Faltaban pocos minutos para que comenzara el baile, cuando finalmente Lord Sebastian vio entrar a Elizabeth con sus tíos. Estaba más hermosa que nunca con un vestido amarillo con bordados dorados y el pelo recogido con cintas del mismo color. Se acercó enseguida a saludar a los Harrison y a conversar con ella…

"Buenas noches, Srta. Bennet. Quiero decirle que está muy hermosa esta noche." En voz baja agregó, "¿Ya le había que me gusta mucho como le queda el color amarillo porque resalta los destellos dorados de sus ojos?"

Lizzy se sonrojó "Gracias, mi Lord. No, es la primera vez que me lo dice."

"Bueno, ahora ya sabe mis preferencias." sonrió, "Tendría ahora que decirme las suyas para complacerla."

"¿mis preferencias?"

"Claro, Srta. Bennet. Quisiera saber si prefiere que me vista de azul, verde o negro…"

"Ese traje le queda muy bien, así que, supongo que prefiero el color azul."

"Mi tía, que es mi asesora en vestimenta, opina igual que usted…"

Los dos siguieron conversando hasta que comenzaron a sonar los acordes del primer set y Lord Sebastian se separó de ella ya que debía abrir el baile con su tía. La siguiente pareja era Lord Frederick que invitó a bailar a la Sra. Campbell, seguido de los Matlock, y Darcy con Lady Jane, la hija de un conde conocido de los Matlock.

Elizabeth bailó la primera pieza con su tío, la segunda con el Sr. Barton, y la tercera con Darcy. Cuando llegó su turno, Lord Sebastian muy sonriente la vino a buscar e intercambio unas pocas palabras con Darcy.

Durante la primera mitad del set, Lord Sebastian y Elizabeth hablaron sobre sus libros favoritos e incluso discutieron temas de filosofía…

"... En mi opinión el término justicia es muy complejo, y va cambiando en el tiempo y también es diferente según la sociedad donde vive. Así como también los derechos de una persona lamentablemente varían según la posición social."

"¿A qué se refiere exactamente con esa, Srta. Bennet?" Lord Sebastian preguntó curioso.

"Me imagino que usted leyó la República de Platón y otras grandes obras de los filósofos griegos."

"Si, la leí. ¿Usted también leyó a Platón?"

Lizzy negó con la cabeza, "Si, y lo que me parece fascinante de la civilización griega es que hace dos mil años tenían ideas tan avanzadas sobre la importancia de la educación, la justicia, pobreza y la organización social." Sonrió, "Otra de las cosas que me parece muy interesante, y que estoy completamente de acuerdo con él es en su creencia que las mujeres deberían tener acceso a la misma educación que los hombres."

"Estoy de acuerdo que sería deseable que fuera así, pero hay otros filósofos griegos, como ser Socrates que no estaba de acuerdo con la visión de Platon y de hecho consideraba que las mujeres eran inferiores a los hombres."

"Yo dije que admiraba a Platón, pero en ningún momento dije que admiraba a Socrates."

"Touche, Srta. Bennet…" sonrió, "también prefiero a Platón."

Siguieron conversando hasta que terminó el set, y posteriormente Lord Sebastian se sentó a cenar con ella y los Harrison.

Por su parte en una mesa cercana, Darcy se sentó con los Matlock y Lord Frederick. Su tía invitó a sentarse con ellos a Lady Jane y a sus padres. Si bien los ojos de Darcy sin querer buscaban a Elizabeth, hizo un gran esfuerzo por prestarle atención a Lady Jane.

La noche estaba siendo una pesadilla para Lady Isabella ya que debido a todos los rumores que corrían, ninguno de sus antiguos pretendientes la sacó a bailar. Ni siquiera los caballeros de menor rango que ella se animaron a hacerlo. Sus antiguas 'amigas' la ignoraban e incluso algunas de sus 'enemigas' afirmaban que Darcy había hecho bien en dejarla. Sus queridas 'amigas' Lady Helen y Lady Catherine que estaban en Ramsgate durante el incidente de Georgiana afirmaban vehemente que conocían muy bien a Georgiana Darcy todo lo que se insinuó en el periódico era una vil mentira para desviar la atención. Solo un tonto podía creer que la hija de un rico caballero, que además era sobrina y nieta de un conde pudiera fijarse en el hijo del administrador de su hacienda.