DISCLAIMER: Mankin SÍ es mío por que soy Takei-sama. Verán tengo este mal hábito de ir por Venezuela disfrazada de esta niña idealista y romántica de 18, pero en realidad, soy todo un japonés tensai de mangas .-... Hay chance de que alguien me crea?
WHISPER TO OUR HEARTS
Capítulo Nueve: Iro Iro(1).
Atrás.
Adelante.
Atrás.
Al piso.
Ponchi miró con veneno en sus ojos al kitsune que estaba sentado a su lado mientras se llevaba una mano a su cabeza y se frotaba amorosamente el lugar donde Konchi lo había golpeado.
Estaba celoso de que él, el gran Ponchi, fuera mucho más alto, más guapo y que pudiese mantener un movimiento meditativo por tanto tiempo.
Sin distraerse.
Aliviado por sus propios pensamientos, el tanuki procedió a ver con creciente interés sus dedos índices. Se preguntaba si podía hacer una telenovela con ellos dos nada más, ya que hacerlo con todos sus dedos parecía un verdadero predicamento.
Se preguntaba si a la chica de cabellos rosa que estaba jugando en el jardín le molestaría escuchar su idea para hacer de sus dedos títeres.
Sin molestarse en pensarlo más, Ponchi comenzó a tararear un opening para su pequeño teatro mientras miraba discretamente a la niña que miraba al cielo melancólicamente.
Secretamente, él había escuchado a Konchi quejarse de que ahora tendría un shaman, pero sinceramente, Ponchi no podía ver qué había de malo con eso: tener un shaman quería decir que prácticamente tenía permiso para molestarla y hacerle bromas, así que ¿cuál era el problema? El tanuki se sonrió así mismo mientras flexionaba sus dedos y pretendía hacerlos hablar.
Ponchi, el Grande, era tan inteligente, mucho más que Konchi.
Mucho más.
Deteniendo su juego unos instantes, observó el suelo que comenzaba a mojarse con gotas de lluvia que en unos instantes se convirtieron en toda una tormenta... ¿por qué serían transparentes las gotas si el cielo era gris¿por qué la niña corría de la lluvia si lo peor que podía darle era un resfriado?
¿La niña tenía el cabello ROSA!
Con un súbito golpe en su cola, Ponchi volvió a la realidad para escuchar como su compañero le gritara que se moviera. En actitud desafiante, se quedó unos momentos más, mirando como la cola de Konchi se movía en el aire.
A un lado.
A otro.
Con una sonrisa malévola, Ponchi decidió que era momento de irse y dejar todos los colores, los teatros y las preguntas para otro momento.
Era el tiempo de la venganza.
Dulce y tierna, tal y como la mente maestra.
Konnichiwa!
MUAHAHAHAHAHA! Estoy feliz con este capítulo! Me parece que quedó muy 'Ponchi like', no les parece? Bueno, al fin ustedes, mis queridos lectores, son los que tienen la última palabra sobre mi trabajo, así que ustedes me dicen!
El título de esta obra maestra (jojojojo! CLARO!) significa 'mucho' y es un adverbio de cantidad que se refiere a que hay 'varias' cosas de algo... muy apropiado no creen? Una vez más quisiera agradecer a Hikaru-Hoshi y a Loconexion por sus valiosos comentarios! Arigatoo minna!
Ja ne!
P.S.: Mándenme sus comentarios! Si existen por allí pequeñas fans zorritas y mapachitas que quieren discutir puntos de vista sobre sus adorados Ponchi y Konchi no tengo problema! Besos!
Próximo: Si se quiere realizar los deseos hay que trabajar arduamente por ellos, Diez mil años, si es necesario.
