Todos los personajes le pertenecen a J.K.Rowling, yo simplemente soy una admiradora del universo de Harry Potter... No pienso ganar dinero con esto, ni que valiera la pena la historia tampoco... ^^;;
NOTA:
Este fanfic tiene algunos términos en inglés... ¿Por qué? Porque he leido los libros en ese
idioma y me siento extraña escribirlos en español... De todas maneras pondré una lista de algunos
términos que considerere necesarios (aunque créanme, casi no se necesitan ^.^) y perdónenme
si traduzco erróneamente algunas cosas...
-Wormtail = Colagusano
-Aurors = aurores... supongo que así lo tradujeron...
-Dark Mark = Marca Tenebrosa
-Disapparated = "desapareció" (ack... no me acostumbro a la traducción)
-Godric's Hollow = Donde vivían los padres de Harry
El hombre dio un paso adelante sin importarle el cuerpo inerte de la mujer frente a él. Avanzó hacia el bebé en la cuna con una increíble sonrisa en el rostro. Finalmente, hoy era el día, en que destruía a uno de los nidos de gusanos que más molestaban sus planes.
El bebé yacía boca arriba observando el techo, sus ojos inocentes mirando con curiosidad al rostro que aparecía dentro de su visión. El hombre una vez más sonrió maliciosamente al reconocer en el niño el anhelado terror que siempre esperaba en sus víctimas. Sí, se daba cuenta que no era su madre. Comenzó a reír. Reír a carcajadas. Su estruendosa risa resonando por toda la casa. Todavía riendo, levantó su varita y miró al ser bajo su poder.
Se detuvo. El silencio invadió el lugar.
Un escalofrío recorrió su espina. ¿Qué era lo que le produjo tanto frío? Había algo familiar en la escena que estaba actuando...
Un sueño. No. Una pesadilla. Un niño frente a él, indefenso y listo para morir. Él levantando su varita y susurrando las dos palabras más temidas del mundo mágico. Verde. Todo se vuelve verde mientras un dolor intenso y agonizante desgarraba su cuerpo.
Miró de nuevo a la criatura, pero esta vez con un temor flameando en sus ojos. ¿Sería posible que...? ¿Pero qué podía hacer este animal que no pudieron hacer sus padres? Quien no arriesga, no gana, decidió.
-Wormtail, acércate –su voz seria y comandante.
-¿Mi s-señor? –dijo el temeroso ser tras él.
Se dio media vuelta. El patético ser a sus pies temblaba descontroladamente. Obviamente estaría pensando en su traición y si haber atestiguado la muerte de sus mejores amigos valía la pena. Voldemort sonrió malévolamente. Ya veremos si valió la pena, se dijo.
-Imperio –señaló con su varita a la figura a sus pies. Inmediatamente, vio como los temblores del hombre-rata se detuvieron.
No es que él tuviera miedo del niño. Imagínense, él, el GRAN Lord Voldemort, temeroso de una insignificante criatura... ¡Ja! No era miedo lo que lo impulsaba a hacer esto. Simplemente era precaución, y él sabía lo mucho que significaba tener cuidado en quién confiaba y en quién no. Con tantos aurors detrás de su rastro, un simple error podía ser fatal.
Decidió retirarse a mirar placenteramente el trabajo de esa noche desde la puerta de la habitación. No quedaba mucho de la casa. Supuso que exageró en el poder que mandó tras cada maldición al padre del muchacho. Debería de ser más cauteloso la siguiente vez, no le convenía que el edificio se viniera abajo cuando él aún se encontraba dentro. Puede que sea semi-inmortal, pero el dolor seguía siendo dolor para su cuerpo.
Un comando silencioso y el hombre frente a él se levantó del suelo. Sacó de su túnica una varita, y acercándose al bebé, la apuntó a su cabeza.
-¡Avara Kedavra! –rugió. Un rayo de luz verde se abalanzó hacia el muchacho, que empezó a llorar cuando el ataque dio en su frente, justo encima de su ojo derecho. Para el asombro de Voldemort, la maldición rebotó del niño y regresó en dirección hacia el que la había lanzado. Todo el cuarto se iluminó con una luz verde brillante. Sin ni siquiera un sonido, Wormtail cayó muerto al suelo, al lado de la pareja que había traicionado sólo horas antes. Sus ojos abiertos claramente reflejaban arrepentimiento.
Despegándose del marco de la puerta, se acercó a la cuna del bebé. El rostro de Harry poseía una hilera de sangre, la cual brotaba de la nueva adquirida cicatriz en forma de relámpago. El niño se calmó un poco al ser levantado en brazos.
Increíble. Si no fuera porque lo había presenciado, él nunca lo hubiera creído. Exactamente, ¿qué tan poderosa era esta criatura? La maldición que le habían lanzado era una a la que cientos de grandes magos habían caído antes que él. Todos ellos sin una sola oportunidad de bloquearla, mucho menos reflejarla. Había tenido razón al ver en esta familia una gran amenaza.
El niño, ignorante de todos los pensamientos que cruzaban la mente de la persona que lo cargaba, dejó que el cansancio lo envolviera.
Voldemort bajó su mirada al muchacho dormido en sus brazos. Había perdido mucho tiempo ya. Ahora, en cualquier momento debían de llegar refuerzos para los Potter. No que les sirvieran de mucho ahora... Y aún no terminaba de hacer lo que se había propuesto hacer esa noche. Estaba inseguro de la razón por la que no había arrojado el niño al suelo, al menos para sentir placer con su dolor. Es más, lo cargaba como si fuera una de las joyas más valiosas del mundo.
Lo cual era, el pensamiento corrió en su cabeza antes que pudiera detenerlo.
Una nueva sonrisa diseñada para aterrorizar a gente que la veía se dibujó por su rostro. Asegurándose que la Dark Mark se encontrara flotando sobre la ex-casa de Harry, Voldemort disapparated de Godric's Hollow hacia el lugar donde estaba su escondite.
Si el muchacho le daba problemas, siempre existían millones de formas de matar a un ser humano en la manera muggle...
