"Juego de seducción"
Basada en Gundam Wing
By: Keysie MaxwellCategory: AU, OOC, Yaoi, romance, ¡Lemon!.
Warnings: NC-17
Pairings: 01 x 02
Declaimers: Ejem, ejem, música... 'Yo no poseo a los personajes de Gundam Wing ni de otras series ya que estas pertenecen a Sotsu Agency, Sunrise y otras agencias que me ganaron las ideas, así que no me odien por lo que escribo'.
. Diálogos /Pov's Heero & Duo / 'Flash Back' "Pensamientos"
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Capitulo 3(Dedicado a Takami Megutani; Eres un gran apoyo y una excelente amiga)
'. ¿En dónde diablos se habrá metido? –Susurró molesta, caminando por los pasillos de la escuela a largas zancadas. –Faltó a las dos primeras clases y ni siquiera se ha dignado a aparecer ahora en el recreo. De esta no se escapa, me va a tener que dar una buena explicación.
Karura había estado esperando durante todas las dos primeras horas de clase a su compañero trenzado, pero este no se había dignado a aparecer ni a contactarle durante todo ese tiempo. Los nervios la estaban venciendo, estaba sumamente preocupada por su amigo que no daba señales de vida.
. ¡Shinta! –Le llamó cuando le vio conversando con otro chico en el pasillo. –Shinta, que bueno que te veo –Festejó jadeante.
. ¿Qué te pasa Karura? No te vez muy bien...
. ¡Hay, es ese Duo! No ha aparecido en las dos horas de clases y me tiene muy preocupada.
. ¿No se habrá quedado en casa? –Inquirió. Tal parecía que no estaba enterado del show de la mañana.
. No, él vino, pero se fue con Heero y desde entonces que no vuelve. De casualidad ¿No lo has visto?
. No, pero talvez Takuya lo haya visto –Miró al chico castaño a su lado.
. Bueno, lo vi pasar temprano por aquí junto con Heero. Me parece que se dirigían a ese pasillo. –Apuntó una esquina a unos cuatro pasos de ellos. –Puedes tratar de buscarlo por los salones del segundo piso...
. ¡Claro! Se los agradezco mucho Shinta y Takuya –Se inclinó un poco hacia los muchachos y se dirigió corriendo hacia el pasillo indicado.
Frenó un poco su marcha al doblar y caminó en dirección a las escaleras dispuesta a subir por ellas cuando un ruido a su lado le obligó a detenerse. Miró curiosa hacia su derecha y vio una pequeña puerta, de la cual colgaba un cartel, que al parecer era golpeada por algo.
. ¿Qué será? –Se preguntó en un murmullo mientras movía la perilla de la puerta.
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Escuchó con frustración la campana para la salida de la última clase del primer bloque y oyó ya enfadado como los chicos corrían escaleras abajo para dirigirse a los jardines, pasillos o a donde fuera mientras él estaba condenado a permanecer en ese lugar todo entumido y aún con ese calor sofocante en todo el cuerpo al sentir al otro muchacho tan exageradamente cerca de él.
. Demonios, ya es el recreo... nadie se dará cuenta de que estamos aquí –Murmuró en la oscuridad el trenzado.
. Pues no hay nada que podamos hacer –Heero parecía estar tranquilo.
. Eso es lo que me pone de peor humor... vamos a quedar ausentes a las clases, estaremos aquí apretados y entumidos, nos moriremos de hambre ya entradas las horas, la oscuridad nos va a volver locos ¡Y ya me estoy poniendo claustrofóbico! –Apoyó nuevamente su cabeza en el hombro de Heero, olvidando por completo que era el moreno quien estaba con él.
. De hecho creo que podemos aprovechar el tiempo –El tono de su voz había salido sensual y eso estremeció al más bajo.
. ¿Q-Qué quieres decir? –No sabía si le daba más miedo, quedarse callado y aceptar lo que fuera que Heero pretendía hacer o preguntar por eso.
. Ya lo verás...
Inmediatamente rodeó la cintura del trenzado con uno de sus brazos, golpeando la puerta con su codo, mientras con su mano libre le levantaba el rostro, sujetándole de la barbilla, para acercarlo al suyo propio.
. Heero –Musitó antes de tocar otros labios con los propios.
Heero frotó sus labios contra los del trenzado suave y lentamente, luego los lamió de igual forma, provocando que el trenzado entre abriera los labios para dejar el paso libre a su lengua deseosa, que no tardó en invadir esa húmeda cueva y en juguetear con la lengua de Duo, que de vez en cuando dejaba salir gemidos que morían en la boca del moreno; Elevó sus brazos para poder enredarlos alrededor del cuello de Heero, golpeando la puerta con sus codos, miró por un momento la puerta y volvió a cerrar sus ojos para dejarse llevar por las infinitas olas de placer que tan sólo ese beso le enviaba a todo su ser y sobretodo a su entrepierna.
Un ligero "¡clik!" se oyó antes de que la espalda de Duo dejase de tener apoyo y el chico trenzado se fuera de espaldas al piso totalmente sorprendido por la inesperada caída y por el peso que el cuerpo de un enfadado Heero le proporcionaba al haber caído sobre él ¿Quién demonios había abierto la puerta?.
. Así que aquí estaban –Oyeron la voz acusadora que les hablaba desde arriba.
. Ho-Hola Karura / -Saludó más que avergonzado el trenzado a la chica de pie a su lado.
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. ¡Oh, vamos! Era sólo un escondite –Intentó justificar Duo mientras seguía a su amiga por el patio.
. Yo sé lo que era y no tienes por qué disculparte. Después de todo yo sé que Heero te gusta, pero pudiste haberme avisado que estabas allí o algo... lo que fuera –Se sentó en el pasto, cerca de una mesa. –Sabes que eres como un hermano para mí y me preocupé muchísimo por ti
. Es que no tenía planeado quedarme tanto tiempo allí. De hecho, no pretendía quedarme ahí...
. Pero ¿qué?... Una fuerza interna llamada hormonas te obligó a quedarte ¬¬
. ¡NO! / -Se levantó del pasto de un solo salto. –No sé porque estás tan enfadada. Yo no hice nada malo... –Se cruzó de brazos. –Y no lo hubiese hecho.
. ¿Por qué no saliste de ese armario? –Inquirió de pronto.
. Cuando escapábamos de las tontas esas vi la puerta abierta se me ocurrió que podríamos ocultarnos así que metí a Heero de un empujón y entré yo cerrando la puerta. Lo hice todo tan rápido que no medí ni el poco espacio que tenía el lugar ni tampoco me di cuenta de que la puerta no tenía forma de abrirse por dentro uu!
. ¿O sea que te quedaste atrapado? –El trenzado asintió con un ligero 'ajá' y la chica no tardó en estallar en una sonora carcajada. –No puedo creerlo... Duo Maxwell el gran genio -¡Y se volvió a reír!
. ¡Karura! No es para que te rías –Le miró acusador y apenado a la vez.
. Jajaja... lo siento, es que... jajaja... no puedo creer que te la hayas pasado encerrado y asustado allí. Digo, eres taaannn inteligente ¿y no se te ocurrió ver donde te metías?
. Estaba en un momento de tensión. No podía pensar bien. –Se justificó como niño chiquito.
. Aja... oye, ya van a tocar para entrar al tercer bloque de clases, vamonos ¿sí? –Se sacudió la falda azul y se adelantó a caminar.
. Ni modo –Suspiró comenzando a caminar también en dirección a las aulas.
. No hizo nada malo... si claro –Musitó al recargarse por completo en la rama del árbol donde estuvo durante toda la conversación del trenzado y su compañera.
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. Y ahora quiero que hagan un informe para el viernes sobre el libro que acabo de leerles. Voy a escribir en la pizarra lo que evaluaré del informe y más vale que lo copien –Mencionó el profesor, volteando desconfiadamente hacia el pizarrón.
. Karura, si es en equipo ¿Quieres hacer conmigo el informe? –Susurró a la muchacha que le miró algo preocupada.
. Lo siento, pero Sasuke ya me ha propuesto ser su compañera y no me pude negar. –Explicó mostrándole un papelito que contenía la oferta de Sasuke escrita.
. ¡Ah! Lo entiendo, no te preocupes. –Volvió su vista al frente y un escalofrío le recorrió la espina dorsal al ver la mirada del profesor fija en él y con un enojo impreso en sus obres marrones. Una gota resbaló por su nuca.
. Jóvenes, los informes se harán en parejas... –El maestro había volteado hacia los alumnos, pero en ningún momento desvió su vista, que ya era algo malvada, del rostro nervioso del trenzado. –Pero las parejas serán asignadas por mí.
Duo abrió sus ojos como platos al ver dos truenos centellear tras el profesor de literatura y se vio a sí mismo preguntándose si es que los demás también habían visto eso o si había sido todo una proyección a causa de su nerviosismo.
. Y el primer equipo será entre... –El profesor comenzó a deslizar su dedo por el libro de clases. –Takeshi Motsumoto y... –Volvió su vista al libro.
El alumno ojivioleta observó hacia la última fila de asientos al chico nombrado, que miraba por la ventana, y cruzó los dedos mientras oraba quien sabe que cosa para que no le eligieran como su compañero. Bueno, sabía que no estaba nada bien hacer eso con un compañero de clases, y mucho menos siendo él tan extraño como era, pero es que en verdad que el chico parecía, y quien sabía si era, un matón de primera y definitivamente no quería verse haciendo el informe él solo con una correa amarrada al cuello. Un escalofrío recorrió su espalda al pensamiento.
. Akemi Nogami –La chica nombrada azotó su cabeza contra la mesa donde estaba. '
. Oye, Heero, ¿Y tú no quieres contarme nada? –Inquirió Duo, sentado en su cama, al chico que se lavaba en el baño.
. Pues no sé, si tú quieres. –Se asomó por la puerta abierta. -¿Quieres qué siga yo?
. ¡Claro! –Se cobijó con las sábanas con notoria emoción.
. Pareces un niño chiquito. –Musitó acomodándose entre las sábanas junto al trenzado.
. Pues tú no te quedas atrás –Se abrazó al fuerte cuerpo del moreno, esperando que le narrara algo.
. Bien, como sea... esta vez me toca a mí...
'Sus ojos azul cobalto se movieron hacia su lado derecho, captando de inmediato con la vista al muchacho de trenza que mantenía sus dedos cruzados y la cabeza recargada sobre su pupitre. Podía notar que cada vez que el profesor de literatura nombraba a alguien el muchacho se tensaba y comenzaba a murmurar algo frenéticamente. Era bastante divertido verlo así. Sonrió.
. Duo Maxwell... –La mirada violeta se posó sobre el profesor, que buscaba en el libro a su compañero. –Pero miren nada más esto... Joven Maxwell, Heero Yuy será su compañero.
Heero levantó su vista hacia el profesor con sorpresa increíblemente notoria al escuchar su nombre junto al del trenzado... no esperaba una oportunidad como esa.
Por otro lado el trenzado todavía no asimilaba muy bien todo, su cabeza comenzaba a darle vueltas y ni siquiera podía encontrar un motivo para tanto nerviosismo.
. Bueno, chicos, ya que todos tienen un compañero sólo me queda desearles que pasen bien el resto del día. –Sonrió al escuchar la campana.
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. ¡Demonios! –Volvió a quejarse por enésima vez en el día mientras apoyaba su cabeza en la palma de su mano. –No puedo tener peor suerte... –Musitó antes de darle un mordisco a su manzana.
. ¿Por qué? Si te tocó hacer grupo con el chico más guapo del curso –Duo le miró interrogante ante la afirmación. –Obviamente después de mi Sasuke –Corrigió mientras cruzaba sus brazos a la altura de su pecho.
. Sí, pero por lo mismo no creo que pueda hacer las cosas como quiero... –Miró a la mesa a su derecha, donde Heero permanecía sentado tomando leche de su caja. – ¬¬ Además el chico es un coqueto de primera. Seguro y me quedo haciendo el trabajo yo solo mientras él se la pasa jugando con las chicas que se le crucen.
. ¡Oh, vamos! Deberías tenerle un poco más de confianza al chico. Digo, no por nada te gusta, ¿no?
. Karura, podrías intentar ser más discreta, ¿no te parece? –Le reclamó con una gota de sudor en su nuca.
. ¿Y por fin lo vas a admitir? –Sonrió al ver el sonrojo en las mejillas del trenzado.
. Aún tengo mis dudas. –Mordió su manzana sin siquiera despegar la vista del cuerpo moreno que se alejaba pausadamente del comedor.
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. ¿Y ahora estas pensando en las tareas? –Inquirió al momento de alzar una ceja la maestra de historia... una de las pesadillas de Duo.
. Siempre he sido responsable con mis cosas, señorita Cleo –La rubia le miró cínicamente. -¡Oh vamos! Sólo fue una clase. No es justo que por haber llegado unos cuantos minutos tarde tenga que...
. También tus comentarios hostiles influyeron en mi decisión –Duo se sonrojó al recordar que la maestra había oído su conversación con Karura cuando estaban castigados fuera del salón. –Creo que no deberías tratar así a tus mayores...
. Gomen Nasai –Se inclinó hacia la maestra -... en serio... no sé que pasó en aquella ocasión, pero le juro que nunca he pensado algo así de usted es sólo que...
. ¿Qué vas a hacer para recompensar el castigo que no harás durante esta semana? –Le interrumpió.
. Bueno... no lo sé yo...
. Bien, a cambio del castigo yo voy a evaluar también el informe que debes realizar para Literatura, sólo que lo haré con mis propias decisiones... y sabes que soy muy estricta –Una gota apareció en la nuca del trenzado.
. Sí, eso lo tengo claro...
. Bueno, entonces es un trato. Espero que lo cumplas
. ¡Por supuesto! –Adoptó posición de soldado y se marchó sonriente del salón.
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. Pues sólo tengo ocupado el día miércoles, que es cuando debo ir al club de esgrima. –Heero comenzaba a sentirse raro por tanto interrogatorio por parte de la muchacha rubia líder del grupo de porristas.
. ¡Hay, sabía que serías aceptado al club! –Celebró juntando sus manos empuñadas a la altura de su pecho.
. Sí, bueno... ¿Y tú no te dedicas a algo más que ser porrista? –Cambió de tema con algo de fastidio. Al menos dejando a la chica hablar iba a poder distraerse sin tener que simular ponerle atención.
. No, ser porrista es mi vida. Desde pequeña he sido criada para serlo y no pienso cambiar ahora mi pasatiempo favorito, además creo que ya es un poco tarde para intentarlo. En lo personal yo...
Heero dirigió su vista a la puerta del salón donde estaban y pudo distinguir la inconfundible figura de su presa pasar por allí, buscando algo. Sonrió para sí y se levantó de su pupitre de un solo golpe, sorprendiendo a Reelena.
. Heero... –Susurró ella insegura.
. Lo siento, Reelena. Ha sido un placer hablar contigo, pero tengo que hacer algo muy importante. –Salió del salón y se encaminó hacia donde había visto avanzar al trenzado.
Caminó a paso rápido, buscando con la mirada al muchacho trenzado, mas nada. ¿Se habría metido en algún salón? Pensó Heero con algo de pesar. Se dio la vuelta para marcharse cuando sintió un fuerte golpe que le hizo caer de espaldas al piso. Sintió el golpe de palmas contra el suelo cerca de sus oídos y, seguidamente, algo que se posaba al lado de sus muslos. Abrió los ojos para ver que había sido y se encontró con un par de ojos violetas que le miraban sorprendido, como pidiendo una explicación, mas Heero sólo sonrió.
. ¿Sabes? Generalmente soy yo el que va en la cima. –Rió mentalmente al ver aumentar el sonrojo del trenzado, que se sujetaba de sus manos y rodillas para no caer sobre él.
. Baka... –Murmuró entre cerrando los ojos y comenzando a levantarse. -¿Qué estás haciendo?
. Te buscaba. –Se levantó del suelo, sacudiendo sus ropas. –Necesitamos avanzar algo en el informe de literatura
. ¿Tan rápido? Pero si el informe es para el viernes...
. Y estamos a martes y yo no puedo hacer nada mañana porque tengo clases de esgrima y tú estás en el club de basketball, ¿no? –Duo le miró fijamente. Heero tenía razón.
. Es verdad... no había tomado eso en cuenta...
. Entonces, ¿qué dices?
. Pues hoy después de clases podemos ir a mi casa. –Ofreció el trenzado.
. Preferiría que usáramos mi casa, sino te molesta claro
. Yo no tengo inconvenientes –Sonrió amablemente.
. Bien, entonces en mi casa. –Heero se alejó a paso rápido.
. Sí... –Musitó levemente antes de sonrojarse por completo al entrar en cuenta de lo que había hecho. -¡¡¡Estaré a solas con él!
Gritó con el rostro totalmente rojo, como un tomate maduro cuando, sin quererlo, las imágenes de la mañana, cuando estuvo encerrado con Heero, acudieron seguidas una por una a su mente...
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Miraba intensamente el reloj del salón de Física, que estaba sobre el pizarrón, observaba el recorrido que daba el secundero por todo el círculo para mover el minutero, que se movía perezosamente. Suspiró y se dio cuenta que sus deseos no iban a hacer que el tiempo se detuviera, este iba a seguir corriendo, y cuando diera las cinco en punto las horas de clases se habrían terminado y él tendría que ir a la casa de Heero para, esperaba él, poder hacer el estúpido informe que el maestro Terada les obligaba hacer.
. Kuso... –Susurró, hundiendo más su rostro en su libro de asignatura.
. Bueno, alumnos la clase ha llegado a su fin... –La maestra se volteó hacia los chicos sonriendo al momento que el timbre sonaba. –Que tengan un buen día
Los alumnos respondieron a la amable despedida y comenzaron a levantarse de sus asientos y a marcharse del salón una vez tenidas todas sus pertenencias, dejando el salón vacío poco a poco.
. ¡Nos vemos! –Se despidió la amiga del trenzado desde la puerta con una seña de su mano.
. Adiós –Musitó con pereza sin siquiera moverse de su asiento.
. ¿Tu no piensas moverte? –El trenzado se estremeció levemente al escuchar la voz del ojiazul cerca de él.
Levantó el rostro de su libro con pereza y volteó hacia su derecha, encontrándose con unas piernas cubiertas por el pantalón del colegio, recorrió lentamente con la mirada aquél cuerpo hasta encontrarse con un par de ojos cobalto que le miraban de forma curiosa... como traviesamente.
. ¿Qué ya se te olvidó que hay un informe que iniciar? –Colocó sus manos en sus caderas, mirando más intensamente al ojivioleta.
. No lo he olvidado –Se paró de su puesto, apoyando sus manos en la mesa. "Ojalá lo hubiese olvidado" Pensó pesadamente. Suspiró
. Entonces muévete o me van a dejar
. ¿Eh? –Duo miró extrañado al nuevo –La otra vez te fuiste caminando junto conmigo ¿Cómo es eso de que te van a dejar?
. Sólo los días que tengo esgrima me voy caminando, los demás días viene Kasumi por mí –Explicó, tomando la mochila de Duo y colocándola en su hombro.
'¿Kasumi?' Se preguntó Duo, llevando una mano a su barbilla. '¿Será su madre?'
. ¡Te voy a dejar! –Advirtió Heero desde la puerta del salón para comenzar a alejarse por el pasillo.
. Ah... ¡Espérame! –Y salió corriendo tras Heero no sin antes tomar su libro aún sobre la mesa.
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La luz del semáforo dio rojo y la enorme limusina negra se detuvo lentamente detrás de un coche blanco, dejando que el sol jugara con sus rayos sobre la hermosa pintura azabache, sin ni un solo rasguño. El ronroneo del motor era lo único que interrumpía el silencio que se había formado dentro del cómodo automóvil. Sobre los cómodos asientos de cuero beige dos personas permanecían sentadas, una frente a la otra, sin medir palabra alguna.
Duo permanecía con la vista clavada en la ventana, observando el paisaje sin atreverse a decir nada. La verdad era que se sentía bastante incómodo dentro de la lujosa limusina, él no estaba hecho para ir en esas cosas tan... extravagantes, pero temía decírselo a Heero, que igualmente miraba por la ventana, pues talvez le incomodaría o le haría sentir mal. Suspiró... el silencio era insoportable, así que...
. Entonces... –Duo arrastró las palabras en un susurro, captando la atención de Heero suavemente –Kasumi es tu guardaespaldas...
Un silencio profundo se dejó caber dentro de la limusina antes de que Heero asintiera suavemente y dijera:
. Se encarga de mí cuando estoy fuera del colegio...
. ¿Y tus padres? –Le interrumpió abruptamente. Pudo notar el rostro de Heero ensombreciéndose levemente.
. Ellos casi no están en casa. De hecho, justo ayer se fueron a Rusia por un asunto de negocios de la compañía
. Ya veo –Se sonrojó levemente ante su intromisión –Pero... supongo que pasan buenos ratos contigo cuando están aquí, ¿ne?
. Realmente no...
La dura respuesta del más alto hizo a su sonrojo aumentar. Realmente no conocía nada al muchacho llamado Heero Yuy.
. Joven Yuy, ya llegamos –La voz de Kasumi, que había estado conduciendo la limusina, se filtró a través de un auricular.
Inmediatamente Heero abrió la puerta cercana a él y salió por esta, siendo imitado rápidamente por el trenzado, que quedó impresionado ante la vista frente a él.
Una enorme y prolija mansión de un celeste clarísimo se extendía frente a él, con un jardín exquisitamente adornado con diferentes flores y árboles cortados con delicadeza y puestas en los sitios adecuados, la mansión distribuida adecuadamente en el centro del jardín, con sus ventanas y ventanales relucientes, con la pintura de ese mágico toque celestino totalmente limpio, casi como recién pintado. Era maravilloso todo el conjunto a la vista.
"No puedo creer que Heero viva en un lugar como este" Pensó aún algo embobado con la vista que tenía.
. ¿Te vas a quedar ahí? –La voz de Heero le hizo voltear a su izquierda. Ahí Heero le observaba atentamente.
. ¡No! –Respondió mecánicamente, corriendo hacia Heero que a su vez avanzaba hacia la puerta de la mansión.
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. ¡Vaya! –Exclamó sin poder evitar.
/ No pude evitar sonreír al ver a aquel pequeño muchacho trenzado recorrer mi habitación, viendo cada figura, mueble o artefacto dentro de ella con ese singular brillo adornando sus hermosas obres violetas /
. ¿Te gusta? –Inquirió el moreno, sin dejar de ver a Duo, que ahora observaba por el ventanal el balcón al otro lado de este.
El chiquillo usualmente serio volteó a ver al otro castaño con una sonrisa sobre sus labios.
. Es en realidad muy bella, Heero
Un sonrojo tenue se instaló en las blancas mejillas del trenzado cuando las obres cobalto se fijaron en sus ojos, escudriñándolos lentamente, profundamente. Sin poder aguantar volteó la vista al suelo alfombrado.
. Tenemos... trabajo que hacer –Susurró con una timidez rara en él.
. Sí, lo sé
Heero se dirigió al escritorio marrón cerca de su cama, abrió la cómoda laptop totalmente limpia y cuidada y se sentó en una silla mientras colocaba otra a su lado.
Duo simplemente observó a Heero hacer todo aquello de pie, sin hacer ni un solo movimiento. Realmente se sentía incapaz de hacerlo... o de hacer cualquier otra cosa pues la figura del más alto lo tenía hipnotizado... él simplemente lucía tan... tranquilo, nada parecido al chico coqueto que siempre rondaba el colegio.
. ¿Duo? –Musitó Heero con algo de ¿preocupación?'
. ¿Qué te pasó en ese momento?
. No sé... fue extraño... –Pestañó repetidas veces para despegarse del sueño. –Era como si tu cuerpo fuese un imán para mis ojos
. ¡Que halagador! –Dijo divertido.
. No lo decía morbosamente ¬¬ -Bostezó –No era sólo deseo por tu cuerpo
. Lo sé, lo sé... –Musitó cariñosamente, acariciando los cabellos del muchacho delgado.
'. ¿Duo? –Volvió a cuestionar al no recibir respuesta.
. ¿Eh? ¿Qué? –Exclamó despistadamente.
Heero suspiró al volver a tener la atención del trenzado y se volteó hacia su laptop otra vez.
. Te preguntaba si tenías todas las bases del informe
. ¡Ah, claro! ¿Quieres que las lea? –Heero asintió levemente. –Bien
/ Duo se dirigió a mi cama, donde estaba su mochila, y de esta sacó un cuaderno. Yo observé cada movimiento que hizo, no podía quitarle la vista de encima... no me gustaba admitirlo, pero era realmente hermoso...
. ¡Aquí está! –Festejó, estirando su cuaderno mientras se sentaba a mi lado, en la silla. –Dice: "Leer dos de los siguientes libros: 'Bodas de sangre' de Federico García Lorca, 'El misterio del cuarto amarillo' de Gastón Leroux o 'El loco estero' de Alberto Blest Gana y realizar un informe comparando las características psicológicas de los personajes, el ambiente en el que se desarrollan, los...
Duo abrió grandes sus ojos y fijó rápidamente su vista en mis ojos cuando sintió mis labios rozar con los suyos, podía ver que me pedía una explicación a mi acto, pero yo simplemente no tenía respuesta... simplemente me había dejado llevar por el impulso de observar aquellos labios tentadores moverse tan cerca de mí. /
. Heero... –Musitó entre labios y los brazos de Heero se enredaron en su cintura firmes y seguros, impidiéndole cualquier movimiento para alejarse.
-Toc, toc! –Los golpes en la puerta interrumpieron a los jóvenes, que se separaron rápidos como el rayo al sentirse descubiertos.
. Joven Heero –Habló dulce la mucama cuando entró a la habitación y pudo divisar al moreno. –El té está listo...
. Enseguida bajamos, Arisu –Heero pronunció lentamente.
La joven mujer sonrió mientras se inclinaba ligeramente hacia ellos, procediendo a salir de la habitación que se había tornado silenciosa. '
El joven de cabello corto entre las confortables sábanas observó al chico junto a él y sonrió ligeramente al verle dormir profundamente entre sus brazos, silencioso y de aspecto angelical.
. Que descanses, Duo-chan –Musitó mientras depositaba un suave beso en sus labios.
Tsuzuku...
Keysie: ¡Hola! Y que bueno tenerlos de nuevo conmigo. Me alegra mucho que hayan llegado hasta el tercer capitulo de este fic que me está gustando mucho... y espero que a ustedes también les guste... Bueno, quiero agradecer sinceramente a todos los que hayan dejado sus lindos reviews y lamento mucho no poder contestarlos, pero no tengo tiempo (esto de estar sin Internet TT) ¡Que les vaya muy bien a todos y que tengan mucha suerte!
A Takami Megutani: Eres uno de mis más fuertes apoyos y una de mis grandes ídolos. Escribes como seguro a muchos les gustaría y tienes un talento nato para hacer todo lo que te propongas. Nunca te dejes caer, amiga, porque sé que puedes llegar lejos.
