuando yo te quiero?
Pregunta sin responder.
Por siempre tuyo, Ronnie
A Hermione le extrañó que Ron escribiese poesías, que le declarara su amor, y que firmara; pero no se hizo más preguntas: estaba todo lo feliz que hubiera podido imaginar.
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Una lechuza dejó una carta a los pies de Ron. Estaba en su cuarto, sólo, y la cogió. Efectivamente, iba para él. Los ojos de Ron se dilataban según leía su contenido:
Ni el agua ni el fuego ni el viento
Podrían destruir
El amor que yo siento
El amor que siento hacia ti
Nunca nadie ha querido
Como te quiero yo a ti.
Apuesto a que fue Cupido
Quien lanzó esa flecha hacia mí.
Por eso te digo: ves
Donde la tierra parece cielo
Allí te esperaré
Esta noche a las once y diez.
Por siempre tuya, Hermione.
Al fin el sueño de Ron parecía haberse hecho realidad... aunque le extrañó aquello... era la primera vez que recibía una poesía de Hermione, y no podía estar seguro, pero él siempre había creído que serían más profundas... Aun así, no le dio más vueltas al asunto.
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A las diez y media, dos personas en la Torre de Gryffindor, estaban muy nerviosas. Hermione no lo soportó, y decidió adelantarse a la cita. Bajó a la Sala Común, pasó por el retrato de la Dama Gorda, y después caminó por los pasillos evitando hacer cualquier ruido, porque podría llamar la atención de Filch o de la Señora Norris. Llegó al lago y se sentó en la orilla. Aún eran las once menos cinco, pero a ella no le importaba, cada vez estaba más nerviosa, no sabía que diría o qué pasaría... decidió no preocuparse, lo que tuviera que pasar pasaría, lo peor que podía ocurrir era que discutieran... y esa situación ya era capaz de dominarla sin problemas... Se intentó tranquilizar, respirando profundamente. Eran las once en punto.
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En ese momento, una persona de pelo rojo se dirigía hacia el lago, y otra de iguales características, hacia la Sala de los Trofeos.
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Ron salió por la puerta principal del castillo, e inmediatamente vio una figura sentada a la orilla del lago. Su corazón se aceleró. Era Hermione, ella le esperaba. Según se acercaba a ella la distinguía con mayor caridad, en medio de toda esa oscuridad. Ella le sonreía. Se acercó y se sentó a su lado.
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Hermione vio una figura salir de la puerta principal, que se le iba acercando. Era Ron. Determinó que sonreír sería una buena manera de comenzar, y así lo hizo. Ron se sentó a su lado. Durante unos segundos se miraron, ambos vacilando. Querían besarse... pero... iba a ser su primera vez, ninguno de los dos sabía... tenían miedo... ¿y si el otro no correspondía al beso? Acercaron sus caras lentamente, sintiendo la agitada respiración del otro, el cálido aliento del otro… Sus labios hicieron contacto y una maravillosa sensación de calidez, ternura, y amor invadió sus cuerpos, al tiempo que una extraña corriente eléctrica parecía fluir de uno a otro. Se separaron, se abrazaron y Ron la susurró al oído Te quiero . Tras unos minutos que fueron centésimas de segundo para ellos, se levantaron, y se dirigieron a la Sala Común. Por el camino la mano de Ron rozó la de Hermione, y esta la giró, correspondiendo al roce. Un instante después las dos manos se apretaban fuertemente, no queriendo dejarse escapar. Al llegar al castillo, la puerta principal crujió al cerrarse, el ruido no había sido mucho, pero debían darse prisa si no querían arriesgarse… pero Filch fue más rápido que ellos.
-- ¡Ajá...! ¡Alumnos fuera de la cama a medianoche...! Ya veréis... os daré un castigo del que conservaréis las marcas aunque os convirtáis en fantasmas... – Ron y Hermione se miraron muy asustados-- seguidme... – añadió con una mirada maliciosa.
Les condujo a su despacho. Abrió un cajón, revolvió unos cuantos papeles, y sacó uno de ellos. Se sentó en la silla de detrás de su escritorio y comenzó a escribir:
-- Nombre: Ron Weasley y Hermione Granger. Delito: Merodear por el castillo a media noche. Castigo propuesto: incursión en el Bosque Prohibido para la recogida de dos kilos de piedras lunáticas... el Profesor Snape las necesita-- añadió mirándoles.-- Mañana a las once en punto de la noche en la puerta principal... y ¡ay de vosotros, como se os ocurra no asistir... ¡AHORA MARCHAOS! ¡FUERA!
Ron y Hermione se levantaron precipitadamente y salieron del despacho, dirigiéndose a la Sala Común.
-- Menuda la que nos ha caído-- dijo Ron.
-- A mí no me importa el castigo... hubiera sido peor no haber merodeado, ¿no crees?-- replicó Hermione, al tiempo que entraban en la sala común.
Se dieron un cálido beso de buenas noches, las manos de Ron alrededor de la cintura de la chica y las manos de ésta acariciando el pelo de su pelirrojo.
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Ginny se dirigía a la Sala de los Trofeos, a las once en punto. Tenía una cita, y llegaba tarde, a causa de que se había demorado en arreglarse: llevaba el pelo en una hermosa trenza, de la cual sobresalían unos hilos de algodón, de vivos colores, trenzados y enrollados entre sí. Entró en le habitación, al tiempo que alguien decía:
-- Creía que ya no venías
-- ¡Por favor! ¿Cómo no iba a venir? – Ginny se acercó al chico, al tiempo que éste la rodeaba con sus manos, y le dijo sensualmente al oído:-- Si eres mi anhelo de cada día... Te quiero.
Se fundieron en un beso muy lento, que disfrutaron como si fuera el último, siempre lo hacían. Después de unos cuantos minutos de fusión, se separaron, y Ginny le dijo:-- He mandado cartas a mi hermano y a Hermione por separado, como si fueran del otro, y les he citado mutuamente en el lago a las once y diez...-- se detuvo y miró su reloj, que marcaba las once y media-- a estas alturas ya deben haberse besado.
-- Qué mala eres-- dijo el chico.
-- Sí, me pregunto de quién lo habré aprendido...-- añadió maliciosamente, mientras se volvía a fundir con el chico en otro apasionado beso, y cuando se separaron añadió:-- no soportaba saber que se querían mutuamente y no poder hacer nada para juntarles...
A las doce salieron del aula. Al pasar por la puerta de la oficina de Filch, Ginny oyó:
-- Nombre: Ron Weasley y Hermione Granger. Delito: ...
Se alejó rápidamente de allí, y en la Sala Común se escondió detrás de un sillón que había en una esquina, fuera de toda mirada indiscreta. Diez minutos más tarde se abrió el agujero del retrato y entraron Ron y Hermione, y Ginny oyó a la chica decir:
-- A mí no me importa el castigo... hubiera sido peor no haber merodeado, ¿no crees?.
Luego vio que se besaban y que cada uno se iba a su habitación.
¡Misión Cumplida! pensó Ginny, y ella también se fue a acostar.
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Dos semanas después, un Ron y una Hermione bastante confundidos e impresionados estaban en la Sala Común.
-- ¿Qué?-- decía Hermione-- ¿Tú no me mandaste esa carta?
-- No-- contestaba Ron-- ¿ni tú a mi esa otra?
-- No--.
-- O sea que alguien nos ha citado por separado--.
-- Eso es obvio, Ron--.
-- Joder--.
-- Ya. Bueno, el resultado es lo que importa, ¿verdad?-- aseguró Hermione, lejos de cualquier forma existente de arrepentimiento.
-- Verdad – aseveró el chico, no tan seguro...
-------------------------------------------- FIN DEL FLASH BACK--------------------------------------------
Hermione recordaba todo lo que habían pasado juntos desde entonces, empezando por el castigo de Filch, el día siguiente de la cita...
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FIIIN del capi! Les gustó? Dejen REVIEW porfis, que no cuesta nada hacerme feliz...
RECUERDEN que publiqué un resumen.
