Los personajes de Atla no me pertenecen.
- Una cita?
- me gustaría darte o darnos una noche romántica, es nuestra primera vez, me gustaría que fuera lo mejor posible, si me lo permites.
- Bien, estoy de acuerdo. Ahora yo tengo un pedido, pero quizás creas que estoy abusando. Así que si quieres mándame a volar...
- ¡sabes que no haré eso!
- estaba pensando que no me gustaría saltar directamente al sexo. ¿Crees que podríamos tener algunos momentos de otras etapas, cómo besos y demás?.
- eso suena aún mejor, pero de nuevo me gustaría llevarte a una cita, aunque sea para el primer beso.
- ¡ow! Yo te lo iba a pedir ahora
- oye, no seas ansiosa, ni si quiera sabemos cuándo vamos a tener sexo. ¿Cuándo quieres que sea?
- bueno, quiero que tengas 18 pero no me gustaría esperar mucho más que eso
- ok, qué te parece si salimos a cenar la noche previa a mi cumpleaños, así si te quedas conmigo me darías el mejor regalo- le dijo guiñandole un ojo
- oh! y ahora quién es el ansioso! Bien, y a dónde nos quedamos? Aquí estará Gyatso y en casa estará mi abuela.
- de hecho Gyatso viaja al templo para esas fechas porque debe organizar algunas cosas, lo que me recuerda que tengo otra confesión que hacer- dijo suspirando
Esto sorprendió a Katara, pensó que ya había dicho todo.
- ¿qué más tienes para decir?
- bueno, esto no es mi culpa, no puedo decirle a nadie, aunque siempre he querido contarte. Y debes prometerme que no se lo dirás a nadie. Te lo diré porque estamos a punto de convertirnos en íntimos y no quiero que te enteres más adelante y te sientas engañada.
- Aang me estás asustando, ¿qué pasa?
- Bien, esto no es algo malo en sí, es solo algo que no debo decir todavía, pero que eventualmente se sabrá.
- ok, dime entonces.
- pero ¿prometes no decirle a nadie?
- si Aang lo prometo
- bien, Katara yo soy..
- Aang, Katara, el desayuno está listo- llamó Gyatso a la puerta de su habitación. Aang se sobresaltó nervioso.
- Mejor te lo digo en la cita está noche- dijo frotándose la nuca nerviosamente.
- ¿iremos a una cita está noche?- Katara preguntó arqueando una ceja.
- un, em, bueno, solo si quieres, claro.
- ok, estoy lo suficiente intrigada para ir. Ahora vamos a desayunar.- le dió un beso en la mejilla y se levantó para vestirse.
Aang sonrió tontamente y se levantó también, después de vestirse y lavarse bajaron a desayunar.
- Así que, ¿qué haremos hoy?
- Aang tenemos que estudiar para los finales.
- oh sí, ¿qué te parece si te llevo a tu casa así ya paseo a Appa y luego te paso a buscar para cenar, a eso de las 19?
- ok, me parece bien.
- Entonces está arreglado.
Salieron a un hermoso día soleado, la primavera en todo su esplendor. Volaron suavemente mientras conversaban de distintas cosas hasta que llegaron a la casa de Katara, cuando se estaban despidiendo ella lo abrazó y le volvió a agradecer por todo. Aang le sonrió y le devolvió el abrazo.
- nos vemos esta noche.- le dijo, y se fue suspirando contento.
Cuando la fue a buscar a la noche contuvo el aliento al verla esperándolo en la puerta, con un hermoso vestido azul oscuro que le llegaba hasta las rodillas y una simple chaqueta blanca de mezclilla. Llevaba el cabello suelto y con una tiara negra, unas sandalias negras de taco alto remataba el conjunto, se veía hermosa.
- wow Kat, ¡te ves genial!
- ¡tu siempre dices eso! Pero gracias
- es que siempre te ves bien- dijo él un poco ruborizado.
- tú también te ves bien.
Aang llevaba una camisa negra y unos pantalones cargo grises, zapatos negros y una chaqueta liviana marrón.
- gracias- dijo con una sonrisa tímida. Le abrió la puerta del auto y se fueron al restaurante. La velada pasó agradablemente, comieron en el patio del lugar, rodeados de flores con su olor fragante. Cuando pidieron el postre Katara no pudo aguantar más.
- Aang, ¿me vas a contar lo que hoy no pudiste terminar de decir? ¡Me muero de la intriga!
- oh, si, eso. Bueno, verás,¿ recuerdas que en las vacaciones debo ir al templo a entrenar?
- si lo recuerdo- respondió suavemente, está noticia la había entristecido, no iba a contar con su amigo durante las vacaciones, se iba a sentir muy sóla. Aang le había dicho que hablarían todo el tiempo por videollamadas, pero no sería lo mismo.
-¿ Recuerdas que no entendías porque debía seguir entrenando si ya era un maestro?- Katara asintió, tratando de disimular su molestia ante la perspectiva de no tener a su amigo por tanto tiempo- bueno la verdad es que voy a entrenar sobre cosas espirituales.- bajo la voz a un susurró- Katara yo soy el nuevo Avatar- ella lo miró incrédula.
