A/N: Para referencias a mi estilo y a ciertos aspectos del fic, lean 'Littera Minima' y sus secuelas, de la cuál esta es su más reciente entrega. Para más información, leer las A/N en el capítulo de Obertura. Por favor, quienes dejan reviews anónimas, dejen un mail de contacto para que pueda responder sus comentarios con más agilidad.
Saint Seiya, la trama y sus personajes pertenecen al Sr. Kurumada y a quienes han pagado por el derecho respectivo. Hay algunos personajes y conceptos que hacen relación a la obra de Tolkien, y que no me pertenecen. No estoy sacando beneficio económico de esto: nada más entretengo a mi imaginación.
ADVERTENCIA.
Principio 138 para ver y entender Manga: Si la mascota es chiquita, tierna y adorable, se convertirá en algo grandote, feo y desagradable.
Se pide criterio y discreción por parte de los lectores. No me hago responsable de castigos, lesiones, o penas capitales derivados de la lectura de este capítulo.
Capítulo 15:
Un Plan Descabellado.
Estancias de Niké.
Día Siguiente.04:30 am.
Nada parecía perturbar el descanso. A excepción de los guardias y santos de turnos, el Santuario dormía a pierna suelta. La agradable brisa nocturna, que parecía aliviar del calor del día las habitaciones y edificios, a medida que avanzaba la primavera estaba haciendo más y más calor, era la única intrusa en las habitaciones.
Se movió un picaporte.
Cuando la situación lo ameritaba, Idril se despertaba de inmediato. La elfa era conocida por dormir más profundo que un muerto, pero en esta ocasión, su instinto se alertó y la despertó en un santiamén. Abrió los ojos y se quedó muy quieta, atenta a los sonidos. El mudo sonido de la puerta de las estancias que se produjo al abrirse, no pasó inadvertido para su agudo oído.
Frunció el ceño, mientras que con el sigilo de una gata con cría se calzó su máscara y se puso de pie. Podía oír pasos suaves caminando por la sala… lo cuáles se detuvieron junto a la puerta. Idril, que para estas alturas ya había recorrido la mitad de la distancia entre su cama y la puerta de su dormitorio, entrecerró los ojos y se puso en posición de defensa. No se detuvo a pensar qué haría un intruso o como habría llegado hasta allí, eso no era su prioridad: debía detenerlo a toda…
"… duerme…"
Un cosmo ajeno la arrulló de súbito en un feroz ataque que tenía por fin dormirla. Idril se sintió invadida por el más tenaz de los sueños y aprehensiva, se resistió como nunca, tratando de repeler aquél cosmo con el suyo propio, pero apenas sí pudo encenderlo. Fue tan abrumante el sueño que le dio, que cayó de rodillas luchando por no dormirse. En un desesperado intento, quiso gatear hasta la puerta, sacando fuerzas de flaqueza, pero de súbito aquel cosmo aumento su poder y terminó por vencerla. La durmió tal como si le hubieran dado con un mazo detrás de la cabeza. Idril quedó estirada en el suelo cuán larga era, en los brazos de Morfeo.
Entonces la puerta del dormitorio se abrió y una silueta se asomó dentro. Caminó hasta la dormida elfa y se agachó junto a ella, revisándole los signos vitales. Una segunda sombra, mucho más femenina, apareció junto a ella y ambas se miraron, ahogando una risita cómplice.
"Te lo agradezco, Hipnos."
"No es nada: siempre hago lo mismo. ¿Necesitas algo más?"
"No. Puedes irte."
"No te olvides de mi encargo."
"Sí, tranquilo, mañana te envío las entradas para el festival."
Ambas sombras se diluyeron en el aire, dejando a la elfa bien dormida en el suelo. Sin embargo, la sombra que se veía más femenina no llegó muy lejos. Reapareció en el cuarto de Niké: la pequeña diosa dormía desparramada en la cama y con las sábanas en desorden. Respiraba sonoramente, acusando desde ya un problema de sinusitis que debería ser tratado dentro de los próximos meses, el cuál le provocaba un ligero ronquido. La sombra se acercó hasta la niña y se sentó junto a ella. La remeció un poquito y somnolienta abrió los ojos.
"… ¿huh?…"
"Ya es hora Niké." Le dijo la sombra. La niña se incorporó de mala gana, tallándose sus ojitos. Con un puchero, buscó su conejo de peluche y se abrazó a la sombra.
"… ya… yo dodmidita…" Balbuceó mientras se acurrucaba para seguir durmiendo.
Niké fue acunada en los brazos de aquella sombra y ambas desaparecieron de las estancias.
Estancias del Patriarca.
Habitación de Shion. 05:20 am.
"¡Shion!"
Un insistente zarandeo, más del necesario, comenzó a traerlo de regreso del mundo de los sueños a la cruel realidad. Apretó los ojos, muy molesto: nunca le habían gustado que lo despertaran. ¿Acaso ya eran las 6 de la mañana? No, no lo eran, se habría despertado solo de ser así. ¿Quién le molestaba a esta hora? Shion sacudió los brazos y se dio la vuelta en un esfuerzo para escapar del zarandeo.
"¡Despierta Ya!"
Lo cuál pareció resultar, dado que éste se detuvo. Shion no tenía intenciones de despertar, suspiró profundo y se dejó hundir nuevamente en el mundo de los sueños. A ver si podía retomar su…
¡SPLAAAAAAAAAAAAAASH!
Un golpe de agua muy fría arruinó sus planes de seguir durmiendo. De un salto, Shion se incorporó en la cama, mientras la adrenalina se vertía en su torrente sanguíneo a toda velocidad y su corazón palpitaba de sobra. Enojado, dolorido y sorprendido, el Patriarca miró en todas direcciones, hasta que se topó con Idril, que tenía una mano en la cadera y en la otra un vaso vacío. La chica estaba vestida, aunque era evidente que se había cambiado a sus ropas a la rápida. La máscara revelaba una enojaba expresión.
"¡Aries!" La voz de Idril sonaba urgente… tan urgente como era el zarandeo del cuál había sido víctima. "¿Ya Estás Despierto O Debo Lanzarte Un Cubo de Agua En Vez De Un Vaso? ¡Despierta De Una Vez Que No Es Momento De Dormir!"
"¿Pero qué…?" Shion bostezó con largura y a regañadientes. "¡Idril! Elfa Loca. ¿Qué Haces? ¡Me Pudiste Haber Matado Del Susto!" Protestó mientras se sacaba el exceso de agua.
"De Poco Me Vale. Llevó más de 5 minutos tratando de despertarte: con lo que está pasando, prefiero arriesgarme a que te mate."
Enojado por tan brusco despertar, Shion miró a Idril con el ceño muy fruncido… pero verla le dio mala espina. Algo pasaba: de lo contrario la elfa no habría entrado así a las… ¡¿05:20 am! Más le valía que fuera importante.
"¿Qué te pasa, Cáncer?"
"Niké Desapareció." Le dijo muy angustiada. "¡No Puedo Encontrarla En Ningún Lado! Y no creas que no he buscado. La Princesa Athena tampoco está." Explicó a la rápida.
Shion se puso de pie de un salto. Saori tenía la mala costumbre de salir del Santuario sin permiso o sin avisar, pero esta vez se preocupó y mucho: la joven diosa no era de las que madrugaban y seguramente no habría llevado a Niké con ella.
"¿Hace cuánto te diste cuenta?" Preguntó el Patriarca, poniéndose su bata, desperezándose, al tiempo que daba largas zancadas hacia fuera.
"¡En Cuánto Logré Despertarme!" Exclamó preocupada. "Algo entró a las estancias de Niké hace unos 45 minutos y me hizo dormir. Pude Despertar Hace Unos 20 Minutos, Pero Niké Ya No Estaba."
Ambos salieron de las Estancias del Patriarca. Shion se sorprendió de encontrar más actividad de la usual: al parecer Idril había despertado a medio templo en su búsqueda de las diosas. Esto era e iba en serio. Shion apretó los dientes y sin dudarlo ni un segundo, el lemuriano se dirigió hacia uno de los paneles de la pared y activó un control. Se abrió una de las tantas entradas a los pasajes secretos.
"No Están Allí, Ya Revisé." Chistó Idril, cuya voz comenzaba a sonar más y más angustiada. "¡En Serio He Buscado En Todos Lados!" La elfa zarandeó el brazo del Patriarca. Estaba muy preocupada. "¡Aries! ¿Te Das Cuenta De Que Extravié A La Pequeña? ¡Athena! También Se Perdió La diosa: Pasaron Junto Por Mi Puerta Y No Fui Capaz De Detener Al Intruso."
"No Digas Eso." Se apresuró en decir Shion. "Las Extraviamos. También Pasaron Por Mi Puerta Y Se Supone Que No Deberían Pasar Por Encima De Mi." El Patriarca aseguró con voz firme. Cerró el pasadizo y se puso de pie. "También pasaron por encima de todos los santos. ¡GUARDIAS!"
Dos de los guardias del Templo Principal, que estaban despiertos o más activos desde que Idril les había despabilado a patadas, al oír la voz de Shion corrieron a su encuentro y se arrodillaron de inmediato, con respeto.
"Ordene, Su Excelencia."
"Despierten a los dorados: tenemos reunión en mi despacho este momento. No esperaré más de cinco minutos." Ordenó con firmeza. Ambos guardias salieron disparados a obedecer la orden. Shion cruzó miradas con Idril. "Ya no se tardan en llegar."
Casa de Leo.
05:25 am.
Pero no era necesario despertar a los dorados, ya que estos estaban en pie desde las 5 de la mañana, y todos estaban reunidos en el piso residencial de Leo, excepto por Docko. Hasta las chicas estaban metidas en el lote. Habían sido convocados a Leo por la mismísima Athena, quien ahora estaba sentada en uno de los sofás.
Afro dormitaba apoyado en la pared, Kanon, que había subido no más de terco, descaradamente dormía en un sillón, mientras Saga mantenía a raya a Máscara Mortal, que quería hacerle dibujos en el rostro con un marcador negro. Mu observaba todo en silencio, algo adormilado, pero despertando lentamente. Alde, como siempre, estaba muy despierto y lleno de energía. Milo también estaba muy alerta: estaba de pie junto a Alisa, que ocupaba un sitio junto a Saori en el sofá, mientras cargaba a un muy dormido Kyrus en los brazos. Aioros y Aioria observaban a Saori con atención, aunque el Santo de Leo estaba algo disperso y más concentrado en Marin, quién seguía en el dormitorio: la amazona de águila había amanecido con un aspecto terrible y no se sentía nada bien. Aioria estaba comenzando a preocuparse por ella. Camus y Alsacia regañaban a Shaka, que dormía a Niké en sus brazos, para que la sujetara como se debía y no tan flojo, pues la podía botar al suelo.
Y a ver si lo convencían de que les entregase a la niña al menos a uno de los dos.
"A ver si lo entendí." Dijo Saga mientras se sobaba las sienes. "¿Qué quiere que hagamos qué cosa?"
"Que hagan como que me buscan, pero no me buscan." Repitió Saori. "Verán, es que estoy preocupada por Shion e Idril."
"Entendemos perfectamente, pero eso no es motivo para hacer esto." Rezongó Saga. "Su Excelencia Shion y la Señora Idril tendrán sus razones para mantenerse distantes."
"Las cuales no creo que sean muy buenas. Esos dos necesitan un empujón." Comentó Alsacia, interrumpiendo su bronca con Shaka.
"Pero no creo que sea necesario." Insistió Saga.
"Hay quienes necesitamos de empujones en estos casos." Dijo Aioria soplándose el flequillo. "Te lo aseguro, pero con todo respeto, dudo que sea ésta la forma correcta."
"Yo no le veo nada de malo." Añadió Aioros con entusiasmo. Se le hacía tierno que el Patriarca tuviera una chica. "Además a ver si así logran algo."
"Entonces… ¿Cuál es el plan?" Insistió Milo, solo para asegurarse. Saori se sopló el flequillo.
"Niké y yo estaremos ocultas de Shion e Idril en las 12 Casas a lo largo del día hasta que esos dos se sienten a conversar como es debido y no a los gritos." Explicó Athena. "Mientras no lo hagan, no nos encontrarán por muchos esfuerzos que hagan."
"En el intertanto, Nosotros tenemos que hacer como que la buscamos y entorpecer todo lo que podamos aquellos esfuerzos." Concluyó Alde. "Me parece bien, para ser una medida desesperada."
"Yo no sé." Siguió Saga. "Esto va a terminar angustiando mucho al Maestro Shion y sé de buena fuente que no ha estado sintiéndose muy bien que digamos."
"Tampoco le hará bien a la Señora Idril." Intervino Mu. "Si esto da resultado y se enteran que fue un complot, van a molestarse mucho y a deshacer cualquier progreso que logren."
"Si es que logran algo." Bufó Máscara de la Muerte. "Feh. No sé ni porqué tanto escándalo: concuerdo con el esquizo, deberíamos dejarlos solos y que se las arreglen."
"Tienes razón Máscara." Dijo Saori.
"¿La tengo?" Preguntó Máscara sorprendido.
"Sí, pero esos dos han llegado a un punto en que si no se les da un empujón, nunca llegarán a ningún lado." Añadió Saori. "Esto no es algo que se me haya ocurrido recién… lo he pensado mucho en estas semanas." Athena paseó la mirada por cada uno de sus santos, incluso se detuvo unos segundos en Camus, Shaka y Alsacia, que seguían discutiendo sobre formas apropiadas de sostener un niño dormido. "¿Cuento con ustedes o no?"
Se produjo un silencio, el cuál no fue en ningún caso negativo. Unos antes y otros después, asintieron lentamente con la cabeza. Nunca se habrían imaginado que el más que grave Patriarca tuviera un amor escondido, o que éste fuera una fiera de garras afiladas, pero lejos de censurarlo, querían incentivarlo, pues sabían que ambos se merecían un poco de felicidad. Ayudarían a la diosa en su plan… por muy descabellado que fuera.
"Entonces, en tanto esos dos no se sienten a conversar como es debido, usted y la peque seguirán extraviadas." Resumió Alde, quien se llevó una mano a la barbilla. "¿Pero qué pasará si nunca conversan?"
"¿O si le pasa algo a mi Maestro?" Preguntó Mu en forma sorpresiva. Todos le miraron con los ojos grandes, incluso Saori. "Es cierto: hace días que su salud está más delicada, aunque no quiere reconocerlo. El que usted no aparezca puede ser una impresión muy fuerte para él y le puede pasar algo."
"Dudo que Idril se tome demasiado bien el que Niké desaparezca. Ella es como una mamá gallina con sus polluelos." Dijo Alisa de pronto. "Quizás ella es sólo la tutora de la niña, pero que no se les olvide que la ha criado desde que nació… Si alguien escondiera a Kyrus, aunque sea algunos momentos, yo me volvería loca."
Otro minuto de silencio. Saori se mordió el labio inferior, y justo en el momento en que Saga iba a hacer un comentario alusivo, la diosa habló.
"Estoy perfectamente conciente de todo eso, pero no lo haría si no creyera que es lo mejor: estos dos ya han estado 262 años separados, lamentando la ausencia del otro. Ya sea que se peleen o ajusten cuentas, tienen que llegar a un cierre, sea éste bueno o malo." Explicó compungida. Luego se volvió a Mu y a Alisa. "Si algo le llega a pasar a Shion, detendré todo esto en ese preciso instante; lo mismo para Idril, si llego a ver que se está angustiando más de la cuenta."
"Entonces la diosa ha hablado." Dijo Milo.
"Caballeros, tenemos trabajo qué hacer." Añadió Saga.
Templo Principal.
Más tarde ese día.
21:30 pm.
Vaya a saber uno lo bien que una diosa puede esconderse o lo efectivos y eficaces que pueden ser sus bravos santos dorados cuando se proponen una meta. Esta era entorpecer todo lo que pudieran los esfuerzos por encontrar a las diosas y hacer como ayudaban… y no es por nada, pero estos chicos se merecen un premio.
Dieron las más variadas para no hacer su trabajo o hacerlo de plano mal. Shaka decidió buscar a las diosas a través de la meditación y su sagrado '¡OM!', Kyrus se "resfrió", por lo que Alisa y Milo se lo llevaron al "médico." Mu se encogió de hombros y dijo que buscaría bajo cada piedra… literalmente: se dedicó gran parte del día a levantar cuanta piedra, roca o piedrecilla vieran sus ojos. Lo mismo que Alde, pero él buscó bajo TODAS las columnas. Aioros decidió ir a buscar a la diosa a Auralis, a través del portal del bosque; Máscara de la Muerte y Aioria entorpecieron la labor de los guardias y santos de plata y bronce hasta el hartazgo, y así sucesivamente.
El único dorado que estaba preocupado en serio, dado que no lo habían considerado en la reunión de aquella madrugada, era Docko, quien diligente se llevaba encima tODo el trabajo que los demás no hacían y que no era poco. Más de un regaño y jalón de oreja se habían llevado nuestros queridos doraditos cortesía del santo de Libra, quien poco después de las 16:30 pm comenzó a sospechar de alguna treta.
Shion estaba furioso y preocupado a rabiar. Saori nunca se había perdido por tantas horas, a menos que le hubieran secuestrado o atacado. Él mismo a media tarde se había unido a las labores de búsqueda, debido al exasperante comportamiento de los dorados. ¡Hasta el buen Mu parecía dispuesto a fregarle la vida! Supieran ustedes la cantidad de castigos o misiones ridículamente fáciles y engorrosas que se le ocurrió mientras buscaba en vano.
Y lo peor de todo, su salud no lo ayudó mucho.
Idril estaba peor que Shion. En esos momentos la elfa descubrió que era tremendamente aprehensiva, por lo que se estaba llevando la angustia del siglo por no tener a la vista a su querida Ranita. Incluso ya se estaba poniendo violenta: había encerrado a Saga en un armario de un golpe y medio, dado que el tipo había colmado su paciencia y volvió a hacer llorar a Máscara tras un breve intercambio de puños, cuando por fin se convenció que más que ayuda, los dorados serían un estorbo.
Ella también se había unido a la búsqueda y quizás movida por la angustia, había cubierto tanto terreno como Shion, aunque se había metido y encontrado más agujeros de los que se supone que habían en el Santuario originalmente.
Pero de las diosas, ni el pelo: ambas se habían estado cambiando aleatoriamente de casa durante todo el día, sin seguir un orden lógico, y por más que Shion o Idril pasaron junto a ellas, en dos ocasiones, simplemente no pudieron verlas. Es que mientras no se sentasen a conversar de lo que sentían, no las encontrarían por muchos esfuerzos que hicieran.
Ahora tanto Idril como Shion caminaban dando pasos marcados, terriblemente angustiados, por los corredores, en dirección del Gran Salón, para revisarlo por enésima vez durante el día. Los guardias estaban exhaustos, lo mismo que los santos de plata y bronce.
"Preguntaré De Nuevo: ¿Cómo Era Aquél Intruso?"
"Te Respondo De Nuevo: NUNCA Lo Vi. Sólo Le Oí."
"¿Por Qué Tienes Que Dormir Tan Profundo? Si Hubieras Estado Un Poco Más Atenta…"
"A Mi No Me Vienes Con Ese Cuento: Se Supone Que Tú Eres Quien Debería Estar Alerta."
"Feh." Disimuladamente, Shion se llevó la mano al pecho. Tanto ir y venir, tanta subida y bajada, no le había hecho nada de bien. "¿Será posible que ni siquiera hayas visto el dolor de su cosmos?"
"¡No Lo Vi! Quizás Estaba Más Preocupada Por Niké Y Athena Que Por Ver Su Cosmos." Graznó Idril gesticulando con las manos. La elfa se sacudió el cabello. "¡Si Algo Le Pasa A Niké, Me Muero!" Exclamó llena de angustia. El Patriarca la miró de reojo… y pensó más en sus palabras.
"No te hagas drama." Le pidió muy serio. "Las encontraremos tarde o temprano."
"¿Tarde O Temprano? No Sé Si Niké Ha Comido O Si Ha Dormido. No Sé Si Está Bien, O Si Está Asustada O Llorando. ¡Me Hago Todo El Drama Que Se Me Antoja!" Idril le dio un zape en la cabeza, pero Shion detuvo su mano.
"Concentrémonos en buscar y dejemos esta discusión para después." Dijo hastiado. Idril recuperó y mano y se adelantó en silencio: Shion tenía razón.
Una vez que la elfa se hubo adelantado un par de metros, el Patriarca se sujetó el pecho a la altura del corazón y puso un dolorido gesto. Unos 20 segundos después se le pasó y se animó a seguir.
… Comenzaba a dolerle la cabeza.
Continuará.
Por
Manquehuito (Misao–CG)
Próximo Capítulo: Dos Tutores Angustiados.
"Piedra Insensible." Gruñó Shion. A estas alturas del día, con una emergencia entre manos y sin poder obtener resultados, no estaba para bromas. Estaba muy molesto, y no solo con Idril. "¡Sigue Así Y Te Quedarás Sola! Con Esa Actitud No Salvas A Nadie."
"¿Piedra Insensible YO?" Repitió indignada la elfa, quien apretó los puños con fuerza. "Prefiero Ser Insensible Y Estar Sola, Que Meterme Con Todo El Santuario Y Estar Mal Acompañada, Como Escoria Como Tú."
PS: Soy de lo más cruel que hay. Este fue un capítulo corto y lo hice adrede, sólo para ver sus reacciones… aunque luego le aumenté un poquito más. Ya les había dicho que Athena y Niké tramaban algo, ahora vamos a ver como se maneja todo este desastre. Y si notaron la ausencia de Marin, pues eso está muy bien. ¡DEJEN REVIEW Y LES DARÉ HELADO DE CHOCOLATE!
Brújula Cultural:
Morfeo: Mitología griega. (del griego Μορφεύς, de μορφε morphe, 'forma') Es una deidad onírica, o sea de los sueños. Según algunas versiones, es el principal de los Oniros, los mil hijos engendrados por Hipnos (el Sueño: sí, el mismo) y por Nix (la Noche). Por lo tanto, es sobrino de (o hermanastro en algunas versiones) de Thanatos. Se le representa con alas y puede volar a una velocidad pasmosa para poder llegar a cualquier lugar de la tierra en segundos. Morfeo se encargaba de inducir los sueños de quienes dormían y de adoptar una apariencia humana para aparecer en ellos, especialmente la de los seres queridos de quien soñaba. El poeta latino Ovidio cuenta, en "Las Metamorfosis", que Morfeo duerme en una cama de ébano en una cueva sutilmente iluminada, rodeado de flores de amapola. Se cuenta que este dios menor fue fulminado por Zeus por haber revelado secretos a los mortales. De su nombre proceden la palabra "morfina", por sus propiedades para inducir al sueño, y la expresión "estar en los brazos de Morfeo", que significa 'soñar' y por extensión 'dormir.'
Omake 2:
¿Dolor de Barriga?
Flashback.
"Shaina. ¿Para qué compraste esto?" Preguntó Marin al ver el pequeño empaque que había llegado a sus manos. Shaina, quien estaba sin máscara, la miró con cara de circunstancias.
"Creo que lo necesitas, eso es todo." Le dijo casual. La amazona de la Cobra, venia llegando de Atenas con algunas compras y encargos.
"Sí, pero… te encargué pastillas para el dolor de estómago. No esto." Marin frunció el ceño y sus mejillas se enrojecieron un poco. Shaina se echó a reír.
"¿Dolor de estómago? Mejor abre los ojos que tú no tienes nada que afecte tu estómago… al menos en las tardes." Afirmó Shaina muy divertida. Entonces se acercó a Marin con una alegre cara de misterio. "Has estado muy voluble y tus indigestiones son demasiado predecibles. Ya te acordarás de mi."
Fin de Flashback.
Casa de Leo.
05:20 am.
Marin se mordió el labio inferior y observó con una mezcla de desdeño y susto al objeto que tenía en sus manos. Estaba encerrada en el baño casi desde que Aioria la había despertado para avisarle que Athena estaba en la sala, junto con el resto de los dorados. Se miró al espejo, para encontrarse con su pálido rostro y aspecto desaliñado. Sentía náuseas por todo el esófago y no le gustaba mirar su reflejo cuando se sentía así. Bajó la mirada y observó la caja vacía de la cuál había extraído aquél objeto.
"… ¿Qué pasa… si es sí o si es no…?" Se preguntó en voz baja. Reprimió una molesta arcada e inspiró profundo un par de veces. "¿Cuánto más tengo que esperar?" Pensó de mal humor.
Marin se sentó en el excusado y cerró los ojos. Se sentía increíblemente mareada y desagradada consigo misma. Hasta tenía la sensación que estaba perdiendo peso o cabello. Todos los días al despertar se sentía peor y se encontraba alguna nueva falla que la hacía sentir fea. Intentó hacer algunos ejercicios de respiración que de poca ayuda le sirvieron. Más que concentrarse en cómo inhalaba y exhalaba el aire, fueron las voces que venían de la sala de Leo lo que captó su atención. Athena en esos momentos les explicaba su plan a los dorados… y Aioria… el santo dorado, su marido, parecía buscarla con su cosmo: el pobrecito estaba muy preocupado.
La amazona de Águila se obligó a ponerse de pie y se apoyó en el lavamanos… lastimosamente una nueva arcada la tomó por sorpresa y apenas si pudo levantar la tapa del excusado para vomitar de nuevo. Sintió que se le helaba la espalda: jaló de la cadena, se levantó a duras penas, tomó un poco de agua y tomó aquél objeto que tanto se tardaba en dar una respuesta.
"Vamos a ver qué me dices…"
Marin cerró los ojos casi involuntariamente. ¿Y si era sí? Si era no, nada pasaría, seguirían las cosas igual, pero… ¿qué pasaba si era sí? No es que la idea le desagradara, por el contrario, LA ATERRABA, pero… pero… si era sí, entonces sería sí, y… y… ¿Qué pasaba si era sí? Eso sería diferente. Cierto, la atemorizaba, pero como que en algún lugar de su bravo corazón de amazona esperaba que fuera así… pero… pero… pero… ¿Cómo se lo tomaría…? Se armó de valor, abrió un ojo y observó con creciente temor el objeto…
…
"… Ay mi madre…" Un tembloroso puchero y los ojos llenos de lágrimas la delataron por completo. Cayó sentada al suelo y apenas sí se podía creer lo que veía y leía en aquél mínimo rectángulo. Un nervioso, valioso y hermoso latido de corazón hasta le nubló las neuronas y ni cuenta se dio cuando se puso a sollozar. "… sí que sí… es sí."
Marin dejó aquél objeto a un lado y se abrazó las piernas, sepultando su rostro entre medio de sus brazos como si se tratara de una tortuga que escondía la cabeza en su caparazón. Es que de pronto estaba tan feliz y llena de gozo que no pudo menos que echarse a llorar.
…
Aquella prueba de embarazo había resultado positiva.
Fin del Omake.
Por
Misao CG.
