Holass! gracias por los reviews.. con respecto a lo de otras parejas.. no se, algo intento pero no mucho. Asi que, no esperen nada, si aparece, aparece, pero no es mi intencion principal.
Kenshin no me pertenece...etc
Capítulo 7
"Otra vez estamos a salvo"
Sayo abrió los ojos, cerrándolos nuevamente debido a la luz del mediodía. Se desperezó lentamente notando que llevaba la ropa del día anterior. Decidió darse un baño. Los recuerdos de la noche del sábado la bombardeaban e intentó poner en claro sus ideas. Sanosuke le había dicho que la amaba, de eso estaba segura, pero aunque intentara concentrarse en ese pensamiento solo recordaba la deprimente estampa de su querido chico y Megumi besándose. Salió del baño decidida a hablar con él. Necesitaba aclararle que ella sentía lo mismo que él, o por lo menos lo que él dijo que sentía, porque ya no estaba segura de que fuera cierto.
"Debe haber sido un impulso"- pensó tristemente mientras se terminaba de peinar.
En las escaleras se encontró con su hermano quien le reprochó por no esperarlo a él, pero Sayo no tenía ganas de escuchar ningún sermón. Llegó hasta la cocina en donde su madre le comentó que el castigo había terminado. Almorzó en silencio y ni bien terminó su plato, pidió permiso para salir.
Llegó a la casa de Sano a la una y media y tocó el timbre insegura como siempre que se paraba ante esa puerta.
La recibió el mismo Sanosuke quien la invitó a pasar, contento de verla ahí. Sayo sonrió y un pequeño momento de incomodidad fue quebrado por el ladrido de un perro y los hermanos de Sanosuke gritando en la habitación contigua. El chico miró hacia la puerta de donde los sonidos provenían con una clara irritación en su mirada. Suspiró cansado y le señaló las escaleras. Sayo subió aun silenciosa entrando a la habitación que ya conocía. Se sentó dudosa en la silla que estaba frente a un escritorio girándola para enfrentar a Sano quien se había sentado en su cama.
- ... Ya no llueve ¿no?- preguntó Sanosuke sin saber qué decir.
Sayo lo miró extrañada. Si quería hablar del clima es porque no quedaba mucho que decir con respecto a lo de ayer. Era un error haber venido después de todo.
- ¿De eso querés hablar? - le preguntó casi en un susurro cargado de melancolía.
- No. En realidad no. Pero ¿para qué voy a hablar de lo de ayer? Si igual no me crees.
- Es que... no es que no te crea, es que...-Sayo lo miró intentando descifrar en la mirada del castaño algo que le dijera la verdad.
- Sayo, es verdad lo que te dije ayer y si querés te lo repito: Yo te amo, independientemente de todo el desastre de anoche.
Sanosuke la observaba tranquilo. Hablaba despacio y pausadamente. Ya no sonaba como un impulso. Sayo lo miró también serena.
- Igual no es eso para lo que vine, Sano.
- ¿Vas a terminar conmigo? - preguntó Sanosuke esta vez demostrando nerviosismo en la voz.
- No. No puedo. Ayer cuando te vi ahí con Megumi lo único en lo que pensé es en cómo hacerte daño. Porque te odié mucho cuando la besaste. O te besó, como sea. - dijo rápidamente al ver que Sanosuke iba a protestar. - Pero cuando estábamos ahí abajo de la lluvia y me dijiste tantas cosas lindas, sentí que no podría hacerte mal, nunca. Porque te amo demasiado como para causarte cualquier tipo de disgusto. - Sanosuke la miró profundamente y una sonrisa apareció en su rostro. - Sin embargo ¿Qué va a pasar cuando no sea ella la que te bese? Cuando tengas un desliz o como quieras llamarlo y yo no pueda ser capaz de enojarme con vos. Tengo miedo de que lo que siento me nuble la razón, y...- Sayo dejó de hablar y miró a Sano quien todavía la observaba atentamente.
- ¿Y?- preguntó todavía nervioso.
- Nada, no sé Sano; yo...- la chica se paró lentamente y Sanosuke temió porque se fuera y dara por terminada su corta relación.
- Está bien tomate todo el tiempo que necesites. - Se acercó a ella y la abrazó.
- Es que, no necesito tiempo. Te amo y me amas y quiero estar con vos. ¿Qué más hay que pensar? Supongo que estas dudas se van a ir. - dijo separándose del abrazo de Sano para darle un suave beso.
- Igual, no te preocupes que no voy a tener ninguna especie de desliz - le aclaró sonriendo.
- Es bueno saberlo. - respondió Sayo. Lo volvió a besar, sabiendo que lo amaba. Los labios de Sano se sentían diferente después de todo lo dicho. Se sentía feliz por haber ido hasta allí y haberle contado toda la verdad.
- ¿Querés salir hoy? - le preguntó la chica al separarse.
- No, voy a lo de Megumi.
Sayo lo miró enojada y Sanosuke se apresuró a decir algo
- Tengo que decirle que me deje en paz ¿no te parece?
- ¿No querés que se lo diga yo? - preguntó Sayo
- Jeje, sería gracioso de ver, pero no, prefiero arreglar las cosas de una vez por todas.
- Bueno, suerte, entonces. Llamame mas tarde y me contás cómo te fue.- le dijo tranquilamente. Sano la acompañó hasta la puerta y unos minutos después salía rumbo a la casa de la morocha.
Misao y Kaoru se encontraban en lo de Megumi hablando de la fiesta de la noche anterior.
- ¿Te divertiste a pesar de lo de Aoshi? - le preguntó Kaoru acostada en la cama de Megumi.
- Sí... bastante, por suerte Sou me levantó un poco el animo- respondió Misao sentada en el suelo
- Sou? Eso es nuevo - notó Megumi sentada a los pies de Kaoru.
- Eh? - se ruborizó Misao- nada que ver, si saben que me muero por Aoshi - suspiró
- Sí, pero, es hora de admitirlo las posibilidades de que pase algo con Aoshi son nulas. En cambio con Mr. sonrisa... - le dijo Megumi fríamente.
- Qué cruel que sos! - le gritó Misao.- Soujiro no va a ser mi plan B!
- No, queremos que sea el A - intervino Kaoru
- ¿Vos también, Kaoru? Siempre están en contra mío ustedes dos! - les reprocho.
- No seas paranoica comadreja - le dijo Megumi.
Misao le iba a contestar pero el timbre frenó la discusión abruptamente.
- Te salvó la campana zorra - rió Misao tirándole un almohadón.
- Sí, claro... - respondió Megumi saliendo de la habitación.
- ¿Quién es? - preguntó a través del portero eléctrico. En su rostro se dibujó una sonrisa de victoria al escuchar el nombre de la persona que la esperaba abajo.
Salió corriendo y llegó impaciente hasta el ascensor. "Me necesita mas de lo que creí" - pensó contenta.
Sanosuke esperaba nervioso en la entrada del edificio. No sabía qué decirle exactamente, solo tenía ganas de gritarle. Cuando la vio abrir la puerta se tranquilizó. Ya no se veía tan amenazante como la noche anterior, pero "Igual tengo que aclarar las cosas" pensó mientras Megumi lo invitaba a pasar. Subieron en silencio y entraron al departamento.
Misao y Kaoru escucharon la puerta desde la pieza y Kaoru se acercó a la entrada de la habitación para espiar quién había llegado.
- ¡Es Sano! - le dijo a Misao
- ¿Sanosuke? ¿Qué hace acá?- le preguntó la chica de la trenza acercándose para ver
- No sé -Kaoru entrecerró la puerta para escuchar la conversación sin que fueran vistas.
- Lamento que hayas terminado con tu novia... era tu novia ¿no? - preguntó Megumi mientras se sentaba en el sofá. Sanosuke prefirió quedarse parado.
-No, no era mi novia, es mi novia. No terminamos. - le contestó Sanosuke con una gran sonrisa en su cara.
Megumi se desconcertó por un momento pero no iba a perder el temperamento tan fácilmente:
- Ah, o sea que no tenés ningún tipo de remordimiento por lo que hiciste anoche; es más, pensás seguir engañándola. ¿Es por eso que viniste a verme?
Sanosuke tuvo que hacer un gran esfuerzo para no gritar.
- Eeeh... no, me parece que te equivocaste feo Megumi. Vine a aclarar las cosas. Primero, no tengo por qué tener remordimiento por algo que yo no hice. Segundo, no pienso engañar a Sayo ni con vos ni con otra y mucho menos con vos y tercero vine a decirte que me dejes en paz de una vez por todas. - Sano terminó su discurso sentándose en el sofá, tranquilo de haber terminado.
Megumi miraba al suelo sin saber qué decir. De todas las cosas que se imaginó que Sano podría decirle, esa nunca cruzó su mente. No solo seguía feliz con esa, sino que además la estaba rechazando de una forma más que directa. Intentó contener las lágrimas y pensar claramente en su próxima jugada.
Kaoru y Misao se miraban desconcertadas después de tremenda declaración.
- Se lo dije, le dije que no se meta - susurró Kaoru
-Es una mala persona, Kaoru, ¿vos te acordás de la cara de Sayo cuando Megumi lo llamó por teléfono? No me quiero imaginar la cara que puso el sábado. Es todo mi culpa, yo la invite, parece que la hubiera invitado a propósito... ¿Y si cree que fue todo un plan? ¿que yo la invité para que viera a Sano y a Megumi? Me va a odiar de por vida! La tengo que llamar, pobre Sayo...
Kaoru la miraba mientras la chica se paseaba nerviosa por la habitación.
- ¡Calmate Misao! ¿No escuchaste lo que dijo Sano? Ya está todo bien entre ellos, no creo que le importe eso ahora.
- Igual, me siento mal...- dijo Misao mientras volvía a su lugar cerca de la puerta para seguir enterándose de todo.
- ¿Vamos a seguir escuchando? - preguntó Kaoru- ¿no te parece que ya escuchamos bastante?
- Es la primera vez que alguien rechaza a Megumi. Este momento es único, Kaoru, y hay que ser testigos!
- ¿Testigos? - preguntó Kaoru - ¿No querrás decir amigas?
- Sí, sí, claro. Amigas, hay que apoyar a Megumi en un momento tan difícil- terminó Misao acercándose más para poder oír mejor.
El silencio reinaba en el living de la morocha. Sanosuke se limitaba a mirarla esperando una respuesta, él sabía que Megumi siempre tenía una contestación y no quería dejar ningún tipo de duda. Había que terminar con todo esto.
Megumi suspiró largamente y miró a Sano con una mirada sincera, o por lo menos eso interpretó el castaño.
- Está bien, Sano, no hay problema, si eso es lo que querés, no te molesto más. ¿Te acompaño abajo?
Sanosuke se sorprendió de lo rápido que habia resultado todo. La miró intrigado por un momento, pero luego se convenció de que estaba siendo honesta y se levantó para irse.
Al escuchar el sonido de la puerta Kaoru y Misao salieron de la habitación mirándose incrédulas. No solo Megumi lo había aceptado sino que lo había aceptado tranquilamente. Algo no andaba bien en todo esto.
Esperaron a que volviera para indagar más pero cuando Megumi subió les dijo que no tenía ganas de hablar del tema.
Kaoru, no satisfecha con la respuesta de su amiga intentó hacerle una última pregunta:
- Entonces... ¿Ya está? ¿No vas a intentar nada más con Sano?
Megumi se limitó a negar con la cabeza, pero ni ella se convenció de que fuera cierto.
- No sé.. chicas, es muy complicado. No voy a lograr nada con que me odie. Pero a la chica esa no la soporto. Si hago algo más va a ser por ese lado.
- ¿Qué tiene que ver Sayo? - exclamó Misao
- Es la que le robó a Sanosuke- le explicó Kaoru. - Sos tonta, eh.
- No, Sayo no le robó nada a nadie. Ellos no estaban de novios- gritó señalando a Megumi
- ¿De qué lado estás ? - le gritó a su vez Megumi
- No es cuestion de lados. ¡Pero están siendo injustas con ella! - finalizó la comadreja mientras salía del departamento dando un portazo.
Kaoru y Megumi se miraron desorientadas por la reacción de Misao pero estaban demasiado enojadas como para ir a buscarla.
Bueno, me falto una escena pero la dejo para el proximo capitulo.
Dejen reviews !
