Buenas, amigos. ¿Cómo han estado? Ha pasado tiempo desde la última vez que supieron algo de mí, pero espero que el capítulo compense mi tardanza.
No quiero alargar innecesariamente la introducción, así que pasemos a responder los comentarios. Para los interesados dejare una pequeña aclaración al final del capítulo.
Weapon Of The Darkness: La verdad se sintió bastante bien remasterizar la historia. Siento que cuando la empecé tenía un buen concepto de lo que quería, pero la inexperiencia y los errores ortográficos no me dejaron llevarla a cabo como se merece. Espero que te guste este capítulo.
Steven: Lamento la tardanza, pero finalmente pude continuar. Espero que te guste.
Ni Fairy Tail ni sus personajes me pertenecen.
Fugitivos
Lugar: Fairy Tail 22:05 hs Noviembre de X792
Silencio. Silencio era lo que reinaba en el salón del gremio más fuerte de Fiore, siendo opacado por los rayos surcando el cielo y el sonido estridente de la lluvia azotando la ciudad. Dentro del edifico nadie daba crédito a lo que acababan de oír, era simplemente imposible que la descarada declaración de aquel hombre tuviera un ápice de verdad, pero, a pesar de todas sus creencias, los soldados se mantenían firmes apuntando sus armas hacia los boquiabiertos magos. Durante un breve momento, nadie se atrevió a mover ni un solo musculo y el gremio, usualmente bullicioso, fue inundado con el sonido de la lluvia.
- ¡¿Qué estas insinuando, bastardo?!- estallo Natsu con rabia, claramente enojado, pero siendo retenido rápidamente por los hombres armados que los tenían rodeados en ese momento.
-Lahar- los pasos del pequeño maestro de Fairy Tail se podían escuchar a la perfección mientras Makarov avanzaba por el edificio. Con sus puños fuertemente apretados de pura rabia y ojos fríos, Makarov se dirigió al hombre de gafas- ¿Con que argumentos acusas a uno de mis hijos de tal aberración? –
-Te prometo que todo se te será explicado, Makarov- explico el enviado del consejo con rostro serio, pero, aun así, dejaba ver una mueca sardónica en su rostro- Pero por el momento deberé llevarme a estos hombres conmigo. Ambos tienen muchas cosas que explicar-
- ¡Y una mierda! – el grito de un furioso Gray se dejó escuchar por todo el edificio, ganando la atención de todos los presentes - ¡El consejo siempre intento cerrar nuestro gremio! ¡Seguro que quieren aprovechar los destrozos que el cabeza de cerilla causa como excusa! –
- ¡Si! - secundaron varios de los allí presentes, pues sabían que las palabras dichas por el pelinegro portaban verdad.
- ¡No solamente eso! – de la nada, una nueva voz se sumó a la discusión. Todos los presentes dirigieron la mirada hacia un igualmente furioso Sting - ¡No sé qué tienen entre manos, pero ni Rogue, ni ningún otro integrante de mi gremio, es capaz de tal cosa! ¡Sea lo que sea que estén tramando no dejaremos que mancillen nuestro nombre de esa forma!
-Ya escuchaste a mis muchachos, Lahar, por tu bien y el de tus hombres, espero que tengas una muy buena explicación- advirtió el maestro del gremio cruzándose de brazos.
-Ahh-suspiro el hombre mientras buscaba algo entre sus pertenecías, solo para sacar una pequeña lacrima color celeste y entregársela a Makarov- No quería llegar a este punto. Te dije que tendrían sus respuestas, pero como siempre, tú y tus miembros no esperarán a una respuesta formal-
Makarov ignoro por completo las palabras del hombre y procedió a revisar las supuestas evidencias que le presentaban, quedando algo perturbado al ver las imágenes que la lacrima guardaba; los restos calcinados de casas familiares presentaba un paisaje desolador y, frente a estas, cadáveres calcinados de las personas que allí habitaban se encontraban recostados en el suelo.
-Lo que estás viendo son los restos de Wellsland, un pequeño pueblo a las afueras de Volwatt. Nadie sobrevivió ese día. Supimos que tu mago estuvo en un trabajo en Volwatt unos días antes y que partió solo hacia allá. Si tu camarera revisa en el muestrario de misiones cumplidas durante los meses de junio y julio estoy seguro de que probará de que hablo-
- ¡Eso no prueba nada! – Esta vez, Erza fue la que levanto la voz en favor a su amigo, sin embargo…
- ¡Silencio! – Grito el maestro del gremio, dejando sorprendida tanto a la pelirroja como al resto de miembros e invitados. Y no era para menos, pues Makarov nunca antes había reprendido a Erza antes- Mira, por favor revisa el registro de misiones-
La albina abrió los ojos con sorpresa, e incluso indignación ante el pedido del maestro Makarov, sin embargo, cumplió con el pedido del hombre. Poco tiempo le llevo buscar entre las botellas y demás libros que se encontraban bajo la barra, el objeto que necesitaba, depositándolo sin sutileza alguna sobre la barra al momento de encontrarlo.
Los siguientes minutos transcurrieron en un tenso silencio mientras Mira leía con detalle el libro. Nadie se animaba a mover ni un dedo, ni siquiera Natsu o cualquiera de los otros miembros más ruidosos del gremio, no, todos estaban completamente concentrados en la albina y por eso mismo nadie paso por alto la mueca de disgusto que produjo.
-Tiene razón, maestro- Exclamo la camarera con voz que denotaba furia – El 27 de julio Natsu fue solicitado personalmente por el alcalde de Volwatt; la misión trataba sobre la captura de unos cuantos bandidos, nada fuera de lo normal-
- ¡Si! ¡Incluso me quitaron parte de la recompensa por destruir un par de casas! ¡Luego de eso volví caminando a Magnolia! – Exclamó Natsu furioso, a su lado todos sus compañeros de Fairy Tail y sus amigos de Sabertooth sonrieron aliviados. Solo Makarov mantuvo su faceta neutral.
-Eso poco tiene que ver, Dragneel, tú y el señor Cheney tienen que acompañarnos y responder a nuestras preguntas- Exclamo el hombre de anteojos con rostro completamente serio antes de dirigir su atención al pequeño maestro de Fairy Tail- Makarov, tú y Eucliffe tendrán que acompañarnos a nuestras oficinas, hay cosas que deben presenciar-
-Lo que sea que tengas que mostrarme también pueden verlo mis miembros-dijo rápidamente Makarov con furia apenas contenida- pero te lo advierto, Lahar, si estas no es una verdadera evidencia, lo lamentaras-
"Bingo" pensó el hombre de los anteojos suprimiendo exitosamente una gran sonrisa perturbadora- Que te conste que lo intente, Makarov-
Metiendo la mano en su uniforme, el hombre saco una especie de dispositivo plateado de forma ovalada y, al centro de este, una lacrima circular azul brillaba levemente. Sin perder el tiempo, Lahar presiono un botón antes de arrojar el dispositivo al suelo, el cual comenzó a proyectar una imagen de tamaño cinematográfico…Nadie estaba preparado para el horror que presenciarían. La imagen era de por si aterradora, mostrando una celda bastante grande y con suficiente espacio para al menos 10 personas. A juzgar por la simpleza de la celda, se notaba a kilómetros que estaba destinada a personas normales sin capacidad para la magia.
A simple vista todo parecería ser normal o lo seria si no contáramos los tres cadáveres colgados del techo de las celdas; los cuerpos se encontraban suspendidos en el centro de la habitación por extrañas sogas negras, separados por pocos metros uno del otro. Sus rostros hinchados y sus ojos saltones daban grandes indicios de ahogamiento, sin embargo, las marcas alrededor de su cuello y sus manos ensangrentadas ponían en duda la idea de suicidio.
-Esto fue lo que nuestros hombres encontraron cuando fueron a investigar lo extraño de la solicitud ¿Por qué enviar a un mago Clase A con potencial a Clase S por un pequeño grupo de bandidos lugareños? - se preguntó Lahar acomodando sus anteojos- algo olía mal, por lo que decidimos intentar hablar con el alcalde de la ciudad, el hombre que encargo la misión y pidió específicamente por Natsu Dragneel. Esto fue lo que encontramos- oprimiendo el botón de una especie de control remoto, Lahar cambio la imagen presentada en la proyección, mostrando esta vez lo que parecía ser una oficina. A simple vista nada parecía estar fuera de lugar, toda la habitación estaba completamente limpia y ordenada, sin embargo, el cuerpo de quien parecía ser el alcalde de la ciudad estaba desparramado sobre el escritorio; pudiendo notarse claramente como tres agujeros atravesaban el torso del hombre.
Nadie daba crédito a lo que veían. Como magos activos, todos habían visto una buena cuota de sangre en sus vidas, sin embargo, esto superaba con creces lo que los magos de Fairy Tail y Sabertooth estaban dispuestos a tolerar.
- ¡No pienso tolerar más de tus locuras Lahar! ¡Ni ustedes ni el maldito consejo están viendo las cosas como son realmente! - Para sorpresa de todos, esta vez fue el maestro de Sabertooth el que había estallado en furia- ¡Natsu-san y Rogue son buenas personas! ¡Tus "pruebas" no demuestran una mierda! -
¡La magia de fuego no es nada rara, cualquiera pudo haber hecho lo que creen que Natsu hizo! – Exclamo esta vez Lucy en defensa de su amigo.
- ¡SI! – El grito con fuerza del resto de FT resonó por el gremio.
- ¡¿Dónde están sus pruebas contra Rogue?!- Orga exclamo con furia. Los rayos negros característicos de su magia caza dioses crepitando por su cuerpo daban un indicio de los sentimientos del mago.
- ¡No las tienen! - Minerva grito
- ¡No pueden! ¡No tienen nada para demostrar porque Rogue no es culpable de nada! –
- ¡Si! –
- ¡Eso no es lo peor, ni siquiera pueden probar que a la Princesa Hisui haya sido secuestrada! ¡Mucho menos que Natsu y Rogue hayan sido responsables! -Exclamo furiosa Levy, siendo secundada por Gajeel.
- ¡Han caído tan bajo como para inventar algo tan espantoso contra nosotros para cerrar Fairy Tail! – Exclamo Mirajane furiosa.
- ¡Ya hemos soportado suficientes de tus tonterías Lahar, no permitiremos que sigas insultando a nuestros amigos y a un miembro de mi gremio de esa forma! - grito nuevamente Sting, a sus espaldas el grito de aprobación de todos los presentes se dejó oír.
-Concuerdo con el maestro de Sabertooth- dijo Makarov sin esforzarse en ocultar la sonrisa satisfecha en su rostro, pero manteniendo su ceño fruncido como prueba de su molestia- Te sugiero que abandones mi gremio antes de que los enviemos de nuevo a Era con la cola entre las piernas ¡No es así muchachos! -
- ¡AYE! –
Lahar se quedó en silencio, esperando que el estruendo generado por los magos se cesase. Metiendo por mientras su mano entre los bolsillos internos de su uniforme, buscando una pequeña caja de cigarrillos la cual mostro al momento de encontrarla. Sin perder el tiempo, el hombre puso el cigarrillo en sus labios mientras uno de sus soldados rápidamente encendió el objeto.
- ¿Sabes? En serio esperaba que por una vez tú y tu gremio no hicieran tantas preguntas, quizás de esa forma hubieran evitado algo de la humillación que seguro sentirán en unos momentos, pero, debo recordarte, tú lo quisiste – Exclamó Lahar dando una gran calada a su cigarro y arrojando el humo en dirección a Makarov- No es la primera vez que algo similar a la masacre de Wellsland ocurre. A principios del año, un gran estruendo se sintió en las lejanías Fressia. Luego de una breve investigación, las autoridades de la zona declararon que un gran sismo se había producido en la zona, pero la verdad fue muy diferente-
Oprimiendo el botón de una especie de control remoto, las imágenes mostradas por la lacrima cambiaron abruptamente, dejando ver un paisaje desolado lo que una vez fue un gran bosque. Cráteres humeantes y troncos en llamas llamaban la atención de todos los presentes, sin embargo, la vista de un cadáver mutilado de una joven logró perturbar a todos. Incluso los magos más duros de ambos gremios no pudieron evitar vaciar su estómago ante la grotesca visión de lo que quedaba del cuerpo de la pobre Meredy.
- ¡NO! ¡MALDITOS HIJOS DE PERRA! ¡¿QUE ES LO QUE HICIERON?!- Exclamó Jellal cayendo de rodillas en shock -¡Era solo una niña bastardos hijos de puta!- Lagrimas y horror es lo que reflejaba el rostro del mago quien se rompió luego de ver el maltrecho cuerpo de la joven que una vez conoció y que prácticamente crio junto a Ultear -¿Qué hicieron?- Se repitió una y otra vez, ahogado en lágrimas de dolor. El resto del gremio no pudo hacer nada, solo Erza fue la que tuvo el valor para intentar incorporar al mago entre sus propias lágrimas de angustia.
-Esto fue lo que nuestro equipo encontró en el área. Te preguntarás que tiene que ver tu mago con lo sucedido. Bien, al igual que el caso anterior Dragneel tomo una misión cerca del lugar de la pelea. Además, los estragos de la batalla coinciden con su forma de luchar tan descuidada. Todavía no sabemos con certeza que es lo que buscaba, pero si encontramos restos del botín perdido que el grupo de Meredy tomo en su tiempo como magos oscuros cerca del claro donde Dragneel suele pasar el tiempo- Explicó el hombre mostrando imágenes del claro, el lugar especial secreto de Natsu y Lissana en su infancia, plagado de hombres del consejo sacando pequeñas cajas con jewels distribuidas en toda la zona.
- ¿¡Qué demonios creen que hacen?!- estalló en furia el Slayer, siendo retenido por los hombres armados rápidamente - ¡No tienen derecho de estar allí! ¡Ustedes…ugh!- El golpe con el pomo de una espada en medio del estómago acallo cualquier protesta que pudiera tener, enviándolo de rodillas al suelo para tomar aire.
-Por supuesto, tampoco creí que solo estas pruebas serían suficientes para demostrar mi punto- Parlo Lahar caminando de un lado a otro, ignorando olímpicamente al mago de rodillas y al joven cabello azul con el corazón roto de dolor- Por lo cual tome la precaución de preparar esto en caso de necesitarlo. Realmente quise ahorrarte esto Makarov, pero, de nuevo, tú me obligaste- Parló el hombre oprimiendo el botón del control en su mano.
De repente, el clima de la grabación cambio radicalmente cuando la pantalla mostró un gran patio, un gran jardín. Las rosas y arbustos adornaban bellamente el lugar, celosamente custodiado por un pequeño batallón de guardias y caballeros rúnicos distribuidos por todo el sector. El lugar parecía ser un pequeño jardín interno en lo que parecía ser un gran palacio si la fineza del lugar indicaba algo.
La noche se cernía con fuerza sobre los hombres repartidos en el lugar, el cual poseía una gran fuente de agua en el centro, iluminada tenuemente desde cuatro ángulos diferentes por unos proyectores colocados en el suelo cerca de la base de la estructura. El mármol blanco de la estructura demostraba la fineza y el buen trabajo que el escultor realizó al cincelar semejante estructura de seis metros de altura desde su base hasta la pequeña estatua de un ángel en su punta. A su alrededor, círculos de arbustos floreados adornaban el patio custodiado por los hombres a servicio del reino de Fiore, quienes iban distribuidos en cuatro pelotones. Dos de ellos, de dos hombres cada uno en los extremos, enfrentados con la vista a la gran fuente; con vista panorámica hacia todo el lugar y el resto de tropas. Mientras tanto, los otros grupos compuestos por cuatro personas se encargaban de patrullar con cierta pereza el resto de la zona. A pesar de tantos protocolos, ninguno de los hombres allí presentes estaba verdaderamente atento a la situación, si fuera así, se habrían percatado de la sombra en forma de serpiente que reptaba lentamente hacia uno de los guardias que vigilaban los extremos. Sutilmente, la sombra se colocó justo bajo los pies de los dos desprevenidos guardias y, cuando nadie prestaba atención, una pequeña y alargada extremidad se envolvió alrededor de los hombres con una rapidez inhumana. Los soldados no pudieron ni siquiera producir un sonido que no sea más que un lastimoso quejido cuando el tentáculo oscuro se cerró alrededor del cuello de ambos hombres, antes de apretar fuertemente y romper el cuello de sus pobres víctimas.
Como si tuviera mente propia, la oscura correa se alargó aún más, envolviendo todo el cuerpo de los hombres recién asesinados, evitando que suelten sus armas o que simplemente caigan al suelo como bolsas de papas. Desde el ángulo de la cámara, y cualquier otra persona, parecía como si nunca hubiera pasado nada.
-Esperen ¿Y eso? – Señalo Levi a la pantalla y, gracias a ella, todos los allí presentes notaron una sombra materializarse detrás de los guardias asesinados y esconderse detrás de un pilar
Nadie tuvo tiempo a seguir cuestionando cuando la sombra reptante se movió a gran velocidad por medio de todo el jardín, esquivando a los guardias totalmente desprevenidos hasta llegar hasta el otro pelotón exterior, repitiendo el proceso que le costó la vida a dos hombres anteriormente. La serpiente oscura volvió a treparse sobre los dos hombres, rompiéndoles el cuello al igual que sus compañeros luego de amordazarlos para minimizar el sonido.
Los magos presentes observaban la escena con seriedad y asco, sin emitir sonido alguno mientras que, en la pantalla, un hombre vestido completamente por prendas negras y una capucha salía desde detrás de las columnas donde se escondía para caminar con sigilo entre los arbustos del jardín. Agachado y sigiloso como un ladrón el encapuchado camino por el patio hacia uno de los desafortunados guardias, quien se encontraba algo más alejado del grupo y, sin saberlo, muy cerca del intruso. El hombre no perdió el tiempo, tomando al desprevenido soldado pasando su brazo izquierdo por delante de su cuello. Con su brazo derecho listo en paralelo con su nuca el encapuchado dio un fuerte tirón, asesinando al soldado rápidamente. Por suerte para el encapuchado, nadie se percató de su presencia.
Moviendo sus manos con sigilo hacia sus bolsillos, el hombre encapuchado saco una pequeña pero afilada navaja de entre sus ropajes y, moviéndose a una velocidad vertiginosa, se lanzó hacia los tres hombres que caminaban despreocupadamente frente a él. El primero en su camino ni siquiera se enteró de su propia muerte cuando la cuchilla atravesó su nuca con fuerza, impidiéndole emitir cualquier sonido o exclamación cuando su cerebro se desconectó completamente del resto del cuerpo.
Rápidamente, el hombre tomo el arma del cadáver con su mano izquierda y, dando un giro sobre sí mismo, avanzó hacia su próximo objetivo el cual estaba completamente despistado hasta que sintió como el filo del arma se abría paso a través del costado derecho de su cuello. La sangre comenzó a salir a borbotones, descendiendo por toda su armadura mientras su rostro comenzó a inundarse de terror; intento llevar sus manos hacia su cuello obstruido, intentando de alguna forma aliviar la causa de su sufrimiento, pero nada lo ayudaría. Mientras tanto, el asesino retiro el arma del cuello del pobre soldado, dejando que este último cayera secamente al suelo dando sus últimas bocanadas de vida. Sin más miramientos, comenzó a avanzar hasta su tercera víctima mientras el recién apuñalado solo podía observar impotente mientras se ahogaba en su propia sangre. Afortunadamente el gorgojeo ahogado del soldado fue lo suficientemente alto como para que su compañero lo escuchara, pero, lamentablemente, era demasiado tarde.
-¡¿Qué demonios?!- grito el cuarto hombre horrorizado al voltear y ver a todo su pelotón muerto antes de ser silenciado para siempre cuando el encapuchado le corto la garganta, sin embargo, eso acabo con el factor sorpresa.
-¡¿Qué mierda?!- Grito uno de los hombres del pelotón restante, el cual estaba a unos cuantos metros alejado, luego de escuchar el grito ahogado de su compañero. Y, al escuchar su voz horrorizada, el resto de sus compañeros también noto la masacre.
-¡Intruso!-
-¡Den la alarma!-
-¡Rodéenlo! ¡Rápido!-
Los guardias actuaron con rapidez, desenvainando sus espadas y lanzas y acercándose con precaución al extraño asesino, quien se mostraba impasible ante la amenaza del grupo.
-¡Ustedes!- Señalo uno de los hombres del grupo viendo a los guardias que vigilaban el perímetro-¡Traigan refuerzos! ¡Pidan ayuda!-Exclamó el que parecía ser el jefe del grupo hacia los hombres del perímetro, sin embargo, ninguno se movió de su posición-¡Oigan!- Exclamó nuevamente con más fuerza y furia que antes, solo para ver como los cadáveres caían al suelo como sacos de papas. La incredulidad atravesó su cuerpo mucho más rápido que el tentáculo oscuro que se abrió paso desde el suelo a gran velocidad, atravesando su cuerpo justo por debajo de las costillas y saliendo por el espacio entre su hombro y su cuello. Los gritos de dolor no se hicieron esperar. Uno de los soldados rugió de dolor mientras uno de los tentáculos atravesaba su torso de lado a lado repetidamente, ingresando por su abdomen y saliendo por su espalda antes de ingresar nuevamente por su espalda alta y repetir el proceso.
Otro hombre soltaba pequeños gruñidos ahogados cuando un tentáculo lo tomo del cuello, elevando varios metros del suelo y apretando su cuello, dejándolo sin aire lenta y agónicamente.
El tercer asesinato fue más silencioso, pero no por ello menos brutal cuando la extremidad ingreso directamente por su espalda baja, recorriendo todo su torso hasta salir por su garganta, generando un grotesco sonido de ahogo a la hora de morir.
Los magos de Fairy Tail y Sabertooth observaron con asco, asombro y horror como los extraños tentáculos negros asesinaban sin piedad al resto de hombres mientras el encapuchado, por su lado, parecía no verse afectado por la masacre.
-¡¿Pretendes que crea que uno de mis mejores amigos fue cómplice de esta aberración?!- Harto de tonterías, el poder mágico del maestro de Sabertooth estalló al momento de ver las imágenes, arremetiendo rápidamente contra Lahar y tomándolo fuertemente del cuello y levantándolo por encima de su cabeza-Debería enviarte en pedazos a Era, Lahar, toma a tus hombres y vete de aquí antes de que cambies de opinión-
-¡Sting!-
-¡Cálmate!- Gritaron magos de Fairy Tail y Sabertooth por igual, sin embargo, el dragón blanco no parecía aflojar su agarre. Detrás de él, Makarov observaba la escena impasible.
-O…quizás…quieras esperar un poco más…para ver a qué me refiero…- Sin borrar la macabra sonrisa de su rostro, Lahar exclamo con dificultad.
Volviendo a la escena, el hombre permaneció estoico entre las pilas de cadáveres mientras los zarcillos negros comenzaban a retraerse y desaparecer en el pantano negro de donde salieron, dejando caer a su paso los cuerpos de los soldados del reino.
-Creí haber acordado que haríamos esto en sigilo- Exclamo una conocida voz que parecía no venir de ningún lado, desconcertando a los oyentes, pero aún más al maestro de Sabertooth, quien ya había soltado a Lahar.
Sin esperar una respuesta, el charco sombrío comenzó a reducir su tamaño mientras una mano comenzaba a emerger de este mismo, como si de un muerto viviente se tratase. La mano fue acompañada por el brazo que la componía. Luego de ello, otro brazo emergió, seguido de una cabeza y, poco a poco, el resto de un cuerpo.
-No necesitamos la atención de todo el reino sobre nosotros, creí haber sido claro sobre eso contigo- Parló el recién llegado de entre las sombras; el hombre también vestía prendas negras, sin embargo, su cabeza estaba casi completamente descubierta, dejando que su cabello negro y lacio cayera sobre el costado derecho de su cara. Lo único que protegía su identidad era una bufanda negra que utilizaba para cubrir su boca. Sus brazos, al contrario que su compañero, estaban descubiertos hasta la altura de los tríceps y sus manos y antebrazos se encontraban protegidos por guantes de espadachín. En su cadera, una katana negra descansaba en su funda.
-Ya sabes, no es mi estilo quedarme callado. Además, no deberías juzgarme cuando sabes muy bien que te gusta demostrar tu poder casi tanto como a mí- Habló con voz relajada el encapuchado, tomando con tranquilidad el hombro de su compañero- Hazme un favor, déjame divertirme. Tómatelo con calma- Dijo el hombre comenzando a caminar hacia adelante.
-Puerta Norte- Señaló el hombre de la katana volteándose y siguiendo a su compañero.
-Lo sé- Respondió el encapuchado con voz confiada viendo directamente hacia una gran puerta de roble blanco. De repente, y sin previo aviso, un poderoso torrente de llamas emergió desde el interior de la capucha, destruyendo la puerta por completo.
De repente, el ángulo de la grabación cambio; esta vez mostraba un gran salón de gran tamaño. Las paredes del lugar eran de un mármol blanco precioso al igual que el resto de la edificación mientras que una larga alfombra carmesí adornaba el piso y trazaba un camino hasta el fondo del salón, donde un trono se mostraba imponente.
Junto a la puerta, y luego distribuidos a lo largo del gran salón hasta llegar al trono, los guardias cumplían con su deber sin queja alguna, siendo tenuemente iluminados por la luz de las lacrimas puestas en el lugar. De repente, una gran explosión en las puertas causo el pandemónium. La habitación se lleno de humo, polvo y escombros, pero no privo de visión ni a las cámaras ni a los pasivos espectadores.
Los hombres en la sala ni siquiera pudieron reaccionar ante el peligro inminente y, cuando lo hicieron, fue demasiado tarde; una espada surco el aire a gran velocidad impactando justo en el pecho de un pobre desafortunado que se encontraba en su camino, quien termino cayendo muerto al suelo. De repente, otra explosión llamo la atención de los alarmados hombres reunidos alrededor del cadáver, solo para ver una figura humana aproximarse a ellos a gran velocidad gracias al fuego que lo impulsaba desde sus pies.
-AHHHHHHHH- Rugió con furia el encapuchado, golpeando con su puño flameado al primer hombre en su camino, quien fue enviado a volar hasta chocar contra el trono del rey.
Un hombre intento atacarlo con su espada, pero el encapuchado simplemente esquivo el espadazo inclinándose hacia la derecha antes de contraatacar con un poderoso puñetazo envuelto en llamas que termino por destruir la mandíbula y medula espinal del objetivo debido a la potencia del golpe. El sonido de los huesos triturados se dejo escuchar para todos los oyentes, incluyendo a los magos que observaban la grabación en la lacrima.
Otro valiente caballero se interpuso entre el intruso y sea cual sea su objetivo, apuntando su lanza con decisión mientras el resto de sus compañeros rodeaban al desconocido y daban la alarma al resto de caballeros, sin embargo, esto poco parecía importarle al hombre.
Con fuerza el hombre empuño su lanza, dispuesto a reducir al intruso, pero, en un rápido movimiento, el encapuchado atrapo la lanza. El caballero intento forzar al hombre a soltarla, pero su agarre era férreo. El encapuchado no perdió más tiempo y con un golpe de su mano libre rompió la lanza por la mitad, dejando completamente perplejo a su anterior dueño antes de atravesarle la garganta y cuello con la mitad del arma. El cuerpo no termino de tocar el suelo cuando otro hombre ataco por la espalda con su espada en alto lista para partir en dos al asesino frente a ellos.
CLANK
El sonido del acero chocando contra algo muy duro desconcertó a todos los presentes y espectadores. Los caballeros quedaron en shock al ver como el extraño detenía el golpe mortal girando y cubriéndose con su brazo izquierdo.
Ninguno podía creer lo que había pasado, ninguna armadura era superior a sus armas de primera calidad forjadas en el castillo. Mínimamente de no perder el brazo, el hombre debería de haber quedado incapacitado de por vida por la gravedad de la lesión, pero ahí estaba él; sereno y de pie. Y, en la mente de algunos, el hombre reía bajo su capucha.
Repeliendo el arma con un simple movimiento de brazo, el encapuchado extendió la palma de su mano derecha, juntando sus dedos como si fueran un cuchillo antes de recubrirlo de llamas y atacar hacia el abdomen desprotegido del caballero rúnico. El golpe fue fatal, acabando con la vida del hombre al momento de zambullir su brazo derecho dentro del torso de este, justo por debajo de las costillas. El cuerpo cayó al suelo con un ruido sordo, sin embargo, el encapuchado ya tenía dos contrincantes encima que intentaban asesinarlo con cada balanceo de espada. Esto no supuso ningún problema para el intruso, que esquivo cada tajo y estocada como el más hábil de los combatientes. Por más que lo intentaran con todas sus fuerzas y ni siquiera con los números a su favor conseguían marcar la diferencia. Finalmente, con un simple movimiento de brazos, el encapuchado atrapo ambas armas con sus manos desnudas. Nuevamente los hombres quedaron sorprendidos al notar como el asesino había sido capaz de mantenerse completo luego de estar en contacto con sus armas, pero no perdieron el tiempo en trivialidades e intentaron volver al ataque solo para descubrir con miedo que el hombre no pretendía soltarlos.
El silencio se cernió sobre ellos por unos segundos, segundos que se hicieron eternos incluso para los magos de Fairy Tail y Sabertooth.
-…Fuego- Fue la única palabra dicha por el encapuchado que pudo llenar el vacío, pues al momento de pronunciarlas las llamas emergieron de la capucha, incinerando por completo a los dos hombres frente a ellas.
Los gritos de dolor llenaron el lugar y el olor a carne quemada era perceptible incluso para todo Fairy Tail. El espectáculo fue demasiado para algunos, quienes se retiraron del salón del gremio para evitar vaciar el contenido de su estomago frente a todos los presentes.
El encapuchado se digno a soltar las armas ya derretidas mientras los restos chamuscados de los hombres se desplomaban.
Nuevamente, un hombre venia corriendo a sus espaldas, preparando una estocada que el asesino repelió volteándose y dando un revés con su brazo, arrancando la espada de las manos del hombre y enviándola lejos.
No se iba a rendir, no ahora, pues rendirse significaría su muerte. Y con eso en mente el caballero lanzo un puñetazo hacia el hombre, quien esquivo el golpe sin esfuerzo alguno. Otro puñetazo fue lanzado obteniendo el mismo resultado y así, presa de la frustración, el caballero desato un aluvión de golpes a una increíble velocidad, sin embargo, ninguno estuvo ni cerca de golpear al intruso.
Finalmente, cansado de tanto preámbulo, el encapuchado atrapo el puño del soldado a centímetros de su cara.
-AHHHHHHHHGGGG- Rugió con furia lanzando un golpe con la mano libre, solo para ser detenido de la misma forma que el golpe anterior. Pensó en dar un cabezazo, pero el intruso fue mucho más rápido.
CRACK
-AAAAAAHHHH- El dolor inundo todo si sistema nervioso al sentir como los huesos de sus manos eran triturados por una fuerza devastadora. Viendo sus manos, no pudo hacer otra cosa que evitar gritar de la impresión al ver como sus huesos rotos atravesaban su piel y se mostraban al exterior, como una flor sangrienta en plena etapa de florecimiento. Quiso derrumbarse debido al dolor, pero el encapuchado no se lo permitió cuando lo tomo por la mandíbula y lo levanto por encima de su cabeza. Sin manera de oponerse, el caballero solo pudo sentir como la presión en su boca aumentaba, comenzando a triturar sus huesos. El dolor era abrumador, o eso insinuaban sus gritos ahogados, sin embargo, así como empezó, la presión disminuyo lentamente hasta llegar a su fin; dejándolo respirar por una vez…la última.
Las llamas salieron desde su palma, rostizando la cara del pobre hombre hasta dejarla totalmente irreconocible.
- ¡Monstruo! –
- ¡Asesino! –
- ¡Psicópata! –
El grito de decenas de guardias a sus espaldas llamo su atención levemente. Dispuesto a acabar con todos, el mago se posiciono listo para la batalla, sin embargo, numerosos tentáculos negros emergieron desde el piso, empalando a los pobres hombres que allí se encontraban y acabando con sus vidas.
-No te distraigas. Acabemos lo que vinimos a hacer- explico relajadamente el pelinegro, terminando el hechizo asesino mientras bloqueaba un ataque enemigo con ayuda de su katana.
- ¡Me adelantare! - Respondió el encapuchado corriendo opuesta al pelinegro mientras esquivaba cualquier intento de ser detenido por los guardias restantes antes de doblar hacia la derecha y atravesar una puerta cerca del trono.
El pelinegro forcejeo contra su enemigo mientras veía a su compañero escapar. Una vez libre de distracciones, el espadachín se dispuso a cumplir su objetivo: ganar tiempo.
Repeliendo un tajo vertical, el pelinegro empuño con fuerza su katana antes de lanzar un corte horizontal que termino por decapitar a su contrincante. Su cabello negro y ropas quedaron manchados de sangre. Otro hombre intento apuñalarlo con un ataque directo, sim embargo, el pelinegro esquivo la puñalada moviéndose a un lado antes de cercenar el torso del caballero con un corte diagonal.
Furtivamente, un soldado dio un gran salto a sus espaldas; intentando acabar con el intruso lo más rápido posible aprovechando la distracción creada por uno de sus compañeros. Sin embargo, el mago sombrío lo detuvo convocando sus tentáculos negros los cuales se envolvieron fuertemente alrededor de su torso y todas sus extremidades antes de comprimirse y asesinar violentamente mientras el mago decapitaba a otro oponente. De repente, tres hombres se abalanzaron sobre el con espadas en alto y listo para asesinarlo. Retrocedió a la defensiva, bloqueando y esquivando todo lo que podía mientras más y más guardias se amontonaban a la distancia, listos para acorralarlo.
El mago esquivo un tajo a su izquierda, apenas teniendo tiempo de bloquear con dificultad otro corte asesino por parte de otro enemigo interponiendo su katana a meros centímetros de su cabeza. Reuniendo fuerzas consiguió sacarse al hombre de encima lo más rápido que pudo, antes de desviar un nuevo corte vertical y asesinar al caballero cortando su cuello casi por completo. Dicha acción pareció envalentonar a los dos hombres restantes, pues sus ataques cobraron más velocidad y fuerza que antes, sin embargo, un error era todo lo que el mago necesitaba; cosa que encontró al momento de esquivar un corte horizontal por parte de uno de los hombres, antes de arremeter y apuñalar al soldado justo en su corazón.
-AAAAAAHHHHHHGGGGG- Rugió con fuerza el último de los tres antes de comenzar a atacar desesperadamente al mago, tomándolo por sorpresa e impidiéndole reaccionar.
Cada golpe venia cargado con más y más fuerza, y el hombre no podía hacer más que bloquear.
CRACK… Una pequeña grieta se formó en la katana del mago... CRACK… Otro golpe agranda la grieta en la hoja- AHHHHHHH- De un poderoso golpe de espada, la espada del mago se rompió en dos debido a la increíble fuerza ejercida por el soldado sobreviviente. Viendo esto como una oportunidad el soldado arremetió contra el mago, dispuesto a terminarlo todo.
- ¡Muerte maldito! – Grito con furia el hombre preparando el golpe mortal, levantando la espada por sobre su cabeza, sin embargo, un fuerte dolor en el pecho lo detuvo de sus avances. Su espada cayo al suelo con un ruido metálico y seco mientras veía con temor el charco sombrío desde el cual nacía el tentáculo que lo empalaba.
El cuerpo cayó al suelo mientras el enmascarado guardaba la katana, ahora inútil, en su funda. Volteando en la dirección en la que partió su compañero.
El hombre noto como docenas de caballeros, sin embargo, el mago estaba decidido a no perder más tiempo o eso dio a entender cuando procedió a hundirse en un charco oscuro que se formó a sus pies, desapareciendo sin dejar rastro.
La escena cambio, mostrando al encapuchado subiendo una larga escalera caracol hecha completamente de piedras grises. Al final del recorrido, se pudo ver un gran pasillo lleno de ventanas por las cuales se colaba la luz de la luna. Al final del pasillo, y atravesando el único par de puertas del lugar, un hombre y una joven se dejaron ver. El hombre era prominente, vistiendo una armadura del escuadrón de los caballeros de la flor de cerezo. Tenia el cabello oscuro y alborotado junto con una respingada nariz algo cuadrada. Escoltaba a una mujer de verdes cabellos y banca piel lechosa; estaba vestida con un camisón rosa claro junto con unos pantalones a juego, probablemente un pijama debido a las altas horas de la noche.
- ¡Princesa atrás! - Rugió Arcadios al ver el intruso- ¿Quién eres maldito? ¿Qué quieres con la princesa? –
Ante lo dicho el mago relajo su postura mas no respondió nada, cosa que termino por enfurecer más al caballero.
-Princesa le conseguiré tiempo, debe aprovecharlo y escapar de aquí-
- ¡No! ¡No te dejaré solo! ¡Aún hay tiempo para que escapemos los dos! –
Sin embargo, el caballero ignoro a su protegida desenvainando su espada y lanzándose hacia el intruso como un rayo. El primer golpe encontró el aire cuando el encapuchado esquivo el ataque con un movimiento a la izquierda antes de conectar un puñetazo en el rostro del caballero. Arcadios quedó levemente aturdido, sin embargo, volvió a atacar con un corte horizontal. El resultado fue el mismo; el intruso esquivo fácilmente el corte y volvió a conectar un potente derechazo directamente en la mandíbula del caballero, derribándolo en el acto.
- ¡Arcadios! – Grito la princesa Hisui con impotencia, viendo como el hombre se sentaba a horcajadas sobre su guardia personal y comenzaba a golpearlo salvajemente- ¡Suéltalo! - Grito Hisui corriendo a socorrerlo tomando al encapuchado por la espalda y tratando de apartarlo del sangrante guardia, sin embargo, el hombre se la quitó de encima con un violento movimiento de brazos, antes de volver a estrellar su puño contra el magullado caballero- ¡Basta! ¡Te daré lo que quieras, solo déjalo en paz! – Sollozo la princesa abalanzándose contra el encapuchado, intentando detenerlo por cualquier medio. El mago, ya harto de la mujer, se puso de pie abrupta y violentamente, arrojando a Hisui unos cuantos metros de si luego de propinarle un fuerte cachetazo a mano abierta, sin embargo, no conto con que Hisui se resistiera estirando sus brazos para buscar algo que la ayude a evitar ser lanzada, arrancando así la capucha de su cabeza.
Ninguno de los espectadores del gremio podía creer lo que veían sus ojos, pues ese rosado cabello y esos oscuros ojos no pertenecían a otro que no fuera Natsu Dragneel.
Y fin del capitulo amigos, espero que les haya gustado.
Se que me demore mucho tiempo en actualizar esta historia y tengo una buena explicación para eso; para empezar, el pasado no fue mi mejor año. Pase por una ruptura, contraje el covid-19 y lo más duro de todo, me mude a España en busca de una nueva vida. No fue fácil y, todavía no lo es. Dejar a todos a quienes quise atrás no es algo fácil, a decir verdad, es muy solitario. Otra de las cosas que impidió la actualización de cualquier historia fue que hasta el momento no tenia una computadora donde poder continuar con la escritura.
En fin, espero que este capitulo les guste y si es así, por favor, háganmelo saber en los reviews que eso es lo que ayuda a seguir escribiendo. Intentaré traer el próximo capitulo pronto, pero no prometo nada ya que tengo mucho con lo que ponerme al corriente. Nos vemos la próxima!
