6- EL PASADO DE KARETH

Kayli y Bra flotaban en el cielo observando fijamente a Kareth, sobretodo la semisaiyan, que no podía ocultar su asombro ante lo que veían sus ojos.

Kareth se encontraba rodeado de un aura dorada y su pelo era rubio y puntiagudo, sus ojos eran afilados y azules...no había lugar a dudas, su aspecto era el de un saiyan pensó Bra. Además había un gran detalle que mostraba a la chica que no se equivocaba y era la cola que el joven hacía ondear enérgicamente.

Segundos después el chico cambió de estado, su pelo se volvió oscuro aunque tenía unos ligeros reflejos azules, ya no se mantenía erguido sino que el cabello caía sobre sus hombros. Sus ojos antes azules se volvieron verdes y algo más grandes. Su aura dorada desapareció...Las chicas continuaban observándolo, vestía unos pantalones deportivos negros y una camiseta de tirantes roja. Kayli se ruborizó al comprobar lo atractivo y misterioso que era el joven...

"¿Has visto eso Bra?, se ha transformado..." – dijo denotando asombro en su voz.

"Si. Es un super saiyan..."

"¿¿¿Qué??? No puede ser Bra... ¿me estas diciendo que es de la misma raza que tú?, dijiste que no habían más supervivientes y tampoco me comentaste nada de transformaciones..."

"Ni me imaginaba que pudieran haber más saiyans vivos, y sobre las transformaciones...simplemente no creí que fuera necesario que lo supieras, no tiene mucha relevancia." – contestó Bra seriamente sin apartar la mirada de Kareth.

"Y... ¿tú también puedes transformarte Bra? – preguntó Kayli curiosa esperando no molestar a su compañera.

"Yo no. Es un tema que no me gusta nada, la raza de los saiyans es machista por naturaleza. Aunque tengo más poder que muchos no sufro transformación alguna simplemente por ser mujer. Mi padre me lo contó cuando era niña, sólo los hombres pueden transformarse...pero eso no quita que siendo mujer pueda alcanzar el mismo poder que un super saiyan o superarlo, la única diferencia es que no me transformo por mucho que aumente mi fuerza. Eso sí, algo que compartimos todos es el aura dorada..."

"Pues vaya...en fin, ¿te has fijado? Kareth es muy atractivo...esta como para hacerle unos cuantos favores jijiji" – Kayli rió de forma picara pero al ver la mirada acuchillante de Bra se puso seria, realmente no era el momento para ese tipo de comentarios.

Por unos momentos se quedaron en silencio observando más al joven.

Por otro lado Kareth se había percatado de la presencia de las chicas desde el principio, pero se limitó a tantear el poder que tenían y si podían ser peligrosas para él. No notaba maldad en el ki de ninguna de las dos, pero sin saber porque había algo en la fuerza vital de Bra que le era muy familiar...tenía algo que le atraía fuertemente, y como es natural quería saber a que se debía y quienes eran aquellas dos desconocidas.

En un abrir y cerrar de ojos, y con una velocidad pasmosa Kareth desapareció y volvió a aparecer justo delante de Kayli y de Bra. Este acto pilló por sorpresa a las dos chicas y se pusieron en posición de combate por acto reflejo. El joven las miró unos segundos con el ceño fruncido y sin intención alguna de pelear, ellas comprendieron que no iban a luchar y relajaron sus músculos.

"¿Quiénes sois y que estáis haciendo aquí?" – Kareth habló por fin con un tono de voz tranquilo pero a la vez duro. Bra y Kayli se quedaron mudas por unos segundos mientras observaban más de cerca al otro saiyan, Bra fue la primera en romper el silencio que se había creado ante la pregunta del joven.

"Hemos venido a buscarte...Kareth..." – contestó ante la sorpresa del chico. – "porque ese es tu nombre, ¿verdad?"

"¿Cómo sabéis mi nombre? Decidme quienes sois y que buscáis si no queréis tener problemas."

"Eres muy conocido en este planeta pero no por eso sabemos tu nombre" – entró por primera vez Kayli en la conversación. – "He oído mucho hablar de ti, eres muy conocido en multitud de estrellas y la razón de que estemos aquí es que necesitamos tu ayuda"

"Mi ayuda... ¿para que? ¿por qué debería ayudar a un par de desconocidas?"

"Sadow..." – dijo Bra con un tono de voz bastante inquietante. La sorpresa se dibujó en la cara de Kareth, un solo nombre había parecido zanjar aquella conversación por el momento. El chico estuvo bastante rato en silencio, meditando sobre lo que estaba pasando, tras la larga pausa volvió a hablar.

"Vayamos a mi casa, no quiero hablar aquí de ese tema..." – diciendo esto Kareth emprendió el vuelo hacía la salida haciendo un gesto para que las dos chicas le siguieran.

Los tres volaban rápidamente por lo que no tardaron mucho en llegar a la parte habitada de los suburbios, una vez allí descendieron a tierra firme y se dirigieron hacia uno de los ascensores. Kayli estaba muy sumergida en sus pensamientos, era evidente que algo le rondaba en la cabeza. Sin pensarlo más se detuvo y habló dirigiéndose a Bra y a Kareth.

"Un momento por favor..." – habló con gesto serio y cabizbaja – "Me gustaría despedirme de aquella niña, Yanet, la que nos ayudo antes..."

"¿Hais estado con ella? Es un encanto de pequeña, nunca pierde la sonrisa a pesar de vivir en este montón de escombros y basura." – Bra se sorprendió al escuchar hablar de una forma tan cálida a Kareth, se esperaba a alguien mucho más frío y calculador. Tras mirarle unos momentos la saiyan se dirigió a su amiga.

"Kayli, ¿por eso has estado tan callada y con mala cara?, podías haberlo dicho antes... ¿o es que te ronda algo más por la cabeza?"

"Bueno, me da mucha pena que una niña inocente tenga que vivir aquí el resto de su vida...fijaros en este sitio, da asco verlo y hasta huele fatal, sería una pena que enfermará siendo tan joven." – titubeo por unos momentos pero se puso firme y continuó. – "Había pensado en llevarla con nosotros y sacarla de esta mala vida..."

"Mira Kayli nuestro viaje no es precisamente la mejor opción para que una débil niña venga con nosotras, creo que tiene más posibilidades de sobrevivir aquí que si nos acompañará." – sentenció Bra duramente. Al ver la cara de la joven de piel azulada pensó que quizá se había pasado. – "Oye es mejor así...hazme el favor de no implicarte psicológicamente. Esta es su vida por muy dura que sea." – De improvisto Kareth se metió en la conversación de las dos chicas.

"Escuchad, aún no sé nada de vosotras así que tengo prisa por aclarar muchas cosas. Y tú no te preocupes por Yanet, la conozco muy bien y sé que no dejaría sola a su madre."

"Kareth tiene razón." – se escuchó una voz infantil tras ellos, era Yanet que había visto a los jóvenes y no pudo evitar escuchar la conversación. – "Kayli me alegra mucho tus intenciones pero yo quiero quedarme aquí cuidando de mi madre, ella enfermó hace ya unos años."

"Pero...yo te dije...y quiero que así sea, que veas la luz del sol" – dijo Kayli ligeramente emocionada. – "Nosotros podríamos darte la oportunidad de escapar de aquí..." – Yanet sonrió ante sus palabras.

"Agradezco mucho la ayuda que me ofreces pero yo soy libre de irme cuando quiera. Si sigo aquí es porque no soy capaz de dejar sola a mi madre enferma...el día que ella me falte, ya tendré la oportunidad de ver el sol." – Yanet dibujó una amplia sonrisa en su cara y finalmente se despidió de los tres jóvenes. – "Os deseo lo mejor en vuestro viaje porque sé que lo merecéis...al igual que sé que en un futuro nos volveremos a encontrar, eso sí, con el sol como testigo."

Con estas últimas palabras la niña se alejó. Kayli la miraba emocionada, sin saber porque esa niña le había llegado tanto al corazón. Kareth mostraba una mueca de orgullo al comprobar el buen comportamiento que demostraba esa niña a la que conocía desde hace tanto tiempo. Y Bra miraba a Yanet alejarse sin mostrar ningún tipo de sentimiento en su rostro, pero por dentro sentía emoción ya que en parte se sentía identificada con la ese sentimiento de seguir hacía delante contra cualquier adversidad.

Cuando la silueta de Yanet se perdió en el horizonte los tres continuaron su camino hasta llegar al ascensor por el que antes habían descendido Bra y Kayli. Los guardianes se echaron a un lado sin mediar palabra alguna, la visión de Kareth parecía imponerles mucho respeto y sin ningún problema el trío de jóvenes pudo llegar hasta Mortten Bajo.

Caminaron por las calles de la ciudad en dirección a la casa de Kareth, al saiyan le pareció extraño el que las dos chicas supieran el camino para llegar hasta su morada pero no le presto mucha atención.

No tardaron mucho en llegar y cuando ya estuvieron dentro se acomodaron como pudieron ya que la casa carecía de cualquier comodidad. Había llegado el momento de poner las cartas sobre la mesa y todos querían saber los motivos de cada uno de el porque ahora se encontraban bajo el mismo techo, al parecer para hablar de un objetivo en común.

"¿Y bien? Parece que las dos me conocéis pero yo no sé nada de vosotras, tan sólo vuestros nombres y no precisamente porque os halláis presentado como es debido...tuve que suponerlo yo sólo. Ahora podíais hacerme el favor de explicármelo todo." – Kareth dijo mirando seriamente a las dos amigas.

"¿Kayli puedes esperar un rato fuera?, me gustaría hablar a solas con él."

"¿Pero porqué? ...¡las dos estamos en el mismo barco! Yo también tengo derecho a estar presente en la conversación..." - dijo suplicante a su amiga, pero en los ojos de Bra vio que no había nada más que hablar. Comprendió que era lo que quería su amiga, hablar en intimidad con la única persona que había pasado por lo misma que ella...y con la que sorprendentemente tenía tantas cosas en común. – "Esta bien...pero luego quiero saberlo todo. No os permitiré el lujo de dejarme fuera de esta historia." – diciendo esto Kayli salio de la casa apoyando su cuerpo con resignación en una de las frías paredes. – "¿Y mientras que demonios hago yo?" – pensó mientras bostezaba y su cara empezaba a mostrar síntomas de aburrimiento.

Kayli ya no se encontraba en la casa, sólo estaban Bra y Kareth que se miraban fijamente a los ojos, como si quisieran adivinar los pensamientos del otro. Sus expresiones eran serias, como la de dos luchadores antes de empezar un combate, empezaba a notarse un hilo de tensión en el ambiente que fue roto por la voz de Kareth.

"Ahora que estamos los dos solos como tú querías puedes empezar a explicarme quienes sois y que queréis de mi."

"La verdad es que no quiero andarme con rodeos así que iré al grano." – habló Bra mostrando un tono de orgullo en su voz y sin apartar la mirada de los ojos del saiyan. – "Hace nueve años Sadow llegó a mi planeta y lo devastó, perdí todo...mi familia, mis amigos...nada quedaba con vida sobre la faz de la Tierra, salvo yo que logre sobrevivir. Tras pasar muchos años sola alimentándome del odio decidí salir en busca de ese monstruo y fue así como conocí a Kayli, ella fue quien me habló de ti...me dijo las historias que se contaban sobre como sobreviviste a Sadow y que sigues enfrentándote a él para algún día poder vengar a los tuyos. Como los dos tenemos un objetivo en común pensé que uniendo fuerzas podríamos acabar con él." – Bra detuvo su charla unos instantes dejando salir una risa de su boca. – "Bueno para serte sincera sólo quería que me dijeras como podía dar con él y así eliminarlo con mis propias manos, en ningún momento pensé en aliarme contigo...pero después de verte creo que no sería una mala idea."

"Jejeje ¿Y porqué debería ayudarte? ¿sólo porque tenemos el mismo objetivo?" – respondió irónicamente. – "Además, dices que eres de la Tierra, tengo entendido que los terrícolas no eran buenos guerreros...y aunque noto una gran fuerza dentro de ti...aún no logró comprender como sobreviviste siendo tan sólo una niña, aunque la verdad tampoco me importa."

Aquellas palabras golpearon con fuerza en la mente de Bra, se quedó callada sin decir nada...no pudo evitar que los recuerdos vinieran a su mente... ¿Qué como sobrevivió? ...realmente no tuvo mucho merito...fue un milagro, tan sólo un golpe de suerte de esos que tan pocas veces brinda el destino...

Allí se encontraba, estaba rodeada de cadáveres...mirará por donde mirará...nunca en la vida se imaginó que habría estado en esa situación, sola, sin nadie a quien pedir ayuda...sin nadie que le ofreciera una mano para poder salir del abismo de agonía en el que se encontraba perdida...había momentos en los que pensaba que quizás ella también estaba muerta, sólo que aún no se había dado cuenta...pero luego el dolor le devolvía a la realidad, los muertos no sufren como ella lo estaba haciendo...aquello desgraciadamente era real. ¿Por qué no moría ella también? No quería...no podía vivir en un mundo así...

Sus pensamientos se cortaron debido a una fuerte explosión, la niña se giró temerosa de que podía encontrar tras ella, al principio sólo vio fuego y un humo espeso...pero segundos después le vio, allí estaba él...Sadow...

Bra estaba paralizada a causa del pánico, ¿Había llegado ya su momento de morir?...miles de pensamientos se cruzaban por su cabeza...es lo que quería...morir y terminar con tanto sufrimiento, pero ahora la duda corroía su mente, ¿realmente era lo que deseaba? ¿O debía luchar por salvar su vida con todas sus fuerzas?

El monstruo fijo su mirada en la pequeña, cosa que hizo que cualquier pensamiento desapareciera de la mente de Bra, la niña se puso en posición de defensa esperando lo peor...pero fue entonces cuando ocurrió lo inesperado...

"¡¡¡BRA CORRE!!! ¡¡¡HUYE DE AQUÍ!!!" – aquella voz...era Oob, el discípulo de Gokuh, aquel chico que era la reencarnación de aquel monstruo que llegó a destruir la Tierra.

Bra no pensó en nada más, sólo pudo obedecer aquellas ó lo más rápido que ó hasta el punto de que ya no sentía sus ó ocultando su fuerza vital para no ser descubierta nunca...así hasta que llegó a unas ruinas subterráneas en las que se ocultó por mucho tiempo, tanto que incluso perdió la noción de cuantos días o incluso semanas había podido permanecer allí oculta. Ya no supo nada más de Oob, sólo puedo sentir como su ki se apagaba...al igual que lo habían hecho los del resto de la gente.

Ella no se movió de su escondite hasta que Sadow cansado ya del planeta se fue en busca de más victimas a otras estrellas...así fue como salvó la vida, gracias a aquel joven...gracias a Oob."

"Oye te estoy hablando... ¡quieres dejar de ignorarme o entonces si que no habrá nada de que hablar!" – Kareth casi gritó intentando que Bra bajará de las nubes.

"¿¿Ehh?? ¿Qué?...perdona...recordé algo y se me fue el santo al cielo..." – contestó mostrando intranquilidad. Cualquier recuerdo sobre aquel pasado la desestabilizaba y hacía que volviera por unos momentos al pasado.

"Te decía que necesito saber más, quiero más razones por las que deba ayudarte...para mi no eres más que una desconocida." – dijo el chico ya en un tono más calmado.

"¿No te parece suficiente razón la que te he dado? Además...creo que es tu turno de hablar y contar tu historia." – Bra ya estaba más tranquilizada y quería obtener respuesta a lo que tanto le había sorprendido al ver al joven. – "Tú también sobreviviste a Sadow... ¿Cómo lo hiciste?... ¿De donde vienes y quien eres realmente?...algo me sorprendió mucho al verte... ¿sabes?...no pensaba que quedarán más saiyans con vida. – Kareth abrió los ojos como platos, ¿como era posible que esa terrícola supiera de su raza? Ahora era él quien estaba sin palabras...y sin saber como reaccionar.

"¿Porqué me miras tan sorprendido?" – preguntó Bra irónicamente, ahora era ella la que parecía dominar la situación. – "No esperabas que supiera que eres...el transformarte en súper saiyan y tu cola te delato. Vaya vaya...al final no seremos tan desconocidos el uno para el otro como tu decías."

"Como... ¿Cómo sabes tu eso?, ¿Cómo es posible que sepas cual es mi raza si eres una terrícola?" – preguntó el saiyan aún sin creerse que Bra conociera algo acerca de esa raza de guerreros.

"Es muy simple. Me sorprendió mucho cuando te vi ya que se supone que es una raza extinta. Pero la razón por la que pude reconocer tu herencia es porque no eres el único querido...yo también soy una saiyan. Y ahora, ¡te exijo que me expliques tu pasado!" – sentenció Bra en un duro tono al que nadie seria capaz de contestar.

"No...no es posible...o tal vez sí, por eso tuve esa rara sensación cuando sentí tu fuerza vital y te vi, por eso tu ki me resultaba familiar sin explicación alguna...pero yo tampoco pensaba que quedaran más saiyans con vida, quiero que me expliques eso ahora mismo."

"No Kareth, es tu turno de hablar. Cuéntame de donde vienes y toda tu historia y después yo te contaré la mía, seguro que te sorprende cuando la sepas." – Respondió Bra orgullosa al recordar que era hija del príncipe de los saiyans y esa herencia real que corría por sus venas.

"Esta bien, tu ganas..." – contestó obteniendo una sonrisa de victoria en la cara de Bra. – "Realmente yo no recuerdo a mis padres ya que murieron cuando yo era muy pequeño. Lo que sé es gracias al diario que escribía mi padre y que cuando murieron se convirtió en mi mayor tesoro. Mi madre era una saiyan, un día salió de misión y cuando volvió al planeta no encontró nada...había sido destruido. Fue así como empezó a errar de estrella en estrella hasta que en una de ellas conoció a mi padre, que era de una raza físicamente similar a la nuestra y se quedó a vivir con él. Por los visto mi madre cambió mucho su forma de ser al ver destruido su planeta y aún más cuando conoció a mi padre, digamos que se volvió más pacifica y ya sólo buscaba tranquilidad. Irónicamente mi madre era un poco rara si se la comparaba con sus sanguinarios paisanos.

Un día, cuando tan sólo hacia tres años que yo había nacido, mis padres se fueron de viaje...parece ser que a mi padre le apetecía conocer nuevos mundos. Pero desgraciadamente cuando volvían su nave se estropeo y al intentar entrar en la orbita de nuestro planeta quedó veras una forma de morir bastante patética. Antes de partir me dejaron al cuidado de sus mejores amigos, los que se convirtieron en mis padres adoptivos más tarde. Por suerte mi padre no llevó su diario con él en aquel viaje, sino yo ahora no sabría nada de mi pasado. Cuando cumplí los siete años me decidí a leer el diario de mi padre y así supe todo lo que concernía a la raza de mi madre, ya que ella no dudo en contarle sus raíces. Fue entonces cuando empecé a entrenar por mi cuenta y a aprender el arte de la luchar."

"Vaya interesante historia...ahora por favor cuéntame la parte que falta, ¿Qué ocurrió con Sadow?" – interrumpió la joven.

"Sí...un día, cuando tenía diecisiete años decidí ir de planeta en planeta para mejorar mi técnica de lucha y aumentar mi poder, ya que si me quedaba en casa no avanzaría mucho. Eso fue lo que hice durante un año entero, cuando decidí regresar a Ganímedes, que así se llamaba mi planeta natal, encontré que todo había sido devastado y toda la gente había muerto. La historia se repetía, me sentí un poco como mi madre cuando regresó al planeta Vegeta y no encontró nada. Durante mis viajes ya había oído hablar mucho de Sadow, y cuando vi todo aquello supe que había sido él. Lo que vieron mis ojos se amoldaba perfectamente con la descripción que tantas veces había escuchado en boca de otros. Fue así como decidí ir en su busca y matarle. Ya he tenido varios enfrentamientos con él y aún no sé porque siempre me deja con vida, supongo que para Sadow esto se ha convertido en un juego y yo sólo soy un muñeco con el que se puede divertir de vez en cuando. Pero sé que algún día llegará su hora y se arrepentirá de haberme dado todas estas oportunidades de vivir y mejorar." – Kareth detuvo su discurso y lentamente se levantó a servirse un vaso de agua. – "¿Quieres beber algo?" – Bra negó con la cabeza y el chico volvió a sentarse en su sitio en silencio. – "Bueno, creo que ahora a llegado tu turno...cuéntame sobre tus raíces."

"Seré breve. Mi padre se llamaba Vegeta y era el príncipe de los saiyans, es decir...soy nieta del rey de nuestra raza." – Bra volvió a hacer una mueca de orgullo al ver la cara se asombro del chico. – "Un tal Freezer destruyó el planeta y mi padre sin saberlo estuvo a sus servicios durante mucho tiempo. Tras pasar muchas cosas llegó a la Tierra y se emparejó con mi madre, de esa unión nacimos Trunks, mi hermano mayor, y yo. He de apuntar que el carácter de mi padre si era muy fuerte y típico de su raza y consecuencia de su cargo como futuro rey, pero con el paso de los años cambió mucho...aunque nunca llegará a perder esa forma de ser arrogante y distante. Ahora todos están muertos...creo que no hace mucha falta que te lo explique, ya sabes quien es el culpable...ese desgraciado de Sadow."

"Me has dejado sorprendido, si no me esperaba que fueras también una mestiza de saiyan menos me esperaba aún que tu padre fuera el príncipe del planeta Vegeta...tus raíces están en la casa real, sorprendente..." – dijo el joven aún conmocionado por la historia. – "Pero hay algo que aún no me has contado, y es como sobreviviste a Sadow..."

"Tienes razón...la verdad es que nunca me resulta agradable recordarlo, pero te lo contaré...sólo espera un momento." – diciendo esto Bra se levantó y se dirigió a la puerta de salida de la casa. Se asomó para llamar a Kayli pero cual fue su sorpresa cuando se la encontró apoyada en la pared y totalmente dormida... - "Esta Kayli..." – Bra se acercó a la joven de piel azul y empezó a agitarla, pero la otra no se que estaba empezando a alterar la paciencia de la saiyan. – "¡¡¡¡KAYLIIIIIIIIIIIIIIIIII DESPIERTA DE UNA VEZ!!!!" – gritó a todo pulmón, tan fuerte que cualquier persona a lo largo de Mortten podría haberla escuchado.

"¿¿¿¿¿AAAAAAGHHHHH????" – Kayli se despertó asustada y pegó un salto alejándose de su amiga. – "¿Qué pasa Bra? ¿por qué tanto gritó?" – preguntó nerviosa y confundida mientras se frotaba los ojos.

"Puufff no me saques de mis casillas Kayli, ya puedes entrar...no sé como demonios te has podido quedar dormida en un sitio así..."

"Es que tardabais mucho y yo me aburría, entonces me empezó a entrar sueño y...pues no recuerdo nada más jajaja." – respondió con la misma cara de inocente que la caracterizaba tanto, después cambió su expresión a una de picardía y preguntó mirando de reojo. – "¿Qué hais estado haciendo tanto rato solos? ¿eehh pillina? Jijiji" – Bra respiró hondo conteniéndose por no empotrar a Kayli contra la pared.

"Mira, si no quieres volver a dormir pero esta vez para siempre... ¡CALLATE Y ENTRA DENTRO!"

"Esta bien...joer Bra, sólo era una broma...tampoco es para ponerse así." – sin más que protestar Kayli se introdujo en la casa y Bra entro detrás de ella.

Una vez que se encontraban dentro de nuevo, los tres jóvenes volvieron a tomar asiento. Fue así como Bra empezó a contar su historia, aquella que tantas veces se repetía en sus sueños y nunca se había atrevido a contar a nadie...aunque realmente, hasta ahora nunca había tenido la oportunidad de hacerlo. Era muy duro para ella, porque al recordar el pasado sentía como si estuviera viviéndolo de nuevo y podía volver a sentir cada sensación de terror, de angustia y de ira. Aunque esta vez algo había cambiado...el hecho de ya no estar sola la reconfortaba por una parte, esos recuerdos y ese dolor parecían hacerse más llevaderos al compartirlos con otras personas. Era como si poco a poco volviera a recuperar las ganas de vivir y dar paso a experiencias más agradables que las que había sufrido en el pasado.

Una vez que finalizo de contar su historia, sus compañeros se quedaron en meditando sobre lo que habían escuchado. Kayli comprendió muchas cosas sobre Bra, ahora la entendía más que nunca...era normal que después de tal infierno la joven actuara de esa forma a veces tan agresiva y desconfiada. Por su parte Kareth estaba sorprendido y sentía una gran compasión por la saiyan, lo que ella había vivido por culpa de Sadow era mucho más terrible que la experiencia que él había tenido. Él no había tenido que soportar tanto dolor, por una parte porque no tenía tantos lazos afectivos con sus padres adoptivos como Bra con su familia, y por otra el hecho de no haber visto con sus propios ojos como el monstruo cometía sus matanzas, era evidente que esa terrible experiencia debía marcar para siempre la vida de alguien. Tras escuchar la historia de Bra se empezaba a plantear en serio el unirse a ellas y hacer fuerza contra ese objetivo en común... ella se lo merece pensó.

"Y bien...eso es todo. Ya sabéis cual es mi historia, sois los primeros a quienes cuento todo esto y sinceramente debo deciros que ha servido para desahogarme un poco" – Bra dibujo una pequeña sonrisa en su cara que pareció atrapar la mirada de Kareth. Tras quedar como hipnotizado unos momentos el joven se puso en pie.

"¿Sabes?...Estas mucho más guapa cuando sonríes..." – estas palabras tomaron por sorpresa a Bra, que no se esperaba nada parecido por parte del chico. Kayli soltó para si misma una risilla de complicidad con la escena que estaban viendo sus ojos.

"....ah...¿¿A que ha venido eso??" – preguntó perpleja la joven de ojos azules. Aún no entendía porque el saiyan había dicho tal cosa...se sentía un poco avergonzada.

"Nada...simplemente he estado pensando y me parecéis buenas personas, me hais caído bien. No me parece mala idea el acompañaros y ayudaros en vuestra misión...después de todo creo que me vendría bien algo de compañía." – Dijo guiñando un ojo y mostrando una atractiva sonrisa. A Kayli se le caía la baba mientras que Bra permanecía sorprendida por tal reacción.

"Esto... ¿Vendrás con nosotras?" – titubeo Kayli ansiosa de obtener una respuesta positiva.

"Si hay sitio para uno más en vuestra nave...pues si. Además la mía esta estropeada y todavía llevara un tiempo el arreglarla, tengo ganas de salir ya de aquí y encontrar algo de acción de la buena...esos monstruos de los suburbios me tienen aburrido." – contestó mientras hacia crujir sus dedos.

"¿Has oído eso Bra?...va a venirse con nosotras, ¿es una buena noticia verdad?" – susurró la joven pelirroja a su amiga, pero no obtuvo respuesta por parte de la saiyan.

"Kareth... me alegro de que hayas tomado esa decisión, pero espero no tener que arrepentirme de llevarte con nosotras..." – dijo Bra sin fiarse mucho del chico.

"Oye, eres muy desconfiada, ¿no?...no estropees las cosas antes de que cambie de decisión." – respondió el joven frunciendo el ceño. – "¿Dónde tenéis vuestra nave?"

"Arriba, la dejamos en Mortten Alto...en una especie de aparcamiento para naves." – habló Kayli intentando evitar que Bra soltara alguna nueva bordería.

"Bien. Sólo esperad a que recoja unas cuantas cosas...sólo lo indispensable. No tardaré mucho..."

"No me extraña...porque viendo tu casa no se puede decir que tengas muchas cosas que sean servibles" – dijo Bra irónicamente

"Braaaaaaa" – Kayli gritó tapando la boca a su amiga para no echar todo lo que habían conseguido a perder. Bra intentaba quitarse a su amiga de encima y Kareth que observaba la escena divertido, no puedo evitar soltar una sonrisa.

"Creo que me lo voy a pasar muy bien con estas dos...será un viaje impredecible..."


Patybra: Hola amigos. He batido mi record! La última vez tardé siglos en actualizar y esta vez no os he hecho esperar, encima creo que es el capítulo más largo de todos los que he escrito en este fic. Espero que haberlo hecho en poco tiempo no de la consecuencia de que sea malo...espero que os guste mucho. Y el próximo no sé cuando estará, ya que he empezado las clases y no voy a tener tiempo, pero al menos os dejo este para ir saboreando algo :p

Quiero dar las gracias a todos los que leen el fic y opinan sobre él, me alegra mucho leer los comentarios y me anima a escribir más. Quería dedicar también este capitulo a tres personas: a Enya: porque la idea de que Kareth fuera un saiyan me la sugirió ella en una conversación que tuvimos hace mucho tiempo, y también por la magnifica critica que me hizo en su review; a Pollito: gracias por haber leído mi fic y dejarme tu opinión, la valoro mucho porque adoro como escribes y muchas veces me inspira el leer tus historias ï