Disclaimer: Pues nada ha cambiado desde el primer capítulo. Todos los personajes siguen perteneciéndole a KT -acaparador- y sigo sin conseguir los de Ishida. Así que avisado estas KT, en cuando pueda pienso secuetrar a Ishida-kun! Muajajaja XD.

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2º Acto. Preparativos.

Mediados de Agosto. Un calor bochornoso se había adueñado por completo del Seireitei, al igual que un imponente silencio inundaba sus calles y recovecos más ocultos. El Seireitei al completo se vio sumido en una calma aparente, la calma antes de la tempestad.

Apenas unos segundos más tarde, unos ensordecedores gritos y alaridos dejaron en el olvido cualquier vestigio de la anterior calma. A base de agudos gritos, un grupo no demasiado numeroso de féminas se abrían paso por las calles poco concurridas del lugar. A la cabeza, una pequeña que apenas levantaba varios palmos del suelo, de corta y alborotada melena rosada. Tras ella, varias shinigamis discutían sobre temas efímeros, sin disminuir ni un ápice el tono de sus voces.

Ninguna se mantenía al margen de aquella disputa sin motivo aparente. Algunos de los valientes que pasaban junto al grupo de mujeres jurarían haber escuchado palabras como escenario o decorado. Aún así, tratándose de ellas nunca se sabía.

Tras un recorrido no demasiado largo, el grupo detuvo sus pasos ante uno de los numerosos edificios, de un blanco impoluto, con grandes puertas de roble macizo. El grupo al completo se adentro en el edificio, preparándose para lo que iba a ser un duro día de trabajo.

Y de nuevo el griterío invadió la gran sala, esta vez de manera más insufrible si cabía, pues el tamaño de la sala provocaba un gran eco, que se sumaba al ya nombrado estruendo. Aún así, las shinigamis parecían trabajar a gusto, entre gritos, pero a gusto.

A base de brochazos, Matsumoto Rangiku pintaba parte del atrezzo, vociferando mil y una maldiciones en contra de su capitán, manteniéndose a duras penas sentada sobre sus rodillas, luchando internamente contra el incipiente sueño que le provocaba la borrachera.

A su lado, algo abochornada por todas las intimidades de Hitsugaya que su teniente acababa de airear, Hinamori Momo contemplaba en silencio a la pelinaranja, quien empezaba a tambalearse de forma peligrosa. Y sin poder evitarlo, ocurrió lo esperado. Un sonoro ronquido alertó a las demás, quienes callaron al instante. Sobre una tabla de madera a medio pintar, la fukutaicho de la décima división dormía placidamente, ajena a la gran mancha de pintura aun fresca que cubría parte de su cuerpo.

Unos instantes después, y tras varias miradas cómplices, ninguna tuvo inconveniente en dejar a la pelinaranja -aunque se estuviera convirtiendo por momentos en peliverde- durmiendo sobre aquel intento de arbusto a medio pintar -pues la otra mitad de la pintura se encontraba sobre Matsumoto-. Solo unos segundos pasaron y el griterío de nuevo se adueño del lugar, sin importarle mucho a la bella durmiente del lugar.

Todas siguieron con su trabajo, sin darse cuenta que alguien desde la puerta las observaba algo… aterrado?

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Por las espaciosas calles de paredes blancas, caminaba el capitán del décimo escuadrón, algo preocupado, y a la vez enfadado. Maldiciendo una y otra vez a la causante de sus quebraderos de cabeza, y tras darle varias vueltas al asunto, recordó por fin donde su fukutaicho le había dicho que iría por la mañana.

Un segundo después, había pasado de no tener rumbo a tener uno muy fijo. Su no tan corto cabello se movía al compás de sus acelerados pasos, mientras no cesaba de pronunciar para si mismo la extensa lista de maldiciones, insultos y demás contra Matsumoto.

Cuando ya estaba cerca de su objetivo, un ataque repentino de estornudos le detuvo. Se pasó más de cinco minutos estornudando, por lo que o bien estaban hablando maravillas de él o le estaban dejando como el peor y más incompetente de los capitanes. Confió en que fuera la primera opción, aunque su instinto le dijo que era la segunda.

Por fin detuvo sus pasos frente a una gran puerta de roble macizo. Se detuvo frente a esta un momento, tragando sonoramente saliva, mentalizando de que lo que encontrara en el interior de aquella sala podría causarle un trauma de por vida. Los alaridos y gritos que podía oír algo suavizados le confirmaban sus sospechas.

Acercó temeroso sus manos hacía una de las hojas de la puerta, la cual empujó sin demasiado esfuerzo. Al asomar la cabeza y parte del cuerpo, la primera sensación que tuvo fue de… miedo? No, demasiado suave… Terror? Tampoco, era algo más… Horror? Sí, aquella palabra describía lo que sentía a la perfección.

Se quedó observando a las chicas unos momentos, observando y escuchando todo bastante temeroso. No paraban de gritar y dar alaridos, asustando al más valiente, trabajando duramente en el decorado de la obra. Iban todas armadas con pinceles, serruchos, tijeras y demás utensilios que también cooperaban al aumento del miedo.

Pero cuando sus ojos se fijaron en una figura en concreto, recordó a lo que venía y se olvidó de cualquier miedo o temor. Con pasos firmes y decididos se internó en la espaciosa sala, acercándose cada vez más a la bella durmiente, si se le podía llamar así. Aunque más bien, Matsumoto se había convertido en la bestia durmiente.

Ya no quedaba nada de su anterior pelo anaranjado, pues ahora se había convertido en una masa pegajosa de enredado pelo verde. Su ropa blanca y negra se había machado casi en su totalidad y su cara parecía más bien la de un alien sacado de la peor película de miedo. Al verla, Hitsugaya no pudo evitar retroceder un par de pasos, con el espanto en su cara.

De nuevo recordó su gran enfado, así que sin titubeos se acercó directo a despertar a Rangiku. Aunque falló en su intento, pues Hinamori se había interpuesto entre el y su víctima, con una de esas sonrisas que provocaban que pusiera cara de tonto. Sacudió la cabeza levemente, olvidando la idea, dispuesto a apartarla de su camino.

- Ohayo, Hitsugaya-kun - Sonriente, como casi siempre, esperó paciente a que el peliplateado le devolviera el saludo. -

- Ohayo, Hinamori - Soltó fríamente Hitsugaya, intentando apartar a la chica de en medio. Aún así, ella era mucho más cabezona y persistente, por lo que desistió y decidió recurrir al plan B. El diálogo. - Por que no me dejas pasar, tengo que hablar con Matsumoto.

- ¿Pero no ves que Rangiku-san esta durmiendo? Si la despertamos puede ser peligrosa, y yo no tengo la más mínima intención de calmarla, mucho menos de aguantarla. -Tras las palabras de Hinamori, Hitsugaya ató cabos. Matsumoto podía ser peor que una multitud de Hollows si la despertaban después de emborracharse. Y es que la resaca la ponía de muy mala leche. -

- Por cierto, me dijo esta mañana que aún no has escogido disfraz. ¿Por que no le dejas a ella que te elija uno? - El comentario hirió la moral y el orgullo del capitán. ¿Es que ella también le iba a dar la vara con el tema? Suspiró derrotado, mientras que espaldas de la fukutaicho, la peliverde se levantaba como si de un resorte se tratara. -

- Eso, eso… hip… - Ese fue lo único que logró pronunciar -y que pudieran entender- antes de caer redonda de nuevo sobre el ya nombrado intento de arbusto. Hitsugaya miró por unos instantes a los ojos de Hinamori, quien la miraba con cara de cordero degollado. Jaque mate. -

- Esta bien, me pondré el dichoso vestido que eligió Matsumoto. - Sentenció el peliplateao, dando por zanjado el tema. Ahora solo le quedaba rezar por que alguien fuera vestido peor que él. -

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- Yo no puedo librar a la princesa de la maldición, pero si puedo librarla de la muerte… - Una niña que apenas rozaba el metro y poco de altura, recitaba entusiasmada el guión de memoria, zarandeando de un lado a otro su zanpakutoh a modo de varita. -

- E..Etto… - Los otros dos presentes se dedicaban a mirar como la niña zarandeaba peligrosamente su katana a escasos centímetros de sus rostros. Ambos sudando frío, no se atrevían a reprenderle a la fukutaicho de su división. Más sabiendo que se había pasado el día trabajando y ahora, de noche, les tocaba ensayar. -

- ¡Pero venga! Bola de panchiko, ponle más ganas! - Regañó Yachiru, inflando los mofletes a modo de enfado. - Y tu también Yumi-chan, tenemos que demostrar que los de la división 11 somos los mejores! -

- Si, pero ¿y si ensayáramos con bastones y no con las zanpakutoh? No sería más seguro? - Se atrevió a contestar Ikkakku, sabiendo que se exponía a la ira de pelirosa por se contradicha. -

El estruendo que se armó tras la desafortunada propuesta de Ikkakku fue tal, que el ruido llegó hasta el despacho de la primera división, en donde los suspiros desesperados no se hicieron esperar.

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Mitsuki desu again! XD. Me ha alegrado mucho que el fic haya tenido buena aceptación -al principió pensé que no gustaría demasido-. Y aunque solo hayan llegado 5 reviews, yo estoy orgullosa de haber agradado a cinco personas lo suficiente como para que dejaran su comentario.

Bueno, dejando mis traumas y paridas a un lado, contesto los reviews.

Sakurajin-chan: El primer review de la historia. Domo arigatou! Me alegra que te gustara y espero que este también. Si, pobre Ishida, lo que tiene que aguantar con una autora como yo xD. Aún que en este capítulo no salía, si no adivina como acaba el pobre XDDD. Besos y cuidate nOn.

Tanshin:
Gracias! Bueno, me gusta mantener el misterio, no quiero desvelar hasta el último momento los papeles principales -ni los secundarios-, aunque supongo que con este capítulo te habré aclarado algunos. Gracias de nuevo, besos! nxn

Hitsugaya Maylu: Moomooo! XD Lo prometido es deuda. Te dije que lo escribiría, y aquí esta. Y si querías más HitsuxHina, espero que te guste. Aunque esto solo es el principio… -insertar sonido risa maligna xD-. Soy lista, no tengo ganas de morir tan joven XD. Y también sale Chiru-chan, que se que te encanta :D. Beshos, cuídate y deja reviews!

PD: Dentro de poco, drabbles HitsuxHina… jujuju -insertar sonido risa maligna dos XD-.

Jackilyn-san: Hina-chan! Me alegra saber que te gusta -y más que me dejaras review :P-. Ya sabes que soy una nueva adepta al HitsuxHina, así que no podía faltar en el fic -aun así, nadie supera a mi Ishi-kun XDDD-.Ya tienes más HitsuxHina, para que no te quejes. Ya me dirás que te parece D. Besus!

PD: Lo mismo que a Maylu XD -complejo Shikamaru, vaga de nacimiento xD-

Rina Akiyama: Tenkyu! Me alegra saber que a alguien le gustan las mismas parejas que a mí -supongo que por eso dices que tengo buen gusto XP-. Y me alegra mucho más saber que te ha encantado. Un lector contento es un lector que deja review! -viva mis paranoias XD-. Bueno, espero leerte de nuevo y que te siga gustando tanto. Besos y cuidate! ).

Y digo otra vez lo mismo, todos los comentarios y críticas son bienvenidos. Solo darle al botoncito Go y dejarme un review con vuestra opinión nOn.

Próximo capítulo.
3º Acto. Que empiece el espectáculo.