Nada de esto es mío, todo pertenece a JK Rowling y a otras entidades...
Agradecimientos
Jeje… me encantan los reviews largos, saben? ^.^ Me alegro de haber obtenido varios así =P
Ani: Como siempre digo, me agrada que te guste el 'fic. Sobre que es algo nuevo, no estaría completamente de acuerdo, pero si tiene mi toque personal ^^;; Gracias por tu opinión. Al parecer así tendré que hacerlo... lo cual no será difícil si es que tengo reviews tan interesantes como la tuya =P
Selene: Yo dije que no me agradaban los reviews? Cuando?! (debo de cambiar esa parte ^^;;) Me encantan (pero soy una persona demasiado orgullosa...) Me alegro que te gustara el capitulo (estaba medio preocupada =S) Ten por seguro que Harry no crecerá 'inocente' y 'bueno' ^.^ Tendrá su propia personalidad. Por el momento no diré más, porque en la historia él evoluciona como se le da la regalada gana ^^;; (y porque no tengo el final pensado, tampoco -.-;;). Sobre la 'verdad' que lo haga cambiar que me sugieres, no creo que sea posible... ya leerás a qué me refiero después...
May Potter: Qué bien que te siga gustando la historia! Ok. Trataré de hacerlos cortos... Aunque en este capítulo he tenido un cierto bloqueo :( Hmmm... sobre lo de Draco... Aún falta mucho (en Hogwarts), y dudo mucho que Harry se lleve bien con su actitud... -_- De todas maneras, eso es demasiado en el futuro, así que no te lo puedo asegurar ^.^ Lo mismo pasa con Slytherin... =P

De Oportunidades Perdidas
De Verdades y Resignaciones

Aquí está la continuación del cuarto capítulo, el cual me pareció realmente muy largo, así que decidí partirlo... Según como tenía planeado hacerlo, aún no hago la parte de las varitas... ^.^ En el siguiente episodio será =P
Hmm... los acostumbrados términos en inglés...
-Dreamless Potion = Poción que te permite dormir sin ser acompañado de sueños.
-Dark Lord = Señor Tenebroso.
-Death Eaters = Mortífagos.
-Dark Mark = Marca Tenebrosa.


-Lo siento, padre. Me quedé dormido.

Notó con cierto placer que no hizo la acostumbrada reverencia al disculparse. Sin duda, el niño Potter comenzaba a tomar mejor conciencia de sus acciones. El movimiento le hubiera causado dolor con el estado de su frágil cuerpo.

Aún cabeza gacha, el muchacho toma asiento en el lado opuesto de la mesa. El hombre regresa su atención a la comida, sin fijar su mirada en el infante y con un rostro desprovisto de emociones.

-Es la hora del almuerzo, Potter -su voz estable e indiferente.

-No volverá a suceder, señor -susurra el bebé.

Se encontraba complacido. La poción dreamless había tomado efecto. Harry había podido descansar tranquilo toda la noche, sin estar poblado de pesadillas. No estaba molesto ante la intrusión reciente del muchacho, ni lo iba a castigar por algo tan absurdo como esto. Hubiera preferido que el niño se tomara todo el día durmiendo, mas al parecer Harry tenía otros planes.

Ingresan dos elfos domésticos con el exquisito manjar preparado y lo depositan frente a su pequeño amo. Reverencias vacías. Se retiran. La expresión de asco de la niñera-elfa en la esquina del comedor no pasa de mi atención. Sonrío internamente.

Nagi, ¡¿por qué no me levantaste?!>

El susurro escondido del muchacho Potter, tampoco se escapa de la atención del hombre.

Necesitabas el descanso -responde el susurro de ella.>

-¿Dormiste bien, Harry? -inquirió sin cambiar de tono.

-Sí, padre -el niño empezó a considerar el almuerzo.

-No más pesadillas con James Potter, me figuro.

-No, señor -cubierto en mano y mirada en el plato.

-¿No más reclamos que ya no eres su hijo?

Levanto la vista al infante. Boca abierta e inhabilidad de pronunciar palabra alguna, me comunica que no estaba preparado para este tipo de conversación. El bebé baja la cabeza y traga saliva. Dirige una mirada de reojo a Nagini, seguida de una expresión de comprensión.

-No, padre -voz controlada.

El infante compone la expresión de su rostro en indiferencia y conecta miradas con el hombre. Tan sinceros. Su frivolidad no toca sus ojos. Le decían que el niño esperaba algún tipo de respuesta a una muda pregunta. Sin embargo, ¿valía la pena despejarle su duda?

No.

No por el momento. Había otro asunto más importante para Voldemort que mostrar afecto. Tom Riddle tenía su propia duda que debía despejar. Una tentación que podía costarle todo lo trabajado. Todo.

Decir la verdad no era un rasgo característico de sí mismo. Sin embargo, el pensamiento que lo carcomía no lo soltaba de sus garras. Cierto. Estaba la probabilidad de perder al niño en el proceso, pero también se encontraba la oportunidad de ganarlo. Una balanza que podía tirar para cualquiera de ambos lados. Incertidumbre.

Esta es la razón por la que odio la vida familiar.

-¿Qué tanto me consideras tu padre? -se oyó soltar la pregunta con gran expectativa disfrazada.

Harry dejó de hincar la comida con el tenedor para dirigirle una mirada de desconcierto, de la cual se compuso rápidamente.

-Tanto como a James -arrastrando las palabras, sus ojos lo inspeccionaron cuidadosamente, queriendo hallar el objetivo del asunto.- ¿Prueba, padre? -se decidió a decir- Dime qué hago.

El niño confiaba en sus sentimientos hacia él, entonces. ¿Confiaba él en los sentimientos del niño?

Tomó un sorbo de la bebida posicionada en la mesa. Harry retomó el proceso de ingerir el almuerzo. No dejaba de lanzarle miradas furtivas que delataban incomprensión.

-¿Sabes cuál es el estado del mundo mágico, Harry? -dijo luego de mucho silencio.

Sin dejarle tiempo a que respondiera, Voldemort continuó.

-Sería imposible de describir, -una pausa recolectando sus ideas- en primera instancia hay caos y desorden. Miedo y terror. Muerte...

-¿Por eso nos mudamos siempre? -lo interrumpe la estúpida inocencia del niño.

Ríe.

En gran parte, sí -sonríe misteriosamente, dirigiendo una mirada a Nagini, que estaba enrollada sobre su lugar habitual al lado de la mesa.>

***

El niño asiente y empieza a comer más lento, poniendo atención en las palabras de su padre. No había lugar a dudas que ésta era una prueba. Una de esas que Tom siempre solía hacerle. Pero Harry amaba a su padre, no había temor de fallarla. El sentimiento que tenía por él lo hacía sentirse invencible.

-Cambiando de tema, Harry, debo advertirte que la mayoría de la gente es estúpida. Tienen el conocimiento a su alcance, y sin embargo, son demasiado cobardes para utilizarlo -comenta sin prestar mucha atención a sus palabras.- Es gracias a esto que un poderoso mago sacó ventaja de esta debilidad, utilizando las Artes Oscuras para ascender en poder.

Siguió comiendo. ¿A qué venía todo esto? Su padre siempre había sido directo. No daba vueltas con sus temas, ni lo contaba a modo de relato. Miró tímidamente al hombre frente a sí y Tom le devolvió fríamente la mirada. Bajó los ojos intentando ocultar su desconcierto sobre la situación.

-No hay tal cosa como magia buena o magia mala, -continuó- sino personas demasiado débiles para utilizarla, Harry. Este Dark Lord reunió seguidores, a los que llamó Death Eaters. Junto a ellos y a su Dark Mark dejaron en claro quiénes eran los fuertes y quiénes los inferiores.

¿Death Eaters? ¿Dark Mark? Eso le sonaba conocido... ¿No era lo que frecuentemente escuchaba en aquellas sombrías pesadillas? Aquellas visiones en las que Tom...

No.

Eran sólo sueños. Producto de su mente. Visualización de sus temores. Nada de eso era real, se repetía. Un nudo asfixiante se le formó en el pecho. Esta conversación no le traía buenos presentimientos... Pero él amaba a Tom, se recordó. Tomó vigor del pensamiento.

El hombre había dejado de comer. Con sus codos apoyados en la mesa, y su penetrantes ojos, lograron hacer que el niño pegara su mirada al plato.

-Odian a los inferiores muggles. No creen justo que seamos nosotros los que tengamos que ocultarnos de esas asquerosas babosas. Nosotros que tenemos todo el poder para dominar al mundo.

Eso sí que lo recordaba... ¿Podría ser que Nagini no tuviera la razón? ¿No había sido lo mismo que había dicho su padre en aquel sueño...? Habían demasiadas coincidencias...

Tuvo que luchar para evitar que su escalofrío sea notorio.

-¿Tú que piensas al respecto, Harry? -le preguntó inquisitivamente.

Pensó cuidadosamente en sus palabras antes de poder responder. Muggles siendo torturados y asesinados no era algo bueno... Las incontables imágenes presenciadas en su cabeza eran mucho más que prueba fehaciente para su personal convicción. Sin embargo, no iba a dar la contra a su padre, ni mucho menos mentirle...

-El poder es importante, padre -tragó saliva.- Si nos da ventaja sobre los demás, es bueno saber que está a nuestro alcance -hizo una pausa para reconsiderar lo que iba a decir.- No veo nada de malo el utilizar las Artes Oscuras para lograr nuestras metas.

Siempre y cuando no sea tortura..., agregó mentalmente.

-Me sorprende lo bien que aprendes, muchacho -sonrió complacido el hombre después de un momento de silencio.

Harry asintió.

¿Será su padre un Death Eater?

Si aquello era verdad, entonces sus pesadillas eran reales...

Se mordió el labio inferior.

-Este Dark Lord se llama a sí mismo, Lord Voldemort.

Eso lo sabía. Demasiadas veces había escuchado ese nombre en las recurrentes visiones nocturnas.

-Hay muchos magos y brujas que se opusieron a su aumento en poder. Oponen, incluso en el presente -ira fugaz opacada por su largo silencio.- Tus padres...

El plato fue dejado de lado. La ansiedad en el aire impedían que el niño pudiera pasar bocado. Callado, Harry esperaba que su padre continuara.

¿Qué pasaría si su padre fuera un death eater? ¿Lo querría igual que antes? Él nunca fue malo con Harry... Siempre lo había protegido. Educado. Engreído... No importaba quien fuera para el mundo externo, para él siempre iba a ser su padre... ¿Verdad?

El corazón del niño latía fuertemente en expectativa.

-Tus padres estuvieron del lado equivocado -continuó finalmente, con un tono cansado.- Esta fue la razón por la que fueron asesinados... En manos de Lord Voldemort.

Voldemort... Un nombre conocido en su locura, y sin embargo, tan distante de él...

-¿Por qué me dices esto, Tom? -preguntó en voz baja.

-¿Qué tanto me consideras tu padre? -repitió. Sus ojos carmesí enterrados contra su mirada. Harry no podía dejar de mirar.- Si... después de lo que digo... decides que es mejor... vivir en un orfanato, lo entenderé, Harry.

Su padre bajó la mirada a su plato a medio comer.

Un orfanato. Según Tom, era uno de los lugares más horribles en el que él tuvo que vivir. Los muggles encargados son personas sin corazón que ven a los huérfanos como seres inferiores, y los tratan como animales. Sin hablar de los demás niños. Si no conseguías amigos pronto, eras la carnada de muchos.

¿Por qué iba a querer ir a ese lugar?

Mis padres estaban del lado equivocado... Asesinados por Lord Voldemort...

Tomó una gran bocanada de aire.

-Yo soy Lord Voldemort.

-...

-Yo maté a tus padres, Potter.

-...

-¿Qué tanto me consideras tu padre, ahora?

El silencio lo consumió todo. En la cabeza del niño había solo una pregunta que se repetía incesantemente.

¿Lo querría igual que antes?

Mató a mis padres.

¿Lo querría igual que antes?

Me cuidó.

¿Lo querría igual que antes?

Torturó a cientos de muggles.

¿Lo querría igual que antes?

Me dio techo.

¿Lo querría igual que antes?

Él es la causa de tanta infortuna en el mundo mágico.

¿Lo querría igual que antes?

Me dio a Nagini.

¿Lo querría igual que antes?

Él asesinó a Lily y James Potter.

¿Lo querría igual que antes?

Me amó.

¿Lo querría igual que antes?

El sonido sordo de su corazón no dejaba de latir.

No es verdad, una parte de sí gritaba. Mientras la otra le recordaba diabólicamente que su padre acababa de confirmarlo. Las pesadillas eran sólo una ilusión, se decía. La visión de su Tom disparando un Avara Kedavra a su madre era una mentira. Nunca había existido tal luz verde. No importaba qué tanto tiempo atrás venía presenciándola, jamás fue real.

Se dio cuenta que estaba temblando. Cerró sus ojos en un intento de controlar su cuerpo.

-¿Por qué estoy vivo? -preguntó al vacío.

Quería con todo su corazón a Tom. Haría lo que sea que le pidiera... Pero, esto...

No era asombro que James lo atormentara en sus pesadillas. Por supuesto que lo culparía de beber su sangre si es que Harry era feliz con el hombre que lo mató.

Porque era feliz... ¿o no?

Se apoyó en el respaldo de la silla. El dolor en las costillas le recordó no estar del todo bien. Un nudo en la garganta crecía con cada respiración. No podía llorar frente a Tom. No podía. Se tragó las lagrimas.

-Porque me eres útil, Harry.

¿Sólo por eso me quieres, Tom?

-Aunque debo admitir que tienes muchas cualidades con las que no contaba. Me sorprende aún que puedas con las habilidades del Parsithel -su padre lo miraba con una expresión extraña. Era como si una súplica se encontrara tras las llamas de sus ojos.

Respiró profundamente. El nudo dentro de sí no atrevía a soltarse.

Se sentía culpable. Culpable por amar a este ser que le arrebató la vida a su familia. Quizá ellos jamás se lo perdonarían. Suspiró. No recordaba a sus verdaderos padres. Estaba seguro que de haber vivido con ellos, los amaría con todas sus fuerzas y le aterraría el pensamiento de perderlos...

Pero no había vivido con ellos. En esta realidad, había sido criado por Tom. Y lo amaba. Oh, qué mal se sentía.

El amor es ciego, Harry>

Es verdad, Nagini. Tan sólo espero que mis padres lo comprendan.


Aggg... Cuando tienes pensada una escena en tu cabeza, todo se ve bonito y normal... pero cuando decides ponerlo por escrito... como que las cosas se van mucho más allá de tu control, y en consecuencia termina siendo una completa desgracia. Esa es mi opinión para el diálogo que ocurre en este capítulo. Sobretodo para la forma en que reacciona Harry. Sinceramente espero que el proceso de asimilación de la verdad y la aceptación de la misma, no haya sido demasiado rápido -_- (Por supuesto que la conversasión entre ambos no acaba ahí, pero decidí dejarla a la imaginación de ustedes =P)
En conclusión, este es el peor capítulo que siento que he escrito hasta ahora.