Capítulo 9
"Consecuencias"
Kenshin no me pertenece...
El silencio reinaba en la sala. El único ocupante de la misma miraba directamente al reloj digital sobre la mesa sin prestarle demasiada atención. La única puerta se abrió de repente mientras el director entraba sentándose frente al alumno en la silla de su escritorio. Miró al estudiante cuidadosamente intentando descubrir lo que había pasado minutos atrás.
Hajime Saito era el director del instituto hacía ya catorce años. Sus logros para aumentar el prestigio de la tan renombrada secundaria eran incontables y él no se preocupaba en ocultar su orgullo por de ninguna manera. La humildad no era su fuerte. Tampoco la paciencia.
- Sagara, vamos a hacer corto este cuento. ¿Me piensa dar su versión de la historia antes o después de que me comunique con su padre? El castaño levantó la mirada bastante sorprendido.
-¿Llamar a mi padre? ¿Por un simple intercambio de opiniones con un alumno de la escuela? ¿Los debates ya no están permitidos en esta institución? - preguntó Sano intentando un cambio de opinión en su director. Lo último que necesitaba era meter a su padre en más problemas de los que tenía.
- ¿Debates? -preguntó incrédulo Saito - Le soy honesto, no estoy para chistes. Y lamento discrepar con usted. No interpreto un intercambio de opiniones como un alumno en la enfermería porque usted casi le rompe la nariz. - continuó el director con el semblante serio.
- Él empezó...- murmuró Sano mirando hacia otro lado.
- Sagara en estos cuatro años cada vez que usted entra a la dirección por una pelea siempre fue empezada por otro alumno. Me asombra que todos en esta escuela estén en su contra.
- ¿Podemos pasar a la parte del castigo? - preguntó Sanosuke nervioso de estar tanto tiempo ahí
- No. Pasemos a la parte de llamar a su padre.
Saito levantó el tubo a su izquierda, mientras leía el número telefónico en una carpeta a su derecha. Sanosuke miraba el teléfono aterrado. La puerta se abrió otra vez. La secretaria del director, Tokio, le hizo una seña a Sanosuke para que saliera de la sala. El castaño se levantó y se dirigió junto con la mujer al cuarto contiguo. Tokio se sentó en su escritorio y le señaló a Sano una de las sillas contra la pared.
Sano la miró confuso. La mujer levantó la mirada de su computadora y le dio una cálida sonrisa.
- No es conveniente que estés presente en esa conversación. Además acá podes esperar a tu padre más tranquilo y recibir visitas. - sonrió otra vez y volvió a concentrarse en su computadora.
La puerta que daba a los pasillos del colegio se abrió y Kenshin y Kaoru entraron por ella.
- ¿Y Sayo? - preguntó Sano al ver a su amigo. Kenshin se encogió de hombros.
- No sé, con Misao creo - respondió el pelirrojo.
- ¿Estás bien? - preguntó Kaoru tímidamente.
- Sí... estoy bien... no me duele nada si a eso te referís - contestó Sano. - ¿Cómo está Shouzo?
- No está para ir al hospital si a eso te referís- respondió Kaoru sonriendo.
- Hasta que lo agarre de vuelta- sonrió Sanosuke mirando hacia la ventana.
Kenshin lo miró sorprendido. Hace bastante que Sano había dejado sus hábitos violentos.
- Sano ¿Qué estás diciendo...?
El timbre interrumpió a Kenshin. Tokio les dijo que debían irse, que llegarían tarde a clase. La pareja se retiró asustada por el último comentario de su compañero.
Sayo y Misao se encontraban en la clase de Historia. La castaña aun lloraba silenciosamente mirando a la nada. Su amiga la tomó del brazo y la llevó hasta la profesora preguntándole si podía llevar a Sayo al baño porque se sentía mal. La profesora miró a la chica llorando y asintió rápidamente. Una vez en el pasillo caminaron un rato hasta sentarse en las escaleras.
- Gracias- le dijo Sayo aun nerviosa.
- ¿Qué pasó? - pregunto Misao
- Yo te debería preguntar eso - le soltó de pronto la castaña- Te pedí que lo entretuvieras y casi lo mata
- A mí no me metas en líos. Si Sano es un posesivo es su problema. - le dijo Misao tranquilamente- ¿Qué pasó con Shouzo?
- Tenías razón.
Misao se quedó en silencio. Ella tenía razón. Es decir, Megumi tenía razón y Sano... tenía al menos una razón... para golpearlo. No, no había razones para eso. A menos que...
- ¿Qué le contestaste?
- Nada... no que recuerde... debería ir a verlo
- A Sano?
- A Shouzo. Él es que fue golpeado.
- Sayo, lo único que vas a conseguir es que lo vuelvan a golpear...probablemente peor.
- Sí. Tenés razón...
Sanosuke miraba desde la puerta hacia el reloj una y otra vez. Su padre había entrado a la dirección hacía ya veinte minutos. "¿Qué tanto le puede estar diciendo?" pensaba nervioso.
Saito apareció por la puerta y lo invitó a pasar. Sano entró nuevamente a la dirección mucho más incómodo que antes. Se sentó al lado de su padre que lo miraba... ¿Sonriendo?... Sí... Esa sonrisa de "Voy a matarte cuando no haya un testigo presente".
- Bueno, Sano, parece que nos tenés que contar algo. Por lo menos a mí me debes una explicación.- le dijo Kami tranquilo
- Supongo...respondió Sanosuke.
-FLASHBACK-
- ¡Sanosuke¡Esperaa! - gritaban Misao y Megumi corriendo a toda velocidad los pocos metros que las separaban de la mesa.
Sano, por su parte, se encontraba lejos de satisfacer los deseos de las chicas a su espalda. Llegó hasta Shouzo en pocos segundos y lo golpeó directamente en la mandíbula haciéndolo caer de su asiento. Esperó a que se levantara para volver a golpearlo, solo que esta vez Shouzo intentó defenderse aunque aún no entendía ni por qué estaba siendo atacado. Sano volvió a darle un golpe en la cara, esta vez en la nariz, la cual comenzó a sangrar brutalmente provocando un grito en la platea femenina que miraba la pelea asustada. Sayo corrió a Sanosuke tirándolo de la muñeca pero el chico se soltó rápidamente. La castaña comenzó a llorar asustada por la reacción de su novio y por el destino de su amigo.
La multitud alrededor solo era espectadora y a ninguno se le cruzó nunca por la mente detener una pelea que incluyera a Sagara. Kenshin y Kaoru vieron la conmoción y se acercaron al círculo de estudiantes. El pelirrojo encontró a Enishi entre la multitud y le preguntó que sucedía.
- Sanosuke peleándose con alguien... Hace mucho que no lo veíamos ¿no Kenshin?- preguntó Enishi divertido por la pelea.
El pelirrojo llegó hasta su amigo y lo separó llevándolo unos metros hacia atrás, justo en el instante en que Saito llegaba hasta la escena. Los alumnos se dispersaron en segundos. Kaoru, Megumi, Misao y Sayo se quedaron en el lugar mirando asombradas a Sano que aún se mantenía de pie con un pequeño golpe en su mejilla izquierda. Kenshin sostenía a Sanosuke y Shouzo... en el suelo. El chico se levantó con la ayuda de la enfermera del colegio que lleg llamada por uno de los alumnos.
- Sagara... a mi oficina... YA!- gritó Saito haciendo temblar a las cuatro chicas detrás de él.
Kenshin soltó a Sanosuke quien le dirigió una tierna mirada a Sayo y siguió al director hacia el edificio.
-FIN DEL FLASHBACK...-
- Y eso fue más o menos lo que pasó...- dijo Sano luego de contar su relato.
- Pero eso no explica por qué atacaste hasta la inconsciencia al chico - le dijo Kami
- ¿No? - pregunto Sano risueño - Este...bueno...- miró a Saito y volvió a mirar a su padre- ¿Podemos hablarlo en privado, papá?
Saito se levantó inmediatamente.
- Aprovecho el momento para ir a ver como se encuentra la víctima- dijo Hajime dirigiéndose a la puerta.
- ¿Entonces? ¿Se puede saber por qué odias tanto a este Shouzo del que nunca escuché hablar en mi vida?
- Es que...él... creo que... medio que... mequiererobaraSayo- terminó Sano rápidamente
- ¿Vos me estas tratando de insinuar que todo este desastre que armaste fue por una chica? - preguntó su padre con ganas de matarlo
- ¿Una chica? La chica... Es mi novia...Papá, vos no entendés... - Sanosuke se paró de la silla volviendo a sentir la violencia del mediodía.
- Sanosuke, lo siento. Pero creo que esa no es una buena excusa para golpear a alguien hasta dejarlo en el suelo- respondió Kami comenzando a enojarse con su hijo.
- Primero: creo que cada vez exageran más con eso de que lo dejé en el piso. Segundo ¿Cuál es a tu parecer una buena excusa para golpear a alguien? y Tercero ¡Sos mi papá! ¿De qué lado estás?
- Sanosuke... una buena razón para golpear a alguien es si...- Kami pensó su respuesta pero recapacitó- No voy a ponerme a tu altura. Volvé a tus clases ahora!- le gritó realmente enojado.
Sanosuke se asustó por el repentino grito y corrió hacia la puerta.
-Sano...
- Si?
- A partir de mañana estás suspendido por una semana y tu expediente se está llenando...otra vez...
- Lo siento papá.- se lamentó el castaño saliendo hacia su clase de Historia.
Sayo vio a Sanosuke caminar hacia ellas. Instintivamente se paró y estaba decidida a irse sino fuera porque Misao la detuvo. La castaña miró a su amiga aterrada.
- Tienen que hablar ¿no? Yo vuelvo a clases y de paso le invento algo a la profe.
Sayo no tuvo tiempo de responder que prefería que se quedara. Misao ya corría por el pasillo. Volvió a sentarse en el mismo escalón esperando a que Sano la imitara. El chico llegó hasta ella pero prefirió mantenerse de pie. Apoyó su cuerpo contra la baranda de la escalera y la miró por un largo rato.
-¿Te castigaron? - le preguntó Sayo dudosa de sacar el tema. Aunque no sabía de qué otra cosa podrían hablar en ese momento.
- Sí...me suspendieron. Sayo, ¿estás llorando?
- No. - le contestó la chica mirándolo a los ojos.
- Pero estuviste llorando. - dijo Sano acercándose a su rostro para poder verla bien y retornando a su posición inicial.
- Sí, pero eso no importa ahora. ¿Por qué le pegaste?- preguntó con un tono de resentimiento y cruzando los brazos.
- ¿De qué estaban hablando ustedes?- le contestó él con el mismo tono.
- Yo te pregunté primero. - le dijo enojándose mientras se paraba en el segundo escalón para mantenerle la altura.
- Pero mi respuesta se justifica con la tuya ¿o no?
- Lo dudo.
-¿Probamos?
- ¿Podés limitarte a responder lo que te pregunté?
- ¿Por? ¿Estamos en un interrogatorio policial?
- Sanosuke...
- Sayo...
- Te estoy hablando en serio, esto no es un juego. Lo lastimaste.
- Bueno, discúlpame si te asusté. No pensaba matarlo, al menos no era mi intención. Solo quería golpearlo. Se desubicó y lo sabés.
- Sé que no fue apropiado el momento pero...Lo que no se es como vos sabés que me dijo lo que me dijo. - recapacitó la chica.
- O sea que te dijo lo que yo pensé que te había dicho.
- ¿De dónde sacaste que me iba a decir lo que pensaste que me iba a decir?
Sanosuke la miró confuso. Esto se estaba volviendo repetitivo, excepto que Sayo no estuviera buscando en él más formas conjugadas del verbo decir, sino un nombre... ¿Cómo de repente él iba a meterse en problemas otra vez?
- No me lo dijo nadie... Los vi... y...- empezó a tartamudear el chico.
- ¿Y qué? Nos viste hablando como tantas otras veces y de repente se te vino a la cabeza el que Shouzo me estaba diciendo que me amaba...!- preguntó la chica casi gritando.
- ¿Que te dijo queeeeeeeeeeé?- gritó Sanosuke tan fuerte que Sayo tuvo que agarrarlo y correr haca otro sector del colegio antes de que sean descubiertos fuera de clase.
- Pensé que sabias - contestó Sayo aterrada.
- No... -Sano miro hacia el suelo inexpresivo por unos segundos, pero ¿Cuánto tiempo puede durar la tranquilidad en Sano? - Lo mato... ahora en serio, no paro hasta mandarlo al hospital.- aseguró el chico.
-Sano, no...-lo detuvo Sayo - No vale la pena. Ya pasó. ¿Podemos volver a clase?
- Pero... entonces quedó todo bien entre nosotros...- intentó aclarar Sanosuke.
- Sí...no te preocupes por nada. - sonrió levemente y le dio un suave beso.
- ¿En serio estás bien? Después de todo dejé a tu amigo en el suelo.
Sayo amplio su sonrisa y lo tomó de la mano llevándolo a clase. No valía la pena discutir por un asunto que ni siquiera le pertenecía a Sanosuke, pensó la chica. Mejor no echar más leña al fuego...
N/A: Bueno ese fue un capitulo muy corto porque en mi cabeza directamente nunca existió... iba a ser parte del anterior pero bueno, lo hecho hecho esta. Dejen revises!
