Este capítulo es más largo que los otros, ¡disfruten!

(Si, lo sé, me tardé demasiado, pero ya está aquí!)

DISCLAIMER: Harry Potter y todos los personajes contenidos en esta historia, salvo Lea, son propiedad de J.K. Rowling. Lea fue producto de mi imaginación.

Harry Potter y el Retrato de la Puerta

Capítulo V

"Preparativos"

"hablando"

/pensando/

(Aclaraciones)

(N/A Notas del autor)

Hermione había ya hablado con Dumbledore y quedaron de acuerdo en que, para ahorrase una fiesta, harían la de Halloween y la de Hermione el mismo día. Sería a la mitad de las dos fechas y deberían ir disfrazados de algo. No podía ser nada monstruoso, pero si inusual. Como un animal, un gran mago, un hada, un gnomo, etc.

Estarían invitados los alumnos de cuarto a séptimo de todas las casas, aunque a Hermione no le agradó mucho tener que permitir que Slytherin fuera, pero no podía dejar fuera a los alumnos de la fiesta de Halloween.

El problema en mayor parte era que, aunque podían ir solos, las invitaciones eran de parejas.

En suceso muy curioso ocurrió un día sábado que Harry y Ron estaban terminando tarea, Hermione como siempre ella había terminado y estaba haciendo las decoraciones que le pondrían al Gran Comedor.

"Oye, Hermione," dice Harry.

"Mmm…" dice Hermione ocupada sin voltear a ver a Harry.

"¿Tú vas a llevar pareja?" sigue Harry.

"Pues…" levanta la cabeza Hermione de su decorado, "nadie me ha invitado aún." Sus ojos encuentran los de Ron sin proponérselo para rápidamente volver a su decorativo.

Ron, bastante decidido, se para de su silla dejando a un lado su tarea y pregunta cuando llega al lado de Hermione y se agacha para verla a los ojos directamente: "¿Te gustaría ir conmigo?"

"Uh…" Hermione trató de hablar pero no salió sonido de sus cuerdas vocales. Limpiándose la garganta intenta otra vez y ahora lo consigue: "S-s-si. Si no te importa que algún otro chico me saque a bailar una pieza. Tú sabes, soy la cumpleañera, alguien más querrá bailar conmigo."

"Mmm…" se queda pensando Ron, "no, no importa." Ron regresa a su silla a terminar la tarea y no dice más.

Hermione se para y va rápidamente al dormitorio de la chicas sin decir palabra.

Ya dentro, completamente sola, suprime un grito con sus manos en su boca y respira profundamente.

/¡Oh, Dios/ piensa ella/¿Cómo pude decirle tal tontería? Nadie más bailará conmigo./

Mientras tanto en la sala común:

"¡Wow! ¡Salió perfecto!"

"Lo habíamos ensayando con Ginny representando a Hermione, tenía que salir," dice Harry.

"Si…" dijo Ron pensativo, "Ginny supo exactamente cómo iba a reaccionar."

"¿Qué yo qué?" dijo Ginny alzando la voz desde un sillón cercano.

"Am… nada," dice Ron volteando a ver cuanta gente hay en la sala común.

"¡Vamos! Oí mi nombre, díganme," insiste Ginny.

"Okay," se acerca Ron a su hermana y dice: "Comentaba con Harry acerca del plan."

"¿Ya lo llevaron a cabo?" pregunta Ginny sorprendida.

"Sí, hace rato," contesta Harry.

"Y salió perfecto. Supiste muy bien como reaccionaría. ¿Cómo puedes?"

"Es lo que se llama observar, a ti te falta mucho de eso," voltea Ginny a ver a su hermano con cara afirmativa.

La mirada (color) mar de Ron se cruza con la mirada almendra de su hermana haciéndolo pensar en si era cierto lo que ésta afirmaba.

"Bueno…" Ron sale de su trance. "Cómo sea salió muy bien."

La fiesta había sido fechada para el sábado 18 de octubre.

Hermione se estuvo preparando para tener todo listo el gran día.

El Gran Comedor iba a ser decorado preciosamente con los colores rosa, naranja y negro. Según las predicciones de los centauros, ese día habría una luna llena con el cielo despejado.

Se daría un banquete con las especialidades de los elfos de Hogwarts, muy al pesar de Hermione que quería que lo hiciera alguien más para que los elfos no trabajaran tanto, pero ya Dobby le había prometido hacer la cena y no permitió que le dijeran que no.

Hermione fue a la cocina para dejar el menú listo para Dobby y trató de hablar con Winky, pero ella seguía bebiendo cerveza de mantequilla y estando deprimida.

Hermione pensó /esto no puede seguir así/ y fue a hablar con el director sobre Winky.

"Profesor Dumbledore," comenzó Hermione, "creo que nadie le ha informado sobre el lastimoso estado de Winky, la elfa doméstica que Barty Crouch desempleó hace un par de años."

"Yo tenía el conocimiento que Winky está en un estado de ánimo depresivo pero no he sabido más."

"Pues yo he estado tratando de hablar con ella y no reacciona. Creo que sería buena idea que fuera internada en un programa de EAA, elfos alcohólicos anónimos."

"Tu sugerencia me parece muy buena, Hermione, muchas gracias. Haremos lo posible por ingresarla en ese programa."

"Gracias, profesor. Y confío en que lo harán." Terminó Hermione.

Cuando Hermione iba saliendo de la oficina de Dumbledore, quiso abrir la puerta pero algo llamó su atención en la perilla. Era una especie de mano color claro con uñas algo largas que, al parecer, ¡trataba de abrir la puerta!

Hermione cayó hacia atrás en las escaleras y se asustó mucho. Pero en eso, Lea se apareció pintada en la puerta y con cara de '¿qué te pasa?' se quedó mirando a Hermione tumbada en el piso.

"¿Qué pasó?" se decidió a hablar Lea.

"N-nada. Sólo me asusté cuando vi tu mano abriendo la puerta," contesta Herm.

"Eh… jeje. Perdón por asustarte, debe haber sido realmente extraño ver una mano pintada en la perilla y moviéndose… jeje."

Hermione rió levemente y entonces le dijo, ya parada: "¿Qué estás haciendo por acá?"

"Oh, sólo es una amistosa visita. Las hago cada semana para ver como van las cosas con el Señor Tenebroso… y para platicar con el Profesor."

"Bueno, tengo que irme. ¡Nos vemos luego!"

"Si, ¡bye!"

Ya que Hermione se fue, Lea subió las escaleras de piedra y entró al despacho de Dumbledore.

"Hola, Profesor," saludó ella cortésmente desde la pared más cercana al escritorio.

"Buenos días, señorita -------------. ¿Cuál es el motivo de su visita?"

"Pues, verá, quería pedirle permiso para asistir a la fiesta de Halloween," comenzó la chica un tanto temerosa. "Sucede que me deprime estar todo el día sentada pensando, y quería divertirme aunque sea un rato."

"¿Quiere despejar su mente?" interrumpió Dumbledore.

"Pues, supongo que sí," termina Lea volteando a ver a los ojos al Profesor.

"Permiso concedido"

Lea da un salto de felicidad y trata de hablar, pero Dumbledore lo hace primero: "Sólo una cosa,"

La sonrisa de Lea se achica.

"Oí que es baile de parejas, ¿irás con un retrato?"

"Vaya, no lo había pensado. Tenía idea de ir sola y platicar con otras personas solitarias, pero creo que podría invitar a un retrato. Es sólo que…"

"¿Qué, querida?"

"Es solo que todos los demás retratos tiene aquí casi desde el inicio de la escuela y… son muy viejos. No tienen ánimos para divertirse."

"No te preocupes, yo podré ayudarte a pasar el rato."

"Gracias, Profesor," dice Lea sonriendo, "es muy lindo de su parte."

"Oh, por cierto. Casi olvido decirte que debes nombrar una reemplazo para el día de la fiesta," dice Dumbledore. "Para que la puerta no quede desatendida."

"No se preocupe, puedo pedirle a Vi que se encargue por esa noche. Desde que Gretta se fue viene mucho a visitarme," afirma Lea.

"Está bien, cualquier cosa que se te ofrezca, ya sabes llegar a mi despacho."

"Si, gracias."

Lo único en la mente de Hogwarts era la fiesta. Por los pasillos se oía que las chicas esperaban que cierto chico las invitara. En los jardines se escuchaban los consejos y recomendaciones de un chico a otro sobre como invitar a esa chica tan guapa. Y en los dormitorios y salas comunes sólo se hablaba de disfraces y que ropa usarían. Lo más sencillo era disfrazarse de muggle, sólo un pantalón, una camisa y un par de zapatos.

Había personas que esperaban ese disfraz impresionante comprado o confeccionado por sus madres. Y había más que lo hacían ellos solos, no siempre con buenos resultados.

Hermione pensaba que su disfraz debía ser atractivo, más no demasiado llamativo; alegre, pero que no produjera euforia; y elegante, con un toque personal. Así que se lo confeccionaría ella misma con ayuda de algunas instrucciones escritas por su abuela (su madre no es buena en esas cosas). Escribió una carta a Madame Malkin para que le enviara exclusivamente la mejor tela y en los colores que ella especificaba. Madame Malkin le mandó todo al pie de la letra y muy gentilmente escribió algunos conjuros y hechizos que podían ayudar a su clienta en su primera experiencia como costurera.

Con la ayuda muggle y la ayuda mágica, su vestido quedó precioso. Era de falda amplia tono azul oscuro y café en el borde y a lo largo de la falda. El torso sin mangas color azul y detalles en café en el cuello V que dejaba ver los hombros. Incluso más bello que el vestido de la fiesta de Navidad.

Ella no se los había mostrado a Harry y a Ron para que fuera sorpresa. Pero con Lea había hecho el diseño y Ginny había dado su opinión sobre como mejorarlo.

"Es muy lindo," dijo Lavender al ver el vestido sobre la cama de Hermione, "¿pero cuál es el tema? ¿De qué te disfrazas?"

"Oh," dijo ella y pensó rápidamente, "puedo ser lo que yo quiera, después veo."

Ginny esperaba a que la Sra. Weasley terminara su disfraz. Ella había decidido vestirse como hada de fuego, pues coordinaba con su brillante cabello rojo.

Las demás chicas ya tenían sus atuendos, incluso los retratos estaban listos para la fiesta.

Eso es todo por este capi, espero les haya gustado. Nos vemos pronto con otro capítulo y por favor dejen un review! En serio me fascina que me digan si les gustó, si no les gustó, en que puedo mejorar o lo que quieran decirme okay?

Bueno, gracias y B-bye!

HappyFaceQueen