Año 6: Prologo II

Como orden de seguridad prevista por el ministerio junto con el actual director, se asignó en cada vagón al menos un auror capacitado junto con un maestro... los pocos de séptimo igualmente se acomodaron para cubrir más zona y exclusivamente, a los prefectos de cada casa, se les permitiría utilizar magia.

Era para lo único que alcanzaba con la cantidad de personal de confianza.

Pero Filius acababa de noquear a su colega del ministerio, suspirando pesadamente entre aroma a chamuscado de la reciente batalla que acaba de librar en un espacio cerrado... se pone de pie recargándose en la puerta donde puede escuchar el caos fuera... temía esto... no solo está el problema próximo a llegarles desde afuera, gigantes, sino dentro hay infiltrados.

Salir corriendo es su mejor apuesta con la varita en mano y sus no tan oxidados reflejos de campeón de duelos pateando feamente, la primera cabina que revisa lo hace agresivamente... noquea a alguien que cae pesadamente ante los pies de otros niños asustados - ¿Están bien? - cuestiona con apuro.

-Garret intento hechizarnos- admite el prefecto de ¿quinto? Con ojos llorosos, incrédulo y quizás, hasta decepcionado al mirar al que está en el suelo.

-Atenlo, ¿saben cómo hacerlo? -

-Por supuesto- dice el chico al ponerse de pie aun pálido.

Filius afirma saliendo de la cabina, solo mirando como los gigantes se acercan más como una sombra lenta pero letal... la siguiente que revisa... los chicos tuvieron mejores reacciones, no hay infiltrado, ordena que se cambien... su idea es juntar a los niños... que se reúnan conforme va revisando la totalidad del vagón.

Somete a otros tres, tiene que encadenar a otro auror... quita varios maleficios, un imperdonable... escucha niños llorar como un zumbido en sus oídos... un peso en el corazón... los alumnos mayores al menos se están tomando en serio el proteger a los primero, segundo y tercer año... Flitwick con cada momento que pasa, siente la calamidad más cerca.

¿En qué pensaba Minerva al no cambiar el método de viaje por uno más discreto? No evita pensar al terminar, detenerse para ver a lo largo del corredor donde los niños han salido a asomarse con una mala experiencia que no debieron sufrir... mirándole como si fuera el único apoyo y como el único mayor tal vez lo sea, pero el mestizo no es tan positivo al respecto al bajar los hombros... con su varita apretada en su mano y observar por la ventana a los mortales gigantes.

- ¿Maestro? - el mayor de los estudiantes, un séptimo año busca un consejo, una salida.

-Hay que reunirse en los costados, los que puedan usar magia... deben buscar la mejor zona para apuntar desde las ventanas... tengo que ver el resto de los vagones...- indica aun cuando teme que el resto no tengan mejor apoyo como en este, considerando que Filius es el único duelista y el resto de los aurores tal vez estén comprometidos, pero no lo demuestra al sonreírle al niño -Necesito que sea el apoyo de estos niños, reúnase con el resto de los prefectos y prepárense-

Cuando se gira para abandonar su vagón, sabe que dejo preocupados al resto de los chicos, que era el apoyo emocional de otros tantos, pero necesita asegurar al resto... son pocos, pero siguen siendo suficientes pequeños para cuidar... con su varita entra al siguiente, maldiciendo a la directora... al ministerio... a Voldemort por no dejar a inocentes fuera de su conflicto.

¿Qué esperaba? Que al menos como en la primera guerra, dejaran en paz a Hogwarts.

Toma la manija de la puerta con nerviosismo apenas visto en su gesto serio, escucha silencio del otro lado y eso no es nada bueno... cuando gira la perilla... traga un nudo en su garganta... con varita alzada abre lentamente... frunce el ceño cuando no hay nada en el corredor, nadie al abrir completamente quedándose de pie con la angustia en su pecho.

- ¿Profesor? - alguien pide aterrizando ante sus pies repentinamente.

El reflejo de hechizarlo no se pudo detener, Filius chilla de horror cuando identifica tardíamente a este personaje... cubierto con solo agudos ojos verdes con un flequillo rojo... como uno de los escoltas del único joven Black en el tren, cuyo nombre es Noba... sin embargo, su hechizo no toca en nada al extraño al ser absorbido por cualquier razón.

Hay un silencio incrédulo flotando entre ambos.

Como mago es incompresible, imposible, igualmente no entiende que acaba de suceder, pero el agitar del tren le hace recordar la desgracia que estaba por caer encima de ellos.

-Asumo has hecho un excelente trabajo- pide el medio duende al comenzar a andar a lo largo siendo consciente que es seguido por el extranjero.

-En efecto, los infiltrados están sometidos y el resto de los niños ubicados en algunos vagones a la izquierda- informa con voz grave Noba a unos pasos detrás -Iba a su apoyo-

-No es necesario- espanta Filius agitando su mano - ¿El resto de tus compañeros son igual de capaces? – pregunta simplemente, sin ganas de comprender la naturaleza de estos sujetos ni mucho menos cuestionar de donde los han sacado los Black considerando que una vez los vio en aquella tienda de ese squid Urahara.

Quizás los etiqueto antes de siquiera confirmar si todos esos desconocidos no tenían magia como su jefe... no... no es el momento de pensar en eso al mirar cada ventanilla donde varios niños están asustados, pero bien... mejor que en su propio vagón.

-Por supuesto, confié en que sus vagones están cubiertos- Noba responde de buena gana.

- ¿Puedes apoyar los vagones que faltan? – llega al final del corredor, mira al misterioso hombre con esperanza porque teme no alcanzar a cubrir todos los vagones... sí cuenta bien... son solo tres escoltas... sus colegas seguramente están comprometidos... hay variables entorpeciendo el trabajo y gigantes acechando -Priorice a los niños por encima de nosotros los adultos- generaliza.

Esos ojos verdes lo miran largamente antes de afirmar, desapareciendo ante sus ojos sin siquiera sacar una varita... Filius toma un aliento necesitado... va a continuar con su barrido, pero no puede alejarse tanto de esos vagones con apenas séptimo años en vigilia... confiar en extraños, piensa irónico al abrir la puerta para pasar al siguiente.

XXXXX

El llanto de los niños es un eco fuerte que rompe el silencio incrédulo.

¿Qué acaba de pasar?

Susan esta asustada, confundida y mareada pero aún soporta para arrullar al mayor de los gemelos mientras es soltada por uno de los amigos de su tío... temblorosa se sostiene de pie sin encontrar palabras... apenas resistiendo la ventisca que los golpea con algunas cenizas... traga al ver el horizonte desde la loma en la que acaban de tropezar por cualquier hechizo de aparición.

Su pequeño pueblo, su hogar, todo parece en llamas con el grito claro de las personas huyendo de lo que parece una manada de una variedad de criaturas que una vez leyó en los libros más oscuros... su corazón se aprieta con fealdad al quedarse peor sin aliento, el aura mágica que se emana la golpea con dureza y la alegría o preocupación de irse a Hogwarts es suplida por horror.

-Susan, esta bien, nos aseguraremos de que esto no los toque- la voz pacifica de su tío la hace mirarlo incrédula de tal promesa cuando todo se ve aterrador en el horizonte.

-No vaya, Tío Shukuro- ruega, porque ahora es diferente, esto no es como las otras veces que seguramente la magia de la mansión ayudo a su pariente squid en protegerlos... están fuera... su hogar en llamas... los Bones no lo respaldaran y seguramente morirá.

-No es necesario tal preocupación- unas manos sostienen sus hombros obligándole a mantenerse quieta para no sostener la manga de su pariente en ley -No hay nadie más peligroso que nosotros en este pueblo- admite con una sonrisa simple.

No entiende, no desea entender, Susan mira entre los tres mayores... luego a sus primos... entonces, razona que ellos tal vez no tengan la desventaja de su tío... ignorando la arrogancia o seguridad de su ultimo comentario... su esperanza se enciende al mirarlos -Son magos- dice en un susurro como si todo fuera claro para ella ahora.

Un resoplido burlón nada interesado de la pelirroja, mirando a su otro primo que sostiene entre sus brazos, agitando sus dos coletas con una de sus manos... le da un gesto bastante desdeñoso - ¿Todo lo asombroso tiene que ser mágico? - pide con sorna.

-Riruka- la voz de su tío advierte.

- ¿Qué? Vamos llegando y lo único que asume, es que somos magos- se defiende la señorita Riruka con un arrullar suave al moverse de un lado a otro.

Se avergüenza, Susan, aun bajo el control del señor Yukio, se maldice por ser poco empática... pasando de largo su comentario... eligiendo no prestar atencion a la manera en que habla de los magos... da un gesto de disculpa por su falta de consideración, tambien están siendo afectados por la guerra... ellos estaban huyendo y quedaron en medio de todo este problema por estar en el momento equivocado al lado de un objetivo del señor oscuro como son la familia del actual ministro.

(Una muy errada idea que elige no prestar atencion a la insinuación de que quizás, no sean magos)

Un grito a lo lejos hace eco por todo el lugar interrumpiendo la conversación, deteniendo el flujo de teorías que Susan se ha estado armando y evitando que detenga a su tío de involucre cuando hay magos capaces de hacerlo.

Una banshee.

¿Tan lejos de las zonas que normalmente habitan en el mundo mágico? Era imposible.

Tal razonamiento pasajero en la joven Hufflepuff es abandonado cuando el dolor aumenta, escucha con preocupación como sus primos gritan al mismo volumen... apenas se sostiene en pie con ayuda del señor Yukio y aguanta para no dejar caer a su pequeño pariente que tiene en brazos.

Cierra los ojos con fuerza durante el largo sollozo.

Repentinamente, todo se detiene, la estudiante titubea, pero de nuevo, no cae por pura fuerza de voluntad... cuando abre sus ojos... son puntos luminosos con un entorno borroso... agitada, mareada más de lo que ya estaba por las secuelas de la huida... estaba por cuestionar si el resto estaba bien, soltar una maldición, correr con sus primos cuando se da cuenta que ya no estaban en la pequeña loma.

Era un lugar completamente diferente lleno de enormes ¿peluches? Con un piso colorido y en el aire, una extrañeza que la incómoda.

-Esto se hace en el momento- la voz dura de su tío resuena tomando a su hijo de la pelirroja.

-Lo siento, solo, ¿Qué mierda fue eso? - escupe la señorita Riruka ahora con las manos libres parece dispuesta a picar sus oídos con disgusto.

-Una banshee, criatura oscura del mundo mágico... parece, recién reclutados por el villano de esta región- Su tío complementa tranquilamente, sin pretender detenerse en sacar conjeturas al acercarse a donde Susan esta sin habla tan casualmente - ¿Cómo se encuentran? - pide directamente.

Mirando el alto porte de su tío que no aparenta estar afectado por el reciente ataque, la alumna parpadea un tanto aturdida... sus oídos zumban... pero se concentra al mirar a su primo aun gimoteando... lastimado... se arriesga a pensar que no hay secuelas -Creo que bien-

El señor Yukio finalmente la suelta dejándole valerse por sí misma, da un paso al costado... luego observa a su tío en una consideración absoluta - ¿Quieres que nos involucremos? - le pregunta.

-No es su asunto- Tsukishima le indica mirándole con la nada en su gesto.

Susan aun desorientada mira el intercambio, el ligero silencio que cae de un drama sin concluir, de una historia juntos sin resolver... deseaba preguntar... pero su primo gimotea de nuevo, arrulla dando un paso atrás con cuidado... porque siente como si esto no fuera su asunto, y ¿Qué sería de un Hufflepuff sin ser consciente del momento? (No eran entrometidos por naturaleza).

El señor Yukio es quien cierra los ojos primero de ese duelo de miradas, la señorita Riruka se instala a su lado como si fueran un frente unido ante su tío... miran a los bebés... luego a ella... casi esperando a que fueran la prueba de algo ¿Qué? No lo expresan al resoplar.

-Tienes razón, no es nuestro asunto, pero ya que estamos aquí, bien podemos ganarnos nuestro lugar- cruzando sus brazos con terquedad, airada, la señorita Riruka levanta la barbilla expresando todo en esa frase... una historia que la testigo mágica no comprende.

-Como tú- el rubio pasa a darle una sonrisa amable, esperanza en sus ojos -Podemos asegurar que nuestro futuro... nuestra descendencia... no sea perseguida por lo mismo que nosotros- suena lamentable, una conclusión y un suspiro a sus vidas.

-Es muy pronto para que lleguen a esa respuesta... lucharan contra los prejuicios de esta comunidad- advierte su tío con su primo ahora dormido en brazos, mirando a ambos recién llegados con la fuerza indebida para alguien naturalmente pacifico... no era su pariente... no era un squid... ni siquiera un maestro... en ese momento era otra cosa que la jovencita no llega a entender ni entenderá.

-Eres la prueba que es posible, Shukuro- El señor Yukio afirma con diversión.

Inclinando su cabeza, suspirando cansado como frustrado en un gesto en el que apenas se nota dichas emociones, baja sus hombros desinteresado -Hagan lo que quieran-

Es como un hecho, algo que ha finalizado... el aire mismo cambia... Susan se siente menos desplazada al fruncir el ceño, entonces, nota que se están preparando para salir... continuar con sus planes de enfrentar la amenaza -Esperen, no es necesario regresar ¿verdad? - pide implorante.

Una sonrisa fantasma, su tío golpea su frente ligeramente -No te queda la cobardía, Susan- le comenta de nuevo en tono de burla que no encaja en su perfil.

La antes hufflepuff resopla ante tal recordatorio, pero a comparación de la primera vez, no hay furia, sino resolución al mirar directamente a su tío que se alza por encima de ella en toda su injusta altura -No soy cobarde... pero tampoco soy valiente...- admite al tomar la manga de su camisa, mirarle con preocupación -Solo, no quiero perderlo, tío... no quiero perder a nadie en esta guerra- admite.

Esos ojos siempre ajenos la enfocan por primera vez, un brillo peculiar en sus ojos luego mira a sus hijos... entonces sonríe abiertamente... no una sombra... no un desliz... una abierta sonrisa que llena su gesto siempre apático con emociones vibrantes -No te preocupes, Susan, no moriré-

-Como si alguien vivo pudiera matarlo- La señorita Riruka murmura en voz baja.

La mano de su tío agita su cabello cálidamente -No puedo permitir, que piensen que pueden perseguirme sin consecuencias... Susan...- informa con finalidad, como el hecho que va a regresar solo para mandar el mismo mensaje que ha estado intentando enviar desde que empezaron los ataques... el fullbring no tolerara más encubrimiento por parte de su actual mujer... era mejor que ese mundo se diera cuenta, que es todo menos un humilde squid.

-Pero tío...- cargar a sus dos primos es difícil, pero ser abordada por el segundo es un intento por distraerla.

-Cuídalos, Riruka- Shukuro ordena fríamente, la pelirroja se endereza, pero afirma de mala gana -Yukio-

-Voy detrás de ti-

Susan solo ve la silueta de ambos hombres desaparecer en el aire... dejándola confundida... preocupada... en ese lugar lleno de peluches y colores del que asume es tan mágico como el resto de lo que conoce.

XXXXX

Ella esperaba esto desde el momento en que recibió a su hermana, aunque ocultaron muchas cosas al ojo público en un afán por mantener el perfil bajo, sería extraño que el señor oscuro no fuera consciente de su ayuda a los desertores... nunca fue alguien de perdonar a nadie... con seguridad serian perseguidos.

Andrómeda sin embargo no se arrepiente de nada de lo que hizo para ayudar a Narcissa y su hijo, de todas maneras, Voldemort la acechara al representar todo lo malo de ser traidora a la sangre y como pariente cercano de los Black... por lo tanto, con dignidad resiste el empujón que le propinan al sacarla de su casa.

Un estallido fuerte la tensa.

Su hogar arde en llamas a sus espaldas con un eco de varias carcajadas burlonas e insultos.

La antes Slytherin puede ver el resto de su calle de casas que, aunque protegidas, no eran nada ante las criaturas mágicas atacantes... era aterrador ver que el señor oscuro ahora recluto a más inmundicia... que está atacando a gran escala, si escucho bien los rumores antes de que ella misma fuera alcanzada... la hacen tropezar al lado de su marido al que alcanza para notar cuan herido lo han dejado, pero al menos, ninguna lo ha infectado con sus maldiciones.

-No te preocupes, el señor oscuro ha ordenado... no convertir a nadie- un susurro oscuro, las sombras se agitan de las casas rompiéndose bajo su mando, la magia vibra en el aire y los gritos comienzan a ser aullidos que se pierden en ese atardecer... un hombre alto que no había hablado hasta ahora... que solo era una estatua vigilante del entorno... le informa nunca quitándole la mirada hambrienta.

Traga, Andrómeda ha estudiado lo suficiente, para reconocer a un vampiro... uno cuyos rasgos lo delatan bastante lejos de su hogar.

-Si, bruja, el señor oscuro ha buscado reclutar a mi especie... desesperado como esta- suena burlón, como alguien que no respeta pero que acepto trabajar y capaz de al menos, sentir lo que piensa para responderle con naturalidad.

La antes Black traga, tal poderosa criatura en manos de un hombre tan ruin.

Un zumbido bajo que insinúa una risa, esos ojos rojos resplandecen como si supieran y le da una sonrisa de muchos dientes en un intento de parecer educado -con condiciones aceptamos esto... – añade -sabrosas condiciones- alega el educado ser al inclinarse para olfatear largamente el aire, exactamente, a ella -Pero en su momento, ahora, hay algo que quiere de ti... pequeña bruja... y es que los insultos no se pierden en su nombre-

-Es mejor que hables- una voz nueva se inserta groseramente.

La criatura, un vampiro, fulmina al hombre - ¿Sabes que es grosero interrumpir? - arrastra las palabras con irritación.

Se nota que el ¿mortifago? Se remueve incomodo, antes de apretar su varita como signo de tomar el valor de cualquier pensamiento que tenga – Has dicho que no tenemos tiempo- le recuerda.

Chasqueando los dientes infelices, el vampiro toma un aliento al enderezarse.

Andromeda no tiene tiempo de apartarse cuando es sostenida por el cabello, el dolor estalla en toda su cabeza y no evita en reflejo intentar detener esa mano infractora... la criatura no intercede, pero el descontento del maltrato se puede sentir en oleadas... es entonces cuando ve a través de la capucha un rostro familiar que la hace gruñir -Tú- escupe furiosa a pesar de que sale como un lamento porque el estirón solo se endurece.

Hubo una vez un popular escritor y aventurero... por un tiempo maestro de Hogwarts... ahora, a través de la sombra de su propia capucha no es otro que un sinvergüenza que la mira como si fuera algo ajeno como desagradable -Es agradable saber, que eres un fan- le da una sonrisa dulce, bien practicada y ganadora de tantos premios tontos.

-No soy ni fui un fan- admite Andrómeda como puede mantener la dignidad.

Gilderoy Lockhart arruga su nariz en descontento antes de soltar un alargado suspiro, sujetar más fuerte su cabello y acercarla para mirarle con desdén arrogante -Oh, bueno, supongo que es lo mejor... – suspira al soltarla para apuntarle con su varita -Tenemos asuntos con su familia, como puede adivinar- canturrea alegremente.

El vampiro se mantiene en los alrededores, pero ha comenzado a prestar atencion al grupo de personas que van sacando de sus casas... hay desesperación mientras todo arde... lo que fue una calle ahora esta lleno de magos y brujas como niños sacados de sus camas para amontonarlos en un solo lugar bajo la mirada hambrienta de tantos.

Pero Andrómeda apenas le da un vistazo al sentirse indignada, porque, aunque no era una fanática tonta, si se siente decepcionada de que él una vez héroe ahora este con el enemigo -Como pudiste prestarte para esto-

Encogiéndose de hombros, el antes maestro tararea -Veras, no hay opciones cuando te acorralan... señora Black-

Se tensa ante tal nombre cuando tiene mucho sin llevarlo, aun cuando Dafira le ofreció que volviera a usarlo por cuestión de seguridad... para protegerle como miembro de la familia principal... pero no, prefirió dejarlo para después un tanto ofendida, porque Tonks no era suficiente para nadie... ahora tal vez fue precipitado de su parte despreciarlo -No soy Black- pero se mantiene terca en aclararlo.

-Deberías, sinceramente, el apellido de tu marido no te protegerá...- apunta Gilderoy a su inconsciente pareja, antes de resoplar -aunque... de todas maneras no estarás lejos de ser su objetivo... ese chico Black sinceramente se ha hecho odiar por estos lados-

Andrómeda resopla ante tal cosa, pero tampoco le disgusta, esos niños han hecho mucho tan jóvenes y sinceramente, es agradable saber que uno de los bandos de esta nueva guerra tiene al frente a su familia, es como si fuera la redención de los Black, una familia siempre catalogada como oscura.

-Pero ese no es el objetivo principal de todo esto- Gilderoy espeta al volver a apuntarle con su varita, mirarle desde su altura con desdén - ¿Dónde está el anillo Malfoy? –

La bruja parpadea confundida ante tal exigencia cuando esperaba otra cosa.

-Nuestro señor quiere ese anillo... quiere el dominio de sus propiedades como sus bóvedas enteras...- empieza Lockhart en una innecesaria explicación, tal vez, una divagación salida de su presunción de verle ajena a su objetivo -Lucius fue un hombre tonto al abandonar lo único por lo que el señor lo consideraba útil...- niega con un suspiro -Sin embargo, si entregan eso, si renuncian a su herencia... tal vez... puedan ser perdonados por tales insultos-

Resopla burlona, con el eco de la destrucción y desesperación, mira altiva a quien se alza amenazante como si fuera convencida por promesas vacías -No perdona a nadie- le recuerda sin titubear ni miedo a la finalidad -No sé nada sobre ese anillo y aunque lo supiera, dudo decirles- gruñe valientemente.

Los slytherin no son recordados como personas osadas, pero, cuando se trata de los suyos, pueden serlo y muy protectores... acaba de reencontrarse con su hermana... no la entregara no importa cuan ignorante este sobre ese asunto de Lucius... es lo único que le queda (y no, aun no se da por vencida en cuanto a su adorada hija).

El escritor niega cansado -Eres más tonta, solo es apuntar y vivirás-

-Como si una de estas criaturas fuera a dejarme ir-

Ríe nada avergonzado de ser descubierto, se inclina al sonreírle como una de esas portadas que existen en circulación -Pero tendrías oportunidad... si tu quisieras... podría sacarte-

Incrédula de tal insinuación en ese momento, con todo en llamas, con su marido a su lado inconsciente... Andrómeda tiene el impulso de soltar una risa impropia de su educación... niega divertida -Mendigar por mi vida... convertirme en menos que una señorita de compañía... cuando sé que no tienes el poder suficiente para cumplir tales promesas... – escupe furiosa -no entregare a mi hermana... no te diré nada sobre ningún anillo... y si llegara a ser el caso, me asegurare de no servir como moneda de cambio a mis queridos sobrinos Black...- promete, porque es Slytherin, si no hay escapatoria, entonces, se asegurara de morir de la mejor manera para no ser utilizada -Así que guarda tus tonterías-

Gilderoy chasquea los dientes -Sera divertido ver, si mantienes toda esa dignidad cuando estes delante del señor oscuro sufriendo por su interrogatorio... por su oclumancia- alardea al agitar su varita, atarla con magia y sonreírle de una manera distinta a ese famoso gesto que encanto a tantas -Entonces, recordaras la salida que te di-

Estaba por replicarle con ingenio, pero la magia la silencio de nuevo, por lo tanto, Andrómeda le dio su mejor mirada desdeñosa a todo lo que ese hombre es... si, tenia miedo... pero soportaría porque fue hija de una familia oscura ¿Creen que no tendría defensas ante cualquier cosa? Fue enseñada desde la cuna y aunque no paso esto a Nymphadora, si lo practica cuando tiene tiempo.

La sombra de alguien cubre repentinamente la espalda de Gilderoy quien no se dio cuenta de nada hasta que cayo inconsciente ante los pies de una confundida bruja.

-Veo que esto se ha intensificado desde que nos fuimos- una voz alegre canturrea con una sonrisa a juego al mirarle como si la conociera... su ropa es bastante reveladora, ajustada para los gustos de los magos... su cabello tiene una tonalidad que ante el atardecer parece ¿morado?... esos ojos son dorados... su piel es morena... inclina su cabeza curiosa ajena al sufrimiento ajeno.

La sombra del vampiro inicial la cubre, su espalda es tensa, su gesto es carente de emociones y ante el asombro de todos... se inclina servicial y humilde -Ustedes nunca se involucran ante los asuntos de los vivos, señora de la muerte- no era un reclamo, una simple observación con el mejor de los tonos sin levantar en nada su cabeza.

Andrómeda no comprende su actitud ni como parece saber mejor con quien trata, entonces mira alrededor y al igual que su aparente líder... el resto de las criaturas oscuras han tomado una postura de servidumbre dejando confundido a los mortifagos como a los habitantes del pueblo atacado reunido como presas justo en medio de la calle.

Parada tan alta, como cruzada de brazos, esos ojos dorados miran largamente al ser con nada de su diversión en su gesto -Y ustedes tampoco deberían de hacerlo, pero aquí están ¿no? -

-No hemos violado ninguna de las leyes establecidas por el gran equilibrio-

-Una alianza por una conquista, tu especie ya fue juzgada ¿Su división no había tratado con eso antes? – cuestiona la morena impaciente.

-Morimos de hambre, señora de la muerte-

La morena suspira antes de inclinarse a favor del vampiro -No tengo tiempo para tratar de resolver tales asuntos... ni mucho menos juzgarlos de nuevo...- asegura paciente -Pero mi consejo es, alíate al bando de los Black...-

- ¿Mi señora de la muerte? - el vampiro levanta el cabeza incrédulo, tanto como Andrómeda quien, aunque no entiende mucho de lo que está siendo testigo, de la sumisión de algo tan oscuro como los vampiros, sabe... que esa mujer es otro espécimen aun más peligroso en las jerarquías de criaturas si adivina bien.

Y ahora esa mujer parece saber de los Black aconsejando como si supiera mejor o fuera un conocido de sus parientes.

-Su señor oscuro será juzgado por las leyes de la sociedad de almas... ha cometido el peor pecado que un mortal puede hacer, señor Vampiro...- admite la extraña al enderezarse, sonreírle con muchos dientes en un asunto que hace palidecer aún más a todo no muerto en los alrededores -Cuando nuestro asunto termine, su señor no será el ganador de nada aunque conquiste al país entero... su juicio será el peor que pueda recibir y no les conviene, a ninguna de las especies que este ligado a la muerte, estar de su lado... señor vampiro-

El vampiro como todos en los alrededores se quedan quietos.

-No me involucrare en los asuntos de los vivos, señor Vampiro, sin embargo, por mantener el silencio de este encuentro... son libres de consumir en este momento... a todos esos magos que sirven a ese señor oscuro... incluyendo al tipo a mis pies-

-Como usted ordene, mi señora de la muerte- se levanta con el acto de finalidad, los magos oscuros hasta ese momento incrédulos dan un paso atrás... algunos fueron rápidos en desaparecer en el acto... otros solo gritan de manera ahogada mientras los hambrientos luchan por un poco de sangre fresca ante los testigos de los civiles que cubren los ojos de sus hijos -Perseguiremos a todos los testigos del señor oscuro-

Andrómeda como todos tragan el miedo, la bilis... el asco cuando el aroma a sangre se vuelve penetrante... solo ve como el líder desaparece con la promesa de cazar a todos los que son testigos de ese intercambio que puedan advertir a Voldemort del aparente juicio que recibirá... no evita retroceder cuando la mujer, no, la criatura da un paso delante con un amigable gesto casual sin una pizca de arrepentimiento de ordenar una masacre.

-Lo siento por el desorden, pero debo controlar este tipo de fugas de información... así que les recomiendo a ustedes mismos... guardar todo esto para no divulgar, no queremos más complicaciones- advierte con una sonrisa en voz alta para que todos escuchen, que todos sean conscientes del tipo de peso que les acaban de dar y que mantengan la boca cerrada.

Considerando que hay una matanza en el momento, asumen, que ellos correrán con el mismo riesgo si no siguen tal "consejo"

-No se vean tan asustados- se burla la mujer al mirar los alrededores divertida.

Ofendida, Andrómeda fulmina a la criatura - ¿Qué eres? -

- ¿Qué eres? Y no ¿Quién eres? Son bastante groseros ustedes los magos ¿saben? - suspira en fingido drama al agitar su mano morena en el aire, pasando de largo a un Gilderoy inconsciente que tal vez esta siendo guardado para el líder desaparecido si nadie le presta atencion para devorarlo - ¿Eres la madre de Nymphadora Tonks? - cuestiona seriamente en un giro inesperado de todo esto.

Es como si le quitaran el aliento ante el nombre de su hija dicho de tal manera, mira sin habla a la criatura olvidando sus prejuicios... su cuidado o miedo... solo se pone de pie con una agilidad impropia para alguien en sus situaciones - ¿Sabes de mi hija? - pide, aun cuando no sabe si es bueno que la llamada señora de la muerte este enterada de su existencia.

-Vine aquí por un favor, el señor vampiro tiene razón, si no fuera por esto, NO estuviera presente ante ustedes ni me hubiera involucrado - dice la morena con ojos dorados agudos y desinteresados al cruzarse de brazos -Sin embargo, tengo la orden de recoger a la madre de Nym-chan... llevarlos conmigo, tenemos, un asunto para ustedes que deben recoger-

XXXXX

El atrio que apenas superaba la crisis de oleadas de papel saliendo de las chimeneas, ahora se encuentra reducida a escombros donde las paredes de mármol han perdido gran parte de su cubierta... la estatua esta hecha añicos... la recepción es un desastre propio y cada entrada o salida mágica esta bloqueada... donde debería ir un alto techo, no hay nada más que un enorme agujero que va al siguiente piso... seguramente los muggles deben ser conscientes del movimiento que provoca la actual invasión.

Trolls.

Trolls con otras cosas que no se ha molestado en ubicar en el gran diccionario de criaturas oscuras.

¿Cuándo Voldemort tuvo la oportunidad de reclutar? ¿estaba tan desesperado de personal para llegar a rebajarse en pedirle a la inmundicia del mundo mágico apoyo? ¿esta gente cree que un hombre que alega pureza los respetara cuando gane? ¿Podrá enviar un patronus como despedida a su mujer que aguarda en la milenaria mansión?

Tantos pensamientos que no entorpecen en nada sus reflejos.

- ¡Resistan! - ordena con aplomo cuando sabe es el único superior en pie en esa área.

Scrimgeour esta desaparecido... con seguridad muerto ya que las salas del departamento de aurores han caído en su mando... la ministra por otra parte aun no muere, es un alivio, considerando el espectáculo que dieron unos momentos antes de la invasión, esta con el director seguramente aguantando en su lado como pueden.

Son colmenas de criaturas golpeando el edificio.

Si los temblores son indicativos, no duda que desde el exterior... desde el centro muggle que seguramente tiene su propio caos... la gente no mágica no tiene oportunidad, sin temor a equivocarse, tan confundidos ante las capas y capas de magia antigua que protege el estatuto rodeando el ministerio... explotando, llenando el aire en su propia defensa... ¿Cuántos muggles han muerto sin saber que paso? ¿Sus propias autoridades estarán en un pánico extraño? Siempre lamento que los conflictos mágicos afectaran a las personas... y que estas apenas se enteraran.

Cross repele una maldición horrible atrayéndolo de nuevo al frente de su penosa situación... aun con todo en contra... mirando a tantos jugando al tiro al blanco con los que aguantan... el grito a sus espaldas le indica que otros no tuvieron la ventaja de sus reflejos... solo se reducen con el tiempo... al mirar el garrote de un troll embistiendo a su izquierda... otros a su derecha... solo retroceden hasta que llegan a una de las pocas paredes intactas.

Morirá y lo único en lo que puede pensar es que no conocerá el rostro de su hijo.

Espera que no herede el cabello rojo... era muy Gryffindor... no... desea que sea de Rolanda toda su herencia.

¿No era un tonto sentimental?

- ¿Profesor? - uno de los gemelos Weasley pregunta al pararse a su lado.

-Creo que es justo decirle...-

-Que fue un honor haber trabajado fuera del colegio con usted-

-Aun cuando seguimos sin perdonarle el que nos colgara...-

-en la cima del lago en aquel año-

Ríe, ante la finalidad, pero la comedia aun aferrada en sus tonos, Cross no evita reírse en voz alta al negar un tanto apenado... intranquilo... era agradable saber que, a pesar de haber visto tantas cosas, de perder a tantos amigos, esos niños lucharon por mantener sus personalidades -Hubieran vivido más, si hubieran escuchado a su madre- castiga porque es bien sabido, que ese grupo de pelirrojos ha intentado retirar a los más jóvenes de su departamento.

-No está en nuestra naturaleza-

-Escondernos en momentos de necesidad-

-Valientes pero tontos, pero ¿Qué puedo pedir de una familia cortada con la misma tijera? - pide en una frase que una vez escucho de Shukuro... sabiendo bien que los mayores de ese clan seguramente deben estar defendiendo sus propios departamentos... manteniéndose al frente... se amarga al saber que tal vez, al final del día, se cumplan sus miedos de enterrar a uno de los suyos.

Pronto todo se detiene, las criaturas como una se congelan y los magos de esa formación dejan de hechizarlos como si escucharan algo... los han arrinconado... es una necesitada pausa que los llena de una finalidad horrenda... son solo un puñado del ministerio... entonces estalla el júbilo confundiendo bastante al antiguo profesor.

-La ministra ha muerto... Dumbledore ha sido capturado- la voz retumba anunciando lo que tanto temía... haciendo que muchos a sus espaldas desfallezcan... maldigan.

Cross aprieta la varita sin ceder a sus ganas de escupir el peor repertorio que pueda sostener.

El líder de sus enemigos los miran con avidez burlona -Ahora solo liberaremos azkaban... han perdido, defensores, entonces, mueran o ríndanse- alega como si fueran a respetar tales decisiones, Marian lo sabe al verle sus ojos, no habrá piedad por lo que levanta la varita en una orden silenciosa a todos los que quedan.

- ¿No es triste anticiparse cuando aun existe gente en pie? - alguien aclama en voz alta interrumpiendo la proxima matanza.

Pasos llama la atencion del grupo, afilando su vista, de las sombras de uno de los corredores con varios escombros cubriendo el camino... hay alguien brotando entre las sombras... el antes docente parpadea porque algo es diferente en su postura lánguida llena de malicia... su sonrisa esta mal aun cuando sabe es la misma de siempre... y es su mano en la culata de una ¿espada? Que sobresale entre su postura.

Viene seguido por uno de los hermanos mayores de los gemelos, el que era domador de dragones... tambien otros departamentos... las sombras a la espalda de Lord Black se detienen junto con él, reclutados en su largo camino hasta el atrio.

-Mataron al ministro... bien... pero eso no es una victoria, esta es su oportunidad para que cualquiera se retire... los que tengan la fortuna de ser liberados del imperius serán perdonados... pero el resto de ustedes está condenado desde ahora, porque creo que es oportuno decirles... ya que mis mensajes no llegan al bastardo de su señor oscuro... que soy rencoroso y no me gusta, que toquen mis cosas-

De alguna manera Cross siente un escalofrió, aquel aroma penetrante de sangre que ya tenia el aire parece impregnarse aún más profundo cuando un viento agita al adolescente cuya sonrisa solo se estira de manera abrumadora... se da cuenta... que quizás no solo ha hecho su camino hasta ese lugar, sino, ha matado todo en ese camino.

No se nota por su pesada ropa negra.

Pero, hay manchas apenas visibles en su mejilla.

El sonido de una espada desenfundada como tenia generaciones sin suceder en el atrio es un espectáculo para todos con la latente magia atada del anillo Black seguramente alentando a las otras magias a arreglar el desastre de las salas.

Su propio anillo del león que aun guarda tercamente en su bolsillo es un peso notable como parte de las bases del ministerio.

Black apunta con el filo delgado al frente -Todo enemigo esta muerto, no hay piedad para nadie y espero... sea suficiente mensaje para ese estúpido Voldemort... que puede matar al ministro y secuestrar a Albus, pero mientras este en pie, nada de esto será suyo- tal promesa insolente dicha en ese momento suena como la amenaza perfecta para todos los enemigos.

Cross siente su estomago apretarse feamente.

Aun cuando los invasores sueltan carcajadas incrédulas de sus palabras.

Cree que tal vez, sin importar cuanto tiempo han pasado juntos últimamente... que la alianza latente entre bóvedas sea un tema sin tratar... nunca tuvo la oportunidad de conocer al verdadero Dafira Black hasta ahora.

XXXXXX

Voldemort mira complacido al que da un paso delante de toda la multitud harapienta cuyas casas en llamas es signo de su resistencia... Hogsmade era nada para él... su lucha fue adorable ante su poder, uno que carente de la pureza que le agrada, fue recolectado después de tanta decidía y bajas en sus números... sonríe alegre con Nagini a sus pies arrastrándose hambriento.

-Ariana Dumbledore, debo decir, un placer- se inclina educado, como la vieja sangre le enseño.

Pero la heredera de ese hogar no le regresa el gesto, no muestra ni el miedo que seguramente debe tener al estar en tal desventaja.

Levanta su mano para detener las represalias ante el valiente desaire de la mocosa arrogante, dividir las fuerzas, estaba por entregar a los sobrevivientes a las grotescas criaturas que se redujo a reclutar ante la falta de números -Admito que tu padre fue una fuerza inesperada en este pueblo pero al final no fue nada ante mi grandeza...- le recalca tranquilamente -Tal muestra de presunción puedo perdonarla si lanzas tu varita y entregas al joven Nott que estoy enterado recogiste en tu viaje más reciente- concede bondadoso.

Pero los ojos de la niña no se conmueven, solo inclina su cabeza ajena.

Voldemort borra su sonrisa cortes, levanta su varita negando decepcionado -Esta generación no fue criado como se debe...- inicia recordando el suceso de su resurrección con un peso desagradable, la humillación más grande hecha por un mero mocoso con un poco de habilidades mágicas... nunca olvidara ese insulto de ese joven Black... ni todos los demás que esa misma casa hizo... luego esta Potter... y ahora, enfrentando a otro presumido niño.

Pero confía en que su plan maestro ese primero de septiembre tendrá sus frutos.

Al final del día toda la gloria será suya.

Creara un mundo donde esas viejas casas, Black, Potter, Dumbledore serán los cimientos para un mejor futuro más puro... más digno... por lo tanto le sonríe con sorna a la pequeña bruja -Pero supongo que es comprensible tu silencio, considerando, que acabo de matar a tu padre, Ariana Dumbledore-

Y no sabe, que terror acaba de tentar con sus palabras.

XXXXX

Las columnas de humo se están empañando conforme avanza el día.

El aroma a la sangre es atraído por el viento cargado aun por la energía de la reciente batalla.

Desde la colina del sokyoku puede verlo con ojos penetrantes brillando con solo una pesada satisfacción de la reciente victoria... finalmente sus deseos... la reforma al seiretei... se cumplió casi en su totalidad y es casi risible saber que las mismas personas que evitaron tal cosa en sus manos, lo hayan realizado ahora.

-Si me hubieran permitido hacerme del mundo en aquel momento... nos hubiéramos ahorrado tanto desperdicio de tiempo y dramas innecesarios- suspira con un tono mordaz sin perder en nada la gracia de su educación que siempre le gusto enaltecer.

Aizen Sosuke, aun vestido como un prisionero de las profundidades del Muken ve la ironía de todo el asunto al ser convertido en un inesperado aliado para esta nueva guerra.

Nunca pensó terminar en la misma posición que la extraordinaria guerra sangrienta de hace ¿semanas? ¿meses? ¿años? No lo sabe, la percepción del tiempo cuando se está encerrado y es inmortal es ligeramente tan distinta al promedio... sinceramente no notaria la diferencia de no ser porque los niños, aquellos que levantaron su espada ante su grandeza, han crecido.

Esta nostálgico, se da cuenta.

Admira al cielo, no, más allá donde descansa la piedra angular... aquel enemigo obligado a ser el centro de la creación... sí tan solo le dejaran alcanzar la innovación a un nivel más alto... sin embargo, Aizen admite que su ambición ha cambiado al bajar la mirada de nuevo al suelo.

No desea el trono cuando puede comenzar a cambiar al menos ese nivel.

Sería imposible, menos para él, notar que, a lo lejos, el llanto de una nueva vida hace eco atrayendo su atencion.

Esto atrae una extraña agitación en su pecho que asilencia sin esfuerzo.

Debería sentir desprecio, horror, como un odio visceral... debería simplemente eliminar al recién nacido antes de que sea utilizado en su contra... pero a pesar de ser consciente, que es una creación hecha por la arrogancia de Mayuri, un intento de replicar lo que fue Kurosaki Ichigo... extrañamente no tiene la voluntad de eliminarlo ni mucho menos apartarlo del alcance de personas que lo rodearan para convertir la pieza inexplorada en débil.

No, no será débil, se corrige, porque rodeado de tantas personas hizo a Kurosaki Ichigo lo que lo venció.

Pero, Aizen Sosuke no tiene sentimientos al respecto al solo dejarlo ser.

Siente más que ver que alguien ha aterrizado a sus espaldas.

-Kurosaki Ichigo- dice en voz alta en el filo de ese barranco en la cima de la sociedad de almas en ruinas - ¿Qué te trae por aquí? - pide aun cuando adivina las intenciones del que una vez fue un muchacho muy interesante y su proyecto favorito.

Colocándose a su lado, más alto, mejor formado y mirando el horizonte... el único Shinigami que permitiría codearse como igual... al único que secretamente respeta por sus ideales y maneras de cambiar el mundo... su aliado contra Ywach... Ichigo resopla indicando que, a pesar de los cambios, sigue siendo igual de impertinente con el corazón en la manga -Ya nació y estas aquí como si nada- castiga.

Resoplando porque por supuesto el chico tendría otras prioridades por encima de la reciente batalla, los planes futuros y la victoria... o hasta que sean enemigos... porque está seguro no son amigos no importa que tan cordiales sean, Aizen niega un tanto divertido -Estas preocupado por tonterías, Kurosaki Ichigo-

-Es tu hijo-

-Un hijo creado sin mi consentimiento- recuerda en un tono pasivo y ajeno a enfrentarlo -No necesito ver el resultado de tal experimentación, ya tuve suficiente- comenta naturalmente porque no es mentira, estuvo durante la concepción, sintió cuando enraizó su semilla y en un capricho, mantuvo vivos a ambos cuando fueron abandonados a su suerte en ese laboratorio.

La mirada del jovencito es pesada a su perfil con tanta inmerecida empatía o hasta tristeza en su nombre -Es tú hijo... Aizen...- insiste obviamente no está de acuerdo con su postura desinteresada -Sé que no fue en los mejores términos... pero el resultado es que ahora tienes familia... no estás solo...- explica como si comprendiera el tipo de vacío que tiene en su interior -Tienes un hijo- recalca innecesariamente.

Culpa al Hogyoku de tal empatía.

-Tienes la idea equivocada de mí, Kurosaki Ichigo- interrumpe sin mirarle, el monstruo sigue atento al horizonte... pero, aunque no quiera... esta más atento al brillo lejano del reiatsu recién nacido y las palabras que quieren llegar al fondo de su soledad -No necesito lazos de ningún tipo, ni siento nada al respecto ante lo que asumes... me atara- desestima.

Ichigo niega cansado, ha sido el líder de las ultimas batallas, no debería estar ahí... pero se mantiene... y por el rastro que tiene en su aura, igualmente fue el partero durante el asunto... aunque no ejerza, es un médico de oficio - Aizen... al menos dale un vistazo- le aconseja.

Y para el atrofiado megalómano que solo conoce la soledad considera que tal vez sí, Kurosaki Ichigo es el único capaz de tener la absurda mentalidad de aconsejarlo... tambien tiene más experiencia en tonterías mundanas de términos ajenos como son los lazos de sangre... y por lo que ha escuchado, igualmente es padre... otra similitud que comparten ambos, no pierde la broma en el asunto al negar moverse.

-Fue una niña-

Aprieta los labios en disgusto por recibir una información que no pidió, Sosuke no muestra en nada su molestia al mantener la fachada desinteresada y atento al horizonte... pasando del pequeño reiatsu a otros más interesantes... Soi Fong seguramente esta recogiendo los pedazos de los nobles, Mayuri aún sigue prófugo... aunque han ganado terreno, el enemigo sigue existiendo.

-Tiene los ojos de la madre... sin embargo... todo lo demás es tuyo-

Suspirando impaciente porque el chico esta terco, con ese nudo desconocido en su pecho impropio de un ser por encima de emociones mundanas o sentidos de responsabilidad a delgadas líneas de sangre, mira seriamente al mestizo de tantas razas con aburrimiento - ¿Insistirás? -

El descarado mocoso se encoge de hombros -Si- le dice en su cara.

-Solo tu estarías preocupado por tu enemigo-

-Estoy preocupado por el futuro del niño... Aizen-

Se detiene a contemplarlo - ¿Crees que le harán daño? ¿Qué soy mejor para opinar? - pide Aizen con gracia por tal chiste.

Dudando un poco, pero la terquedad es una característica firme en el Shiba no reconocido, lo mira largamente con esa experiencia impropia... con ese derecho de creer que puede aconsejarlo... guiarlo por el buen camino de la simpatía de un padre -El niño no tiene la culpa de nada, sea o no creación de la ambición- suena como si hubiera discutido el asunto con otros.

-Es tu igual- apunta Sosuke, porque, aunque con otras razas involucradas... ese espécimen igualara al personaje que formo a través de varias aventuras ¿Si le pone las mismas dificultades, serán más similares? Se pregunta con ausencia.

Por supuesto que Ichigo le desagrada tal comparativa, obviamente no le gusta que vean a la niña como su copia... como el experimento que es y lo fulmina con desaprobación que le parece tan divertido... pero ¿Qué otro tendría la moral para castigarlo? No hay otro mejor que Kurosaki para ser juez de cualquiera.

No se ofende, ni le molesta, es entrañable que luche por esa creación como si fuera suyo.

-Supongo que no solo es Shinji un peligro para esta nueva variable...- Aizen cruza sus brazos mirando a la nada al comentar a la ligera, encarrilar la conversación a lo que ese niño quiere -Urahara Kisuke es sorprendentemente sentimental al respecto ¿no? - canturrea un tanto agraciado de notar una anomalía en la frialdad de su rival de ingenio, fue tan gracioso de hecho tal debilidad por una mera niña y mucho menos por su producto sin nacer.

-Él no dañaría a un bebé-

Y es tan gracioso que Kurosaki siga pensando lo mejor de todos cuando ambos observaron el tipo de rencor que consumía al hombre... Urahara Kisuke es una persona peligrosa... pero no está ahí para indicar lo obvio, antes de negar, Aizen mira directamente al chico -Dudo que dejen acercarme para ver a tal espécimen- finalmente le indica.

-Es una niña, no espécimen- le corrige Ichigo un tanto irritado.

Ríe para sí mismo de nuevo, sin gracia, solo aburrimiento porque duda ver de otra manera a tal cosa no importa cuánto la extrañeza quiera desbordarse de su pecho.

Suspirando impaciente, su antes creación lo fulmina con vehemencia.

Tararea ajeno, Aizen solo observa de nuevo el entorno -Eres el único capaz de olvidar el tipo de monstruo que soy, Kurosaki Ichigo y nadie en su sano juicio me dejara conocer a dicha niña- le recuerda porque no es un secreto cuando es obvio que todos tienen presente el tipo de atrocidades que hizo por un bien mayor ya olvidado.

Cruzado de brazos con la desaprobación en oleadas, ese personaje lo mira directamente nada intimidado por la verdad en sus palabras, solo suelta un largo suspiro tortuoso -Te acompañare-

Deseando estar en otro lado muy lejos de tal empatía, parece que el tema no será dejado de lado pronto por tal terco chico... por lo tanto, para su paz próxima... Aizen da un último vistazo al seiretei -Eres una molestia innecesaria, Kurosaki Ichigo- comenta antes de desaparecer en un paso suave... no le sorprende que le haya seguido de cerca con sus nuevas capacidades.

Una parte de sí mismo le ofende que este haciendo lo que desea ese niño.

Pero se convence que es para que lo deje en paz, que cierre ese innecesario ciclo y abandonar el tema como sin importancia... continuar con esta guerra hasta las ultimas consecuencias.

Aterrizando suavemente bastante lejos de donde estaban hace unos segundos, no es sorprendente que las hostilidades se disparen llenando el aire de varios reiatsus en alerta máxima por su presencia... Aizen mantiene expectante y si tiene una sonrisa educada, no es su problema que sea malinterpretada.

-Que hace aquí- Shinji escupe en medio del camino casi con su espada desenvainada.

Hay otros tantos rostros familiares, algunos heridos, otros de guardia... puede identificar a su querida Momo como una de las tantas personas sin aliento por su figura... forman una barrera ante la fachada de lo que fue el hogar lustroso de la familia Kuchiki, ahora ocupado como un hospital improvisado donde puede notar que hasta el fondo... esta la pequeña chispa que lo llama.

-Tiene derecho- Ichigo dice en voz alta sin temblar ante tantos aliados desaprobando sus acciones.

-Eres el único que piensa que lo tiene- el capitán Hitsugaya literalmente le gruñe en voz baja.

Aizen parpadea, antes de enfocar a quienes lo han encarado, no evita sonreírles presuntuoso como arrogante... sonreírles como la basura que siempre los ha considerado... y ahora con la distancia de poder tan remarcada, no son nada este o no sellado por el muken.

Todos en ese lugar son conscientes que es su cortesía por el que no los ha matado y tomado ese golpe civil como suyo.

-Aizen no compliques esto- advierte el ahora hombre de naranja con la severidad de su presencia -Y no es momento para esto, considero, que merece ver al niño porque es el padre- ese mocoso ahora realmente somete a todos bajo su mirada cansada y corta cualquier drama... si desea... podría gobernar sobre todos, pero usa tal poder para negociar, para enfocarse en cosas tan tontas.

Al megalómano le entretiene bastante.

-De verdad, tu jodido corazón, Ichigo- Su una vez capitán gira los ojos impacientes pero la hostilidad baja de golpe mira el entorno con su espada sobre el hombro sin mirarlos de nuevo -Solo dejémosle pasar-

El niño prodigio de hielo lo mira con la boca abierta ofendido -Pero Shiji...-

-No podemos ponernos hostiles entre nosotros, aunque no nos guste, luchamos en el mismo lado para permitir una pelea por algo como esto...- bostezando, el rubio continúa espantando a la multitud de gente -Además, será divertido ver, si un monstruo puede tener emociones- canturrea con una sonrisa siniestra de alguien académicamente interesado en las interacciones.

Aizen no se ofende, pero Kurosaki Ichigo parece tomarlo personal de nuevo.

-Y no tiene nada que ver que hayas discutido con Urahara- acusa él una vez capitán de la décima cansado, pero bajando la guardia de mal humor y lleno de acusación.

Una risa sin contestar tal acusación, porque aún para Aizen es obvio que existen hostilidades entre ambos hombres de ciencia... interesante, si le llegan a preguntar.

-Solo deberían dejar ese asunto-

-Es imposible dejarlo cuando...- Su antiguo capitán, al que traiciono hace tantos años, se detiene como si se diera cuenta de lo que iba a admitir ante tantos oídos... solo espanta con una sonrisa a juego de una máscara tan engañosa -Vamos, los escolto...-

-No es necesario- Kurosaki Ichigo murmura.

-Lo es, porque te recuerdo, que no serás suficiente si uno de los tantos afectados por sus juegos... decide no ser racional- Shinji comenta dando la espalda para insinuar que les siga.

Kurosaki Ichigo le da una mirada asesina, un movimiento impaciente, pero se queda a su lado a través del hermoso jardín nada manchado por las carencias que seguramente provoco la guerra... ni por la reciente batalla... era admirable que se haya mantenido, supone, que es más el esfuerzo de cierta mocosa Kuchiki que respetaran la memoria del fallecido jefe de dicho clan.

El aroma penetrante de medicamentos lo reciben.

Hay varios de lo que una vez fue la cuarta merodeando en alineadas camillas, la urgencia está en todos lados... los heridos son bastantes y al fondo... en una habitación semi abierta se encuentran los que no lograron sobrevivir... Aizen no mira nada de esto más interesado en la última puerta.

No le parece extraño que antes de siquiera llegar, la puerta misma se abra para ser cerrada detrás de la espalda de quien parece ser un obstáculo... los mira debajo de ese sombrero ridículo con un brillo molesto que no adultera, sobre todo para él, chasquea los dientes al enfocar al ahora adulto - ¿Qué significa esto? - exige cuando seguro sabe.

El que una vez fue un capitán exiliado toma un aliento dando un paso delante que cualquiera -Ichigo...- apunta groseramente al susodicho -considera que tiene el derecho de conocer al espécimen-

Por su puesto que el mestizo fulmina al rubio -Es un niño- le corrige como si fuera lo único importante de todo el asunto, desinteresado de ser puesto como el culpable y pretexto para estar en ese lugar.

Shinji por supuesto que le da una sonrisa descarada al naranja, Aizen arquea la ceja silenciosa, más divertido con ser espectador de este interesante choque por nimiedades... todos en los alrededores se enfocan en sus asuntos ignorando al grupo fuera de la puerta... y nadie saca a relucir el tema de la reciente victoria.

Resopla, las prioridades de todos parecen mal enfocadas, pero tampoco lo señalara.

Su rival de ingenio ajusta su sombrero aun irritado -No tiene derecho en nada sobre el recién nacido- argumenta al cruzarse de brazos.

Tomando un largo suspiro, Kurosaki Ichigo mira al exiliado largamente, casi parece que ese asunto ha sido discutido antes y no llegan a nada -Es el padre, Urahara...- llama por su nombre, sin usar motes ridículos -Al menos le deben la cortesía de que conozca el motivo de su sufrimiento-

Sosuke no evita mirar al chico, incrédulo que sienta tan nivel de empatía cuando no ha dado motivos... de nuevo... culpa al hogyoku y los sucesos que le dieron la idea que es más humano que inmortal sociópata... sin embargo, contra todo pronóstico, de nuevo se guarda sus palabras para si mismo al solo arquear la ceja expectante.

Negando con vehemencia, sosteniendo su sombrero para que las sombras cubras su gesto... el astuto exiliado chasquea los dientes infeliz -Ese corazón tuyo es un problema en momentos con este...- advierte cansado, Shinji afirma ajeno a involucrarse tambien -Pero eres el único que cree que le importa un poco-

-Sin embargo, es mi hijo…- se siente distintivo decirlo por su boca en voz baja, ese apretón existente en su pecho parece más claro ahora, pero, no se va a retractar cuando todos lo miran... solo quería llevarles la contraria -Según me dijo Kurosaki Ichigo, su destino está en sus manos-

-Entonces quieres jugar al padre responsable- Shinji descaradamente pregunta.

-Saben que estoy lejos de tales emociones mundanas, sin embargo, estoy curioso...- mira la puerta, Sosuke inclina su cabeza curioso porque admitirlo tambien es algo en sus supuestas nulas emociones -Un niño como esos no se debió dar, menos, con una madre tan débil-

-Ella no es débil- Kisuke argumenta antes que nada fulminándole.

Esto era entretenido para el atrofiado ser inmortal, el villano en si mismo no evita sonreírle en reto por verlo tan emocional ante la mera mención del mortal involucrado como la incubadora de su semilla -Sabes que lo es, esa niña sufrió mucho... rogo por la muerte... Urahara Kisuke, no estuviste ahí para escuchar sus lamentos- arrastra las palabras señalando lo que todos eligen ignorar.

La mano cerrada en su hombro es la advertencia de Kurosaki que cierre la boca.

Shinji como el resto se quedan callados, es como si todos se concentraran en sus palabras, era el dominio de un enfrentamiento que todos esperaban desde que se unió a esa burla.

Dando un paso delante ignorando la advertencia, mira a los ojos tormentosos de ese ingenioso Shinigami, Aizen Sosuke expresa una sonrisa burlesca -Admito que sobrevivir fue sorprendente de su parte... sin embargo... sabes que nunca despertara, si lo hace, no será en nada a la persona que elegiste para apegarte de una manera tan tonta-

La espada ha sido desenfundada en un parpadeo, Urahara Kisuke finalmente ha perdido el temple y solo se ha detenido de intentar cortarlo por milésimas de centímetros... se nota que lucha por cerrar esa distancia, pero Kurosaki Ichigo como un personaje entrometido es quien lo ha detenido desde su espalda en un movimiento aún más rápido de destreza.

Sintiendo el acero, pero sin moverse, porque duda que un ataque tan tonto le haga suficiente daño, Aizen arquea una de sus cejas presuntuoso -La debilidad no te sienta, Urahara Kisuke, déjala morir- advierte como alguien que sabe, no necesita algo como eso cuando es su rival más grande... un juego que llevo 100 años bastante divertido y en donde concluyo con su derrota por diferencia mínimas.

-No ayudes Aizen- Ichigo gruñe aun sosteniendo a su maestro con todo lo que tiene.

Urahara Kisuke deja de luchar... su ingenio finalmente brilla en sus ojos, parece barrer el entorno y sentirse avergonzado... pero aun con esto, el megalómano puede notar que el brillo feroz sigue sin disminuir, que esta bastante comprometido emocionalmente con la vasija de su hijo... que el hombre que ha reconocido como el más inteligente tiene una obvia debilidad... que tal vez lo ha estado sobreestimando y es algo con lo que parece poco dispuesto a luchar.

Es extraño como funcionan las emociones para alguien atrofiado, no comprende, pero reconoce, que estas mismas emociones tambien pueden ser la voluntad para derrotar dioses.

Hay un pensamiento pasajero que tiene Sosuke... Si Kurosaki Isshin abandono su larga carrera... sus poderes por eso que llaman amor... ¿Qué abandonaría Urahara Kisuke?

-Ya suéltame, Ichigo- gruñe Urahara.

- ¿De verdad? - El antes adolescente cuestiona.

Ofendido el inteligente Shinigami fulmina al ahora adulto, pero es soltado, su espada guardada y le lanza su mejor mirada asesina de que recordará el insulto para el futuro... uno que Aizen admite esta curioso por ver en que concluirá.

-Eso fue inesperado- Shinji silba asombrado desde donde ha estado viendo todo con ojo analítico.

-Tú vete, no necesitas estar aquí- Kisuke espeta.

- ¿No necesitan mi intervención? - pide ofendido el rubio.

-No, ni tampoco tu curiosidad... resolveré esto con Ichigo- dice como alguien que sabe la verdadera intención del visored, ajustando su sombrero toma un aliento molesto... el trio inesperado se quedan en un incómodo silencio... el entorno sigue trabajando... fluyendo... fingiendo que no existe una problemática o que ha nacido un niño entre tantas muertes.

Un nacimiento en la sociedad de almas es normalmente un festejo, una novedad, pero siendo el hijo de quien es... todos parecen dispuesto a pasarlo de largo.

-Es mejor que te ahorres tus palabras, Aizen, no necesito tu opinión con respecto a nada, no importa lo que Ichigo quiera... tampoco tienes poder de decisión sobre el niño- advierte con más seriedad al mirarlo, levantar su mano para silenciar la queja airada del naranja -No olvides que un ser como él no tiene el apego ni las emociones de una persona normal, Ichigo, no importa el idealismo tonto que tengas, es un monstruo-

Le agrada que alguien le recuerde tal hecho, Sosuke da una sonrisa presuntuosa nada ofendido.

-Sin embargo, le concederé la cortesía de ver al niño, solo eso y nada más- Kisuke es una persona con más debilidades en el transcurso de los años, se da cuenta el megalómano al mirarle largamente para darles la espalda -Síganme- ordena al apartarse lejos de la puerta donde seguramente esta el contenedor de su hijo convaleciente.

-Entonces ¿Qué harán con el niño? - Kurosaki Ichigo es quien rompe el silencio al seguirlo por el largo corredor, pasando más camas de heridos y miradas desdeñosas a la estela del una vez villano de la sociedad de almas.

-Esa no debe ser tu preocupación, Ichigo-

-Pero...-

-Se que te sientes conectado... sin embargo, deja de preocuparte, he tomado la mejor decisión para el niño considerando todos los factores y la recuperación de Nym-chan-

No evita resoplar ante tal optimismo cuando ha dicho la verdad del destino de un alma tan débil, pero ambos rivales lo fulminan para que se mantenga sus opiniones... de nuevo... para si mismo... solo para evitarse la fatiga de otra discusión sin sentido, permite el silencio de su parte.

-Ara-chan puede tener una desafortunada concepción, pero sigue siendo su hija, vere que mis intereses no afecten su destino- concede Kisuke sin mirarlos, pero se nota, que quiere tranquilizar a su alumno al recalcar su postura en el asunto.

Aizen se pregunta si tal vez, tambien lo esta considerando para estar enterado, niega divertido como frustrado... todos asumen tanto de sus ultimas acciones.

- ¿Ara-chan? – Kurosaki Ichigo cuestiona finalmente.

La espalda del científico zumba alegremente, casi pareciera cómodo con todo -La familia de Tonks tiene la tradición de nombrar a sus hijos tras constelaciones... – comienza cuando llegan finalmente a la puerta deseada -creí prudente respetarlo aun cuando ella hubiera deseado no regresar a tal costumbre- ríe un poco en un recuerdo lejano.

Aizen ha estudiado lo suficiente del cielo para saber que nombre ha elegido para su hijo -Tal dedicación- no era burla, un comentario cínico tal vez, mira largamente a su rival luego la puerta -Estas preparando algo ¿no? Para mantenerla lejos de su madre – tampoco acusa, una observación del detalle de la distancia recorrida, el aislamiento obvio e inclina la cabeza con sana curiosidad.

-Eso no es tu asunto-

-Urahara- Kurosaki Ichigo advierte.

Suspirando derrotado, mirando a su antiguo estudiante aburrido, pero luego lo enfoca, se encoge de hombros -El reiatsu de Ara-chan se debe contener si deseo pasarla a un mejor destino...- indica sin entrar en detalles, enviando un vistazo a Kurosaki para que entienda que no, no le estará diciendo enfrente del todavía inestable enemigo -Y te recuerdo, hiciste muchos enemigos... nadie ve al inocente cuando ven a Ara-chan... sino las posibilidades que sea tu resurgimiento-

- ¿No eres uno de ellos? -

La misma sombra que ha tenido, vuelve a resurgir, pero se limpia con mayor facilidad... una actuación... luego resolución al suspirar -Yo puedo tenerte rencor... odiar su concepción... el destino por elegirla- admite por alguna razón delante de él- Puede interesarme menos su existencia... sin embargo... es SU hija y SU recuerdo de que existió en este mundo-

-La facilidad con la que ignoran la realidad por meras emociones, siempre es divertido de presenciar-

-Y son estas emociones las que te derrotaron al final ¿no?-

Giraría los ojos si fuera menos digno, pero solo le da una sonrisa al enfocarse finalmente a la puerta... acariciar ligeramente, para no dañarlo, el reiatsu recién nacido y tararear al dar un paso delante... nadie evito que abriera la puerta, entrar a un cuarto oscuro sin sorprenderse que sea esa antigua teniente, convertida en capitán cuando Unohana falleció la que este dentro.

No hay hostilidad aun cuando esta seguro fue uno de los tantos afectados por sus planes en el pasado, la capitanía de una división como la cuarta seguramente le hizo ver el mundo diferente cuando observa al gran monstruo ingresar... solo le da una mirada contemplativa sin moverse desde donde vigila la cuna.

-Isane, esta bien, me hare cargo- Urahara alienta.

-Bien, pero no quiero que molesten al niño... tiene algo de malestares... la leche sigue sin caerle bien- admite al ponerse de pie resuelta como protectora, seguramente, una defensa para disuadir de cualquier enemigo del monstruo a desquitarse con el inocente, pasar de largo a quienes entran... no sin antes reconocer solo a Kurosaki... y cerrar la puerta a su salida.

Aizen deseaba divertirse del desaire que, a pesar de su primera impresión, si existe en esa mujer, pero, está más distraído en la cuna puesta bajo la ventana brillante del día... no sabe porque duda... porque no avanza considerables segundos... es como una barrera tonta que existe ahora en el momento inoportuno... envolver el reiatsu del niño con el suyo, sentir la sintonía tan cercas... es una calidez debilitante en su pecho que no esperaba.

Es frustrante.

- ¿Aizen? - la voz desconcertada de Kurosaki Ichigo le saca de su ensoñación.

-Curioso... muy curioso- es lo único que dice Sosuke al dar el primer paso, luego el segundo, una constante corta caminata hasta que llega al costado de la cuna ricamente tallada... seguramente... una reliquia Kuchiki y tal detalle, se pregunta, si la anfitriona del lugar lo ofreció o Urahara lo tomo.

La primera vista no es en nada impresionante, aunque, para un recién nacido es bastante vivaz cuando esos ojos borrosos... unos que seguramente son ciegos hasta que se desarrollen dentro de unos meses... le regresan la mirada como si lo ubicaran tan pronto, el reiatsu pequeño vibra y es impresionante que se abra de esa manera ante él.

¿Sabrá que es su padre? O ¿Sera porque reconoce su reiatsu? Esto último es una mayor posibilidad considerando cuanto vertió para mantenerlos vivos... la primera es una idea estúpida, porque no es sentimental, es una persona de ciencia que sigue sin creer... no importa lo que sienta... que es imposible tales cosas.

No se mueve de donde estudia los rasgos... es muy pronto para definirlos... aun cuando los ojos plateados insinúan tanto de su madre... inclina la cabeza, entiende lo que Kurosaki menciono de todas maneras, hay similitudes suficientes para señalar que será idéntica a él.

-Puedes sostenerla-

Resopla ante la intervención de Kurosaki Ichigo que lo saca del silencioso ambiente, se da cuenta que se ha quedado observando indeterminado tiempo... la irregularidad en si mismo es de nuevo un punto curioso de estudio... pero por ahora solo mira sin impresionar al muchacho por tal sugerencia descarada, niega exasperado -Creo que es suficiente- admite al dar un paso atrás sin ganas de seguir experimentando las rarezas en su ser, prefiere dar la espalda sin mirar los alrededores -Confió en que harás lo prudente Urahara para mi hijo-

-¿Amenazas?-

No honra tal cosa con una respuesta.

XXXXX

Fin del capitulo.

En total, quería abarcar más cosas... más el tren... más el ministerio... más otros puntos de vista... tal vez Ariana finalmente... Hermione... Mcgonagall... los gemelos Weasley... la muerte de la ministra... pero al final salió esto, todavía falta otro capitulo más de este conflicto, tal vez el clímax y luego la conclusión... meditando seriamente, después de que alguien me preguntara si iba a extender esto.

¿Creen que Voldemort pueda sobrevivir a tanto? lo dudo.

Quizas, si las musas llegan a una conclusión, no se extienda esto otro año en Hogwarts, más bien, que desemboque en otra cosa.

Quien sabe, como digo, depende de las musas enteramente.

Perdonen mis errores, escribí en el trabajo de nuevo.