Aviso: los personajes de Atla no me pertenecen.

Cuando Aang terminó de ayudar a Gyatso con la comida vió el mensaje de Katara, decidió responderle con un "genial"más emoticon de carita sonriente, pensando que quizás su amiga podría estar nerviosa y quería que estuviera tranquila, en lo posible claro.

Solían encontrarse todos los domingos después de almorzar, a la hora 14, en "su" lugar en el parque. Allí había una fuente desvencijada con un ángel en el centro que sostiene un cántaro de agua por el cual salían tres chorros que caían a la piscina. El sonido que emitía les daba cierta tranquilidad, aunque el aspecto era un poco sucio ya que esa zona no era muy concurrida por lo cual estaba bastante desatendida.

Aang llegó primero, ya que vivía más cerca, y se sentó al borde de la fuente a esperarla. Cuando la vió llegar sintió un nudo en la garganta y pequeño mareo, respiró profundo para calmarse y se levantó para saludarla. Al verlo Katara sé sonrojó y le sonrió tímidamente, Aang la abrazó fuertemente, lo que sorprendió a su amiga, ella no se esperaba un abrazo tan efusivo, principalmente porque ella era la que lo abrazaba siempre. Pero Aang solo quería asegurarle que todo estaba bien entre ellos.

- Hola Kat, ¿cómo has estado?

- uf! Un poco nerviosa ¿y tú?

- Bien..., es decir, ayer estuve algo sorprendido, como te podrás imaginar, pero ahora estoy bien.

- ugh Aang, no sé si debamos abordar este tema tan pronto- dijo Katara poniéndose más roja.- pensé que quizás te serviría pensarlo por más tiempo y quizás hasta ¿podrías responderme por mensaje? Es decir, solo es un sí o un no, no debes sentirte mal por decir no Aang, en serio-

- ok Kat, primero quiero decirte que te tranquilices, entiendo todo lo que planteaste y no debes temer nada de nada. Segundo, si no podemos hablar de este tema ¿cómo podríamos hacer algo más en caso de que decidamos seguir adelante con esto?- le respondió con su sonrisa característica. Katara sintió que su corazón se aceleró ante la implicación de sus palabras, ¿acaso iba a decir que sí?. Por supuesto que tenía razón, si no podía hablar del tema como podrían hacer otra cosa!?

- agh! Odio cuando tienes razón, es solo que pensé que querías que nos juntaramos para pasar el rato, no pensé que ya íbamos a hablar de esto- medio mintió Katara, ya que había sospechado que Aang ya tenía una respuesta.

- claro que quiero pasar el rato, ayer te extrañé, pero también quería que habláramos un poco- la miró demasiado intensamente por un momento y luego continuó hablando- mira Kat, no quiero que te sientas incómoda para nada, así que si algo de lo que digo te molesta solo dilo ¿ok?

Esto puso más nerviosa a Katara, ¿qué le iba a decir que no le gustaría!? Recién pensó que su respuesta sería sí y ahora estaba de nuevo dudando. Quizá sería lo que ella había sospechado durante un tiempo, pero en realidad no tenía ninguna prueba concreta, así que no había dejado que ese pensamiento permaneciera demasiado en su mente, pero ahora volvía a aparecer.

- ok- asintió ella.

- bien, quiero ser sincero contigo, porque me importas mucho y me tomo muy en serio lo que me pediste, así que- tomo una respiración profunda y siguió adelante con lo que había pensado responderle- mentiría si dijera que la idea de tener nuestra primera vez juntos no me entusiasmo y de hecho bastante, quizás más de lo que debería dadas las circunstancias-

Ante esto Katara sonrió un poco, sintiéndose un poco más ligera, o sea que él se sentía atraído por esta idea, ¿verdad?

- ok, ¿pero qué quieres decir con las circunstancias? No entiendo.

- bueno, quiero explicarte, cómo te dije, la idea me entusiasmó mucho, pero me puse a pensar que quizás deberíamos establecer algunas reglas con el fin de estar seguros de que queremos hacer esto y de que no estamos cometiendo un error.

- Bien, me gusta esta idea.

- bueno, yo te diré lo que creo y luego me dices lo que tú piensas. - Katara asintió para que él siguiera.

- Kat, creo que deberíamos esperar para decidir hasta pensarlo bien, principalmente tu.

Esto asombró a Katara ya que está era su idea, ¿por qué ella debería pensarlo más!? No entendía.

- ¿A qué te refieres Aang?, te dije que lo vengo pensando hace mucho tiempo.

- lo sé, pero ayer me puse a pensar en lo genial que sería esto para mí y me di cuenta de que mis motivos, más allá de que tú eres mi amiga y te amo, sería prácticamente perder la virginidad porque sería algo placentero y lo haría con alguien a quien amo y respeto, hasta ahí parecía que compartimos un objetivo en común, pero entonces me di cuenta de que tú comenzaste a pensarlo porque sufriste un trauma y que quizás si yo accedo a esto me estaría aprovechando de ti de alguna manera, y por nada del mundo quisiera hacer eso Kat, por eso quiero que lo pienses muy bien y quizás incluso lo hables con alguien más, para tener otra perspectiva, ya sabes.

Katara lo miró atónita, no podía creer el análisis que había hecho su amigo de esta situación, aunque se sentía también halagada de que volviera a decir que le entusiasmaba la idea, se sentía sumamente enternecida por su preocupación por ella. Por ello él era su mejor amigo y por esto lo amaba tanto, tanto que a veces quería besarlo y abrazarlo para siempre.

- Aang, gracias por preocuparte tanto por mi y gracias por no tomarte esto a la ligera. Entiendo lo que dices, y te puedo asegurar que ya he pensado en estas cosas, pero estoy de acuerdo contigo de seguir pensándolo un tiempo más. ¿Tienes idea de cuánto tiempo deberíamos pensarlo?

- bueno, no creo que debamos presionarnos a tomar una decisión apresurada, pero quizás en algún momento sientas que ya tomaste la decisión y simplemente puedes venir y decirme.

- ok, ahora te diré algo que yo pienso- Aang le hizo un gesto para que siguiera- si decidimos hacerlo me gustaría que fuera cuando ya tengas 18, aunque no lo creas me he sentido un poco mal por pensar esto contigo siendo menor de edad.

- está bien, entiendo, aunque no voy a cambiar demasiado de aquí a mis 18, supongo, es comprensible que te preocupes.

- Bien, estamos de acuerdo en eso entonces. ¿Tienes algo más en mente?

- bueno Kat, tengo muchas cosas en mente- ante este comentario Katara se sonrojó y se rió un poco. Aang tomo esto como buena señal y le sonrió ampliamente.

- no así Kat- se rió él- caminemos un poco- le dijo. Ella lo tomó del brazo y comenzaron a recorrer el parque. Era un día soleado pero no muy caluroso, corría una suave brisa que los refrescaba. Aang la miró de reojo y volvió a notar su ropa holgada y un tanto desalineada.

- Entonces, cómo te estaba diciendo, tengo muchas cosas que me gustaría decirte. Pero no quiero que nos enfoquemos solo en ese tema hoy.

- estoy de acuerdo, ya me siento más tranquila con que lo sepas y no te hayas asustado o enojado.

- por supuesto que no, sabes que es casi imposible que me enoje contigo. De hecho no recuerdo si alguna vez me enojé contigo en todos nuestros años de amistad.- le dijo sonriéndole.

- creo que tienes razón, yo tampoco recuerdo eso. Aunque si recuerdo mis enojos. Ugh! ¿Acaso soy una persona horrible!?

- por favor Kat, tú eres maravillosa, solo que a veces eras muy protectora y te preocupaba mucho cuando Sokka y yo nos metimos en problemas, tus enojos fueron justificados totalmente.

- eres demasiado bueno conmigo ¿sabes?- le dijo ella apoyando su cabeza en su hombro mientras seguían caminando. Aang suspiro suavemente, estaba tan feliz en este momento, que no quería arruinarlo. Así que decidió que por hoy no le confesaría nada más. Ya tendrían tiempo más adelante. Siguieron caminando y conversando de otros temas. Pronto se dieron cuenta de que ya era tarde y probablemente deberían volver a sus casas. Aang la acompañó a su hogar.

- Kat me encantó estar contigo hoy, ¡gracias! Nos vemos mañana en la escuela.

- gracias a ti Aang, me siento mucho mucho mejor. Gracias por siempre estar para mí.

Después de darle un fuerte abrazo, entró. Él se quedó mirando la puerta un momento, pensando en cuánto la amaba y como no la merecía. A veces sentía que la estaba engañando de alguna manera, al no confesarse, pero tenía terror a perderla. Pronto se dió la vuelta y fue a su casa para cenar con su guardián.