Agradecimientos
Nekocha: Si que tienes mala suerte! ^^;; Quizá el problema sea el carácter '' como ya te mencioné... lo mismo me sucede cuando escribo los capítulos, por eso evita utilizar la carita '>.' ^^;; Ok. Ya sabía que alguien iba a hacer la 1ra pregunta... jejeje...
No. Sevie no es el traidor de la varita ^.^ (Quien me creería si dijera que él tuviera un dibujito de un murciélago?? ...nadie =P) La cicatriz es una nota que está más abajo... Y sobre la tercera pregunta... solo te diré que Harry no teme decir la verdad a su papi... ahora ya veremos qué hará él con la información... ^.^
Selene: Parece que no eres la única a la que le pasa eso... Nekocha tuvo el mismo problema... ¬¬ (En el mismo capítulo, en realidad... me pregunto si eso habrá sido coincidencia?). Hmm...? Te parece que Harry se aleja de su padre?... Lee más abajo para una aclaración ^.^ Gracias por llamarlo a mi atención. Sobre los niños... Harry definitivamente va a comprender por qué Tom hace lo que hace... aunque quizá no sea como tú lo piensas ^^;; Me parece que te encantaría que Harry sea completamente cruel y oscuro =P
Caila-c: En realidad sí había notado que me habías puesto en tus favoritos, pero no mencioné nada porque a lo mejor podía haber sido un error ^^;; jejejeje... Muchas gracias por el cumplido, me ayuda enormemente a subirme la autoestima ^.^ Espero no desilusionarte *sonrisa nerviosa* ¿y no me tardé mucho, o sí? La respuesta a lo de los engendros es... Aughh... a pain in the ass… No pude escribir la escena, por más que quería... Al menos dejé pistas y explico por qué es que Harry está tan molesto con ellos... ;_; Estuve un poco bloqueada... (y aún no respondo tu e-mail, lo voy a hacer después de subir el capítulo...)
Lina Saotome: Parece que al igual que Selene esperas que Harry se vuelva completamente cruel y despiadado ^^;; Oh, bueno... Lo siento… ^^;; El niño es 'hijo' de Tom, pero no le pongamos etiquetas... también tiene una personalidad y mentalidad propia. Además de su propios conflictos (punto principal de todo este 'fic). Y sí. Se va a volver amigo de Ron y Hermione... aunque no sé como será esa 'de la nada' porque aún no he llegado a pensar en Hogwarts... Bueno, mi enamorado no es tan homofóbico como antes, y en cierto punto ha llegado a respetar mi opinión, aunque ello no evita que le encante molestarme con el tema ^^;; Pero sí tienes razón al decir que no le gusta el yaoi =P Umm... si tienes preguntas sobre la historia, hazlas. Lamentablemente no tengo un lector beta que me diga que las imágenes en mi cabeza no han sido plasmadas en papel... por lo que resulta medio confuso a veces.
May Potter: "macabro"? Jejeje.. la verdad es que el capítulo iba a acabar cuando Harry se desmayaba... pero de la nada me vino esa línea... y no me pude resistir a crear el contexto para ponerla... ^^;; Lamentablemente esa escena a creado muchas dudas... pero no importa, siempre y cuando me divierta escribiendo la historia =P
Aspy: Lee mis notas-comentario más abajo para que recibas una explicación sobre la cicatriz ^.^ Te parece 'oscuro y tétrico'? Jejeje.. me honras con ese cumplido =P Me alegro que te agrade la historia hasta ahora. Yo también siento que Lily Potter ha sido descuidada... pero después de todo, Harry no tiene con quien compararla hasta ahora... (El comentario de Nagini haciendo el papel de madre, proviene de Voldemort, por lo tanto el niño no tiene la menor idea de la analogía). Si tiene pesadillas con Lily? ^.^ Tú que crees? ^.- (sólo hemos visto una escena en donde narro una de las tantas pesadillas de Harry. Fue sobre James porque quería crear contexto para el capítulo donde Voldie le dice la verdad sobre el asesinato de sus padres). Así que apostaría mi dinero a que sí sueña con su madre... ^^;; Qué fue con la varita? ^.^ Lee el capítulo de hoy =)
Arabella Figg Kalabaza: Gracias! Gracias ^.^ Y yo que siempre me encuentro insegura sobre la historia ^^;; Estoy COMPLETAMENTE de acuerdo contigo! Harry parece ser tan maduro, no? Una de las razones es porque me daba flojera escribirlo en términos simplistas de un niño de más o menos su edad (el capítulo en que lo intenté fue un desastre ^^;;). Además es justo pensar que Voldemort lo forzara a crecer rápidamente, al igual que las repetidas ocasiones en que ha sido espectador de torturas y asesinatos. Yep. Tom y Voldemort son como dos opuestos. Riddle está ansioso de recibir amor y afecto, de ser aceptado por los demás, de poner fe en las otras personas... mientras Voldemort odia ser 'débil', considera la frialdad e indiferencia la superioridad total, desea que el resto lo respete (y obedezca), quiere constante venganza contra su padre (y muggles)... Es como si Voldemort fuera el cascarón que protege a Tom Riddle del exterior. En sí, Tom es la parte humana del Dark Lord. Aunque Voldie se mantiene activo en el mundo mágico, aún no se ha atrevido a lanzar un ataque masivo (si relatara ese aspecto de la historia, el 'fic se desviaría completamente de la intención original). Y no. Dumbledore no sabe que Harry está en manos de Voldemort, pero tiene sus respectivas dudas del paradero del niño (aunque nada conciso). Y sipi. Lo buscaron (te imaginas que Sirius se rinda así de fácilmente con su ahijado? ^^;;). No sé aún que pasará cuando llegue a Hogwarts... ¬¬ (ya veremos, la historia tiene una vida propia). Y me acabas de dar una idea Arabella! Jeje... El Niño Que se Perdió ^.-
De Oportunidades Perdidas
De Muggles y Mudanzas
Prepárense para una GRAN nota-comentario ^^;;
Sobre los chiquillos que nuestro pequeño irá a visitar en este capítulo, debo comentar que Harry es un niño muy sensible (y tímido) con personas que no sean Nagini, Voldemort y Demy (principalmente porque no ha tratado frecuentemente con nadie más), así que a lo mejor a ustedes no les parece muy cruel lo que le hicieron sus 'amiguitos'... Pero a él no le agradó para nada... ^^;; Debo añadir que al parecer aún no a aprendido a controlar su ira ^^;; (igual que su padre...)
Hmm... Me alegro que se hayan dado cuenta del pequeño cambio en la actitud de Harry con respecto a su padre! (comparando los capítulos 6 y 7) Jejeje... es que nuestro niño ha crecido ^.^
Ha pasado un año desde que Harry se ha enterado sobre sus padres, y ha perdido GRAN parte de su inocencia infantil (reconoce que sus pesadillas son *reales*, y por tanto, también los actos de tortura que Tom comete...). Quizá esa sea la razón por la que perciben que se haya vuelto más frío y distante, cuando en realidad está aprendiendo a mantener algunos de sus pensamientos privados, madurando emocionalmente de la forma más brutal... y al mismo tiempo imitando a su padre (sarcasmo, frialdad e indiferencia...) ^^;; En esencia, Harry sigue amando a Tom con todo su corazón, pero al mismo tiempo vive con sus propios fantasmas... Creo que la escena del veneno en vez de aclarar las cosas, lo confundió todo más... ¬¬
El niño *ama* a Voldemort, pero al mismo tiempo también quiere a sus verdaderos padres, y en consecuencia, vive en un constante conflicto interno... (el cual era una de las premisas principales de la base de la historia...) Esto a su vez conllevará a una peculiar relación que se desarrollará entre 'padre'-hijo (que tan solo espero sea fácil de desarrollar y escribir... porque de la idea que tengo en mi cabeza, a pasarlo a escrito... GRANDES diferencias... ¬¬).
Ya que me preguntan sobre la cicatriz de Harry, aquí explico algo. La cicatriz que Voldie acariciaba el capítulo anterior (De Lecciones y Pociones) era la que él mismo le da a Harry el día que decide 'adoptarlo'... (creo que me olvide mencionar que era ESA cicatriz ^^;;;) Jejeje... bueno. Voy a intentar explicar la razón por la que le causa dolor, pero no me está siendo fácil... (ya es como la cuarta vez que reescribo el maldito párrafo... GRRR).
Harry posee una conexión psíquica con Voldemort. Parte de ella es gracias al Parsithel y la otra es por la cicatriz en forma de relámpago que posee ^.^ El hecho que Wormtail (Colagusano) le haya lanzado el Avara Kedavra estando bajo la imperius de Voldemort, logra el mismo efecto que se explica en los libros (la parte en que Voldie volca parte de su poder en el muchacho y crea al mismo tiempo un lazo que le causa dolor cada vez que él se encuentre cerca o se sienta furioso contra él).
Ahora... ¿Por qué no le duele a Harry constantemente la 'cabeza' (como él lo pone)? Después de todo vive con Tom, ¿no? Oh... mi simple excusa al tema es esta: Costumbre. ¿Qué creen que ocasiona la repetida cruciatus? (Rpta: Resistencia al dolor... ^^;;) Además del hecho que Voldemort no lo *odia* como en el canon (los libros), por tanto su furia no es tan fuerte. Es más, el causante de dolor cada vez que Tom se enoja con su hijo es el Parsithel (¿De dónde creen que viene la presión en los pulmones y la agitación de la respiración? Parte es su reacción a la gran ola de emoción proveniente de su padre, mientras la otra es una fracción de lo que siente Voldemort).
Entonces si está 'acostumbrado'... ¿Por qué siente dolor alguno?
Porque cuando su padre se enoja con el resto, su emoción no es disminuida por el afecto que siente hacia ellos (si no hay afecto ^^;;). Además de tomar a Harry desprevenido (durmiendo).
Esto termina el tutorial de la cicatriz. Espero que haya esclarecido en algo todo este rollo (no saben todo lo que me costó ponerlo en palabras!!! ARGHH!). Si no he despejado sus dudas sobre el dichoso relámpago, hagan preguntas! ^.-
Cualquier otro tema que deseen que aclare, por favor háganmelo llegar. No saben lo mucho que me encanta escribir hablando cualquier cosa... ^.^ (y yo advertí que iba a ser largo, ¿no? Jejeje...)
-Parselmouth = Persona que habla parsel.
No. No quería hacerlo. La sola idea me daba asco.
Pero...
Un buen pero. Maldición.
Incluso la elfa se había dado cuenta de aquello, y eso ya era grave.
El niño se volvía más retraído e introvertido con cada hora adicional que pasaba dentro de la casa. Ni siquiera Nagini lo lograba sacar de este estado de humor. Un tanto preocupante.
Reconsideré las imágenes que cruzaban por mi cabeza.
Muggles, qué mal olientes criaturas. Esclavizadas a una vida inferior sin los privilegios de la magia. Animales incapaces de sentimientos. Ignorantes al nivel más alto. A veces pensaba que sería bueno revelar la existencia de magia a los tarados, aunque sea sólo para disfrutar de su pánica reacción. Pero entonces, la situación podría volverse peligrosa... Los muggles no eran conocidos por su comprensión a aquellas cosas que no entendían, sino por la destrucción de las mismas. No quisiera encontrarme en una peligrosa posición. Era obvio que ellos me sobrepasaban en número, y a menos que el imbécil de Dumbledore no esté en el camino, no pienso arriesgarme.
Pero, ese no es el tema. No debo dejar divagar mi mente. Eso es para discusiones en el Círculo de Sombras.
Ahora, el niño.
Dejando de lado mis prejuicios sociales, la situación podría ser muy útil. Era hora que Harry aprendiera el estilo de vida que sería su cubierta por varios de los años siguientes. Esto podría ayudarlo enormemente. Incluso para mí, los conocimientos muggle me daban ventajas sobre el resto del mundo mágico...
¡Muggles! Cómo los aborrezco...
***
-¿A dónde vas?
Detuvo sus pasos. Volteó.
Tom estaba recostado serenamente sobre un sillón, pies sobre una silla y un grueso libro frente a su nariz. Ojos rojos siguiendo cada uno de sus movimientos. Respiró hondamente. Por supuesto que debió haber pedido permiso... Después de todo, era raro que esté vestido con ropa muggle. Pero si su padre no le dejaba salir...
-Al parque, padre -respondió entrando en el estudio.
El hombre sonrió maliciosamente. Cerró el libro de golpe y le señaló que se acercara más.
Harry así lo hizo.
-¿Recordaste nuestra conversación? -su voz casual.
No había duda a qué diálogo se referiría.
-Esa no es la razón -aclaró tomando asiento en la silla ahora vacante. Su padre había enderezado su compostura. Dedos entrelazados sobre su rodilla. Ojos cerrados.
-Lo sé -una amplia sonrisa maquiavélica esparciéndose en su rostro.- Nagini -fue lo único que dijo.
Comprendió de inmediato.
-Sin embargo, ¿consideraste lo que te comenté? -volvió a inquirir, levantando sus párpados.
Se acomodó en el asiento. Sí. Lo había pensado... mas no veía el por qué tenía que ser tan pronto.
-¿Estás bien, Harry?
El niño levantó la mirada del suelo. Estar alrededor de tanta gente le incomodaba. ¿Por qué había escogido un centro comercial muggle? De todos los lugares posibles...
-¿No es peligroso este lugar?-preguntó antes de poder evitarlo.
Los aurores...
-¿Crees que estaríamos acá si pensara que podrían atacarnos en cualquier momento? -sarcasmo lo recibió.
La verdad era que sí le creía capaz.
Volvió a dar un vistazo panorámico. Ninguno de los muggles les prestaba atención. Lo cual no era de extrañar. Después de todo, ¿quién se preocuparía por dos niños andando solos por el lugar? Tom ya lo había explicado. Qué mejor disfraz para despistar a tus enemigos que aquel que piensan jamás utilizarás, y si por labores del destino, evocaban sentimientos débiles en ellos, lo hacía mucho mejor.
-Nadie presta atención a lo que dos pequeños niños hablan, Harry. Siempre lo atribuyen a su incontenible imaginación. Incluso si habláramos de Quien-no-debe-ser-nombrado, -un brillo pícaro resaltó en sus ojos oscuros- ningún muggle tomaría cuenta de nuestras palabras.
El muchacho de ojos negros sonrió misteriosamente. Su lacio cabello castaño le llegaba a las orejas, mientras sus pecas se perdían en la tonalidad de su piel. Tom se había prestado ropa de Harry para poder vestirse en la figura que la poción Multijugos le otorgó.
-¿Es ese el niño con el que he estado soñando? -preguntó tras recordar las actividades nocturnas de la semana pasada. Siempre que cerraba los ojos, veía la cara que ahora Tom utilizaba.
-Ah... ¿Te refieres a Martin Breck? -su tono burlón y satisfecho.
-Me sorprende que sepas su nombre, Tom -divergió su mirada a una pareja que los miraba aprensivamente. Sonrió tiernamente, de la manera que su padre le había enseñado. La mujer le devolvió la sonrisa y continuó hablando con su esposo.
Tan predecibles...
-Fui a su funeral ayer. Es obvio que recuerde el nombre, ¿no te parece?
-¿Diste tu debido pésame a los padres? -soltó una risita ante el prospecto visual.
Aunque era obvio lo que implícitamente sugería. Su estado de humor cayó en picada. Tom rió maliciosamente sin notar la pesada sombra que nubló sus ojos jade por un nanosegundo.
-Por supuesto -su mano alborotó su ya caótico cabello.- Me agrada tu sentido del humor, Harry. Me recuerdas tanto a mí, que me asombro.
Conocía a Voldemort lo suficiente como para saber que ese 'pésame' no era sino un ticket de ida sin regreso al mundo del No Retorno.
Con una sonrisa en sus labios, Harry se permitió escuchar los temas de conversación alrededor de ellos. Nada interesante. Confía en muggles para tomar importancia a las cosas más superficiales...
Al menos ya no sufrían, se consoló.
-¿Te vas a comer el helado? -el niño de ojos oscuros preguntó en un tono infantil, por un instante haciéndolo olvidar que se encontraba frente a su padre.
Harry sonrió. Su padre podía ser tan buen actor. Fingir sentimientos que no existían era una de las grandes habilidades de Tom. Algo que había 'heredado' Harry, aunque ello no evitaba que el hombre no pudiera leerlo como libro abierto. Quizá intervenía el hecho que él se negaba a ser otra cosa más que totalmente sincero con el asesino de sus padres.
-¿Por qué un centro comercial? -una nerviosa compostura mientras prestaba atención a su copa de helado.
-Estamos de compras muggle.
-¿Por qué no un lugar más desolado?
Sin mucho público...
La mesera miró al par de niños sentados en la mesa, una expresión de intriga. Tom le regaló una tímida mirada, saboreando su helado de chocolate. Harry preguntaba constantemente si ya iba a regresar su tía, preocupado y nervioso. Satisfecha, dirigió su atención a sus demás clientes.
-Necesitas socializar más -una mirada de reojo a cualquier otro posible espía.- Tu incomodidad ante las personas sólo logran obstaculizar nuestros planes, Harry.
Un gemido culpable.
-Ya sabes cuál es tu futura cubierta. El relato que vas a repetir y actuar bajo la protección de Hogwarts... ¿o no?
Asintió silenciosamente.
-Entonces no debo de reiterar la crucial importancia de los muggles.
-Lo sé -cuchara en la boca.
Pausa en el que ambos disfrutaron sus copas. El niño de ojos cristalinos dirigiendo nerviosas miradas alrededor. Ojos en sombras mirándolo atentamente, brillos momentáneos de duda.
Tom estaba dando sus últimas reconsideraciones.
Silencio entre los dos.
-Vas a mudarte a vivir solo, Harry -la voz de Martin inexpresiva.
¡¿QUÉ?!
¡Pero si yo no quiero vivir solo!
No quiero alejarme de ti.
Tengo miedo...
Siempre he sido protegido...
-... -las palabras le fallaron.
-De la manera muggle, he de añadir -conectó miradas con ojos pálidos.- Sin magia, a menos que te dé mi permiso, o sea una extrema emergencia. En cuyo caso deberás de comunicarte inmediatamente conmigo luego que suceda.
Ruido externo de otras personas sumergidas en sus triviales conversaciones. Tensión creciente con cada instante.
-¿Cuándo...? -su hilo de voz se quebrantó.
-Pronto.
-Es muy pronto... -se limitó a decir.
-Escúchame, muchacho -acercó su rostro al del niño.- La cultura muggle no se aprende en un par de semanas. O meses.
Intensos ojos fijos en un mar de desesperanza. Harry sabía que no había forma de convencer a su padre de lo contrario. Tom siempre hacía y deshacía con su vida, no que a él le importara quitarle ese privilegio. Después de todo, no era justo que él estuviera vivo. Su vida no le pertenecía.
-Además, no es como si no me volvieras a ver. Estoy seguro que tendremos contacto permanente -añadió.
Un has de esperanza se asomaba.
-¿Me dejarás participar en las reuniones, padre? -emoción no por el acto en sí, sino por la oportunidad de estar cerca del hombre.
-Aún no. Eres demasiado joven.
No, no lo soy.
-Tom, yo sueño con ellas. Nada de lo que sucede ahí pasa desapercibido de mi atención.
-¡Aún no, he dicho! -exclamó alzando la voz.
El mensaje era claro: "Esto no se discute".
Suspiró.
-Lo que tu digas, padre.
-Esta semana, será entonces. Este apartamento será perfecto, pequeño pero confortable. Ya me encargaré de remover todos los elementos referentes a la magia -le informó-. Demy se quedará a tu cuidado, hasta que aprendas a ser autosuficiente. Tiene prohibido utilizar cualquier clase de magia, al igual que tú.
Hizo una pausa para dar énfasis a lo último dicho.
Asintió.
-Nada. De. Magia. Sólo en extrema. Extrema emergencia -dedo índice en advertencia.- De suceder en la calle, fuera de las protecciones que pondré en el departamento, ten siempre en cuenta desalojar el vaticinio ni bien termines. Sobretodo si es alguna maldición de las Artes Oscuras, Harry. Los aurores están siempre atentos, uno nunca puede dejar de ser cuidadoso.
-Por supuesto, padre.
-Ya en caso que no puedas huir, utiliza el Parsithel como medio de escape. Yo me encargaré de manejar las consecuencias.
Sonrió. La sobreprotección que Tom demostraba en este tipo de ocasiones, le llenaba de un sentimiento cálido. Siempre cuidadoso de darle toda clase de advertencias y posibles soluciones, y sin embargo, dejarle independencia para que él actúe como mejor le parezca.
-¿Y Nagini?
Tantos años en su compañía y acostumbrado a sus sugerencias... Se sentiría desorientado de perderla.
-Alternará hogares. Acostúmbrate a la idea de que en Hogwarts no podrás disfrutar de su presencia la mayor parte del tiempo.
Se mordió el labio inferior. Eso era cierto. El ser parselmouth no era bien visto por la comunidad mágica, sobretodo en los años actuales... Si alguien lo veía hablando con Nagi, sospechas e interrogatorios podrían complicar las cosas demasiado.
Su padre relajó su postura en el sillón. Manos cuidadosamente recogiendo su libro dejado a un lado, buscando la página marcada. Idioma incomprensible y páginas amarillas fueron lo único que Harry pudo descifrar. Quizá era otro libro que hablaba sobre la inmortalidad, ya sabía lo mucho que al hombre le gustaba leer al respecto.
Dando la plática por terminado, se pone de pie.
-¿Vas a tardar mucho? -ojos candentes escaneando líneas de párrafos encriptados.
-No lo sé, padre -responde sinceramente.
-Clase de pociones a las seis. Quiero evaluar tu fórmula.
Asiente solemnemente. Ya sabía qué fórmula era y cuál iba a ser el método de evaluación. Sonríe maliciosamente al salir del estudio.
Oh, sí... El antídoto de Nagini lo podía recitar sin esfuerzo. Incluso había creado en teoría, una variante que te permitía proporcionar la medicina en la etapa vegetal, sin mayores problemas. Además de no dejarte inconsciente apenas ingerida.
Ahora sólo faltaba ponerla a prueba.
***
Nerviosismo y timidez usual reemplazado por impulsos irracionales. Manos temblaban en anticipación. Piel vibraba de excitación. Encontraba un gran reto el esperar pacientemente.
La banca en la que estaba sentado era la misma que había utilizado días pasados para espiar al grupo. Sus actividades cotidianas. Las actitudes de sus miembros. Ya tenía etiquetados a todos los niños. Sólo esperaba...
Heme aquí.
Te quiero fuera de la casa por dos horas enteras, recordó a su padre decir.
Pero.
Nada de peros. ¡Fuera! ¡AHORA!
Así que heme aquí. Fuera de la casa. En ropa muggle. Sin Nagini. Solo.
Respiró hondamente.
Domingo. El parque estaba lleno de diversas personas. Lanzó nerviosas miradas a su alrededor. De haber tenido dinero muggle, podría haber escogido ir a otro lugar. Sin embargo, no poseía ni una sola moneda. ¡Ni siquiera sabía cómo eran! Y no se quería alejar de la casa, la cual estaba a dos cuadras del lugar donde estaba sentado.
Recostó su cabeza en el tronco del árbol y cerró los ojos, dejando que la naturaleza bajo él le cantara canciones relajantes.
Iban a ser dos largas horas.
Sobretodo porque no podía utilizar magia a menos que sea una emergencia. Los riesgos...
Alguien le pateó suavemente la pierna.
Abrió sus ojos sobresaltado.
Un grupo de niños. Todos mayores que él. El muchacho que parecía el líder, lo miró con una sonrisa burlona. Era más alto y robusto que el resto.
-Nos falta un jugador, ¿quieres unirte al equipo? -sus ojos azules brillaron, señalando un balón en brazos.
Harry lo quedó mirando. Una corriente de pánico extendiéndose rápidamente por sus miembros. No sabía qué hacer. Qué decir. Su nivel de cultura muggle era baja. No sabía a qué juego se refería.
-Benny, este niño es demasiado pequeño -opinó uno con cabello rojo, mirando nerviosamente de reojo a Harry.
-Tonterías, Leo. Es perfecto -respondió Benny.
Leo conectó miradas con Harry, negando ligeramente con la cabeza. Era obvio que intentaba darle un mensaje escondido al pequeño, la intensidad de sus ojos pardos enviando chispas. Mas el niño no tenía la menor idea de lo que podría ser.
-Lo siento, -se atrevió a decir con una voz débil- no sé jugar.
Un murmullo corrió entre los niños. Algunos parecían sorprendidos, mientras otros intentaban ocultar risitas. Harry bajó su mirada al suelo, avergonzado. Se sentía atrapado con todos los niños mayores atiborrándose contra su figura.
-Oh... ¿no sabes jugar soccer? -una amplia sonrisa extendiéndose por su rostro- No te preocupes, aquí te enseñamos. ¿No es verdad, David?
El que supuso se llamaba David rió a carcajadas, tratando de responder entre ellas.
Confundido. ¿Por qué se reían tanto?
Que ingenuo e inocente que fuiste, Harry. Un completo estúpido. Era obvio desde el principio por qué acudieron a ti y no al resto de niños que habían disponibles en el parque. Buscaban a alguien a quien ridiculizar. Humillar. Y tú caíste como víctima perfecta.
Una onda de rabia nace de mi pecho. Mis ojos no dejan de vigilar los movimientos del grupo. Otro domingo. Otra víctima, supongo.
Leo, el niño pelirrojo, tratando de advertirme y yo completamente ignorándolo... Incesantemente idiota.
Hmmm... me pregunto por qué no se encuentra con ellos ahora. ¿Quizá se aburrió de la charada que hacía el resto? No importa, eso es irrelevante.
Observo atentamente a la masa de abusivos acercarse a una niña rubia. Al menos ella parece tener la misma edad. Mantengo mis músculos tensos y sentado en el mismo lugar. No pasa mucho tiempo hasta que la tienen rodeada, Benny cuestionándola. Puedo sentir el llamado de ayuda en mi mente, o quizá me lo esté imaginando. ¿A quién le importa? Harto de la larga tolerancia, me levanto de mi asiento y me encamino al grupo.
-¡Auch!
-¡Lo siento! -gritó un tal Dennis encima de las risas- No medí mi fuerza...
-Está bien -dije frotándome la frente.
Esa pelota duele.
Me pregunto si se acordarán de mí.
Lo dudo. Mi padre no se acuerda de aquellos muggles que tortura y asesina, ¿por qué estos chiquillos serían diferente? Y no es que yo planee acordarme de ellos cuando termine, tampoco...
Carcajadas y burlas.
-Está bien, Harry. Es la primera vez que juegas, no se te puede culpar.
-Gracias, Leo -aceptó la mano que el niño le ofreció.
Poniéndose de pie y limpiándose su ropa, Harry intentó reírse con ellos.
La siguiente vez sí le patearé a la bola, se repitió furioso.
Las risas a mi alrededor no hacían sino echarle más combustible a mi rabia. Luché para mantener mi compostura. De nada me serviría reventar delante de todos estos muggles. Tengo que seleccionar a los afortunados y tácticamente llevármelos a otro lugar.
-Hola, Benny. ¿Te acuerdas de mí? -voz casual.
Voltearon a mirarme.
Sonreí misteriosamente.
Me levanté del suelo de nuevo. Por el sabor metálico de mi boca, sabía que debía de haberme golpeado la cara en mi caída, sin contar el ardor en mi rodilla y codo derecho. Además del pulsante dolor proveniente de mi canilla.
Dirigí ira incontenible al causante de mis heridas. No porque me sintiera lastimado físicamente, sino porque tenía el descaro de burlarse a carcajadas de MI, cuando fue SU error que yo me haya ido de cara contra el pasto.
Escupí sangre al suelo. Muchos se callaron al ver eso. Una sonrisa sádica interna. Debería de empezar a vomitar en rojo, tan sólo para reírme de sus expresiones de culpabilidad.
-¿Cuál es tu problema, Paul? ¿Necesitas anteojos para distinguir la pelota de un compañero de juego? -pregunté sarcásticamente.
Timidez, mi culo. Ya estaba harto. No era la primera vez que terminaba en el suelo por culpa de uno de estos idiotas.
Volví a escupir la sustancia metálica.
Paul se mantuvo callado, parte de sí probablemente sorprendido que un chiquillo de seis años le esté respondiendo, mientras la otra no dejaba de ver la sangre brotando de mi boca. Mirada asesina conectada con sus asustados ojos azules.
Varios largos segundos.
-¿Qué es esto? -una voz tras de mí me sacó del trance.
-Veo que la vez pasada no fue suficiente para ustedes -sonrío aún más, añadiendo un toque demoníaco a mi mirada.
Me siento complacido de ver varios rostros aterrorizados.
Se acordaban de mí.
-¡Eso es mío, devuélvemelo!
La tensión del ambiente es roto por su exclamación de pánico. Unas cuantas risas se elevan en el aire. El control de la situación vuelve a estar en sus manos.
-Oh... El niño Harry ha perdido su... -una pausa en la que Benny examina curiosamente el objeto- ¿maderita?
Se muerde el labio para evitar corregir al ignorante muggle.
-¿Qué clase de enfermos son tus padres? -pregunta mirándolo con burla- ¿Demasiado pobres para comprarte verdaderos juguetes?
Jaja... Muy gracioso.
Al parecer a muchos de los niños les parecía chistoso el comentario. Hunde sus uñas en las palmas de su mano. Tenía que contenerse.
-¿Podrías regresármelo, por favor, Benny? -su voz forzada en una falsa calidez.
-No hasta que nos digas qué es -Dennis se planta al lado de su 'jefe'.
-Es sólo un palito sin importancia, Dennis. Dáselo al niño.
Un pelirrojo se interpone entre ellos.
-Leo, no arruines nuestra diversión -una sonrisa maliciosa en la cara de un niño.
Haciendo acopio de valentía, Harry se lanza contra Benny para recuperar su varita. Ambos caen al suelo. Sin embargo, su constitución física no rivalizaba en absoluto con la del otro muchacho. Benny lo empuja de encima suyo, siendo levantado y sostenido bruscamente por dos niños.
-¡Suéltenme! -exclama ahogado por la muchedumbre.
David ayuda a Benny a ponerse de pie. El niño lo queda mirando con odio.
-¡Sólo tiene seis años, Benny! ¿Cuál es tu problema?
-¡Este es mi problema!
Un puñetazo a su estómago. El par que lo sostenía lo deja caer al suelo luchando por aire. Se abraza en el suelo. Posición fetal. Lágrimas en los ojos, lo habían agarrado desprevenido. Parpadea. Sólo habían cuatro niños riéndose, el resto los miraban anonadados.
Respira hondamente, tomando unos segundos para recomponer su compostura. Levanta su mirada al cuarteto.
-¿Quieres más, niño Harry?
-¡Devuélveme la estúpida varita!
-¿Varita? -risas heladas- ¿Cómo en "varitas mágicas"? -enfatizó Dennis.
Se mantuvo callado. Lo que menos quería ahora era que los muggles averiguaran cuál era el propósito de la maderita.
Benny pasó la varita a Dennis, el cual la agito frente a sí.
-¡Abracadabra!
Más risas.
David le quitó el palito a su amigo.
-¡Hocus Pocus!
Carcajadas.
Un chico del cual no sabía su nombre pidió el juguete.
-Nadie va a extrañar una sonsera insignificante como ésta.
La arrojó a sus pies y plantó su pie derecho encima. Harry sostuvo su respiración, rogando que el peso no haya sido suficiente. Por favor, que se encuentre bien... Que no le pase nada...
¡Crack!
Leo puso una mano de apoyo en el hombro de Harry. Insistiéndole no caer en sus provocaciones. Sin embargo, era ya muy tarde. Su ira parecía no tener límite. Una llamarada de energía se revolvía en su interior, carcomiéndole las entrañas.
Crack.
Crack. Crack.
Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack. Crack...
Era lo único que podía escuchar su mente.
¡¿CÓMO SE ATREVEN?!
Leo inmediatamente remueve su mano de su hombro, como si algo le hubiera quemado. Dio unos cuantos pasos hacia atrás. La expresión de su rostro era la de horror. La ola de terror se expandió. Todos los niños retrocedieron, proporcionando mayor espacio al interior del círculo.
Harry fija su incandescentes ojos en el último niño.
-Eso. No. Era. Tuyo. -pausa entre cada una de las palabras.
Poder corriendo por sus venas. Siente el latido de la magia dentro de sí. Sin pensarlo dos veces, levanta el brazo derecho, dirigiendo su palma hacia el niño sin nombre.
-Cuando algo no es tuyo... No. Se. Toca -su rostro distorsionado en una expresión de dolor.
Suelta la energía que le dificultaba respirar. Instantáneamente y sin razón aparente, el muchacho cae inconsciente a sus pies. Se escuchan varios sonidos irreconocibles. El ambiente poblado de energía. Un gran peso sobre todos los presentes.
Voltea. Lentamente. Amenazadoramente.
Ellos huyen.
Antes que decidiera darles alcance, una corriente de fatiga y cansancio se extiende a través de él, provocando caída de rodillas al pasto.
Respira. Respira, Harry.
Su corazón desacelera su ritmo, mas la fuerza no regresa a él.
Mira su reloj. Ya habían pasado las dos horas.
Ahora solo le iba a costar trabajo regresar a casa...
-Benny, David y Dennis, el resto... ¡Fuera! -su tono peligroso y tentador.
Ni siquiera me molesto en confirmar la retirada de la masa controlada.
Sonrío.
Nagini y yo vamos a tener una buena tarde.
Augghhhh!! Lamento tener que dejarlo ahí, pero no soy muy buena para escenas de acción y... como que mi musa y yo nos quedamos completamente atoradas en esta parte... ¬¬ Al menos he dejado varias pistas sobre el destino de los tres chicos... (nota adicional: Ninguno muere).
Supongo que Harry puede llegar a ser como su padre cuando se lo propone, eh? ^^;; Me pregunto si se arrepentirá luego? Hmmm....
El final del capítulo original estaba planeado hasta que la mudanza se efectuara y pudiera insertar en el contexto una simple línea de diálogo ^^;; Supongo que esto se ha vuelto demasiado largo para ya ponerlo... (y porque la escena con los engendros me ha dejado completamente drenada). Oh, bueno... Solamente me quería aprovechar de la escasa cultura muggle que Harry poseía y poner la línea "¡ARGHH! ¡¿Qué hago para prender una luz en este cuarto?!", pero ya es muy tarde para ello...
En consecuencia en el siguiente capítulo veremos a Harry a los 7 añitos ^.^ Un mini resumen de lo que viene: Death eaters =P Nos vemos!
