Los personajes de Atla no me pertenecen.
Katara sentía una ternura enorme por él, ya que siempre podía hacerla reír y se preocupaba mucho por ella. Ahora sentía un poco de ansiedad, pero decidió seguir su broma para ponerlo nervioso.
- así que no puedo esperar a que me hagas rogar por más! Ya quiero ver cómo me vas a chantajear!- ante esto Aang se puso rojo y se rió nerviosamente. Se dió cuenta de que sin querer casi había accedido a su pedido. Es decir, él sabía que quería hacerlo pero no podía simplemente dejarse llevar y no pensar en las consecuencias, ese no era su estilo.
- jajaja Kat, ya veremos- dijo lo más tranquilo que pudo. Por suerte estaban cerca de su casa. Así que necesitaban cambiar de tema, pasaron a hablar de las pruebas finales. Después Aang la saludó y la dejó en su puerta y siguió hasta su casa, contento de haber conseguido que accediera a ir a la fiesta con él. La semana pasó volando y no pudo evitar notar como la ansiedad de Katara crecía al acercarse el viernes, se sentía culpable por eso por lo que decidió hablar con ella.
- Kat ¿puedo acompañarte a casa hoy?
- claro Aang, ¿me esperas a la salida?
- ¡seguro!
Él momento llegó, debía ver si realmente esto era lo mejor para ella. Necesitaba tranquilizarla.
- oye Kat-, cómo te sientes para salir conmigo hoy!?- fue directo al tema. Katara lo miró llena de ansiedad.
- bueno, no siento muchas ganas de ir a la fiesta, pero sí de estar contigo y conversar.
- Kat qué te parece si vamos a la fiesta y si no te diviertes o no te sientes bien te prometo que nos vamos enseguida ¿ok?- ella sonrió ante está promesa y suspiro.
- ok
- no te preocupes, estaré contigo todo el tiempo. Y nos vamos a divertir. Los chicos estarán ahí también. Ya verás que todo será como antes- le dijo con una gran sonrisa para darle ánimos.
- espero que sí Aang, hace mucho que no salgo, pero será bueno ver a mis amigos fuera de la escuela, supongo- dijo con un suspiro.
- claro que sí, hoy será genial. Te paso a buscar a las 19
- bien
- y si quieres algo especial me lo dices que haré que se cumpla
- algo cómo qué?- preguntó interesada
- no lo sé, quieres que miremos una película cuando estemos en casa? ¿Quieres que te compré alguna comida especial? Pídeme lo que quieras y trataré de dártelo, quiero que disfrutes está salida Kat.
Katara estaba conmovida, él siempre tan dulce , buscando maneras de alegrarla. Se prometió a sí misma que trataría de disfrutar esta noche, que haría que valieran la pena todos sus esfuerzos.
- estar contigo ya lo hace especial- le aseguro- si queremos ver algo lo buscaremos en el momento, no te preocupes.
- ok pero si se te ocurre algo me escribes un mensaje y yo buscaré cómo cumplirlo.
- Bien Aang, haré eso.
- así que ¿Sokka tampoco vuelve este fin de semana?- Preguntó para cambiar de tema
- no, él y Suki deben estudiar para los finales, así que se están quedando hasta que terminen todas las pruebas. Los extraño mucho.
- lo sé, yo también- suspiro Aang. Suponía que Katara hubiera estado mejor si su hermano y su amiga estuvieran para apoyarla. A veces Aang se sentía tan inútil, él no sabía cuánto en realidad había ayudado a Katara, como ella pensaba en él para salir de los lugares oscuros a los que su mente la llevaba en algunos momentos. Los dos permanecieron caminando en silencio sumergidos en sus pensamientos. Pronto divisaron la casa de Katara.
- bueno Kat, a las 19 vendré por ti.
- ok, nos vemos
- y recuerda, si quieres algo escríbeme
- si si, lo haré- le dijo sonriendo mientras rodaba los ojos exasperadamente.
Aang se sentía un poco más esperanzado, creía que hoy todo podía salir bien. Y que por fin podría confesarle algo que le venía pesando hace mucho tiempo. Oró a todos los espíritus para que su amiga no se enojara demasiado y lo perdonará pronto. Después de cenar comenzó a aprontarse. Cuando faltaban 15 minutos para las 19 salió a buscarla en el auto que su guardián le había prestado. Cuando tocó a la puerta de Katara se sorprendió mucho al ser abrazado por Kanna
- Aang, te agradezco mucho lo que has hecho por Kat, hacía mucho tiempo no la veía así- le dijo con una sonrisa y los ojos un poco llorosos. Aang no entendía mucho, pero al ver a Katara sé quedó gratamente sorprendido. Allí en la escalera estaba su amiga, con un top azul y un vaquero ajustado que le llegaba a la cintura, su cabello recogido en una trenza que dejaba su rostro descubierto y botas con un poco de taco. Se había puesto un mínimo de maquillaje. Aang no pudo más que sonreír y acercarse a ella.
- wow Katara, te ves hermosa!
- gracias- le dijo sonrojándose. Aang entendió a lo que se refería Kanna, desde el abuso, ella solo usaba ropa holgada y generalmente deportiva. No sé arreglaba y su cabello estaba atado de manera simple y desordenada.
Aang le ofreció su brazo y ella lo tomó. Kanna los abrazó a los dos y les pidió que se diviertan y le avisará cuando llegaran a la casa de Aang.
Cuando arribaron a la fiesta Katara necesito un momento en el auto para recomponerse. Aang la abrazó fuertemente y le aseguró que todo iba a salir bien. Su amiga asintió y salió resulta hacía la casa tomando a Aang del brazo. Al entrar Ty y Toph llegaron a su encuentro, asombradas de que realmente hubiera aparecido.
- hey Kat, cómo estás? Que bueno que estés aquí- dijo alegremente Ty Lee.
- estoy bien, Ty. También me alegra estar aquí- respondió apretando un poco el brazo de Aang. Él le dió un pequeño apretón y la llevo a la sala para sentarse con ella en el sofá. Allí estaban Haru, Meng y On Ji, jugando a verdad o reto muy divertidos.
- hola chicos, se unen?- les dijo Haru
- por ahora solo voy a mirar- dijo Katara
- yo también- dijo Aang dándole una incómoda mirada a Meng.
Mientras Ty les acercó algunos snacks y latas de soda, Toph se sentó junto a ellos para conversar. Katara vio que había otras personas alrededor de la casa, pero sus amigos estaban allí con ella. Se preguntó si Aang tuvo que ver con eso o si fue casualidad. En el patio se escuchaban risas y música, y se veían algunos compañeros bailar. Después de estar conversando por bastante rato y ver que Katara sé había relajado y se estaba riendo decidió invitarla a bailar. No había pasado desapercibido ni para él ni para los demás que ella casi no lo soltaba y estaba sentada muy cerca de él. Cuando algún chico se acercó para invitarla a bailar o conversar fue rápidamente desanimado al ver lo cercanos que se veían. Algunos comenzaron a preguntarse si ellos seguían siendo solo amigos.
- oye Kat, ¿quieres ir a bailar un rato?- Katara lo miró con los ojos muy abiertos y con una cara de miedo, ella se estaba poniendo cómoda en esta situación, y se sentía relativamente tranquila, pero él quería sacarla de ahí. Pensó en decir que no, pero luego recordó que iba tratar de divertirse y que le había prometido que se irían si se sentía incómoda. Por ahora lo estaba pasando bien, así que debería intentarlo, pensó.
- b bien- Aang se levantó sonriendo y le tendió la mano para ayudarla a pararse. Así, tomados de la mano continuaron el resto de la noche. Bailaron y se divirtieron cómo si estuvieran solos. Sus amigos se unieron en algunas canciones, pero mayormente eran ellos dos. Cuando era cerca de la medianoche decidieron irse de la fiesta, para una primera salida no había estado nada mal, Katara no podía creer cuánto se había divertido. Al salir abrazó a sus amigos contenta de haber disfrutado este momento, miró a Aang con una enorme sonrisa y cuando llegaron al auto lo abrazó muy fuerte y le dió un beso.
- gracias Aang, la pasé genial, y todo gracias a ti.
- no tienes nada que agradecer, yo también la pasé genial.- cuando llegaron a su casa llamó a su abuela para avisarle que ya estaba en lo de Aang y que se habían divertido, Kanna le deseo buenas noches y ellos fueron a la habitación de él. Katara se rió al ver que Aang ya tenía pronta la cama que solía usar cuando hacían pijamada cuando eran niños.
- wow, ya tienes todo pronto ¿¡eh!?
- si, es que pensé que estaríamos cansados para hacerlo cuando volviéramos
-¡ tu siempre piensas en todo! Bien hecho, realmente estoy molida. Me voy a lavar y poner el pijama.
- antes de eso mira en tu almohada, tienes un pequeño regalo allí.- Katara fue hasta su cama y sonrió ampliamente al encontrar su chocolate favorito esperando en su almohada.
- Aang, ¡gracias! Pero por qué?
- bueno, por si algo salía mal y también porque... Bueno lo que tengo que contarte, creo que no te va a gustar mucho, y quería darte algo que te alegrará un poco.
