DISCLAIMER: Mankin SÍ es mío por que soy Takei-sama. Verán tengo este mal hábito de ir por Venezuela disfrazada de esta niña idealista y romántica de 18, pero en realidad, soy todo un japonés tensai de mangas .-... Hay chance de que alguien me crea?
WHISPER TO OUR HEARTS
Capítulo Cinco: Memorias.
Cuidadosa, lentamente, llevó la taza a sus labios, agrietados por los años y el frío, dejando que el líquido calentase todo su cuerpo, mientras recorría su garganta.
Agrietada de tantas cosas que no había dicho.
Kinoo chasqueó aprobatoriamente sus labios, aquellos labios que tan pocas veces habían dejado salir al mundo aquello que verdaderamente querían decir antes de levantar su copa y sorber el té ruidosamente, ahogando ligeramente el murmullo de las oraciones que recitaba su aprendiz ante la luz de una vela que se marchitaba por segundos.
Una vela que quería iluminar tanto, pero que poco hacía más que dejar penumbra.
Con ambas manos, la itako dio tres vueltas a su taza y aguzó sus oídos, esperando oír el inconfundible sonido de las ondas del agua chocando contra la cerámica.
Una, dos, tres ondas, agitándose rebeldes contra la superficie líquida.
Kinoo sonrió, segura de que Anna estaría de tan mal humor por su último comentario que no se voltearía a verla. Las ondas, el té... todo era como él.
Tantos detalles, tan pequeños pero importantes.
Cambiando de posición para darle mayor circulación a sus piernas, dejó que su mente se relajase y pensó detenidamente en él, su memoria trayendo uno a uno sus detalles: era pequeño, más pequeño de lo que ella nunca lo había sido.
Era normal.
Pero era grande, tan grande como él había podido ser, caminando erguido, una brizna de pasto entre sus pequeños colmillos.
Era muy anormal; que un gato caminara erguido y tuviera la noción de lo que era verse 'sofisticado'.
Ahogando magistralmente una risotada, la oscuridad que la envolvía parecía volver a llenarse de color, agrietándose para dar paso a unas rayas castañas que formaron dos orejas puntiagudas... demasiado para su gusto.
Aquellas orejas lo escuchaban todo, y ella nunca supo como esconderles el murmullo de su corazón.
Dos gemas azabache, brillantes, llenas de ese espíritu jovial que él debió tener de niño: traviesas, llenas de una deliciosa malicia que él no dudaba en usar.
Kinoo volvió abruptamente a la realidad en cuanto escuchó como Anna se corregía rápidamente. Tomando su bastón con su mano derecha lo llevó al piso, haciendo que la estancia retumbara contra el sonido del golpe seco de la madera. Frunciendo el ceño, Kinoo sintió a Anna saltar del susto y suspirar antes de comenzar a repetir la oración desde el principio.
La niña necesitaba aprender, de lo contrario, sería todo un problema.
Volviendo a sentarse sobre el zabuton con toda la gracia posible dada su edad y su altura, Kinoo dirigió su rostro hacia la puerta corrediza de donde entraba el frío aire que dominaba al Monte Ozore antes de voltear una vez más y clavar toda su atención en la espalda de Anna.
Tal vez, sólo tal vez, podría volver a verlo, estaba seguro de que él no se quedaría de brazos cruzados al sentir el poder que Anna tenía en su interior.
Él no perdería momento alguno para presumir de sus 'dotes'.
Si el volviese, tendría que escuchar sus terribles comentarios, pero todo tenía un precio en estaba vida, y su vida parecía estar llena de sacrificios.
Kinoo suspiró, una pequeña sonrisa luchando por mostrarse en su ajado rostro. Uno más, uno menos...
Si tenía un poco de suerte, podría volver a encontrarse con Matamune y él dejaría de ser sólo una pálida memoria en la oscuridad de los recuerdos.
Bueno... eso no estuvo muy decepcionante...
Espero...
Es Kinoo, vamos! No es lo mismo que hacer a Anna: Kinoo es mucho mayor y vive completamente sola y por lo visto ella SÍ no soporta a nadie, así que ponerla hablando de una relación tan personal fue un tanto difícil.
No estoy muy segura, pero hay dos cosas que quería dejar en claro: Por lo poco que he oído, Matamune y Kinoo parecen tener toda una historia juntos .-, además que creo que ella es ciega (no sé realmente... no he leído el manga... si estoy mal pues no más díganme y yo daré mis mil perdones y corregiré todo!)
Ja mina! Mata ne!
Próximo: Miedo. Más allá de esa palabra está una oscuridad que ella se niega a conocer.
