Este capitulo como siempre va dedicado a sally. Y a lore tb. And it's also for you, granny
Capítulo 5: Not always as you want.
Sucedió. Otra vez.
Era sábado, justo después de comer.
Draco recibió una carta. Llegó la lechuza con el sobre y este se la desató de la pata y le dio un dulce lechucil. Rasgó el sobre y sacó un trozo de pergamino. En él ponía:
Draco si no tienes nada mejor que hacer en la habitación donde me citaste la otra vez. A las 6, ¿te parece bien? Responde.
Le dio la vuelta al pergamino, respondió, se lo ató ala pata de la lechuza y la dijo que entregara la respuesta.
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- Hola Draco.
- Hola G… Hermione.
Se sentó junto a ella, en un sofá frente al fuego. Se la veía decaída. Una voz en la cabeza de Draco le dijo: "Aprovecha, es el momento".
- ¿Qué te pasa? ¿Puedo ayudarte?
- Draco – empezó a sollozar- no puedo, no soporto todo lo que me dicen, lo que me llaman, cómo me miran y… y… y todo- comenzó a llorar desconsoladamente sobre el pecho de Draco, mientras este la abrazaba y la acariciaba el cabello.
- No llores… no hay motivos para ello. Si no les gusta, que se jodan. Tú no te comas la cabeza. Además… me tienes a mí. ¿Soy poco, acaso?
- No, no es eso- dijo sacando la cabeza del pecho del chico y mirándole a los ojos, unos ojos grisáceos que la miraban con una mezcla de compasión e impaciencia -. Es que no soporto tener a todo el mundo en contra mía, ¿sabes? De un día para otro tus mejores amigos te miran con asco y repugnancia y te llaman cosas que no te había llamado ni tu peor enemigo. Y gente que no te conoce, que no ha cruzado una palabra contigo se atreve a juzgarte, y no saben qué es lo que pasó, si tienes tú la culpa o no, solo les importa tener a alguien de quien hablar, esto es tan injusto, ni siguiera escuchan si tengo algo que decir o…
Pero la chica no pudo terminar la frase, pues unos labios silenciaban los suyos. Draco Malfoy la estaba besando. Al principio fue sólo un mero roce y un intercambio y mezcla de respiraciones y alientos. Hermione cerró los ojos mientras sentía cómo esos labios normalmente pálidos y fríos ahora eran ardientes, cómo esos roces con su ex-peor enemigo ahora hacían que perdiera la cabeza completamente, que toda pena o tristeza se alejara de ella, que la embargaran unas nuevas sensaciones más agradables. La ternura con que él la comenzó a besar pronto se fue transformando paulatinamente en pasión y llegó a rayar la locura y el desenfrenamiento, con una batalla de lenguas. Sus manos recorrían rápidamente la espalda del chico y su pelo; las de él se centraban en las nalgas y en los muslo. Sin dejar de besarla él la recostó hacia atrás, quedando encima de ella. Comenzó a besarla los lóbulos de las orejas y el cuello con desesperación, mientras la respiración de ella se volvía con cada nuevo beso más entrecortada y comenzaba a hacer más calor en la habitación.
Tras unos minutos, Draco abandonó la cara y cuello de la chica para centrarse en sus senos. Desabrochó la camisa lentamente, botón a botón, explorando con sus labios y su lengua el nuevo territorio conquistado. Hermione no creía que pudiera darse tanto placer en un solo instante, estaba extasiada. El rubio acariciaba sus pechos con las manos, los labios y la lengua, y ella le acariciaba el pelo, suspirando, jadeando y gimiendo de vez en cuando. Posó unos suaves besos en el canal intertetal (N/A: xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD es el canalillo x si no lo habiais entendido xDDDDDDDD) y fue descendiendo en dirección a su ombligo, humedeciendo el recorrido con su lengua, como si fuera una serpiente. Y Hermione nunca hubiera podido imaginar que una serpiente pudiera ser tan placentera como lo era aquella. Al llegar al ombligo introdujo su lengua en la cavidad y comenzó a moverla muy despacio, lo que aumentaba cada vez mas es deseo de la chica, que se estremecía cada vez más a menudo.
De pronto en la cabeza de Hermione aparecieron imágenes. Al principio eran borrosas, pero ella ya sabía que no le iban a traer un buen recuerdo. Al cabo de unos segundos se formaron las imágenes con mayor nitidez, y pudo apreciar a un chico pelirrojo que la miraba con dolor y angustia, traición e incomprensión. Y había mucha humedad en sus ojos, como si las lágrimas estuvieran a punto de salir.
- Draco… Draco… para, por favor…
- ¿Qué ocurre ahora?
- No… no puedo seguir con esto, por favor, deja que me vaya… tienes que comprenderme… por favor…
Una voz habló dentro de su cabeza: "¡Al diablo con todo! ¡Fóllatela y a la mierda el resto!" Pronto contestó otra, nueva para él: "¿Qué la estás haciendo? Ella confía en ti y tu aprovechándote de ella… vergüenza debería darte… ¡Pídele perdón y déjala ir!". Esta última voz parecía tener más razón que la primera, opinó Draco, así que se incorporó y se separó de ella. Luego se disculpó:
- Perdón, Hermione, yo… de verdad… no sé lo que me pasa… tu simplemente si no quieres algo dilo y punto. ¿Vale?
- Sí, vale no te preocupes Draco, es sólo que todo esto para mi es… no se… - dijo ella mientras se ponía la camisa de nuevo y la abrochaba – tienes que darme tiempo...
- Sí, sí, perdóname…
- No te preocupes.
Y se fue.
- Desearía follármela de una vez por todas cuando volviésemos a quedar– dijo Draco, inspirado por su conciencia maligna.
- Ten cuidado con lo que deseas – le respondió su conciencia benigna
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Cuando Hermione llegó a su habitación, fue directa a su cama, pero al descorrer el dosel encontró…
Un ramo de claveles violetas, sus flores preferidas. Y con un intenso y agradable olor. Hermione rápidamente pensó en Ron, él una vez le dio un ramo, pero descartó rápidamente la idea. Seguro que se las había enviado Malfoy. Probablemente habría oído hablar a Ron de las flores que le gustaban a ella, o le habría visto con el ramo, o alguna cosa por el estilo, y había decidido mandárselas. Como para corroborar su teoría, una nota al lado del ramo decía:
¿Podrás perdonarme? Yo te quiero.
Hermione sonrió sin dejar de mirar la nota. ¿Cómo era posible que el chico que le había hecho la vida imposible durante cinco años ahora la tratara tan bien y la pudiera hacer feliz? Aparte de un desahogo para olvidarse de los problemas un rato estando con él, resultaba que le estaba empezando a querer. Se estaba enamorando de su enemigo mortal…
Cuando le vio por el pasillo al día siguiente, se acercó, le dio un beso en la mejilla, le abrazó, y le dijo:
- Gracias.
El chico sonrió, con una mirada con un deje de extrañeza. O eso parecía.
(N/A: lena ahora mismo se está preguntando si poner o no poner la v-… pero si no la pongo, qué pongo en su lugar? Puedo poner… oh! Diooooos! Sí, eso es perfecto, y allí sucede la v-… mmm bueno sigo!)
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El martes siguiente, por la tarde, Hermione recibió una lechuza de Draco. Decía:
Hermione este fin de semana, el sábado, hay visita a Hogsmeade, lo acabo de ver en el tablón de anuncios. ¿Quieres ir conmigo?
A Hermione le pareció hasta irónica esa pregunta. Que si quería ir con él. ¡Pero si él era la única persona que le hablaba! Bueno, a parte de los profesores, pero ellos nunca serían alguien con quien compartir algo además de exámenes y trabajos.
(N/A: mm se me esta ocurriendo que esto puede cambiar… ¿y si lío a Hermione y a Flitwick? ¿O mejor a Snape? Vale, vale no me peguen, solo era una sugerencia…)
Hermione le respondió que sí.
Las cosas seguían como antes: A Hermione sólo le hablaba Draco, y a Draco sólo le hablaba Hermione. Por lo tanto, por las mañanas, siempre estaban juntos cuando coincidían en las clases; casi todas las veces, para alivio suyo. Y si no coincidían, pues amargados sin hablar con nadie. Después de las clases comían (como siempre en la mesa de Slytherin) y se iban a sus habitaciones, y no salían de allí hasta el día siguiente, excepto Draco, cuando iba a los entrenamientos de quidditch. Sólo el dinero de su padre le mantenía en el puesto. Últimamente Draco no se esforzaba nada, y discutía todo el rato con sus compañeros.
Y llegó el sábado. Se encontraron los dos en la puerta principal del castillo. Filch, el conserje, revisó sus autorizaciones y les permitió salir de mala gana. Caminaron hacia las verjas del castillo.
- ¿Cuándo es el próximo partido de quidditch?- preguntó Hermione.
- El sábado que viene. Gryffindor-Slytherin. ¿De qué parte estás?
Ella se preguntaba lo mismo. Por una parte de Gryffindor, pero nadie de esa casa la quería, casi se sentía más Slytherin que Gryffindor. Pero Gryffindor seguía siendo su casa.
- No lo sé, supongo que me da igual. ¿A dónde quieres ir cuando lleguemos a Hogsmeade?
- No sé… me da igual. Si quieres te puedo enseñar una cosa.
- Vale. ¿Qué es?
- No, lo verás cuando lleguemos.
En ese momento traspasaron la verja que separa el colegio del camino a Hogsmeade, y Draco se sorprendió mucho cuando sintió una mano rozar la suya, buscando un abrazo de ambas. Draco giró su mano y entrelazó sus dedos con los de Hermione. En ese momento los dos dejaron de hablar, pues la comunicación ya no era oral. Ahora era un mar de pequeñas caricias y roces de dedos. Ambos sentían el deseo de cerrar los ojos y dejarse llevar, pero aquel no era el momento ni el lugar.
Llegaron a Hogsmeade, a la fachada de la Casa de los Gritos. Entraron en el jardín.
- Vamos a entrar en la casa. Apuesto a que soy la única persona que sabe cómo hacerlo… y esto no es algo que se vea todos los días, ¿verdad?
A Hermione le dieron ganas de decirle que ella ya había estado y que no le apetecía entrar, pero en lugar de esto sugirió:
- ¿Por qué no vamos a las tres escobas y tomamos unas cervezas de mantequilla antes de entrar?
- De acuerdo, al fin y al cabo tenemos todo el día para ver la casa.
Y se fueron a las tres escobas. Y Draco pidió seis cervezas de mantequilla y las llevó a la mesa donde estaba sentada Hermione. Ésta le dijo al verle:
- Yo sólo voy a tomar una… ¿te vas a tomar tu cinco?
- Ya veremos.
Y empezaron a charlar mientras bebían. Era increíble, el estómago de Draco parecía una piscina. Se bebió él solito las cinco cervezas, y luego se pidió otras tres. A Hermione le parecía divertido, aunque ella no era partidaria de emborracharse. Aunque bueno, muy borracho no estaba, sólo contentillo, las cervezas de mantequilla no llevaban mucho alcohol. A las tres de la tarde salieron del local y se dirigieron a la Casa de los Gritos. Tenían dos horas y media aproximadamente, porque la cena era a las seis (N/A: nótese que hablamos de Inglaterra). Draco llevó a Hermione a la parte de atrás de la casa.
- Mi padre me dijo cómo entrar- explicó.
Empezó a remover en el suelo entre las hojas caídas de los árboles, hasta que encontró una anilla. Tiró de ella y miró a la casa. Hermione hizo lo mismo. Para su sorpresa en medio de una pared se abrió una especie de agujero, por el que entraron. Estaban en la planta baja de la casa. Todo estaba lleno de telarañas. Draco llevó a la parte de arriba a Hermione, y entraron en una habitación, donde había una cama. Hermione la reconoció, por cuando había estado con Harry y Ron… una tristeza la invadió. Draco se sentó en la cama, y Hermione a su lado, como ausente. La cama chirrió. La habitación estaba sumida en la penumbra, se oían ruidos extraños, y había telarañas por todas partes. Realmente tenía un aspecto tétrico y fantasmal. De pronto Draco la tumbó hacia atrás y se sentó sobre su tripa, con las piernas a los lados del cuerpo de la chica. (N/A: sally no te recuerda a alguien? xDDD) Se inclinó sobre ella y comenzó a besarla. Hermione le puso las manos en el pecho y le separó de ella.
- Draco, por favor, no…
- Mira nena – la interrumpió- las cosas no son siempre como quieres. Ya estoy harto de que siempre me dejes a medias.
Acto seguido la cogió los brazos y los sujetó con sus manos en el colchón, a los lados de la cabeza. La cara de Hermione estaba desencajada. Ella estaba paralizada. No sabía que hacer. Sus ojos expresaban dolor. Él la besó. Hermione conocía el sabor de él, o eso creía, porque ahora le parecía amargo y vomitivo. Un beso seco y vacío. Ella hubiera podido quitársele de encima y vencerle con un simple hechizo, pero el sentirse traicionada la desarmaba. Malfoy le soltó los brazos y le arrancó la túnica. Sacó una navaja y de un navajazo desgarró la camiseta que llevaba ella. La misma suerte corrieron sus pantalones. Todo cayó al suelo. La navaja debía ser mágica para ser capaz de cortar tan fácilmente. Él se levantó y se desnudó, y mientras ella permanecía inmóvil, tumbada, con los ojos cerrados, esperando lo peor, sintiéndose lo peor del mundo. Se daba asco a sí misma. Le daba asco Malfoy. Le daba asco el mundo. Se arrepintió de haber nacido, y deseó morir en aquel instante, y que no pudieran utilizarla como juguete sexual. Estaba paralizada. Le hubiera gustado poder gritar, pero no podía. Cuando él terminó de desvestirse, destrozó la ropa interior de ella, al igual que había hecho con la camisa y los pantalones.
Hermione sintió cómo Malfoy cogía su mano y rodeaba con ella su miembro. Él suspiró aliviado y acto seguido dijo:
- Vamos nena, sé que te mueres de ganas…
Hermione quería escupirle a la cara, pero no podía. Sentía impotencia. Y dolor, mucho dolor en el alma. Malfoy soltó la mano de ella y volvió a sentarse encima suya. Agarró los senos de la chica con ambas manos y apretó éstos, a la vez que presionaba con más fuerza su cuerpo contra la cama. Gimió. Después dijo:
- Venga Hermione, no te hagas la mosquita muerta, deseas esto tanto como yo, despierta de tu letargo…
Ella se sintió peor todavía. Gimoteó un "Te odio". Él respondió con un susurro en el oído: "Tú has querido que sea así". Y Hermione sintió un profundo dolor más abajo de su vientre. Se sintió ultrajada, traicionada, sucia. Él prosiguió dando embestidas, sin preocuparse por nada, con los ojos cerrados. Malfoy gemía. Hermione lloraba.
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FIN DEL CAPIIII! Buff no veáis cuánto me ha costado escribir la violación, quería expresar el dolor de ella, pero creo que no me ha quedado muy bien. Mis más sinceras disculpas por ello, pero prometo que lo he hecho lo mejor que he podido. Además me resulta difícil escribir sobre la violación cuando me estoy muriendo de asko y de odio. Pero bueno, que akí está el capítulo 5, espero que os haya gustado (para eso lo he escrito), y que yo ya he cumplido con mi parte, subir otro capitulo. Ahora os toca a vosotros cumplir con la vuestra: mandar un REVIEWWWWW!
Gracias a todos los reviews del capitulo 4, me animaron mucho a escribir este: Dragona de mala fé (creo que sé de donde viene el nombre, jejej), (no se como te llamas), Paddy21, Belial-Zden, TaTa-SuS y of cors Sally-Toxic!
Que tía ke no, ke me dijiste antes de ke publicara el kuatro: cuando publikes el 5 publico yo. Ke me acuerdo perfectamente. Ke pensé y todo: joder ke meirda tengo ke escribir 2 pa ke ella publike uno. Asi ke publikaaaaaaaaaaaaaa jupe ke si no no es justo. Fijate lo ke te digo, como no publiques ahora que he publikao yo el cinco, no esque no publique mas, xq publicare, pero no leeré ningun fic tuyo nunca más.
DEJEN R/R! Los KIEROOO! Muaks!
